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Full text of "Mercurio peruano de historia, literatura, y noticias públicas que da à luz la Sociedad academica de amantes de Lima. Y en su nombre D. Jacinto Calero y Moreira. -- Tomo I. Enero ... 1791 -- Tomo XII. [1794]"

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MERCURIO  PERUANO 

DJS    HISTORIA,     LITERATURA     T    NOTICIAS    PÚBLICAS 
QUE   DA  Á  LUZ.- 

LA  SOCIEDAD  ACADÉMICA 

de  Amantes  de  Lima. 


,EN  SU  NOMBRE, 

D.  Jacinto  Calero  y  Mo) 

TOMO   III. 

QUE  COMPREHEND. 

LOS  MESES  DE 

Septiembre,  Oaubre,  Noviembre, 

y  Diciembre 

de  1791. 

CON  SUPERIOR  PERMISO 

Impreso  en  Lima:  en   la   Imprenta 
Real  de  los  Niños  Huérfanos. 


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LISTA   DE  SEÑORES  SUBS- 

criptores  al  Mercurio  Peruano,  r  ^ 

\      EL  EXa^^  a^^  VIRREY 
de  estos  Reynos. 

EE AL  AUDIENCIA. 

3r.   Don   Manuel    Arredondo  de  la  Real  y  distinguida  Ordea  ■d* 

Carlos    Tercero,  y  Üegenle  de  esta   Rqú   Audiencia. 
Sr.  Oydor  Don  Melcfcor  de  Santiago  Concha. 
Sr.  Oydor  Don   Ambcosi©  Cevdán. 
Sr.  Oydor  Don   Fernando   Marques  de  la   Plata. 
Sr.   Oydor   Honorario  de  esta  Real   Audiencia  ,     propietario  ác  fft 

del  Cuzco,   Don   Joseph  Rezabal   y  ügarte. 
Sr.    ©ydor  Honorario   Don  Antonio    Boza. 
Sr.  Alcaide  de   Corte   Don   Juan  del   Pino  Manrrique. 
Sr.  Fiscal    de  lo   Civil  Don  Joseph   Corbea   y   Badillo. 
Sr.   Fiscal   del   Crimen  Don   Joieph   Pareja, 

Sr.  Don  Pedro  Dionisio  Calvez ,  Contador  Mayor  del  ^eal    Tri- 
bunal  de    Cuentas. 
Sr.   Don    Manuel  Bayabilfcaío ,    del  la  Real    y    distingíiida    Orden 

de  Carlos  Tercero  ,   y  Administrador  principal  de  Correos  d« 

Buenos- Ayres 
Sr.  Doctor  Don  Fra-ncisco  de    Santiago     Coíictia,    Dignidad    d« 

Chantre  de  esta  Santa  Iglesia ,  Provisor  y  Vicario  general  de 

este  Arzobispado. 
Sr.   Dí>n  Joseph  de    Sa lazar   y  Breña  ,  de  la  Real  y  distinguida 

Orden    de  Carlos  Tercero. 
Sr.  Doctor  Don  Joaquín  Bouso  Várela. 
Sr.    Doctor   Don  Ignacio   Mier ,  Cura  de    Pomabamba. 
Sr.    Don   Vicente  Gil  de  Taboada  y  L^tnos,  Intendente  Goberna- 
dor  de    la  Ciudad  y  Provincia    de   Trusillo. 
Sr.    Don    Isidro  de  la  Mata ,   Capitán  de    la  Guardia  de    Caba* 

llfiíia   del  Exéi.entisirao  SeilorVirrey. 
Sr.  Don  Dionisio  Franco  ,  Secretario  de  Cámara  de  este  Virreynato» 

Por  dsí   Exemplar.es 
M,, :B..  P.  Francisco  Gonzaks  Laguna,  Ex-ProvirKial  de  la  Reli» 

(  I  )  ^on 


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giotí  de    Clérigos   Agonizantes ,  Correspbnsd  del-ReálTaraiti 

Botánico ,  y   encargado   de  la    expedición  Botánica  del     Perú'  ^ 
P.    Francisco  Romero,  Lector    de    Artes  y   Teología,    de    la 

misma    Religión.  -  ■  ■  ^     ■ 

Don  Gabriel  de   Aviles,  Brigadier  de  los  Reales  Exércitos    é 

Inspector    General   de"  las    Armas  en  este  Virreynato. 

Don  Manuel  Lorenzo  de  León  y  Encalada ,  Regidor    de  esta 

Muy  Ilustre  Ciudad, 
limo.  Señor  Don  Pedro   Joseph  Chaves  ,de^   la   Rosa ,  Obispo 
de  Arequipa 

Don  Joaquín   del  Pino,    Brigadier  de  los   Reales  Exércitos,  y 

Presidente    de  la  Real    Audiencia  de  Chuquisaca. 
^  Don  Manuel  Gallegos,  Oficial  de  la  Secretaría  delVirreynato^ 

Don    Domingo   Valdes. 

Don  Juan  Nepomuceno  Rodríguez,    Director    de     la    fábrica^ 

de  labores   de  la   Real   Renta  de  Tabacos. 
Don.   Manuel  Maria  del  Valle  y  Postigo,  Asesor  General  por  ■ 

S.   M.   de    este  Virreynato. 
Marques  de  la   Real   Confianza. 
Don  Andrés  Aiarcon  y  Salazar,  Arcediano  de  la  Saata  Igle- • 

sia  de  Huamanga. 

Conde  de  San  Isidro  del  Orden  de  Santiago. 

Doctor    Don   Matias  de  la  Torre  y  Tagle. 

Don.  Juan  del  Valle. 

Don  Jayme  Bausate  ,  Editor  del  Diaíio, 

Don  Cristoval   de    Ruiloba. 

Don    Francisco   Flores. 

Don  Joseph  Patricio  de  Abril. 

R,  P.  M    Dr.  Fr.   Tomas  García    Areche,  Ex-Provincial    del 

Orden   de   Mínimos. 

P.    poct.    Fr.  Manuel  Irarrazabal ,    Regente    de  Estudios  del 
Orden  de  la  Merced. 

Doctor  Don  Juan  Joseph  Alvares,  Cura  de  Late. 

Don  Pedro   Truxilio,  Contador  de   la  Real  Renu  de  Tabacos 

y    demás     unidas. 
.    Doña  Xaviera  Alerce  y  Rimador, 

Don  Joseph  Teran  y   Velazques. 

Don  Vicente  Aviles  y  Calvo. 

Don  Juan  ígaacio  Vidaurre,  Contador  de  Resultas  del  Real 

Tribunal  de  Cuentas.  ; 

Doa  Manuel  Paz,  Oficial  de   Libros  del  mismo  Tribunal 

-    ■■■     -■  ■    "     ■     Sr.-'' 


Sr.  Don   Facundo  Talertí    dé  la    Rr;rá ,   Diputado    Generar  de! 

Real  Tribunal  de  Minería. 
Sr.  Don  Luis  Orti^.  .    ,    ,      „     ,       -r- ^    v  - 

Sr.  Dx)n  Tomas  Shee,  Teniente   Coronel  de  los  Reales   Exercitos, 

Sr.  Doctor  Don  Antonio   Guzman.  ,    .     -d^  '^e 

Sr.  Don  Joseph  Gregorio    Argote    Contador  General  de  Propios 
'     '¡y  ,  Arbitrios, 

Sr.  Don  Manuel  González  de  Aguilar. 

Sr.  Don  Joaquín   Jordán,  Secretario  de  Caretas  ,    Teniente    de    U 
■.  ■    Guardia  de  Caballería    del    Excmo.    Señor    Virrey,  y   üticiai 

mayor   de  la  Tesorería  del  Real    Estanco  de  Tabacos. 
$t.   Don  Antonio  Albuerne ,    Mayordomo  mayor   del    Excmo.   be^ 
ñor  Virrey,  y  Juez  Revisitador.  ^ 

Sr.  Don.  Lorenzo  Chaves,  Capitán  de  Milicias  ^  ,.,,      ''" 

Sr.  Doctor  Don  Cayetano  Belon,  Asesor  del  M.  1.  Cabildo,       ^ 
^r.  Don  .Tiburcio   Joseph   de  la  Hermosa.  í 

Sr.  Don  Juan   Joseph  Rubio.  .,...'    -n¿ 

Sr.    Don    Rafael    Menendez,  Oficial  Mayor  de  la  Administración 
de  Temporalidades.  t,     i  tt  •      ' 

^r.  Marques    de  Soto   Florido ,  Procurador  de  esta   Real  Umver-r 
,  ■       sidad ,    y   Asesor    General  de  la  Renta  de   Correos.       ^         . 
Sr.  Doctor  Don  Joseph  Baquijano  y  Carrillo,  Catedrático  d«  Vis» 
peras  de  Leyes  de  esta  Real  Universidad.  • 

Sr.    Conde  de  San    Pasqual. 
Sf.  Don  Manuel  Cantón. 

Sr.  Doctor  Don    Gabriel   Moreno.  j     t     r» 

Sr.   Dr.  Don  Joseph   Mariano  de     Aguirre,  Cura  de  la  Doctrina 
de   Santo  Domingo  de   los   Olleros»  - 

Sr.    Don  Pedro    Manuel   de   Escobar.  '    • 

Sr.  Don  Juan   Agustín  Pérez  y  Bustamante. 

Sr.  Don  Diego   de  la   Piedra.  ■,     r       s        * 

'Sr.  Doctor    Don  Joseph  Irigoyen  ,  Defensor  Real  de  Legados    y 
Obras  pías,  y   Asesor  interino  del  M.  L  C.  _ 

Sr.  Doctor  Don  Antonio  Bedoya  ,  Defensor  de  Temporal  id  adeí, 
Sr.  Doctor  Don  Hipólito  Unanue ,  Catedrático  de  Anatomía. 
U.  R.  P.  M.  Fr  Diego  Cisneros ,  del  Real  Monasterio  de  San 
Gerónimo  del  Escorial ,  y  su  Encomendador  general  en  el  Perú. 
Sr.  Don  Manuel  Esteban  Arescurrenaga ,  Secretario  del  Santo 
.  Oficio  de  la  Inquisición,  '^ 

Sr.  Don  Bartolomé  Valdes,  '■  ; 

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Sr   nZl  f 'f'"'  F"'"'*  ''^  '"  ^^S''    Oficia!  de   la    Real    C«.' 

Sr.  Dm  PeJ.-ü  Bazo ,  Capirars  de  Milicias, 

;\,d':r'  M»-»'«-"^-   d.  Cá.a«    d.    «u    Keal 
Sr.   Don  Fra.dsco  Roí^ro        p,,  ^„ 

.       dea  de  ia  Merced,  Cacedrático    de  Visperal  de   Teollía 
Sí.  Don  Ju«  Joseplí    Le.ro,  Contador  General  de   Tributól    , 
Honorar»  del    Real  Tribunal  de  Cuentas.  ^'""«0*,* 

^"tS:;L"  '""""'  '^""■'"^  "'  ^"""^  "J^'  -¡«-Re, 

^'  "ríd^^co!":?.?:.""'"  "^  '^  '^^'  ^-' "'» ^^^^  tú. 

Sr.   Don  Eugenio  Silva, 
Sr.  Doctor  Don  Alfonso  Mariano   Veíeí, 
hr.   Don  Antonio  Pc&  ,  Escribano  Mavo/ríí-T  T,.-r„,^     j    n 
Sr.  Don  Jo-PÍ^-  Aguirre  írrisari  ,  CaV'iíL  d/'& 
■^       Arrnada,  y  Gobernador  de   Guayaq^uiJ,        """^^S*'* '^^  ^^  ^^a 
*r.  Don  Juan  Joseph  Buítrago. 
El   Maestro    Mayor   de  Obras  Publicas 

Sx.   Don  Juan  Baííera,  Oficial    Mayor  de  la  Caminaría  de  Gn«r^ 
ra,  y  Capitán  de  Milicias  de  Artille  ría.  ^  ^"'^ 

ar.  Don  Prudente  Albires. 
Sr.  Don  Joseph  Robartris. 
Sr,  Don   Juan  Lobaton, 
Sr.  Don  Francisco  Serio, 

.endei..  de  la  RearVia'^de'  McSr"'"'  '  •>""   '"""'- 
■    a'^SLIZ  ^rí"^  ^'  ^"^'  O^''»'    h™»'"'»  <Je  la  Real 

Sr.  Docror  Don  T„™.  Jose^'deXan   af  cE¡t;''TeX:I• 
de  San  Felipe  Neri  Congregac.oB  del  Oratoria 

"■  or;rdf  AÍ^ui^r '  ^'»™°' ^^--  «-»•<••• 

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Oficial  Real  de  Chiloc» 


Sr.  Doctor  Don  Toribío-  Rodríguez,  -Rectoí  del  Rsal  CoavktoÚQ 
de  San   Carlos. 

Sr.  Don   Kermin   Tapia, 

Sr,  Don   Policarpo    Luxant. 

Sr.   Don    Joseph  Eraunzeta  , 

Sr.  Don  Joseph  Alvares. 

Sr.  Don   AJan  Ascogarra. 

Sr.  Doctor  Don  joseph   Armas. 

Sr.  Conde  de  Premio  Real,  dd  Orden  de-  Santí.igo  ^  Coronel  3« 
Infantería  de  Milicia?  y  Regidor  d«  esta  M,  L  Ciudad, 

Sr.  Don  Donaingo  Ramírez  de  Arellano,  del  Orden  de  CaUtrava, 
y  Coronel  de   Milicias. 

Sr.  Marques  de  Monte- mira;  del  Órdetí  de  Santiago,  Coronel 
de  los   Reales   Exércitos,  y   RegiJor  de  esta    M.    I.    CiudaJ. 

Sr.  Don   Simón   de   Lavalle  y  Capitán  de  Milicias    de  Infantería» 

Sr.  Doctor  Don  Joseph  Ignacio  Moreno,  Viee-Rector  del  Real 
Convictorio    de  San  Caries. 

Sr.  Doctor  Don  Joseph   Antonio  de   la  T©rce. 

Sr.  Doctor  Don  Francisco  Noriega, 

Sr.  Don   Antonio  de  üria, 

Sr.  Don   Pedro  Bernales. 

Sr.  Don  Francisco  Vasquez  de  Usíeda  ,  Cónsu!  del  Real  Tribu* 
nal    del   Constelado, 

Sr.  Don  Jorge  Escobedo ,  de  la  Real  y  distinguida  Orden  de  Caro- 
los III.  y  Cc^Sejero  de  S.  M,  en  el-  Real  y  Sup-reoio  de  las 
Indiaí. 

Sr.    Don  Juan  Manuel   A-zalde^ 

Sr.  Don  Juan  Baptista  Diaz. 

R.  P,  Manuel   Hurtado  de  la  Religión  de   Agonizante»* 

Sr.  Don    Joseph  Aizcorbe. 

Sr.  Don  Joseph  Díaz  de  Arellano,  Capitán  de  Milicias  del  Re- 
gimiento del  nú  maro  de  esta  Ciudad,  y  de  la  Sala  de  Ar* 
mas   de  esta   Plaza. 

Sr,  Doctor  Don  Diego  de  Silva ,  Cura  de  Jesús  de  Chuzchi  e« 
el  Obispada  de  Hiiamánga. 

Sr.  Don  DiegO'  de  la  Vega  ,  Contador    de    Resultas,  y    Director 
del  Real    Estanco  de   Tabacos. 

Sr.  Doctor  Don  Bartoloijie  Gíonzales  de  Orduña,  Cara  de  la  Doc-' 
trina  de  Caxacay,  y   Vicario    del  Partido  cíe  Caxaiambo. 

Sr,  Don  Joseph  Sánchez,  Administrador  .General  de  Temporali- 
dades. Sr» 


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Docíor  Don  Fa:nndo  Manuel  Valde?,  5    -      .<• 

Don  Diego  GoJoy,  Sargento  Mayor  y  Comandante  accidctl- 
tal  del   Real  Cuerpo  de  /artillería. 

Don  Artcnio  Ramón  de  Aranda. 

Don  Juan  dg.  Uriza. 

Don  Alei-andro  Malaspina,  del  Orden  de  San  Juan  ,  Capitán 
de  ^aviü  de  la  Real  Armada,  y  Comandante  de  la  Expe^ 
dicion   que  da  vuelta  al  Mundo. 

Don  Antonio  Pineda  y  Ramírez  ,  primer  Teniente  de  Reales 
Guardias  Españolas,  y  encargado  de  la  Historia  Natural  de 
Ja   miíma    expedición.  .       , 

Don  Tadeo  Haénke  ,  Botánico  pensionado  por  S.  M.  y  em- 
pleado en  la  misma.  -; 

Don   Jo£eph   icaria   Egaña,   Teniente  de  Policía. 

Don   Joaquín   de  Castro,  Cura  Coadjutor  de  Pacarán. 

Don    Juan  Pedro  Munarris 

Don  Esteban    Goyenechea. 

Don  Felipe   Useda.  . 

Don  Mí^chotr  de  Foncerrada,  Oydor  de  la  Real  Audiencia  de 
fcanto  Domingo,  .     .-      . 

Don  Juan  Pedro  Zaldias. 
Don   Eugenio   Aiscorbe, 

Don  Manuel  de   la   Torre.  ' 

Don  Joseph   Melchor    Rodríguez.  •  -       , 

Pon  Dionisio.  F^rfen,  Oficial  de  la  Secretaría  de  Cámara  del 

Virreynato. 

Don   Fernando  del  Mazo.    Por  quatro  exemplares, 
Don   Ramón   Caballero. 

Don  Federico   Mothes  ,   Mineralogista    pensionado  por  S,    M, 
Don  Alonso  Gutiérrez    Cabiedes. 
Don  Benito  Merlo. 

Don   Manye!  Arámburu.  ' 

Don  Salvador    Difulao.  "  . 

Doct    Don  Agustín  de  Landaburu    ,  Capitán  de  Milicias  de 

Cabañería. 

Don  X^ope  Domínguez.  ,  . 

Don   Manuel   Joseph    de  la   Rey  naga.  '  " 

Pon    Juan  Manuel  Otoya,  Oficial  de  la  Secretaría  de  Cama- 
ya  del    vjrreynato, 

Don    Luis  ,de  ^riza,    Miflisíip    Comadpr   de  la  Real  Ca^Ji 
dg   Guayaijuilp  '  • 

Sr. 


Sr.  I5on  Atr.bro.io  Higginsde  EáUenaV  ,  ^lariscal  de  C^nipo  de 
los  Reales  Ejércitos,  Gobernador  y  Cajitan  General  del  lRe>n» 
deCíiile,y  Píeside;ite   de  su    R-^al    AaJiencia.  _ 

Sr:  Don  Demetrio  Guasque,  Archivero  de  la  Secretaria  de  Ca- 
mará  y  Virreynato.  rr>     • 

Sr.  Don  Joseph  Maria  de  Acuna,  Capitán  graduado  de  Teniente 
Coronel    del  Real  de  Lima.  ,  ,     o     i    t  -u 

Sr.  Don  Miguel  Cebrian,  Contador  Ordenador  del  Real  Tribu- 
nal   de  Cuentas,  y  primer  Consultor   del   Real    Tribunal  de 

■     Minería.  .        ,     t,t  ^  • 

Sr.  Doctor  Don  Cosme   Bueno  ,    Catedrático  de  Matemáticas  ,    y, 

-     Cosmógrafo  mayor   del  Reyno.  j  ,    rr  • 

Sr.  Marques  de  San  Felipe    el  Real,    Contador   Mayor  del  Tri- 
bunal  de  Cuentas.  ,     i     t»     ,    u    •  „^^ 
Sr.  Don    Manuel  Villar  ,  Minirtro  Contador  de   la  Real    Hacienda. 
Sr.    Don  Juan  Domingo  de  Ordo7goy ti,  Contador   de  Resultas  del 

•    Real  Tribunal  de  Cuentas. 
Sr.  Don  Ramón   Dueñas. 

Sr.  Don    Toseph  Gómez  del  Castillo  y   Olivares. 
Sr    Don  Diego  Morales,  Capitán  de  Milicias  de   la  Pa^. 
Sr.  Don  Manuel  Joseph  Pedemonte  y  Talavera.  ,  ,   -- 

Sr.  Dcctor  Don  Juan  Antonio  Arcaya ,  Notario  Mayor  del  Tti^ 

bu  nal  de  la  Cruzada, 
Sra.  Doña  Ignacia  Ximenes. 
Sr.  Don  Andrés   de   Salazar. 

St.  Doctor  Don  Vicente  Morales.  ^     ^  . 

Sr.   Don  Antonio    Escolano    y  Concha,    Teniente  de  Milicias  del 
Real  Cuerpo  de   ArtiUeria.  ,  j     ,     t..,! 

Sr.  Dan  Joseph  Ignacio  Lequanda,  Contador  General  de  la  Kea( 

Aduana. 
Sr.  Don    Ignacio    Mareatégui. 

Sr.  Don  Joseph  Suarez.  ,  ,    ,r  i,      j     n  . 

Sr    Do'^tor  Don  Fermin  Bernales ,  Cura  del   Valle   de  Palpa. 
Sr.  Don  Joseph  Gato,  Empleado  en  el  Real  Tribunal  de  Cuenta«4 
St.   Don    Manuel    Belsunce.  -m     i     -c   -    • 

Sr  Don  Manuel  Rubio,  Capitán  de  Dragones  de  los  Reales  bxercito?, 
Srr.    Don  Pedro  Antonio    de   Sorrondo    y  Oyarzabal. 
Sr.   Don  Nicolás   Chavarria. 
Sr.  ■  Don   Joseph   Velazques.  . 

M,  R.  P.  M.  Fr.  Francisco  Alvares  de   Ron   y  Zuniga,  Ex-PfO- 

vincial  del  Militar   Orden   de  la  Merce  d. 

jSr* 


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Sr 
Sr. 
8r. 
Sr. 


Doctor  Don  Juan  de  Borda- Nave,  Canónigo  de  esta  Sta.  Iglesu. 
Doctor  Don   Joseph  hUrÍ3i   At^iísd^,,.  ^      ^' 

Don    J^rancísco  Abarca,   luc^^üidm  de  este  Santo  Tribunal 
Marnues  de   Lara  ,    Catador  .Mayor    del  Real   Tribrar'dc 

Dori    Mijuel  Salvatierra. 
Don   Manuel    Concha. 
Hu'aia^f   Meaendez    Escalada,  Gobernador  Intendente  de 

"^   ^f^^f--e  Bedoya  ,  Teniente  Asesor  déla  Inten- 

Do^.   Mariano  de  Oxeda  y  Venero,    Ayudante  Mayor    por    S. 
.      M.  ,.del  Regimiento  de   Infantería  de  Milicias  de  Abaocay      v 
Eicnbano   publico  y    de  Cabildo  de   dicho   Partido.  ^ 

S^la    cíer"¿d.enf '""''^'  ^"^^'^"^   '^  ^^'^^^^  ^^  ^*  R^^' 
Doña  Manuela    Cayro. 
Doctor,  Don  Joseph    Várela  y  Bohorques. 
Dortor  Don   Pedro  Aviles ,  Cura  de  la  Doctrina  de  la  Zapa- 

Don    Felipe    Llanos. 

Don  Jgnado    Melendes,    Subalterno    deí   Tu7.ffado  de  Policía 

dT.  ^n    ^u    '^  ''   ^'^''  -Congregación    dfl  Oratorio       '' 

de    la  R  ;T  r         a  '   f^T'^^"^'"   Adoiinistrador  por  S.  M. 
^    la  iieal  Casa     de    la   inclusa. 
Don    Juan    de  pies  Correa. 

Doctor  Don  Juan   Martin,  Cura  y  Vicario  de  Guacho. 
l>on   Francisco    Moreyra   y  Matute. 
Don   Felipe    Pinar, 
Don   Francisco  Retes. 
Den    JLorenzo    Puente  y 
M¡!iria<5. 

Don    Mateo  Bonilla,   Fiel 
Tabacos. 
Don  jVíanuel   Biistarnant 


5;r 
Sr 
h>, 

Srl 

Sr. 

Sr. 


Sra 
Sr. 
Sr. 

Sr."^ 
Sr. 
P. 
Sr. 

Sr. 
Sr. 
Sr. 

Sr. 
Sr. 
Sr. 

Sr. 


Quereja^u ,  Capitán  de  Dragones  de 
de  labores  ,de  la   Real  fábrica     de 


Sr. 
"Sr. 
Sr. 

Sr. 


~^....«.,.«,,ic-    y    Campino. 

Don    Vicente    Arnao,  Cura    Coadj.a,tar  de  Crar^poma. 

Don  Joseph    Alvaro   Cabero,  Témeme   Coronel  de   Exército,. 

y    subdelegado    de    CaKatámbo.  * 

•Don    Loreiizíj   A!oivzo    de  ia    Madrid. 
Don  Bartolomé  Gerci.  c- 


6if.  Don  Antonio  Alvarea  y  Xlfnenes,  Gobernaáof  Intendente  2» 

Arequipa. 
Sr.  Don  Ma<iu€^l   Artieda,  SiiMelegado  d€    Moquegua. 
Sr-  Doctor  f)on  Joseph  Míg«€l  Villaka. 
Cr  Don  Donníngo  Pagazaortundca ,    Subdelegado   del    Partido   áfl 

Cotabambas 
5r.   Don  Josepfc  Coquete    y  Faxaído.,  Capitán     óe  Caballería  áe 

Milicias  de  ISÍtieva  JEspaüa,  y  Co;iiisio«ado  de  Minería  fOtS.Mí» 
Sr.  Don   Tomas  Camargo. 
Sr.  Don  SantiaLgo  firrázuíi. 
Sr.  Don  Manuel    López,  Capitán  y  Ayudante  mayor  de  Milicias 

de!  Real  Ci^rpo   de  Artillería  por  S.  M. 
El  Iilmo.  Señor    Doctor  Don  Joseph     Pérez  Calaina  ,  Obispo  de 

jQnito.     Por  dos  eífiem^larcs^ 
Sr.  Don    Ramón  ürrutia  ,  Capitán  de  Jníantería  de  Milicias  y  S^h» 

delegado    del  Partido  de  Piura;.  ', 

Sr.   Pon  Bonifacio   Montalyo. 
Sr.    Don    Pablp  Gaicia    Monroy,    Capellán  del  Regimiento    Real 

de  Liína.. 
Sr.  Don  Juan  Feli^  Berindiiaga,  Tenieirte    Coronel  de  Pragor.«$ 

de  los  Reales  Exército*. 
Sr.  Don   J«an  Antonio  Gordillo ,  Oíkiai   de  la  Contaduría   de    Ut 

Real   Aduana, 
Sr.  Don  Pedro    Ángulo    Portocarrero. 
Sr.   Marque?    de  Feria,    Coronel    de    Caballería  de    Milicias,  y 

Alcalde  Ordinario  de   esta  Ciudad. 
Sr.  Conde    de   San    Xavier,  del    Orden  de    Santiago   y   Tciiient© 

'Coronel    de  Caballería    de    Milicias, 
Sr.  Don  Raymundo  Marres ,  Oficiai    Mayor  de  la  CoBiadaría  di 

la   Real    Casa  -de   Moneda, 
Sr.    Don  Francisco  del   Pozo. 

Sr.  Doctor  Don  Juan  Manuel  de  Arrióla ,  Cura  de  G^samantanga. 
Sr.  Doctor   Dojí  J-uan  JosepJi   Potaii,  Cura  Rector  de  U   Parro- 
quia  de  San   Sebastian. 
Sr.  Barón    de    INordenílicbt  ,  Consejero  íntinio  del  Rey  de  Polo- 
nia ,  y  de  la   Repúi)lica  ,    y  Pirector  tíeneriil  por    S.   Mo   C«- 

tóli  ca  de  la   comisión   Metalúrgica  de  este  Reyno. 
Sr.    Doctor    Den  Pedro  Vicente  Caüete,  Teniente  Asesor  de    ¡s 

Intendencia  de   Potosí. 
Sr.  Pon  Jofeph   Antonio  Pando,  de  la  Real  y  distinguida  ótáMi 

d@  JCacios  m.  ^  Adnunistiador  General  de  la  Beal  Renta  d$ 


r*^    Correos  á[e  este  Virreinato.        .  "        "^     -  '    ú^v 

El  Illmo.  Señor   Dan   Bartolomé  de  las  Heraí,  Obispo  del  Cuzco» 
Sr.  Dort  Manuel  Villalta,  Coronel  de   los    Reales    Exércitos ,  j», 

Subdelegado  del    Partido   de  Tinta.  , 

Sr,  Don  Francisco  de  Paula  Sanz,  de  la  Real   y   distinguida  Ór-^ 

den  de  Carlas  III.  Intendente  Gobernador     de    Potosí, 
Sr,   Don  Juan  Maria   de  Galvez  y   Montes-de- Oca  ,    Coronel    d9. 

Milicias  agregado  al  Regimiento  Provincial  del  Numera  de  esta 

Capital,  y  Gobernador  Intendente   de  la  Provincia  de  Tarma» 
Sr,  Doctor  Don    Joseph    Corbi    Rico   y    Zegarra,    Dignidad    d$ 

Chantre    de     la  Santa  Iglesia  de    Arequipa, 
Sr.    Don   Juan  Miguel  de  Marticorena. 
R,  P.  Joaquín  Zambratio,  Superior  del   Hospicio  de  Agonizante 

de  la   Ciudad  de  la  Paz. 
'Sr,  Don  Josep  Gil,  ^.-^ 

Sr,   Don  Miguel  Arana ,  Archivero  del   M.   I.  C. 
Sr,  Don  Francisco  Charun ,  Oficial  primero  de  la  Contaduría  de 

la  Real  Aduana. 
Sr.  Don  Juan  Joseph  Morales ,  Oficial  de  la  Contaduría  de  Tributos, 
Sr.  Don  Juan    Ja=;eph   Pérez 
EL   EXCMO.  SEÑOR.  ,  DON   JOSEPH  ESPELETA ,  CABAL- 

lero  de   la  sagrada  Orden  de  San  Juan  ,  Mariscal  de  Campo  dft 

los  Reales  Exércitos,  Virrey  Gobernador  y  Capitán  General  del 

nuevo  Rey  no  de  Granada  ,  Superintendente  de  Real  Hacienda,  y 

Presidente   de  su   Real   Audiencia   Pretorial. 
Sr,  Don   Lorenzo   Antonio  Cárdenas ,  Coronel   de    Milicias    de   la 

Provincia  de    Tarma, 
Sr.  Don  Carlos  del  Corral ,  Brigadier  de  los  Reales  Exércitos,    y 

Presidente  de   la  Real  Audiencia  del  Cuzco. 
Sr,  Don  Benito  de  la    Mata-Linares ,    Regente  de    la  Real    Au-» 

diencia    de  Buenos-Ayres. 
Sr,  Don  Antonio  Boeto,  Regente  de  la  Real  Audiencia  de  la    Plata 
Sr,  Don  Vi.torian  de  ViUada   y  Albar,  Fiscal  de   la  misma    Real. 

Audiencia. 
Sr.  Don  Hilario  Malaver  ,  Fiel  de  la  Real  Casa  de  Moneda  de  PotosU 
Sr.   Doctor  Don  Domingo  Vazques   de  Veiasco,  Cura-ínter  de  la 

Doctrina    de    Abancay. 
¡t/í.   R.  P.    Fr.    Francisco   Vicente   Urgate ,    Lector    Jubilado,    y 

actual  Definidor  de  la  Provincia  de  San  Francisco  del  Cuzco. 
»Sr.  Dan  Gaspar  de  la  Cruz  Gimena  y  Muñoz  de  Guzman ,  Mi- 
{'"       nistro    Tesorero    da    Real   Hacienda    en    la  Real   Caxa     de 

Huayatiuil  Sra. 


■Dofía   María   Josefa    "Dki.^ 
Don  Juan  Miguel   de  Castañeda. 

r  &ttrc^-l-  de  Colpa  en  et  Obispad. 

Don^MSljurra,    Diputado    del    Mineral   de  Pasco 
Don   Miguel   Oyague  ,  fiel   Adinunstradoc     de   la    Real  t^asa, 
de     Moneda   de   esta    Ciudad.  ^^-r  •  o 

Don   Pedro   Joseph   Loyola,  Coronel    de  Milicias. 
Don  DoiTiin»o    Casas   Noboa.  o,.' 

Do"  Juan  fafaya,  Boti.ico   pot  S.  M.  en  esu  Reyno  del  Perú. 
,    Don   Buenaventura  Gutiérrez. 

Don    Toseph    Cbrisóstomo     Ruiz.  «  j     .^    a^ 

.  Don  Vicente    Veza,  Ingeniera    Ordinario,    y  Comandante    á* 

dicho  Real  Cuerpo  enesta  Capital.  , 

Don  Francisco  de    la    Mata-Linares,   Caballero    de  la    OrJen 

'    de^í^rava,   Brigadier  de  los   Reales  K^írcttos,  y  Gaberna- 

dor   Intendente   de  la   Concepción    de    Chüe. 
..  Don    Tomas  Ignacio  Palomeque,  de  la  sagrada  Orden  de  Saa 
Tnan      V  Ovdor    de  la  Real  Audiencia  de   la^Wata. 
R    P    F:    Tuan  Antonio  de    Olavarrieta   del    Orden    de     Sati 
*    Francisco,   Capellán  de  la  Fragata  los  Dolores  de  la  Compa- 
ñia   R^al   de  Filipinas.  \         ,    _       ^_ 

..  D^n  Amando   Alcayie  M.nge  y  Valdes,  Opositor  a  Curatos, 
y  Cura-ínter  de  Atabillos  baxos.  ,    j„  i^   «.nta 

r    Doctor  Don  Jorge  Herboso,  Canónigo   Doctoral  de  lo   Santa 

Iglesia  Catedral   de  la   Ciudad   de   la  Plata 
r.    Doctor    Don    Bernabé  Mariano  Laada    y  Encalada,  Cura j 
Vicario    déla  Doctrina  de  Otusco,  en  el  Obispado  de  TruxiUo. 
r.    Don   Jaan  Bautista  Gallardo ,     Subdelegado    del    Partido    de 

ir.    DoTEuel    del  Rivero,  vecino  del  Pueblo  de    Jauxa. 
ir.    Don  Julián  Barrera  ,  vecino  de  la  Villa  de  Chancay. 
Ir    Don  Silvestre   Bosquerreschio.  ^   ,    -.     ^ 

r    Marqu  s  de  Ruiz  de  Castilla  Coronel  délos  Reales   Fxército.  y 
Gob  Wor-Intendente  déla  Villa  de  Guancavelica  y  sus  Part,d_o^ 
VI    R    P    F.    Tuan    Marituon    Provincial   de  la   bagrada  ReUgioti 

de   áan  Francisco,    en  su.  Provincia  de   los    doce     Apaso^^es. 
VI    R     P    F.  Manuel  Sobrevida,   Guardian  del  Co^gio  de  Misio- 

ñeros  Apostólicos  de  Propaganda  Fide  de  Santa  Rosa  de  Ocopa. 
Sr.  Don  Juan   Antonio  Valdes,  g^^ 


Sr. 

Sr. 

Sr. 
S. 


Sr. 


Bo.  >eph  0?.es,  Ofidaí  ^.  la  Ací«i„tocf««  4e  í,  Real 
Doctor  Don  Ambrosio  Cruz 

.Tiienroc!eMilic¿?í^^,^  í     .''^  ^"''=''''*  Capitán  deJ  Regi. 
l.alterá¡  *'""'^»,.  l«~e«e   .eo«,n^l  ¿^  MiUdas.de  Ca, 

iPoa  Pedro  üreta  r  Perak»     «rtmí  nc  •  i  n» 
sorería  déla  ft^.i    .^  "^^^^  »_,^^^"« -Oficiaí  M^yor  d«    íji  Te- 

Doa    í^i-^fidaco  Prieta       '      ' 


Sr. 

Su 
St. 

Sr. 

Sr. 
Sr, 


Sx. 


r 


,üon.   Juan   Agustín  Mansanar. 

Bernardo   ds   dicha   Cmdad  "''■^'■'S"'  '^^    ''" 

tdTdf  la"  g=l'»  T-í»  B"»  y  Zabala  Cura  Propio  y  Vi. 
Cátio  de  la  Doctrina   ás  Santa  Rosa.  '' 

üoctor  .:)„n  Antoaio  Valdes  y  Ugarte  Cura  Propio  y  Vicaii. 
de  la  Doctruiide  Tima  ta  dicho  XJbUpado. 


^íim^  '>!■ 


1^^: 


Fol.  i'rg^. 


f  Núm.  óp.    T; 


MERCURIO  PERUANO 

¿ÉL  ¿lÁ  I.   DE   SEPTIEMBRE  DE  1791. 


lU     fjií 


INTRODUCCIÓN    AL    TOMO_  III.    DEL    MERCUm    Tm 


ruano. 


a  •.{> 


„   Kstnitiendo- los  funestos  vaticinios  ^^^  ^"""^íf  "^ ^i5S 
rio   Peruano   uW  existencia  efímera  y  pásagéra  ,    el   ha    conciuiao 
í"s   ocho    primeros   meses  de "  su  establecimiento  desempeña  d^^^ 
honor  los  objetos  de  su  instituto  ,  y  cumpliendo  con  exactitud  sut 

útiles  y  solemnes  promesas.  .  ,.         ^u  „,,éVtro  Pros^ 

Por  fundamento  de' laá  qué  extendimos  en  nuestro  rros, 
.ecto  célocamos  la  aceptación  y  auxilio  del  ,  P^^hco  'esperando 
Loreciese  una  empresa  gloriosa  ar  Pai^  T""  S^  obscU  £ 
pía  á  disipaí  las  preocupaciones  con  que  han  pretendido  obscure- 
cer sus  brillos  las  pluitias  menos  instruidas  ,  degradando  al  f-f- 
rú  y.  sus  ingenios  del  privilegiado  lugar  que  ocupan  en  el  mapa 
del  UniversQ.  ...     ,  . 

Pero  frustradas  nuestras  esperanzas  nos^ vemos  obligados 
á' repetir  cbrt  disgusto  las  mismas  quejas  que' expusimos  en  la  In- 
troducción i  los  quatro  meses  que  acaban  de  concluirse  ;  pues  en 
este  tiempo  se  han  acumulado  ~  con  mayor  esfuerzo  las  sátiras,  las 
invectivas,  y  todo  el  aparato  de  vedadas  armas,  fabricadas  en  la 
©fieina  de   la  calumnia. 

Nada    se   ha  omitido  de,  lo  que  pudiera  hacernos  abando- 
nar nuestro  honesto  trabajo'.    Con' el   mas  eficaz  empeño  se' ha  so- 
irritado,  publicar  nuestra'  conducta   do-mestfsca,  el   arreglo  de  m&s-r 
tra  vida,  y  el  carácter   de    nuestras    costumbres  icotño  si  el    sec 
auctores  del    Mercurii}  Peruano  (uúk    xCtt  aXéhiMÓ    contra  la'Re- 

K  4  ligios 


,     S.I9. ' 

potestades,  y  «,,  delito  que1bI¡HL^ld!rt^^r^^^«^^  ^^  »«í>«^ 
places  ;.  no  admitiéndose  que  aun^  '«a^í  f  ""^'"'^  ^^  '"^  ^óm-. 
personales    censuras,,    un    moderno    pÍ  "''^'^   '^^'^'^^'^e'^s    «a.. 

VIVOS,  debe  juzgarse'como     a    poster  dad    i''""'  f  ^^'^'^"^  ^  ^o' 

río  esperábamos  con  todo  ol  .  ^  ^\^  ^°"  "^'^^"°«- 
;^ores  d.  la  gl^ia  ,  hon  "^^^J^^J^^^^'^  ^  Quietos. posee- 
dedicacion  y  esmero-,  r^<íoHéleL?  f;^^  -^  ,/T"'P^"'^  "««tra 
infama-.  Repetíamos  con  J^exnrLn  "'7^'^^'^  ^os  Jaii^ele^  de 
^\co  (x):No  hay  pX  iigun  r  n^^^  ?!  -  a.^editado^  Perió! 
Piritu  de  parddo,.Ja%nvidia  y  el  odio  J  Preocupación,  el  esu 
Jos  mouvos  mas  respetables  para  Ipu'nar  1?  ^^'^5"/^^"^^^^  ^« 
^.sus  defensores  ,,  y  oprimirlos  có7Sl>  ^^^"^^^^  v  ^^^^^^^^ 
anientos  no  experimentó  Descartes  Jp^  •  ^'^A'^  '"^^«^  ^^ata- 
^a.?^Que   na  sufrió  el  des.^^^^^  ^¡^"^^  y  Y   Sue- 

Sacüdir  el  yugo  de  Aristó  ff^!  ^  qT^  ,'''  í''  ^'^'"^^^^ 
^s  en,  no  admitir  la  corrección' del  '^Zdt'ÁT"''^'.  ^"'  ^"^^^- 
¿e  Ja  Iglesia  Romana  ?   .No  oaderió  at  P°' '''^°' ^^^  «bra 

descubrimientos?,  Tischo^^línamaL  7''^  guando  publicó  sus 
iío^.en  Alemania  fae,ron   quli   S/t:        '''''  '"   ^"^^^^>  «^oí- 

P-aItiv.,^SSoTa;ur  d  ¿n^í  '^  ^^^^^^^.tura  e.  siem- 
pues  el  emblema  pxo^pio  éi^^'i^d^r^ '^^^^^^^^  obscurecido; 
a  r^atura-leza  ett-  las^  espigas  d  tílo  r.f  F^ "'  '"  ^''^'"^'^ 
U  cabeza,  quando  se-  encuentra»:  Ss -Ir^f  Tf"  ^  ^"'^'^^-^^ 
quando  se  engruesan  y  llenan  con  If  '  ia  huj„jjj^„  doblegan 
«o.  Así    en  e?ta.  parte  no  ltr^ñ?K  "'^'^"'^'  ^   ^^"^^^'o    gra^ 

^e  recomendarse    co«    er^uT.""^^^^^  ''   ambicioso- [dSo 

República  de    las    letras  rcomVarrta^^^^        I,"''  •^"'^"^°^-  ^"  ^* 
«iucciones,  «-^ntrarrestar  ai    Mercurio^  y   sus    pro- 

por 


«i  ^LSS!^d^' E^^^t'^^--  y  -^"-I-  en  Roma  por 
Sembré  17^^0(01,%.^'  'l^  ^os  x„ej,o res  diarios  de  E«ropa  Se^ 
.    í^)    Montágiié  Ensay,os  lib.   a.  pag,  407, 


pot  cierta  dase  áe  liombres  que  distantes  y  separado?  del  ame- 
ro pais  de  las  Ciencias  no  han  descubierto  ni  en  lejanía  el  fra-- 
goso  camino  que  .conduce  á  su  elevada  cumbre  :  mucho  mas  si 
se  atiende  á  dos  despreciables  motivos  que  se  -han  alegado  para 
la  queja  ,  y  á  los  cargos  en  que  se  apoya  la  censura  reducidos 
á  r&er  ei  Mercurio  una  violenta  sátira  en  los  mas  de  sus  tas- 
gos,  ocultando  la  hiél  d^  la  picante  ironía  aun  en  aquellos  que 
enc]ubr.e  con  el  velo  del   elogio  y  aplauso. 

íJn  escritor  deJ  siglo  (  3  )  decia  muy  bien  que  los  ne- 
cias se  ofenden  fácilmente  de  las  mas  ligeras  sátiras,  -figurándose 
siempre  ^e  pretende  ridiculizarlos :  pensamiento  ,  añade,  que  es  una 
conseqüencia  precisa  de  su  poco  mérito  ;  pues  conociendo  á  pe- 
ear  del.  amor  pxoprio ,  ^^ue  son  mas  dignos  de  vituperio  quede 
alabanza ,  dan  una  interpretación  maligna  á  las  expresiones  mas 
inocentes.  Siendo  .pues  este  vicio  «n  mal  necesario  en  semejan>e« 
temperamentos,,  desesperando  de  su  remedio  nos  contentjiinos  >coa 
la  rectitud    y    pureza  de  nuestras  intenciones. 

Ellas  se  han  propuesto  por  noble  fin  entre  otros  varios 
objetos  la  reforma  de  algunos  abusos.  ¿  Y  podríamos  conseguirla 
«in  descubrirlos  é  impugnarlos  ?  ¿  No  hemos  convencido  en  la 
anterior  introducción  ,  que  este  ha  sido  el  medio  de  que  se  va- 
lieron tpdos  los  escritoras  para  corregirlos  y  en  mendarlos  ?  ¿  Lle^ 
garán  jamas  nuestros  rasgos  á  igualarse  en  claridad  y  vigor  cot» 
Jo*  estampados  por  los  serios  y  graves  Autores  de  la  Nación? 
léanse  .entre  otros  .(  pues  en  defensa  de  la  misma  causa  lo  pre- 
senta el  ingenioso  Poeta  que  hemos  citado  ^  á  un  Eclesiástico  d« 
arreglada  vida  y  constituido  en  dignidad,  el  Doctor  y  Canóniga 
Üaxtolome  Leonardo  de  Árgensola  en  la  epístola  que  empieza  (  4  )  • 

Dicesme,  Ñuño,  que  en  la  Corte  quiere» 
introducir    tus  hijos,. 

Allí  Ja  pintan  infesta  de  los  mas  atrcces  y  vergonzosos  áelito& 
en  todas  cl&ses ,  condicií>nes  y  estados. 


Tienen  aquí  Jurisdicción  expresa 
todos  los  vicios  ,  y   con  mero  imperl» 


de 


3  )  El  Marques  Argens:  Filosofía  del  buen  sentido.  Reñex.  6.  §  6, 

4  )  Pag.  234.  Edíc.  de  Zaragoza  en   1634. 


^J 


^  ^nimos  juveniles  hacen   presa  ; 
juego,   mentira ,  gula    y  adulterio  , 
%íes   hijos   del  ocio,  y    aun  peores 
gue   los  yió  Roma  en  tiempo  de  Tiberio. 


con  otras  muchas  pinceladas  qiie  forman  ese  horrible  retrato  al  que 
janí^?  podrían  llegar  nuestros  apólogos  y  exclamaciones. 

•  j  ,  „^^  ^^'^  esparciclo  las  mas  vivas  y  ásperas  sobre  el  pre- 
cio jel  ZJf^rcüm,  caracterizando  de  estafa  al  Publico  la  ju^ta  pa- 
ga ^e  los  precios  de  su  impresión ,  y  demás  á  que  necesita  su 
establecimiento;  Quando  los  productos  líquidos  de  su  expendio 
lue^en  ^e  la  consideración  que  infundadamente  se  juzga,  5  porque 
'^t^^  '^  culparse   recibiésemos  el    premio   de  nuestra  fatiga  ? 

¿En  que  buena  República  hay  oficio  , 

9"ea   los  que  lo  profesan  no  alimente, 

y  les  sirva  de  fondo  vitalicio? 

Bien  noble   y  liberal    es  la   Milicia; 

y  no  hay   con  todo  General  que  crea 

que   de  su   profesión   es   vilipendio 

acudir  muy  puntual  por  su  mesada, 

yunque  dexe  al  morir   virgen  su  espada  (  5  ), 

i.loÍP  pues  al  jyi^rcurh  será  delito  lo  que  en  qualquiera  otra 
profesiofi  es  justo,  honroso  y  permitido?  ¿Si  los  que  se  empleáü 
en  extender  semejante  censura  pudiesen  examinar  los  datos  dé 
ni^estro  fondo  ,  bien  presto  se  desengañarían  de  su  error  obliga- 
dos ^confesar,  que  no  el  amor  del  inferes  sino  el  de  la  Patria 
anima  y  sostiene  nuestros  desvelos. 

.  feriamos  injiístos  ppr  efecto  de  excesiva  sensibilidad  ,  si 
exponiendo  nuestras  quejas  no  publicásemos  también  los  motivos 
de  nuestro  reconocimiento.  La  alta  protección  de  los  Gefes  su- 
p.^'?;!_?!  9.0  ^  discontinuado  en  ijuestro  fomento  ,  el  que  hemos 
logrado  Igualmente  de  los  mas  ilustres  personag.es  del  Reyno. 
Con  placer  nos  extenderíamos  en  descubrir  nuestra  gratitud  á  un 
esclarecido  Prelado  (d)  .cAiyas  sabA^s    produccioues   fian    honrado 


tanto 


(  Oí  fiarte  Ep.j.  Xom.  2.   pap.   21. 
poete   QHítp,  ..       ■■■'  ■   v^ 


,.  :  *   ,  .  .  -32.2.     '         ,. 

&to  á  nuestro  Periódico  ,  si  su  Bioderacion  y  las  constituciones  áe  , 
nuestra   Sociedad  no  embarazasen  distraernos   á    particulares  elogios. 
Oblisados  á  seguirlas  con    puntualidad,  renovamos  los  sagrados  em- 
peños contraidos  con  el   Público,  dedicándonos   á   completar  el  res-  ^ 
to  del  año    con  él  misipo  esmero    con    que   hemos  trabajado    los  -, 
anteriores   meses.  • 


CARTA  ESCRITA  Á  LA  SOCIEDAD  ACERCA  DE  LOS  YIEN- 
tos    de   este  Invierno. 


j..va»- UY  Señores  mios :  la  contemplación  de  la  Naturaleza  basi-,, 
do  en  todos  tiempos  el  objeto  mas  querido  de  las  almas  grandes. 
Por  él'li  solo  pueden  indagarse  aquellas  ocultas  y  primeras  cau- 
sas Que  influyen  y  ponen  en  movimiento  todo  el  sistema  del  Uni- 
ver'so  Las  puras  abstracciones  hijas  de  la  osiosa  imaginación  de 
los  Aristotélicos  están  tan  distantes  de  manifestarnos  la  realidad 
de  las  cosas,  quanto  no  tienen  otro  fundamento  que  su  capricüo , 
v%ste-'-no  ha  sido  el   que   sirvió  de  norma  al    Criador. 

Yo  que  por  una  feliz  casualidad  ti;ie  separé  de  estos  de- 
lirios y  conocí  la  luz  ,  abandonado  el  estéril  campo  de  las 
quisquillas  metafísicas  me  he  entregado  á  contemplar  ia  marcha 
n^agestuosa  de  esa  benigna  madre  de  los  mortales.  &i  pasa  ^^ 
diafno  transita  la  semana  5  y  quando  dexo  esta,  no  se  queda  ft 
estación  sin   merecerme   algunos  cuidados.  -a.    loe 

En  la  presente  los  he  dirigido  a  la  observaron  ^de  los 
vientos  ,  con  el  designio  de  averiguar  una  opinión  del  Señor  U. 
'Antonio  ülloa  ,  que  creia  que  los  continuos  vapores  ^^^  obscu- 
recen nuestro  Cielo,  se  condensaban  en  la  estación  que  entre  no^ 
sotros  figura  el  Invierno  por  los  vientos  que  levantan,d«se  del 
Norte  los  reprimían.  Represos  eran  detenidos  sobre  nuestros  va- 
lles ,  y  condensándose  en  quanto  les  permitía  el  clima,  se  precipi- 
taban  en  aquella   menuda  garúa   que    experiiuentamos. 

Aunque  el  presente  año  ha  sido  muy  encaso  de  aguas 
no  ha  dexado  de  haber  uno  ú  otro  dia  en  que  ha^  llovido  mu- 
Chisimo.  Estando  á  la  opinión  del  enunciado  Don  Antojo  UUoa, 
en  los  dias  de  semejante  llovisna  ,  ó  en  los  que  inmediatamente 
les  precedieron  deberían  haber  corrido  los  vientos  nortes.  Fero  na 
sucedido  todo  lo  contrario.  Los  vientos  en  la  estación  presente 
jian  sido  cgfno  en  las  antecedentes,  sures  y   sudestes.  Un^  u  otia 


■ 


«nañana  ha   Soplado  cíe!    Cíf^tf    ■«•  «>^  t,  t  ^     i   ■, . , 

9U«  haya  corrido  el   Horre    y' eL  l^í"'  ^'Y'^°  ^'"  *■«   ««' 

.  Parece  p„«  i   lo'.e    ?„  dTLTiir    '   .T'"'; 

«nejante  fenónreao  4  los  vientos  r.or  Í  Podria  reL.T  "'  "*" 
riendo  estos  con  eievacinn  nn  =.  j  -^oanf  reponerse,  que  cor- 
fefíor  de  la    atmósfera    'v   su  o„  „  °  '"  ^'f"'"'  '"   ^^  ^^"^  i- 

rosicion    qu3    en     lis   anterí  „i.  >-wiwiiaao  .eo  la  propia  drs- 

aouella  respuesta  E  soTlo  T'vi,!?^"'''"" '  ""  ""''''  ""»«'"«■ 
un?  inferió?  y  otío  su^rbr  lin  T  ¿""""'^  ""^  quando  se» 
.e  aisipar.  /j.pedir^.rc^'Xal^-dir^^  »- 

«done,    las   diTos^v^JmoT  „t  ^"^  /"■'•  ""'^^^"    ^^^   obser- 
que  podrí  ser    T,  f  ^"^  producen  tantas  utilidades:  bien. 

callao    y  Agosto  ,8.  de  ,7p,,,^  Suafecisin.., 

Panfilo,, 

TRADUCCIÓN  BE    LA   ODA  TERCERA  DEL  LIBRO  PKl. 
.ipero  de    Jos   yersos  dp  HoraGÍo,  ' 

_     O  Nave    en  cuyo  íeao   es    trasportado 

Virgilio,  que  a  m  arbitrio   se    ha    fiado  2 

Kuegoíe   que  gm.zuáo  alegt^  caima, 

\>uaJ  desea  mi  anhefp  ' 

Integra   te   conserves, 

í^e  ^vuelvas  libre  al  Ateniense  suelo, 

í    peí    riesgo  preserves 

^'sa  ^irad  preciosa  dp  njj  alma. 

Af-í   logres  dichosa 

Que   la   deydad   de  Chipre   poderosa 

le   presíe  sus   .cocorros  soberanos : 
(¿ue    los  de   Elena   herraanos. 
Astros  ya,  luminosos .  >^ 


,  Tí  .     , 


Constituyan  piadoSótf 

Con  su  auxilio  divino 

Plácido  y  favorable  tu  destino;' 

Él   poderoso  Eólo 

Todo  viento   á  sus  cárceles  reduzc* 

Que  a  tu   feliz  arribo   no  conduzca  gí 

Y  del-  Lípigo  solo  , 

Vue  con  su  dirección  le  facilita  , 
El   Ímpetu   benéfico  permita^ 

Y  tan   próspero,  ó  Nave, 

Tan  fácil  y  veloz  llegue  á  impelerte^      \ 
Que   su  soplo  suave 
A  conducirte  sirva,  y  no  á-  ^rd^rte,' 

!  O  que  cruel   sería  { 

El  que  intentó  primero  ]    ^ 

Hollar  con  frágil   nav«   el   golfo  fiero  !- 
El  corazón    tendría 

Aun   mas  duro  quie  el- triármol  y  el  aceró  (,X'^ 
Pues  que  no  le  horroriza>  ó  amedr«nta> 
Kj  el   Áfrico  violento 
Que    irritado  fomenta: 
Con  el  Bóreas  continuo  ronipirtiierlto  5'i 
Ki  el   ceño  de  las  Hiadas  proceloso,' 
Ni  del  Noto  la   colera  severa  ¡1 

Con  enviste   rabioso  , 
Siendo  el   mas  poderoso 
Que  ea   las  ondas    AJriáticas'  impera,' 

Y  á   su  arbitrio   las  ca^ma,   ó  las  altera. 

2;  Y  que   especie   de   muerte    ha   horrorizado 

A  quién    miró  sin  llanto, 

Ya  el  marítimo  monstruo  que   engolfado' 

Nada,  imponiendo  formidable  espanto  j- 

Ya  el  mar  que-  brama  inflado  ; 

Ya   las  cerúleas  rocas  que  amenazan,' 

Y  quanto  allí  reciben   despedazan  ? 
En   vano  Dios  con   providente  mano' 


324^ 


(  I  )'  La  traducción  mas  propia  de  este  lugar  de  Horacio  te^ 
triplex  cines  ^ectus  erat ,  parece  gue  debería  formarse  en  estos^ 
Ursinos,  g^j 


H|^g^g 


425--. 


Separó    de   la  tierra  el  Oúéanó  , 

Si    las   naves  con    todo  , 

Se   han  de  entregar  del  mar  á  la  íncleméncía¿ 

Atravesando   rumbos   de  esté  modo 

Que  no   bace  mas  seguros  el  cuidado 

Ni  menos  peligrosos'  la   freqüericJa. 

Mas  nada  hay  que  no  emprenda  él  hombre  osáiáo 

Nada   su   ardor  perdona  , 

Y  al  vedado  delito  sé  abandona. 
El  audaz   Prometeo 

Trae   á  la"  tierra  el  fuego  q^tte  ha!' nsvápáátr 
Al  abrigo  de  un   hurto  enorrfie  y  feo-: 

Y  sucedió-  á  este'fue'go-', 

Del  Cielo  torpemente  arrebatada. 

Introducirse   luego 

Entre  íds  hombres^  mü  étlfermedadéi , 

Y  otras  calamidades 
Qué  a-rruinaron   la    vida 

Oon  frequencia  hasta  entonces  nó  adveitidá.' 
Así  la   inuerte  que  antes  retardaba 
Asaltar  á  los  hombres ,  ya  atrevida 
El   paso-  aceleraba'' 

Y  con  mayor- poder  los  dominaba. 
Pespues  también  sé  atreve^ 
Pédalo  á  penetrar  el  ayre  leve, 
Con  alas  diestramente  fabricadas 

Y  á  los  hombres  jamas  comunicada»,' 
Estorbos  rompe  de  Hércules,  el  brazo,- 

Y  r halla   para   el   Averno  fácil  paso* 
Nada  el  hombre  arrogante 

Como  difícil  •  mira-; 
Con  ansia  delirante 
Aun  atreverse   al    mismo  Cielo  aspfra '5 

Y  al  supremo  Toftante 

Con  nuestras  culpas  siempre  lo  irritamos, 

Y  que  desarme  su  ira  no  dexamos. 


Su  corazón  cubierto  se  hallaría 

Pe  un  triplicado    acero. 
El  traductor  conoce  que  de   este  modo '  soló  sé"  acerca  á  lá 
letra  del  original;  pero  del  modo  que  traduce  arriba  ex^firüé  toA 
mas  vigof  la  mente  del  Poeta. 


Fol.  5), 


«     Núm.   70.      m 


^^? 


MERCURIO  PERUANO      t 


DEl.  día  4.  DE  SEPTIEMBRE  DE  1791. 


IPUBLICACION    DE     UN    BREVE    DE    NUESTRO    SANTO 

Padre   Pió    VI.  y  una  Cédula  Real    de    Nuestro    Augusto 
*  Monarca  ,  por  Orden   del    Superior  Gobierno. 


EL  REY 


—  OR.  quanto  condescendiendo  á  mis  instancias  el  Papa  Pío  Sex- 
to ,  se  ha  servido ,  por  su  Breve  de  vtinte  de  Abril  del  año 
próximo  pasado ,  prorogar  por  otro  Septenio  las  facultades  que 
en  veinte  y  uno  de  Enero  de  mil  settcitntos  ochenta  y  tres 
habia  prorogado  al  Vicario  General  de  mis  Reales  Exércitos  j 
Armadas  (empleo  que  está  unido  al  de  Patriarca  de  las  Indias), 
de  cuyo  nuevo  Breve,  ccn  su  tradu(CÍon  al  Idioma  Castellano, 
y  Pase  dado  á  él  por  mi  Consejo  de  Castilla,  he  remitido,  con 
Real  Orden  de  quince  de  Septiembre  último  ,  varios  exempiares 
á  mi  Consejo  de  las  Indias  ,  á  fin  de  que  disponga  se  publique 
en  aquellos  mis  Dominios  :  Por  tanto  mando  á  mis  Virreyes  del 
Perú  ,  Nueva  España,  Nuevo  Reyno  Granada,  y  Buenos- Ayres, 
jr  á  los  Gobernadores ,  Capitanes  ,  ó  Comandantes  Generales  de 
aquellos  Distritos ,  los  de  sus  Islas  adyacentes ,  y  las  Filipinas, 
dispongan  cada  uno  en  el  suyo  que  se  publique  el  mencionad» 
Breve  en  la  forma  contenida  en  el  adjunto  exempiar  ,  rubricado 
de  mi  infrascripto  Secretario ,  á  fin  de  que  llegue  á  noticia  de 
todos  los  interesadps  ,  á  quienes  corresponda.  Fecho  en  Madrid 
%  treinta  de  Enero  de   1791.     HJ     yO    EL  REY. 

Por  mandado  del  Rey  Nuestro  Señor 
Silbestre  Collar, 
L  4  Para 


mmmm 


ré. 


Fam  que  se^  fiuMt^ttt  en  lar  Tníiás  ^  é  hlar  Filijiínar,  ei 
Éfeü!  Pontifísiff ,. -^ui:  se  cita  y.  sobre  prorogachn  de  las  facultaitf 
gancedidar  al'  Poicaría  General  de:  los  Reales  Exércifat  v  ArfuadaS'^. 
iuy$i  empleo^  exerce  el  Pceírrarca  de  las  Indias^  x. 

I* 


Lima,  y  Agestó  a|»  de  :  i-Jr^r», 


> 


G 


Oardese  y  cumpTase  ío  que  S.  Mr  inania  en  ía  anfececfenfe 
Real  Cédula;  insértese  erx  el¡  Mercurio  Peruano  el  Breve  de  sic 
Santidad'  q;U'e  se  aGom'paña,  para  que  se  haga  próblica  su  eonteí^ 
Bídoí  segure  se  ordena..      K    Gil   s;  ■.'PioTdsiff  Franca,   ■     .^   .....  .¿í»'-' 


m 


B  RE  VE 
DE  NUESTRO  MUY  SANTO  PADRE 


Fxpedidfa  á  instancia?  de  Sv  M,  Por  el  qual  su  SantiJad'    PrarO'^ 

ga  por  otros  siete  años  el  Vicariato'  General  d:e  los  Reales  Exér« 

citos'  y  Armadasy  con   las  facíil'tades-  que  le  están  Goircedidas^ 

Pío  VL  PAPA  PARA  FUTURA 

MEMORIA. 


_  OMO  ere  los  Exércítos  de  CARLOS ,  ILEr  Católico^,  que 
fué  mientras  vivió  de  España,  de  esclarecida  meTiwria,.  por  loy 
snuchos  casos  que  pueden  oeuxrir  freqüenremente ,  es  necesario  e^ 
fiíinisterio  y  asistencia  de  una  ó  mas  personas  Eclesiásticas,,  que 
cuiden,,  así  de  la  debida  administración^  de  los  Sacramentas  y  y 
saludable  dirección  de  las  almas  de  los  que  están  sirviendo  ea 
las  TcopaSy  ó  la*  siguen  de  continuo',  como  también  de  tomar 
Conocimiento  de  las  causas  y  controversias  pertenecientes  al  fuero 
Eclesiástico,  que  suelen  ocurrir  entre  ellos  ,  por  causa  de^  que 
Bo  pueden  fáicilmente  aseudir   á  sus    propios    Párrocos,,  ni  á     Iqs 

Ordinarioff  Locales,  ni  á  Nos,  ó  á  la  Silla  Apostólica,  y  asi 
tkismn»  de^  diecidiiiasí  por  tanto  antes  de  aben»  el  Papa  CLEMEN-^ 

TJS 


II. 


TE  Xin.  de  feljí  trcirona,  Predecesor  «uestro  ,  ^  ruego  de  so~ 
¿edicho  REY  CARLOS  por  sus  Letras  expedidas,  en  igual  for- 
«a  áe  Breve,  á  lo  de  Marzo  de  17^2  concedió,  de  cierto  mo- 
do y  forma  que  entonces  .e  expresó,  al  que  en  aquel  tiempo 
«ra  Patriarca  de  las  indias,  y  al  que  exi  adelante  lo  fu^se,  ^l 
JLlln  lo  sucesivo  hubiese 'de  ser  Cap^llar.  Mayer  o  Yicar«> 
de  os  Exércitos  del  referido  REY  CARLOS  vanos  ^tiduko.,  pr^ 
Vlle'gios  y  facultades  EclesVásticas  y  espirituales,  de  los  ^^^^^  P^^^'f^ 
usar  y  las  quales  pudiese  «xercer  con  los  Soldados,  Militares  y 
Ss  personas  de  lalTropas  y  Ex ército.  arriba  cíchcs;  caya  co.c^^o» 

rabia  de  durar  por. =.te  -^'0\^-^ '^^ ^^""'^^^^^^^^ 
cié  ia-s  inendonadas  Letr.s  del  enunciac-o  CLEMENTE,  PtedeCesoC 
íikestro,  ^otno  uias  por  extenso  se  contiene  en  dichas  I-etras.^ 
■•-■■    •  3     Habiéndose  suscitado  posteriormente    algunas    rontro- 

■V-étsias  y  dudas  acerca  de  dichas  facultades  E^l^^lásticas  concedí, 
das  al  referido  Patriarca  Capellán  Mayor  o  V^""«  f  .^^^^^^jf/^^ 
«i tos  entre  él  y  nuestros  venerables  Hermanos  los  Arzobispos , 
V  Obis.í>os,  ó  ios  amados  Hijos  otros  Ordinarios  Locales  de  Es-; 
l^TZl:  ;,a  interpretación  ,  é  inteligencia  de  las  -— -^j» 
tetras  ¿fel  referido  CLEMENTE  Predecesor  nuestro  4  este  a  fin  de 
íufi "se  extioí?uiesen  y  acabasen  enteramente  dichas  controver- 
sia "dudas  fá  ruego  del  núsmo  REY  CARLOS  por  otras  Le- 
tras  suyas,  expedidas  también,  en  igual  forma  de  Breve,  a  .14 
de  Marzo  de  1764  ,  ¿eclaió  y  decidió  las  dudas  y  comtoversus , 
flUfi  «e  babian  suscitado ,   como  va   dicho.  -  ,       «^^ 

'  3     Después,   ertaiido   ya    para   acabaíse   los    siete  afios , 

Tbt  ios  quales  habían  sido   concedidos  al  enunciado    Patriarca  Ca- 
relian    Mayor,  o  Vicario  de  los  c^bredichos   Exércitos      los  men-^ 
ííonados   indultos,  privilegios  y   facultades-,   y  deseando    en    graa 
jnanera  el  dicho    REY    CARLOS,    que    estas  y  aquellos  se  ccfl- 
cediccen  de  nuevo   por  otros  *iete    años ,    y  que    íe  hubiesen  de 
eritender  ,  é    interpretar   según    la    forma    y   tenor    de    las    enun- 
ciadas  segundas, Letra,  del  referido  CLEMENTE ,  Predecesor    nues- 
tro ,  este    condescendiendo  á     las    súplicas     que     ^^^  j;;^<^^°"  „^fÍ3f 
humildemente  sobre  esto  en  nombre  de  enunciado  REY  CAlvJ.U», 
confirmando,  é  innovando   las   sobredichas  segundas  Letras    suyas, 
expedidas  á    14  de    Marzo  de    17^4,  como  va  dicho  ,   y  -quales- 
quiera  declamaciones,  concesiones,  y  demás  cosas  contenidas  y  or- 
denadas en    ellas,  y    mandsndo  y  encargando  su  evecucion    con-- 
€edi6   al   que   €n    qualquiet  tiempo    fuese-  Patriarca  de  las  india» 
'  '      -  -  por 


Wmámmn 


mm 


12. 

por   otros  siete  años  qus  se  hablan  de  contar  desde  que   se  con- 
TE    pL  '    siete  aña,,    concedidos  por  el  dicho  CLE¥e^: 

TE    Predecesor    nuestro,    las   mismas   facultades,   privilegios  TiL 
dultos,  los  guales    y  las    quales  se   hubiesen    de    entender    é  i« 

ton  oirás  cosas,  como  ma'í    por  extenso    se    contiene    en  Us    f^ 
tras  del  enunciado  CLEMENTE  ,  Predecesor  nLt  o'  expedidas ^o". 
bre  esto,  en  igual   forma  de    Breve  ,  á    27  de   Ag^s^o    de    1768 
cuyo  tenor  queremos  que  se  tenga  por  expJesado  eflas  pfesentL   * 

41    ademas   de  esto,   mediante  que  estaban   oara  ron 
jtiendiJr^'^l"  ^"^  dichos  siete  años,   con'descendien^Tos  co" 
Ja  rendida  suphca  que  sobre  esto  se  nos    había    hecho  en  nombre 
del  mencionado    REY    CARLOS,  tuvimos  á  bien  proroSr  en  dos 
dmmtas  ocasiones     por  siete  años  cada  vez,   ó  concedef de   nue- 
▼o  al  que  en  qualquier  tiempo   fuese  Patriarca  de  las  Indias,  los 
enunciados  indultos      facultades  y   privilegios,  no    solo  según    la 
forma  de  [as  catadas  Letras  de  CLEMENTE,  Predecesornuestro,  sino 
también  añadir   algunas  declaraciones  y   ampliaciones,  según    rias 
por  extenso  se  contiene  en  nuestras  Letras    expedidas  sobre    ello! 
•n  Igual  forma   de    Breve ,  en   6  de  Octubre  de   177c  ,  y  2,  de 
Enero  de   1783     cuyos  tenores   queremos  asimismo   que    se    ten- 
gan por  expresados  en  las  presentes. 

•     u      j^     ^  P^""  ''"^"*®   P°^^  ^^    ^o«   ha    sido  expuesto,  ea  ' 
«ombre  de  nuestro  muy  amado  en  Christo    Hijo  CARLOS     Rev 
Católico  de  España,  que    los    siete  anos    por    los    quales    fueron 
concedidos  antes  de  ahora  la  última  vez   los    mencionado     indul- 
tos,  privilegios  y  facultades,  se  han  acabado  ya,   ó  se  acabarán 
ttuy  pronto;    y  que  el    mismo   REY  CARLOS    desea    en    gran 
manera,  que  Nos   proroguemos  ó  concedamos  la    sobredichas    fa- 
cultades ,  indultos ,  y   privilegios   con  las ,  enunciadas  declaraciones 
y  ampliaciones  por  otros  siete  anos   al    dicho   Patriarca    Capellant  " 
Mayor.  Por  tanto  Nos  queriendo  condescender  ,  en   quanto  pode- 
mos en    el  Señor ,  con  los  deseos  del  enunciado  REY  CARLOS      ' 
y  a   las  suplicas  que  Nos  han  sido  hechas    humildemente    ea    su 
nombre  sobre  esto,    con   la   autoridad   Apostólica,    por    el  tenor 
de  las  presentes ,  concedemos  ,    y  damos  por  otros  siete  anos  que 
han  de    empezar  a  correr  desde  que   se  acabe  el  ultimo    septenio 
concedido   por   Nos,  a  beneplácito  nuestro,  y  de    la    Sede    Apos-  ' 

ínlV    r/'n      '  J  ^^  ^"f    ?    ^^'^*"'^    ^«"^    Patriarca  de  las  ' 
ladias,  CapeUan  Mayor,  lai  facultades  que   aquí  adelante  se  di- 

ráa 


rán,  las  guales,  ñosoíó  se  lian  de  ehtentíer  segwn  la  forma  y 
tenor  de  las  sobredichas  segundas  Letras  del  enunciado  CLEMEN- 
TE, Predecesor  nuestro»  sino  que  se  han  de  interpretar  según  las 
declaraciones  y  ampliaciones  que  adelante  se  expresarán  -,  y  las 
ha  de  exercer  el  dicho  Patriarca  por  sí  mismo ,  ó  por  otra  ,  ú 
«tras  personas  constituidas  en  Dignidad  Eclesiástica ,  ó  por  otros 
Sacerdotes  de  probidad ,  é  idóneos ,  que  han  de  ser  hallados  ta- 
les, y  aprobados  por  el  mismo  Capellán  Mayor,  ó  Vicario  de 
los  sobredichos  Exércitos  mediante  un  diligente  y  riguroso  examen 
(en  caso  de.  que  no  estuviesen  aprobados  por  su  respetivo  Or- 
dinario )  á  quienes  ha  de  nombrar  por  Subdelegados  suyos  el  di- 
cho Capellán  Mayor. 

6  Las  quales  enunciadas  facultades  hasta  el  presente , 
legun  lo  dispuesto  por  el  mencionado  C LE MEl^ TE  Predecestv  nues- 
tro en  dichas  sus  letras  ,  se  exercian  con  los  Soldados,  y  otras 
personas  de  ambos  sesos  ,  que  de  qualquier  modo  pertenecen  á 
dichos  Exércitos,  comprehendidas  también  las  tropas  auxiliares;  y 
Nos  ahora  por  las  presentes  las  extendemos  y  ampliamos  para 
que  se  exerzan  con  qualesquiera  personas  de  ambos  sexos  ,  así  las 
Militares,  como  lasque  de  qualquier  modo  pertenezcan  á  ios  so- 
bredichos Exércitos  ,  ó  estén  adictas  á  ellos  ;  de  suerte  que  en 
lo  sucesivo  le  sea  lícito  al  actual  Vicario  General  de  los  sobre- 
dichos Exércitos ,  y  al  que  en  adelante  lo  fuere  ,  sin  ningua  es- 
crúpulo de  conciencia  ,  y  tuta  conscientia  declarar  las  personas 
que  hayan  de  gozar  de  los  privilegios  y  facultades  que  se  con- 
ceden  por  las  presentes  ,  que   son  ,  es  á   saber. 

7  La  de  administrar  todos  los  Sacramentos  de  la  Igle- 
sia ,  aunque  sean  los  que  no  se  acostumbran  administrar  poc 
otras  personas  que  por  los  Curas  Párrocos,  á  excepción  de  la 
Confirmación  ,  y  de  los  Órdenes  ,  si  el  que  es ,  ó  fuere  Subde- 
legado no  fuese  Obispo ,  6  el  dicho  Capellán  Mayor  no  pudiese 
adminitrar  dichos  Sacramentos  de  la  Confirmación,  y  Ordenes  poc 
sí  mismo  ,  y  la  de  exercer  todas  las. demás  funciones  Parroquiales. 

8  La  de  absolver  de  la  Heregía ,  Apostasía  de  la  Fe, 
y  Cisma  :  es  á  saber  ,  dentro  de  Italia  ,  y  de  sus  Islas  adyacen- 
tes ,  solo  á  los  que  hayan  nacido  en  los  parages  en  donde  es 
permitida  libremente  la  Heregía  ,  y  esto  si  no  han  abjurado  ju-« 
dicialmente  sus  errores  ,  ni  se  han  reconciliado  coa  la  Iglesia  ',  y 
fuera  de  Italia  y  dichas  Islas  adyacentes,  á  qualesquiera  personas,, 
aunque  sean    Eclesiásticas ,  asi  Seculares ,   como    Kegulaies  ,  que 


wmmm 


14- 
sigan  dichas  tropas,  exceptuados  los  naturales  ée  aquellos  para- 
gSf ,  en  donde  'hay  Oíicio  áe  }a  Ihquisicion  contra  la  Pirética 
|fa  vedad,  á  no  s-.x  que  hayan  .caído  <?n  la  Heregía  €íi  paraí^e  eti 
•.tíonde  €sta  es  permitida  libremente',  y  «xceptuados  también  los  que 
Hayan  abjurado  judicialmente  «us  «rrores,  á  no  ser  que  hayan 
Í'?2Í.  ^^  pagares  en  .donde  la  He-r^gía  <s  permitida  libremente, 
y  hahienuo  vaeJto  á  su  Pais.,  después  de  habfir  abjurado  jmdicii'- 
Ihente  ,  hayan  recaído  en  ia  Heregía,  y  ^sto  .solainenté  en  el  fue- 
10  .de  ia  concíexTcia,        '  '  ■''        -'■  •  \  ^-•".';    .'¿■".'     •   .  ■ 

,,  9     I-a  de  al3solv.ér  tambieá  ^é  qifá^csqutóa 'extesos' 'y  de- 

litos,  por  graves    y  enormes  que  fueren  ,  aunque    sea  en  los  ca- 
sosreserrados  especialmente  áKíos  ,  y  á  la  Santa  Sede  Apostólica/ 

ro     La  4e  retener  ,  y    ie<ír  solamente  fuera  de  Italia,  y'^ 
de  sus  Islas  adyacentes  (pero  no  !a  de  conceder   á   otros  seme- 
Jaríte   licencia  )  ,  los    I^ibros    prohibidos  de  los    Héreges ,   é    Infie-'" 
lies   que  tratan  de  su   religión  „  y   qualfisquíera  otros  ,  á  eifecto  de 
J-mpugnarlós,  y  de  convertir  á  la    Fe    Católica  á    los    Heredes  ,   é 
Inheles,  que  acaso'  hubiere  en  las  Tropas    (  exceptuadas  las'  obras 
de  CarloT   du   Moulin ,    Nicolás    Machiavelo  ,   y  ios   Libros  que  tra- 
^^■"fí   ^>f'''o!o^xi  judicíaria  ) ,  bien  etiícndido   que    dichos    Libros' 
.  Jpfbhjbidos  rio  se    podrán  sacar  de  las  Pjroyincus  endoade  ia  He-' 
r^gía  es  permitida  libremente-  '  '        '    ■  ■ 

II     La    de  decir  Misa  «na  hora  antes   de  la  Aurora,  y 
JJJ^.  ^f^  después  de    medio  .dia ,   y  en  caso  de    necesidüd    tam- 
bién  fuera   de   las    iglesias ,  aunque  sea    al  raso,  ó  en  algún  sub- 
terráneo ;   y  de  decirla ,  si    hubjere   necesidad    muy     urgente    dof 
veces  al  dia,  con  tal"  que  en  la  primera  Misa  nó  haya  sumido  el  Ce^-*' 
Jetjrante  ja  ablución,,  y  «^  mantenga  en  .ayunas  j  y  también  en  Al- 
tar portátil,    aunque  no  «sté  del   todo   bien    acondicionado,    y    se 
íiaíl^-^q;u£brado,  ó   maltratado,  y  no  í^nga   reliquias  de  Santos  ;  y. 
finalmente   de  decitla  si   no  pudiere   ser    de  otro  modo,  no  hahien- 
oo  peligro    de   sacrilegio,  tscándalo,   ó   irreverencia,  aunen  pre- 
sencia  de    los  Hereges  y   eí^comuígados ,  con   tai  que  el  que  ayu- 
dare á  Mi,sa   no  sea  Herege ,  ni' esté  excomulgado, 

'^  12     La   de   conceder   á   los   recien  convertidos  de  3a  He- 

'^^.^.»:  ^  Cisma  ,  Indulgencia  píénaria  ,  y  remisión  de  todos  sus 
pé'<?adós  ;  como  también  á  qualesquiera  otras  personas  de  ambos 
sexos  perteníicientes  á  dichos  Exérritos  en  el  articulo  de  la  myer-  ' 
te  ,  estando  á  lo  menos  contritos ,  si  no  pudieren  confesarse  j  y 
eti  'las  festividades  de  la  Natividad  de  nuestro  Sefior  Jesu-Chris- 
ío','  de  la  Pascua  de  Resurrección  ,  y  de  la-  Asunción  de  núes-* 
ira  Señory,  si  estando  verdaderamente  arrepentidos  se  confesa- 
re! 


»ní'  V otra?  fiestas  de  precepto,  asistieren  a  sus.  berimones  íUex 
Z:¡^^L  ,.a.eLna?- de  pardo,  de    ^-^-^-f  ^- 

JeshayaB  sido  impuesta. ,  ^-^^^'J^f^T^V^'i^é^ 
cutíipiir,  en  la  fórm3L  acdstrnmbrada  de  la  Iglesia  ,  y  la  áe  ganat 
ellos -mismos  las  dictes  Indulgencias..  ^  t^^  T,.ñP*  ríí»! 

iT  La  de  decir  Misa  de  Re^^rm  todos  í^?  Lunes  del 
año"eB  que  no^  se  rece  oRcio  de  nueve  ^^^^J""" '  J. ^f/^í^'^J'! 
esfe,  en  el  día  ínn^edíato  siguiente,  en  ^^^^l^^^^^.f  .^^¿^  '^^^^^ 
sea  portátil,  si  no  se  ínvdiere  decr  de  otro  ^^^°  '  .^^^f |;," 
fuere  celebrada  por  el  alma  de  algún  individuo-  f^^^^^'f^''^ 
citos,  que  haya  fallecido^  en  gracia-,  ^f  J^^f.^?.  ^^„¿^%;  ^^U^. 
^ual  se  aplicare,  según  la  tntendorv  d'^^l  Celebran  e  del  mismo 
¿iodo  que  si  hubiera  sido  celebrada  en   Altar    P^'^/^^a^^^;- 

14  La  de  llevar  á  los  enfermos  el  Santo  Sacramento 
déla  Eucaristía  ocultamente ,  y  sin  lur^  sí  ^^^«^T^^Xk?  cS^ 
ge.  en  donde   haya   peligro  de  que  bs  Hcrege.,e  í^^^^"  ¿^"^f" 

fan  sacnlegío,  ó  ^reverencia,  ^  ^^^^  ^^^^°^'^^^"  ^^f'!^  Tárale 
en  dichos   casos  para  los  mismos,  enfermos  ,  como^  sea.    etv    parage 

^"^^'^^Tf  Lt'2:Sar  vertido,  d.  Segte.  los  S.cerdo...af 

Seculares  ,  como  Regulares,   si  acaso  hici^^^"  ^f  ^^S^^'^L,  ^^ 
ge.,  por   los   quales  á   causa  de  los  insultos  de  íf^  ^^;^g^^|J^ 
leles ,'^  no  se  puede  transitar  ni   residir  en  ^^^^^'^¡^.^^^ 
16    La  de  bendecir  qualesq-u.erá    vasos  ,  sagrarros  ,^  ver- 

eídMras  sagradas,  ornamentos,  ^ár^mentoá  ,  y  demas  ^^'^ J^ 
itecientes  ti  culto  divino-  pero' 'solo  l^s  que  sean  «e«Jf"^'^  P^  * 
€l  uso  de  los  sobredichos  Exéreitos  ,  exceptuadas  aquellas-  cosas , 
para  cuya  bendición  se    ha  de  hacer  uso    del    Santo  óko  ,.    éi  €« 

Su-bdelegado   no'  fuere  Obispo.  ^  ^-^-íovía* 

rr  La;  dé  reconciliar  lás  Iglesias,  Caí)illás,  Cerfientenó^. 
y  Oratorios,  que  de  qualquier  modo  hayan  sido  profaivados  e». 
loí-parages  en  donde  dichos  Exérckos  htcimrt  ""T'^^l^í^iÁ 
Pudiere  acudir  cómodamente  á  lo»  Ordinarios  Locales;  P«¡^^!^^* 
ser  con  agua  qUe  baya  sido  bendita  por  ¿^Sürt  Obispo,  6  Atxotns 
po  Católico  según  se  ¿costumbra^  y  en  caso  de  '^^^^^"^^J*  ""£ 
argente,  á,ínqtíe  sea  con  agüá  que  "o^'s^é  ^.^^"í^'^.^/^'^^^  ^7'.^^ 
A«obf.po  Católico,  á  efecto  de  que  se  pueda  decir  Misa  en. eUoír^ 
Domingos,  y  otros  dias  dé  Fiestas.    5^  finahüafu  en  el  Mere,  ftg, 

'nota    Se  ha  errado  la  foliación    del  mr^ufh  ^^^^  ' 

m  Sabscriptorés  eniiíi^rídea  con  la  pluma  este  yerro  4e  mpreatá. 


Jifs  de  /un?^'''^^'^^,-^^  ^^*  SE  MANIFIESTAN  LOS 

parL  e  Mir;  Y^'^'t'^  '^''^'''  ^^   "^^^io  dia  verdadero"^ 
para  el  Mes  de  Septiembre  calculadada  en  tiempo  civiJ. 

^dí^ri^'h  t  ^  ^^«  P^eljHora  de  po-jTiem^Tlü^ínn;;: 
del     de  uií   la  Lun  meridiano,    nerse.         dio  dia  verdadero 
rnes,'Lun.  Ha.     Ms.  ,'Hs.       Ms.ÍHs.      Ms.|hs.       Ms.       Ss      D. 


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hííT  I  ¿io 


IKIitivi.    í- 1 


DEÍ,  WA  ir-pE  ^í.PÍÍEJVIBIlE  DE  1791 


CONCLUYE  L^  PUBLICACIÓN    DE  UN  ÍÍREVE  DE  NÜES- 
■    íío   Santo  .P.aclre   Pió    Vi.  y  una  Cédula    Real    de  Nuestro 
:*|  I  ^^JAuíUSto  Jid^^^acca.,  por  .Orderj    dei    Superior    Gabi^j^tio, 


^■^  DEMÁS  de  esto  concedemos  á  dicho  Capellán  Mayor  «^ 
^e  pue^da  por  sí  mismo,  á  por  otro,  ti  otros  Sacerdotes  de  pro- 
tildad  ,«  idóneos.,  qu-e  fueren  Subdelefrados  por  él,  y  estén  ver- 
«ados  en  Jas  materias  del  fuero  Eclesiástico  (lo  qual  Je  ha  de 
coc$t,aj:  i  djchü  Capcliají  Mayor  -por  atestado  del  respectivo  Or- 
dinario, ó  por  informe  de.</íras  personas  fidedignas ) .,  exercer  qual- 
^Wiera  juiísdiccion  íiclesiástica  cobre  Jos  qué  en  qualqujer  tiempo 
ytuvaeren  £.m^kados  en  dicíios  Exércitos  para  la  adminísttacioa 
7^.  -i^*^'^^^^"^^^  '  y  dÍTCccioa  espiritual  de  las  alrnaj^  ya  seaa. 
CXer^gc-s  ó  PreíMterofi  Seculares,  ó  Regulares,  aunque  ssaxi  de 
Jas  Ordenes  Mendican-tes  ,  del  irn's^mo  modo  que  si  fuesen  verda- 
deros Prelados  y  Pastores  de  dichos  Clérigos  Seculares,  y  Su- 
rcTiores  generales  de  los  eaunciidos  Regulares  5  y  conocer  de 
todas  las  caucas  Eclesiásticas,  civiles,  criminales  y  mixtas,  que 
«,e  Síuscuaren  «mrs.,  ó  .contra  las  sobrediohas,  y  d erras  pe rsür.as, 
qjie  .residan  m  .dichos  ,Ex4rcitos,  y  que  de ;  qnalqiiier  modo  per-, 
t.enezcan  al  f^iero  Eclesiástico  ,  aunque  sea  sumaría  y  simpleojen-s. 
te,  de  pjaijo,  y  sin  estrépiro  ,  ni  figura  de  juicio,  atendiendo  .solo 
a  la  verdad  del  hecho.,  y  terminarlas  con  sentencia  díHnitiva  5  co-- 
mo  ta,mbienprocede.r.  contra  los  inobedientes  con  censura^^y  pa- 
rias Eclesiásticas,  y  agravársela*  v  reagravárselas  ana  y  mas  veces, 
e  impicrar  el  auxilio  del  brazo  Ser^lar. 

IVÍ4  •  y 


bichos  üJ¡s  árí:íír  l^^S\^'',^^  ^r  licencia  i  lo, 
jorper  hu.vos,  queso,  m^L^^"  ^  J'^K  E?érc,to,  ,  pa«fe 
do,,  y  demás  lacticinios,  y  carne  e^ll  O,*  ■''''"' '^^'^S^"*" 
Pos  y  dias  del  año,  en  los  cuales  e^^í  ^  v  ¿T  '  7  °''^°''  ^'^"^^ 
alimentos  (excepto  por  Jo  tor^n  t  ' T  P'°^'^^^«  «I  uso  de  estos, 
bados  de    cada'sem'ia    y   toT    a%eman^  ^  ^H 

t>a  concedido  en  todas  v  ¿di  ín,  !,  ,  ^r  "'^  ^  '^S"""  ^^  e^"" 
eho  clemente/,  Prede^cesor  nn.t.  ^"'  ^'''''  ^^^  ^«^^^^'-^ 
dt.  las  presentes  Letras  nTetr..H  '  '^^'^  ?°*^''"  *"  ^''^^"* 
litares, 'de   qualquie/ gVdr  ^^^^^  ^-j^-  Mi^ 

no  en  los  dias,  que  por  et  dicho  ví  o  ^^^^''8^^^^"  del  ayu% 
citos   les  fuere   permitida  la  S     i  General  de  los  Exér^ 

«es    y    Sábadosl    la    o^arSml  /.^^^^ 

^o  ser  que  se  hallen  en  actuaT/v  ^  -^^  ^^  ^'"'^"^  ^anta  5  4. 
dicho  tiempo  de  Quaresma  Ts  ma^t^^^^^^^  ^"    campaña 'e«^ 

atención  á  sus  míyores  f:,tUZT%  i^  ?r  ^"  ^"^^  *^^^o '  eu 
enunciados  ExércitLTodrá  dPH,  )'í?  ^^'^"°  ^^"^^^^  de  los 
ayuno  ,  pero  los  C  iadot  y  ^"0^  ''""T  Í'  ''  «^^'^acion  de{ 
ufares,  aunque  usa.do  de'  la    UcencTZI  ^l  '°'    ''''^''    ^^' 

f  guardar    el  a3r^ /^ t  S. J^t:^  '   estarán    obliga^^ 

fltchos  Mi"are¡,"de7;alquL'"Lr''  '"  ^'^^"^'^  ^  ''^^'^ 
por  la  cortedad  del  sueldo  'a  ±  )^"'  ''''"*  ^^  ^""^'^ '  ^""'^ 
cías  de  los  parages,  y  escaL;  ^de  l'^'J^'.^'^'^'^'^^^^i^^  Y  distaí-^ 
l^uscar    para   su    nroD^o  nilc    •      ^.^'"^^^^bles ,  se  ven  precisados  a 

P*4r  á    Lnor  precTo'   óToT^^^^  '"   ^"^  ^^  P^^^^  ^«-- 

€n  los  dias  en  que   les  e  tá   nPr '' •/"?'"'^^  '   P^^^   ^«^  Puedan- 
«er  en  un  mismo  dfa    y  enTna^  ^'   ''?''^"   ^"  ^^^"« '    ^^ 
«r     Finalmeme  J  n  T  ''°"'"^^'  '^"^^'^^^  P'^scado.  ' 

pensar  y  absolved respecnvÍrn!ñf    P^^^\<^«"">«tar,  relaxar,    diw 

los  Ordinarios  Loca^rtXTo'ot  ^""^"  T^""  ^"^  ^«^  ^^"- 
íos  sagrados  Cánones  'y  tr  el  ConrT 'T  ^S  '^  P^'^"^'^'^^  P°^ 
votos,  juramentos,  Ugula^Sadis  V  "^^  ^'^^ '  ^°^^^  ^°* 
á  saber ,  excomuniones     .n/ñpnc      '    ^    *'^"'"'^'    Eclesiásticas :   es 

«una  ,  6'  todaslTanTones  a  S^^^  IJT^'^''''' Í  ^  ^^"^^^^"  ^^- 
trimonios,    que    contraSren  Te  ^  ''"^*"  P^^^^  ^«^   '^^- 

^^U6U..^'^Z^^^^^'  P-e«eciemes  á    dichos 


j.»j  'í-    '«^"'yés  ííuestra  voluntad,  que    los  Sacerdotes  que  el 
¿unciado    Capellán  Mayor   tuviere  por  conveniente    diputar   para 
admiaistrar   á    los  Soldados  ,  y  á  qualesquiera    otras,   personas  da 
dichos  Exércitos  los  Sacramentos,  aunque  sean  Parroquiales,  como. 
va  dicho,  puedan  usar  de   dichas  facultades  en  todo  y  per  todo,, 
aegun  la-fortna    y   tenor  de  las  '  sobredichas   Letras    del  enuncia-, 
do  CLEMENTE,  Predecesor  nuestrxj ,  expedidas  a    14  de  marzo 
de    1764     y  de  las  presentes  Letras    nuestras   respectivamente  j  y 
esto  solo  con  las  personas  que  sé   Hallan  contenidas  y  expresadas, 
así  en  las  dichas  ,  como  en  las  ,presentes  Letras  nuestras. 
,v?  .'    -•< '2 1    Ademas  de  esto,  mandamos    que  los    dichos  bacer- 
dütes  que   nombrare  por  Subdelegados  suyos  el  Capellán   Mayor»! 
al   instante  que  lleguen  á  los   parages    adonde    se  hallaren  los  di- 
chos  Soldados    y    Exércitos,   ya  sea    de  asiento,  ya  de  paso,  tia-i 
VAB  de    exhibir  á  los  Párrocos  de  los  mismos  parages  ,  las  Letras  : 
testimoniales,    así  de  sus  Órdenes,  como  de  su   nombramiento,   y 
de  las    facultades ,  que   les    hayan   sido  concedidas    en  virtud  de 
las   presentes  ,  para  exercer     dicho    Ministerio  ;    en    vista   de    las-, 
cuales  testimoniales   no  les  impidan    los   enunciados    Párrocos  que  •, 
celebren  Misa   en  sus  Iglesias ,  y  que  en  virtud   de  dichas    facul- . 
tades,  administren  los    Sacramentos  ,  aunque  sean  los  Parroquiales,., 
Y  si  aconteciere  que   se  haya  de  contraer  Matrimonio  entre  per^A 
soaas,    una   de  las  quales  sea    Militar,    ó    pertenezca   á    dichos- 
Exércitos,  y  que  con  motivo  de  estar  en  aquel  parage   la    Iropa,  •.. 
resida   allí  con  ella,  y  la  otra   sea  subdita  del  Cura    Párroco  de, 
aquel  parage  5  ^n  tal  caso  ni  el  Cura  Párroco,    sin  imervencion. 
de  dicho   Sacerdote ,  ni  este,  sin  intervención  del  Cura    Párroco,,: 
asistirá   á  la  celebración  deldicho  Matrimonio,    m    dará  la   ben-.  ,, 
dición  nupcial,  sino  que    haa  de   asistir  ambos   juntos,    y    Uevac  y 
por  partes  iguales   los  emolumentos  de   la    Estola,   que   se   aco§-  ,. 
tu-rabren- percibir  licitamente,  / 

*    24  Sin  que  obsten  las  Constituciones  y  disposiciones  Apostoli-;, 
«a«,  ni  las   dadas  por   punto   general,  ó  en  casos  particulares,  en  los, 
Coiiirilios  Generales  i  Provinciales,  ó  Sinodales^  como  ni  tampoco  los  : 
eslat;uto&  y  costumbres  de   las  Ordenes  en    que    liayan     profesado, 
dichas  personas  ,  aunque    estén  corroborados  con  juramento  ,  con- 
firmación Apostólica  ,  ó   con  qualquiera  otra  firjneza  ^  ni  los  pri- 
vilegios,   indultos,  y    Letras  Apostólicas,    concedidas ,   confirma^  , 
dap:,  ó. innovadas  5  de   qualquier   modo,  en    contrario  de  lo    que- 
T%idicho.*  todas-y  cada-una- de- las  quálcs  cosas ,  teniendo  á\»». 
•  '  -í-H  V  teno- 


90. 

o-ro,   sellado    con    el    scUo' rf^i   ~p-.  "^  í'-cma     en    S.   Pe, 

Roma,,,to  Carde,..!  B„4íoí^"i '^*''"'^^»-  " -í^^ 

Ja  Jníerpretacion:  de  Len„„„„  ',,^-'°  '^®>'  ^I»  *a.  Secretario  v  de. 
Je  acotnpana,  estó  bien  y  fíeW^  4^  T  ^'  ^^^<í«ccio«  <5J; 
ciemos  y  no^enra/-  D.-jÍ/¿  l^"-  ""'^^  ^^^  ^%o  de  mih  setZ- 

ve  expedido  por  su  SanridaTt  '  ntr?^'rV'*  P^=^  ^^  ^ra^-^ 
rogando  por  otro,  septenio  ¡ts  ^01?/  t\  ^'^  V^óxmo  ,.  pn^.- 
Ít5«  Reales  Ejércitos  y  Ktrmá-i  7f   ^"  d^    Vicariato  genial  de 

l^res  d.;  Consejo  ,    remiendo  preVnte  ^ -''        ''^'"    PorlosSe^.: 
«ores    Fiscales ,  por  aum    prov  fJo  1  t'?    ^'^P.^^i^^rcr.  Jos    Se« 
concedieron-  el  pase  i  dicho  ¿e^    ^"„^^"^^  y.sz.,te.de  esteme,, 

jecnvos  Tribunales  Reales,    en  cnv^^í      .^""^*^J^'    J  demás  re,. 
delegados  qiae   conozcan:  de   las   ^J    '''f  '^'^^i^s.a   Jos  Sub- 
J^fagmaticas  del    R^vno.  Y  para   on^  ^  -<>ní.^ra)e  4    ias  Leyes    y 
aen  q«e    firmo   en   Madrid  IvliaT.  T''"    t\  ^^'^    ^^"ificaí  , 
teaentos   y  noventa..  D.   Pedro  eÍILÍ.  '^•^  '^^'^^  '^^  '"i' ««•  ' 
del  onginai,  de  q,ue  certifico,   tlttet  p"T'      ^  ^'  ^^P*  - 

por  I>o«  FeCd\tií»a^t\^^^^^^^^^^  ^-  ^'^   traJtrccíom 


,■  ^    .-._;.■       .  2?. 

jlrrieta  ,  Escribano  ¿fe  ^ám^rsí  mas  antiguo  del  Consejo,  que  orr- 
gínales  quedan  en  la  Secretaría  del  Vicariato  Cyeneral  de  lo-?  Rea- 
Jes  Éxércitos  j  Armadas  de  mi  cargo.  Madrid  ei neo  de  Julio  de 
faii  setecíeritos  noventa,    ]r}  Don  ^oafuin  García   Orovio, 

Ef  Copia  deí  exemphr  remitido  al  Consep  con  R^al  Ór-m 
^m  ^e  quince  de  Septiembre  práximcy pasado,  Madrid  ininfa  de  Era-* 
fl?  de  mil  Jefedeptcs  noventa  y   uno. 


^■rrrrT 


fDEAS  INSTRUCTIVAS  SOBRE    LA  NAVEGACIÓN  T    FU 

htqge, 

ühqrre  €S  consfante  que   la  ínve«cíon   del  punto  frxo  ha  cor-» 
tido  hasta    aííora,     y    correrá  en    adelántenla    misma    suect*    q;i^ 
la  de    la  quadratura  del  círcirío,  y  la   da   la    pi<r;.lra   fiioíofal ,    n<y 
Sé  debe    deíímayar  en  «n  trabajo  conexo  con  casi   todos  los  tamos 
que   se    dirigen  á    Ja    felicidad   del   hombre  viviente.   El    Coínerci» 
uiarítimo,  la   prosperida<.í    deí    estado,  el    buen  éxito  de  una  ex- 
pedición,    á  quien   un  insíanre  de    demórale    es    suiEa  mente  per- 
judicia!  í    la    Gorntinrcaeion    de  ii:ia  noticia,  6  de   una    orden  ,  cu» 
ya    brevedad    afíanxa    ral   vez  la   seguridad    de    una     plaza,    ó  de 
txn   Reyno',  para    que   no'    sea   sorpri.hendido    de    un    enemigo  as-" 
tiirto  que    sabiendo    aprovecharye    de    la   íituacion  y    la    distancia 
invade    con  celeridad  ,   y    triunfa  v  la   salud   corporal    y  tal   vez  ]« 
«ípi'rifual  de  tantos^  hombres  como  se  sacrifican,  á  una  inconstante  f. 
dilatada  navegación,  son  objetos   dignos  del   mayor   e-^ffiero  é  incw- 
l)áeion.  No  deben  ,  pues,   los  Señr  res  Fiti)toi  y    €fi'  ¡ales  de  Mar!* 
na  dexar   ce  aplicar    t©ia>    sus    talentos    á    la  ínveocioii    de  es-:© 
plinto.    Es  imposible    el  encontrarlo^   es   rerJad  5.  pero  no  es  impo- 
sible el    aproximarse  á    él :     y    esto   es    lo  q'.je    deíe.-^rrf^s    quand» 
peTsuadimos  á   un   incesante"  trabajo  en  «sta    materia.    Éíen  es  que 
no   todos   tienen    aquellos   principios   necesarios   para   nvevos   inven- 
tos:   pero    no    jüigamoá     que     haya    Piloto    que   care2ea    de 
nociones  ,=    qtte-  dicen   relación   cora    todos    aquellG*     métodos    qa© 
pitscriheti    los    astrónomos-    para   hallar    la    longitud  en   la    rñar» 
Setnejanté     Piloto   debería   ser    privado    enteramente     de    navegar ,, 
«orno    que   sería    aun     mas    perjudicial    al    estado    y    á    I*    Reli* 
pottf  «íue  \^  vBsX  médico ,  un    mal    eonfeíor ,  y  un  mal    sbo« 

gad© 


^ÉHÜ^ 


Z2. 


gador  por  eso  el  sabio  Ministerio  de  Matma.  ha  ¿leterininsdo  bjr 
materias  de  que  debea  ser  examinados  los  que  componen  el  Real 
Cuerpo  de  . Pilotos.  La  Aritmética,  Álgebra,  Geometría  plana  f 
esferica,^  dibuxo  y  Astronomía,  son  Jas  ciencias  en  que  el  Mi- 
nisterio quiere  que  estén  versados  aquellos  que  componen  este  im- 
portante Cuerpo  :  ciencias  indispensablemente  necesarias  para  detec- 
TOinar  con   alguna   exactitud   Ja   longitud   en   el  mar. 

Este   problema    tan    difícil   como    útil    y    necesario  i,  'la 
sociedad    y   al  estado,  se  reduce  á   determinar     que    hora  'es'    eñ' 
aquel    Iqgar  en   que   se    halla  la  nave  ,  y    que  hora  es  en  el   mis-^ 
mo  instante  en    un  meridiano  conocido;  problema  muy  fácil  de  re- 
solver   por    medio    de  un    relox    de  longitud.    Sobre    este    princi- 
pio  Gemma,    Frisius,  Metius    y   otros    sabios    de   Holanda ,    cre- 
yeron  haber  resuelto  perfectamente  el  problema:  se   prepararon  para- 
la   prueba,  y   el  suceso    no  correspondió  por  defecto  de.  Jos- -reíbi. 
xes.   M.  Sulii   reloxero  de  París,  trabajó  de  nuevo,  y  dio    á  íuz: 
en    el  ano    de    1726    un    relox    de    longitud    mas   perfecto.    M. 
Harrison  en    1762    adelantó  ^aun   mas    en   esta    materia,    produ- 
ciendo una  muestra  marina,    que  parecia  llenar  el    obieto  que    se' 
había  propuesto:   pero   M.   Berthoud,  que   ya    habia  comunicada  al 
l^ublico  sus    ideas  sobre    esta    materia  en  sus   ensayos  sobre  la   re-  ' 
Joxeria,  ha    trabajado    excelentes  muestras,    las    que     como    lo    ha  ' 
demostrado  la  experiencia  en  la  expedición  de    S.  M.    que  actual-  • 
mente    se    ocupa    en     esta5 ,    y    otras    importantes    averiguaciones 
y  descubrimientos,  dan  Ja    longitud  después  de  muchos    meses  de". 
navegación    sin   notable    diferencia. 

Pero    como    no    todos    los    Pilotos ,  y   principalmente  los 
de  nuestra  navegación    costanera ,  puedan     hacerse    de    semejantes' 
reloxes    por    su    sumo    precio ;  y    aun    quando     sus    comodidades. 
les    permitiesen  hacerse    de  ellos.,   estos  estén   expuestos  á  varias" 
vicisitudes     y    alteraciones     según     la    diversidad     de     circunstan-" 
cías;    deben    Jos  Pilotos  estar   instruidos  en  la  Astronomía,  para 
deducir    de    la   observación   de    la    luna  ,    la    hora   que    es  en  el 
instante  de   la  observación    en  el  meridiano  de   las    tablas,  y  ob-  ^ 
servar    con  el    mas    prolíxo  cuidado   la    marcha    del   relox,  y    la 
diferencia  que   hasta    entonces    hubiese    tenido  :  de    que    se' infiere 
que   no_  deben    los    Pilotos  confiar  demasiadamente    en   los    reloxes  I 
de   longitud.   El  Todo   Poderoso,  cuya    providencia    vela  constan-  "l 
teínente    sobre    nosotros,    nos    ha  dado    en   los    cuerpos    celestes 
Wa    íelox  inalterable,   cuyos  movimieatos  jiq  estáíi  sujetos  á  vi- 

Cl-  * 


^;         ••':■■     ■■  '  33. 

c|sjtüdes:  si  nos  aplicásemos  á  penetrar  sus    movimientos,  éi  soliji 
bfitaría    para  resolver    ios  mas  implicados   problemas. 
jj,,  En   efecto    contrayéndonos    al    presente  punto,  si  un   as-r» 

tr'énomo  babiendo  observado  á  las  8  de  la  noche  el  pasage  de 
Ig.':  ¡una  por  el  meridiano ,  deduce  según  las  reglas  de  Astro* 
n.onüa  la  longitud  de  este  satélite  de- la  tierra  de  2  seg.  20  j  y 
ségun  las  tablas  sabe  que  en  Paris  la  luna  á  las  10  de  la  no- 
cfce  tiene  la  misma  longitud,  inferirá  estar  el  occidente  de  Pa- 
rís ;  30 ,  y  que  el  relox  de  longitud  reglado  al  tiempo  verda- 
dero del  meridiano  de  París  le  debe  señalar  las  10  de  la  noche» 
Otros  varios  métodos  de  encontrar  la  longitud  en  el  mar, 
nos  subministra  la  Astronomía.  Los  eclipses  del  sol  y  de  la  lu- 
na, las  apulsos  de  la  luna  á  estrellas  conocidas ,  los  eclipses 
de  estas  causados  por  el  cuerpo  lunar,  las  inmersiones  y  emer- 
siones deJ  primer  satélite  de  Júpiter,  todos  estos  son  unos  me- 
dios muy  seguros  para  determinar  la  longitud  de  un  lugar:  pero 
cómo  todos  ellos  supongan  un  cálculo  algo  prolixo ,  los  as- 
trónomos han  anticipado  á  todos  estos  métodos  el  de  las  dis- 
tancias   al     sol    y    á   las  estrellas    fixas. 

\,^.  "  '      Este    método    propuesto    por  Keplero  ,   seguido    por    M,' 
liallei   y    perfeccionado  por    el    Abad     de    la    Caille  ,  es  preferi- 
ble  á  todos    los    anteriores :  él    no   supone    profundos  conocimien- 
tos astronómicos,    ni  cálculos   demasiadamente    prolixos    y    compli.. 
cádbs :    no  depende    sino   de    una    sola  observación  de  distancia  r 
no     supone     la    altura     conocida     con    una     extrema    precisión: 
depende    muy    poco    de   la     declinación  de   la  luna  ,   y   de   la  al- 
tura   de    polo  :'  exige  únicamente   un    horizonte    despejado  y  cla- 
ro,    y    un   poco    de  atención    á    la    paralase  y    refracción.     Todo 
lo   qual  prueba  demonstrativamente   que   debiendo   los  Pilotos   estac 
impuestos    en    alguno   de  estos   -métodos   para    calcular    Ja    longi- 
tud, prefieran  este,  como  lo  hicieron   M.   Le-Monnier ,    y   M.   Mas- 
cheiini ,  á  todos    los  demás    por    su    exactitud    y    simplicidad. 

El  cálculo  que  acabamos  de  recomendar  se  halla  en  varios 
tratados  de  Astronomía,  mas  ó  menos  claro  según  el  genio  de  los 
autores.  Si  el  Público  tan  interesado  en  ía  instrucción  de  un  Pi- 
loto, no  se  desagrada,  produciremos  sucesivamente  el  cálculo  con 
la  mayor  claridad  que  sea  posible  á  nuestras  fuerzas :  si  el  Pú- 
blico á  quien  continuamente  oimos  lo  expuesto  de  nuestra  nave- 
gaciott  costanera,   los  mayores  gastos  q.ue  se  impenden  en  un  viage 

por 


í».cu!ai-  ton   U  „^ayor  exactitud    U  longitud  en  el  mor        '^'i 

Vitantes,  sino  d*  la  .u«.íob  d^e  CeíJ    12L  °  ''' 

jue  cofl  ^  s«  giro  va,,  absolviendo  ei  crculrdél  afio    J/ZT'"'''^' 

tirados  con  .?uel^;.^:.";^r^^^^--^^^^^.  ^-^- «< 
^€leyips   de  Ja  5-ciedad^    A  f  f  ^"^  reposa  desfrutando  íof' 

Cansan   en    Ja  sociedad      ó  1;  ffcl^       P-^rfetcxon.aí  ;^  ^^^  ^ 

í2e  Ja   tiecra:   v  con  .t:  '    "^^'^  ^'  '^"  '^^'^  ^«   ^<^  confine, 

comr  4  Icrque   d.  el    T'''"'  ^"^^octuccíon   ya  se   dirige  á  Z" 
SlfmeW9    ^nSfu^íe  4i^Ia^^"'"'  -^  ^"^  ^«^ngüecerU  surcan  u. 


fe 


Fof.  2  J. 


!5' 


%      ÍS/um.    72.     ^ 


«ñS^SE?' 


0 


DEL  ©lAii.  PE  ¡SEPTIEMBRE  DE  1791. 


^ 


MERCURIO  PERUANO      i 


♦ 


EPÍSTOLA  ESCRITA  POR  ANTÍCYRO    Á  3LEÜCIPO,    CRU 

ticaado  la  ínioleralsk  y    perniciosa    Pfail^jícia 
de  los  Eruditos, 


r» 


e^Ss^tlíen,  amado  Leu  cipo,   quien  lograr».)' 
Que  el   hombre  algura   vez  abandon4ra    ^' 
Ei  atnoíT  de  sü  propio  eDtfii34ímiejito  ?^ 
¿Qui^en  refrenar  pudiera       ^'í-';  '-í^p  is 
El  ímpetu  violento  '     "'     ■" 

(^«.e  arroja  y   precipita  con  fre<}üencS* 

A  buscaj  sin  temor  la  preferiencia  ? 

¡Qué  feliz,  jqué  agradable 

El  tíato  hufnaao  fu0r?. 

Si  este  vicio   fa;íai   se    proscribriera  í 

JVo  .entonces   él  org^illo  detes-table  ¿ 

A  taníos   partidarios  numerara,  \; 

No  el  mérito  se   viera  despreciado, 

Ni    ménoiS   la  discordia    domináfa. 

No   el    derecho  sagrndo 

De  la  amistad  preciosa  -^  '■'•'''■ 

Coii  sacrilego    pie  fuera  -udtrajado..     '   -^^ 

No  con  tanto  fiaror  se    encarnizara 

El  diente  áe  la  envidia  maliciosa. 

No  fuera  aquel  engaño  tan  freqtenst» 

Que   la  rorpe  jactancia 
Fabrica  impunemente 

N  4  Para 


irtn 


Para  ocultar  su  errot ,  6  extravagancia, 
'í-*  Fuera  mas  cultivada  la  prudencia, 

Y  menos  atrevida  la  ignorancia.  ^ 
la  verdad   sacrosanta  sin   violencia 
Dictara  sus  preceptos  celestiales , 

.*-.  '       Y  fueran  escuchados 

^•■-  Sin  ser  por  el  error  desaprobados. 

-'  Atentos  los    mortales 

^  #  Cedieran  á   sus  blandas  impresiones  9 

4>  Porque   no  se  hallarían  penetrados 

i¡-.  De  tanta  vanidad  sus  corazones. 

mN?>'-^M?>«-      Mayor  sin  duda  fuera 

El  número  de  juicios  ímparcíales , 
^^  Y  lograra  qualquiera 

El  sincero  dictamen  qwe  buscara. 

El  que  una  obra  emprendiera. 

Sus  fuerzas  consultara  , 

Y  después  no  se   viera  , 

Ppr  su  mucha  arrogancia  confundido. 

Solo  al  premio  aspirara 

Aquel  que   lo  tuviera  merecido  ; 

Y  el  que  ilustrar  su  espíritu  procura 
Por  el  medio   prudente 

De  una  reglada  y  sólida  cultura ., 

No  viera  su  progreso  interrumpido 

Por  la  turba  insolente 

De  obstinados   censores  , 

Que  abortan  sin  medida  sus  horrores  5 

Que  á  soterrar  el  mérito  se  aplican 

Después   que  á  su  furor  lo  sacrifican. 

Ko  fueran   pretendidas 

Esas  aclamaciones 

Que  se  creen  de  ordinario  merecidas 

Por  aquellas  bastardas  producciones  , 

Que  contempla  la  propia   confianza 

Dignas  de  aceptación  y  de  alabanza. 

El    anciano  imprudente  , 

Que  airado  contra  el  joven  se   fulmina. 

Solo  por  que  en  la   edad   mas  floreciente 

Del  mérito  á  Ja  cumbre  se  encamina, 


ffh 


No  su  furia  venéfica  ^'^^^^ff  ;  , 

Ni   de  ser    competido  se  f'f^'^* 

m  menos   por   hallarse   colocado 

En  fortuna  brillante, 

Quisiera  ser  honrado 

Con  título  de  sabio   el  f  f  «"*«• 

Nineuno  por   mirarse   celebrado  , 

íis^límites   rompiera  de  su  estado^ 

ISIi   juzgando   arrogante 

Que  su  fama  ó  su   crédito  mejora 

Tratara   confiado  lo  que  ignora. 

El  joven  presumido 

Su  audacia  reprimiera , 

El  ardor  moderara  de  su  genio » 

y  expuesto  no  se  viera  ^ 

A  caer  en  tan  míseros  engaños, 

Tomando    inadvertido  .^-^ 

Por  fuerza  ó   valentía  del  m^^^ 

Lo  que  es  pura  violencia  de  ^osznos. 

No  fuera  tan   común    tan  repetida 

Aquella  libertad  desenfrenada 

Con  que  la  torpe  envidia  , 

La  calumnia  malvada,  „^,/.j-, 

La  emulación  ,  la  zana  ,  la  petfilia^ 

Conmel  mérito   airadas  se  conjuran, 

Y  á  dcKar   se  apresuran     .oscurecida:  ,   .: 

La  opinión  mas    buUanJ»  od&«-uí 

Esa  fuerte  avenida  ^Wnma 

Pe  dicterios  ,  á,  sátiras     1^^^^'""^* 

La  bárbara   discordia  ,  fomentada 

Pe  aquel   negro  furor   en   que  la  p^utna 

Es  no  menos  sagrienta  que  ^^  e^sp^da. 

Mas  todo  •este  desóíden  uuportwno 

Sin  duda  ,  Amigo,  nace 

Pe  que  ordinariamente  cada  uno 

En  sus  propias    ideas  se    complace- 

Yo   no  sé   ciertamente,  ^   ■  '  > 

Qué  destino ^ fatal,   qUQ  adverso  ^uB^^%,.,  .1 
Sin   límites  ^xoáu^p,,,.^       v„„r,^„t^ 
Aprecio  tan  común,  'tan  á^rm^m,  .    ^^^ 


11      4>'4 


í  > 


io4  5 


■  niUÍ 


Oue  origina  y   fomenta  éí^  m  rñék-aíéf 
I    intrépido  orgull»^,  U  imprudentia , 
Eí  odio,  la  tenaz  desAVenencia .  ' 

Y  mra  copia  de   abasos   criminales,. 

^e   rompan    5Ín  repara    ios  deber/s 

ve  Ja    vida   sociable, 

Bisiparr  sm  plaeeíes- , 

Creyendo  .ue^/Ln^rV'"'^^^^^^^^^' 

l^or  hombre  de  gran  ciencia  , 

O  que  todo  Jo  alcanza  ^ 

t-Ott  tanta  confianza' 

Profiere  los  discursos  que  medita » 

Y  siempre  solicita  * 

Recibir  una    pronta  deferencia  ? 

P^nL^íl'^'^J'^^^  ^"Sénia  satisfecha, 
piensa  haber  adquirido  ^ 

ML  injiLstO'  derecho 
pe  ser  á  este  y  ai  otra  preferido? 
|Por  que  arrojado  y   nec£,         ^ 
^ara  hacer  espectable  su  memoria 
Quiere  fundar  su  glom     "^"^"^  » 

ÍPor^.n  '  ^f  ^  ^í^'^^g^  y  menosprecio  ? 
aer  en  todas  inaterias  muy  expertos. 

l'JZ^'''^  r''''^^'  dignamente       * 
Que  les  son  familiares  los  aciertos  I 
iPot  que  ostentar  pretenden 
Que  todo  coix  derecho  lo  critican^ 
J  sin  temor  se  apifcari  : 

í  1  or  que  osada   y  violenta 
Kepma  la  arrogancia 
Retractar  un  errnr  r.«»  i  » 

r-^j       '  error  por   ignorancia  i 

»las  de  estos  y  otros  vkíos  qué  tenar» 

Que 


■■MBrii 


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J 

•-.  A 
J 
'I- 
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1 

A 


3^ 

Qne  tto  fialle  ccymTinmétfie 

El  mas  fácil   abrigo 

En   el   hombre  infatuado  ^ 

Que  se  ve  torpemente 

Del  amor  á  su   ingeríía  dominad©» 

£n   tan  mísero  estado 

A  tributar  al  propia  enrendÍTuiento» 

Un  temerario  cuito  se   dedica , 

Y  todo  á  su  pasión  lo  sacEÍfíca» 
Por  dar-  un  vil  fomento  f- 
Al  quíniíérko  honor  que  se  fabrica,     t 
Los  fueros   mas  sagrados  abaindona» 
Mira  ai  ageno-  aí>l3tiso>  con  disgusto  , 
y  solo  aquel  es  justo 
Que  tiene  por  objeto-  á  su  persona» 
Sin  mérito  concibe-  la  esperanza 
Pe  adquirir  una  grande  reeompensa» 

Y  una  soñada  ofensa 
io  prepara  á  una  física  venganza» 
Sus  mas  feos-  errores 
Xe  parecen  abusos"  tolerables  5; 
y  las  faltas  menores  , 
Que  agenas  coíisidera  , 
Sin  orden  las  abulta-  y  prepondera 
I/lamándolas  groseraSy  destesfablesi- 
Solo  sus  producciones  son  lattdabl'eS  ? 
Si  las  de  otro   examina. 
Que  son  desatinadas  imagina , 
©  insulsas  las  •  contempla  y  despreciables^ 
Iracundo   y  violento  , 

Romper  coa.  el  amigO'  detennína  y 

Si   tal  vez    le  parece 

Que  puede  competirle  en   el'  talentov 

Su   insaciable   atnbi'íon,  su  anhelo  ctece^.-^   ^ 

Vive  eort  inquietud  ,   y   no  reposa?'!''^    rbns-jaíq 

En  tanto' que   no   go^a  1  jrr'/i  í.o:-.   o 

Aquella'   aprobación^  qite-  no  mereG^.-f"-^-"'^;? 

Como  siemp^re  el  deseo  lo-  enardece-" 

De  ver  encarecida  su  memoria^ 

levanta  coa  intrépida^  locuc»  .^i^raiq   sQ 

El 


■r-        A 


A 

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9 


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SO»'  ■  . 

El  soberbio  edificio  cíe  su  gloría. f 
Y   plantarlo    procura 
Sobre  el  frágil   cimiento 
I^e  aquel   ineficaz  merecimiento , 
Que  sólido  y  comíante  4e  figura 
Su  torpe  vanidad  y   atrevimiemp, . 
En  una  concurrencia        ; 
l^o  puede  tolerar  la  indiferencia: 
I-a  toma  por   desdoro,  ó   por  insulto  , 
4«nque  ofensa   no   es ,  porque  no  es  culto. 
A  aquel  en  quien   repara 
Y^  ingenio  sublime,  se- comparas 
Mas  ^i  lo  llega,  á  iver  mu?-'  exaltado , 
íí-ntonces  inflamado 
3Del  ÍHvido  furor,  que  lo   alimenta , 
Anhela  degradarlo  ,  deprimirlo  , 
Hasta  coasíituirio     .  .     - 
Víctima  de  su  cólera  sangrienta.    ■. 
Todo  lo  mas   perfecto  ú  excelente 
I^  quiere  reunir  en  su   persona  , 
^  para  decorar  su  ipdigna  frente 
Fabrica  por  su  mano  su  corona. 
No  hay   materia  tan  culta  p  elevada , 
QuQ  juzgue  superior  ó    forastera 
A  su  saber  ó    ingenio   comparada : 
Imagina  tenar  fuerza  bastante  í 

Para  girar  con  brío  en   $u   carrera , 
O  se  presume   Atlante,  j 

Capaz  d^i^Gonducir.  ..toda  ía  esfera,  q 

B'i  llega  per  ventura  ,  >  ,,:j 

A  medir  de  sq,  ingenio.  la  estatura  ,í:j.>  jviqmo.a 
X,6  añade  con  viciosa  complacencia,'  .v>;/;.^i  ¡g 
Toda   fiquella  abultada  corpulencig,  Q 

Que  saljc  figurarle  su  ..deseo;  ,.,,i   ,/g 

Y  pretende   arrogante  051   f  ,  ■  n^o  svi'/ 

Que  sea  reputado  U:.^     ,,.    ..,,1   otii«í  «3 

Otro,  siendo  .gigante  i:TpQr!ipignleO'4f.i.;  «5    dbupA 
Pero  él  ,   sierjíio  pigmeo  j.  por 'gigante  ■■      umo3 
El  empeño  tenaz  ,  é  inmoderado       -■•   ^'Ci 
Pe   presunción  taa  loe*,  ,st;iqínni  nuj  tr-v/^ 
!il  Á  ■ 


...  ^^ - 

Árlsa  mucWvéces  me  provoca, 
Muchas  veces  á    lástima  roe  incita  , 

Y  otras  la  indignación  me  precipita. 

Y  para  que  roi  espíritu  pudiera 
Desfrutar  una  plácida  ventura , 
Yo,  Leuctpb,  quisiera. 

Que  en  todos  concurriera 

Tu  rara  discreción  y  tu  cordura. 

íQué   gozo,  qué  dulzura  ^ 

Mi  corazón  entonces  percibiera  . 

Tan  apreciable  fuera  ,        ^^^^^  ^^  ^^    i 

Oua  tió  la  trocaría  , .     ,  "> 

^or   elnéctar  mas  suave,  6    la  ambrosía. 

Pero    yo  justamente   desespero 

De  lograr   este  bien,  si    considero 

Xa   soberbia  porfía  u«n,Ur*.« 

Con  que   la   mayor  parte  de    los   hombres. 

Mudándoles   los  nombres  , 

Aun  de  sus  propios  vicies   se  gloria. 

El  que    es  tardo,  asegura   ser   P=^°^""^^;     ..,„^¿o  i 

Piensa  el  que  es  muy  loqüaz,  que  es  muy  facundo. 

El  que  es   precipitado  ,  que  es  a6hvo  ^ 

Se  dice  el  que  es  confuso  ,  reñexivo  ; 

Llámase   moderado  . 

El  que  es  en  sus  discursos  limitado. 

Aquel  ha  presumido  que    es  obscuro, 

Que   tiene    elevación  ;  y   yo  aseguro 

Que  obscuro  le  parece   lo  intrincado. 

Este  juzga,  y  afirma  cada  instante 

Que  tiene  amenidad,  que  es  muy  brillante. 

Pero  yo  digo  que   es  tan    solamente  ^ 

Genio   superficial  ,  genio   aparente. 

Y  el  que   callar  procura  , 

Porque  de  arte  carece   y    de  cultura, 

Pretende  con  ridicula  jactancia 

Que   pase  por   modestia   su    ignorancia. 

Y  al  fin  ,   Amigo  ,  todos 

Muestran  su  vanidad    por  vanos  modos. 
Uno   en  todas  materias    se  introduce; 
Que  es  digno  le  parece 


1 


jo; 


pe  alabanza  y  hpaor  qmnto  fjrodyce» 
^o  que  ye  como  propio.  Jo  encarece: 
Es  primoreo,    es    helio,  ,es  soberano 

■Lo   exaita  ,  lo   pondera. , 

M tiquQ  sea  «na  jusígrie  friojer»  • 

4sí  cm  este  iasulsp  jtneiuecato  ' 

2>e   ve  repTOducido 

^1  ridícuí'us  mus-  á  cada  rato. 

Oxro  muy  presuEnido, 

nensa  que  «ti   desatino  recomFen,ía. 

^  #ue  lia  4e  ser  de  tocias  a.dróíido* 

ím  ^l&  .  por  haberlo,  proferido  ^ 

^on  una  gravedad   muy    rev^renda^ 

Aqii^i   rr,3ía  .cotí   crítica  mjnños^ 

^odo  io  que  a  síi  anti^o  .no  se  ajusía. 

*   4«  quftl  agiera  cos^  *• 

gice   ^uí;  e:5  maja  ,  por  xiue  no  1¿  giaiu 

^síe  se -muesíra  derretido  amante    ' 

^el    harrísoao  fisíüo    akisoasnteí  ''.r^. 

;A  ip  que  íio  es    pomposo  jiama  inculta  "* 
J    £1  ^ejnpie^a  ,á  íra:tar  algün  «ageto 

Í.O    primero   qm  ^hsttVA  .^s  ú  habla  cultp. 

l^ara  affr.mar  que  es   hábil  y  .discíeío- 

Uno  cree  ser  á  ,todos  preferible  , 

Mo  por  qííe  e^gafíado  se  ijiantiene 

^n  una  gras^edad  desapacible  : 

piensa  q^£  de  Ja  ciencia  xme  no  tiene 

*5  indicio   bástanle 

|.a  torva   íeriedad  d?   sa  íembiáníe ,« 

l^on    su^fmn^  y  rustica   eoíereza  I 

I^a    máxima  sensata  falsifica  (  i  ) 

Que   al    Sabio  propiamente   le  adjudj.í* 
la    rara  -kni.d^d  y  la   dukura ,  ' 

*   niíga  ai  literato  la    ,gere7.a. 

Se  conclntr^  m  el  Jijer^^   sTg, 


(  I  )         Sciücet   ingenuas  didiscisse   fideliter  artes 

lí^moliiet  mores  ,  ñec  sinit  esse  feros.  Ovid, 


tci.  as* 


* 


,      MERCmiO  PERUANO      | 

1         -''eiL  ÍJIA  i^.  £>£  SÉPtiEBJBRÉ  DE  I7JI.  $ 


CONCLUYE  LA  EPÍSTOLA  ESCRITA  POR  ANTÍCYRO    Á 

Leucipo,  criticando  Ift  intolerable  y   pernicio»  Ptulauc» 
de  los  Eruditos. 


_   Tro  siempre  procura 
Hacer  ostentación  de  SÚ  cülmtt. 
Abusa  de  las  luces  que  recibe,! 
Sin  método  ,  sin  órdén  las  exhibe  í 
Pone  un   rostro  severo  ,  un  tortd  ffctfti 
y  refiere  en  un  dia  quánto  sabe. 
Aquel  otro  concibe 

Ser  hombre  de  feliz  discetními^ftW  í 
Yo  ,  que  probar  lo  intento  , 

Un  verso  de  Quevedo  le  repítd'. 

Él ,  juzgando  que  es  mió ,  solamerite 

Me  resí^ohde,  muy  hueco:    éslá  bonita. 

Entonces  claramente 

Le  digo;  mire  Usted  i  fé' ti6  la  hé  fetfeHtdj; 

Es  obra  de  Quevedo.  • 

jHoIa  (replica  al  punto)  !  <iuédo,  quied'o  5 

Déxeme'  gíustár  de  ello ¡  'qué  gran  coJk! 

Ya  es   la  obra  primorosa  , 

If  el  tai  VérSó    p^r  grados  vi  ^blfekiíj» 

Á  parar  de  hb-nHtó  ert  esVül*hd<^V -**-  s^---^^^' 

Acaso  un    rasgo   mío    le  presento, 

y  <#^'  Góngora,  ó  á  Lope  se  lo  aplico : 

O4  ^ 


Je  parece  un  «nagníffco  porfenf*^, 

y  de  aplauso  lo  colma  en  UQ  momento.     . 
Jo,  cpxer  de  esto   me   pica. 

Que  aqu^l  rasguillo  es  mió,   k    replico. 

E    emorices  se  france  ,  y  tal  vez  siente 

yue  indignarse  conmigo  corresponde  » 

Porqiie.  jiwga  U  chanza  a%o  pesada  •! 

Po^?"^   ""l'^'  y  ^"'•^^^   me  responde  c 

i?""^  ^  ^^^^  ^  ^'"^^^^^  JP«e^...  novare  ^^ 
M  mto    línJca-ments  ^  ****** 

Aquello  q.ue   e»  exórieo-  fe  agrada ; 

au  elegancia  pregona  , 

Y  eoit  tfeson  rid^alo'  amontoíia 

*Jn  fárrago   d^  vocei  retumbantes: 

t-on  que  quiere  azorar  ios  circunstante»  a         ' ":" 

Por  l^aoer  adoptado  ei  vii  prurifo  * 

«t>e  criticarlo  todo  ^ 

O  por  introducir  coii  Jlndo  mod» 

Algu'n  inu5itad^»  terminito^ 

Pretend-^  el  Insensato 

Pasar  por  un  fomoso  IketatOé- 

Otro'  captarse  espera  ^ 

Solo  por  ses  Autor  de-  ua  mal  escrito, 

JLz   op¡oion  lisohgera  ^ 

^e  exceJenre  erudito  5 

Q««da  su   vanidad  mvy  sstísferh» 

-ronderanda  su5  míseros  borrones  , 

Aun  habiendo  formado  su  cosecha 

*'or  sticios  arrabales  y  íincoae». 

Uíro  es   en  sus  capricho»  íniufrible, 

^o  hay  como  convencerlo,  es  imposiWei 

Siempre  ha  de  ser  su   voto  preferSo  , 

Jí  aun^ine  en  do*  mil  absurdos  s^  deite 

Nunca  se  da  á    partido  , 

Forque^ci«go<  le  n,i,o  y  obstinado 

^defender  su  error;  ^que  disparate  I 

Otro  Gon  gran  simpleza , 

Discurriendo  que  e^  todo  es  acertado, 

l'xofiere  quanto  ocurre  á  «a  cabeza. 


•^ 


No 


No  sea  Usted  (le  ilgo)  tan  )ígcro, 

Reflexione  y  medite 

Con  madurez  ,  con  tino, 

ho  que  tiaya  de   decir,    para  qu«  evk« 

Sokar  este"  ó  ?1  sAXQ  desatino  : 

Pero  no  faay  q?ie  tratar,  porgtie  f rimero] 

Se  compríra  la   vid^   con  dinero. 

Otro  viye  muy  hueco ,  mixy  glorioso 

Porque  blasc>r)a  altivo 

De   tener   pn    ingenio  |>rodujft1vo , 

Un  estiló  afluente,,  numeroso, 

y  no   sabe   salir    el   tal  p£dante 

De    un  círculo  vicioso  y  ,re.d,uadaníe 

De  términos,  ó  ideas 

Que  íleyan  un  carái3:er  «emejante, 

2  Mas  ,  de  tanto  desorden  /astidiado « 

Asociarte  deseas 

A  la  piadiira^  edad  ,  con  preferencia  , 

Por  haber ,   ó  Jf.eticipo  ,  imaginado 

Qu«  en  ella,  qual  se  juzga  coínynnjetUíPf 

Habita   tn^s   constante  ia   prudencial 

Ó  que  ,  acaso  ,  tn.as  pura 

Reside   la  r-aaon  y  la  cordura  ? 

Te  fijiga-ñas ,  y   es  muy  cierto 

Que  encontrarás  un  viejo  impertinente  j 

Soheryio  ,    delirante , 

Inerte  ,  caprichoso  ,   jpn  quien  advierto 

El  iiígenio    pueril ,  cano  el  setní>lantee 

De  añejas  ilusiones   imbuido  ^ 

y  al  paso  que  ignorante   presumido^ 

Alega  quatro   rancios   desengafios, 

y  con    elloí    !a  máxima  establece 

De  que  solo  merece 

IVIas  saber,  ó  mas  juicio,  guíen   tna?  yíidj!l| 

Y  solo   mas   aciertos,  quien  m^^s  aQos. 

Es  toda   obra  antiqüada  , 

En  su   ingrata   opinión^  esclarecida? 

Toda   obra   moderna   despreciada  j 

ÍWítaia  con  iiltragc  j  desagrado^ 


JSf* 


m 


í*-        ... 

No  porque  éxlrmnancto  su  wtruftura  {  a  V 

Haya  tal  vez,  notado 

Que   mérito  le  falte  y  hermosura  : 

Sino   tan  Solamente 

Porque  tiene  el  caráfter  de  reciente. 

Celebra  efe  su  tiempo  las  acciones  : 

Afirma  que  el  primor  y  la  cultura 

En  su  era  únicamente  florecieron  : 

Pondera  aun  las  vulgares  producciones 

Que  al  Público  en  su  edad  se  dirigieroa:  " 

Míralas  con  tan  necia  confianza,  "' 

Tan   bellas,  tan  ilustres  le  parecen. 

Que  ni  enmienda  ,  ni  crítica  mejecen  ^ 

Sino  solo  respeto  y  alabanza. 

|Es  para  la  vejez  tan  indulgente , 

Para  la  juventud  tan   inhumano , 

Que  en  su  juicio  tiránico ,  indolente. 

Con  tal  que  sea  anciano^ 

Hará  mas  un  jumento 

Que  un  mozo  de  razón  y  de  talento. 

Mas  ya,  Amigo,  es  preciso  declaraite 
Que  no  me  hará   la  Epístola  importuno: 
í'orque  no   habrá  ninguno 
Que  se  muestre  ofendido  en  esta  parte  4 
*    dirá  cada  uno,  ^ 

Bien  :  apliqúese  el  vicia  quien  lo  tiene. 
Que  a  mí  de  ningún  modo  me  conviene. 

fcl  sutil  artificio  con  que  ciega  í 
Pues  d€  ella  cada  qual  i  &i  se  excluye^ 
X   al  otro  los  defectos  atribuye  : 
Parque  todos  presumen  comunmente 
Que  juzgan  4e  su  ingenio  rectamente, 
i^ero  ya  <íti€  he  podido  dilatarte 
Con  mí  estilo  cansad©, 


ni? 


■iíííO 


-  Em 

('«)  Indignor  quidqua»  reprehendí,  non  qaia  craüc" 
compositum,  itlepidéve  putettrr,  sea  quia  nuper  : 
mtG  ?«aiaai  n»au<iui8,  sed  honorem  et  prarmia  poseí. 


*■■«!: 


En  materia  tan  áspera  á  tu  oído, 

Para  que  ella  reciba  algún  agrado 

Que  merezca  halagarte,  .'|   ui  :> 

Permíteme,  Leucipo,  recordartf-^u-v.ía   - 

Aquel  sublime   genio,  .  í^i;  v;.^ 

Aquel  genio  ilustrado,  fj^clfirecído , 

Que  con  destreza  suma 

Los  abusos  combate  del  ingenio, 

Detesta  los  «rrores  de  la  pluma : 

Que  aun  tiempo  con  las  armas  de  su  j«i<á(V' 

Con  la  varia  invención  de  su  concepto 

Sabe  destruir   un  vicio  ,. , 

Plantar  spbfe   SAS  ruiívas  «n  precepto. 

Al  émulo  de  Apolo  refulgente  , 

Que  con  su  docta  Xira  y   con  m  ca^ 

Fabrica  dulcemente 

Tu  embeleso  y  mi   encanto  , 

Tu  pióspera  delicia  y   mi  «nseñan^a» 

Aqwel  en  cuyo  elogio  desalienta 

Mi  Musa  temerosa : 

Porque  repara  atenta 

Que  solo  su  afluencia  numerosa 

£s  órgano  capaz  de  su  alabanza* 

Si ,   clarísimo   Iriarte  : 

Á  tí ,  por  feliz  suerte, 

Ahora  el  Plecto  m¡o  se  convierte  5 

Y  ya  que  te  presentas  imposible 

Al  temesario  empeño  de  imiuitef 

Cisineédete  accesible 

Al  conato  eficaz  de  celebrarte. 

Dueño  de    la   eloqüencia , 

Intérprete   fiel  de  la  elegancia  , 

Arbitro  del   primor  y  la   cadencia , 

Confunda  tu   desprecio  la  arrogands 

Con  que  ciega  y  osada  te  provoca 

Xa  .ceñuda  perfidia  ; 

y  da  á  tus  producciones  inmortales 

Aquella  elevación   que  las  coloca 

Superiores   ai  vulgo,   y   á   la   envidia. 

jtio  interrumpa  el  olvido  tu   carrera; 
Como  Águila  te  eCeva  pxGmxosó , 
J[  por  rapto  glorio» 


3». 

Del  m.men  superior  que  te  iíumítta. 

O  P,.  vuelo  de  ingenio,  ta  encamina' 

Kasra  fíxar  tu  «do  aiiá  .en  Ja  eafm. 

Ao  desmaye  tu  pluma  pcegrina, 

y  con  ^].^  procura  ^. 

A  tu   patria  ja  gloría  , 

Ki  toas  .incéro  gozo  á  mi  ternura, 
V;f  '^'^'  -tra-ctivo   i  tu   iriemaria* 

vive  |,iies,  venturoso 4  eterno  vive 
^e  aplausos  y  de  aCectcs  coronaao, 
^  so^«  el  ako  Olimpo  colocado     * 

4^qu€ik   recotnpetjsa  ilustre  y  rara 
\>i^e  en  la  üílad  posterior  t?  se  prepartí 
Que  todos  á  porfía  P'^^.Paw? 

Te  aclamaé'áa  «monees  de  concierto 

^   Keroyco   Simulacro   del  acierto. 


>if(j 


í^^ 


gri>ns.es,  j^  hacefl  ds  t»ij  peguero,    ,,.dic.uJos, 

el  título  rfí  R.?„"',  -     ,  ""'"'''^cido  y  sjsi    úimeíBorial  de 

tí  de  >r,ií.»    „;,„  ^„i  .    ■*  ,'   '*    coRocetse    Mc  ptócamente. 

mt  lo  T;4  plciS'r  '"?  "r"  '°  '''^"''''  ^*  *«- 

deesu  A«mtkrbe  uná^   'f'"""  &c.  ,  «  «mbien   el   mote 

i*™     bíeve  >,■„■""■  "'^•-  ^"'"'"'-  '^^''»  P"„,.  =  la  mano 
lar  reinase,  .uernot^lt^íríi  ^'*.  ""'  "' .""^    "«"- 

.      Su- 


*■■■ 


;  .       .  .    -      •  .  _  •  ?$* 

Sacedlo  qtie  iin'l*i:cüWart  fcapáta'z'' cf icen  que 'era  },  andaba  biís^ 
canda  primas  de  guitarra  á  cambio  de  una  muía  ,  qtamfo  eno» 
^ire  entendieron  su  Éolícituá;,  lo  endilgaran  a  la  dicha  A-^amblea' , 
Aíáénáde  que  allí  las  vendían  partrcuíares.  Ei  fué  sencillamente^ 
jnas  1«  sucedió  lo  que  saelen  decir  í  que  fué  por  lana  ,  y  vüIvI» 
ttasqtiifedo'. 

La  dicha  Asamblea;  én    embargo  de  este-  chasc©^  no  solo 
«ígue  adelante   con  su   tema,  síno  c^ue  ha   tomado  en  todo  quahto 
le  es  posible  ,  los  tnodoíf  mas   particulares,  con-  cfuc  singularizars* 
de  Í03  demás ,  que  parece  pretenden  bacer  Jo  que  entre  los  l'hé^ 
t)anos  y  Romanos    hacian  amigaamenfe   algunas  famiÜaí,  que  parí 
distinguirse   de  otras,  ée   poníarr  cieftas-  señales  ó  lanz-as  eiv  el  muslov 
Por  este  mismo  principio^  la  unión  que  hair  for¡Tva"do-  con  raL^x- 
clusion  de  otro  que  ík)  sea   de  ellos,,  es  semejante'  al  pactH>    que 
Roma,  quando  émpez6  á    formarse,  hacis  en    los  contratos  d'e    ca- 
jamienfosj  que   parai  denotarla   perfecta,  se  metían- en-  sociedad  de 
fuego    y  agua  5   de  donde  vino    la  costumbre ,  qua     para   excluiíc 
á  uno  d'e  la  sociedad  péblica,  se  k  quitaba  el  íue^^oy  ei  aguíi  (  $  \ 
Esta'  sociedad  á  stí  imitación,  qiiita  la  música  y    ei  refrezco  par* 
CceittíjT  á  todo'  ci  que  no  sea    Frimo'. 

Para  hacera  su  parecer  bieiref  papel' que- se  han  pToptsés¿ 
to  (íeseropeñar ,,  sonr  suS'  modos  sobre- manera  singulares.  Afertan  ó 
menudo,  no  conocer  á  los-  qu«  hxn  frarado  otras  ocasiones,  cóme- 
lo- hacia  SauT  con'  Uavid.  Esta  tnctác  mas  frequenteníeñre  conf 
d  acreedor,  á  quieni  feeonriní'éndoles,.  noso^lo  no  conocen,  sino  que 
«e  levanta- urta  pol  vadera  contra  61,  que  quando  menos  ío  atolondran, 
-Eotences  como  ios-  de  Kphcso  contra-  San  Pablo',  que  no'  a'pr>nian« 
á'  sus  razones  ©tras  qoe  Ó  magrixí  Dra  Ephemrutn  :  los  de  la  Asar». 
|>Ieá  ño  dicen  ma:s  ,  sfno^  que  avilen  ¿  .  .. .  Señor  y  q^^  este  hoav- 
bre  ha  perdido  eí  respeto  á  la  easa.  Primo  ,  dígaselo  Vm.  á  la 
]Prim»:  con  Jo-  que  ei  acíeedor  sale  como  gato  por  brasas.  Ho  e» 
menos  ducal  el  aiod^  que  tienen  de  saludar,  6'  d'esped  irae  de  to* 
éo  ei  que  noi  e*  d'e  su  sociedad';  pues  á  la  espresioíi  mas  atentí 
carrespondeu'  con-  aquella  risita  que  disuade  Cicerón  de  ne  rídea" 
mus  fiíum    sardonkum.Con  110  menor  bizarria ,  todo^  se  lo  ápro* 

Ímn;  pues  el  medicó,  ei  escribano-,  boticario  &c.  dicen,  es-  d« 
a  casal  pero  no' tienen  un  l«qHTero  (qtíe  les  hace'  falta}  á  ^ien 
decir:  es  dé  la:  easa,  Qu  and  o  se  entra  por  sus  saguanes^  ,q,Be  lo^í 
tóen'ett  pintados  da  escudes,-  señalan'  diciendo:  estas%oíf  ig-í  j&vrma» 
flek<  nasa. Toá&}f&  por  este  tono-:  «no-de  la  Asamblea  habiéndose- 

áusen'" 


( 3 }  M.  Keal  ¡  Cíencifr  du  gouveiaemenr.  tom.  4, 


mgim^a^ 


4?r  . 

ausentado^  escribía  á  iu   muger  eop  esíe,  liimt  r  A  la  Be^eutf^.wA 

^ñora  N,    de   Ñ.  mi.  Prima.,    6.  é.  P.  en  ,  la   gran , Ciudad   de. 
éimÍQ polis.  Pero  dos  Primos  que   dieron  en  escribirte  en  metro  >  acá-*, 
fcárán  de   marcar   mas  su    carácter.  Eí  »np- -áe  eUo4.,#$  45«»iiQ|(, 
joysa   el  otro.  Dice  elprirnero  :,-.,._. >-^  n3J'-;,.v  v,;í&   oí  -alb/j^^í-    á:    ¿sat  • 
Ya,  P/-/míj/  sabrá»  qué  cíe  no"*       "*   ^\  "  .-obálipzüjr 
descienden,  Pcimo,  los  Reyes,      &f.'ji%  ¿X 
y  que  nos   de  Primos  Reyes,  nó;-.^^^*,^^}^?,^  9„g(j 
_       .  y  esto  has  de  saber  que  nos  somos.:     -*;■:  ,  ,^        ^i 

Bí  otro  mis  reverente  ,  como  que  habla  con  un  Patriarca ,,  le  €oa«, 
t^t^,  por  el  mismo  ciballereseo  estilrde   este    mod»  í  -: 

.v' ,  Nuestra  genea-gigantolágiay  Primo  ^  , 

va,  Pmnp,  sin  par  creciendo:  -:  o.^i¿:ai  ;-:¿j  3^-í 
por  lo  que  si  naci,  ya  entiendo ^^r, -••»,,  «[,  r-i.-;'^ 
Señor.»,  lo  que  vale  el  ser  tn  Prim», 
.  Que  falta  hace  á  esta  Asamblea  aquel  dinamarqués  Guíí* 
fertno  Inoff,,  de  quien  decia  el  Autor  del  Gerundio ,  era  tan  fa^ 
moso  genealogista  de  las  casas  Ilustres  de  España  é  Italia,  qu« 
á  qualquiera  lo  emparentaba  con  quién  la  vepia  mas  á  cuento,  y* 
con  eí  Rey  Bamba,  ó  con  t).  Yeremundo  el  diácono*  Si  nuestra» 
|0.QÍ9S  merecieran  otro  igual  se  hicieran  emprimar  con  el  gran 
illogol ,  Preste- Juan,  y  el  Mustí.  Estoy  temiendo  no  les  venga  á 
Suceder  lo  que  á  la  Rana  de  la  fabulaj  que  fué  tanto  lo  que  se 
tónchó  por  imitar  al  buey,  que  hasta  reventar  no  p^Lróij  pyes;  u^ 
festuoso  desden  en  una  nación,  como  en  un  particular  ,  es  defe^r 
(<;>  que  les  hace  .poco  advertidos  $,  muy  odiosos  (  4 ).:  y  ?sifl  -etílr 
1?argo  de  lodos  sus  ,  esfuerzos,  lies  sucede  lo  que  i. dice  119,  belllk 
estpíritu  ,  que  por  masque  procuren  elevarse  del  hombro  para  arre- 
iba  de  los  demás  hombres,  están  al  nivel  con  ellos  por  los  pies.  (  5.). 
Y  con  lo  que  unicsmeate  podian  curarse  de  esta  enfermedad,  set- 
ría  tomando  á  la  letra  lo  que  dice  un  Poeta.:  Eípiiur  potestdff 
foj-a.  virtute  1.  á).  .Todo  lo  demás  es  agua  de  cerrajas;,  pue^  ;p»^ 
Hjs^s,  árbples  |;eaeaíóg!cos  qu^  eít^n  sacando,  que  creo  tendremos  e»> 
fi.jf^e.  una  i>e]vji.,,  in^yor  que  la  dodonea,  ^19  da{á>  QtfJif  Cos^tQ^ 
gjrifímmir  ,.  sino  es  lo.  que  cantó  Marcial.  •' ^y.-eá^-.^r  mvi  t  ¡hm» 
Jleget  et  Dóminos  hahare  dehet  ^ -^  í>  '^■^jía:.  :■  npiq^ 
Qíti  fe  non  hqbet },  at^us  concupist^itcr  T'?*í  ü^s'-.'rn  fil 
„.  ,•    ...        ,.    {¿f49¡l  Reges  Dominr^us  Concu^iscaitt.   ■         -.         ::    b 

y.tns,.  coa  su  sabia  y   discreta  crítica  dí^rán  á  esta  C»ít*.'fl 
eJ^d^titiQ  que  mereciere  :  y  rnaaden  á  su  mas  atento  servidor   r,:  .;«á 
Sitaiópolis  y   Agosto   15.  de    179  íf  E/  jP.  N.  Bekrmo, 


ESTADO  GENERAL  DEL    REAL    ERARIO  DEL    PERÚ    EN  KL  VIRREYNATO  DE    LIMA,  EN  FIN    DEL    AÑO    DE    1788. 


VALORE   S. 


Por  cobrar. 


Cobrado. 


435.619.  2. 
95.340.6. 
19.277.  4. 


2.862.246.  5. 
920.939.  o.  ^ 
331.472.  s-i 


Valor  entero. 


3.297.865,  7. 
1.016.279,  6. i. 
350.750.  i.|. 


550.237.   4.      I    4.114.658,3.      14.664.895.7. 


1.^  Advertencia.  En  las  Tesorerías  de  este  Vir- 
teynato,  y  en  su  Real  Casa  de  Moneda  se  halla- 
ron de  caudal  existente  2.264.143  ps-  i  ^.  reales 
á  fin   del  año  de    1788;  y  aunque  en  el   cotejo   de 

I  valores  y  gastos  del  mismo,  solo  ha  quedado  el 
sobrante  de  25.958  ps.  ^  rl.  consiste  la  diferencia 
f  de  2.238.185  ps,  en  que  la  primera  suma  com- 
prehende  el  residuo  que  habia  de  los  años  ante- 
cedentes :  y  como  el  presente  estado  se  reduce  á 
produdlos  del  de  88  ,  resulra  únicamente  su  líquido. 


FONDO  DE  LA  REAL   HACIENDA. 


En  deudas  de  efeítivo  cobro 2,434,163. 

En  2.818.  qs.  4  Is.  de  Azogue.  ...  205.633.  2  |. 
En  alhajas,  fincas,  y  efedos  v«ndibles.  .  440.5 1 1.7?. 
En  caudal   existente 2.264.143.  i  f . 


EMPEÑO    DEL  ERARIO  REAL  REDUCIDO  A 


RESUMEN. 


Ramos  de  Real  Hacienda 

Ramos   particulares  de  ella  •  .  .  . 
Ramos  ágenos   con    igual  salida 


TOTALES- 


COTEJO  DE    VALORES 
y   gastos. 


Valor  entero. .  .  4.664.895.  7. 

Gasto    total 4.638,937.  6,  |. 

St)br.  liq.  del  ano.  . .  25.958.  o.  f. 

BALANCE    GKNERAL. 


7.430.982.   2  1. 
5.344.451.    3  1. 


GASTOS. 


Gasto  total. 

3.589.192,4!. 
699.065,  |. 
350.750,  I  i. 


Extraordinarios.  I    Fixa  Dotación. 


1.195.727, 
85.37'- 


2-393-395.  4 
613.693.  7  |. 
350.750,  1  |, 


4.638.937.  6  1.  I    1. 281. 098. 


3.357.839.   5. 


2.^  Advertencia,  Faltando  el  considerable  gasto  de 
1.281.098  ps.  I  í-  rs.  que  en  el  presente  año  ha  teni- 
do la  Real  Hacienda  per  sobresalitntes  extraordi- 
narios, reducidos  en  el  anterior  á  372.467.  ps,  2  -f. 
deberá  contarse  con  este  ahorro;  y  agregado  á  los 
25.958.  ps.  que  hubo  de  sobrante  en  el  cotejo 
con  los  valore.»,  compondrá  un  total  de  1.307,065.  ps. 
2  rs.  á  beneficio  del  Real  haber  para^  aumentar  su 
fondo. 


OBLIGACIONES  DE  LA  REAL   HACIENDA. 


341.087.  3.    Por  suplementos    de    Ramos    ágenos 
de  Real   Hacienda. 
Por  cantidades  á    mutuo  con    cargo 

de    reiniegro. 
Créditos    atrasados     y    modernos     á 

particulares. 
|,  Imposiciones     á     rédito     sobre    la 
Real  Hacienda,  y    Tabacos. 


2.08Ó.530.  7. 


EN  EL  VIRREYNATO  DE  LIMA  EN   FiN   DE   178  8. 


i.^  Advertencia.  No  se  incluyen  en  e^tas  deudas  las  de  difícil  r*»  au- 
dacion,  ni  lo  que  debe  á  este  Erario  el  de  Buenos-Ayres  ;  cuyo  total 
importa  3.040903.  ps.  4.  rs.  porque  la  naturale/a  de  aquellas,  y  el 
estado  débil  de  este  no  dexan  arbitrio  para  considerarse  entre  las  de 
efeótivo   cobro. 


2.3  Advertencia.  Igualmente  se  han  omitido  entre  las  de  esta  clase 
los  suplementos  hechos  de  Ramos  paticuiares  de  Real  Hacien.Ia  á 
ella  misma,  hasta  la  suma  de  3.480.926.  p^,  5-  i  rs.  porque  siendo 
su  fondo  sobrante  de  indistinto  uso  para  urgentes  atenciones  no 
es  obligada    á    su    material   reintegro. 


NOTA.     Come  el  principal  objeto  de    nuestro   Periódico   es  el  de  hacer  visible  a!   Perú,  creemos  no    se    miraran 
con  indiferencia  los  Planes  de  R.'al  Hádenla  que  iremjs  presentando  ,  para  qu;  sobre   un   trienio  ,  ó  ¿juatrienio   (  st  I 
acaso  el    Mercurio  puede   subsistir  hasta   entonces  )   se  pueda  formar  en  el  Público  una  idea  ajustada  del    verdaJ^ro  I 
estado    de  este   Erario ,  y   de  sus   recursos  efectivos.  l 


t?  (C  '  ouvu^  3ÍS3  dp  opp:is$ 
qns  spdn4  oíunod9j^  p  osvov 
'^  ^^^^Id  ^^l  vpudjidjiput  uoo 
vdpuu4  ¡3  QtaoQ    'VXON 

•ojqoD   0Ai:p3j3 
qje  u^x9p   ou   ajsa  sp  jiqsp  opBjsa 

V»is»  con  su   sabia  y   discreta  crí£,ica  dará}?  á  esta  C3H,t#.'*l 
li|(^tlnQ  qu^  mieredeíe  :  y  maaden  á  su  n»as  atento  se rvídp^   f,-  >3 
SitaíópoUs  y   Agosto   íf.  de    179 1,  E/  J?.  N".  Belermv^ 


V 


■üíklMiM 


Fol,   41-, 


-$     Ñáin.   74. 


SSSi^ 


MERCURIO  PERUANO      t 

.0EL  pía  .18.  PE  0E?TimM^  PE  1791.  ♦ 


PROPUESTA  PE   UNOS  PREMIOS   PARA    |:AS    PISERTA^ 

íGÍone$  pn   que   se   proponga  el   método   inas  económico.,  ficii 
f  pertnanente  jiara  .mejorar  io$  .cAtniíiQS  ..del  Keynp* 


A  navegación  y  los  caminos  son  las  dos  arterias  prlnclfale^ 
que  entretienen  y  trasmiten  la  circulación  de  las  comodidades  y 
correspondencias  de  Jas  naciones.  Aquella  en  lo  general  estriva 
sobre  unos  principios  de  astronomía  y  íáctica,  que  han  merecida  1» 
imas  seria  incubación  á  los  sabios  de  Inglaterra  ,  Frangía  ,  y  Es-» 
paña  es^pecialmente  en  estos  .últimos  tiempos,  Islivell-M.ansckeline  , 
La-i<ajtide,  Juan,  Maxarrgdo,  Ríos  &c. ,  los  han  adelantado  mucho 
con  sus  nuevos  y  exquisitos  conocimientos.  Contraída  su  adopcioa 
á  las  necesidades  del  Perú  ,  se  echa  de  ver  que  no  requieren  .im 
esfuerzo  grande  para  .rfecpinendarlos,  í>os  ¡viajes  costanexa^  que  ha- 
cen nu^str-aí  embarcacioaesj  vexigen  .mucha  pricüca  al  tiempo  misino 
que  mt¥:'ha  ;íeó:r-ica  5  y  aun  sobre  ,esto  .adelantamos  algiinos  a$junfces 
fin  oteo  Mercurio.  Los  camijoos  de  todo  el  -.tr^ínsiio  de  ^«le  Virifejnata 
por  su  mal  estado  merecen  un  cuidado  prefierente.  A  ellos  se.contraea 
los  primearos  estímulos  con  que  tiueitra  Sededad  implora  los  consejos,  y 
la  d.ijc^,ccion  de  .todos  los  |?oliticos  y  Ikeraios  ¿ei?  ibeneficio  de  ia  Paíris* 
Lqs  curiosos  jqy^  viajan  .por  la  .líuíopa.,  y  especialineot^ 
|i©r  la  Jtai^i,  se  admiran  .al  ver  los  Cra^gmentos  xjye  ana  eacisten  d« 
los  esj)^Gío$os  y  sólid.05  caminos ,  que  formaron  ios  aníiguos  M^o- 
inanos.  aislas  mísaiaas  -rainas,  mejor  xj-iie  los  anales  de  Ti  cito  ,  y 
4e  Fjloro,  dan  á  xoaocer  la  grandeza  de  aquellos  célebres  conquis^^ 
-tadorjos  ;del  Üniyerso,  y  nos  obli;gaa  á  venerar  los  nombres  de  los 
Appi.pg,  :<ie  ios  WísLmaÍQ&,  y  4e  i®^  Valer i£«,  Kn  uuesica  España  $$ 

P4  ia 


43. 
ba  incubado  ínuclio  sobre  esta  tKateria.  El  Señor  D.  CARLOS  III. 
( que  de  Dios  goce )  y  el  Excmo.  Señor  Conde  de  Florida-Blanca 
se  han  hecho  el  objeto  del  amor  y  gratitud  de  todo  buen  vasallo, 
ademas  de  inmortalizar  sus  nombres  gloriosos,  por  los  muchos  ca- 
minos reales  que  han  abierto  y  mejorado  desde  el  centro  de  la 
Península  á  los  diversos  puntos  de  su  periferia,  como  son  los  de 
Barcelona,  Alicante,  Cádiz,  Santander,  Vilbao,  Pamplona.  &c.  Quan- 
do  un  Peruano  encuentra  en  los  viages  de  Nypho ,  Ponz,  y  otros 
libros  modernos  de  esta  especie  algún  rasgo  alusivo  á  este  asua- 
to,  no  puede  menos  de  conmoverse,  y  envidiar  á  la  Europa  unas 
comodidades  de  que  carece  su  pais,  aunque  este  sea  tal  vez  mas 
feliz  ^or  otros  respectos. 

A  Ja  verdad,  de  los  caminos  de  todas  las  Provincias  interio- 
res del  Perú  casi  se  puede  decir  que  no  puede  haber  otros  peo- 
res en  el  resto  del  Mundo.  Los  parages  de  tránsito  menos  peli- 
groso é  incómodo  son  las  laderas ;  y  estas  mas  bien  se  parecen 
á  unas  angostas  cornisas  pegadas  á  la  cumbre  de  la  cordillera  , 
que  á  unas  sendas  destinadas  para  el  incesante  tragin  de  hombres 
y  caballerías.  Las  cuestas ,  los  balconcillos  ,  los  pedregales ,  y  los 
derrumbaderos  ,  son  nada  en  comparación  de  aquellos  pasos  que 
66  llaman  barbacoas,  y  escalones.  Estos  últimos  son  como  unas  sar- 
tenejas muy  inclinadas,  abiertas  en  la  piedra  viva,  y  las  mas  ve- 
ces con  algunos  culebreos,  por  donde  baxa  un  hombre  montado , 
formando  con  su  cabeza  y  la  de  la  caballería  un  ángulo  obtuso, 
cuya  base  es  el  mismo  camino  en  el  promedio  de  su  descenso.  Con 
esto  desde  luego  se  viene  en  conocimiento  que  el  riesgo  del  ca- 
minante es  el  mas  grande  ,  como  que  se  camina  fuera  de  equilibrio 
por  un  plano  casi  perpendicular^  por  consiguiente  al  menor  res- 
balón de  la  muía,  ó  descuido  del  ginete,  es  inevitable  el  precipicio. 

Las  barbacoas  constan  de  unos  palos  encrucixados  á  si- 
ínilitud  de  unos  andamios,  clavados  en  la  peña  misma,  y  sin  su- 
jeción en  los  extremos.  Por  lo  regular  están  colocados  en  las  pro- 
minencias mas  salientes  de  un  risco  qué  interrumpe  el  camino,  y 
al  qual  es  preciso  dar  vuelta  pasando  por  encima  de  estos  débi- 
les puentes  que  tiemblan,  y  á  veces  se  doblan  con  el  peso  del  tran- 
seúnte, A  un  lado  de  estas  barbacoas  se  eleva  un  cerro  inacce- 
sible ;  al  otro ,  y  debaxo  de  las  mismas  hay  unos  despeñaderos  de 
legua,  y  legua  y  media,  que  comunmente  terminan  en  los  rios , 
cuyo  estrepitoso  curso  apenas  se  percibe  desde  la  cima  adonde  se 
halla  abierto  el  sendero.  Las  primeras  veces  que  se  transitan  estos 
arriesgados  parages,  sucede  á  menudo  ,  que  parece  mas  llevadera 
y  segura  toda  la  navegación  del  Cabo  de   Hornos,  adonde  qui- 


Mrii 


MM 


"     43. 

áe«  «no  tallarse  ftas  bien  qW  «rs«  P«"«^J»  ^ff/'t^^'o"*. 
cim»  de  estos  peliarosos  maderos.  Los  que  hayan  frequentaao  ira 
callos  dTmlL,  y  los  del  Cuzco,  abonarán  nuestras  ponde- 
laciones,  v  iustificarán  el  miedo  qué  inspiran.  ^ 

«,;nn.  .1*»  psta  esoecie  ,  y  abriendo  otros  nuevos    mas   cómodos  y 
SZos     se   Ln  formado^  ^     todos  tiempos  diversos  proyectos  maa 
^rSs  extensos  y  costosos,   .egun  las  particulares  miras  de  sus 
Lores    Pe  o    hastl  ahora  no  sabemos  de  uno  siquiera,  en  que   e 
Wa  consultado  la  facilidad  de  su   verificación  con  la  permanencia 
deTsXfnecesarias,y  proporción  de  los  recursos  -n  I^ -o^^^^^^ 
y  la  humanidad.  Los  fundamentos  de  casi  todos  .^^^^/^y^f^^'^^^^^^^^^^ 
Ln  aventurado   sus  conjeturas  sobre  esta  ^^^^^j^' ^.^^^  f^^^^^^.^^^e 
la   mita  forz-da  de    los   Indios ,  y  el   recargo   en    los  derecnos  oe 
aVnI  especie  comerciable.   Este  modo  de    arbitrar  se  asemeja  al 
que  costó    la   vida  al  infdix  Abdoul-Hassan-Benamar  ministro   de 
Muley  Meh  me¡  Rey  da   Marruecos.  Cuéntase  de  aquel  cortesano 
qu«  lequerido   por  su  Monarca  para  que  propusiese  algún  arb.t  10 
toferable  que  proporcionase    aumentos  al  erario  ,  respondió  después 
de  un  mes  y  medio  de   meditación:  que  habia  encontrado  un  mo- 

-  do  mpe  7  natural  y  suave  para  dar  ^^^  ^^.^^^  V"  Jn^mf 
anual  de  tres  millones  de  piastras.  Este  se  ^^^^ucia  sola  y  sencilla- 
mente (como  él  decia)  á  imptner  un  nuevo  tributo  de  dos  pas- 
cas 1  cada  hombre  y  4uger  sugetos  al  impeno  Marroquino  Mu- 
]ey-Mehemed  indignado   por  semejante    superchería    mando  aríojat 

-  al  mar  á-su  malvado  ministro  ;y  este  pago  con  el  uhimo  excidi« 
la  tiranía  de  sus  intenciones.  ¡  Quantos  proyectistas  merecen  un  fin 
ieual  al  que   tuvo  Abdoul-Hassan-Benamar !        ,  .    '  . ,    ^ 

^'    ^  Nuestra  Sociedad  no  ha  dexado  de  combinar  algunas  ideas 

:  sobre  el  asunto  en    qüestion  ,  y   las    ha  ventilado   en    diversas  de 
.  sus  juntas   Académicas  ^   pero  todas    nuestras  proposiciones  se    han 
quedado  informes  ,  ya   por  la  arduidad   de  la  materia,  ya_  por  la 
desconfianza  d.   ÚSoaos,   ya  porque  nuestras  tareas  obligatorias 
,   no  nos  han    permitido ,  ni   permiten   actualmente    una    indagación 
tjroHxa  sobre  los  diversos  objetos  que  se  deben  considerar    y  cal- 
cular para   dar  un    dictamen  acertado.  Por  euos  motivos,  y  por  los 
deseos  que  nos  asisten  de  ser  útiles  á  la  Patria  ,   é   invertir  en  su 
beneficio  las   miserables  y    únicas    ventajas   pecuniarias   ejue    nos  tía 
proporcionado  hasta    aquí  la  circulación  del  Mercurto  ,  hemos  pe- 
dido  y  obtenido  licencia  superior  para   implorar  los  dictámenes  de 
todos  los  sabios  regnícolas,  estimulándolos  con   unos  premios  bono- 
.«  jjficos  ^egurt  lo  acpstttíubiao  tpdas  lá^  Academias  de  Europa,  i'ie- 


iil 


■  ■44' 
tibiáas,  y  ^r<HÍa2ca^  el  feo  .^ue  de  ^m  espefamo^. 

^^fef¿.?T'^'-^!^  áel  .corífertfe,  .e    ím   pasada    éJTé 
^as -círcjas  n>ed3llas,  Esms  1  ferrará «  adenfís    de  lios  blasones  ás  ül 

ílii¿«^r'f  -        «fogaiT^í  ^ue    las  .í^3.eyere.  Quando    esté  coa- 

'^^rS£^^^'^  "  ^^^^  ^"^«^^^  ^^  íbr.al«iad  de  ^e 

^X^ft'^^^''''  «Wfé«.*asDi,ertadorTes,  y  que  e«a*  .estó„ 

Í^Smt  F'^  ffiateria  hasta  el  dia  30  del  mes  de  Marzo  del 
añopwximo  dé.^í.   ^osesc?rit0res -de. M  Capital   podrán  ótt^ír- 

-^^^T^  a^mra  caminada,  que  beberá  venir  ioclus^  en 
..^t^'^^'^f   ««"^í^í-e  y  eiKurfseártcks  del  sugéto  á  ^uíen    o&íie- 

'^«¿^  i^r^^'^^'^^r"^^  ^tormd.  con  er^mbr/  v.^rd^, 

jtto 


.iSírpa  q«leíi.€íS  las  jbán  trabajado.  Üe  este  modo  legrarán  Iqs-  elogios 
'jieí  Público  gíjiíellos  que  eácííban  con  mejar  scierto  ;  y  no  su- 
i^fíñrán  €Í  sonr&jp  ^  ver  sus  nombres  en  el  catálogo-  de  -ios-  de- 
sechados aqueilos  otros  qoe  no  tengan  la  felicid¿d  de  proponer  í(!e.«» 
lopoTtuoaá  y  adaptables,- Mediante  est^  pjfeGíiucion, se  evitarán  á  .an 
^ismo  .íiera/po  las  pá.rcíalídad^fl  y  cabítia:s^  á  que  cuera  másgen  ,&\ 
conocí rtiieinto  y  mirarfííemos  í«eiprf«:os  dé  los  escíilores  y  de  l^s 
*oíaníeár 

Pató  el  ejcámen  de  las  Disertaciones ,  se  ekgírán  írece 
■jiugetíís  de  conocida  iast-ruccioní  teÓTica  y  ¡práctica  ea  la  mafáfia 
UropuffSta  ^e  los  caminos  .dei  iieyno.  Esíoá  adju-dfcarárt  los  pia^ 
jnios  S-egnn  los  resaí^ados  de  la  vo-tacioii.  Seis  de  ellos  serán  es- 
cogidos entre  los.  individuos  de  nuestra  Sociedad  :^  y  Im  steíe  ,Egs* 
•Carites  pe  solicitarán  del  cuerpo  de  sabios  de  esta  Gapital ,  y  se 
ííombraTán  á  .pluralidad  devotos  en  oriai  de  nuestras  juntas*  =^Éai¡ -:« I 
primer  Mercurio  del  mes  de  Marzo  daíénaos  razón  individual  de  .lü 
«lección  y  nombres  de  estos  votantes ,.  y  as  prefiowttá  el  dis  d«s-> 
i':'tJQSdo  al  físcrutrriío. 

Este   deberá   vériíicarse  ert    láí?   casas    del  Soctó   que  cn- 

ilonceí  fílase   Presidente  de  Ja  Acadetnia,   ó   en  Ja  del  Secrítariojdc 

«lía.  ademas  de   los   votantes  podrán  asistií  á  la  junta  algunos  otros 

.ií'at r tota slque    lo  solicitasen  -^  pero  no  tíendráñ  voz  ,ni  voto,  aunque 

■  gusten  quedarse  en  -el  congreso^  asi  qtte   se  quiera   proceder  á  :ia 

wotacíún  j  .<5tíe  defoerá  :hdceEse    eort  las  ríJismas  formalidades   y  .se- 

jCreto  que  se   ohseivá  erv  las  4e  todais  Jas. Sociedades  patriótica» 4e 

-jfos  cReynos  de   Eítropá* 

Acabada   lá  voíáGÍoíí   íé  f-Máfi    iiftá  .cotísiihía  =aí  ÉXgbio, 
Señor  Virrey   firmada  por  todos   loS   individuos  votantes,  aunqae  el 
-•dkt-ámen  de   alguno  no  ííübiese   pr€^>a!€cfdo,  -á  fin   de  que   íe    sir- 
^na  .iCf>tíü^ín&t   IñS  determinaciones  del  congreso*  Para   ello  .se   acom- 
pañarán  las  DiátíEaciüñes   miomas  desfinadas   para   loa   prenriios ;    las 
— ^e  se   irtíprimirán,  como  heñios    dicho,  siempre  .que  logfen  el.su- 
:.perior   beííepíácito.  Luego  íé   procederá   á  -conferir  los  .premios  se- 
•^Talados  ; -y   sí  ios   escritores    premiados    fuesen  dé  alguna  Prowrt- 
«ía -distante,  se  les  remítipán  ¿as  medallas    por  los  respectivos  cor» 
«ím  ÍÉbfes  de  todo  gásfo*  • 

Eníre   t-ánto  que  llega   la;  epocá  ^esfínaáa   á  4a  veriíícacíoni 

d<f  estas  felices  circiírtsfancía^y  síipÜGamos  al   Público  nos  dispénsela 

malmtú  ptoU-xída-d   con  qué   hemos  desnrenuzado   las  rJeas  de  er,ía 

.-propuesta:^  La  eíípetier?GÍa  nos  ha  enseñado  que    no  son  p^r  demás 

'.^%uák§^uietá  firieaudienc^s  ,  4U»nd»  ^se  -tsata  de-asomar  .algunas.ftS- 

fecíes 


-pecies  en  tono  de  promesa  para  lo  futuro.  Díginío  !ás  írtfírtítás  cafr 
tas  y  consultas  que  se  nos  han  dirigido  por  el  Despacho  y  por 
los  correos,  sobre  la  interpretacioa  del  Prospecto  que  precedió  á 
la  publicación  de  nuestra  obra.  Muchos  creyeron  que  en  toda  elía 
se  compendiaría  alguna  nueva  crónica  del  Perú,  solo  porque  pro- 
metimos tratar  algunos  puntos  históricos :  otros  se  figuraron  que  el 
Mercurio  debia  ser  el  extractador  y  publicador  de  unos  largos  tra- 
tados didácticos,  contraidos  ya  á  la  lógica,  ya  á  la  metafísica-, 
ya  á  las  artes  ,  ya  á  la  minería  ó  al  comercio.  Otros  en  fín  se 
persuadieron  que  cada  Papel  debia  rscopilar  todo  lo  que  se  pro- 
puso poc  argumento  universal  de  la  obra ,  cuyo  desempeño  ape- 
nas podrá  perfeccionarse  en  el  discurso  de  muchos  años.  No  sería 
ei:traño  que  se  llegase  á  pensar  con  iguales  paralogismos  sobre  las 
Disertaciones  que  solicitamos,  y   ios  premios  que   se  prometen.    . 

Nosotros  seremos  felices,  si  este  corto  estímulo  que  pro- 
ponemos al  talento  de  los  Peruanos  nos  proporciona  desfrutar  sus 
buenos  infiuxos.  Estamos  tnuy  distantes  de  creernos  unos  sabios  : 
solicitamos  aprender  al  rnismo  tiempo  que  deseamos  que  otros 
aprendan.  Lo  que  tznicaísiente  nos  infíania,  es  el  deseo  de  hac€r 
todo  lo  posible  para  servir  á^Ia  Patria,  y  merecer  algún  lugac 
en  su  gratitud.  Tal  vez  nuestros  débiles  esfuerzos  darán  margen 
á  que  Ciros  sugetos  provectos  y  opulentos  propongan  mejores  pre- 
jpios  para  ía  sabiduría  y  el  mérito  contraído  á  unos  objetos  mas 
interesantes.  Los  jóvenes  Amantes  de  Lima  han  dado  el  primer 
exemplar  5  y  se  persuaden  q^ie  no  se  mirará  como  despreciable  el 
asunto  escogido  de  procurar  el  mejotamiento  de  los  caminos  del 
Keyno ,  como  que  en  ellos  se  interesan  igualmente  las  comodida- 
des de  íqs  hombres,  y  la  seguridad  de  sus  vidas. 


CARTA    ESCRITA  4  LA  SOCIEDAD  ,  T   RESPUESTA    DE 

ellcí. 
tp  ^  Eñores  Académicos :  ya  que  Vms.  se  han  propuesto  el  ob« 
O  jeto  laudable  de  dar  á  conocer  el  País  en  que  viven,  de. 
»  hieran  aplicarse  mas  á  la  parte  delicada  de  sus  c*<ístumbres,  so- 
t>  bre  cuya  materia  ha  mucho  tiempo  que  está  callado  el  Mercu- 
9>  rio.  Los  escritos  de  Teofrastro,  y  de  Plutarco  son  mas  apre- 
f>  ciabie*  que  otras  obras  de  aquellos  siglos ,  porque  nos  dan  una 
f>   jdea  de   sus  modales  y   usos  los  mas  indiferentes, 

i>  En  esta  íníeligencia  suplico  á  Vms.  se  sirvan  contestar- 
fy  me  sobre  un  punto  de  mera  curiosidad,  pero  que  dice  relación 
f>>  coíi  la.  bj&toria.  civU  de  esta  Capital;  y     ds  su  Iuxd.    Quisiera 

te- 


A7- 
%>  -tener  ur.a  ic!ea  cabal  de  lo  que  viene  á  ser,  y  de  lo  que  se  com- 
9}  pone  aauello  que  en  esa  se  llama  Puchero  de  Flores.  Yo  vivo  en 
»r  esta  Serranía,  adonde  me  he  criado  sin  haber  todavia  visto  á 
9yLima,  sino  en  relaciones.  Por  estos  lugares  no  dexará  de  h»- 
«  ber  otros  que  se  hallen  en  la  misma  constitución  de  mi  igno- 
jí  rancia;  y  aun  los  que  hayan  estado  en  esa  metrópoli,  ó  sean 
Tí  hijos  suyos,  y  estén  ausentes,  se  alegrarán  de  ver  tratada  una  ma- 
?>  teria,  que  aunque  pequeña,  refresca  las  especies  y  la  memoria 
9>  de  la  Patria. 

»    Estimaré  á  Vms.  eíta  graciosa  correspondencia,  y  rogapt 
9>  réáDios  les  giáarde  muchos  años.  Patáz  y  Agosto  27.  1791. 

B.  L.   M.  de   Vms.         i 
.  Su  mas  atento  y    apasionado  servidos 

D....  D...  M....  L....  y  M.  ' 


CONTESTACIÓN  DE  LA  SOCIEDA  D. 

ÍLí  L  fondo  principal  de  />«c^ero  ie  Jlores  es  una  manzaníta  á| 
tamaño  de  la  nuez,  un  palillo,  uno  ó  dos  capulíes,  igual  número 
de  cerezas,  y  el  azahar  de  naranja  agria  ;  puesto  todo  sobre  una 
hoja  de  plátano  al  tamaño  del  quadro  de  una  octava  parte  del  plie- 
go del  papel ,  salpicadas  encima  las  flores  de  manzanilla,  del  ale- 
lí amarillo,  de  las  violetas,  la  aroma,  la  margarita  ,  sobre  lo  qual 
se  pone  una  rama  pequeña  de  albahaca  de  hoja  menuda,  llamada 
xnacisés  ;  otra  del  chocho,  que  trae  una  flor  entre  morada  y  blanca., 
tal  vez  una  vara  de  jacinto,  una  rama  de  junco,  cuyas  flores  son 
amarillas  entre  hojas  blancas,  y  una  frutilla  pequeña;  ( especie  de 
fresa,  pero  mayor):  todo  lo  que  roseado  con  una  agua  de  olor  or- 
dinaria nombrada  Agua-rica  ó  del  aguardiente  infusión  de  ámbar, 
vale  medio  real. 

Los  diversos  agregados,  como  la  naranjita  de  Quito,  el  al- 
raricoque,  las  m.anzanitas  ambareadas,  las  frutillas  grandes,  el  nís- 
pero, la  lúcuma  pequeña,  los  claveles  de  la  bella-union  ,  los  que  se 
ponen  al  uso  ,  las  marimonas  nuevas  ,  las  anémoras  minutisas,  los 
tulipanes  y  demás  flores  recientes  sobre  el  doble,  ó  el  triple  del  Puchero 
simple,  recrecen  el  precio  hasta  dos  ó  tres  pesos:  disminuyendo ,  6 
aumentando  el  valor  según  las  festividades,  ó  los  tiempos  de  las  fiestas. 
Añádese  al  aumento  del  valor  dicho  ,  el  precio  de  la  floc 
nombrada  artisma  ,  tan  arbitrario,   que  subs  desde    seis   reales    Hasta 

seis 


ÍÍ'!:i 


4#- 

stfi?,  y  siete  peiei%  ségra  los  tiempos,  é  la  pte^mmM  mso.  Hcf 
está  í-efcasrad-a  á  £ausa  éé  e.<?tar  en  ^jso  Jas  ,<^ne  hacen  ^tificiaies: 
Aávvttmnio,  que  janrias  en  todo  el  año  falta  el  Puchero  ,  variando 
soJamei?.!^  al  respecto  de  alguflas  flx)rés  extjuisitíiSj  g.ue  .á  faka  da 
inteligencia  no.  Sjg  faace-Ji   dar  en   todos  tiempos. 

Se  vencíe  ,es.te  |3iec¿so  aecesarí^imo  entre  eodas  las  clases  dte 
wtígerés^  en  i\n  ángulo  que  se  forma  freme  de  las  grad¿  4e  la 
Cátettrai,  ctímo  á.  cínemeata  pasos  de  distancia^  desde  ,<i<íí^e  vaa 
los  expeciadores,  ó  á  divertirse  en  los  lances  que  se  .pre-aenían,  ó- 
á-  estverar  los  q^  á  ellos  les  sigiaen. 

j^  £a  £alle  qü&  se  forma  jentre  las  mugeres  q.ue  vm^m  ísta 
especie,  se  divide  .fintrje  las  que  venden  por  mayor,  y  h&  .que  ven- 
den pdr  meíSíMr,  Las  primeras  tienen  la  espalda  g  la  Igiesia,  y  ven- 
den sobfé  él  suelo  una  é  dos  espeeies.  $oa  ^tas  las  hortelanas  6 
jardineras?  -.á  .cuya  frente  eistáíi  jas  q^e  componen  el  Puchero  sobre 
sus  mesas,  muy  serias,  y  al  misnio  tiempo    rnuy   cortesanas. 

Se  iiama  ,esta,  la  cnHe  del  ^^^Ugre,  Gonservaudo  la  memoria  de. 
Jos  funestos  efectos  que  causaba  en  otro  .tiempo  á  los  jnfelices  jóvenes 
aventureros  qué  caiag  ea  i:aanc/s  de  las  famosias  ti}:g^r!itass  qu^  hoy  ape- 
ras SQ  conccen  Qñ  el  estado  mas  miserable.  A  la  verdad  en  el  4ia  sale 
yá  ún  hombre  feástanífemerite  ayfoso,  déxando  sobre  la  mesa  dos  ó  qua- 
fff©  reales  á  persona  eonocrda,  que  no  «e  desdega  ele  tomarlos  en  se- 
co, CrímiSa  que  éa  aquel  tiets^po  feubisra  sido  imperdoriable  á  ambos. 
El  Pücbérd  ;é  lo  qué  corresponde  al  P&chero  sietnpíe  s.e  com- 
porte en  las  casas  para  serTÍr  de  regalo  docoéstico  y  fiívorito.  L^ 
íñá^darnás  pulcras  eseog'en  las  §ores -^  las  lira:píaa  de  aquellas  partí- 
cialás  sre«4sás  y  semias.l'es  qUe  pueden  manchar,  y  no  hielen,  ra- 
les como  el  extremo  amarillo  del  azahar^  cuyas  hojas  se  ambairea-n  , 
igualraénte  qiié  las  :^t  margarita,  la  manzana,  el  capoli,  el  nisperí», 
íá  frui'illá:  .f  roseado  jnuevarn&iií^  .can  agaas  tpas  finas  ,  se  intro- 
slücé  í)a?b  Je  u-n  vaso  át  cristal  ,  ,:,donde  se  agrega  jun  braceritd 
cbii  fuego  roseado  con  el  sahumerio  mas  fiKquisiío,  mesclado  con  di- 
versos aromáticos,  ^  fin  de  que  perfumadas  las  flores  se  .^aumente  su 
natural  .olor. 

Est^  .obr?i,  obra  preciosa,  se  distrihnyeientre  :I*s  rnad^pas  eco-» 
^omicarhénteí  cada  wna.  pon-ñ  su  partición  £^  el  seno,  y  de  aquí 
sk  és.  út  favorito  un  áaahar,  ó  un  pañitp  de  las  flores,  las  qu« 
laf  vez  reciben  masyator  de  la  ma so  hermosa  que  \a&  'repaf|e>  4u« 
ác  las  de  ia  tnlsma  naturaleza» 


♦      MERCURIO  PERUANO      I 

DEL  día  í2.  de  septiembre  DE  1791.  ^ 


PEREGRINACIÓN  POR  LOS    RÍOS  MARAÑO N    Y  UCATA^ 

U  a  los  Pueblos  de   Mama,    hecha  por   el   Padre  Predicador 

Apostólico  Fray  Narciso  Girbal  y  Barceló  en  el  año 

pasado  de   J790. 

l,lir,„^'","""  ^  ¡Inorar  las' tertües  llanadas  del  Sacramento,  po- 
bl.cando  la  peregrinación  ,ue  por  el  Mar<,ñon  y  Vcayali  executó 
hámulos  Pueblos  de  itf»,..,  el  Padre  Fray  Narciso  Giibalcü* 
de  C«mía™.  Siendo  ella   una  continuación  déla  del  Padre   Sobre- 

mrSrtn,?'"  ''"'"""  "'  "'«O'  ^  «■.alop.aréi.Lel^  - 
TeeonlÓ  rS  P  ""'""P"?,  ""'  "™  descripción  compendiosa  del 
da  nndL  .  1  °'  \"  "'"'"°  ='  P""""".  atendiendo  á  que  na- 
da podemos  adelantar  sobre  ios  excelentes  viages  y  cartas  hidroerá- 
«cas.enque  lo  han  delineado  Autores  dignos  del  L"or  apredoT.  ). 

».il  errore^  orilTdo  '  ''"""  ?'■'""  ^'  H^"-  -an'chada  \oÍ 
mi  errores,  originados   asi   por  el  escaso  conocimiento   de  los  oai- 

K»  que   riega    com.o   por  lis  parcialidades    é  intereses  de  ios  M 
Co"n;:L2"'de  "e'ü"  "''^'T'"-    '''""'"'  ""'^  '»"  «¡-pos' d!"  . 

(O   P.   Manuel  Rodríguez:  Samu,TFir27E^^¡:¡r^¡;^^^ 


JUejífTíe  preeminencia  el  Beni,  y  el  Apurí-cnac.  Pero  fívorecítío  el  fe^ 
guftdo  de  la  historia,  la  tradickm  y  la  fama,  deberemos  tambie^f 
línirle  nuestros  votos   (  2  ). 

Kace  et  Apucimae  del  páramo-  de  Coñd'oroina  en-,  fe  Pro- 
vincia d*  Tinta  á  los  16  grados  de.  latitud  meridional:  se  precipi^ 
ta  al  E.  acia  la  cordillera  de  Víicanóta,  y  tOTciendo  á  las  tre* 
leguas  de  curso  al  O.  coníiaua   separándola;  de    1»  Provincia    d« 

Chum- 


(  2  )  Parece  qxtQ  nosotros  podemos  terminar  la  disputa  g«ográ* 
ííca  sobre  quai  de  Iot  Ríos  que  componen  al  Marañan  es  su  ver» 
dadero'  tromof.  concediéndok  esta  prerrogativa  al  Ueayali.  Su  de- 
recho es  inconcuso,  i  :  porque  sus  fuentes  están  mucho  mas  dis- 
tantes que-  las  det  Tunguragaa  ó  Marañon-  ásl  Padre  Samuel  Fritz* 
a  :  porque  ei  Beni,  Paucartambo,  y  Apurí^iac  son  navegables  bax» 
de  una  latitud  en  ía  quai  aquel  aun  no  ba  nacido,  y.-  poique  el  Uc^ 
yali  no  cede  eii'la  cantidad  de  aguas^  por  eí  contrario  en  la  con- 
fluencia él  se  presenta  mas  ancho,  y  con  una  superioridad  qiie  ha- 
ce variar  da  rumbo  al  Marañon  ( Coianii  1.  c.  pap.  69  ).  4;  por- 
gue los  antiguos  Historiadores  del  Reyno,^  Acost.  (Histor.  Natuf, 
p;  i<Í4  Garcilaso  t.  r.  pag.  294.  Calancha  pag.  50,  Montalvo  Sot 
del  nuevo  murtdo'  pag.^  7  han  reconocido  por  verdadero'  Maraño» 
al  Apurimac,  ?:  por»iue  hasta  ei  año  de  1Ó87  no  tuvo  tal  nom- 
%re  el  que  Hoy  se'  llanta  Ucayaü,  sino  el  de  Apopara,  esto  es- G-rati» 
Paro,  de  donde  se  originó  el  de  Gran- Para,  que  se  le  da  igual- 
mente ai  Marañon,  ó  Amazonas.  En  el  referido  año  se  suscitó  un 
pleyto  entre  los  Franciscanos  de  Lima,-  y  Jesuítas  de  Quito  por  el 
Pueblo  y  Misiones  dé  San  Miguel  de  los  Coni-vos.  Pidió  la  Real 
Audiencia  se  le  presentasen  mtapas  para  sentenciar  con  acierto. 
Entonces  proyectó  el  Padre  Samuel  Fritz  el  que  se  imprimió  en 
Quito  año  de  1707,  en  que  al  Tunguragua  llaman  Marañon,.  y  2I 
Paro  U'cayali,  ó  Ücallaíe,  voz  que  significando  conHuencia  la  apli- 
caban los  Maynas  con  especialidad  á  la  del  Paro,  y  Tunguragua: 
y  de  aqui  el  error  del  Padre  Kritz.  Pbc  otra  discordia  seoiejanto 
eseguró  ei  Pidre  Acuña,  que  el  Ñapo  era  el  Marañon.  El  grai» 
crédito  que  los  Jestiicas  m^i-ecian  justamente  por  la  mayor  parte 
á  los  pritnerios  sabios  (Sarmiento  Demonstr.  t.  i.  §.  439  ,  458  , 
y  sig.  )  hi^o  que  todos  hayan  seguido  ciegamente  la  nomenclatura 
del  Padre  Fritz,  ni  se  ha  vaiiado  en  ei  Mapa  que  daréiBos  á  lu3 
f)or  no  inducir  confusioat 


ti' 

rtafflT>ib11cM.  Entra  P<"  1'  ««  AlmíMM  7  CofaVatribas  "'"bf""" 
ío  JnOo-  Lando  >l  R.  la  del  Cuzco  ,  «gue  por  la  d=  Aban- 
«/ieffeaUo  al  NE.  por  cuya    dirección    fbrn^a  ¿"^  ;"  «"¡ 
»/n  «n  arco    roe  recibe  tantos  raudales  por  uno  y  otro  lado.que 
1  invadeable.  Fixa«d»  el  rumbo  al   N.  Jos  leguas  n-a«  abano  del 
Tu  n.e  de^purimac.  ron,pe  la  Montana   de  los  A-les    c«r..do 
„o,  «mre   cerros    de  ttna  elevación  increíble,  y  qae  derraman  en 
S'cÓ?"astpL  A  los  r,  abados  .0  minutos  le  ^"t"  r-^'^»- 
el  rio'áe  Cocharcas,  6  Pampa,  que  descende  de  los  ates  de  Huan- 
cavelica    Continua  el  Apurimac  su  curso  recogiendo  las  vertiemei 
de  UÍ  Montafias  de  Guanta,  y    á  los  ,.  grados  y    .5    "7™ « 
Je  unt  por  el  !l.  el  rio  Qaillaba.nba,  Umbamba,  6  f  f  """J"' (  3¿  ^ 
wüda  el    .Lbre  ptitótivo  en  Enec  y  Taraba.  A  os   .a  grattos  í 
r^tofse  le  jun,^  por  el  O.    el  rio  de  ¡--/-Jl^'"  i"',  '^ 
eentilcs    Mantaro  {  4  V,   desde  donde  dirigiéndose    al   N  E.    a  1<« 
frÉalsy  .8  mini-^tó;  se  le  iacor,H>:a  el  Perene,  que  nacendo  a 
dos  leguas  de  Tar^r.a  parte  esta  villa,  y  recibe   vartos  desagües  d« 
la    rntriülpra  ds  Bombón,  y  Pasco. 

'*  De  Iclfluencia  d.rplrene  á  U  dd  Padñtea  ^-er^boc^n  « 
el  Apudmac  ^ua^enta  rios  opulentos,  entr.  los  quale»  ^obt.s^^n 
dosf  €l  primero  que  le  entra  por  el  E.  á  los  lo  grados  y  45  mi- 


(  3  )  QuilIabaíT.ba  nace  de  los  altos  de  Vücanota  a  los  15  gra- 
dos J  nínutos,  y  regando  con  un  copioso  caudal  de  aguas  que 
le  tr'butrn  tnucL  U  el  atncni.nr.o  valle  de  ^^-^^f^jj^* 
linderos  oriéntale,  de  Anaibambay  Vilcabamba,  entra  en  el  Apunmac, 

(4VEI  Mantaro  toma  su  origen  con  el  noiitóre   de  ^'"^  ^^  J^"*' 
,ca  en  las  Pampas    de  Bembón  de  la   laguna  Chtnchay cocha     que 
tfene    9   leg^^s^  de  largo,  y   .  y    ^  de  ancho,  a  los   .1    grados  y 
3  minuto..  Dirige  su   curso  al   Sur  entrando  e   por  el  ^-  j/^.^*^ 
ríos  rauáalcs:  después  de  haber  atravesado  ^^  ^^^l_f  ,^!,  >^*Í»  ^,f ' 
ce   al  E.  recibiendo  *ntre  -otros  ríos  á  3  leguas  del  Puente  de  iscu- 
chaca  un  í-aette  brazo  que  tea  ce   Huanca^.cHca.   Al  querer  rom- 
per la  Cordillera  de   Guanta  vuelve   sobre   su    origen,  y  fo^mj     a 
Península  nombrada  TalUcaxa.  Restaurando  su  dirección  al  B.  sigue 
fcasta  su  embocadura.  Equivocóse  el  Doctor  D.  Coprne  Bueno  en  ase- 
gurar en  ia    Descripción  de   ^^uxa  que  el    rio  mencionafio  llamado 
También  Parí,  e^a  el   que   se  cieyó   antiguamente  origen  ¿el  Mara- 
-Con.   Es   intolerable  el  desbarro|d€l   Analista    Kerrer?.,  quien  lo  jux- 
gójorígen  del  Ríq   de  la  Plata,   l.    3-  Decad.   s-  i»  4'  ^'  ^°' 


y.  hace  variar  la  direcc  on  Ti    NO    /=        ^'"J" '°,""'"'"  «"»». 
Paro,  y  contrnuando  el  rumbo  anterior  á  los  8   gZosy'°6    ^ 


■íiMiq 


ñutos 


porque  seaun  la,   B.w  j      ,  Seguírnosla  opinión  afirmativas. 

f  la^menTfTa  del  fit^-^^^t  t      HT^ÍsJT^"^"'  ""«• 
líos  paises  el  Padre  Frav  lvr;,„,Li   n-  ?  ,       ''™  por  aque, 

porlo^s    Indios,  ,d"nu;:íadfr¡r'v¡e'f  3':  íol    ls"daí"r    '^'" 
tF.esta's  calidaTes  sino "T  Paucartat^br  o\"'  ,T  ""'  '""="- 

embocase  por  el  AouHrn.í^  ^°'  el   Paucartambo,  si  este  d«. 

Beni  por  alain  braio  i.  íü  P"mero  ,  y  luego  pudo  pasar  al 
do  este  rio^í  t    r    °=  ™"'""'""on,  á  por  tierra;  pues  nacien- 

bo  al'o  riem/dé  la  'de'l  T '""'"''  ""l'"  ^'""'""^  "'    Paucarmm* 

que  quando  dob  a  al  N  paía'^'ntur  en'eT';  '''  "~  *''^  ''  ^• 
tanto  al  Beni,  que  en  sus  rótw'^  ,  Ap'>'™ac,  se  aproxima 
pació  que  hemorreferido   ~"^""='^»  ^"'o  ^«  «""£">■>=  el  corto  es- 

.1  aeLfrme""eTrd^el!'tde""  '"'"'"  '"%"  ^="' J"""  "" 
«fion  el  not™  ^:  V\v^?i^"ll=  XeUr^el'rtíenV'se^ 

Se'sr,r¿rnda'''de"s"'"'  "^^  ''T^^  déíSi'itrr. 

«ud.  Corre  de  S    i    N  ?""  "'"  ^^^  S'^^"   '9  ¿'  lati- 

ni    ' 


ÉÜMi 


«utosi-  se  engruesa  mn  las  aguas  dd  Pachitéa  (7)7  toffia  él  nom- 
hreiúe  Ucayall.  Declinando  en  su  curso  de  N.  á  N  E.  por  la 
libera  occidental  por  donde  le  entró  el  Pachitéa  le  tributan  el 
Aguaitia  á  los  7  grados  55  minutos;  el  Mama,  ó  Cuxhiabatay  á 
los  7  ;  el  Sarayacu  á  los  6  y  45  ;  el  Tapichi  y  Cano  Pocati,  que 
■e  comunica  con  el  Marañon  enfrente  de  San  Regis ,  á  los  j.  He- 
cho ya  un  piélago  que  ocupa  un  terreno  de  tres  leguas,  se  divi- 
de en  tres  brazos,  y  encuentra  finalmente  con  el  Marañon  á  loa 
4,  y  25  minutos  haciéndole  variar  de  rumbo  en  señal  de  superioridaá. 
Próximo  á  esta  célebre  conñuencia  se  halla  situado  el 
Pueblo  de  Omaguas,  desde  el  qual  hasta  el  de  la  Laguna  pueden 
computarse  cerca  de  70  leguas  de  navegación  por  el  Marañon  y 
Huallaga,  no  existiendo  en  todo  el  referido  tránsito  otros  Puebloí 
que  el  de  Urarinas,  y  San  Regis.  El  Padre  Girbai  teniendo  ya  dis- 
puesto quanto  era  necesario  á  su  peregrinación,  quatro  dias  des- 
pués del  regreso  del  Padre  Sobreviela  (  8  )  ,  que  fue  el  30  de 
Agosto,  se  embarcó  en  la  laguna  de  la  gran  Cocuma,  y  aportó  á 
Omaguas  el  6  de  Septiembre  habiendo  hecho  un  día  de  mansión 
en  Urarinas,   y   otro  en   San  Regis,  y  vístose  en   la   precisión   de 

inter- 


ra  el  oriente  que  entra  en  un  gran  lago  nombrado  Roguaguado,  que 
tiene  mas  de  10  leguas  E.  O.  y  5  N.  S.  De  este  "lago  por  el  E. 
sale  un  brazo  que  va  al  Mamoré,  y  por  el  N.  arroja  tres  nom- 
brados Yata  primero  el  mas  occidental,  Tamayaquibo  el  de  en  me- 
dio, y  Yata  segundo  el  oriental.  Siguiendo  estos  un  curso  nordestal 
son  sjn  duda  los  rios  Yutay,  Tefe,  y  Coari,  que  desembocan  en  el 
Marañon  después  del  Ucayali  (  vide  Condam.  1.  c.  pag,  94).  El  Be- 
fli,  dado  aquel  brazo,  sigue  hasta  incorporarse  coa  el  Apurimac,en 
donde  entra  con  media  legua  de  boca,  y  nombre  de  Paro.  Aquel- 
la comunicación,  pues,  ha  producido  !os  equívocos  de  nuestros  Geó- 
grafos acerca  del  Beni  ,  quien  con  fundamento  se  reputa  el  tronc» 
principal  de  quantos  componen  al  Marañon  por  el  citado  Padre  Ro- 
dríguez  Tena. 

(7  )  El  Pachitéa  nace  á  les  10  grados  46  minutos  en.  el  fuer-^ 
te  llamado  Quiparacra:  corre  al  E.  y  tuerce  después  al  N.  for- 
mando el  no  Pozuzo:  sigue  el  propio  rumbo  por  algún  espacio  y 
luego  recupera  el  primero  hasta  la  confluencia  y  embarcadero 
del  Mayrs.  Con  este  rio  y  el  Piechis  que  se  le  une  mas  abaxo 
tudve  -al  N.    y  entra  en  el  Paro. 

(  8  )  Mere.  Per.   t.   2.  p.    «42. 


ínter rumpií'  el  víag«  por  aígunts  Tioras  i  causa  Je  las  tempestades 
^ue  swelen  levantar   los   vientos  en  las  aguas  del  Marañon.  Qaan- 
do  en  su  curato  de  Cumbasa  se  asoció  al  Padre  Sobteviela,  diez 
(de  sus  subditos  se  empeñaron   en   acompañarlo   con   la    firme  pro- 
testa  de  correr  con   él  el  último   riesíjo   (  9  ):  pero  i   pesar   de  es- 
ta fidelidad  conoció  el  Padre  Fray  Narciso,  que    aventurarse   coa 
ellos    por    el    Ucctyali  era    exponerse   á  un   peligro   maniñesto.   Se 
íjallaban  fatigados   de   un  viage   tari    dilatado  ,   les    era  ingrato   el 
clima,  y  no  tenían  conocimiento  de  la   nueya   ruta   que   se   debia 
íeguir.   Por  estas  razones  los    forzó  á  qiu    regresasen  á    su  patria, 
privándose  del  dulce   consuelo  de  contar   en  sus  trabajos   coa  unos 
.fitnigos  fieles  y  compasivos  hasta  el  extremo.   En  su  lugar  se  re- 
pusieron  catorce  Gmagueses  robustos,  y   diestros    bogadores  con  los 
qua! es  surcó,  el  dia  doce  en  dos  canoas  al  Marañon  en  busca  de 
k   boca  del    Ucaysli,  y  el  trece   bizo   noche   en   ella,  ^  ^ 

Ya  empeziiba  la  Aurora  del  dia  catorce  de  Septiembre  a 
esclarecer  las  florestas  dilatadas  y  sombrias  que  riega  el  antiguo  y 
opulento  Paro,  quando  la  vista  de  aquella  inmensa  soledad  recor- 
dó al  Padre  Fray  Narciso  la  escena  trágica  de  catorce  hermanos 
sacrificados  á  la  muerte  por  aquellos  mismos  bárbaro;  á  quienes  el 
buscaba.  Opriniido  de  esta  idea  funesta ,  y  del  ningún  fru- 
to que  había  producido  tanta  sangre  inocente  dirigía  sus  clamor 
tes  al  Cielo  desde  lo  mas  íntimo  del  corazón  »?  no  para  que  lo  li- 
>í  brase  de  los  írabajos,  hambre,  sed,  y  las  demás  miserias  que  po» 
9f  dian  sobrevenirle  hasta  el  término  de  morir  ^  sino  para  que  derra- 
»>  mase  sobre  su  alma  ua  rayo  de  aquella  divina  luz  únicamente 
t*  capaz  de  fomenta^r  y  acalorar  en  su  pecho  la  caridad  necesaria. 
»>  para  catequizar,  reducir,  y  convertir  la  porción  de  infieles  sepul- 
t*  tados  en  las  negras  sombras  del  gentilismo  j*.  Fiado  en  la  protección 
del  Cielo  , que  imploraba  coa  las  humildes  y  fervorosas  deprecaciune» 
que  hemis  referido,  pfiaeiijió  i  luchar  centra  las  corrientes  dal 
fio  mencionado.  Á  proporción  que  las  vencía  internan  lose  p,>r  su* 
grandes  giroi,  admirabí  la?  espaciosas  orillas  :  iiiiicios  claros  de  1* 
*  gran 


(  9  )  La  generosa  firmeza  de  estos  indios  puede  deducirse  de  lo 
^ue  practicaren  en  el  Putblo  de  la  gran  Cocama:  creyendo  que 
Ibsn  á  perí-'cer  á  ir.anos  de  los  gcntüts  se  dispusieron  pava  tnorit 
ípn  tcdss  las  diligencias  d.?  un  rstólice  :  hicitron  testamento,  y 
volvieron  el  rosno  á  dar  el  último  á  Dios  al  httiizoüte  de  su  P*- 
üu  sin  rcostrar  la  meaor  alteración. 


H 


yW" 


gran  cantidad    <?e  agua»  con  qtie  inundan  las  llanadas  del  Sacra- 
mento  en  el   tiempo   de  sm  crecientes.  Iguaiov-nte  atraían  su  acen- 
cton   entre   la    multitud  de  peces  ,  anfibios    y  quadrúpecios   que  l« 
ofrecían  á  la  vista  el  audaz  Cay  man,  y  el  Tigre  atrevido  é  industrio- 
so. Es  menester   observar   contriuiamente  á   los   primeros,  porque  se 
arrojan  sin   temor  á    las  canoas.    Los  segundos  son  los   únicos  que 
osan   acometer   á   esos  feroces   anfibios,  y  que   imitando  al^  hombí© 
en   la  pesca  de  las  tortugas  hacen    provisión  para  muchos  días  (  lo). 
Entretenido    por  una   parte    en  la    co^ntemplacion  del   vario  y   ad- 
mirable espectáculo  de   la  naturaleza,  y    molestado  por  la  otra  de 
los   insectos ,  calor  de  la  región  ,  burr.edad  y    desabrigo^  de  los  lu- 
gares en  que  pasaba  las  noches,   avanzó  hasta  el  2  5   de  Septiembre, 
sin  tropezar  en  todo  el  cauce    del  Ucayali   con  el   menor   escolio 
que  detuviese  la    navegación. 

Al  rayar  el  alba  del  dia  16  continuó  su  peregrinación  el 
Padre  Girbal  sobresaltado  con  la  proximidad  de  los  gentiles ,  cu- 
yos rastros  se  multiplicaban  por  momentos.  Fluctuaba  entre  el  te- 
mor y  la  confianza,  sin  poder  adivinar  el  éxito  del  primer  encuen- 
tro. No.  tardó  en  manifestarselev  pues  á  las  ocho  de  la  mañana  s« 
apareció  por  la  proa  una  flotilla  de  diez  y  nueve  canoas  que  fa-* 
Vorecida  del  remo  y  las  corrientes  descendía  con  velocidad  excitan- 
do en  el  ayre  un  fuerte  ruido  la  algazara  qiae  movieron  los  In- 
dios al  descubrir  las  dos  Canoas  que  subian.  El  sonido  de  la  cor- 
neta anuncia  en  iguales  la-nces  la  paz  entre  aquellos  bárbaros,  que 
la  admiten,  reíor.",ándolo;  siendo  el  silencio  quien  declara  la  guerra. 
Mandó  Fray  Narciso  á  sus  peones  que  tocasen  las  suyas,  á  las 
que  correspondieron  inmedlaíaoicnte   las  bóbotas  (  1 1  )  de  los  gen* 

tiles. 


(10)  Los  tigres  aseclian  á  ios  Caymanes  en  las  Playas  del  Í7¿^^ 
yaH'y  y  de  que  los  tienen  á  tiro  de  un  salto  Iss  entierran  las  una* 
en  los  ojos  ,  por  no  permitirlo  en  otra  parte  la  dureza  de  su» 
tegumentos.  El  Cayman  luego  que  se  siente  herido  arrastra  al  ti- 
gre, y  se  ínete  en  el  agua  donde  perece  este  valiente  qnadrúpedo 
por'  no  largar  la  presa.  Á  las  Tortugas  ia^  vuelven  patas  arriba 
para  que  no  puedan  huir,^  y  luego  van  cargando  y  comiendo  po- 
ro á  poco.  Las  Tortugas  boca  arriba  suelen  vivir  20  ©  30  días, 
J,os  Indios  practican  lo  mismo. 

(  XI  )  Las  bóbotas  figuran  una  fiauta  travesera,  hactnlas  de  lo» 
gruesos  cañutos  que  fcay  en  la  Moatañ* ;  «u  sonido  es  bronco  y 
espantoso. 


tiles.  Asegurados  mutuamente  siboMárón  iríferponíenáb-el  Híiíceíf^ 
tu  o  de  amigo  y  sarpando  en  la  orilla  mas  cercana  saltaron  t(¿' 
dos  rojeando  a  Padre  G.rba!,  y  ofreciéndole  sus  brazos  y  sus  pá^' 
bre.  viandas.  No  contentos  coa  el  informe  de  los  ojos  le  tocaba^, 
con  las  manos  todas  las  facciones  del  rostro,  en  especial  Jas  mn^' 
geresque  venían  en  aquella  comitiv^a.  Semejante  acción  parece  ser' 
un  movimiento  mecánico  que  inspiran  la  admiración  y  el  goíd.'' 
Tocada  nuestra  alma  de  estas  dos  pasiones  á  la  presencia  di  u¿ 
objeto  raro,  o  querido,  duda  de  su  posesión  juzgándola  ilusión  de 
los  OJOS,   y  apela   al   informe  del  tacto  que  reunid^o  al  pr  mer  se^! 

tf!::::j  (^rrr "'""  ^"^  '''"^"^  ^^^  ^-^^^'^^  -^^^^  '^ 

comandad^^nr^ci^^t^r  /^^^^^  <^^  ^ 
gunas  mantas  y  resinas    con  el  fin  de  cangeartfs  s    les  foese  pol 

qt^rma:Teer,"  ''  ^''"^^^'  If  T'  ''^"^  ¿nta  „S:"/ad: 
que  las  mas  veces  les  cuesta  una  hacha  una  canoa  en  que  han 
consumido  muchísimos  dias  de  trabajo  (  13  ).  ^ 

Ti  -„ ^^  cominuuará 

{12)  A   senñhuí  es  se  ereatam  *"  ',  v' 

notkiam   veri,  nequs  sensus  posse  refelli.  Lucr    Lib    a 

da  de  una  DÍeía    Si.n  ,      !  '  ^u     .  '  ^  7  Quartas  de  ancho,  to- 

do  d  b«,ne,  j  ra4andl"'cr-cal  ;fdr;etfareT"ar„'''™"- 
do  por  el  plan  y  costados  solo  quedan  de  ,  es  ál«rn  .í'^''  T 
grueso  llenan  de  aeua  el   tmnro  rA„.T  ?  "™  ^'"¡"^  ie 

hojas  de  patea  seca?r/onren\'„°re™' JnrÁ'"?  ^'""^^'' 
Clon  se  va  dilatando  la  anchura  del  hS.  t,  ^'^  "P"*' 

do  de  trecho  en  trecho  atrav'año^  de  ladea  fí  mV'''oue°"'"r 
h  reunión.  La  popa  la  hacen  n„o^.,^  niaaera  tirme  ,  que  impida 
punta  piramidal.  Q^adrada,  y  la  pioa  representa  una 

NOTA. 
«  ««utna, //<,r  muy  c.n>rída.  csf^ck  d^Tu^J^T        '^''"  ^'"' 


Fol.^7« 


i      SÍERCmiO  PER3LJANO     g 


* 

^ 


©^EL  DIAsj.  DE  SEPTIEMBRE  DE  1^79^. 


CONTINÚA  LA  P^RFGRmACION    PGR    LOS  «RÍOS  WJfcí- 

ro«on  y   Ucayali  á   los  Pueb.as.de    Mama,    hecha   por  el '^Pa^; 
dre  .Predicador   Apostólico  Fr.  .Narciso  Girhal   y  "BarcClé 
,en  el  año  pasaclo  de    1790. 


'Gnducian    -ervtre  ítis    eíckyos  vz^\m    ée  4a  «ación  'Mayortthiil 

Kfüe  habita  "las  cabeceras  del  rio  Tapichi.  Llamánse  por  otro  norh- 
bre  hsrbudoT  ^OK    tener    la    banba  cerrada   como   ios -Españoles.  .Se 

'Crffe  áescienden  de  ;los  soldados  que  se  derramaron  -por  aquellas 
selvas,  quando  el  ,f tentado  de  Diego  Lope  de  Aguirre  t:on  el  Ga- 
mitan Pedro  de.Grs.ua.  ;Es  extrañísimo  el  piodocton  que  se  las  qui- 
tan, y  deberá  5,er  ;tawfciten  muy  doloroso.  Tornan  dos  conchas  de 
ique  se  sirven  cornos;  fueran  tenazas^  y  <pa<;ándola5  con  píecipitia- 
cion   van    arrancando    pelo  por  pelo,  y  haciendo  tales^   guiñadas    y 

■^vtságes  coo  las  narices',  ojos  y  postro  ,  4*4^  "^^^^^^  ^  ''^*  al  mis- 
itno  tiempp  que  á  compasión.  Parece  que  los  antiguos  rooradorej 
det  Perú  tenían  igual  costun^bre  para  librarse  Ue  sus  pecas  bafbasj 
pues  en  nuestro  M.us^9  .exísíeíi  .u,nas  ;e naditas  de  plata  encontra- 
'¿as  jen  sus  huacas,  ^qué  se^un  la  tradicioii  4e  sps  4escej>djejite5  ser- 

'irian  .al  de.stjno  mencionad.o. 

'    ■  Habiejido  el   Padre  Cirbal  comido  , con  el  Cacique  7  prin- 

cipales Gonivos,   hallado  su  coraron    dispuesto,   y   aun     ansioso    de 

■  PoctriíTj£íO,  y  hechóles  algunos  riégalos,  ¿se  sepa-ró  lleno  ^t  ,gozo  j3k- 
ia  segj^i/  su  via^e,  £1  5,0  reparó  al  ^-  una  cordillera  que  cor- 
'tapdo 'por  el  S  E.  ,y'N,p.  %ura;ba  la  que  fo raía  .el  pí?n guillo  del 
tíuaUag$.  Aungue  Ja  conversación  4®  ^^^  .Conivos  io  faaiáafí  ale^- 
íad^j'y  heclíp  varjar  la  jdea  de  afiuellos  bar  bajos,  considerando  rla> 
ctótarvte  que  jgl  llegar  jíiteropestivaniente  á  sus  Pueblos  poáí» 
aiatmafflos,  ¿izo  áe  adelantase  ^una  cahoá  .que  ansüCJií^   Wí  arritWp 


5»' 

El  2  de  Octubre  participó  esta,  qiie  habiendo  desempS^acío  su  co- 
misión con  dos  vecinos  de  Sarayacu,  preguntaron  si  venían  escol- 
tados de  soldados:  cerciorados  de  que  nó,  prometieron  dar  partea 
su  Pueblo.  En  esta  contestación  avistaron  una  canoa  con  dos  hom- 
bres, á  quienes  haciendo  señales  de  amistad  se  acercaron  con  de- 
mostraciones de  placer.  Fueron  ellas  suficientes  para  que  nuestro 
Peregrino  no  recelase  el  proseguir  en  demanda  del  Pueblo  antes 
de  la  repuesta  que  esperaba.  Ordenóles  guiasen  á  él ,  y  desem- 
bocando al  O.^  por  un  grueso  cano  de  agua,  bogaron  contra  sus 
corrientes  ,  y  á  la  legua  encontraron  algunas  canoas  que  cargadas 
de  comestibles  salian  á  recibirlos.  Después  de  muchas  muestras  dé 
ternura  y  sinceridad  continuaron    reunidos  surcando  el  caño  hasta 

.  una  laguna  que  á  dos  leguas  de  distancia  le  daba  origen.  Sal- 
taron á  su  ribera  donde  está  fundada  esta  primera  y  pequeña  po- 
blación de  Sarayacu,  circundada  de  bosques  á  Sn  de  espiar,  y  de- 
fenderse de  los  piratas  que  del  Paro  ,  Ene,  y  Perene  &c.  corren 
el  Ucayali  robando  á  sus  habitantes.  El  recibimiento  fue  con  todo 
el  esplendor  que  pudieron  manifestar  los  infelices  Parios:  alternan- 
do ei  canto,  la  zampona,  y  el  tambor  con  las  danzas  y  clamores 
del  regocijo,  rodearon  al  Padre  Girbal,  y  lo  conduxeron  á  la  casa 
AqI    Curaca  ,  endonde    lejos  de    encontrarse   por  adorno  los   tro- 

.  feos  de  la  muerte  ,  solo  habia  una  especie  de  docel  formado  de 
sus  mas  preciosas  mantas  para  que  sirviese  de  asiento  al  nuevo 
huésped.  Postrados  á  sus  plantas,  fixaban  el  sentido  y  la  atención 
para  percibir  por  las  demostraciones  y  el  interprete  los  deseos  de 
un  hombre  que  respetaban  como  á   un  oráculo   del  Cielo. 

He  aqui  un  momento  en  que  nuestro  corazón  se  enter- 
Jiecfr  hasta  el  extremo.  ¿  Como  se  componen  los  sangrientos  y  bár- 
baros retratos  del  desgraciado  Paño  con  estos  rasgos  de  sencillez 
y  humanidad  ?  ¿  Y  porqué  siendo  ellos  parientes,  y  antiguos  alia- 
dos de  los  Omaguas,  y  Cocamas  de  los  Pueblos  christianos :  por- 
qué necesitando  absolutamente  de  estos  para  que  les  provean  de 
herramientas  de  labranza,  sin  las  que  difícilmente  subsisten  (  14  ): 

porqué 
'■  _______ 

(  14)  Toda  la  Montaña  está  ocupada  de  árboles  corpulentos,  y 

los  Indios  para  sembrar  necesitan  abatirlos^  y  como  sus  hachas,  por 

mas  que  las   afilen,  no    hacen  sino    magullar  los    troncos,   emplean 

dos  meses  lunares  para  derribar  un  arbolólo  que  podia  executar- 

se  en  un  par  de  horas  con    una  de    hiírro.  Así  padecen    inSnito 

j^ra  kbrac  un  pequeño  espacio  de  tierra* 


■MÉÜi 


^ 


porque,  preguntamos,  áespues  de  tantos  afro*  áe  reducicías  las   na- 
ciones de  los   Maynas,  con  tan  bellas   disposiciones    de   los  Panos,  ^ 
con  medios  tan  ventajosos  como  ofrece  el    comercie  (  i ;  )  ^   ^^®   •• 
la   misma  vida  los  obligaba,  lejos  de  haber  sido  reunidos  á   formac 
una  grey,  han  llegado  por  el  contrario  ala  dura  necesidad  de  te- 
merse y  reputarse    enemigos?  ün    rústico  pastor  que    penetró    las 
montanas   de  Caxamarquilla,   pudo     atraer    todos   los    Indios     por 
allí  dispersos  á    la    Religión    y  al  Estado,    facilitándoles    un   co* 
mercio   mutuo  y   pacífico  que  les  hizo  conocer   la    santidad  de   la 
primera,  y   las  ventajas  del  segundo,    de  tai  modo  que  siempre   fíe-  . 
les  (  i6  )   no  los  han  ofendido  ni  en  los  grandes  alborotos  del  cer- 
ío  de  ia  Sal,  y  gran  Pajonal ,  y  .  . .  ^       , 

"  Dexemos  inquirir  las  causas  de  un  fenómeno  tan  extraño  a 
los  que  han  nacido  para  gobernar  el  mundo  ,  y  disponer  de  U 
suerte  de  sus  moradores.  Su  genio  divinamente  ilustrado  es  como  un 
fuego  que  levantándose  del  polo,  corre  con  una  celeridad  que  no 
alcanza  la  vista,  á  colocarse  en  el  centro  de  la  esfera  ,  é  ilumi-  , 
na  en  un  instante  hasta  los  átomos  que  ocultaba  el  negro  velo  de 
la  noche.  Nosotros  por  el  contrario  figuramos  en  nuestros  alcan- 
ces aquellos  débiles  crespúsculos  que  dividen  los  imperios  de  la 
luz  ,  y  las  tinieblas  ^  con  los  que  apenas  pueden  registrarse  los 
cuerpos  mayores,  y  aun  necesitamos  el  auxilio  del  tacto  para  no 
engañarnos.  Volvamos  á  nuestra  historia. 

Quatro  días  estuvo  ei  Padre   Girbal  con  los    Panos  mo- 
radores 


(  15  )   Entonces   sí  que  mirando  desde  la  alta   cumbre    de    la   im- 
parcialidad los  hermosos  paises  donde  florecen  las    ciencias  y  artes  ^ 
ocupados  en  otro  tiempo  por  la  barbarie,  se  puede  preguntar:  i  Quien 
ha  abierto  esos   canales  ?   g  Quien  ha   cegado    esos  pantanos  ?  ¿  Qwen 
há  fundado   esas  Ciudades  ?  T  responderán  los   hombres    sensatos :    el 
Comercio  . . .  En  efecto    los  Pueblos,  que  han  civilizado  los   oíros,  han 
sido  comerciantes.  Hisíar.   Politic.  de  los  establee.  ultram.X.  i.p.  3. 
En  la  pag.    241.  del  tom'.  2.   del   Mere,   nombramos  con   elogio  al 
Presidente  de    las  Misiones  de   los   Maynas  Don  Pedro  Valverde,  y 
al  Gobernador  de  ellas  Don   Francisco  Requena.  Volvemos  aquí  á' 
executarlo;  al  primero,  por   haber   roto  la   barrera    que  separaba  al 
Christiano  del  Infiel,  y  esforzádose  á  quererlos  amistar;  al  segundo, 
porque  en  el  informe  que  citamo?,   propone   se  abra,  y  franquee  el- 
comercio   de  unas   raciones  con  otras. 
(16)  Mercurio  Peruano  U   s.  pag.  140, 


bu^^dé  Ids  qué  háfaitart   la^  ofiUas  détí-rlo   Sárkyacu.   De^n^- 
^l-lfcayak   poi^  d   iilismo  canal-  qiíe  siirtó'á   la  erttradá,  y'remt^" 
ddxontrz'süs  cótmmrdéssrtibücó   el   6'^M  4  de^  la  tarde   nér' 
el -Sarayacu,^  y  á   la  legtíá^dé-navégacioTí  tocó  en  el"  Puerto:  Ldi'- 
tí^-barayacu   que  pof  um  eqmvac2iCÍofí' ti&  habían   sido  noticiad^*'' 
de*;semejánté   arribo,  ^se  pusieron    irrmediáiameht^  sobre  las  ármas-^^ 
pem-reconot^ndo  s?r  una  comitiva  pacífica  cornahdadá  por  un  Frayi  ' 
^Z^^^  ^^^^^^^<^'^tv  trocaron  los  intruméntos  dé  guerra    por    Jor- 
vffrdes-famós  de  la  pató-  y  rodeándolo  con  mil  irtdlios   de '  caríñi^^ 
lo  conteron  a  la-  casa  da   la  Cuíacá.  Distinguíase  esta  del  res^" 
tq  en   las   demostraciones,  y  en  la  honestidad  del  trage,  pues  fíeiíi"" 
I^  ?   fá    una  monja.   Ei'a  'aqudiá  An^  Rosa  de  quien  habia- 
mbs  en^  el    M^rr^t»  '51  ,  que  traida   por    los     Padres    á  Lima  ^er¿"' 
*Í^^P."^^;«^¿?"^    ^í'^ió    algunos    meses    en -él  Beaterío  de  Sáni - 
t^Rosa  de'  Viterbo.  Conservaba-  un   tiefnisimd  afecto'  á  la  religiárí''' 
cfrhstiána'    procurando  observar' sus  máximas  en  qiiañto  le  era   no,  " 
siife--Lan1e"ntaba  la  tragedia  de  ios  Misioneros  sucedida  el  año  de^*' 
^Adela-que  hacia- autores  á  los  Chípeos,  cuyo  atéritentado   ref4^" 
m  haber  sido  vengado  por  los  de  su  nación,  qué    por    esta  caui"  " 
sa^ies^  dieron  un  combate  saíígriento,  y  los^derrotáron.    Igualmente'' 
aíéguraba  que  en-  la  entrada   del  Padre'  Fray  Manuel  Gil  bor  PozZ'^ 
»9  le  salieron  al  encuentro,  lo  libéVtafón  de  los  bárbaros  que  no  ¡a*'» 
dexaban  transitar,  y  suplicaron  á  Fray  Francisco  de  S.  Toseph  í  ir,\ 
se   quedase  con  ellos:  que   habiéndoles  prometido  regresar  subieron 
tres  veranos  consecutivos  á  la  confluencia    del"  Pachitea  y  Ucayalf" 
y   ba-xaron   otros   tantos  aF  Mátañon    con  el  fin   de  esperarla.  Lis 
relaciones,  compostura,  y  deseos  de    Ana  Rosa    consolaron    muchl^^ 
ai  Padre  Girbal.   Y  para  no  perder  disposición  tan   favorable,  vieti I' 
do  que   el  descenso  desde   Lamas   por  el  Hualíaga  y    Maranon     r  * 
subida  por  el  Ucayali,  era  un  rodeo  muy  dilatado,  meditó  atrave- 
sar la  Pampa  del  Sacramento;  pues  según  relación  de  ios   genti-'' 
les    quienes  se  ofrecían   á  acompañarlo,    podía   salirse    z\  HuatlaE^^ 
enfrente  de  Curiibása.;  El  proyecto 'verificado   ofrecik   mil  ventajfs 
no  sok)  por   el  "ahorro  de  camii^o,   sino  también  porque  viendo  l«í- 
^  Pa- 


^.il^}A        ^"«"«^'^^^^  P^^^é  escapó  deí  estragó  de  Mah¿>^,por  ha-' 
btí-é  saMo  unos- quanros' días  ^ánres  que  sucediera,  á  dar  cuenta  á 
sus  Prelados,   y  así  acompañó  álPadre  Gil   en  su  entrada  al  so.' 
coxxoík  Mama,  Mer cufio 'Pemhot,  a.  pa^.    144 


AUttÜil 


PáWOT  eTbueh  te|imen  de  Tarapoto  y  Cumcasa,  $€  aHcionanau  á^- 
!aV«^d$. civil,    Goq.    semejante    designio  despidió,  á   .los    Omagueses'  . 
retéáféíiáo ;d^  5ü' aihtígua  comitiva  solo  .at  muchacho  interpretei_y.se. 
abancjQíaóá  la  dirección  de  ios  bárbaros  fiaáo' en    la    Providencia  \ 

divinar  '  ''  I    ':'."'    '\    

El  día  íi   «e  principió  , la  arriesgada"  empresadé  pásár  á  C'mhba- 
sa.,.  Escoltaban   al    Padre  Global"  cinco  canoa?  de. Panos  y  Conlvos, 
corí  los  qué   baxó  por  el  Sarayacu  alT/cííYíí/z  en  busca' del  rio  Míi- .  , 
iíOi^...Á'Ia  legua,  y  media  de  navegación  del   segundo,  tocaron^. en  un 
PqejBlo  de,  Coniyos  situado  en  la   ribera  occidental ,   Éildonde  hi-.,.j' 
cieron  nocbe  por  haberse  levantado  un    furioso  uracan.   El  12   sir -', 
gUíi^í  la' fiategación,  y  al  acercarse  el  sol  á  su'  ocaso' se  . arrímia-.  .' 
ron  las  canoas  á  la  orilla  del  Ueayalj,   para  pasar  la  ñbthe   en  ui>á.,\ 
casja  de  catnpo  que    allí  se  veia    rodela    de    muchos    sembrío?.    Era 
•le  uno,  de  ios  principales  Panos   que.  acompañaba  al' referido    Pa-,  , 
dre.    En  medio  de  la  sala  radyox  habia  un    asiento"  elevado  repre-^ ;[  ' 
sentando  uritirono,  en  que  hicieron  ,  subir   y  descansar    al    huespeíl,  !^ 
Dándose  el  dia   13  al   remo,  encontraron, una  Isla  habitada  de .Qo.-  y 
niyos,  y   utí.póco    mas  arriba  las   ruinas   del    Pueblo    en   que  vi-.  ,' 
vian   los  dé  Sárayacu  en  tiempo  de  los  Misioneros  ,  en    cuyas  in-  .' 
mediaciones    se  líÍ2o   noche  á  causa  de  un  fuerte  aguacero.  El    14 
se^instauró  bien  temprano   el   vrage,  y   cerca   de    las  nueve  de   la, 
mañana  entraron  las    canoas  por  la   boca  del  rió    Maaoa,   á  quieri,'; 
por  su  suma    íapidez   llaman   los  gentiles    Cuxhiabatay   (18):   bo-^ 
gaíjdo.  contra  ella  hasta  las  quatro  de  la  tarde   se  suspendió  estst,;.^ 
faen^  para,  descansar   en   una'  de  laS  orillas.   El    15  se  avanzó  poco  ^^ 
por  la   morosidad    de   los  Indios.  El    16    al  medio   dia  de    navega-, < 
cion  saltaron   en    el  primer  Pueblo  de  Manoitas ,  en   que    habiendo  . 
déstr.utado    por    un .  par  de   horas  de  Ja    buena   acogida    que   hicie-V 
ron  al   Padre    Girbal  y  su   comitiva,  se  continuó    para  pasar  la  no- 
cbe en.  la  segunda   ranchería    que    solo    distaba  una   legua.  Kl    'T."' 
y  , ,18  se   remó  en  demanda  del    último    Pueblo,,  adonde  aportó  el,{^ 
Pa|^ re,  Girbal   por  la  mañana,   aumentadas    dos  canoas  que  se   agré-.^ 
garonen   el  tránsito.    Este    último    Pueblo    de     Munaa.  ha.bia    sid»l't 
la  .principal   residencia   de  los    Padres    conversores.    Su   vista  reno-  "v 
vó  en  nuestro  peregrino   la    memoria  de  su  tragedia,   creciendo  á  lo , 
aumo  el  dplor,  quando  reparó    que    algunas:  Indias,  traian   adorna- 
áo  ¿1  cuello  con   pendientes  hechos  de  los  destrozos  de    los    va^os 
.  ^;.;. ,  sagra-  -     ■■.-.- 

(i8j  Se  interpreta  aguas  de  mucha   c&rriente. 


^1 


sagrados.  No   encontró   rastuo  del  Templo   por  haberse  reducido  £  ., 
chacra    el  lugir  que  ocupaba.    Aparentando   no  obstante  en   el  ros- 
tro el  placer    que   no  tenia    su    corazón     angustiado  ,  se  mantuvo 
Jia<;ta  el   20.  disponiendo  quanto  le    dictaba  su  cordura    para    ve-     "' 
rificar  el  tránsito  á  Cumbasa  con    30   gentiles  que    de   toda  edad    * 
y  sexo  querían  acompañarle.  '" 

¿Que  objeto  tan   grato  hubiera  sido  ver  surcar  las  aguas 
áel   Huallaga  i    esta  comitiva  moradora    del   Ucayali  ?   Pero  ella  se 
dirigia  sin  mas  rumbo  ni   inteligencia    que  su  deseo.    Aventurada 
á  -querer  romper   montes  densos  y  cargados   de   abrojos,  á  su.perac 
ios   cercos  escarpados  que  descendían   de  la    cordillera,  y   atravesar 
ríos  no  registrados   en  tiempo  en  que  ya    principiaban    las  aguas, 
¿qué  podía  esperar,  sino  miserias,  hambres    y   nauli-agios  ?    El  Padre  ''^ 
Girbal  sufrió  toda  esta  serie   de  inclemencias  hasta  el    extremo  de 
no  tener    mas   abrigo  que   un  pedazo   de   sayal ,    ni    mas     alimenta  , 
que  las  frutas  silvestres^  y  quando  dexándose  arrebatar  de  las  corrien-'^ 
tes  de  un  rio,  creyó   iba  á  salir  á  las  deseadas  riberas  del  Huallaga, 
se  encontró   inpensadamente  en   las   ¿e    Wanoa.    Semejante     chasco   : 
hubiera  del    todo   extinguido  el   aliento    de  su   espíritu    fatigado,  si 
en  los  grandes  niales  no  fuera  cierta  especie  de  lenitivo  no  tocar 
64  el  último. 

flesíítuido   el  13  de  Noviembre  á  los  Pueblos  de   Mama  ^ 
ys,  solo   peflsó  fin  regresar  por  su   primera  vereda.  Los  rios  Cux-*' 
hiábatay,  y  Ucayali  se  hallaban  muy   pujantes  con  las  lluvias.  Ea-'' 
fregándose  el  14  en  dos  canoas   al    impulso  de   uno  y   otro  ,  el  í8 
ya  estuvo   en   aquel  primer   Pueblo  de    Sarayacu   que  se   encontró 
á  la  subida.  Salió  de   aquí  el   20  ,  y  el  28   á  las  nueve  de  la  ma- 
Üana  aportó   al  P^iéblo  de   San    Regís  de  las   Misiones  de  los  May-  - 
fías,  habiendo  pasado  del   Upayali  al   Marañon  por  el    caño  Pocati:  ' 
desuerte    que  en  doce     días,    quitados   dos  de    parada,  baxó    desde 
el  primer   Pueblo  de    Mc^noa  liasta   el   Marañon,  habiendo  empleado 
eti  la  subida    un  espacio    casi   triplicado.  No   queriendo  los    Indios 
gentiles  co-ntinuar     la    navegación    del     ?vIaranon ,  los    despidió  con 
machas  caricias  y   gratitud   á  la   urbanidad    con  que  lo  hablan  tra- 
tado, y  sacado   hasta  San  Regís,    p.osponieado   los   recelos  que  les 
itnpideri  descender   á  los    Maynas,   Subrogando   con  suma  generosi- 
dad  los   Párrocos  de   estas  Misiones  otro    número    igual   de  canoas,' 
y  .quanto  necesitaba  el  Padre   G'itbz).  para  subir  á    Cumbasa,  con- 
tinuó su   viagtí   por  el   Marañon.   El    1 1    de  Diciembre  tocó    en   el 
]PuebÍp  de  1*  lagi^oa   de   la  gjran  Copjima,  y  surcando  aguas  arri- 
ba 


H%*U'Niia¡Íagd;''eWrÍ>'el  29  en  su  Doctrina  de  Cumljasa  después 
de  mas  de  quatro  meses  de  ausencia,  dando  firrá  su  dilatada  y 
penosa  peregrinación. 

La  Religión  y  el  estado   pueden  recoger  frutos  muy  co- 
'  piosos  de   ella.   Queda   desmentida   la  idea  de  la  ferocidad   y    bár- 
'•  barie  del  salvage  habitador  de  la  Pampa  del   Sacramento,  y  desva- 
'  fiecido  el  temor  que   impedia    íu   reducción.  Su    coraron    desea    se 
'  le   instruya   en   las  máximas    del   christrianismo.    Máximas   que    di- 
rigiéndose  al  bien  y  felicidad  del  hombre,   penetran   sin    A'iolencia 
en  lo  interior   de   su   espíritu,  y  lo   conquistan  plenamente.  La  Re- 
ligión católica,  beneficiando    al    hombre,  tiene     un    poder    infinita- 
'  mente  mayor  para  civilizarlo,  conservarlo  en  el    orden,  y    sostener 
el  trono    augusto    de    las   legítimas  y   benignas  Potestades,  que  to- 
'■  do  el  cúmulo  de  artificios  que  han    inventado   los    Despotos    para 
'  tiranizarlo. 

Queda  explorada  la  navegación  del  Ucayali ,  averiguado 
poderse  practicar  en  qualesquiera  de  las  estaciones  del  ano  sin  te- 
mor de  escollo  ó  baxio  que  la  embarace,  y  experimentada  la  ce- 
leridad con  que  puede  descenderse  desde  31anoa  á  los  Pueblos  de 
los  Maynas,  Ja  que  desde  luego  presenta  un  refugio  pronto  á  los 
Misioneros  en  los  insultos  repentinos.  Combinados  estos  principios 
favorables  con  los  demás  que  dicta  la  prudencia,  pueden  originar 
unas  Misiones  florecientes  que  no  sufran  las  desgracias  de  las  pri- 
meras. Solo  es  preciso  no  perder  los  momentos.  Apoyado  en  la 
protección  y  autoridad  de  nuestro  excelso  Gefe,  el  Padre  Fray  Ma- 
nuel Sobreviela  ha  empezado  á  tomnr  los  recursos  mas  eficaces.  El 
Padre  Fray  Narciso  Girbal  y  Barceló,  que  á  principios  de  este  año 
■  de  ^1  llegó  á  nuestra  Capital  á  darle  cuenta  de  su  peregrinación, 
ha  fegresado  de  su  orden  á  los  referidos  Pueblos  de  Sarayacu,  y 
Manoa  con  otros  dos  Sacerdotes,  un  lego  carpintero,  y  un  dona- 
do herrero,  á  quienes  deben  unirse  veinte  vecinos  de  Tarapoto  y 
Cumbasa.  Pretende  establecer  un  correo,  para  que  dando  noticia 
de  todo  lo  que  fuere  acaeciendo,  se  prevean  y  dirijan  las  con- 
sequencias. 

Hemos  dicho  (19)  que  desde  Lima  á  la  laguna  de  I3 
gran  Cocama  se  emplean  viente  y  tres  dias.  De  Ja  laguna  á  San 
Regis,  ó  á  Omaguas  se  gastan  tres.  De  aquí,  subiendo  el  Ucayali, 
á  Sarayacu    diez   y   ocho  5   qwe    por    todo     componen   quarenta  y 

qua- 


(19)   Mercurio  Peruano  t.    2.  pag.  243. 


44, 

■^■«iusitenta.  y  qujtca  dks.   ^^1    t;<|g^^^6-|e  ^^e^cjefíi^e  jSe  .fafay^e^i  j-é 

yOraagu^s  en  _^iete.í  pero  de  Omaguas  á  Xiaiá  es  necesario  qmpj^c 
muchos  dl&s ^^  pues  por  lo  cotíjun  ^uljiendo  .los  ríos  ^_se  necesjti^n 
tres  para  avanzar  lo  que  se  navegó  ,^n  uno  de  baxada.  A  propor- 
cion  que  se  freqüente  el  Ucayali  serí  menor  el  tiempo  que^se  gaste; 
porque  suele  haber  algunos  brazos  que  siguen  cpn  dirección  (  26  ) 
y  5in   los  rodeos  de   la  .^adre,  por   donde  t'ogan  _^enieralmente   j^os 

..pocof:.ex.ercitados.  Lamitad  de.él,  ,por  la  ©arte  .quejaénos,  se,  abor- 
^íaria,  si  se  facilitase  la  vereda   del  Mayro  j  pues   descendiendo   por 

.el  Pachitea  .y  ¡Ucayali  á  Mama   (21  ) ,  se   evitaba  un  rodeo  demás, 
de  trescientas  leguas.    Aseguradas   las   nuevas    conversiones   qq^n  Í¿9 

■   socorros  del  MftjTO  y. Qniaguas,  servirían  de   un   centro  desde  donde 

-Ja  luz  -benéíica  '.del  ;EvaiigeIio  dilatase  sus  ,ra^os  .bo.soÍo  ^^ob'^e  l'a.s 
naciones  que  pueblan  lo  interior  de  las  llanuras  del  Sacramento, 
sino  también  sobre  todas  las  que  se  extienden   por  Ufi  tw^sjojúti 

('límites  al  ,ott9  lado  úel  Paro.  ''"^''  '*■  _ 

^e  concluirá  en  el  Mere,  stg. 


(20)   Esto   se  comprueba  con   lo  que  sucedía  freq"uentemeni:e;^l 

Jpadre  'Comisario  -Fray   Manuel  Gil   en   su  .entrada    al  socorro   de 

.,iM(???ofl.  ,Salian  los  bárbaros  -á  detenerlp.,   pero  cpn  la  p.ersuásiün,jel 

Vi'^halago  y  regalos  los, cts-x aban  .pasar,  entonces, el  .-Padre  hacia  que'sps 

^^«tneros  noche  y   día  43ogasea  .para  huir  de  aquellos  indios;  y  quan- 

.1^0  creta  .que  ios  íiabj.a  dexado  .muchas   leguas,  volvían  á  prese.nta'jr- 

.Jsele  otra   vez  p.or  la    proa   los  niismos.  Esto  era  seguramente,  por 

«que  el   Padre  navegaba   por  los  grandes   rodeos  .que  .hace.H  ,las  ma- 

.  <3res  de  los  rips,  y  los  ;índio3  prácticos  cortaban  por  Los  braj?;os  rectos, 

r.(,'2i:)  Las  .entradas  antiguas  de   los  .Religiosos  de    la    Prqyinc,ia 

^de- los  doce  Apóstoles,    y  las  modernas  de    los    Pa.dres    d,e   Ocopa 

,,i:pnvéncq;a  que.es  ,ex.eediija  ia  .nayeg^c^n  jj-oj:  el  Ma^rOj.'S  Piiohit!^ 


ÉÍÍÉMIÍÜI 


f-h       ͣ^. 


''A'^JI'Í    f.     "'ti» 


f*    Núm.   77. 


'9i.,4|.  ...^ 


oj»  fisdsfii 


.¿kiOil 


i      MERGURIO  PERUANO      f 


^  DEL  día  29.  DÉ  SEPTIEMBRE  DE  1791. 

t 


CONCLUYE  LA  PEREGRIN'ACION    POR    LOS    RÍOS    M^- 

''  itáñon  y  Ucayáli  á  los  Pueblos   de   Manoa^   hecha  por  el   Pa-    / 
dr¿  Predicador    Apostólico  Fr.  Narciso  Girbaí  y  Barc€ló 

en  «1  año  pasado  de   1790., 

,.,       ,         .    ':-..■'  j   ,c  .  .,•  •  .  . i  níur^-T 

2    jju    quien  podrá  calcular  las  utilidades  que  resultarían  al  estado  st 
con    la' religión  se  ,  introduxese  el  comercio  y  navegación  de  aquelloS- 
tios?   Él  deiscubrimiento  de  fa  América  causó  una  revolución  ge- 
neral en  eí  sistema  político  eh  las  artes  ,  y  hasta  en  las  ciencias. 
Lacivilacion  del  Dorado  (  22  ),  el  Enim  y  el   Paititi  podría  dailes 
un  nuevo  aspecto,  y  aumentar  los  coloridos   que  embellecen  el  re- 
trató'de' lá"  América  Meridional.,  San.  Joaquín   de  Omaguas  "situa- 
do en  la  confluencia  del  Ucayali  y  Marañon,  figuraría  entonces  la 
aniigua  Tiro  á  cuyos  Puertos    llegaban  las  naves  y.  los  ftu-tos'  dj?, 
todo  el  mundo.  Por  el  rio  de   las  Ámasonas    entrarían    los  de  la 
América '  Septentrional,  los" de  Europa,  y   quantos  á  esta    tributan 
el' África,  y   eí  Asia.    Por  el    Pastaza  y    Marañon   enviaría   Quito 
sus  paños  y  estatuas.   Por  el  HÜaUaga\  y   Mayro  .remitiría  L/wa, el 
oleo  delicioso  qué  destilan   las  frondosas   parras  y   olivas   que  her- 
ttibsean   las  costas  que  baña  el   mar  pacifico.  Por  el  Apürimac,  iriatí 
lái?   pinturas  y  azucares  del  Cuzco  y  el   oro  de  Carabaya.   Pt>r  el 
Beni   navegarían  los  lienzos  de  Moxos   y  todas  las  riquezas  del  Pai^ 
titi.  Opulento  con  sus  ferias  San  Joaquín  de  Omaguas,  ya  no  des- 

S"4  men-,    V 

{22)  En  el  Mercurio  número  59  señalamos  los  límites  de  los  dos 
^célebres  imperios' el  Ením,  y  el  PaítitiV  El  del  Dorado  mas  ^n-. 
tiguo.y"  famoso'  que  uno  y  otro  corría  desde  la  ribera  .pccidén- 
tal  d'éi  riíV'Páfo  hasta"  la' oriental  del  .Orinoco.  Se ^diípuíat^a.^t 
nombre  de  su  Capital:  -  querían  unos  fuese' OmágtíWv'iP^**'^*''^*'' 
yor  parte  -estaba  por  Manoa*   Véase  el  Mere,  «igj 


«eníitia.  fa  idea  que  s»  tenia  de  él^  «guando  se  creyó  caphal    <Jef 
Imperio  del  Dorado. 

J'              La  apacible  Ciisdad  de  Hnámaco' situada  ea  la  iftediania 
«el  ,.euiharcaderí>  del  HualLagat.  y  Mayro    pedria   desfrutar  las  mis- 
ólas ventaJAS^  y   entonces  todas  la*  riquezas  en  ella  acopiadas   ca-- 
Itiinaríaii  cort    seguridad    al   Callao    para     dirigirse   asa-   August© 
diieñov  A  ia   revoiucibrí  que  iiKluciría    el    nueiía'    cotniércio'  en    el 
sistema  def  poder  y    lia  rravega-cioiiy  se    s-rgniría    otra   igual  era  las 
ciefic¡a&.  El    Físico  de  hería   observar  esos  canales  abiertos  por   mar 
ms  dfr  la  Nataiiraleza  e»  medio  délos  foranidables ctrros  de  la  eor-i 
<iinera  para  dar  paso,  á  las  aguas*   Se  haiiaría  ocuipado  el  Natura*: 
liáti  coB  la  variedad'  á&  animales  y  piarata*  no    conaeidos..  Ya    el 
Geógrafo:  no  sitaaría  á  la  Capital   del  Iai.perio   de  los   Incas  era  el 
centro,  de-  las   Sierra*  de  la  Amérka   Meridionail  ,,    sino-  sobre     Jo*,, 
Puertos  del   ciar  que  íi  baña  poí  el   Notíe^  ni  enire   estas  costas 
y  las  del  Sur  ejitendería;  espacios   inmensos   q^uandio»  el  Puetto-  del 
Callao  solo,   dista   ^  grados  del.  M^yro  y  Piav^-Grande.  Con.  admi?- 
racion.  referiría  la   historia,  qu^e  en  el  Fesrrol  se  fabricaba»  buq:ü^  que 
habiaa  de  navegar  sobre  las    cumbres  de  los    Andes,  cortando,  ui» 
plano  ekvadb:  db.?   mil  toesas;  sobre  la,  snpeiñciedel  Occéanow  To- 
do   parecería La  idea  encanta,,  la  tea/lidad  es- obra  del  tiempo.. 

EXTRACTO  DE   UNA    ORACIÓN  GRATULATORIA,  Y    B¿ 
tiQS  Ed'ictos    Pastorales   del  Ilímo..  Señor  Doctor  Don  Jo?eph  Pft- 
íezt  Calama^  del  Consejo  de  S.  IVL  actuíd'  Dignísimo  Obis- 
pa die  Quito^ 
C^,  -^  -      .  '^ 

ORT  notable  Gomplacenciia  repetímos  eT  combre  de  este  Sabia 
y  zeloso  Preladoy  qjuand'o  se  presenta  la  ocasión^  de  anunciar  al 
Público  síis  Escritos..  Como  uno  de  los  principales  objietos  del  Mer^ 
«uriQf  es  dar  é  conocer  ,  por  el  extracto  de  las  obras  qiae  suce- 
sivamente se  publiquen,  los'  progresos,  literarios  de  la  América,  y 
sa  actual  situacison^  con  aquella  imparcialidad  que  deseaba  un  Es- 
critor moderno  (.  t )  ;  el  mismo  desempeño  de  nuíistro  instituto  noi 
proporciona  manifestar  nuestra  gratitud  al  imponderable  lugar  que 
fes  producciones  de  la  Socied'ad  tran  logrado  en  el  aprecio  de  este 
Ilímo»  basta  favorecerla  con  su  mas  declarada  protección.  Eh  este 
designio   dimos  anteriormente  copiado  á  ia  letra  (2  )  uno  de  su« 

Edic-     * 

•— , — . _, 

(  r.   )  É.I  Ahate  Nuixi  Reflexiones  imparcií^les  sobre  la  humaníiaé 
ifc  hs  Zspañoíes  en  las  /;?<í/¿»j;  traducidas  en   1782,  pag.  ¿i^ 


Edíctw  Pastorales  *^e  pof  ent«ynccs  «os  vino  4  las  tnants^  Este 
solo  bistañá  pata  l^acer  ver  hasta  donde  se  extienJe  su  zelo  y  pas- 
toral vidlaRcia  á  fin  de  mejorar  y  iiacet  feliz  e«a  :porcion  de  la 
América  Meridional  que  está  .:onfiada  á  su  direcion  y  espiritual 
«oHertto  ;  pero  u.n  genio  sublime  en  qaiefi  se  teunen  cotí  laa  lu- 
ces del  espívitu  l<ís  n<>b!^s  seniitnierttos  de  la  humanidad  ,  y  de 
ia  Filosoña  christia,na  no  pone  limites  á  shs  tareas:  él  las  mido 
T,o^  las  ínnurables  necesidad^  del  hombre.  Quando  se  creerían  ago- 
lados los  recursos  á  favor  de  lo5  intereses  de  este  ,  entonces  co- 
mienza él  i  promoverlos.  Un  gemo  tal,  colocado  «obre  ei  cande- 
I^Z  de  la  Iglesia,  atiende  trenos  á  la^^rjlla^e.  ^-\f^^-^'^^¿ 
Le  á  SBS  deberes  respecto  á  las  necesidades  de  su  Pueblo.  Cons. 
tituido  su  Protector  y  Padre ,  hace  consistir  sa  hoaot  en  un* 
calidad  universal  en  su  objeto ,  é  incansable  en  .üs  aíenconesc 
cada  omite  de  quanto  pueda  de  algún  modo  cot^ducir  ««  sol«  ^j 
arreglo  de  las  costumbres,  y  santificaron  de  las  almas  ^^.o  tam- 
biera  á  las  ventajas  temporales  de  la  cbristiana  Sociedad  a  cuya 
frente  se  ye  colocado-,  y  según  la  exten.von  de  sus  deberes  re- 
baja coii  la  solicitud  ffias  activa  «n  todos  les  arbitrios  de  la  uti- 
lidad  comxin   (  5  )♦  -j  i  rtt 

Baxo   de  este  punto  de  TÍsta  podemos  considerar  al  lllmo. 

Sefior  Poctor  Doo  Joseph  Perex  CaUma.  En  el  corto  tiea-.po  que 
basta  aquí  rige  s«  Iglesia  de  Quito  ,  es  increíble  quamo  ha  traba- 
lado  en  remediar  male«,  dtstenar  abusos,  promover  obras  puW^as, 
adelantar  las  ciencias:  en  una  palabra;  e«  bacer  fehz  su  Dio- 
<esi.  En  comprobación  de  esta  verdad  daremos  una  l-geira  idea 
de  los  Impresos  que  se  laa  dignado  remitirnos  ,  en  cuyo  contera 
brilla  su  ;oelo  y  sabiduría,  tanto  por  las  ventajas  de  sus  asuntos, 
quaiJío  por  su  actividad  en  adelantarlos.  _  c  v 

Es  ,cl  primefo  una  pequeña  Qracíon  gratulatoria  q.u«b.  Y, 
leyó  á  S.  M-  I.  C.  aj  posesionársele  la  Silla  episcopal  (4)-  Con- 
tiene m^s  sentí mjenti3s  que  clausulas.  Su  mérito  no  consiste  jen 
aquellas  flores  efímeras  de  una  eloqñencia  de  palabras,  cuya  bel- 
Jeza  hace  ma,s  impresión  que  el  vano  soaido  que  las  forma  :  vi- 
cio demasiado  común  en  tantos  Oradores,  qae  agijados  de  una  ima- 
ginación rpcalentada  se  ocupan  menos  de  su  asunto  que  del  m<v 
¿o  de  tratarlo,  y  prostituyen  .su  ministerio  (  á  pesar  del  buen  gus- 
to reveíante  )  tknío  en  las  Academias  como  en  las  Cátedras  Sa- 
grar 


■g  lili  I     1^1      ■■■     1     w^iii      . r- -T-, ' -—   ■  -        .  ^^ 

.(  j.  )  pportebit  eum  (  Episcopurn ).pctvigii€m  in  ómnibus  eJtmoc* 
té  curáín.  Istdor.  Offíc.  Cap.    5.        ^ 
(  4.  )  Fui  el  2$.  ¿^  F^btero",;  del  present€  añ©. 


gradas,  sacrifican4o  el  ionio  del  Piscm^  á,  los  Stivs^los^  ^plaiisoa 
ác  un  auditorio  que  por  lo  común  no  se  paga  de  "lo  mas  sólido. 
Pénos  consiste  en  un  texido  armonioso  de  brillantes  pensamientos 
9ue^  deleytan  á  los  espíritus- superficiales  sin  tocar  al  corazón.  El 
ministerio  de.  ¡apalabra  es  muy  grave  para  convertirlo  en  nn  juego 'dé. 
tspíritu:  y  los  asuntos  que  desempeña,' muy  magestuosos  para  cmi- 
fjundirlos  entre  placenteras  imágenes  (5).  '  '        "! 

*  El   Señor  Pérez  Calamá,  como  tan  exercitádo  en  el  buen 

gusto  del  4ivino  arte  de  persuadir  ( 6 ),  sabe  que  este  es  el  ar* 
te  de  los  sentimientos,  y  que  su  objeto  es  triunfar  con  Una  dul¿é 
yiolencia  del  corazón  y  sus  pasiones  ,  manifestándose  el  Óra'áoc 
animado  de  las  que  intenta  infundir  en  otros.  Todo  ocupado  de 
<?ste  fin  en  la  Oración  de.  que  hablamos,  aparece  superior  á  esas 
puerilidades  del  Discurso  que  lo  harían  menos  sensible  y  tocante. 
|Ienospreciando  con  San  Agustín,  en  el  designio  de  hacerse  po- 
pular, las  escrupulosas  censuras  de  los  que  aman  el  afectado  es- 
tadio de  una  elocución  excesivamente  culta  ( 7  j,  sabe  que  el  deber 
dr.un  Qrador  es  evitar  ese  sórdido  desaliño  que  lo  baria  desapa- 
cible y  fastidioso,  y  juntamente  aquel  ornato  que  es  indecorosí4 
por  afectado  y  nimio  (  8  ).  Apártase  igualmente  de  aquella  expre? 
«Ion  ti  va  y  concisa  que  tanto  agrada  en  nuestro  siglo,  sin  maíi 
Ifiito  que  infundir  obscuridad  en  el  Discurso,  á  fuerza  de  queret 
en  poco  decir  muchp  (9).  La,  gravedad  y  el  decoro ,  la  enérgica 
ejípresiva,  esa  patética  sublimidad  con  que  el  corazón  se  explica 
quando  desea,  comunicar '  siis  sentimientos,  es  el  único  carácter  dis- 
lintivo,  de  todas  sus  producciones,  * 

:  ^  ^  Ksta  de  que  hablamos  es  una  pública  manifestación  de  IcB 
Sfptitníentos  que  lo  animan  como  á  verdadero  Pastor.  Es  como  ür» 
diseño  de    los  que  en  adelante  ha  patentizado  en  sus  consecutivas 

v^■' .■'■■■:  .  ^  ••  ■    .■•/'■''  .  '"'".    '  '■"■,   "■.     .."■."   "  "Car-   ■" 


;/j(  5^)  iÚ  '  Árt.  dé  Peinaré  áT  ÉspiñKfPreface.^    '    ■'"' 
,  (,,6  )    Véase  la.  Carta  instructiva  que  escribió  antes  de  ser  Obis- 
po, á  u^  Predicador  moderi}o  &.  impresa  en  México  año.  de   177^; 
(7  )  Meííüs  est    repr^Hetidant  nos  grammatici  quam  non  intelli* 
gant  populi,  in,  Psalm,   138.         -■••'■*     '••^  ;.:  v   .   ;í.i,í  .L:;fí'.v  >  .::  ■ 

•  (8.)  illa  qupque  elquentia^  gencris '  temperati . . . .  nec  í'nórñatá 
l^linquítur,  nec  indéceriter  órnaturl,  Aug.  í).  C.L.  4.  C.  7.  n.  ^j, 
(9  )  Los  Oradores  debían  tener  présente  el  dicho  de  Horacio» 
¿  brevis  esse  lí^borp  ?  obscurus  fio.  Y  la  sentencia  de  Quintiliano,  quien 
reprehende  en  Salustio  este  demasiado  íaconismo.  Cavenda  (  dicey 
%ua5  nimium  corripientes  omníá  seqültur,  obscuritks:   satiusqué  ¿sil 


W7 


(f9. 

j^ajrt^f  PsstQXalef.  Toda,  está- llgna  .de  liumanidad,-de  amer,  de  be- 
neficencia y  de  piedad.  Comienza  felicitándose  de  mirarse  ya  en 
su  amada  Iglesia'  recuerda  la  rnemoria  de  sus  iBas  ilustres  Pre- 
idecesores  en  la  Mitra  de  Quito,  cuyo  exempJo  se  propone  á  la  vis- 
ta. En  las  acciones  de  estos  es  donde  dice  hallar  estímulos  para 
desetnpeñar  sus  deberes  Episcopales ;  y  protesta  querer  mas  bien 
la  muerte  ,  que  dexar  de  ser  verdadero  imitador  de  sus  exempla— 
res  predecesores.  Semejantes  a  estos  son  los  demás  sentimientos  que 
vierte  en  su  Oración.  Los  pobres  le  merecen  después  de  esto 
sus  principales  atenciones :  con  una  caridad  verdaderamente  pa- 
ternal ofrece  en  su  alivio  quanto  tenga,  sin  reservar  las  alhajas 
ipas  necesarias.  Concluye  ratificando  su  gratitud  al  M.  I.  C.  poc 
los  respetos  y  afectuosas  demostraciones  que  dirigieron  á  su  lUma. 
persona  en  su  ingreso  á  la  Capital.  Uno  de  los  rasgos  que  mas 
recomiendan  el  distinguido  carácter  de  este  Prelado,  es  la  impar— 
<pialidad  que,  al  concluir  ,  protesta  observar  respecto  á  todos.  SI 
jjada  perjudica  tanto  á  un  Xefe,y  juntamente  á  sus  subditos,  co 
ino  las  predilecciones,  los  favoritos,  los  nepotes  ;  la  sabia  acredi- 
tada prudencia  del  Señor  Pérez  Calama  previno  este  mal  muy  de  . 
antemano.  Quando  los  que  aman  el  egoísmo  y  la  cabala,  dirigen 
al  principio  de  un  gobierno  toda  su  atención,  á  examinar  por  dón- 
ele se  introduzcan  mas  fácilmente  en  el  corazón  del  que  gobier- 
na 5  el  Illmo.  de  Quito  les  previene  que  ni  es  Griego,  ni  Roma- 
no :  que.  se  considera  deudor  á  todos  ,  3»  que  para  él  no  hay  ,  ni 
habrá  otro  carácter  de_  distinción  o  preferencia  que  la  virtud  y  lát 
doctrina  sana. 

En  sus  Edictos  Pastorales  se  miran  realizados  los  efec-r 
tQS  de  humanidad  y  zelo  que  este  inmortal  Prelado  expresa  ea 
SU  Oración  gratulatoria.  Animado  de  los  sublimes  sentimientos 
que  forman  su  carácter  ,  desde  antes  de  llegar  á  la  Capital 
de  su  Obispado,  habia  hecho  publicar  '  algunos  para  utilidad 
y  ventajas  de  sus  Pueblos.  Uno  de  sus  mas  interesantes  desig-^ 
nios  fué  el  de  cooperar  al  útilísimo  proyedío  de  entablar  comu- 
nicación entre  la  Villa  de  Ibarra  y  Asiento  de  Otábalo ,  cor^, 
)^.  Provinnias  de  Asquandé ,  Chocó,  y  Barbacoas,  y  la  Plaza 
<^e  Panamá.  La  falta  de  esta  en  las  Provincias  de.  aquel  Reyno 
cori  las  confinantes,  impidiendo  la  exportación  de  sus  frutos  y, 
«lanufaíturas  ,  las  habia  reducido  á  suma  miseria  por  los  atra- 
spS;  que  siafrian  en  todos  los  ramos  de  su  comercio.  Para  proS- 
Ugrarlo  era  necesario  allanar  caminos  por  sendas  hasta  ahora  po^ 
cp  intransitables.  Las  dificultades  de  tan  ardua  empresa  cedierenf 
5|^^..b|||3^4ficojQflwip_,,;d4.r.c  D.  Juan  Antonio  Mon    y  Velar  Je 


7-0»  •        .  - 

cntop.cM  Presidente  áe  Omt®  ,  y  hoy  Consejero  e«  el  Supre- 
ííio  de  indias..  Es.te  z.eloso  no  menos  que  ilustrado  Ministro « 
áíplicó  desde  Itiego  toda  m  autocidad  y  fuerzas  ai  síenciouado 
|)roye.¿i&  haciendo  abrir  ¡el  camino  de  Üíij/t'ífcÜí^.  El  caritativo  Pre- 
lado qu0  .aateriprínente  fea^bia  cooperado  con  sus  gratuitas  eto- 
gacÍ9iies  i  otras  obras  de  esía  especie  .,  quho  tatabien  corrtribuit 
4  esr^  de  todos  tnodos.  Tai  es  pi  objeto  del  i5di5l:o  Pastoral  qua 
¡expidió  estando  en  la   vhita   de  Latacunga  era    ii    de  Febrero. 

Ningún   objeto  maa   digno   de    jíoa  .caridad  bien  regla- 
ida    que  Us  obrss  públicas..    Su   fomento     no    es    una    liberalidad 
fíue  socorre   las    necesidades  de  un  indigente  ^  para    qu«    i    poco 
vuelva  á    suinergirse   en    su  anterior    Eiiseráa.i  es  «í  xin  bien  uni- 
%'er:'SÍ   y    permanente,,  que  afíanza  tal   y.ez  la   ventajosa   subsisteit* 
cia  de  toda  una  Sociedad^   Por  tanto  igste  zeloso    Pastor  penetra- 
do de    equella   máxima  qye  estampa  en   el  priacipio  de  sy   Edic- 
$o ,,    s^luí  publica.  ,supr^ma    l-e¡s   esf-9 ,    íiene    la    íeiicidad    públic» 
ide  S.U  Diüce.si   pojr   norte    de  todos  sus  desyel^os.,  cuidados  y    aren- 
aciones,   Recuerda  Ije.no   áíi  dolorosa   compasión   la  svma  m.iser¡a  y 
necesidad  que   «;1  misítio .dice,  íia  palpadp   durante  su    visita,   por 
los  aírasíos   y    ruinas    ,de   los    obr^ges  que    en  otro  tierapo  'haciat» 
floreciente    ^1    coaierdo    .aiSivo   de   las  Pipvíficias     de     Riobamba^ 
pambato  ,   f  X^atacunga ,    .cnotlvados  de  Ja    faka    d?    fomento    y 
exportación   de  sms  íisanufacluras,   Á  visía  áe  esto  ,  con^iderándo- 
•   fe    Padre ,   coosuelo   y    abrigo  de    iodos    sus    pobres    diocíesanos  ^ 
jiizga  su  mas   estrecha  obiigacion  ía    de  em-pleat  todos  «j-s    arbi- 
trios ,   y    su   rííita  ,  .en   jrei»edi.4r  estos    males.   Para  executarlo  ,  ¿ 
las  facultades  .que  con  el  mayor  jubii»  y  amplitud  de  cor;fzon  con- 
írede  al  Cura  .de    láalbucíio   en  beneficio  espiritual    de  los  opera- 
Tíos  err.pieadüs    en   l^a  jobra  ¿iei    camino    ,€mpre¡ndido  ,    Añade    de 
fironío    ia  eshiJDJcion  de    soo  f^^os  para  .ayuda  d£  s-u  costo. 

El  jresto  ip  es;te  Ediéto  es  una  acciíjn  4e  gracias  á 
los  Curas  qwe  s.e  jofrecieren  ^  contribKÍr  para  esta  .obra  ^  y  unja 
ínsinuanre  exborí.acion  á  todo  «u  Clero  á  ftn  de  que  exhiba» 
Jas  g-ratuitas  erogaciones  ,que  pueda  ¿íjfrir  la  escasez  .de  sus  ren»- 
^as.  Con  $u  a.cosíymbrada  er.vidicion  persuade  la  preferencia  qué 
?n  las  .ley^es  de  ia  caridad  tienen  ks  obras  dirigidas  al  bien  pti- 
fclic.oí  y  ,uitjma.niente  ñianifiesia  Ms  utilidades  y  ventajas  que  d^ 
esta  deben  resultar. 

Aun   íene;noí5  «ti^oi  dos  Jídiílos  d^e  este  Ilustrísimo  Pre- 
,.  iado  ,  dirigidos  al  arreglo  de   su    Diócesi  ,   é   ilustración    del   Cle- 
rp :  Kl   uno   publicado    al   comenzar   lij   visita  de  la   Capital  en  i^ 
de    JVÍarzo ,  y  .«i  ©.ijo    posterior  ele   i 6  de  Ábái.   Ambos  contie- 
ne» 


Tlij 


7í' 
neti  not?ibles  y  exquisitos  p-antos  de  ctísciplinj. /Eclesiástica,  y  '  cíe 
Isa  costumbres;  dignos  ci^rtamsnlfe  de  nro  ser  olvidados  p«r  uní 
Obispo  vigilante  y  zeloso  del  bien  espiritual  ^Q-  &as  Pueblos, 
Ellos  por  tanto  akarnente  recomierídaa  la  pastoril  soircitüd  dei 
IlBStrísímo  de  Quiío-yCiTya  atema  penetracio-a  es  corrjpreKensiva. 
aun  de  las  menores  circunstancias-  que  reunidas  influyen  e»  eí 
bien  espiritirai  de  los  Pueblos.  En  el  primer  Edikfta  a-nuiícia  la 
escrupulosa  y  exáffa  visita  que  va:  Á  comenzar  para  examinar  e! 
arre;Tlo  de  todos  los  obfetos  á  que  se  extiende  este  ímportanthii'no 
cEeber  de  la  Mitra;  pero  anuncia  al  mismo  tiempo  que  busca-  el' 
cumplrraiento'  d«  este  ,  nó  su  utilidaJ  ,  iTaiiándosc  él  y  todoa  sus 
•donséstlcos  muy  lejo^;  de  quslquieT  interés  y  aun  asi  qnc  con  ef 
hones.!©-  pretexto»  de  Derecíios  suele  hacer  tan  xjjio^as;  eit  los  que 
viven  de  sus  ministerio*:  ,  i  las  salutaciones  E-cIesiá^tlcas»  No-  ol- 
vida el  arreglo  de  su;  Curra  t  quiere  ea  elía  el  mas  protito  y 
cxaéío  despacho,  confiando'  en  que  su  Provisor  y  SecretLíriO'  no- 
íerán  sino  unoa  fieles  disperísadores'  d'e  la  Justicia,  y  zelosos  con- 
servadores-   de   las   legítiinas  secciones   de  cada    uno^ 

La  instrucdort  del  CTíra  le  nierece  después  d'e  esto  sus 
ríncfpales  atcncionesv  Sabe  que  l.n.s  rentajas-  espirituales  d'e  una 
glesía  e&tan  en  razón  de  las  luces  y  ciencia  de  lo^  Pastosos 
subalterno-s  ,  y  que  seg^an  la  ignorancia  ,  ó  ilustración  de  los 
Mínistrí^s  y  es  la  relaxacion  ó  arreglo  de  las  costumbres^  líastrar- 
los  es  el'  objeto-  de  tod'os  sus  anhelos  r  por  eso  le^  propone  aqui 
ttn  exá<So  y  fácil  método  de  estudiar  para  adquirir  las  luces  ne- 
cesaras  al  deseiRpeíio-  d'e  sus  ministerios.  La  lecci©n  de  la  Es- 
critura,  la  del  Catecismo-  del  Concilio ,  las  rnstfucGiones  de  San 
Carlos  Bor romea,  y  las  Pastorales  diel  sabio-  Pontifice  Benedic- 
to XIV.  son  entre  otras  ,  las  cristalinas  fuentes  de  donde  quiere 
que  tomen,  las  impoftante*  nociones  de  disciplírta  Eclesiástica  ,  y 
de  la  sana  moral.  Exhórtalos  ig^íalmente  ai  estudio  de  la  Litur- 
gia ,^  de  la  historia  Eclesiástica  y  Civil  ,  al  de  k  política  y 
económica ,.  como  igualmente  al  áe  la  Filosofía  moral.  ¡  Quar» 
cijerío  es  que  las  ciencias  Eclesiásticas"  solo  encuentrarr  su  patro» 
cinía  y  su   foirento  en  eí  espíritu  de    un-  Obispa  sabio  f 

Con  no  menor  zelo  promueve  el  arreglo'  délas  eostuí»- 
Bres,.  I-a  exacta  observancia  de  los  estatutos  d^e  la  Iglesia,  la  mo¿ 
áestia  del  vestido  en  el  sesd  débil,  y  generalmente  la  extirpación 
tfe  fos  páblicos  vicios  y  desórdenes.  Entre  csíos  ía  separacfort  pri- 
vada y  arbitraría  de  los  casados  lo  precisa  á  mas  pronto  reme- 
dio ea^s»  últintó  Pastoral  publicada  á  este  fntento;  Ei  vínculo- dfel 
JOaírimonio  es  indisoiubk,  y  sin  ^U  ín»toridad  legítima  de  la,  Igle- 

si* 


sk. ánts  -luien  nece^^itan  los  consorte?  aducir  y  ventilar  las  cau-', 
sas  qu3  tengan  paca  separarse,  no  pueien,  sino  cometiendo  un  gra-í"^ 
visillo  pecado,  evadirse  de  suelazos,  Bjxo  de  este  principio  el  IlIrno..¡l 
de  Quito  explica  su  zelo  contra  los  voluntario?  divorcios :  conmi-, 
na  á  los  que  viven  separados  sin  haber  antecedido  las  formilidadei* 
establecidas  por  la  iglesia,  aunque  haya  intervenida  causa  justa  jf'; 
Ipsr  excluye  de  la  participación   de   los  Sacramentos*  ,.   .  "J 

Igualmente   reprehende  la  negligencia   en  .aquellos  Parro-'" 
cós ,   <iua    poco  exá'ílos  en  .el    cumplimiento  de    sus    deberes    eit 
qaaato    á   la    administracj^on   de   Sacramentos,  en    los    que   necesi- 
tan   dei    Oleo    Santo,   no    usan    del     recientemente    consagrado.^ 
P#:horia  i  ios  Clérigos  á  la    santidad  de    la    vida  ,   por     la    qué' 
deben   ser  el    ejemplar  y    modelo    de    Jos   fíeles,    y     por    ultimo' 
l§s    manda   promover,  sea    predicando   la  Bivina   palabra  ,  se.a  ad- 
ji^inistrando    el    Sacraínento  de  la   recoaciliacion  ,    quanto  conduz- 
ca, á   la   prictiea    4e    la  sana  njoral,  y  de  los  estatutos  de  la  dis- 
ciplina Eclesiistica  ,  eri   especial  de  los    que   ha  producido  en  5üs.' 
fklidos,   pata  lo    que  les    jrepite   iel    Pian    dp  esJtjidios    pjopuss- 
tp:  eti  sil  anterior  de    Visita,  ■    .     ^   . 

Confesemos  en  obsequio  de  la  verdad  que  la'  solici-- 
tpá  T  zelo  que  ^nima  al  Jlustrísimp  Señor  Pere?  Calama,  ad- 
jjiira-  y  ,ení.$rnece  á  un  corazón  christiano.  Sin  necesitar  los  vi- 
1|8  recursos  dp  La  adulación  y  lisonja,  de  que  nos  creemos  muy 
distaníes  ,  no  podemos  dexar  de  decir,  que  él  solo  basta  para 
hacer  feliz ^u  Iglesia,  santificar  Iqí.  Pueblos,  y  prosperarlos. 
•jiaies  son  las  conseqüencjas  de  una  elección  premeditada,  quanr 
4é>  al  ííonor  incomparable  de  la  Mitra,  sp  #leva  la  ciencia ,  la 
yirttid  y  el  mérito,  I^uesíra  América  es  afortunada  en  esta 
parte.;  sus  Iglesias  se  miran  freqiientemgnte  presididas  de  sé- 
j^e|ant?S' Paito  res,  zelosos.  de  la  disciplina  ,  incansables  en  el  mr^ 
mstftio  de  ,ía  palabra ,  Uepos  de  prudencia  ,  de  sagacidad ,  de 
¿i|i-ziíP*,  y  s,übre  jLodo  .de  virtud  y  sabiduría  para  regirlaá  con 
abierto  :  Pastores  que  hacen  x>ficios  de  Padres  pon  sü's  Pueblos; 
qW  se  sacrifican  en  su. alivio,  que  los  instruyen  ,  los  esclare- 
ce ^,  dos  mejoran.  ¡  Feli?;  la  J>iocesi  que  njira  á  su  frente  Pas- 
tíjres  sabios  y  pelosos  •  Ellos  convencen  que  aun,  subsiste  en 
todo  su  esplendor  el  espíritu  primitivo:  de  la  Mitra  ,  y  qué 
la-  heroicidad  de  aquellos  verdadero?  Padres  de  los  Pueblos,  de 
q^e  la  Antigüedad  se  gloria  ,  no  es "  un  -  hipérbole '  4é  la  histó^ 
íia   desjuefltidp  en  nuestro :  si^lp^ 


ESTADO  OENERAL  DE<^  REAL  _^R;O^ELJERO   EN  KL  VIRREYNATO  DE    LIMA ,  EN  FIN   DEL   AÑO   DE    .,"¡;. 


VALORE    S, 


Por  cobrar. 

J2Ó.807.  I,  f, 
127.191.  j.  |. 
17.965.  6, 


Cobrado, 

8Ó6.023.  j. 
3S1.927.   |, 


Valor  entero, 

3.4<58.J46.  J.f 
993-215.  h 
369.892.  6.f. 


671.964.5.      ¡    4-i$9-689,  7.i  I  4,831.654.  4.i. 


RESUMEN. 


Ramos  de  Real  Hacienda 

Ramos   particulares  de  ella 

Ramos  ágenos  con    igual  salida  •    \ 

T  O  T  ALES- 


GASTOS. 


Gasto  total. 


3.341.777.  3. 
6  90.003.  I . 
240.5JÍ.  4. 


Extraordinarios.  (    Dotación  Fixa. 


919.712.  2. 
81.478.       f. 
47.308.  3.  í. 


2.422.065.  1. 
608.525.     |. 
193.247.      |, 


COTEJO  DE    VALORES 
y  gastos. 


4-272.336.  o.     I      1,48.498.6.    I    3.223.837    2. 


FONDO  DE  LA  REAL   HACIENDA. 

En   caiiJal    existente  y    pasta  ....  2.826.372757" 
En  6.298.  qs.   65ils.  de    Azogue 
*   73-  pesüs 4J9.80..6. 

En  alhajas,  fincas,  y  efeoos  rendibles.  ,288.821.  7  f 

En  deudas  de  efeaivo  cobro.  .. .  2.780.865.  3. 

EMPEÑ(riJí7~ERARIO  REALREDUCIDOA 


Valor-  entero. .  .4.831.654,  4.  §., 

Gasto    total 4.272.336. 

Sobr.  liq.  del  año.  .  j  5  9.3 18.  4.  |. 


BALANCE    GENERAL. 


_i: OBLIGACIONES  DÉLA  REAL   HACIENDA. 


7.336.984.   5  f.. 
Í.3ÍJ.86J.   5  |. 


^       387.003.  Por   suplementos  de  Ramos  ágenos,  I 

f     1. 983.601.  j.|.  Por  lo  suplido  de  interesados  par- 
/  ticulares. 

900.610.  6.      Débitos    atrasados     y    modernos. 

4.065.769.  2.        Principales    á   rédito    sobre   Real 
Hacienda,    y    Tabacos. 


c^  ir  '    ^"^  Existencia    de  caudal 

se  inchycn  400©.  pesos  que  deben    servir 

iJrr      u''''^^'  ^  ^'    ^^^^  ^'    Monedas 
tero  también  se  omhen  los  valores  de  Ta- 

dTZ'Tr%'\''''''^  ^'^^^  y  ^^^'^^ 

"O    p.r    dejebo   de   su   reconocimiento. 


981.123. 


_^NEL  VIRREYNATO  DV.  UMA  EN  FJN   DE    i- 


Formado  por  Don  Diego  de  la  Ve- 
ga Contador  de  Resultas  del  Real 
Inbunalde  Cuentas,  y  Director  Ge- 
neral de  la  Real  Renta  de  Tabacos. 
£.n  Lima  4  24  de  Abril  de  1790. 


(>)TK/\.  Los  jonaos  cic  Kí.nios  par-  , 
ticulares  de  Real  Hacienda  que  importan  1 
l-7^2.\ji.  ps.  irs.  no  se  incluyen  entre /as  I 
deudas  pasivas,  por  pertenecer  aquel/as  al  I 
Erario^  que  solo  es  ohfigado  á  'satisfacer  \ 
las  que   van    demostradas.  I 


MÜHIII 


Wol 


f  íJí  f 


^r:'t..^'-.::t, 


i*    Núm.    78.    ^ 


73* 


MERCURIO  PERUANO 

^  DEL    día   2.   DE    OCTUBRE    DÉ  1791. 


NOTICIA  DE  LOS    TRACES,  SüPER5tICíQNÉÍ,  V  EXErÍ 

cicios  de  los  Indios  de   la   Pampa    del    Sacramento,  y    Montañas 

de    los  Andes  del  Pexú, 

J^  E  tres  clases  de  hombres  que  hay  eti  el  Universo  destina- 
üosja.  inventar  Fábulas ,  y  hacérselas  creer  á  sus  semejantes ,  no 
sabemos  qual  haya  sido  la  mas  atrevida,  y  fecunda  «.a  ixF.aginar- 
las  o  mas  feiiz  en  persuadirlas.  Las  tres  han  innundado  la  tier- 
ra de  vistones,  y  han  tenido  igualmente  prosélitos  de  que  np  ca- 
resen  en  el  día.  Son  estos  los  Poetas,  los  Filósofos,  y  los  Aveor 
tureros.  Los  primeros  introduxeron  la  mentira  hasta  en  el  Cielo 
y  Ja  hicieron  adorar,  á  los  Mortales.  efiXu  pidos...  Los  segundos  dispo! 
nen  despóticamente  de  Ja  Naturaleza,  y  ?us  magnificas  obrasf  y 
arrastran  tras  sí  la  Repiibiica  de  los  Sabio?.  Los  terceros  finteo 
xnaravjllas.a  su  arbitrio,  y  las  persuadan  á  Jos  Ministros,  y  Mo- 
narcas mas  respetables.  .'^•v,;.,'  ', 
£,  .  ,  ^^."l  .^^  Conquista  de  las  Americas  'se'  JeVantó  tal  enxan^ 
,|)re  de  los  ultii^ps,  en^nuesrro  Continenre,  que  si  fueran  reales  quan- 
|p.  imperas  y  Ciud^ides  opulentas,  soñaron,  sería  necesario  colocar 
^arte  de  ellos  ,n  el  aglobo  de  la  Luna,  por  no  caber  en  el  ter- 
restre.  Mar^a  cuyx;  nombxe  y  conquista  espiritual  vi^ne  ocun^an- 
do  nuestra  piuma  desde  el  segundo  Tomo  del  Merourh  P./ulm 
iue  la  priínera,  y  Ja  mas  famosa  Ciudad  en  aquellos  tiempoV  s¿ 
Mia^e  la  Cap.t,a_l  del    imperio  del  Dorado,   dicho  así    porque  ^ 

como  en   el   Perú  ^   smo  porque  también  todo  su    ba^to     territorio 
\''^'f'\y.-^lond.d,losl..^os,,    hnilabat,    cubiertos      y   a^^' 
los  Rosques  eran  de  ese  metal  precioso.  Uno  de  su»  descubridores  qu 

*4  derro- 


!'!; 


derrotando  los  cuerpos,  álfártsadp»  áe  Úk  tropas  que  ietenálan  su» 
fronteras,  pudo  llegar  Hasta  un  punto  dWe  donde  se  avistaba  ^ 
ia  referida  Capítat^  reparo  .que  sus  murallas  estaban  coronadas  d¿ 
jKstáttiSs,  y  Torreones  de .  fiínísitno  oro  que  alagaba  ínffaitaaient<j 
inas  á  ios  ojos  humanos,  que  lo&  Jardines  con  que  Semíramis  ador^ 
|>6  los  muros  de  Babilonia, ,  y.  aun  que  él  EUcio  de  ios  Poetas» 
fina  nu¿4a,  tan  ¿hi^i  f  creíble  áespues  de  los  despojoi  de  Atif' 
pualpa,  y  Montesuma,  cundió  con  celeridad  desde  la  América,  ha'$^ 
|i  el  Norte  de  la  Europa.  Mientras  los  Písarros  desdé  el  Perí^ 
Oídaz  desdé  Quito,  y  Quezada  áesde  el  nue\ro  Rey  no,,  se  prepaí-» 
|ábaa  á  su  Gonquista  :.  mientras  la  Corte  de  Madrid  arJia.  ert  pre-- 
tériéíohés  sobré  él  títíríd  dé  Adelantado,  y  se  disponían  Naves  eti 
las  radas  de  ^.si^^^ñsí:  eí  activo  Ingles,  y  .otras  Potencias  abrían  sua 
lircáá-,  y  duplicaban  ¿us  esfüertós  con  éí  ña  de  adelantarse  á  lo- 
•^ar  lá  pré^a.  Péró  ésta  á  manera  de  los  PalácxOis'  encantados  vo- 
laba de  Provincia  en  Froviiicía  ,■  buríaridose  de  sus  investigadores» 
ia  imaginación,  y  los  ojos  ven  los  objetos  de  un  modo  diverso» 
lÉ  éStós  áé  les  disminüyeíi  cdri  ía  distaacia  ,  y  van  creciendo  ap'ró- 
iíbrcítfn  qtíé  sié  atércari ;  á  aquella  por  qí  ¿ontrario  sé  le  abul- 
títii  érf  razón  déí  espacio  qiíé  los  separa,  y  decrecen  de  tú  ina- 
ttóíá  toa  la  proximidad,-  4üe  bieneri  aparar  en  nada.  Asi  le  sii» 
cedió  á  M;  fláíégoy  Rfiytitísco^  Mathátíío,  y  á.  todos  los  Conquis» 
adores  del  DQfadd'  (  i  }»  . 


(i  )  Ert  «t  Mercurio  anterior  señalamos  los  iíflíires  del'  fábulo» 
10  intpfetio  del  Dorado:  Puedéh  verse  en  él  Padre  Gürftiríá  (  Oiri- 
ndcb  ilustrádéí  t.  i»  c»  r»  §t  jv  <:►  i 5.  §.  i»  y  3.)  la  mayor  par» 
te  délas  noticias  que  de  él  seesfKircierorw  Estrafíatnos  m\í¿h6V«í'»é 
ísertbíértdo  él  éhunciado  Padre  á  mediados  del  siglo  presente  irt« 
tentase  aun  sostener  lá  existencia  dé  éste  Reyn6  fingido  ,  y  qüé^ 
pudíendo  haber  ccíristiltado  á  éxs  co-hérmíanos  los  Misioneros  dé 
Maynas-y  baga  Uña  ensalada  dé  M  nombre»  Mdnoa  y  Cmdaái  dé  tk 
íaguna ,  OmágtíéT\i  y  Enaguux.  Tanrtbién  es  notable  que  M.  Co^« 
.damine  (1.  Cr  p;  raf)  perdiese  el  tientpo  en  andar  buscando  sí'- 
tío  en  que  colocar  á  lá  Giiidad  del  Dorado,  y  lago  déParíma,  f 
viniese  á  parar  ert  el  Mábarí ,  y  ifítéras  déí  Ytrpárá.  El  veídíf 
derb  Lago  dé  Parírtia  es  la  laguna  dé  la  gran  Cocamas:  Bldnaa  es 
«ombre  genérico  ttímprehensivaf  en  aquellos  tíerápbs  dé  Ictó  Fánóé 
Cocamasi  M&més  &c.  4ti$  etatt  iiom&rosofs ;  Enaguas ^  ú  Úmagüiu^ 


Mas  fell2  pudiera  h^Ur  síáo ,  porjf  elíseo  f  o^rq^^^ 
l^JíltS^lStós,  y  ordenó  .eat.uncia.e  al  Monarca  ¿e  su  ar^- 

lll::    de    p6rL  ,  y  .fatos.ro.    ortaW  - /."'-f  *  X J' 
tv.rima  Mletia    pot  cuyos  estremos  coma  «I  cedro,  y  el  e^no , 

Ss     y  los  atrios  ^/an  suntuosísimos.  En  todas  las  pie^^s  ^nteno^. 
íes  bdMaba  sobre  ^l  jaspe  ia  energía  del  piticel  retratando^  los  Atf. 

^t^^ÍL  "^fiores  X  .quell^  Regios  ^^í^"^^  ^^^;^S¿ 
fífrombras  d¿  plumas  cubrían  los  suete,  y   al  ayre  los  perfumes 
¿aromas  ftagantisímos.   Introduddd    nuestro  Avét^ureroen  elOa^. 
^^  al  eiontro  al  Soberan<5  recnnado  sobt.  un  tron«  demaj-; 
fiH   rodeado  de  sus  primeros  Omesanos,  que  ocupaban  varios  es- 
trados 4e  oro  superior  al  de  Arabía.  Fué  recibido  con  suma ^hu- 
mamdad,  y  colocado  inmediato  al  solio.  El  ce rernom al    fiestas    J 
\:Z¿  'Jo  que  el  Monitca  quiso  ac^ditarle  su   -^^^^  ^ 
placer,  era  asunto  propio  únicamente  de  las  plumas  de  Homero  / 
^irgilb,  ó  mas  bíe«  déla  de  Miguel  Cerbantes    Saaredra.   Con- 
clmdas  las  diverdones,  y  queriendo  ífg^^f  \^f  .^!  *^^f  1,^,^  .„' ¡ 
„K)géníta  del  Rey,  á  quien  el   Dios  Cupido  habría  ,^'^««^^^^^0  \a 
vioUta  Jama  del  amor  envuelta  en    la    ^y'^««^^"'f  S^"  ¿^  ^Jl^''! 
«ed.  Peío, nuestro   Borhotques,  que  debía    umr    a    las    locu^^^^  dc 
Don  Quíjue,    las  mañas  de  C«co,  quiso  ^ antes- ser  depredador  qu^ 
DoseedQí  pacífico  del  nuevo  imperio.  í  Elección  felix  que  dio  con 
*^         •  ,     .  -.  ■■  r      :  -■■:>  íií,i>M  ,¡r:a.-L  o;-i-.>-  ^  i*'       fel- 


es  la  Provincia  de  este  nombre,  de- cuya  Capital  "San  Joaqum,  ya 
hemos  íiecbo'  mención  (  Mercurio  número  ^o.  pag.  240.-  ^i¿r^«r/tf 
núaieto  75  A:  los  lagos  de  or'O  son  4aS' arenas  -deeste  :metal,  qUe 
arrastran  los  ríos  que  de  la  Cordillera  decieftden  al  Maranon  ,  y- 
sus  braaos,  como  iguaimenré  al  Orinoco-  Las  Ciudades,  Estarnas , 
tejas?;  de'  »io  &c.  inventos  de  la  -ambición;,  y:  deceos  de  hacerse 
roaravilloso. 


7Í'     ^       ,       •■-      .> 
^  en.  un  presidio  f  2  V     at^'.^ií-    ■'  "     .         '  "í-'Í-^  «'^^ 
y   Oon    Benito    Q¿i  o^   v 'ci 'o  Te^"'''p "  ^"'^^^  í>on  Antonia, 
0raa    Pa;//,/         >^   f-nienHn   ?  ^   Paz  ,   con  la  Conquista  del 

la  ambición  desmedida  (  3  )    ^         '   ^''""'^    ^^^'^"^   jusíaraeme.  á 

r^^^os,  ¿  penetrar  las  pSañas  pTJ"''T'"  ^  '^^^'^"^^  ^'í^^'-'^ 
todas  eilas,  M^naa,  v  ]as  inmuno  „  '"^^"^^^""'^^bemos  que  en 
CordUlera  del  Bra  ijf  no  h^  "f.  "''  ^"^  ^as^eparan  de  la 
pdo  ^^^  ias  ilustraciones  á  Jas  P^  ''''''''' "^^^  ^^^^-^'^^  beodos  apun! 
b.'^eviela^y  Girbai,  ni  mas  cultnf/  ^^''r'"''"''''^  ^^^  Padres  So- 
Pcia  que  vamos 'á  dar  d^io  tL'í^r  '^' '^"'-^"^"^  °^^^^^ 
los  Barbaros   que  las  habitVn     !„  '"F""^^'^^'^"^^' y  <^^ercicios  de 

hicimos  en  otra  parte  (4)     '^"  cumplimiento  de.  la.promesa  q«5 

Casiques,    de    las    -quales   ¿df  ?m,     '  ''''°"    ^"   uno.  ú  do5,: 

y.    aun   enemiga,  dé    uLT  %  '^     '^P"'^    "^^'^'"^   distinta,. 

tPs,   y     de    bixen    parecer      ;^^^^^^^^ 

desconscrtado  ,    ó    con   ou-lnn;       '^"e    s.empte   que   nace,    alg-und/ 
priman  de  la    vida  como  :'ri''^'t    ""^'^'^^  '    al    instante  1,,. 

«>asclaro   que    los  PeTua  n'os      y    auT  .f^"''^"'' '^^'"^"   ^^  "^^^^^ 
vos ,   competirían    con   los    Fnm  .algunos,  como    los     Coniw 

unturas,    los     ^.n^J^'y^^Z^^/'^    vida    montarás ,    ia.. 

ennegrecieran..  Ponen    todo   sí  cSL  ""'    ^"^^'^^^ '    ^°^'^«'' 

so,    la  frente    v   coIodHiu  ^.  *^"'^^^«    en    tener   el  cuerpo  tie-  ■ 

iiaLuna    iLa;;^t    ,os    m^:'H-'"    "^""^^'^"^  según  dicea 
.    y  ser    los    mas  bizarros,,  y  fuertes- del  mu n^ 

•-"'  •  -     '      ' do. 

pioles  á,¿o„Ít  Jo™'.       °!'"''""°'''''  -««  ^^    3á  Es- 

7^  Y    _       Capitán  Genera).  "u-v* 

(  3  )    Véase  al    Padre  Fevioo  r.  a    "nfeniTr-r»  ,^  <     •, 

(4)  Mercurio  JPeruano  t.   2.  pap.  145. 


•  •      -  j^: 

•do..  Fara  conseguir  I0  prim'srG  ciñen  á  los  Ñiños  desdi  su  tier- 
íia  edad'  la  cintura,  y  todas  las  coyunturas  con  fajas  de  cá- 
ííamo.  Para  lo  segundo  les  ponen  una  tablita  quadrsda  sobre 
la  frente  envue'ta  en  algodón ,  y  otra  sobre  el  colodrillo  ,,  y 
^on.  cordones  las  van  ajusfando ,  hasta  conseguir  su  intento. 
'Asi  Íes  queda  la  cabeza  prolongada  para  arriba  ,  y  aplanada 
j)or  delante  ,  y  por  detrás.-  Prí<5rica  que  no  pueds  menos  que 
alterarles  las  funciones  del  celebro ,  pues  los-  Bonzos,  aquienes 
desde  que  nacen  se  les  comprime  la  cabeza  hasta  que  ad- 
quiere la  figura  de  un  pan  de  azúcar-,  para  que  sirva  de 
Altar  en  que  el  Ministro  encienda  el  fuego  sagrado  en  señal 
de  iniciarlos  en  el  Sacerdocio  ,  son  reputados  por'  estúpidos.  En 
efefto  nuestros  Indios  tienen  la.  nota  de  ser  la  gente  mas 
desmemoriada  de  todo   el   Orbe. 

Andan    por-    la    mayor   parte    desnudos    aunque    con    al- 
guna   di.stincion.-    Los    hombres  llevan    una    camiseta     de    algodón' 
pintada    de    varios    colores ,  con    media    manga,    y    que  desciende 
hasta    la    mitad    del   musió::  llamanla    Ust'u-  Las   muge  res    calcadas 
traen  siempre    una    pampanilla    del'    mismo    texido  ,    que    es     Uil 
medio  faldellín    abierto'   por    los    lados,    y     que     solo    las     cubre 
de    la  cintura    á     la    rodilla.  Al   sentarse' hombres    y  mugeres  cru- 
san    las  áo^,   faldas    opuestas^   por   entre    las    piernas    para     ocultac" 
las    partes    menos-   honestas.     Las    doncellas    andan'  cO:no    Eva   eíi 
el    Paraíso '  (5).    Ua  aspefto  de    esta  naturaleza-  nos    sacarla  de 
tino..  Al   verse  entre   las-  Naciones     enunciadas    muchas-  Virc^nes 
en   la'  pubertad-,    deberemos    persuadirnos     que    Ja    costumbr'e    es 
una^  especie    de    antídoto    contra'    los    dardos     del      impuro    DIoí 
de   los    Huertos ,    cuyas    heridas    en     Jos     países   calientes- ciegan'- - 
presipitan  ,  y  atropellan  á  los  dos  sexos :  in  fí:ri.^s ,  ígn¿sqtic  ruiijit. 
Otras  Tribus  hay   en'  que  todos-  absolutam.ente  Vígan    com.o  aque-' 
}íos-  Atletas  de   los    Juegos    Olímpicos,     que    por    el     veneiínién-to 
de    Orsypo   ( 6  )  comparecían   enteramente    desnudos.   Acción   muy 
reprehensible  en   un    Pueblo  culto ^  como    la    Gresía  ,-  y    quisa    n¿ 
taato    e-ntre    nuestros  Bárbaros    por   presisarlos    6.    ello     el    2rdo>^ 

del     "^ 


(?)  Pódia  proponerse  ei  Problema  siguiente.  ¿Porque  engre- 
íos Indios  mtinsionados  se  cubren  las  casadas,  y  andan  desnudas- 
las  V-irgenes  ?^  ¿'De  dondi-  les  nace  la  senSaciOn- del' pudor  en  d 
acto  ea  que  se  rompen  las  barreras  de  ese  p.reciüso  estados  " 

{6)  Tlmcyd.  Lib.    u 


•■•?<- 


78.. 
del- Clima.  Los  hombres  se  cortan  eT  pe!o  cíexandolí)  caer  <péf 
-delante  harfa  las  cejas  ,  y  ^pcr  detras  hasta  la  raíz  de- lá  oré* 
ja  ,  y  ensima  «e  colocan  el  llauto  ,  ó  guirnalda  entretexida 
de  arrogantes,  y  vistosísimas  plusnas.  Se  perforan  las  barbas,  y 
•Jas  ternillas  dé  las  nariz^s  amanera  de  los  Persas  ,  Árabes,  f 
jVíalabares^  y  traen  varios  pendientes  de  oro,  y  de  plata.  Ador- 
nan los  brazos  y  cuello  con  brasaletés,  y  collares  de  dientes  dehombre* 
■que  han  muerto  en  la  Guerra  ,  ó  de  animales  :  eehan  ai  hom- 
bro el-  carcas,  y  llevan  en  las  manos  el  arco,  y  la  flecha* 
tas  mugeres  se  cortan  también  el  pelo  por  la  parte  anterior 
dejándolo  caer  hasta  las  cejas ,  pero  cuidan  la  posterior  para 
•que  esparcido  les  cubra  las  espaldas,  y  adornan  sus  orejas  con 
■fifi morosos  di ges.  Unos,  y  otros  se  tiñen  los  dientes,  y  labios 
de  negro ;  el  cuerpo  de  varios  colores  ,  y  el  rostro  de  encar- 
nado ,:  color  que  en  la  antigua  Roma  ,  servia  de  distintivo  á 
_ Júpiter  en  los  dias  festivos,  y  decoraba  el  semblante  de  io« 
Héroes  en  süs  entradas  triunfales  (7)»  Sí  al  Dios  Cu  fado  «c 
2e  quitaran  las  vendas,^!  y  su  madre  Venus  podrían  ser  el 
retrato  de  estas  Naciones  (  S  ) ..  Pero  la  «emejanza  del  trage  no 
induce  en  ellas  identidad  de  costumbres  ,  como  sucede  entre 
los  Maldivios,  á  quienes  un  ^'esíuarío  análogo,  ha  hecho  per- 
der   hasta  la  idea  del  pudor. 

Comparados  con  estos  nuestros  Indios,  y  aun  con  otra» 
aiuchas  naciones  de  ia  Así^ ,  la  Afrka ,  y  la  Europa  se  de- 
^en  reputar  por  -conrinentss.  A  excepción  de  uno  ú  otro  Ca- 
cique qne  tiene  dos  mugeres,  el  resto  abomira  la  polygamía  ,  y 
Jo3  contratos  con  consanguineos  inmediatos  hasta  el  quarto  grado  in- 
CÍusive.  Aman  casarse  con  las  de  familia  distinta ,  pidiendo  á 
sus  Padres  sus  futuras  esposas  con  interposición  del  Casique , 
6.  por  contrato  de  aquellos  se  crian  juntos  desde  pequeños,  que 
és  lo.  mas  común  ,  y  cohabitan  qnando  tísíán  apios  en  señal 
<3e  haberse  efe(3:'4ado  el  matrimonio.  Por  medio  de  ia  crianza 
...    -  . .     ,  sue- 


(7)  Quod  rubens  color  Deorum  sit ,  unde  ,  et  triunfantes  fucie, 
vnlniuta  Ssrv.  in  Virg.  Echg.  6.  No  es  el  amor  de  la  belleza  la 
única  causa  porque  se  riñen  los  Indios  de  la  Montana,  executanlo 
también  por  libertarse  de  ks  picadas  de.  los  insectos ,  que  con  sa 
débil  aguijón   no  pueden  penetrar   el  barniz. 

(  8  )  Saidtán  sa  el  Mapa  en  aquella  poítura  que  permite  la  de- 
eencia. 


•,^uM&m:sÉss^Émjs^. 


m 


Jtteíeh'  ertgéndratsé  amore>  tan  tiernos ,   qué  no    faltan  Artemisas 
4u*é   sépulteiV .  en  sus    entraña»    las     cénhás    del    difunto   esposo. 
No  son    con    tíxio    indisolubles    semejantes   vínculos,  y    tan   arbi- 
fío  es  el    marido    á  dejat    á\Ia    esposa    y    buscar    otra    siempre 
«ue  le  agradare,' como  al    contrárip»    Comunmente    son   las .  iilti- 
ihas  las   que  los"*  rom i>enV    Al  fin  paréeé  que    aquí  las  condício- 
liéá   son  iguales.  Se  sabe    que    entr¿   los   Turcos,   Partos,  y  otras 
jiáciones   del   Oriente    sé    inclina'  la  balanza    a     favor   del    hom* 
liré,  que   en   sus     serrallo*   represerita  üft    gallo    cercado    de    in- 
Áümerábies  gallinas    (  9 )  .    En  Calicut  está    por  lis   hembras  qu^ 
iésposan    con    qua'ntos    hombres   quieren',    y    aua  los   asaltan  pos^ 
íás   calles.    Ert    este  País,  dice  un  Sr.bio     la   física ,  del    amor    tie- 
ne lina    fuerza    ih ve asible :    et    ataqué  es    seguro   y    ningui^a    I4 
lesistenciá.    De  mayores  escésíw  es  capa¿   el  hombre  sin  Religíórt'. 
Siendo  ia'  idolatría    üt¥  mal    tan    antiguo ,  que  algnnos^ 
fo    suponen  anterior    al    Diluvio  (10),    y    tan    pestilente  ,    qu^ 
habiendo*  contaminado  todo  el  Mundo,  cargó  de   tal  siierte  sobre  lá 
antigua:   Carra,  qUfe  fué   preciso    que  los  Caví:  ni  os  executasen  una 
íoletnne    casería     er»    que    arrojaitdo     con    furor     sus     chusos     al 
ayre,  mrentaron-  perseguir,  y  desterrar  de   sus  confines    la  mul- 
titud   de   odiosoís  ,  é  importunos   Dioses,   que    rto  los  dejaban  resV 
yirar   cotí  sus    cultos    (11),  es    notable   no   se  encuentre   en  la 
Biayor  parte  de    los    Indios  de  la    montaba.    Creen    en    un    solo 
í)ios  á    quien    dan     figura'  humana,  y   hacen   Autor'  de  la  Tier^ 
fa,  y  el    Cielo    a  donde    dicen    se  retiró  después    dfe   concluida 
hi    creaciori-  de    aquella.   Llantónle  nuestro    Padre;,  nuestro  Abue- 
Ip;    pero    ni  le  erigen  Altar,  ni  le  levantan  Tetriplo,  ni  le  trn. 
butan  el    menor  homenaje,   Solo  se  acuerdan  de  él  qü an do  tietíí* 
bjsr    la  tierra.    Opinan  que   esto    proviene  dfe  levantarse  del  Cielo 
á  revistar   á    lo?    hombres  vivos ,   é   inferir  por   él   ruido  el  nú*" 
ftvero  de    los    que    existen,   y  que    en    cada   '^s^a    estremece    aí" 
Orbe.   Imbuidos   de  la  referida  creencia   apenas  sienten  el  irtenót" 
movimiento   quañdo   todos    salen  desaforado»  de  stis   chozáii: ,  cor- 
fen,  brincan ,    y    patean    la     tierra    gritando    a^wí   estaimi  ,    aqüi 
estamos.  Semejante  superstición  e»  Origitiída-  sin  duda  de   aquelioi 

pfí- 

gni  ■  I-        I-  mi\     •,  .     '  ■     rvi    ■  ■  ■« 

(9)  Plutarcho  escribe  que   Sureña   General  de  los  Partos,  y  ven. 

éedor  de  Craso,  tenía  diez  mil  mugeres,  que  lo  seguían  en  la  guerra?- 
í  10)  Vide  H¡  toir,  de  la  Filosóph.  U  i«  pag*  4o8. 
|xi  )  Heíodot»  Clio.  Cap.  72^ 


-!4I 


8o«  {, 

primeros  ^^ú^k^xp,  .gravados  <n  el.  Lndfo  del  espíritu,  huma- 
no acerca  de  la  Adorable,  y  Bencfíca  I^rovidencb  de  Dios  que 
T,vla  sobje  los  líiortaiea.  .  SentlíT^ientns  inefables  que  jamás  po- 
dran borrar,  n,i  la  harbark,  ni  Ja  idolatría,  ni  Jos  pernicia^. 
50S  y  perversos  Deístas  de  nuestro  Sigfo,  qne  osan  levantat. 
tJ-T  '^""''t'^  ¡"["^^  ^"^  íes  dio  d  ser,  y  cuida  de  su  exk* 
t«nc¡a.  iQuebeneñao  tan  grande .  sería  para  el  Genero  Hutna- 
no,    SI  se    pudiesen    recoger  á   estos    fingidos  Padres    de   Ja    FW 

rlTlZ  'T  .  '",  "^'1^^  ^  '^"^  ^"^^"^^  ^«  í^^  Amazonas,' 
tiara  que  pateando  el  suelo  con  los  Bárbaros,  siquiera  d-  este 
yodo  reconosteran  la  Proyidencja  Divida,  y  ao  turbaran  el  ór- 
4ea  esencialmente  coneK6  con  la  felicidad  y  repaso  del  hombre!. 
^;.c  ■  .^^^^"^'-^^^^^"^o  Jss  tradiciones  de  los  mencionados  In-> 
dios  se  descubren  altraves  de  dens.s  tinieblas  «na  ú  ot^  vis- 
íírií  u  '?''''''  ^'''"^''  .acaeci.«.íe«os  de  hs  primeras  épó- 
Qas  de  ia  naturaleza,  y  aun  de  Jos  tiempos  posteriores;  pero  tan 
aet>iles  que  es  una  temeridad  querer  deducir  de^ijas  Ja  PreS 
dicac.on  d.  Ips  Apóstoles  ,:,  H  Aoié-rica  Meiidional  corna  prt 
penden  algunos,  v.*viuu.  pre- 

.        Admiten   también  «a  Ser  «maligno    habitador   del  centro  de  I*' 
tierj-a  a  quien   hacen  Autor   de  &us  desgracia-?    v   «7 L^  . 

|;ir  su   .ombr^    Los  ;r,as  advertidos  ^íne'.í, i l::^^l,^: 

nj  r''''''^r  '  ^"P°^f"^-^-   ^^-   delegados'  laxo    einombrí 
á^    Mohaaes,  ,o  Agoreros  á  quienes  se-  coníuita  ha-ía  en   ín-  T 
tos  ,mai    pequeños.    Ellos  ri.en  las   ir.trigal   del   amor    1.    c  ^T," 
jos  hombres    y   el  cxtto  de  las  campañ^íf^ií  ^^^^^.^^^^^ 

.     _        Fara  ^steíidet    el  imperíc»  de  Cupido  se    valee    d^l   P; 

<^das,del  Reyno  y.jeta!;  una  .de  ..Jlas  tragada  se  cree  d  smi4fir  eí 
Tolutiien  de  ciertas  partes  ,de!  sexo  femerSno.  v  mc'ora^  su  ti 
formación,  ¡.a  planta  G^ayanchí  traída  por  el' horr^bíe  en  ei  ustl 
y  por  la  muger  en  la  pampanilla,  ó  untada  en  Jas  pierna  brS 
?os  armas  te  ea  hs^  I05,  .c^ra^oties  y  proporcioi^a  buen  éxUo 
p  quanto  se  emprende.  ^*"'' 

S0  £oncluirá  en  el  Mere,    srg,       ■ 


Fol.  8iV 


*^ 


MERGURIÓ  PERUANO      | 

Í>ÉL    día  6.   DÉ    OCTUBRE   DE  1791.  "^ 


CONCLUYE  LA    NOTICIA  3^    LOS   TRACES ,  SUPERSTI- 
cioniís,   y   Exercieios  de   los   Indios  de    la  Pampa    del    Sacramen- 
to, y    Montañas  de    los  Andes    del  Perú. 


*v^  TRA  especie  de  Piripiri  mascan  y  arrojan  al  ayre   acompaña-, 
do  de  ciertos  recitados  y  conjuros  para   dañar  á   unos,  beneticiar  »; 
otros,  excitar  la  lluvia,  la  inundación  de  los  ríos,   ó  al  contrario  para^; 
causar   la  serenidad,  y  el   logro  de  los  frutos:   lo  que   verificándose, 
casualmente  una  sola  vez  basta   para    confimarlos  ,  aunque  haya  mil  . 
desengaños.  Fuera  de  qué  en  la  persuasión   de  que  no  pueden    re-,, 
Sístir  á  losinfíuxos  del  Piripiri  i  quantos   se  sentirán  arder  luego  que,;, 
conocen  que  seles  solicita  por  medio   de  aquel  ?  Entonces  fíxaran  los  ^ 
OJOS  sobre  el  objeto  apasionado,  y  descubrirán    mil  rasgos  amables" 
ya-  reales,  ó  ya  fantásticos  que  antes  se  ocultaban  á  la  indiferencia.^ 
Pero   la  principal  potestad,    la  suerte  y    la  desgracia  de  los--^ 
Mohanes  está  en   la  curación  de  los  enfermos.  Todo  mal  se  atribuye^, 
^"  sus  encantos,  y  al  instante  se   procura  averiguar  qual   ha   sido  el. 
maléfico.   Para    ello  toma  el  pariente   mas   cercano  una  cantidad  de-, 
sumo  de   aoripondio  í  1 2  ),   y.  cae   al   instante  embriagado  por  la  vio-- 
lencia  de   la   planta.' Lo  colocan  boca   arriba  para  que  no  se    aho- 
gue, vuelve  en  si  al  cabo  de  tres  dias,  y  aquel  hechicero  que  en  sus 
entresueños   se    le  presentó  mas  al  vivo  al  Moharis,    debe  hacer   la 
cura,   ó   si  ha   nuierto  el   enfermo   suelen   execytar  con   él    lo  mis-. 
mo.   Quando  en   ios  entresueños    no  ocurrió    hechicero  alguno,  to-í^ 
pan  con  el  primero  que  tuvo  la  desgracia  de  que  se  representara^^ 
su  imagen.  ^  -, 

N'o  puede  negarse  que  los  Mohatises  han  adquirido   con 
ia  práctica    y     trAdicron    gran   conocimiento    de    jmuchaá    yerbas  y 
-  ■       •      ■■      ^4-       ■  ,.  ,       ^'^-    ■    ■ 

(  12  )  Datura  Atboreai  Lina.   Spec.  Plantar,  pag.    179. 


8e. 

«enos  con  que  hzcen  áiños  y  curactntieT   pasmosas  ;  pero  la  ma- 
ma de  atribuirlo  todo   á  virtud  sobrenatural   les    hace  mesciar  mií 
ensalmos,  y  supersticione-?.   El  modo   mas   autGímdo    de  curar    es 
colocarse-  dos  hamacas  próximas,  ó  en>   la  vivienda,  &  en-  el   eampot 
en  Ja  una  está   tendido   el   eaferrao,  y  en  la  otra   el   Agorero.  Em- 
pieza este  á  mecerse  jmito.  con*  el    otro,  y  comienza   coii  uni  canto 
eniaheteá  llamar  Á.  Us  aves.,  los  qua:dsú pedos  y  las  plantas  par» 
qu«   den'  ia   salud    al  paciente,  y   de  quando    en   quando  se  sienta» 
Hace  mil  morisq;ueta&  sobre  la.  cara  del.  enfermo,,  ¡&  aplica  sus  pol- 
vos  y  yerbas,  ó-  chupa  la-í    partes    picadas:  sí  la    enfermedad    se 
va,  incrementando,  junta    el   Agorera    mucha    gente   del  Pueblo,  y 
entonando   una   cancronfcilla   di'rigfda  ai  ai'ma  d^el  enfermo  con    este 
estribillo  «o   te  vayar,  no    te  vayas^  lo  repite  á  menudo,  y  correspon- 
dido' por  el'  Pueblo  se  forma  una  terrible  algazara  que  crece  á  pro- 
porción que-  el  enfermo  desfallece  á  fin-  de  que  pueda  oirios.  Quanda 
fio    valen   todos    Tos  ensalmos,,  y   la  muerte  se-  acelera,,  salta  el  Mo- 
lían de  la  hamaca,  y  procura   salvarse  aligerando    los  pies  d'é  la  mul- 
titucf  de  troncos    y    terrones  que  llueven  sobre  él.    Sucesivamen- 
te se  agolpan  todos  lo*   de  la  Nación  drvidid<í5  en    trozos,  y  cada 
vno,  SI   el  que  fallece   es  un  guerrero,,  se  le  llega  y  le  dice  r  adon- ' 
de  te  vas¿Pbrquéno3  dexa??   é  Con  guien  iremos  á    los  Aucas  (e«e- 
mrgor)  ?  Y  le  refieren  las  hazañas  y  matanzas  que  hizo,  y  los  deleyte* 
^ue  dexa.  Esto- se  practica  en  diversos  tonos:  unos-  levantan  la  voz» 
otros  la  basan,  y  el  pobre  enfermo    debe  sopo>rtar    con    serenidaií 
«emejantes  importunidades   hasta  que   asomándose   los   primeros    in- 
dicios de  que  va  á  espirar,  carga  sobre   él  una  multitud  de  mu- 
geres,  de   las    quales   unas    le    cierran  la  boca    y   los   ojojf  de  pot 
fuerzar,  otras  lo  envuelven  y  echan  sobre  éi  quanto  topan,  hacién- 
dolo espirar  antes  de  tiempo^    otras  ffnalmente  corren  á  apagar  li 
candela  y  disipar  el  hunvoí  no  sea  que  no  vienda  el  alma  el  agujer» 
por  donde  debe  salir,  quede  enredada  en   las  tixeras   del   techoy  y 
para  que  lo  exécute  con  ligereza,  y  no  vuelva  mas  á  aquelh  choza  ro» 
deán  sus  entradas  con  inmundicias  á  fin  de  que  su  hedor  la  destierre^ 
Sobre  el  destino   de  esta  hay  varias  opiniones  r  creen  uno» 
que   va  al  otro  m^ndbá  vivir  como  en  este,  aunque  con  mas  des- 
canso; Uno-  de  los    primeros  Misioneros   de  los    Maymr    pregunta 
á  un  viejo  moribundo  si   queria  ir  á  la    otra    vida  :    respondió    al 
punto  que  ú  -y  porqxíe    sus   parientes   lo   estaban  esperando    allá  coa 
plátanos  y  yucas  cocidas.  Figurándolo  todo  materialmente,  juzgan  ea 
conseqúencia   haber  sus  bayles  y  borracheras,  guerras  y  paseos.  Los 
tfu-enos  son  los  asa^tos^  el  estrépito  de  las  exhalaciones  los  enemigos  de»* 
íabesados  que  luego  se  convierten  «a  fieras,  U  vía  láctea  el  bos- 


I 


ww' 


«3. 


^%8e  ¿e  divrctáftnes*  A\  perrero  se  le  Imre  allí  «n  «spJ^ridido  r«- 
fCibiraiemo:  así   al  morir   acostumbran  ponerle   una  hacha  de    cobre, 
é   «na  flecha,  .para   que  entre   victorioso.   Otros    viven     persuadidos 
de  ia  .tra^imigracjon    no ^  solo  á  otrxss  cuerpos  humanos,  sino  también 
á  Jos^  brutos.    Los  Caciques^  gue-rreros,  y   Kiugeres  fieles  pasan  Mem- 
ore á    los  animales   mas  apreciables,  aun  mono  ,  á  un   tigre  ,  á  na 
paugíí    y  como  acierteii  á  iinfeiir  .que  el  alma  de  su    Padre,  ó  Ca- 
cique entró  en  este  m©no  tabón  ,  ó    el    otro  barbudo,   le  hacen    mi! 
genuflexiones ,    y   veneran   como  si  Fuera   un  Patriarca.    No  lo  pa- 
saría mejor  Quinto   Enio    quajido  estuvo  en  el  pavo  (  13  ),  ni   lo» 
Brácmanes  que  se  tienen   por   dichosos  ú    mueren   viendo   el    estan- 
tmo   de  una   vaca   ó  un  caballo,  y  tjrandole   de  lácela  (14)  á  fin 
de   que  lo   abra  para  que  su  espíritu  pueda  introducirse  con  facilidad 
por  aquella  puerta  .^.ue  llamaremos    del  corral.   Aunque  á    imita- 
ción de    los  antiguo.?    griegos  y    latinos  juzgan    que   algunas   áni- 
mas vokegean   por  el  ayre,  ó  en  el    fondo    de   los    rios  (15),   y 
aun   en   la  otra  vida  por   cienos  delitos,  ó    hasta    que    encuentran 
•en  quiejí  acomodarle;  pero  ^generalmente  j^ara  ellos    no   hay   pe- 
cados^ ni   infifcxno.  A  un  Jesiiita    que  reprendía  aun   viejo   ios  pri- 
meros,  y   persuadía   la  ^^iisiencia  del    segundo.  Le    respondió    este 
,,rn  touo  muy   serio.-  miente.%  no  hüj  nada  de  eso;   mis  pecados  son 
.muy  buenos,  yo  me  hallo  con  elios^  y  no  iré,  ni  quiero  ir  á  quemarme. 
Convirtiéndonos  del  a.l,ma  al  cuerpo  ,  luego    que  el    mo- 
fibundo   es  sufocado  co-n  la   tapadura   de   boca,  narices   &c.  y  eo- 
vueltoen  sus  manías,  se  Ikga  el  Indio,  ó  India  de  mas  circunspección, 
io   levanta   entre  los  brazos  del  modo  .que   puede,  y  í!a  un  gentil 
grito  al   que  hace  eco  el    IJlaoío  descoín pasado  d«  los   parientes  jn- 
nted-.atos,  y  d«  mil   viejas  plañideras  congregadas  para  el  caso.  To^ 
do  el    tiempo  del   aullido   catán  jen  un  afán   continuo,  subiendo   la 
espalda    de  la  mano  á  enjugar  las   lágrima.s  ,   y   baxándola   á  se- 
carla ^contra  ej    ,«uelo.   De  semejante  alternativa    resulta   que    pojr 
.pestañas  y  .cejas    se  les   forma  ua  cerco  de  tierri^    ^ue    las    pan* 
mostn^osas,y  no  ¿e  limpian   basta  concluido  el   luto.  Estos  prime- 
aros   clamores  teimiaao  .con    unas   biiejias  jarras  de    m^^ato  (  16) 


pa> 


Í  ■  •    '         I -i.  I' 11    11         .«.1.  .1    I.   I.     I.         L        'M  ...  I      -— — 

I  S  )   Cvr  juhet   hoc  Mnmi,  ^ostf^aam  destertuit    es  se 
masomdes  Quiruuf,  pauone   ex  Pythíigoreo,  Pers.  Sai.  6. 
f  14}  Meours   des  Sayvages  t.   i.  pag,  410. 
\  I  í  )    ...   Al(ae  panduvtur  inams 
sutj)ensg,e  ad  ventos  :  _alijs  sub  gurgite  vaitp 
infectan  eluhur   scelus..  Virgil.  JRn.   L,    6,  v.  733, 
U»j   vé>5$  el  Mercurio J'eruano  t.  3,.  pag.  140, 


^4*  '    j'         m: 

para' que  ministre  líquido  al  llanto, y  líacienJó  un    grande  ésMf- 

pito  en  los  ajuares  del  difunto,  unos  quiebran  las  ollas,  oíroslos 
cántaros,  otros  queman  las  cusmas  para  que  se  vaya  olvidando  su 
memoria.  Guando  el  difunto  es  un  Cacique,  ó  un  fuerte  guerrero 
se  le  hacen  las  exequias  á  lo  Romano  (17):  duran  muchos  días 
llorando  á  coros  todo  el  Pueblo  por  un  buen  rato  al  alba,  al  me- 
dio dia,  al  anochecer,  y  á  media  noche.  Al  llegarse  la  hora,  em- 
'pieza  la  desgraciada  música  por  la  casa  de  su  muger  y  parien- 
tes, entonando  al  son  de  sus  instrumentos  sus  hazañas;  y  conte$- 
ta  todo  el  vecindario  desde  sus  casas  ,  unos  cantando  como  p,^- 
^aros,  otros  bramando  como  tigres  ,  los  mas  gruñendo  como  el  mo- 
no, ó  graznando  como  los  loros,  y  siempre  cesan  con  el  masato,  y 
destrozo  de  lo  que  ha  quedado  del  finado,  siendo  el  incendio  de 
iu  rancho  el  que  concluye  los  bienes  y  ceremonias.  Entre  algu- 
'íios  Indios  los  inmediatos  suelen  cortarse  el  cabello  en  señal  ^e 
r^emiraiento  como  los  Mohabitas,  y  otras  Naciones   (  18  ). 

-  ■  En  el  propio  dia   del  fallecimiento  meten  el  cadáver  con 

sus  insignias  en  una  tinaja,  u  olla  pintada  que  tienen  enterrada 
én  uno  de  los  ángulos  del  quarto,  la  cubren  con  una  tapadera 
de  barro,  y  echan  tierra  hasta  el  nivel  del  pavimento ,  y  termi- 
nadas las  exequias,  no  se  vuelven  á  acordar  ni  de  su  nombre.  Los 
floamaynas  los  exhuman  quando  consideran  se  habrán  consumido 
^s  carnes,  limpian  los  huesos,  forman  su  esqueleto,  y  lo  colocan 
:én  un  ataúd  de  barro,  adornado  con  varios  retratos  de  la  muei>- 
ée,  como  las  tablas  de  los  Egipcios  (  19  )  ?  Y  conducen  consigo, 
-aunque  no  para  imitar,  á  aquellos  insignes  voluptuosos  que  en 
-los  festines  mas  esplendidos  sacaban  un  esqueleto  ,  en  que  vien^ 
dó  aibuxado  su  triste  fin  se  esforzasen  á  gozar,  antes  que  llegase , 
Isuantos  inmundos  placeres  ofrecen  las  pasiones  humanas  (  20  ) ; 
'sino  para  repetir  su  memoria,  pasado  cierto  tiempo  que  parece  sjt 
'^e  un  año,  soterrarlo  segunda  vez,  y  olvidarlo  para  siempre.  ^A 
Wspeto   y    caridad  pata  con  las  cenizas  de  los  difuntos,  no  es  un 


(  17  )  Honoratorum  virorum  laudes  endo  condone  memorantor,  eas- 
eue  noéniae  ad  tiiricinem  prorequantor.  Lex    1 2.    Tabul.  ^  " 

(  18  )  Moah  ululavit:  /«  cunctis  cafitibus  ejur  calviuum  Isau  C 
£5.  V.  2.  Reguíos  quosiam  har-bam.  . .  uxotum  capta  rasisseadin» 
dkium  maximi  luctus.  Suet.  ¡n  Calig.  c.    5.  ;, 

■"1  19  )  Nekrm  xylina  Herodot.  Euterpe.   cap.  ®?.  ^  _      ■' 

X  20  )  Heu,  heu,  nos   miseros   quam  totus   homunoto  mi  estl  • 

'  Sic   erimus   cunctr,  postquam  nos   auferet  Orcu.u 

■§í^  vivamUf  Anm  H^ct  €sse  iene,  í>etxon.  «atyr, 


llas.ga.os,   que   aechen  a  '<».  «"^^J.^^f  ,¿"'"„  )  =  T'^g"?'»* 

jos  vivos  á   la   voracidad  de   los  perros     y  increíble    d 

4,io  de    los   Hircanios:  ^"^hurnamdaa  que   reputa   p^^^^ 
labio  Marques   de    «ant   Aubiri  024).  Wo  lo  Cocamas,  f, 

sentir  ía  que   refiere  el  P^^'-^^'^^ueroa    (  ^5  ^^  ^^^.^  ^ 

otros  bárbaros  del  mismo  P^^; '^^^^^f  la. vida,  ó  se  le  da. 
.liberan  sus  Padres  sobre  si  '^^^¡fj''^^^^^^  q^ieA  los  llore;  ve*. 
,a  la  muerte  para  no  cargarse  d^  e  los,  "^'l^^'J  ^,3  es  ,  á  m 
tificándose  la  segunda,  •«sepultándolo^  ^quiera  otro  se  acerque  « 
,er   que  uno   de    los   FOgenuor  3    «  ^ua^quie        ^^^^^^^      ^^^^^^ 

levantarlos.   En  ^^^^  '^^^^^^'^Z^^^^^^  el   instante  di- 

«los  creer,  que   una    madre  ^«"^^"f^/^^i^^,^.?    5  Quando   lofi  tiei- 

^nos  gemidos  del   intante    P<^"en   e  nadarlos  por  sí  .mi-smas 

,^ue  Is  capaz  el  cora.on  ^-^^^^^¡^'¿'X^  ^^eputarán  tan  infelices 
de  sus  entrañas  á  las  de  ^'^''1'^^^^^^^^^^^  adelantándoles  el  térmi- 
los  días  del  hombre,  que  juzguen  ^'^.^^^^^^^^^  ,an  cruel.  Tienen 

>,o  de  sus  desgracias,  pero  no  lo  harían  d^^^^^^  .    ^^^ 

.venenos.   Es    cierto  que  los  Cartagmeses  sacn^^^^^^^^  ^^^.^^ 

falsos  Númenes  (.6),  y  ^^J^^'^^^^^.X^^^^^^  ^«'^^  '^ 

ií  la  inclemencia,  y  la  ^"'f  "^. '  ^""  %^^seunte.  Pero  los  IndiQfl 
efectiva,  si  no  los  socorre  la  P^^^^'^  .^f  ,^^^,'^3"Tueblos.  Viven  des- 
„o  tienen  el  fanatismo  "i  ind.gennas  de  ^^^J"^^  ^^.  .h,i^ 
mdos,  no  hay  mano  que  los  oprima,  ni    Dioses   q  j    ^^^ 


(  2i  )^€oy:poru    post  dedes  senos,    qui   credtdit  annos 

V\  Pat:  F.i:isc?Ft:éroa  aeTelf^,.ida  Co.pafiia.3e 


«6. 

*)rman  «1  ma«to  -.,  ,-,„■  «'"''"P'i  «•«  h.  yuca  de  que 
prueban  el  aglT '  ¡e  2'°,  "T"""  ^  ''^''¡''*-  í^«>  «^ 
^    pone    de  ™y',B^U   Sudad     P  ^  «'-"ti-ud    d.    ciénaga, 

«n    retazo    del    Lq¿e    co„    t  .i  ^"^  ''*''''■''"   '»  í^"ca.    rosTa 

Paciencia  <,8).    Xa/ Ja  tr;   't    ^if*    Jabeada,  op„  U 
espadas    de   palo    rcmue.en    i,    ,■     '    ^    ^^^^    ""^^   especies    de 

dan    va.nbien    el    ^iJZ^"^  *^^^  .concluido  el  iaboreo.  c4- 
yor  p««    del    material  „u'.  ^'I    '^"'''"?'  '='    '"™='"''   1^  ■"»• 

0'a.utaa„«rVe°Te'le?/,::'^'"^"    *"    '^    ««acotara    r 
es    la  «ay-a.   ¡a  ¿sea     vt     ^*^«'"^,  I"*    W    «ioi,c«    ese„icÍ9 

ranas,     cijinena.   f  , „ T         -T  '"  *'*'"''"^"'»  Janeas,  ma, 

palos  duiSlT^':  Vmpln'zof  aL?V  ^""'  '  *^'=''"  '"^'^  'i* 
tivos  «cades  ¿l\ZT^r:¡^lV%  ^T""  ™°  '"""'°'  "- 
«tbaíana,  y  aechas^  n. '/*'*-  '^"',''"Í  P^"""'  «Sí»  á«  I" 
y  lo.    dardo^   Trrtórjr..  ^-^««P^dos    de     las    ,ÚUii„,s  . 

íuiar,   a.i,aj   feroz  Lo).    Lo  .¿ultai      *"'"  °""    ""''=*■ 
V^"";'    A^^  la^iiltan,   y   .espet-aa    cora   seré,- 

«>»iiiL    Mt.  -ij  ,1 ^ ,  ,^.,^  .  ijidad  .  j 

iHed?éL';ír^f''''.^'^*'^''^^'-^"y*  ^^^'^^^«^  ¿*   Chantar, sp^ 
,fc.íÍ  iu'       r^  ''"•^•'   ^^^^^  ^   5^«   ftstiyidadei    corrida*    de     fa' 


??7- 
•icJad-  les  acometa,  em  k  persuasión  de  set  tan:  violento  eí 
veneno,  que  a-1  primer  golpe  de  esas  saetas-  ma«  terril>le&  que. 
las  de  Hércules  teñidas  en  ía  sangre  de  la  hydra  de  Lerna, 
queda  muerto  el  quadnápedo  mas  fuerte  (31  ).  Tienen  igtiaV  dcs- 
tr.e7a  en  Ja  pesca  ,■  hiriendo  con  fiechas  las  cabeza-s^  da  los 
grandes  pe:ies  Juego-  que  los  deícubr^sn  ,  y  valiéndose  da  garlitoa 
y  anzuelos  de  Imeso  para^  los-  menores.  En  el  MerctiriQ'  7;.  des- 
cribimos s\x!&  canoas.  I)e$de  la  edad  de  cinco  años  se  acostum- 
bran á  regirlas  hombres  y  mivgeres  ,■  así  sen-  fu*rfisim&s,-  y  mojy 
hábiles-  en^  su  maniobra.  Bogan-  parados ,  colocándose  «1  uno 
de  ellos  en  lái  popa  con  un  remo  ,  para  hacer  oficio  de  ti— ^ 
monel  ,.  y  otro  en'  la  proa- ,  jpará  ir  descubriendo  los  escolios 
^iue  suelen  formar  los  árboles  corpulentos  que  arrastran  los  rioj^ 
Péro'  la  pasiort'  dominante,  el  objeto  de  sus  fiestas,  de 
*us  placeres ,  y  da  su  mayor  felicidad  es  la  guerra.  Para  em-» 
prenderla^  se  hace  congreso  general  de  toda  la  Nación  ,  pre- 
sidido ó  por  el  Cacique,  ó  por  q.uian  áob^  comandar  las  Hues- 
tes. Se  encienden  las  pipas  dó  tabaco  ,.  corren  Ibs  jarros  de 
inasaío  ,.  y  .quando'  ya  el'  Dios  Baco  ha.  comenzado  á  posesio- 
narse ds  sus  sentidos  y  potencias ,  se  delibera  sobre  este  im- 
portante asunto,,  y  la  Nación-  que  debe  ser  el  objeto  de  aua 
iras.  Las  eausas^  son  ,  ó  el  querer  robarlas  ,=  ó  porque  lo» 
tiene  oferídidos  ,  ó  por  que  han  sido  injuriados  de  otros  Pue— , 
blos-  de  quienes  no-  pueden  vengarse.  Resuelta  ía  expedición,  en- 
comiendan al-  Mohán'  ciertos  ayunos-  que  debeni  praéíicarse  coa 
todo  rigor.  Con  est'e  designio  se  retira  del  comercio  humano^ 
y  se  mete  en  una  choza  íoÜtaria  dedonde  suele  salir  medio 
muertoi  Él  responde  poreléxíiode  la-  campaña.  Si¡  es  próspero^ 
se  le  tributan  mil  elogios  y  Ib  mejor  del-  despojo  ,■  y  si  ad- 
verso,.  otras  tíintas-  maldiciones  y  garrotazos.  Él  dia  en  qua 
deben  marchar  se  adornan  de  todos  los  ajuares  y  armas  ofen- 
sivas que  Hemos-  referido  ,  llevando'  por  defensivas  rodelas  fe* 
Xidas  de  cana,  y  forradas  con  pieles  de  animales,  y  se  unc- 
ían d'e  axí:  los'  ojos-  á  fiii  do  tener  la  vista  perspica-z,  y  des- 
cubrir,  al    enemigo.    Luego   se   ordenan    en    coluna:   el    General 


i&s 


f  3-1  ):  Es  dignó  d'e  rtotiarse',  que  estos  indios  nunca  emplean  ar- 
tfias  emponzoñadas  en  sus  combates:   ¿y  que  nosotros  que    inventa» 
Dios  mil  artificios  destructores  del  generó  humano,  y  forzamos  al 
hierro^  y  al  futgO  á  qUe  sirvan  coniia    sus  dt?st!nos  ios.  llatneiiios 
I^árbai03?' 


'!f1¡l 


lét  hace  un  razonamiento  exhoftíndoloi  á-'  que' teBí^áfi  cfcíísfáíi-ií 
cía  y  valor,  y  de  quando  en  quando  sacude  algunos  chico-' 
tóizós-pór  las  piernas  á  los  que  repara  amilanados,  ó  máí  si-- 
ttlados.    Dispuestos    de   esta' suerte    parten  al  eríemí-go.'  '■'?* 

Como    todas  estas     piraterías- son    freqüenteis    y     répén^ ' 
tinas;   los  Pueblos    que    habitan,   son    otras   tantas    fortificaciones' 
prontas    á    la    defensa.    Fórm'anse    dé  unos   grandes  ca.sérortes  coa*- 
dos    puertas    de    comunicación,  una    á'  la   Mantaña    fragosa:,    y' 
otra  al    terferio    raso.    El  todo  representa    una    media    luna    vuelr 
íá*  la    convexidad    al    bosque.-    De  este  modo,  mientras- son  acb- 
Iñfetidd*    por    la    u'na   puerta',    y    los     unos    reprimtn     el    ímpetu:'' 
áél   enemigo,    Jos    otros    ganan   por    la"  otra   al    bosque,  y   divH 
díéhdóse    eh    dos    alas  ,  sostienen    con    ventajas    la-    defensra-'  del* 
Pueblo.'  Qon    el-  ptópio    fin '  el    centro   de  Ja     medialuna    está 
seftibrado    de   agujeros    profiindós  ,    ó    dá    puas    de   palo'  y  pie-' 
dras    durísimas  ,    cubiertas  de    tierra,    y    hojas    dé    palma,    que| 
atravesando   dé    una   pa^te    á    otra    lofe'  pies-  dé     los  incautos    les* 
fftiposibilitan     gvanzár    c6.ti'    celeridad."  A   cierta    distancia    tienen* 
sostenidos    eh  los  árboles  aígünds  tambores  hechos  de    troncos   hue-"^ 
cbs;  qué '  afiaijzados    levemente    ehef  suelo,    al   pasar   el  ene-' 
lélgQ  ■  hace  saltar  la    cuerda,   sé    precipitan  ,    causan   estrépito  ,  y- 
áVísan   del  peligro?    petó   c  ó  nao    todos    son '  dé    una    misma  feria,' 
.Clítfendeh    y  burlan    seirieja ates  estratagemas. 

I/Uégó  qué  los  Invasores  ee  consideran  próximos  á  lás'pobti-' 
iiíóhes  queC  han  dé  asaltar,'  s^  detíeften  y'  disponen  en  coluna;  ÉV 
Oeáeral  les  hace  segundo  razonamiento,  é  inflama  sus  pechos.  Ellos 
entonces  sé  ajustan  bien  Ips  llautós',  collares,  y  brazaletes ,  pre- 
Vréñeft  las  armas,  y  s0' enfurecen  "¿intís  coíitVa  otros,  queriendo  ha- 
cerse formidables.' Desde  allí  echan  sus  batidores  que  vayan  re-"" 
ftfstrando  el  terreno'  y  'los  irbples,  y  descubriendo  la  senda  poí 
Üón^e  debéfi  partir  con  seguridad.  Encontrada  caminan  con  sünio' 
Síléííc'io,  y  sé  arrpjaii 'con  terrible  aigjzara  sObre  las  cacerías, 
pégáíjdole's  fuego,  quebrando  y  degollarido  á  quantos  tapan,  excep- 
tó lois  nífí¿>$  qu9  coiiduceft  cautivos.  Después  de  haberse  sacia- 
do-éu  derramar  sangra  huíi)aíia,  y  róbajr  qüánto  pueden,  prindipa!- 
itnenté  las  cabezas  de  ¡os  que  han  muerto ,  regresan  yictoriosos  á 
iSüs'  Pueblos.  JLos  invadidos,  unas  vec^s  suelen  ponerse  en  defen- 
sa,  pero  ordinariatBeme  vence  el  que  acomete;  lo  mas  común  es 
huir  al  bosque  donde  sé  convocan  para  salir  al  atajo  á  los  pri- 
íriáros,  y  suelen  tener  taj)  buen  éxito,  que  no  dexan  uno  que  lle- 
vé la  noticia  á  su  tierra,  Pero  .sea  este  próspero,  ó  adverso  aca4 
iJán  d&'dgsifíuk'  al"Puebio  qué.'ssaít»'^!  .eá0nigo,'y  s^   in'udañ  4 


8^. 

Si  aquel  ha  triunfado  en  todos  los  lances  déla  guerra,  ade- 
lantan un  mensagero  que  anuncie  á  la  Nación  de  sus  victorias. 
AI  punto  que  estas  se  avisan,  se  congregan  todos  los  que  haa 
quedado ,  en  especial  las  mugeres ,  y  salen  al  encuentro  dán- 
doles mil  parabienes  y  elogios,  según  el  número  de  cabezas^ 
.que  cada  uno  trae  consigo,  reprehendiendo  y  mofándose  del  que 
viene  sin  ellas,  lo  que  enardece  tanto  el  corazón  de  aquellos 
bárbaros ,  que  morirán  antes ,  que  entrar  en  su  casa  ,  sin  la 
cabeza  de  un  Auca,  á  otra  insigne  señal  de  su  esfuerzo.  No 
.han  estudiado  seguramente  el  corazón  del  Indio  ,  los  que  es- 
criben ,  que  no  se  pica  de  honor  ,  y  que  no  tiene  idea  de  él. 
Los  Itucalis  á  proporción  que  van  descabezando  enemigos,  van 
dividiéndose  el  pellejo  que  cubre  el  filo  de  la  nariz ,  y  for- 
mándose unos  berrugones  con  hollejuelitos  de  palma  ,  que  intro- 
ducen en  la  división,  y  creciendo  muchas  veces  el  número  des- 
de la  entreceja  hasta  lar  punta  de  la  nariz ,  se  les  forma  un 
caballete  que  los  desfigura  en  extremo.  Lo  primero  que  exe- 
cutan  con  las  cabezas  que  han  conducido,  es  cocerlas,  y  sa- 
carles el  pellejo  entero  del  sazco  y  la  cara  ,  lo  embuten  de 
P^j*  j  y  lo  secan  al  humo,  formando  una  mascarilla.  Los  dien- 
tes los  extraen  para  sus  collares ,  y  las  calaveras  las  cuel- 
gan   en    sus    techos    en    señal   de   trofeo. 

Celebran  á  este  con  mucho  aparato  en  casa  del  Ca- 
pitán ,  ó  Cacique,  señalando  un  dia  determinado  para  el  qual 
se  previenen  hileras  de  tinajones  de  másalo,  y  un  gran  sa- 
jón con  diversos  asientos ,  según  la  calidad  de  los  concurren- 
tes. Llegado  el  dia  emplazado  se  junta  todo  el  Pueblo ,  atavián- 
dose  con  mil  ridiculas   invenciones. 

Los  guerreros  procuran  siempre  llevar  agarradas  por  los 
cabellos  las  mascarillas  que  arriba  diximos.  Reunidos  en  la  puer- 
ta de  la  casa  del  convite  previenen  sus  armas  ,  y  figuran  que 
van  á  entrar  por  asalto,  vuelven  para  atrás  como  si  fueran  re- 
chazados, y  á  la  tercera  acometida  entran  de  tropel  ,  se  for- 
man en  círculo  ,  empieza  el  bayle  y  el  canto,  cuyo  principal 
asunto  es  injuriar  las  mascarillas  ,  reprehendiéndoles  su  cobardía  , 
el  no  haber  ayunado,  ni  untadose  axí  en  los  ojos,  y  elogiar  el 
esfuerzo  de  ios  que  las  vencieron.  La  danza  se  termina  bebien- 
do masato,  y  en  esta  alternativa  de  baylar  ,  cantar  y  beber  du- 
ran sin  descansar  dias  y  noches,  hasta  que  se  consumen  las  ti- 
najas.   Coa    bastante  donayre,   dice  el  Padre  Figueroa ,  que    no 

sa- 


^1  Imi'  ) 


sabe  como  tienen  ^alieza  para  tantí>  tuiáo,  garganta  para  tan- 
to   gritó,    y  diente    p^ra   tanta  tinaja. 

-'•  -  Concluidas    estas  se    levantan  todos,   se  forman    en   d(M 

alas,  Una  enfrente  de  otra,  comienzan  á  danzar,  se  embisten.  Se 
tkan  de  los  cabellos,  se  apuñetean,  y  se  van  á  sus  casas.  Se- 
ftiejantes  á  los  Coribantes,  Sacerdotes  de  Cibeles,  que  en  los  sacri- 
íficios  á  esta  diosa  baylaban  blandiendo  las  cabezas ,  y  luego  se 
topetaban  ,    como   si   fueran  carneros. 

'  Los    cautivos  que  conducen   nuestros    bárbaros   son    tra» 

tiados  con  suma  humanidad  ,  como  si  fueran  sus  hermanos:  ca* 
4ídad  que  observan  entre  sí  mismos  pidiéndose  perdón  quando 
'se  han  ofendido,  é  igualmente  con  todos  sus  huespedes ,  á  quié- 
nes saludan  besándose  las  puntas  de  los  dedos,  pasándolos  de 
'2illí  á  la  barba,  y  extendiendo  luego    la  mano  á  usanza  nuestra» 


&■>■■ 


-r;^  hh    ^?"íH-?*!    P^  ?  '  Í 


«^ 


Fol.  5tí> 

_., I^MÜtp-.x.: 


-  •        '     ■* 

S^4S^-y  M^-i  ^Sahrev^^^V  ^-^Uan  .del  ^r. 

M  ITY  Stores. Rtíosr  -rdoy  -á^í*^^.  ílas  <lebi#«  ^B^^  'P^    ^•' 

dos^tio  .   PaTa   Llaxecimie^to  de  est.  me   ha    ,par.Qido  .-^^"^^^^í 
vL    vLrias  noticias  intecesante,  ,  51*1^   si   merecen  .w    -^íobacaoj  i 

d«  m^.    ...i   no.^  cí..  ob^o.^  -;^^  ^^,  ^  •:, 


Gm^rdim  de  Oco^» 


MOZáSfE  Xuá  .SWmBAD^ 


dre  Fray  Manuel    Sobrevela  «n   le«aiít&x.>«i:  líaí*  j^  AiA^m»- 


99Í-:  ^U>% 

^Sáiis^,^^^'^^  ^^í^>  q^^nto  honor  recibe  el  Perú  co«^. 
í^ar'  y  í  fb'ar  eL  ..I  ^^"^^»^°V  ^"^  ^^P^^^  emprender,  perfección 
^iiropa.   Y  ¿n'^w^!;^^^^  obras   qué    parecia  reservado    á    1*. 

tt&J'^-iA      aunque  (como  hemos  dicho  en  otra  parte  )  va  en  Oui 

iniento  la  LlreÍbn  Lh!  ^  -^^''^^"''"^^  P^^^  ^«    esclareci4 

Padre.   kl¿T  forZ,    n  J     m"°''T    '^^"^^^i'Ja^  P^^    el    enunciado^ 
t^^es  f^^^,^^  TT^  ^^  '^^^'  1»^  expediciones   espiri- 
íue  hasta  aoo^hf  ^^^  Andes  ,  el  que  reunido  á  los  Mer^rio^ 

re"aí  a  »„/^n      ^""^^^  ^''"'^  ^  publicado  sobre  el  prepio  asunto 
SlS'"^  í^'^í^^  pero  e.ácta  historia    original  en^od^5a^ 

•    --.'ib 


!Íi 


II  lof  «r^™^^/  I^^TERESANTES-DE  LAS    ENTRADAS^ 

Tcíft    'L?r     /'f'  cada  uno  de  los    Partidos  confinan  «¿'I 

«..o?"  del  ¿1  i "^  ^«^«j  A-des  para  mayor   esclarecimiento"    't 

^^    del  Mapa  que  se  da  á  luz  sobre   el  curso  de  los       '>   nft 

^X- motivó  prindipkl' que  tuve  para  conde.^cender  en  la   ímnr.    ' 

efpf^r?ue"'°''r^^"^"  '^  primero  que  s"h?g:bdo';rí 
ei   í^eruj,  fue  para  demostrar  sensiblemente  á  cada  imt    ^1        - 

Subditos  los  caminos  por  donde  debea  di'i'irse  ?  L   P^m       / 

as  Misiones  existentes  en  las  Montanas T  e  te    Y^yn^oVí 

los   de  innumerables  Naciones  bárbaras  ,  en  cuya  con veSoV  L     ■ 

l^^^'^^\-^;^^^os,redecesore.  su  abrasado  zelo' coa  inm  ni  fa"- 

U  Real  t^Sir- '"'  ''"'"^°'  ^  P^^P^^"  ^^  ^^^'  en  descargo  de 
xa  Keal  (ronciencia ,  y  eterno  reconocimiento    á   nuestro    Católico 

p*- . .^^ __^ ._     ......  Mo- 

,»S\l  ^^""^^  ^^   ^^"^  '^37   hasta   el   presente  son  54  "l^slleligiesoí' 
S^ch    crrV".  '"'  ''°'^"'"  ^^^  Perú  á  mancipe  loa  inS!' 


t\ 


Üoiíarcá  ^ue  á  este  fin  nos  concíuxo  de  España,  «y  nos  Jnaríti€* 
ae  don  mano  liberal  á  sus  expensas.  .  ^ 

5,.  Los  mismos  caminos   podrán,  tambief?   servir  de  guia  í 

^«;n3P"4orea :  del-  Perú  que  quieran;  penetrar  aquelJas  ,y,a5taíi 
Regiones,  par^  enriquecerse  con  las  preciosas  producciones  de  qu^ 
abundan  (a),  pues  sus  inmensas  y  feraces  llanuras,  están  pobía^ 
^as  de  árboles  útiles  y  yerbas  medicinales:  la  multitud  de  aní- 
Jiaales  así  terrestres  como  volátiles  es  infinita  :  los  rios  están  lle- 
cos de  innumerable  variedad  de  peces  ,  y  en  sus  orillas  lavan  y 
recogen  los  gentiles  el.  .oro  y  la., plata,  de  cuyos  preciosos  me- 
tales fabrican  brazaletes ,  medias  Iuna«,  chapas  y  vhfinfis  c©p  apa 
}^   adornan  (  -i).  .  -  ,„,í     .,  '     '     :'  '    ^       T 

fara  que  el  Mapa  saliese  con  menos  yerros  de  los  qu« 
se  han  advertido  en  los  que  se  han  impreso  en  varias  partes  dé 
Europa  ,  no  satisfecho  con  las  observaciones  de  las  entradas  que 
tengo  hechas  á  las  Montañas  por  casi  todas  las  fronteras  del  Pe- 
rji,  he  examinado  cuidadosamente  los  Derroteros  y  J?lanes-qu« 
desde  el  año  de  6¡i  han  formado  los  Religiosos  de  iri  orden,  y 
je  conservan  en  el  archivo  de  mi  Colegio  -,  y  en  quanto  á  la  cot 
locación  de  los  sitios  á  que  no  he  llegado  en  mis  viages  por  U 
parte  del  N.  he  seguido  á  los  SS.  Condamine  y  Anville,  cuya 
fxactitud  (fs  generalmente  aprobada  de  todos.  ,    '  ^ 

^v\:...-  Tal  vez  parecerá  á  algunos  exorbitante,  el^nómero  ¿¿ 
^J«as  y  jornadas  que  aquí  señalo  en  varios  caminos  y  rios,  aten- 
dida la  proporción  que  regularmente  se  observa  en  las 'distanciaos 
de  tierra  con  la  que  demuestra  la  escala  del  Mapa  por  elevación  ; 
pero  no  lo  es  en  realidad,  pues  son  tan  grandes  los  rodeos  que 
ocasionan  frpqüentemente  las  subidas  y  baxadas  de  altísimos  cer^ 
^95.»  y-  %  giros  de  los  rios  que  se  encuentran  á  cada  paso,  que 
#n  un  día  no.  se,  adelantan  dos  leguas  en  linea  recta  aunque 
jse  caminen  ,  ó  se  naveguen  mas  de  seis,  como  lo  tengo  experimen- 
.taao.  También  me  ha  ensenado  la  experiencia  que  es  menos  trabajoso 
y  peligroso  navegar  diez  leguas  por  los  rios,  que  una  por  aquello» 
.enmaranados  bo,<?ques  y  malezas.  Desde  qualquiera  parte  que  se  en- 
.|re  a  la  Montaña,  es  preciso  montar  la  cordillera  oriental  ó- de 
.los  Andes^  i  la  qual  miió  Dios  tan  empinada  y  escarpada  por 
la  parte  del  oriente,  que  parece  quiso    impedir    á    los    moradores 


(  2  )  PSercurio  ,59,  tom,  2.  pag.   226, 
(3  5  Tena:  Misión.  íib.  i.  pag.  100. 


raice  feaxar  á  ellas  por  algunas^  Q\iebradás  de  caminos-  agtios  'f 
pélí^wáoá*  á  '^t&^s  cí^S'ií^pre^ipiVfcíSj-dtrruÁ^aderos  y  Gifena^as-  qife 

*lc«&ea»"é"t*í4í>^Mr'é^l'  '^i3*dMr'  dí^ísü*  áfgi^íss  á?  ¡bs  fáifabsos  IMá^éfi* 
j^  y :  íKr¿¿^&' "  Es^si^  oíSstólcf-iifeS'  fóéren»  sin?  d"ud^  la?  cáaisa'  •  piiiiti*» 
jte!'  dr  hafepéfee  nia  1  agrade'  casii  itód'as  la?  expedicibnes^  díer.Mjmafíaéi 
asi  ea<  er?  tiempo-  dfe  los  Pncas  ,  como:  en  el*  de'  los-  Espfañolesf,  j^ 
«fe-  que  en-  los-  primeros  rotí^  afíós-  dé;  la»  cooqiuisPff  rvo--  hufciese  en>* 
f«adó-  KeligiéSo'í  aí'ftínoi  ■  á-  laj  'éonveísiorv^  dé  los^  infírtitos^  MrbaíDW 
iltie*  1*  ha4kaíí''i(  4  )¿'  Sin*  entísfeí^x»^  feff>->^rwros©s  tiijí>s- dfe  rm:-  P, 
San=  Francisco'  dlespues-  dieí  bafcer  cGgidb'  á*  miín«*-  lienaíí  M  Copio* 
SÉB  miés'"  dfe-  iníifelfeg  que-  Ifes*  ófreí'tópon  las  Costasi  las  Sierras,  y.  lo5 
^aüésj  páncipiaron-  á  vencer^  esrás^  difíéultadfes  fácil  itandb- eiü  efaffii 
ftfgr:  varias*  entradas-  y;  cafliinos-  de^  que  voy  á:  dkr  una-  bKví«r* 
Irta^  ñ?>ticiar,-«ís'ervaíid(>'raí  mas-  individiuaí- y  extens»  parffqiiandbtsaí^ 
gtííi  áf  lít*^  iai  \dtíra?  qiíé- 'estoy  tT«fea^á*miíe>>  g©ti-  el*  tótuHo-  d^-  íiiz  «/»«• 
íSjMdí  de:  íar  Wbnt^a^^  cm^iriant'és'  ccfv  el'  Verú  ,  que  mafíifiestif  iif:^- 
j»^/W'  pfdípvfvr  ^  ' adk)ériót^  dk'  IWr  primipáies-  enfradits-  dhdk'  rl- 
m^n^yadh-  Pea  €hn^ui-sPav  Mht'  mnmnercáiieí  Ñacibne'r  d^  húrBaror^ue 
ihw<-  í?7ütt¿ff-  y  vinsTV  em'  aquel'  nuevo'  mimáor  sus  castumlirss  y'  ritffti 
Uff  medíffP  mas  oportitn&T  pa^w  reditcivibs  al  gremio  de' la  TgDtsiüt^^ 
9i  IW  éBt^énd^  d^'  Mitestr»'  Soh^ano'i>  f  ^hal mente' las  preciosas  pro» 
éñtírvione-sy  Urorof^  ik:  tc^f?  Keynof  mirñal^,  'úsgmV.yminnral'  ^'^ 

z'WtMimm^  h  LPt  myn^m-n.  besde*  e^ 

FíW'Éídb'  dft  Hiuánujeat- 

^  R«y  Felípcí  ÉirjrJttidb^  fiíjb'  dV  !á'  Sknra'  PVovintiá;  cite-  Idr  i^ 
%ó'swlesí  dfe-  Limar  ,,  feé'  eÜ  primero  (  5')'  Q^c  en*  eP  afícr'  i  tf jri;  ^rr# 
W^'  ébn'  a%«fti«s  c&nYpáñereS'  pot*  laf  Quebrada^  dé  Clltitclra'O'  á^  1^' 
iKbnt*fías=  db^  Hwáttuco-  con'  eE  g^lbrioso'  fin*  db-  convertir  las  ííátit»» 
líes  de  los  gentiles  Pim^tagíímy  Chu-seotyTaHnna.yvSy  Tthganrstr  f 
^arap^ehos  q'ue-  v^ivian  extendidcfs  ('  <5 )  por  e\  E.  diesde  los-  ctJii- 
^es  de  Gffiyichm-  y  PJ//íro  ñast^  lia;,  batrdií  o|Su€sta  dfel*  rio  de  Hif- 
lítíccfr::  bor  élí  N.  fiástít  Eaar  rifis^rás-^sL  tib'Tttííbrajyo*,  y  por  el^0S, 


»0 


(  4  y  Amiflrr  eompr.  Hiír.  paf ,  4:. 

f  f)  Cordova:  Coroni  Fraiticisc;-  ifck  Pera;  libv  f ^  p«g>  Hí» 

^6^  Tena;  Lib.  I.  pag.  ^Tí*- 


*  ÁCdV  r6H*  l«  PM'r«Fáy  Ignacio  "3*  '.''f'^r.  I*'* 

^r^wS^S  <;¿*     .S-  y  ¿  aJ  ,6  n,„.  alm.v  y;  vi™nr  e^ 

^  7f*'  *'^?¿Í|'¿;,v »  dkigi6  d-  l^Ure  Fray    Alón»  €^ 

^ueTo  yb?r¿1  do.  ?ú.b,«s,*  d«.ray..on  ^s  .V W  ,™- 
ftndo  crudirehte  I»  vida'  *  tódws-  IdS  Rel.g.osos.  Esta  latal  tfes* 
2.^tí«  no  ertibiS-  eP  fervoroso  íHi.    drl'  I*-ad«  Fray  torenzo    T.- 

^d&bV*  ¡«er-narbo.  atíb'  dé.  6.-  hás.a  la  «W*;  Nac,o«^d.  I^ 
C.íí.ífrf-(  irV  V  eii>  bréíe  convittieron  iiías  de  J.  mil-  alma»  qa« 
í:S«  í'dol  Pueblo.,   <J»e  ta.mbieh.  ,ab*i«ú.ro«  poco  u.-nj,. 


^T'^éyrt'^ 


^j-    tiriT-ri'f    ';W.. 


■  I  «iiV  iTir-mrr 


-í    |:7  )'€tít'dovaí  Lib.  IV  pag.    i^r.' 
ff»>    Cordb^aí  Lib.  r.  pag.  i^5. 

(  ¡  r  )    ISá  ¿ádln  eí  cóhbtida  Goit  el  «oiabre:  de  iJí^ít¿^»  m 
ctjya    conversien  se   esta  trabájúnU^  «»  ei  ái^  '     "' 


S-í. 
*  cuj..  Mva.ion   .e   defendieron  con  '::      d     /uet  •  ^  T ^ ' 

del   V.  p   pX   p'    „   M       ?¿-  t'=''a""°  .    lui^n    acompañado 

Pueblo  con  su  íeletk  f  ,=  7»ñ  1  '™ '^^«5 /="ia  formado  un 
tf.0  Padre  Bfe^tT  q'u -2 /„"  edió\Tprd:  V^*""."""""'  *- 
y  permaneció  «n  novedad  hl4e°  afio  dl%  "  '*°''"«°  '*'='^'''''' 
de  socorros  desamparó  la  ConmHon  c^n  «í  1^  '  '".''"'  P"'^  f^"* 
confederados    ^CMse^s  coi  "^rT^       I^ífacaJo  dexo,  que 

tv?ri-^-r;ix.-:if-L^^°vif:r^ 

«paaes  y  sexos,  p^fo  tan  viciosos  que  ijymas  tenian  vkn.  ^I  >  T  • 
txaaos  :    v  se  acabarnn  rJ-.  ^o..  ?      '^'*'- -'*;.V«-nas  teman  visos  de 'christ 
«e   cruel  oop  pÍ  r  f     '      ^^-  '^^^  ^^  ^^  ^^°  ^^  704  con  la  muer- 

ícente  e  Pu.bkL  ?/r>  T"'^""  ''^  ^'  ^^^^'  'í"^^^"^^  «"ica. 
*ucMic  e*    ruebíecito  de  C^c-^í-ré)  con   muy   pocos  indios  (  i7\ 

j,>i£,ri  'SíJSrs.:;..  í  írg-',  ¿ 

las"a  et  r,V  T  ?"*'  "  '"'*'"*  ^  ^='  Montaña  .or  ¿  orlen  ¡ 
r^I  ^?x-r  ^  '  ^  ^^  ^'  Pueblo  de  Pozwza  que  hoy  edste  v 
fio  d.  los  Mi5,ioa,ros  ,a   Ja3   entradas  y  salUaa  á   li    Monrañ.r; 


(  12  )     Amichr   pag.   9, 
(  n)     Amich:    pag.  75, 
U4)    Anaich;    jpag.  75, 


crja 


¡¿^.a^tsg 


¡^ 


rtia  de  Carados   para  eí  suítíáó  de  los  Conversores  levantó  ixn  Hos- 
picio con  su  Iglesia  eq  el    sitio  llamado  Cb:¡glh,  y   con    el    mismo 
Bbjeto  se  erigió  otro    coa  el  nombre  de  3Iu^a,  y  ambos  son  en  el 
día   Pueblos  de  Conversiones. 

/  j      j  ^/^'^^  ^"*  ^"^"^  de   725  hasta  el  de  55:  se  hicieron   8  en- 
tradas  desde   Pozuzo  ai   embarcadero   del   Mayro  y  Pampa  del  Sa^ 
ínento  (15)  sin   otro    fruto    ^ue    haber     descubierto  la   Nación   dé 
Carapackor,  y  recogido  algunos    prófugos   de   ia  de  los  Amales.  Año 
de  760  penetraron  los  Misioneros  de  Ocopa    la  Montaña  "con    in- 
mensos trabajos  y  peligros   desde  las  Conversiones   de  Caxamarqui^ 
ila  hasta   las  riberas  del   Ucayali  en  donde   lograron  la    conversión 
de  los  Seuhos  o   Mamitas;   y  en   el  año  de  66    habían   extendido 
SQ     conquista  a  los   Siphof  y   Combos  que  reduxeron  i    5    Pueblos' 
con  ¡os  nombres  de   San   Francisco  de   Mama,   Santo  Domingo  de 
PV.^«.,   Santa  Barbara     de    Achani ,  Santa   Cruz   de  Aguaitia ,    y 
San  M.gnel  de  los    Combos.  Con   el  objeto  de  auxiliar  estas  con- 
versiones con  menos  incomodidades  y    peligros  por  la  vía   del  May^ 
ro  y   no  Fachitea  se   hicieron   tres  expediciones   (16)  desde    PÍ- 
Zttzí  a    la  Pampa  del  Sacramento  en   los  años  de  63  ,   6?      y   67 
Xa   primera   fue  funesta  ,  pues  habiendo  navegado   por   el  Pachitel 
hasta  los  9  grados  de  latitud  ,  quitaron  los  infieles   Casibos  la  vi- 
da al   Padre  Fray  Francisco   Francés.    En  la  segunda  se  llegó  has- 
ta ^el  mismo  sitio,  sin  otro  efecto  que    haber    explorado    y    demar- 
cado  la  navegación  del  Pachltea    desde  el  embarcadero  de   Ma^^ 
ro   situado  en   los  9  grados  y  57  minutos  de  latitud,  hasta   el  Puer-' 
to  desgraciado   que  fue   en  donde  mataron    al   Padre    Francés.   Ert> 
iá   tercera  pasaron  de  la  confluencia  del   Pachitea  con   el  Ucavalí^ 

LIV^a"'^"'"''  f  ^'"°?  P°'  ^^  ''''''  "^^'^^^  9"^  1^5  dieron  ioí 
lafieles  de  que  los  Stp^bos  y  otras  Naciones  se  habían  sublevado ' 
y  muerto  a  todos  los  Misioneros,  que  eran  6  Sacerdotes,  4  Le- 
gos, y  5  Donados.  De  la  especulación  hecha  en  estas  expedicio- 
S  h/"«  q"e<^e  orden  de  este  Superior  Gobierno  se  hÍ2o  ef 
ano  de  83  con  el  fin  de  explorar,  si  desde  Pozí^za  podría  abrir- 
ía""'»''''' ^''í^  i"'"'*  ^^  en>barcadero  del  Mayro;  resulta,  qué 
fe  descln?:;"'"  ^  Poz«z.  hay  33  leguas  que  pueden  camin'ar!' 
se^  descansadamente  en  6  días:  de  P.z«z.  al  Mayro  se  regula- 
ron 16  leguas  que  podrán  avanzarse  en  tres  jornadas:  del  ecabar- 
-■  cadero 


Os) 


Amich: 
Amich: 


pag. 
Pag. 


86. 
H9, 


IJ3>  y   íío. 


0%-  i" 

jQ^átm  ,dél  Mcp^^e  i  la  .umoa,  ?<?e-;|p«íí>^  fVachiteít  y  Uenyatl  «e> 
.cucáun   j7 o  yeguas    pot' ;i<i5  ..g^aná^á  .^i?&s  ^gue    hace   el  íio,  y 
¿ueden   ^nav^egarsé    en    5   ¿ias',  y  .en   dos    ó  ftres ,    desde    la   di^* . 
,cha    ufíion    hasta   Mtaiioa.  t>e  m3.aexa.   que  .deíi^  ^Huanaco    á  Ma- . 
-ma    liay  ,170  leguas^  que  se  caminarán  poc/íierríi  ^j'  £:n  canoas  ea 
.ijí,4ia3,    luego   que  ;ics  ^del  jí^ueblo   de   fPoiwdo  .pongan  expedito  k 
^íííüía  el   ca-rninp^^de    .Pow^ro'  al   Míj^j^rs   por  Ja  ,<:ani;idad     de    43. 
ps.  segu.a  ia, contrata   formal   gyc  fJcjecpn  .coni^igp  ^a  .el  mes  -d^  .. 
Julio -del   ¿fi©  4)a5ado  ¿le  .510,    y   4e-a&ca:'bl:ezca  la   .pobladon  for*, 
íj^cada  en  «I  embarcadfrro^   según   S.  M.   tiene^.mandado    en   re- 
miendas Cédulas,   especialmente   en    las  de  ios  .^a'ños  .77,  y    J9- 

Riendo    yo  en  el  año  de  87    cerrados  ,  ,é  arnposihi litados 
^oBoS  4os'^a^ínos  paía  M  jestauracioa  de  Jas  Misiones  de  ManoA 
'¿Qr  xiaxamc^quiM,  '  Mm^  ^  éCufhm>,  .p^es  ^uncjiíe   .pQf    €ste  . 
wkf [Tip    jjodia  llegarse  *asta  ^1  rio  de  .Haéfmco,  -fakaron   .;las  ca  * 
tx^"  v'  zmoQ^to^  .cJesde  .eí  afw  ,jáe  ¿3  ,,en  ,qBe  se  trasla^^on  lo» 
Indios  4    I9.S  íibetas  .del    fio  eatayrronáds  ,en  donde  se  fundo  un 
íuefclo   con  el    acmbre    de   Haya  .Qrande  %   determiné  ^^bti.í ,    y. 
dexé    nambeado   en     el   mismo    año,  un    camino   desde    Huaíiuc» 
al    expresado  Pueblo  nuevo,  con  la  noticia  de. que  .des^e  .^u  em- 
itóadexo  ^BQ^Ia  4>^íse  .^^^  .4Wz  jáias  .íiasta    el    Maraíion^toa-' 
aon»¡V  aportarse"  :en  4  ^  I^^q^  áéí^ca^di,  J  ^ubirse^^^me-, 
r\o¡,  de '20    á    Jos  Pueblos  de  Mama,  Siguióse  ,.con  %^ividad    U. 
'apertura    del  di clio  camino  en  Jos  5    .a^"s    de    mi    gobaernp^   y 
^a1?5éndose  acabado  ccn    fe ücidM  ,  queda  ^proporcionado  .e.1  ^^ra- . 
cííámo  terreno  de    mas  <ie    19    leguas    de    Montana    para  íeliQi-r 
jdaxi  ^de  Jos  veduos  de  #ÍMánuco  ,    y  m  ha,  dad?  ^pí^^cipio  ja     U. 
Vestaüracioii  -de  jas    Misi^^ñes  de  Manoa,  segua  se  jrefiere  <;<}Ciá)ie- 
clsjon   y    claridad  ^en    los'  Mercurios    ..q^e    tratan  J.^1  .^Vi^   J^^: 
"'¿^bamps '  de' ivacer  for  el  ^Hmihg<í.   f   Ucayalh    '.  .    ^<>r:■i^s^^   x 

IOTRADA$  A  LA    MONTAÑv^  l'OR    LA  .PAUÍE 

I".  de  Tartna> 

.O-'ünítt^e  14  ,aordiHera  ie  lós  Andes    ofrece    ^t   ¿a  ^ parte    de 
la    Provincia   de   -Tarma  dificiles  eatninos  para  rnteíoar  ,|  ia  Mon- 
taka-,.no  obstante    s^  '  faci^tf^ron  dos    has.t^    el    cerro  .dj  Ja  b^l| 
el    primero  s;.'  franqueó  "desde  el    Puebla   de    Paucar tambo    por  el 
de.Huan*ab.amUa-,^-,c-4>.yo  -AiPáí»*ito   se  ,€«ipkabaJi  -*€«  -diajJ^-**- 
segando  se    di.igió  d^s,de   Tarma     por   1,1    Q,uebra^   d?     Falca  ]y  . 
Chanchamayo,  y    por    e$«  >se -llegaba  <al    cerro  de  Ja.^.a^«n  «1 


mismo  tiempo.  AI  referido  cerro  eoiTcarréti  de  té  taii  intefí* 
de  la  Montaña  muchos  Indios  gentiles  en  busca  de  sal  para  stt 
consumo  y  comercio.  La  veta  de  sal  corre  desóe  lá  cumbre 
del  serró  al  S  O.  por  espacio  cíe  más  de  j  leguas  ,  y  otra» 
tantas  acia  el  N  D.  con  30  varas  de  frente.  Es  de  piedra  con 
alguna  mezcla  de    barro    coloradoi  ^  . 

El  primer  Religioso  Francisco  que  se  avan^ió  á  k*  Mdi*** 
itaña  por  esta  parte,  fue  Fr.  Gerónimo  Ximenez  (17);  el  qiasA 
pasó  en  el  año  de  635,  desde  el  Pueblo  de  Huancabamba  al  di- 
cho cerro  ,  en  donde  levantó  una  Capilla  con  la  advocación  cf* 
San  Francisco  de  las  Salinas*  De  aqui  pasó  á  Quimirí  en  don- 
de fundó  otro  Pueblo  con  el  nombre  de  San  Buenaventura,  f 
ansioso  de  extender  la  Fe  católica  entre  otras  Naciones  bárba^ 
ras  se  embarcó,  y  baxó  por  el  rio  Perene  en  compañía  de 
Fr.  Cristoval  Larios  y  28  españoles,  todos  los  quales  murieron 
á  manos  de  los  infieles  Campar  en  el  año  de  657.  Sucedi&i- 
ron  á  estos  en  la  cotiquista  del  cerro  de  la  Sal,  y  rio  Pé* 
teñe  los  ya-rones  Apostólicos  Fr.  Josepb  de  Sama  Maria,  y  Fr>. 
Cristoval  Mesa,  y  trabajaron  con  tan  feliz  efefto  que  el  año  dé 
40  tenían     fundadas    7    Capillas  de  gentiles  Amages  y   Campat,   - 

En  el  año  de  641  ,  el  V.  P.  Fr,  Matias  de  Ylle»*. 
cas  (18),  y  los  Religiosos  Legos  Fr.  Pedro  de  la  Cruz,  f 
Fr.  Francisco  Peña  ,  arrebatados  del  ardentísimo  zelo  de  la  con* 
yersion  de  las  Almas  ,  menospreciando  las  vidais,  y  fiados  úni- 
camente en  la  Divina  Providencia,  se  e^mbarcaron  en  Qmmiífi,  f 
después  de  haber  explorado  todo  el  río  Perene  sigureron  su  návéi 
gacion.  por  el  Paro  ,  y  Ucayali ;  y  habiendo  llegado  hasta  Cer* 
ca  del  rio  Aguaitia  (19)  murieron  ¿  á  manos  de  lo*  crudéJt 
S.t^iha€  ó  Calleseeas, 

La  voz  común  dé  que  e\  cerró  de  l?i  Sal  eMs^  Vif^ 
«o  de  minerales,  de  oro  ,.  despernó  por  estei  trémpo  la  codieíi 
de  algunos  españoles  que  gobernados  por  un  Cabo  ,  y  acómpatii^ 
dos  de  dos  Relígiósíss'  Francescos  liegarcm  ad  drcho  cerro  (so); 
X  aunque  los  Indios  se  alteraron  con  su  vista  ,  diísímutáron ,  f 
los    trataron     con    aparí^acias    de    amistad    y   rendimienio;  Deseo** 

Y  4  .  íoi3      ■ 


(17),  CordovA^;  Libr  2.  pag»   i  *4r- 

f  18)  Cordova  :  Líb.   2.   pag.  laf, 

(19)  Amich :   pag.  ;i.  •!£    • 

(  20  )  Amich  :  pag.    (5. 


100. 

^os  los  Españoles  ^e  internarse  mas  en  la  Montaña,  sé  embarcaron 
con    los  dos  Religiosos,   y   siguieron    su  navegación    auxiliados  de 
JOS   gentiles ,  los     quales   prosiguiendo    en    su    fingida    amistad 
a    ios     tres     días    de    navegación      persuadieron    á     los    Español 
.ies     que    hiciesen     tercios    de     las    armas     con    el     pretesto    de 
que    se   acomodarían    mejor    para  no   mojarse ;    y  habiéndolo  con- 
«eguido   llegaron    a  un   rem.anso,  en   el  que   tenian  prevenida   una 
emboscarla    desde    la    que    mataron  á    flechazos    á    los    Religiosos 
y  lispanoles,  á  excepción    de    dos   que    acertaron   á    echar    mano 
de    una    pístela,   con   que   hicieron    frente   á    los  infieles  ,  los  gua- 
les   temiendo    las    bocas  de  fuego  les    dexaron  el    paso  franco    r 
se    ocultaron  en  los   montes.  Con  esta    revolución     y    otras    que 
luego    sucedieron  ,    se     perdí®    por     entonces     la    conversión    del 
cerro    de    la    Sal  (21). 

Año  de  671,  ei  P.  Fr.  Alonso  Robles,  acompañado  de 
algunos  Sacerdotes  y  Legos ,  entró  desde  Huancahamha  al  cerro 
de  la  Sal,  y  logró  fundar  un  Pueblo  (22)  que  constaba 
de  800  gentiles  Ama  ge  s^  Pacanes.  En  el  año  de  73  ,  aumen- 
to su  conquista  espiritual  con  mas  de  20^  Indios  que  juntó  eti 
otro  Pueblo  con  el  nombre  de  Santa  Rosa  de  Qw'miri ,  y  ca- 
da día  se  iban  agregando  otros  infieles  Amages -^  pero  algu- 
nos particulares,  de  los  mas  obligados  á  mirar  por  el  servicio 
de  Dios  y  del  Rey  ,  llevados  de  un  vil  ínteres  obtuvieron  en  el  ana 
de  674  (23)  el  dominio  y  dirección  de  aquellos  infelices  con- 
versos con  exclusión  de  los  Religiosos  :  por  lo  que  viéndose  los  In- 
d-ios  sin  instrucción,  ni  dodrina  ,  se  volvieron  á  los  montes,  y 
a  su  gentilidad.  Trabajóse  mucho  en  los  años  siguientes  p'ara 
restablecer  dichas  conversiones  5  mas  no  se  consiguió  otro  fra-- 
to  que  las  crueles  muertes  que  por  los  años  de  694  (  24  )  die- 
ron los  infieles  al  P.  Fr.  Juan  Valera  en  Huancahamha  [y  á 
ios  PP.  Fr.  Francisco  Huerta,  y  Fx.  Juan  Zavala  en  el  rio 
Qmmiri. 

'  Los  sangrientos    estragos  y  muertes  de    tantos    Religio- 

sos hicieron  tal  impresión  en  los  hijos  de  esta  santa  Provincia 
de  los  doce  Apóstoles ,  que  nadie  se  atrevió  á  emprender  nue- 
va conquista,  hasta  que  el   Señor  que  siempre  vela  sobre  su  grey 

""  """"  •-'■-'-  enca- 

tt        ■         I  . 

'  '  ■  ■  I  I    n 

(21)  Amieh:    pag.   6. 

(22)  Tena:   Lib.   i.  pag.   ^t, 
(  23  )  Amich:  pag.    33. 
(24)  Amich:  pag.  ya. 


f  er, 
cticamlnó  por  la    parte   de    Tama   en  el  aña  <?e.T70^,   al' P. 
Fundador    de   Ocopa  Fr.   Francisco    de   San     Joseph,    que  abra- 
sado en    el   zelo    de    la  salvación  de  los   infieles    solicito   y  ^len-^ 
tó    á    los    varones     Apostólicos    Fr.  Fernando    de    San     Joseph  ,, 
Fr.    Mateo    Brabo  ,  Fr.  Honorio  Matos,   Fr.  Cristoval   de  San  Jo- 
seph ,  y  dos    Religiosos    Legos  :  y    después  de  haber   hecho   Mi- 
sión en   la   Provincia    de  Tarma ,   se   internó    con   ellos  (25)     a 
la    Montana,    en    donde    trabajaron   con    tanta    actividad    y   ^^lo  , 


SiZ¿,    Eneno,    Pichana,    y   San  Tadeo    de  los  Antes.  ,      .^ 

En    este  mismo  año  de    730,    se  descubrió    el   gran  Pajonal,-^ 
llamado  así    por   los  muchos   Pajonales   que    cubren    los     montes 
q.ue  lo    circulan   (26).    El  dicho    Pajonal ,  es  una    gran  porciocí 
de    serranía    que     desde    los    rios    Em ,     y    Perene    se    extiende,^ 
J?as    de   40    leguas  al    N.    y    30    de  occidente    a    oriente.     Por 
la.  parte    de   N   Ó.  confina    con  la,   Pampa    del     Sacramento,  de^ 
.quien    le   divide    el  rio   Pachitea ',    v^^    la    del    occidente    con  los,' 
altísimos     cerros   que    tributan    el    caudal    de    muchos    arroyos    y, 
tíos    al   gran    Paro.    Dio    principio    á    la    conquista    espiritual    do 
lios  infieles    Andes   del   Pajonal    el    V.    P.  Fr.   Juan   de  ia  Har- 
ija ,  internándose     desde    San    ladeo    de   los  Auus ,    c^ue    es    por 
4onde     los    cerros    períniten    una    entrada    escabrosa    que    llamaa^. 
franca;    y  en   el    ano    de   733»    ^^bia     conseguido    la    fundaciori 
de    dos  Pueblos   con    los  nombres  ^   Tam^ia^qw.y    Aporoquxaqu:,^. 
U  abundancia    de    mies    descubierta    en    el    Pajonal    atraxo    qua-; 
tro    operarios    insignes,    que     fueron    los    VV.    PP.   '^,'-r    ^^""^1, 
Bajo/Fr.    Alonso    del    Espíritu    Santo  ,    Fr.    Cristoval    Pacheco, 
S'  Fr..  Fernando    de    Jesús,  Jos  quales    en    el  áfio    de    73?    ha- 
bían   hecho  crecer    la    conversión    á    j     numerosos    Pueblos  bien  ^ 
instruidos,    conversos   y    empadronados.  Al  socorro  ^e^  "^^^  ^^'í" . 
dieron    los    zelozos    obreros   Fr.    Pedro  Domínguez .   Fr.  Francs- 
co    Gazo,    y    otros    que    siguiendo    con     a¿lividad .   U    '^bo»^ '■■-^^- 
Itian   ya 'en   el  año  de    39   diez    Pueblos  '  ^,«"7,^^%  ^^^  "en    lor 
cios   mil  Indios,   sin   los    muchos  millares^  '^  ^''^IJ^ÍrZo^^- 
años    precedentes    habían    encarnina4o    al  ..  C:/^l«,.entre  párvulos  ^ 
adultos   bautizados. 


l:^i,tS:j:|:  8Í  ,(n)    A,.ich.  pag.  94,  y  .m-n.«. 


-  102.      .  ..  ,       .•..-.,. 

Con  tin  (kViCes  pfOgreíos    sígaíerén  «ías'  eofjversíones , 
y  tas  del  cerro    de  la  Sal,  hasta   qae    en   el  año    de  74a  abortó 
el  Infierno  un   monstruo  que    dominado  de    ambición  y   soberbia ^ 
la^  arruinó    todas  coa    estrago    dé    almas ,    vidas  ,    haciendas  ,•  y 
ultr-age   de    ambas  Magesíades.  Tal  fué   el    apóstata    Jua-n  Sa-ntos 
pretenso   Inga  Ataliualpa  ,   que  rebelde  á   Dios    y  á  su    Rey   dio 
principio    á  su   funesto   alzamiento  en  el  Pueblo  del    Pajonal  lia-* 
inado    Quhopmgo  ,  al    abrigo    de    un   corto   número    de  conspira- 
dos. Fácilmente    s&   hubiera   apagado    este    fuego    en    su   origen , 
si^ao  se  hubieran    despreciado   los   primeros   avisos    •que   dieron  los 
Goñversores  ;    pero  con   el   desprecio    de  estos   se  dio  tiempo  pa-  - 
ra- que   el   rebelde   se   , reforzase    ron    el    aume^nto    de  parciales.,  'f^ 
fortificase   los    puestos    que    inutilizaron  los    esfuerzos    de    la   tro- 
pa ,  que   por    varias    partes    entró    á    la    Montaña    con    intento  dé- 
aprisionarle.  Clamaban  los  Misioneros  al  ver   que   se  perdían  nnuí 
^Misiones    tan  floridas,  .'iojradas  y    Cultivadas  á  costa    de    *u  san- 
gre, sudores    y  trabajos.    El  deseo  de  mantener   en  la   Fe  'á  *áai- 
neófitos  ,   no    les    permitía  separarse    de  sus  establecí  miemos,  es»  • 
fqrzándose  á  mantener  sus  puestos   hasta  sacrificar  sus  vidas  (  28  l;^ 
cp'aio  lo  hicieron    los  W.    PP.    Pr.   Domingo  Gaicia  ,   y   Fr.  Jo* 
jejjh  Cabanes ,   quiénes  cor»    un  Donado    murieron   en    el    mismo' 
aSo  de  42    á    manos   de    los    alzados  idel   cerro  de  la   ^I,  ^statí* 
do    componiendo    los     caminos    para    facilitar    el  tránsito  ^-   .Ja# 
ttopas    destinadas    por     esté    Superior    Gobierno    para    la    pr-i-siori" 
del   rebelde.   Los    PP.  Fr.    Francisco    Otasúa  ,     y    Fr.     Salvador^ 
pando,    no   obstante    los    sangrientos    estragos    de    sus     heroja*  * 
^^^   (*'9)»  "Sé  atrevieron  á  entraí  hasta    Quifniri ,  en  donde  poi 
•spacio    de  tres  meses   estuvieron  persuadiendo  al  iel«lde  su  re^ 
diíccion,  hasta  que  deseftgafíados  de    su  obstinación  y    perfidia  'SO 
irettrarori   después    de     habéif    sufrido    indignos   tratamientos.   CoA'] 
«Ste  desengaño   cedieron    los  PP.   á  la   fuerza  del    rebelde,  y  de* 
c^ioipararon     enteramente  :&irs  MisiGneSé 

Año  de  779,  siendo    dignísimo    Prelado    de    Ocopa    •!' 
jfc   Er.    Joseph  Sánchez ,   Guardian  a'ítual    de    la    Santa  Recolec- 
ción   de    Lima,  se  proporcionó  entrada   para    la  restauración   de 
las  dichas  Misiones   del  cerro   de  la  Sal.  El   Colegió  tomó  de  ait 
cuenta  la  apertura   del  catíaíiio  a  -bes'tia  desde  Falca  ú  ChmcÍKk»\ 
--  tnayOf 

ji'^2\    Tena  :   Lib.  3.  pag.  ^6. 
{ 2p  y  Tenaí  Lib.  a.  paj.  -215.  y  aa*.  Lib*  3*  pag»  yf. 


■■I 


^m  \  fóbrícésc  tin  Fuerte  á  expensas  del  Real  erario  :  guar- 
necióse con  tropa  para  contener  las  invasiones  enemigas,  y  at 
áió  principio  á  «na  población  dé  fronterizos;  pero  censiderand|» 
Jos  riesgos  y  peligros  de  ser  intercept^dosi  de  los  gentiles  io» 
«ue  entraban  por  el  nuevo  camino  de  la  Quebrada  de  Píiictf, 
Hr  otras  causas  que  se  tuvieron  presentes  ,  mandó  est«  Superioc 
Gobierno  en  el  año  de  84  la  demolición  del  Fuerte  ,  y  e.l  m* 
lirp    de  la    tropa,   colonos  ,    y   Misioneros.  ..ja 

-'li''  Año  de  87    se    determinó    por    la    misma    Superiondaa 

^%e' se  abriese  un  nuevo  camino  exento  de  las  invasiones  de  1q* 
bárbaros  por  la  parte  del  valle  de  F/Wf ;  cuya  dirección  y 
apertura  se  encargó  al  Señor  Gobernador  Intendente  de  Tarma 
Pon- Juan  Maria  Calvez,  quien  dirigió  á  los  operarios  con  ^ 
mas  aaivo  y  distinguido  zelo  :  de  suerte  que  en  el  año  de  83 
liabia  logrado  ya  entrar  á  muía  hasta  el  referido  valle  ,  en  doo- 
«o  fabricó  un  Fuerte  que  guarneció  con  tropa  ,  y  restauró  los  dq* 
Pueblos  de  Vucara  y  Collac ,  qi*e  estaban  perdidos  desde  el  al- 
zamiento de  Santos  Atahualpa.  Yo  contribuí  con  víveres  y  berra*» 
tniema^,  y  fabriqué  Capilla  y  casa  para  dos  Misioneros  qu« 
toy    subsisten   con   el    destino   de    Curas, 

Pero  todos    nuestros  afanes  y   trabajos   servirán    de  peco 
fí  no  llegamos  á  posesionarnos   del  cerro  de   la  Sal  ,  construyendo  ut) 
"Fuerte  cerca  de   la    confiuencia    del    rio  Chanchamayo    con    pJ  ^ 
Saranccchaf    y     otro   en   el   referido  cerro    segura    lo    tiene  í>rd.e« 
«ado  S.  M.  en  su    Cédula  de    7  de   Marzo  4e    751.    Este    tul 
ütil   proyeílo  puede   irse   proporcionando  en   el  dia  á    poca  costa» 
•i»,  gracias  á    Dios,  no  se   temen     por    el  camino    de    Vitfic    io» 
fiesgos   de    sorpresa    de   gentiles   que   n-iraron    con  espejo  de  att- 
irento    los   particulares  opuestos  á  la  empresa  ,  en  la   entrada  pos 
'h  Quebrada  de  Palca  :     ya    tenemos    en    dicho    valle  dos     Pue- 
t)los  cubiertos  con   un  Fuerte   que  puede    en     caso    de    infasicn , 
4Íer  auxiliado  prontamente,  no    sol©    de  ios  moradores  del    Partido 
•  de  Tarma  ,  si    también    ^el  de    Jauja  ^    fvves   á  este    afeito   aibrí 
50   en    el    año   de    89  ,    el    camino    de    comunicación    de   ^Anf" 
bamba   al     valle  de    Vitcc.   Solo  resta    que    desde    este     valle    se 
vayan    abriendo    las    cinco    leguas    de   canino   que    hay  hasta  los 
tíos    Chanchatnayo  y  Wlaroncccha  ^  y    que  e»    su   confluencia,  que 
es   hoy  la   linea    divisoria    de  chumbos    y    christianos    se    fabrique 
por    los    mismos    interesados    un  Fuerte    con    los    gruesos  made- 
íes   de  que    están  pobladas  sus   tiberas. 

£su* 


!l 


••    K        Establecido   ya    el  Fuerte    y    una    población  de  frontay 
rlzoí^  en  -el   expresado   sitio    se  removerá    la    tropa    á  lugar  pror 
porcíonatJo   en    la  banda  opuesta    del    rio,    y    se  irán    fundando' 
los    Pueblos    quí    se  .'■  juzguen     necesarios    en    tai    distancia   que 
puedan    auxiliarse    por    agua  y -por   tierra    los   unos  y    íos   otro^. 
Pe    este    modo    er.írarcmos    sin    tewor  ,    ni    peligro    por  el    valle 
<3e    Quirniri    y    Nixandarií  ,   y  avanzaremos    hasta   el    cerro    de  la 
Sal  ,    en   donde     deberá    construirse    el  Fuerte  respetable   manda- 
do   por   nuestro    Soberano.    Conseguiréisos    U   reducción    y    suje- 
•cion    de    las     fanviüas,  .de .:  gentiles   y    apóstatas,    que    viven   ei} 
'los   dos-  enunciados  pueblecitos  ,   ó   su  téiiro  á  lo    interior  de  Ja 
Montaña.     L'Ss    nuevas    Poblaciones   podrán    forrRarse  ,  no   solo  de 
lolí    gentiles     que    lograremos    atraer    por    medio    de    lo3    regalos 
y  comercio  9    si     también  de  los    que  voluntariamente  quieran  ave- 
cindarse   en    aquellas    feracísifnas  tierras  ,    y  de   muchos   pobres  y 
ociosos     fronterizjos    que  apenas    tienen    lo    muy    preciso     para    1^ 
mantención   de    sus    miserables    familias.    Mas    para  lograr  que   es- 
tos   entren    en     tiempo    oportuno    á    hacer    sus    rosos    y    chacras 
en    las  íierras    que   íes    repartan,    es    preciso     que    los     Subdele- 
gadados    los    tengan  numerados,  y     los    apremien    con    rigor.   Es- 
tas    pobres    familias    se  podrán  mantener    al    principio     con    ceci- 
J*as    y   maíz    que    les   subministrará    el    Colegio    de  O. .opa  de    sm^ 
-iimosnas,   hasta    que    edgan   los  .prímeros»frutos    de  frixoles ,  sapa- 
-Jlos ,    inajces ,    camotes    y    maní ,    que    todo    se.  da  á    los    quatrp 
"ínesesí    con    k>    que.  4>odrán    pasar    hasta    el    auo  en   que  las  tiecr 
ras  Us  rendirán  abundantes  plátanos  ,  yucas  y    otros  efe(9:ps.  .Pespu^ 
se  les    obligará    á    qu,e     formen    chacras    de  caña ,    coca-   y    aig<>- 
don  5     y    en    cambio    de    estos     efectos    introducirán     los    habitíi- 
«doreS   de   la   Sierra,    como  lo    hacían   antes   dsl     sAzamieoto,    chal- 
lonas ,    vacas,    aguardiente,   ropa,    y    herramientas  ^  y  los  mi*m(^ 
"Huevos    colonos     podrán    criar    cerdos,    cabras,    gallinas     y    otr^s 
animales  ,    con    que    estarán    mas    abastecidos    y  regalados  que  en 
ía    sierra  ,     y    íio   Us   sgr,á    t^a    «epsible     la    contribución     del 
tííbuto,  .         - 


9i    ■tLii:'     i..'.  *    aií¿iJ>     -jn!»    &;-:jí   oU  ' 
tai   fiíirití   ^irí    9!ip    oni  n;í?   «b    f^^i: 
«ap  tsi>n'3üftrj03   a?,   a-- 

lí  ■  • 

"üiiih 


OB  SERTACIONiS  METEOROLOCICAS  DEL    MES  DE  SSP- 


tiembre  Hechas    á     las    12.     del    diá. 


-i-.n 


Días 'del  I    Termómetro  del    Termómetro    de 
mes.       I     ^  Reaumur.       1         Farenheit. 


;V 


5-    -  ----14,    8.--  -65  ,  o 

6  —  -  -  -15  j    6--  -57  ,   2 

9^^^  -■^■-14^/% -i  Jl(íj;-b;----'  ;"■   .■  ^"|,   ^ 

16- 13  ,   5 52,   5 

17 -  14,  6 6j    ,-0  .-  - 

CONTINUACIÓN   Á  LA   LISTA   DE    SEÑORES  SÜBSCRIP- 

tores     ai    Mercurio    Peruano, 

El-  Excmo.  é  llimo.  Sr.  Dr.  D.  Alonso  Nuñez  de  Haro  y  ¡Pe- 
ralta ,  Arzobispo  de    México. 

Et  Illmo.  Sr.  Dr.  D.  Baltazar  Jayme  Martínez  Compañón  ,  Ar- 
zobispo    de    Satita-Fé. 

D.  Juan  Bernardo  Delgado  Campo  déla  Vega,  Corresponsal  de 
la    Sociedad  en   la   Ciudad   de    Chuquisaca.  "       > 

Sr.  Dr.  D.  Marcelino  Pinto ,  Abogado  de  las  Reales  Audien- 
cias   de    Lima  ,  Charcas  ,  y   el    Cuzco.  », 

5r.  D.  Diego  Tanco ,  Administrador  General  de  la  Real  Renta 
de   Correos    del    Nuevo    Reyno   de  Granada  en  Santá-Fé. 

Sr.  Don  Andrés  Rodríguez  ,  Archivero  de  la  Secretarla  de  Cá- 
mara y  Virreynato  de  dicho  Reyno,  y  Corresponsal  de  1¡K 
Sociedad    en    Santa-Fé. 

Sr..-  D.  Francisco   Sebastian  Fernandez   Valdivieso  y  Urquizu. 

NOTA.  Ta  Sé  advirtió  al  p're  de  las  Afecciones  Meteordvglkag 
fiel  D/ies  de  Agosto,  que  6n  los  días  en  que  no  se  notaban,  era  /or 
que  se  habían  observado  las  mismas  que  en  los  anteriores  :  lo  qm 
jervirá  áe  regla  en  lo  sucesivo. 


I  UtI 


,^ABtA  ASTRONÓMICA  EM  ^^tJisS  MANIFIESTAN    LO? 
«iias  de  Lün;?. ,  Jiota   de  salir  y  .ponerse,  y.  la   hora  de    su     pas« 
_,- .-^o.r  el  meddíanoj  y  el  tiempo  .tn.edioaí   medict  día  verdadero  ._ 
para   ei    Mes  de    Octubre  cakuladada    en   tiempa  civil. 


DiasIDia^iHorá  de  sa-LPaso  porierHora  depolTieBipo 
delude  |iir  la  Lyn. 'meridiarro.  I  ners?,  ¡dio  dia 
mss.tun.  Us.     Ms,  :'H5.       Ms.  Hs,      Ms.  '  Hs, 


medio   al  me- 

verdadejco- ._ 

Ms.       Ss.    Ds, 


t. 

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Mañana, 

Tarde. 

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Tarde. 

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Mañana, 

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Mañana.. 

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11    „   06.  . 

' '     )»  4?   »    1 1    »>    J» 

Mañah^. 

05  „   35  • 

lí    »   5  3-  • 

f  í    »»  4?    »   00  »»   8. 

00  j^   06.. 

06  „   23. 

Tarde.  39 

'  f   ,»  44  j,  50   it  7v: 

00  „    f  5  . 

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TuÑ  '_ 

De!  curso  ct  les  Riví  Huallagay  /'< 
yalt.j  de  la  pampa  del  Sacramento 

Lepantaao 
Por  el  PFr. 'Manuel  Sohrepiela.Gu 
urdían  del  Colegio  d'  Ocopa 
Dado  á  luz^ 

Por  la  Sociedad  d^  jamantes  del  País 
de  Lima  Ane  í-Ji¿. 


'¡asrph    Va^que'^feuÁp-  /^' 


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Pol.'  ^bj. 


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5;      MERCURIO  PERUANO      f 


DEL    DIÁ   13.   DE  OCTUBRE   DE  1791. 


ENTRADA   Á    LA  MONTAÑA    DESDE   JfAUXA  POR    C0% 
mas  ,   y   Andatnarca, 

^N  ninguna  paítese    presenta  la  cordillera  de  los    Andes  ma» 
inaccesible,  que  en  la  entrada  de  Jauxa  por  Cowiai-  j  And  amar  cay 
pues  es  preciso   atravesar  tres  ramos   rígidos,  que   hacen   poco  mé* 
«os  que   iívti'ansitable  el    camino    por   los  continuos    precipicios ,. y 
por   las  muchas  y   heladas  ciénagas  que    se   encuentran   en   sus  ¡n- 
termedios.    Esta   fue   la  causa  por    que  en    las    primeras    entradas 
^ue  se   hicieron  por  esta   via ,  se  juzgó    imposible    la  apertura  de 
«amino   para    bestias ;  de   íuerte   que    los  viajantes   se   velan   obli- 
gados á  condecir   en    sus   hombros    las  provisiones    t«n  Indecibles 
trabajos  y  fatigas.   Mas  el  deseo  de  la    salvación    de    los    gentiles 
que  salían  en  los  veranos    al  Pueblo    de    Anddmarca    pidiérido  el 
Santo  Bautismo  ,  alentó  el   espíritu  del  V.   P.  Biedma  para  ven- 
cer aquellas  dificultades,  al  parecer  invencibles.    Este  varón   ve¿ 
-«laderamente   Apostólico,  después   de  haber    empleado    su    fervoroso 
«elo  en  la  conversión   de  los  Panataguas  y  CáUisecas,  vzsó  en   él 
Tifio  de  673   al    valle    de  Jfauxa^  y   desde  el  Pueblo   de  Andan, ar^ 
«w -^  I  )    se    internó  á  pie  con  un  Religioso  Lego  y  dos  Donados, 
«n  jnas.provisíon     que  un  poco  de  ^ueso  y  rnáiz  tostado  :  y  dcruéi 
«e  haber   caminado  ocho  días  por  tan  ásperas  y  fragosas  jendas  llecó'á 
ia  tierra  de  Jos  infieles  Cam;)flx,  que  le  recibieron  con  estrafias  deinos- 
Giraciones  de  jubilo    y     benevolencia  ;   y   fundó    un  Pueblo  con  ¿1 
mmhte  de  ^amaCrtíz^dt  SóMMor^:Vmiítónit  (  s  j  las  Kaciorcs  á« 

Z  4  Pari'^ 

(  I  )     Amich:  pag.    n.  '     'T"7'""^""^^'^"nT^ 

(a)    Tena:  Jib.  i.  pag.   31, 


Pangoas,  Menearof,  Ampaih,  y  Pncsrumh,  que  tenían  sus  hibU 
taciones  por  Ja  parre  del .  Sur  ^  los  Satipos,  Copiris,  y  TomírhatU 
que  vivían  en  h  parte  del  Norte,  y  los  Catearos,  y  Piñatartí ert 
ía  del  Oriente.  Todas  estás  Naciones  eran  conocidas  con  el  nom- 
bre genérico  de  Andes  ó  Campar,  y  se  distinguian  entre  sí  con  los 
particulares  que  ho  referido,  toraados  los  unos  de  los  ríos  y  para- 
ges  en  que   moraban,  y   los  otros  de  los  Curacas  que  las  dirigían. 

Noticioso  el  V.  Siervo  de  Dios  Fray  Francisco  Izquier- 
do de  la  abundante  mies  que  el  Padre  Biedma  habia  descubier- 
to en  Sonomaro,  pasó  con  tres  compañeros  desde  Quimiri  para  au- 
xiliarle, en  el  año  de  674.  Consultaron  ambos  sobre  la  difícil  en- 
trada por  Andamarca  ;  y  convenidos  en  que  era  mas  fácíl  el  ac- 
ceso desde  Quimiri  por  el  fio  Perene,  resolvisron  que  las  entra- 
das debian  hacefse  por  esta  via,  y  que  para  descanso  de  los  Par' 
dres  se  estableciese  una  población  entre  Santa  Cruz  y  Quimiri 
en  el  parage  llamado  Pichana,  en  donde  moraban  muchos  infieles 
íue  hablan  manifestado  deseos  de  ser  christianos.  Con  este  objeto 
I>a?6  en  el  mismc  año  de  674  el  V.  Padre  Izquierdo  ai  referido 
aitio  5  y  s penas  había  fnndado' el  Convento  y  la  Iglesia,  quand» 
Jn  Indio  cabeza  de  parcialidad,  llamado  Mangaré,  poseído  de  ua 
íuror  diabólico  entró  en  el  Convento  (  s  )  acompañado  de  sus  alia- 
üos,  y  con  una  lluvia  de  flechas  que  aquella  infernal  canalla  dis- 
jpáró  contra  el  Padre  Izquierdo^  un  Donado,  y  un  niño  christia- 
lio,  los  dexó  traspasados  y  cosidos  entre  sí,  de  modo  que  parecían 
los  tres  un  solo  Erizo.  Cebado  iíííiw^-oré  con.  la  sangre  de  aque- 
llas víctíiaás  inocentes  subió  con  sus  parciales  por  el  rio  Ptrene 
¡con  ánimo  de  acabar  con  todos  los  Conyersores.  Halló  en  el  ca- 
inino  á  los  TV.  PP.  Francisco  Carríon,  y  Fray  Antonio  Zepeda, 
iqííe  baxaban  desde  J2a/m/r/  para  auxiliar  al  Padre  Izquierdo  en  su 
«ueva  fundación,  y  les  quitóla  vídá  con  la  mayor  crueldad.  Triun- 
fante y  alegre  con  estos  progresos  llegó  á  Quimirt  ,  y  habiendo 
'  xnanifestado  á  los  Indios  las  muertes  que  acababa  de  executar,  y 
la  resolución  de  matar  á  todos  los  Padres,  acometieron  y  cargaron 
•obre  él  y  sus  parciales,  con  tantos  pa,los  ,  piedras  y  nracanat^ 
que  los  hicieron  pedazos }  y  una  hermana  del  mismo  Mangaré 
tomaftdo  una  grárt  piedra,  díó  con  ella  tales  golpes  en  la  cabezt 
de  su  hermano,  que  le  hizo  saltar  los  sesos.  Con  estos  sangrien- 
tos extrago»  estuvo  por  algún  tiempo,  desanaparada  la  Coav«r«io9 
*■'■'".  ''.-'.  de 


Ti  I    Amich';  pag.  a8.° 


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STe  !?anta  Cruz,,  hasta  que  el  fervoroso  Padre  Eíedma  volv-.ó  a  eít« 
trar  á  ella  con  algunos  compañeros  el  año  de  68  rj  habiendo  antes  habi- 
litado el  camino  á   mu  Ja   desde  AndumaTca    4    Sonomoro.    En  breve 
tiempo  restauró  el  Pueblo  ds   Santa  Cruz    {  4  )  ,  y  fundó  otro  con 
el  nombre    de  San  Buenttventura   de  Sevini.   En    el    año    de   684. 
abrió    camino   desde  Sonomoro  hasta  la    unión  del  rio   Ens  con    el 
Perene  5    y  ansioso   de   reducir  al  gremio  de    la  Iglesia   las  mucha» 
Naciones    que  habitaban  en  las    riberas   del   rio    Paro  ^  se  embarcó 
el  año  de  86  (  5  ) ,  y  baxó   basta  cerc*  de  la  confluencia  del  tid 
iPacbitea  con  el  Ucayali,  en  dond^  la  numerojx  Nación  ds  los  Conivo^- 
le  recibió  con  agrado  ;  y  desando  fundada  una  Capilla  y  Pueblo,  re-^ 
¿resé  haciendo  uii  exáctisimo  piario  en  que  refiere  ios  nombres  de, 
todas  las  Naciones  que  moran  en  las  ribttas  de  mas   de   40   ríos   que' 
tributan  el  caudal  de  sus  aguas  al  gran  Paro  ;  y  en  las   orillas  del   rio 
Camarinigua  estableció  otro  Pueblo  de   drivos  (6)   con  la  advo- 
cioa  de  S'^r»  Joreph,  dexando   aJIí   con  #1   destino   de  Conyersor  al. 
Padre   Fray  Antonio  Vita!,  Este  Religioso  perseveró  en  el    diclio-f 
Pueblo  hasta  que   le   dieron   el  informe  sini-estro    de  que   los  Piréf** 
habían  muerto   al   Padre   Biedma    y   á   su«    comp.aiíeros  j     y  .consi-r¡ 
dei-ándose    solo   y  sin   esperanzas  de  socorro ,    se    baxó    en   canoas  ' 
con  6  Indios    gentiles   por  ei    Uca^ali   hasta  ej  rio  de    Jas   JmazO' 
ñas,  por  el  que  subió  y   se  internó  en  el  Hmlhga,  siendo  el  pxi^,' 
JWfro  y  único  que   hasta   hoy  ha  completadjo  ei  curso  déla  nave-.^ 
gation  de  estos  riosi  pues  entró  desde    ^au^^  por  Andamarca  has-';' 
n  la  uniotí    del  Ene   eon   el  Perene:  corrió   todo  .el  Pízí'o   y  Ucayalii'" 
aubió  por  el   xMa/añon,  y  Hualiaga  hasta    ei  rio  ÚQ  Moyobamba  ;  y' 
labiendo  desembarcado  en  sus  riberas  salió  por  tierra  á  Caxqmarca.  " 
Año  de  87  deseoso  el  Padre   Biedma  dje  volver  á  yisitay  * 
?  sus  Conivot   (7  ),  se  emfjarcó  en  la   dicha  unión  del  £«e  con  ,el'^ 
revene,   llevando   en  su  compañía   dos   Sacerdotes,  un  Lego,  un  Do- 
nado, y  varip.s  Iiidios  christianos  que  asistían  en    Sonomoro  ;  mas  i  • 
poc^  dias  de   navegación   por   er Paro  dieron    en    una    emboscad^ 
«e  Piros,  y  ComavoT  que   los   flecharon    y    mataron    á    todos.    Cor?  ;*. 
este  fatal  golpe  para  la    Santa   Prevjncia  á&  los  doce    Apóstoles   '^ 

11  ■  ■    ,  se  . 

■  mmi,my,.imL.^¡^m'"  '"  --  -' '    '  '^ 


1^. 


(4) 

(O 

(7) 


Asiích  :   pag. 
Tena  ;  lib,    i. 
Tena  t   lib.    i. 
Tena  :  lib,   j , 


41. 

pag. 

pag. 
pag. 


lOf, 

123. 


'H' 


s^,  perdíerpri  enfeamt^jte;^  las.  Conversiones  de  J'íJ»»*^-»:^  porquiéa 
como  el  SieryodC;  Dios  había  llevado  consigo  á  casi  todos  losi 
cperapos ,  que,  asistían  en  Sonomorv,  poseídos  los  demás  de  un  ter*í 
í^?!»^ .  pánico  ,  abandona  con  á  Jos  conversos  5  y  viéndose  estos,  siitj 
I*astot;,  se   volvieron  á  los  montes   y  ¿  su  gentilidad. 

En  este  desamparo    siguieron    dichas  Conversiones    hasta.; 
é¡   afjode  713  (9)  en  que  el  V-  Fundador  de  Ocopa ,  discur-Í 
rjíSndocpmo  rayo  á.  impulsos  de  su   abrasado   zelo    por    todas   la$i 
ffpnteras^  llegó.  á.I^s,  de,  Jfflajfíi^  y    dio  principio  á  su  restan  ración^: 
3^  la.  prpsjguió  con  tant4,, felicidad,  auxiliado    de  algunos    zeloso$t 
Qperarios.de  esta  Santa   Provincia,  entrera, los  que   sobfesalíeron  losjí 
l^^res.Fray   Fernando  de  San  Joseph ,  natural  délas  Montañas;, 
és,Burgpr,  y   F.ray  Juan.de  la    Marca  de  nación   Francés,    que* 
e|tt.cl  año  de  730  tenia,  fundados  ya  4  Pueblos  con  los  nombres 
áe  Stmmoroj  Chavinty  Je^ut  Martas  y  Catalipango.  Este  último  fue 
destruido  en  el   año  de  37   por  un  Cacique  llamado  Torote,  el  qual 
4gspues  de  haber  quitado  bárbaramente  la   vida  á   un    Donado    y 
ái  varios  chrjstianos ,  pasó  en  el  mismo  año  al  Pueblo  de  Sonomo" 
ro,;  en   donde  di»  muerte  cruel  á  los  VV,PP.  Fray  Manuel  Baxo, 
B^ray.  Alonso  del  Espíritu   Santo,  y  Fray  Chistoval  Pacheco  (10), 
Apenas  se  tuvQ  la  funesta  noticia  de  esta  tragedia ,  el    Goberna-  ^ 
dor  Don  Benito  Tponcoso  juntó  la  tropa  .que     pudo    en    el  valle- 
deyauxai  y  con  ella,  y  algunos  Misioneros  entró  á  la  Montaña j 
y  logró  la    entera   pacificación,    reducción    y  arrepentimiento   de^ 
los  rebeWes,  y  procedió  al  castigo  de   los  mas  culpados.   Execu* 
lado  este  ,  se  atendió  á  la  fábrica  de  un  Fuerte  ó  Castillo  para 
resguardo  y .  seguridad  de    los  PP.   y  neófitos :  construyóse    bre- 
iremente  de  los  muchos  .y  gruesos  maderos  que  produce  la    Mon- 
taba 5  formós*   en  figura  quadrada,  armóse  con  4  pedreros,  y  que- 
daron de  guarnición  ,  un  Alferes  y  14  soldados  con  los  pertrechot 
y  municiones   necesacias. 

En  el  año. 736  se  aumentaron    dos   Pueblos  de  ]a   Na*» 
tion  de  los   Chicbirenes  coa  los  nombres  de   Parúa    la   alta  ,  y  la  ^ 
baxa:  se  .restauró  el  de  CatalipangOy  y  se  prosiguió  tan  felizmen- 
te en  la    conquista  de  otras   Naciones  con    el  espiritual    refuerzo 
de^la  je¿ií,od^_,»3i|¡Qa„q«[«,„' lleg4.de  F^paña   el    año  de   37,  que 


se 


(  8  )  Amich  :  pag.  69, 
(  9  )  Amich  ;  pag.  76. 
4  10)  Amich.:  pag.   ioi< 


irt;  • 


ciori-  de  los  de  Santa  Craz  h^i^tz  el  año  751  ,  en  «l^^e /^/^J  ¿1  ^ 
Atahualpa,  insolente  con  la  Indiada  que  le  seguía,  pasó  desde  laf 
Wisionei^  del  ceno  d«  lá  Sal  á  Sonomoro  con  el  fin  de  obligar  i 
que  le  rindiesen  vasallage  los  Chichireneí  y  ^«ier.  Hallábase  el 
Fuerte  falto  de  víveres  y  armas  para  sostener  un  dilatado  cer- 
etí''(i«);y  aunque  los  neófitos  se  mantuvieron  fífeles  a  Uioi  J 
al  Rey,  se  vieron  precisados  á  abaRdonar  su  patria,  y_se  salie- 
lott  con  los  PP.  al  valle  de  >«xa  por  no  dexar  la  Fe  de  Je- 
su-Christo.  Este  fin  tuvieron  las  celebradas  Misiones  de  ^«axa,  ad- 
quiridas por  los  Misioneros  á  precio  de  imponderable^  fatigas,  y  de 
tañfas-ividas  sacrificadas  en  las  aras  de  la    Fe. 

La  ruta   desdé  Andamarca  por    Sonomoro  hasta   la    unión 
del  rio  Eve  con  el  Perene  se   caminaba  á  bestia  en  i©  dias;  pero 
hoy- se  halla  enteramente  cerrada.   Por  esta  causa ,  y  por  conside- 
lar  que  aun  quando  se    volviese  á   abrir    el    dicho    camino,  serit 
íieíhpre  muy  fragoso,   y    principalmente    porque  en    restaurándose 
las  Misiones    del   cerró  de  la   Sal   podremos    internarnos  de  «J"  i  ■ 
Sonomoro  con  menos   dificultades,  según  nos   dexaron    advertido  el 
Padre  Biedma  y  sus    compañeros,  me  resolví   en  el    año  de   89  « 
facilitar  el   camino  de  Ocopa  por  Monohamba  al    valle  de  F/Voc ; 
y  con  licencia  de   esta  superioridad   lo   puse    expedito    y  corriente, 
y   restauré  el   Pueblo   de   Monobamba^  que   se  perdió  en  el   año  de 
86  «on  el  alzamiento  de  5*  nfo/    Jtahualfa.    Asociado     del    Sub'^ 
delegado  interino  de  yauxa  Don  Juan   Romero  Calvo,  di    princi- 
pio á  la  expedición,  á    la  que  concurrieron     quinientos  fronterizo» 
que  sustenté,  y  surtí  de  herramientas  á  costa  de  mi  Colegio.  Com-; 
pusiéronse  brevemente  todos  los  malos    pasos    de    7  leguas  que  se* 
regulan   desde  el    Pueblo  á^Tauri,  distante  una  del  de  JtfttJCíZ,  has- 
ta el  Tambillo,  en  donde  principia  la  ceja   de    Montaña  :  luego  se^ 
franquearon  6    leguas  hasta  el  antiguo  Pueblo    y   ameníiimo  valle'' 
de   Mombamha  :  se   rozaron  y    abrieron  otras    cinco   para  la  comu- 
nicación   desde  Monolamba  al    valle  y  Fuerte  de  Vitoc-,  y  final- 
mente 


(ir)  Los  Misioneros  que  vinieron  de  España  en  los  años  31, 
y  37  no  solo  hablan  conservado  las  Misiones  restauradas  por  su 
V.  P.  Fray  Francisco  de  San  Joseph  ^  sino  las  hablan  aumen- 
tado con  los  dos  Pueblos  de  Panw,  y  con  16  masque  fundaioil 
en  el   Pajonal.  Tena  lib.    2.  ^ag,   i82t 

(12)    Anüeb  ;  pag.  42^. 


Íl$i 


¿  tE^^TMPA-,  a;  .U  ^  MONTAÑA   POR    I.A  PAE.TE:_  . 


A 


-•íj 


entrad,  a  .c,«,^.r.  que  la   ya  e.pre.^da  por^„á.;.,,,^  (  ff)  f^t^^f 
so   a    Jos    .^ná,.   del    pueblo  de      T^^^,     distante    7  .  J^»as  ^Jl  . 
^^;  embarcóse    en    .1  rio  áe  ,P,,^..,   ó  Cb,,5>.rL  f^"   io! 

cienio    que   por  ma  ym  era  un  rodio  ^^Qthituu^ ;    Juego    pa,ó' 

Ouitt^'.'  %  ^r''    ^  ^-<^^^«^.,    y    después    Lró^or^la 
Qqebrada    de  Conch^gar4  y    C%«ia ,   y    por    tod»s   y    en%odM 

Jo^ph  Cavenes    coa    algunps  eornp.n^ro.  :  dírigtó    su-ruía    de..de    ! 

tamha     Tzntayhamba  ,   P^lmatampa  ,  Chur^bamha  y  Sa^bamba  ;  y    '' 
J    I  '«  ^f'-^S^^^idad   d3   ios   G^mia^s,    regresó,   sin    n^as    fruto    que 
eí  de  naber  bautizado  aígurjos  í?iños  de  Indios  serranos,  que  hu- 
yendo  dp  loa    Cura?    y.  de  Jas,  Justicias ,  viyen    expatriados    er, 
aquellas  Qu^br^das.,  eon.t^  Jg^oraneia  ,y    Jj^rb^ir-i?.    AUg    apena.  •  .^ 
íse  .distinguen  d^    Jos  gentíies. ,  .     ;•     ,^   ,..!':. í^^! 

,    ,.   ^^^  ^^   7^7--S'S   dirigieron  con  ei '  propb"  intento, '  y  córí  ''- 
ei   de    teciiitar  entrada    para  aprisionar   al  rebelde,    el    V,    P,    Fr 
Mpuel    Alcarrán,  ua   Religioso  Lego  ,  y   un  Donado  (lO:  mas 
lubiendo    bpado   por  la   Quebrada   de    A.con,.á..l^  orillas  dei  rz*    . 
^punmafi    íumn     Sachados  ,  y    r?>ueríqs  U  :niíi39S„  .^ J.lov. -^¿¿-^7 

Tgnié.^dose  noticia  en  Ocppa,  que  loa  g«ntVl«s-  Aniix  ó 
-.«#/,  habían  hepho  varias  salidas  en  los  aáos  de  ' jf  y  79 
por  las  Quebradas  de  Fiscatan  y  San^hamb»,  y  manifestado  deseos 
de  |er  christiatjQS ,  e.ntrar.Qn  por  dicha?  Quebredas  en  el  año 
de   Si     I.OS  PP.    F^,    Valentía    Arrieta ,    y    Fr.   Joaquín    Soler;  y 


en 


(  1^  )     ÁiTiich  :   pag,  35, 
(14)     Tenn.    Líb.    2.   pag. 
(  J  J  )     Amlcli :    120. 


i8i. 


•n  ct  ^áe  Sa.febjEÍeamn  íaiTa  -Capilla  cerca  de  la*  tibe  a'  del 
tío  de  ^auxa  ,  que.,  los  gentiles- llaman  ií/ár^íflí*-/? ,  por  lo  que  íe 
|>usieton  el  nombre  del  Pattccinio  del  MaraarOé  Concurrieron  á 
visitar  á  los  PP,  algunos  infieles  dóciles  que  daban  esperan- 
iza  de  convertirse  5  pero  enfermaron  aquellos,  y  desampararon  el 
íiíió. ;  Año  de  86  volvieron  á*.  entrar  ai  mismo  parage  los  PP.  Fr. 
Bernardo, Ximenez  Bejarí^no,  y  Fr.  Tadeo  G-ücs  ;  pero  á  pocos  meses 
^^feriíM^óíj  también,  y  se  abandonó  enteramente  dicha' Conversión, 
.f  '_  .,  Aunque  en  el  principio  de  mi  gobierno  habia  determi- 
liado  hacer  entrada  por  la  misma  parte  para  restaurarla ;  no  ío 
puse  eh  ejecución  ,  reflexionando  sobre  la  mucha  distancia  j 
fragosidad  <\q\  camino  ,  y  que  podíamos  aproximarnos  á  los  di- 
chos „  gentiles  mas  facüisncnte  navegando  .erí!'- balsas  por  ¿i  rio 
^purimac  désáé  la  Conversión  de  Simáriba':  de  Ja  que  paso  í 
liablar  con  la    brevedad  acostumbrada.  '  ' 

Año   de    84    entraron   los    Misioneros   de    Ocopa   por  las 
Quebradas    de    Tamboconga     y    Sana     hasta    la     pampa    de    San 
Jigüstini    hallaron    algunos    gentiles    en   las    orillas  del    rio   Apu*' 
Ttmac    que  los    recibieron    con,  muestras  de  agrado  ;  y   en  el  año 
áé    8j     hicieron    una    casa    j    Capilla    á  media  legua    de   distan- 
ícia    del  .dicílo   rio  con    la   advocacioi^  4<í  da   Asunción   de    Simdri* 
ha  j    adonde    acudían    algunos    infieles    con    el   fin  de  instruirse^ 
y   de   adquirir  herramientas.    Año   de    88   llegué  á  la    visita   de  la 
ffcférída    Misión:    y    viendo    que    nada    se    habia    adelantado    pdr 
^ue'lós   gentiles    eran   muy    pocos,  y  vlvian    en    la  banda  opues- 
íá   del  rio,  por  cuya   causa   carecían  lo  mas;  del   tiempo  de  doc- 
trina ;   pasé    ai    lugar    de    sus   habitaciones,   y   fabriqué    cerca  dé 
«llt    «na    casa    y    Capilla    con  el  nombre   de  San  Antonio  de  In^ 
tate  .,   que  ya   no  subsiste    por  haberse   pasado  la  mayor  parte  de 
los  infidej,  á   la  banda  de   Simáriha.   Al  mismo  tiempo   mandé    i 
^^^*' .??•  Conversores,    que    subiesen   y   basasen   en   balsas  por  el 
•pretlfcho    rio ,    y    regir.trasea    los    gentiles    que  moraban    en     sus 
íhárgenes.   I)e    sa    excursión    y  diario,  resultó  ,  tjue   podian  erigir*. 
•¿' 6  ■  püéblecitos   ó    Capillas   rn    proporcionadas  distancias,    desde 
la  unión    del   rio    de    Pampas  con   el    Apuritnae    hasta   la  del  de 
^Jmxa  6   Mantara   con  el    mismo  rio.  En  projecucion  de  este  pro- 
3?e(ao,_  el  P.  Fr.  Mateo  Méndez   auxiliado    de  las  tavorahies  pro- 
J^^!>i^?^    9u.«,jf  ífanqueQ    el.  Seijot. intendente     de-  Huairanga> 
•iihiÓ'^eí    año    de  8p    como    unas    5    leguas  por    el  rio  ^^^ttriwar, 
-J  logró  ejubkcer  una  leduccéoo  c&o ;,«!  numbis  de    San  l«i^ 

Á 


t  ff. '',''''  *"  ^"  «'«^  íííínaao  asr  í>c¡t  :J6f  ien^!fes,  en"aori- 
¿e  fabrico  Capilla  y  casa  con  k  asistencia  de  los  mismo»  r 
de  algunos  fronterizos.  En  el  año  próximo  pasado  de  oo  '  se 
acaba  de  fundar  Conver5Íon  ,  distante  4  leguas  río  abaxo'  do 
Sjmanba  con  el  titulo  de  San  Buenaventura  dé  QuiempMc  t  en 
cl  mjsmo  año  se  ha  fabricado  de  nuevo  la  casa  v  Canilla 
de  SJmánl^a:  de  todo  lo  qual  se  ha  dado  parte  con  documentof 
y  díanos  á  esta  Superioridad,  y  á  nuestro  Soberano.  j;^¿'r/^j 
disa  de  Huam.^^S  leguas,  y  se  andan  desea nsád.meTtrá 
muía  en  5  días  ,^  dirigiéndose  por  Tamh,  la  Pult^gría ,  Tambocém 
^a  y  Sana,  *    ^umvnvm 


r;i.ín,'3:>    jsf>    '^ísí 


te 


,mmA.DA  DE  CHACHAPOYAS  HASTAí  LA'tÉíSN 

Aj.i\    9up  del    rio    Mgyohamha   con  el   Huallaga.  '^-t^> 

P.^í:.  n"'"''  ('<5)que  entrf>pdresta  parte  á  la  Montaña  fué 
Pedro  ürsoa  con  Lope  de  Aguirre  por  los  anos  de  fc^o  Lle- 
go -hasta  la  desembocadura-  dtl  MoyoBitmha  en  el  Huallata  't 
fabruro  -5.  embarcaciones  con"  el  t,bjeto  de  pasar'  al  reeonocimi'en- 
ta  del  rio  de  las  ví»Wzd«<jr  ;  más  el  tirano' Aguirre  le  quitó  lá 
▼Ida,  y  íe  levantó  con  eí  armamento ;  >e!^o  al  fin  pagó  en  un» 
IJprc^a  SMS    delitos.  *^^  "  • 

^La  segunda  entrada  fué  hecha  cerca-  de  los  años  d¿  <??o  por  «I 
:G«neraí  Don  Martin  de  la  Riba  ;  quien  conquistó  el  terreno  de 
l.afnas  J^Cumbasa  (  17  >,  y  lo  gobernó  30  años  por  merced  qué 
Je  hizo  S.  M.  hasta  su  muí^rte  ^  en  la-  que  se  agregó  el  Go- 
tieroo  de  ^los  Lamjstas  ál  Corregimiento  de  Chachapoyas 
...  Año    de    685    (18),   el    P.    Fr.AÍexandro*  Saladar  ni 

Jlgioio  Francisco  se  internó  desde  C^^c/f-^j^ow  á  la  Quebrad» 
éel  m  Huambo  ^  en  ^únáe  conumstó  las  Naciones  de  los  «en- 
files  Cheduas ,  -  Jhnes  i  y  CBkos  ,  Y  \o5  reduxo  á  tres  pueblcL 
me  ?.e  coírservarpn  niti<?ho  *i«mpo  ron  el  título  de  Príídencía 
Me  Sma  '^om  4fl  ^Hmmbo^^  feasta^^:  que  -fín^ímenté  se  - entreearoa 
^Hi   Prdmiarío  de  íTrüxillo.'      .•      '■  ;..-..*    «■   ^"^ 

Tie   Chachapoyas   al  rio    Tiicallaga'^íe  :.^B;iÁm/m% 
de-£áiminO£    aiirtios    v     rí¿VicTvn<ír^¿  .     •■¿¿i-  ÍLir-'J_i  - 


jíf^«Tnanáo  qwttto  ó  claco  leguas  cada  d,U  puede  llegarse  con 
¿Lescanso  á  bestia  en  i6  ,  dirigiéndose  por  los  pueblos,  y  tam- 
bos siguientes:  Tauíia  ,  Ventilla,  Bagasan{2,^\x\  empieza  la  Mon- 
taña ,  y  en  las  tres  iornadas  antecedentes  deben  los  arrierros 
picar  las  muías  para  salir  de  la  Sierra  y  de  la  Puna ) , /í/rw/- 
r,ante  ,  Pucatamho  ,  Visitador  ,  Sant^  Torihio  ,  Moyp^amha  ^  Quil" 
0/arrumi  y  Calaveras  y  Bdla-vista  y  Potrero  (  de  eae  k  Tóbalos  o  Sfi 
necesitai»  dos  dias  ) ,  Lanías  y  Cum^asa,  De  aq.ui  al  Puer- 
to d«  jfuan  Guerra  hay  4  liguas  de  una  hermosa  pampa 
poblada  de  arboles  ¡elevadisitnos ,  que  &c  camina  «n  dos  horas 
y  media  5  y  embarcado  en  dicho  Puerto  se  llega  en  poco  mas 
de   una  hora    á    la  ««nfluencia  áel   Moyobam^a  con  el  Hunltaga» 

ENTRADA  Ó  BAXADA  POR  EL  MARAÑON  DES- 

de  Tomependa  en  la  Provincia  de  Jaén  has- 
ta el  Pueblo    de  la    Lag^una  de  la 
DGran  Cocama. 
Eade  «I  Puerto   d&  Tomependa    que  e^á  ..en  el    rio    Chin^hipe^ 
«•    fcaxa    en  9   dias    hasta  ei   Pueblo  de  k  Laguv^  ,  en  esta  for- 
ma :    desde   dicho    Puerto   se    navegan   c&xi   balsas    eij    un    dia    30 
leguas  que    se    regubn    l^sta    la    boca    á^l  Inmsa  (ipj»  stn  que 
dfba   causar  admiración  que   sa  navegue    con   balsas  tanta  distan- 
cia en    io,  ó    13    horas;    pues   la  rapidez  con   que  corren  unido» 
los    rios  Chinchipi: ,  Chachapcyat   y     Marañan  ,    es    extra-ojcdin^ria. 
En  este  inrerraedio  se   encueatran    los     sifiiíeníes  Pongos;    Rente^ 
ma  ,    Cunugiacu.,  Ujure  ,   Zinquipongo  ,  y  Fíiy»ya  ^  que    está   pasa- 
do el  Pueblo  de    csíe   nombre  ;  Tulipa  ,    Tariquira  ,     Cacangarisa . 
(  este  es  el  mas  estrecho  de    todos  los   Pongos  ) ,  Tamburana  ,  Moa-  . 
/>? ,  Huanguana  y  y    otros    16    cuyos   nombres   omito.    Son   los    re- 
feridos   Poagos    unops    estrechos    formados    de    paredes    d^     piedras 
elevadas  y   pendiemes ,   por    las    que    se  píesignaa  algunos  rauda- 
les  con    tal    violencia  ,  ^ae    ocasionan  terribles  olages  ,   remolinos 
y  reventazones ,    y     hacen  sumergir    las   balsas.    Estas    se    compo- 
nen de  15   palos  de   13  varas    de    largo,    y   algo   luéno?  de    an- 
cho,  poc    no  permitir  mayor    extensión  ia   angostura  de   los  Pon*  . 

A   5  gos. 


("9)     La    navegación  desde   dicho  Puerto   hasta     la     boca    del,; 
hnasá  ,  ha   muy   pocos  afios  que  se    prailica  ^  pero    están  ya  muy  ; 
di«stros  en    ella   Iq%  Ir.dips   de  Tomependa ,   y  se  ahorrao    algunas 
jornada*  po<  esta  vía. 


gos.  CaSa  ufia  llera 'SU  bartsacoa  altt,  y  en  éUa  se  aseguííijl 
tís  cargís  ^o'n  fueirtes  ataduras  :  ea  sus  esquinas,  j  en  las  Wz^ 
J^es  -cda  qu2  van  üriiJos  los  palos,  se  clavan  con  firmeza  otróf 
^  tineáia  vara  de  alto  en  forma  de  pila  retes,  y  en  ellos  se 
5flaht;an  los  navegantes  quando  en  los  Pongos  se  sumerge  ís, 
Mriá ,  la  qué  prontamente  vuelve  á  nadar  sobre  las  aguas.  De 
lá"  tíoca  del /mijri  al  Pueblo  de  \z  Barranca  se  emplean  $  dias, 
tfn"  Ibs  que  se  pasan  los  Pongos  de  Cumhincima  (20  )  ,  Exoarri- 
¿ír-^^ir  (  21  ),  ■Huaratayo  (  32  )  ,  y  Manseriche  (  23  )  .  Pausad©  eí« 
ftr  :^e  tómari  en  Borja  barcos,  ó  canoas  ,  y  desde  aquí  toda  I^ 
AavegacioTí  por  el  Maranon  es  un  paseo  tlelicioso  y  sin  péli- 
^ío.  'De  la  barranca  á  la   Laguna   puede   aportarse  en  3  días. 

El 

.  «        • .  —  ■  ■  .  ■  '^      ^ 

(20)  Este  más  bien  que  Pongo  puede  llamarse  'Salto:  pues 
viniendo  encaxoriado  elrio  tropietan  las  aguas  en  una  gran  pe- 
fia  que  está  á  la  orilla,  y  ocupa  hasta  la  mitad  del  caño;  y  ^a- 
y%*rido' precipitadas ,  causan  tan  furiosas  y  levantadas  olas,  que 
especialmente  en  Ja  subida  es  preciso  descargar  y  tirar  la  em- 
barcación á  la  opuesta  orilla. 

^'X'ií')  Este  Pongo  está  formado  de  una  pared  bastantemen^ 
euTvá  por  una  parte  ,  y  por  la  otra  de  una  recta,  y  ambas  fot- 
ifílán  un  inédíó  circulo.  El  rio  se  extiende  por  aquella  curvatu- 
ra''en  que  parece  se  estancan  las  aguas:  estas  porfían  en  salir 
por  otro  cauce,  y  tropezahd*  en  peñas  le  obligan  al  retroce»- 
so ,  y  chocando  las  que  retroceden  con  las  de  la  corriente  cau^ 
sáa  grandes  reventazones  y  remolinos,  de  los  que  se  .libertan  Jos 
n^aVegantes  tirando  los  Indios  desde  la  orilla  la  embarcación  con 
bíjucos. 

'(22  )  El  mrsmo  riesgo  hay  en  este  Pongo  que  en  el  antecc» 
dente;  y  sólo- se  distingue"  en  que  las  paredes  de  una  y  otra  ori- 
lla sori  tan  lisas  y  peynádas  ,  que  no  hay  en  donde,  hagan  píelos 
Itfáíós  para  tirar'  la  embarcación  con  bejucos  en  la  subida  pot 
el*"i?ió:  y  asi  és"  preciso  espetar  que  la  reventazón  se  de.sbaga  al 
inffiülso  de  la  corriente. 

{23)     Es  un  estrecho  de    casi  dos   leguas,    que    forman    dos 
yaredés  paraléTás  de  peñas    que  oprimen  el  rio;  de  suerte  que -la» 
<íóó 'varas  que   tiene  antes  de  la  unión  de  este  con  el  rio  de  San- 
ti&b  se  re<íucea  a  50.  Er  continuo  embate  de   las  aguas .  en   las   ; 
P^Vba'  be(íh6''''unós  formidables  huecos  á  manera  de  casa&  con 
■4US  .salones  ^  quartos ,  tesátnaras  &c. 


.1*! 


-  '        fjt  tegi^ésó  áésJe  la  Xagtjina   i  Towí/íftlS*  es  óiaí^tr»^;^ 
t)^6Sd ,  pues    á  cada    dia    de   baxadá    le   corresponden    al    thfnos^ 
tres   de  subida:  de    modo  que  de   la  Laguna   á    la    Barranca   se^ 
empleara   6  dias  ,  y  á  Borja  8.  A   los   3   días    de  subida   desde  la 
Barranca  se  encuentra  un  raudal  nombrado  Onoaga  en  que  ya  em- 
piezan á  verse  piedras,  y  cesan  de  molestar  los  zancudos ,   flue  hasta 
este  punto  son  inseparables  compañeros.  Pasada  una  vuelta  del  rio 
s©  halla  el    3    raudal  dicho    Sarape.    En   la    vuelta    siguiente    el 
5'  llamado    Paygüero.  P'asadas   dos  vueltas,   el    4    con    el    nombre 
de   flacas.  En   la   siguiente    el    5     nominado   Chote.    En    otra    el 
Piatero.   En  la  inmediata  el  7  Fatiga.   En    la  otra  el   8    Calen- 
turas i   y  al  pie    de   Borja    el   último    llamado    Pedregal.     Todos 
estos    en   la    subida   son    malos   pasos;    porque  como    es    preciso 
subir    por   las  orillas    del   rio ,   y  este   lleva  poca  agua  en  los  re- 
feridos   pasos ,    es    necesario    levantar    la  embarcación  con  palan- 
cas,   y   empujarla    hasta  que  se    encuentra  suficiente  hondura.  En 
lini  dia  se  pasa    por  el   estrecho    de    Borja  a    Santiago :  en  4  al 
Congo    de    Huaracayo '.  en  dos   al   de     Escurribragaíz  en    3    al  de. 
Cüfnbánama :    en   i    á  la   boca    de  Imasá  ( quebrada    pequefía    ett 
que    se   deka  el    Marañon*):  y   en    1    al    Embarcadero   por  el  río 
Chuehupga.    Del   Embarcadero  al  parage  hay  2  dias  por  tierra,  que, 
se   caminan    á  pie    por   entre    bosques     y  malezas:  en  eí  primet^ 
4ia  se  atraviesa    54    veces  una  quebrada    llamada  Cubasa  ,  y   st' 
llega  al  parage,  dicho    así    porque     se    atraviesa    el    Majrañon  en; 
una    balsa    hasta    Pcmar4  j  que  son  unos    potreros  desde  Jos  qiie ' 
se' \a.  Á  Totnependa  en  un    dia  á  bestia,  y  en  a   á  pie. 

BAXADA    POR   EL    MARAÑON  DESDE    LA  LAGÜííA 
al  Puertd    dé    Tefe,    Colonia   portuguesa, 

^^KT  eí  Mércui'ió  61  áélT.  a  pag.  243  publicó  la  Sociedad  Ae'g*^ 
ékmica  la  noticia  que  me  comunicó  en  la  gran  Cocama  D.  Juaí^ ' 
Saiitias  Zenitayoga ,  Teniente  de  la  quarta  división  de  limitet 
¿fel '.  Máraiñon  ,  Teniente  Gobernador  de  la  Provincia  de  Maynasi^^ 
y  Director  General  del  Acopio  de  Víveres  para  subsistencia  d8* 
la  expresada  división  &:c  (  24  ')  ,  sobre  el  tiempo  que  debia  ocu- 
|J5ltse  en  la  batida "deáde  dicha  Laguna  -ó.' Tefe ^  yogando'  dTá 
y  Boqhe  en  canoas  con  celeridad  :  á  cuya  noticia   me  ha  paregi- 

- '..•'.:..■        '-.A-^^    V>      .'   •      .■■■■•■•  r—"- -v 

(  «4  )     Dicho  Teniente-  es t(«I.  nias  práctico  ehi  la  navégaciÜfí  ¿el 
ASatafion  ,  jpues  ba  saas   de  >  s  afíos  que  navega  f  01  él» 


^n'h.'J,?       ^    ^""    P^''^"»  'l^^   *^    la    navegación    se    ha^e  ' 

bír  de  V.^  á  ilT'    '"    '"  ea  la  referida  bax^cb  ,    y    para  su. 
Sír       f    n  ^^-^-^.íT^-í'»    se    n«ce*ita    tripiicado.    tiempo;,    pues 

dcsje  el   Puerto  de   Tefe  al.  de  C.,.ra.i    se'  emplea    u^d^a  TI. 

dósTrptr  x'^^'^r    *    i^-^^^^^^^    hallad    establecí-. 

Pueblos   de  las    Misiones   de    Maynas  )  r.  í  Ca.nuchJo,  Jí   Teva¿, 
4-    a  Nape,m.T   ^  :    á    0>;...^a^í   j  :    á  S:,r,   Regir    z  y  i  .  á  (J^X' 
*"  9  ;  5   3^á^la    ¿^.^"-^  ^    que  todos  sumL   ^l'  ^s.'  . 

,/       .        iii  I>oa.  D.    Mariano.    Sa^lazac    Cura    de    Yitriora^uaff 
xadT'^"'  '^t^'"/T"   ^'   P^°'^^^'--^   ^^   1-   necesaria  eátaba: 

Sr  d.íL  , '  í  '^'"^  '''^P?-  ^^^  ^«  necesitaba  para  subir  y  ba. 
íarí  1  ^^'^V'  ,Q^'tO;,  de  cuya  t^ticia  no  qu.iexo  pri^ 
MaraLn  ^^"«^°^'  ^^  ^^  ^^-^3"'"^  ^e  .ale  por  el  Hualkga  al 
Maranon.,  y  se  s^be  en  4-  diav  hasta  la  boca  áel  ric  F^^*.! 
zlí  entra  por  este,  y  se  llega  eti  un  dia  al  Puerto^  de  5a«w 
T^^r""   al  Pueblo-  de  K«.^,^    e«    .  á  ^«ib^.  ,  y  en  Toí 

ta  ilo«   íianos:    en^  x   y    medio-  ^  Hctméaio  ;.  á    rrfcí*«/j<s  em   otro  • 

L-^".  i-  ^  ^'''''  ®^  '^S'^'  «^  ™^*  bfev^e^  P^5  solo  se  cuen* 
tm  27  dia«.  Lo3.  13  y  med:io>  dichos  por  tierra  haata  Canelas  t 
úe  aquí  se  baxa  ea  7  por  el  Mbon^za:  á  ^«íÍ<,*x  r  ei»  d  á  1». 
en  t.  J  ^^^^^»^Í7  «'^^  ^«'  á'^*  I.ag««a.I>eo.-.  se  infiere,  qu^ 
en  mucha  menos  tiempo  puedte  irse,  y  regresarse  áe  Lima  2 U 
J^Agma^  que  de  la  Lagma  á  Quipo  r  pue^  en  la  ida  desde  JLí- 
«*  se  Guemare   2j  día*  (26):,  y  yo  empleé  solo  59.   e»    ei     rtf« 

ad  Puerro,  dd:  f^//.^  .  á  <««„.  x  .  al  Puerto  de  Fampa  h^ml 
^  3ra  maya-grcmie  8^  de  este  Puebto  te  «amina  por  tierra  á 
auanuoQ,  en.  4.  dias  »   y  em  8  4  Xzwav  , 

.^_ EN-  ; 


(  >  f )    A  un  día  de  siíbida   desde  Andoas  se  dexs  cl  Fasia^J 
X  /«  s;gue    la    navegación   por  el    rio  Bo^owaxa.  > 

(  2^}    Vid,  Meíc»  ^1  Tom.  a,  pag*  24^. 


ENTRADA  Á  lA    MOKTAÑA   ÚfSÍ)Z  EÍ'  PARTII>0^*BE 

P  "    -^    ^    ■-■- 

*    Or  este  Pamela  se  puede  llegar  al  río  tíe    Kuántjco;  dírígiéít-i 
Cbse' desde  C'kavrn  z\  emh3 reidero   áe  Chrcopla^yt,   dista r'tte    Zd    fe- 
guis.   Las  26  se  caminan  á  bestia  err  f  días-,  de^'cái-rsarrdo  en  Tan^ 
tmiayt)'^  C^rpa,  Santa   Roya,  Chípaca,  Momon^    Chicúpla'^a -^    y   las    % 
restantes  se   andan  á   pie  desde%ste  ultimo   Pueble  á  su  embarea- 
dero.  De  aquí  ai   de  Fl aya- grande  hay   9    leguas  que  s«   navegan 
por  el  no   Monzón,  y   qtiatro  y.  medica    hasta  la   unión   cié  csie   rio 
con  eí  de  Hnánuco.     Ei    eauncíada    Piíeblo    cíe    Plsya-frrande  se 
frincrpré  á  fnndar  por   los  afios  de^í  coft  I(«   pocos  "Iruii os    qué^ 
liabia  en  ía   Conversión  de   Cuehzro,  y  con  otro?  que  se  agreearoa 
de  las  Conversiones-  de  Caxamar quilla,  y   logró  siempre  la   asi'Iren- 
cía  de  los   Misioneros   de  Ocopa,  de    ia    que    eareáó,el    de   San 
FranGÍSGo  de  Monzón  6  Chicoplaya.    Este  debió    sti  origen,  tres"  ¿ 
cuatro  años  ánres   que  el   át  Ftay^-gran-Je,  k  \z  casualidad    de  ha- 
lerse  internando  Don  Marras  i^badia   hasta  el  rio  Monzcm,  en  áohX 
de  halló   quatro  6  seis  Indios  de  nuestras  CoaveTsíones  ,  y  atrayén- 
dolos con  dádivars  y  promesas  para  que] le  auxiliaran  en  sus  proyeci 
tosy  logró    que   estableciesen    jus    ranchos  en    Ja    ribera    de   dicho 
tío.   Al   principio  fueron  asistidos  en  lo  espiritual  por  un  S'acerdoté 
secular,  y  después  por  un  P.  Mtrcedario  qaeduraron  poco  tiempo.  EÍ 
P.  Ft.  Francisco  A Ivarez  de  Vilíanue va  en  la  visita  de  Conversiones' 
J^ue  hizo  en  el  año  de  88  ,  hi  señaló  ei   sitio    del    embarcadero 
adonde  debían  trasladarse  ,  le  que  todavía  no  se  ha  verificado,  y 
encargó  d    cuidado  de  sus  almas  al  P.  Predicador  General  Apostó- 
lico Fray   Juan   Sugranes,  á  quien  en  virtud  de  un  oficio,  que  coii 
fecha  de  j8  de  Abril  de  8>  me  dirigió  el  Señor  Cobernador  In^ 
fóndeníe  ée  Tsrma,  imúmt  Cura  Con?ersoí  del  expresado  PoeW(>í 

ENTRADA   Á    LA    MONTAÑA  DESDÉ    EL  PARTIDO  DE 

TR*  Pataz  ó  Caxamaqutila. 

*^L  ©rigen  yr  progresos  de  las  Misiones  de  Caxamarquílla  se 
llalla  relactonado  Gen  lá  rn&yor  exactitud  y  claridad  por  la  áTow 
t^Hdáá  Académica  de  Amctntes  dtí  Fatt  en  I05  Mercuríoí  fíntece- 
dentesíen  cuya  ateneion  solamente  digo,  qae  d«>sde  «í  Parxídd 
éf  Paíaa  hay  ,abrertoff  tres  camines  pop  los  <jtre  ptiedé  llegarse  al 
fio  Haalhga :  el  primero  de  Tayabamba  á  Pampa  Hermose,  dií^ 
Um^  «ntte  8*  4<j  h^»s  ^ne  u  andan  á  pie ,  é  eo  guan(J[a  "eii 

7 


t^A*  .    .,    ,  ,     .  ^ 

y  el  Valle  :  por  este  se  regu!ay|\  ,,jo  leguas  que  tambiea  se  ca- 
minan á  pie  ó  en  guando  en  8  dias.  Ki  tercero  desde  la  Cape-* 
ll^tjnia:  hasta,  Pajaten,  en  cuyo  tránsitci  se  regula  la  misma  distan-*. 
<:ia  con  poca  -diferencia.  De  Pajaten  se  baxa  en  canoas  en  dia  f 
»edio  hasta  el  Pueblo  de  PachiTa,  que  mandé  fundar  en  el  ano 
4q  90  con  el  fin  de  qne  los  navegantes  por  el  Huallaga  tuirie«e«f 
lugar  en  que  descansar  y  surtirse  de  lo  necesario. 

Fr,  Manuel  Sohreviela, 


Wí! 


NOTA   BZ  LA  SOCIEDAD. 


f'j^t^ 


N  la  Fe  de  erratas  de  hf  Mercurios  perteneciente f  ti  mei 
de  yulio  advertimos  ^  que  en  el  primer  Mercurio  de  la  Peregrina-» 
eipn  del  P.  Scíreviela ,  que  es  el  r¡ttriero  59  f«  la  pagina  22 f 
íini  II  dende  dice  fixándose  el  primer  meridiano  en  la  Isla' del 
Hierr» ,  dehia  decir  fixándoíc  el  prin^er  meridiano  en  el  Pico  de 
Tenerife.  Kepetinics  aqui  la  propia  adviertencia.  En  el  Mercurio 
9^  P^S'  7^  1^'"*  *  ^^  aseraó  que  Los  IndJes  de  la  Montaña  se 
cortaban  por  atrás  el  peloála.raiz  de  la  oreja,  y  en  el  Mapa  sa^ 
ten  representados  con  grandes  tnehnas,  TI  Mercurio  adoptó  la  coS' 
fnn^re  general  f  y  en  el  Mapa  se  copió  ur.a  particular  tribu  que 
4e  distingue  ds  las  otras  en  que  los  hombres  cuidan  mtt-* 
ftio.  el  pelo  f  creciéndoles  hasta  la  cintura  y  y  encima  se  pO" 
men  tina  espacie  de  pelucon  ,  formado  de  los  cabellos  de  sus  ene^ 
migoSk  Con  es'ta  Nota  termirtam^s  por  ahora  nuestras  incuhatío-* 
nesa&rca  de  la  Montaña  ^reservarido  para  lo  sucesivo  escl'ar,e^ 
cer  algunos  pmtos  que  solo  se  han  tocado  por  encima  ,  principal". 
pte»teoJ»f'' h'  qifermira  á  la  Historia-  .ISlatural.  Recibirá  estti':itH 
ftuevo  lustre  si  tiene  hmn  éxito  la  segunda  expedición  del  P,  Oi^^ 
i^l , « en  P1*^(ts  fíanos  pusimos  cantidad  de  polvos  bien  preparado* 
típn  SH  correspondiente  instruccien  á  f<n  de  que  nos  remita,  quanté 
pllreyno  0niv}a^  ofreciese  de  raro  ^  y  I  digno  de  las  atencioñef  3» 
Sf$fiíi(h  de  un  Filósofo,  .    :  , 

jEp  }ftípsi|;.  íoi   Jín,  --^j  ¿oadff    ^ict  á^s  mil ,.  debe  dec« 


IBI 


Mi 


Foí.    121, 


i,     Núm.   82. 


I      MERCURIO  JPERUANG      | 

0  DEL    PIA  16.  DE  OCTUBRE  P^f-S^i.,.  , 


MB3ICINA    PíiACTlCd  > 

IbESÜLTADO  DEL  PRONÓSTICO  Y    PRílCAÜCIONES   1^4*. 
«a  el  Otoño  Publicaidos  «a  el  Mercurio  Peruano  Tam.  L  Fag.  íjf^-^i 


\>^  Onocfic  lo  pasado  y  te  presente,  y  vaticinar  k)  futura,  dect|( 
Hipócrates,  que  era  ei  carácter  ciistintiv'o  del  buen  Médico  (  i  )u5 
«íaráicter  taa.  emínetjte)  que  <!(uerienda  el  Padre  de  las  Musas  de- 
Jinearnos  ert  la  persoiia  de  Calcas,  na  hombre  Miperior  en  los  ccA- 
HDCímientos  al  resto  de  los  liumanos,  ¡urt  Sacetdote  íntimo  ííoh» 
sejeto,  y  el  mas  favorecido  de  Apoio^  no  ©ncontcó  su  di»ina  'es» 
tusiasmo  otíos  coloridos  con  <iue'  acabar  el  r^tato(  2  .  A.ia.Yfir* 
^adesta  ^  una  prerogati-va  propia  solo  del  Sec  Supremo,  q«£  v4 
las  cosas>  en  su  ínmens9'dad/:  en  aquella  innFvensídad  donde;  no  afc* 
4ema  laauTora  conj  la,  noche  ,  sino  brilla  de  coBtjhuo  el  i^spían^ 
4or  de.  un  eterno  día.  Así  participar  de  ella  de  qualquier  modicK 
«g  acefcaíse  á  su  «olio  excelso,-  y  romper  los  vínculos  .<pQe¡'"n«i 
jáetienen  en  la  cárcel  de  nuestra  tnoríaljdad,  .como  se  explica^  Cá^ 
ceron^  No^ptrosv  desde  luego  no  podíeraos  atener  ei  perffectísfmo;  jf 
uariversial  conecimiento/  djsl  Ctiadox  ;  perq  por  una  luz  em^ud* 
4e  íél  mismo,  que   esclarece  nuesíFas  aplicaciones,  y  jnanifiesta  lal» 

'■  B-5  sa-r    . . 


«w* 


i^j-yujj  jü  lintel III  r    H    wU  j-Liww.' I  JiJiu^-U».    ijb    i:<mjjj.iíjíhií  Jí.    títíiií.  ¡.nifHKB 


— ^1")*   Mi'fip-^  -Praeno^^-  -^^^v   E-pid;  4rtb:   ^. 

^,2  )     Calchas   Thestorjdes  oMgufum  iofige  cptrnuf»,  ,  i) 

^^ui  noverat,  et  praesertíia,  et  futura  ^  ét  pr^eter}ta  ^e»^  '^ 

?r»  Iliadi  Lib*  í.  Vw.  70*  / 


12  2. 

sabias  leyes  que  ha  eítablecido  en  la  naturaleza,  prevenimos  h$ 
conseqüencia,s  de  aquellas  que  se  dirigen  ,  ó  al  orden  de  la.  Vid* 
civil,  ó  á  la  cultura  y  fertilidad  de  les  eampos,  ó  á  la  ccaiser- 
vacjon  de  la  saluJ   human.a. 

La  de  nuestros  conciudadanos  es  ijara  nosotros  un  objeto-  tan 
^ianaido ,  que    deseando    perpetuarla  íes  anunciamos  en  el  Mercurio   nú» 
mero  30,  fundados  en  el   referido  conocimiento  y  las  liiáxímas  in- 
contestables de  la  Medicina,  las  calamidades  que  amenazaban  inva- 
dirle en  el  Otoño,   proponiéndoles  igualmente  la«  preraruciones  trns 
oportunas,  para  hacerlas  menos    funestas.  Con  el    propio  designio, 
yelde   acreditar   la  seguridad  de  nuestros   pronósticos,  publieamos 
ahora  sus   resultados.    Se  extrañará    que  siendo   las    conseqüencias 
del  vaticinio  dirigido  al  tiempo  mencionadov.  salgan  á  luz  entrada 
ya   la  Primavera.   Semejaite  retardación   es  hija  del  carácter  de  las 
epidemias,  é  inconstancia  de  las  estacione*.    Se   síibe,  que  las   pri- 
meras acostumbran  nacer  y   terminar  coa  lo^   equinoccios,  exten- 
diendo sus   periodos  desde  el  que  les   da   el  ser,  hasta  el    siguien- 
te que  las  finaliza  (  3  )  ;  en  especial  quando   los  tiempos  del  año 
Jio  guardan  el   tenor  debido ,  propaginck>se  laíS    constituciones  del 
uno   hasta  los  términos  del  otro  (4). 

De  esta  naturaleza  ha  sido  el  Otoño-  que  acabamos  Je 
tolerar.  Sus  términos  se  prolongaron  hasta  los  del  Invierno.  No- 
Jiaraos  (5),  que  at  dar  principio  empezaron  á  ponerse  frias  laa 
mañanas,  y  permanecer  caluroso  el  resto  del  dia.  La  mismx  al-» 
ternativa  y  bochorno  continuó  de  suerte  que  á  mediados  de  Agos* 
lo  todavía  se  hallaba  el  Termómetro  de  Farenheit  en  sesenta  y 
©cho  grados.  En  todo  el  referido  intervalo  los  Sures  fuéton  es- 
tasis y  blandos,  y  los  vapores  tan  raro? ,  que -no  solo  no  podían  ret> 
nirse  para  producir  la  garúa  que  purifica  la  atmósfera,  y  viste 
la  tierra  de  un  verdor  amable^  sino  que  disipándose  fácilmente 
con  las  impresiones-  del  Sol  la  exponían  á  ser  lierida  de  sus  ra-» 
yos.  Aumentábase  por  esto  la  fermentación  de  los  lugares  panta* 
nosos,  las  exhalaciones  pestilentes,  la  sequedad  y  recalentamiento 
de  la  tierra,  y  subia  á  un  alto  punto  la  corrupción  del  ayre¿ 
siendo  un  claro  indicio  de  ella  la  multitud  de  moscas  que  no  se 
extinguían.  A  mediados  de  Agosto  empezó  á  variar  el  aspecto  del 

Cie- 


(3)  Van-Swietea  ad  aph.    1412. 

(4)  Hipp.  aph.  4.    Lib.    3. 

(  5  )     Mircufh  .J^irumo  T,  i.  pag. 


279. 


»«3 

Cielo    eonaen.dnao«,l<«  ^^^r^^/SÍ!:  "nTece-de'""^ 
i  los  fin«s  ael   prop.o  mes  v«lvio  a    ««""  «     ,  dando  fin  ai 

irfoS:¿'¿=:-  ^'„.rs',ie  ven...... 

el  Otoño,  ^r^nr^s   ame  le   precedieron  con 

Cotnbín^Tido  los  grandes  ardores   qnt  le   P  ^^^   ^^_^ 

la  humedad  d.I  terrena  en  que  v^vuno^  y  j^.^^^L  dominarla  en 
perimemó  en  u%i.no3  d,as  del  f^^^^.^'^^.^e  adelantado  al  equU 
él  una  general  putrefacción,  y  ?^^  f^^J,"^"^"^^^^^  eerían  freqüen^ 
noccio  las  tercianas  y  ¿^1^"^^"^^ '  ^"fA/  ^"'í  o  vaticinamos; 
tes,  rerniciosas  y  del  "^f f/;:^^'^^^^^' /  fi  Le.a  de  nuestros 
En  e&cto,  el  tiempo  verifico  ^^  J^^^'^^^  /^^^^ida  estación,  qi^an- 
pr^^Ssticos  ;  pues  apenas   fue    ^«"f '^¿l^^^;''^^^^^^  Eran    gene- 

ro se   presentó  un   sm  -™^[°^f^^/„t    en    especial    tercianas  ^ 
raímente  de   la  clase  de  las  ^'^;^'^"^f  "^  ;  J^^     Je    ios  síntomas. 

variando  en  quanto  ^  ^"  .^^/^.^  » J.^'^e"  ¡^pecto    de    continuas. 
Las  mas-aparecieron    ar^pr^nc^^^^^^^ 

lo   que    es  propio   de  las  «^bres  de  uto     1  P  j-^^^^^i^nes  no 

longa,   y  duplica  sus  paroximos(  6^.  Pero  ^st^^^^^^  carácter  de 

"deslumbraban  á  los  Clínicos   fS^^'^^^^^'^^^e  guardaban  exác. 
la  epidemia  deax^do  por  el  l^''^,^^  ¡^'^^^^^^^^ 
tamente  sus  periodos ,  a  las  sensibles  '^J^^^«^^^    ]^teúc\^s  ,   cuyas 
,Ie  las  que  sa   «gu-^.n  <:-nnuas    ^^  ^    -;^^^;j^L3,5enen    sobre 
frenas  representan   las  del  ladr  Uo    n^o^'^"'  >    i  reculiares    á 

?í  una  película,  y   i  ciertas  vibraciones    f^j  ,f  ^° ,  J^' ¿  p  ^rott 
:ias  fiebres   i-ermitentes     Restaurando   1        do^^  P^^^ 

r-u^^^rroTotraf  a^l^bln^  --^-r"^^tnX:nfe  eT 
paroxismos,  presentándose  al  q^arto   mortales:   otra    ^'^'^J^'l^^l 
fXn  desde  el  primero  amenazando  arru.nar  la  vida    E^o^nc  s  p^ 
iecia  esta   en  todos  los  órganos    cuyas    ^"^7""  .^J^^'^J^^f  ^^^.^^ 
-relebro   era    acometido   de   un    sueño  profundo,  ^^^/"^^^  ^''f. 

4  tfiíax:    los    ojos  aparecían    roxos,  ó   relucientes   ^^^^  .f^^^^^l^^^i 

5  ^cara  toda   descompuesta  era  el  original  de    a   que  de^  nbe  H,- 
^■nrrnt^T  (i  )    Lz  icngua   muy   puerca  ,   hediondo    el  haiuo  ,  una 

^1  r^r^sU  Í;r  todí  el    peílio,   el  pulso   íreqiUnteabat^^^ 
,    *fbn  dureza  y  señales  de  infla,rriacio^  i  y  dolor  o  faig.  vehemu.^ 


(6)     Sidenh.sect.    i .  c   5.  BceiUav.  aph.   748. 


i-*\  .t's^.  ..-,       • 

ormas  variaban  su  aspecm  general   en  cmáas.  ciaras,  T^^  ^í? 
ce«d.das.    til   vteatre    se   haik^ba  esíreniao ,   y    s¡    asoma 8^^,^.^^ 
evacuacon   era   b^o^a    y   pestífera.     Las    nJugére     S^s   S^" 
C^  VK>Ienta,  contagiones  en   t.:!a  el   cae4:    ^inzo^Zr!^ 
que  explicando  su    fuerza  en  los  acces6s  febriles,  se  rebayabln  !í* 
g^  tanc^  en  ía  mte.nvision.   El  origen  de    .fl./d:pSS'^5^ 
aparata  de    hu.nores  corrompidos  principalmente     la    colera       óü* 
ocupaban^    las  pri.-neras  vias  ciesde   cuyo  centra  esparcTan  su    St' 
^  .  mauxo,  ó  contaminando  ^a  sangre  ,   ó  conmc^iendo    os  ^ 
tíos.   Por  fortuna  el   veheno  no  hÍ2x>-  el  extrago  que  amentaba. 
Js.  ha. perecdo  alguno,  no    sería    segurameme    üel    íóm^ro  ^ 
aqueílos   que   fueron    socorridos  oportunamente  por  nuestro.  ír^^F^ 
sores  esclarecuios.  Gracias  á   la    buena   cascarilla    que  temrt^    % 
al  excelente   método  ^n  que  se  ministra    L&)  ^"e«»«  ,  t 


..':í"4  o: 


■í¿_:¿ 


.a  U 


^¿^^^^  T^""^    Profe«>res   es-   tan    sencillo  cotó6 

?S^S*,  ^^^^^!'^<;!^=^^^  benignas  prepamn  é  los  enfermos.  m,V^ 
tranddes  un  coam^énto  de  agrama,  yerb^  i^díonda  ?^S^S 
|estro)  y   crémor,    endulzado  con  miel  rosada.    Si  ^hav^SdS 


*^:  y^^^  P^s  "^o«  su  peculiar  medicina  y  su  método    decía  «^ 

I^T^iS^f  ?  é.  corregida  la  Mng re,  evacúan  ksprimem"^ 
WinaT  c^  a  mterm^i^  con  í^uatr^  í«t^as  de  'tmttíra  ^ 
cascarilla  >  y    seis  dracmas,  6  una   on'za  de  sal  pítreatite   afiadre^» 

|omo  aí^^Ep«>rt^  perottectóita^fíicarse  bien.  Concluida  1Í 
^er^ndd  purgante,  se  reduce  una  on^  de  cascarilla  &e  ¿^ 
h^a{  vwgArmeote  de  cortezon  ^ór 'tenerla  grues^o,  supetScie  iST 

wSo  ^  "T"!.  ^  í'"'^  xí¿am  de  tintura  ¿Tse  distribu- 
yen  dándola   Us  dos  horas  que    han  •toínado  la    primera    x&aVk 

«  \^*  f  "''^^'  ^  ^  '^^  ^^'^^  ^^^^  ^^^  '^^^  í*  seguL  xlcl. 
M,  lomando  «ncima  agua  natirwl,  6  limonada,  ségualérada  á  1«* 

enfeff-> 


I 


*2Í' 


Vri  ^uíór  iPatirIdo ,  ííé  etiyás  Aplícacíoael  tia  hecho  tá 
iEljfópa  el  justo  'aprecio  que  se  merecen,  no  honró  á  la  verdad^ 
"hi  á  su  Patria  'en  publicar  -se  morjan  en  ella  <fní>Gho^  dé  los  qüC' 
padecían 'fiebres  malignas  por  el  temor  y  morosidad  de  sus  Pro* 
'ife-sores  'en  -recurrir  á  la  ancora  sagrada  (  9  ).  Convenimos  desdé 
'itieg'o,  que  en  su  práctica  ro  tienért  a<}uélla  universal  precipita-^ 
cion  dé  q.ue  se  glorian    muehos  Clinieos  de   Europa.  Tratan    coa 


r^Ttrui-»      m:r.n 


lent- 


enfermos  ,  y  continuando  esta   alíernativa,  falta  la  fiebre  á-mas  tar-»* 
'éút  al  segundo  paroxísnío.  Quaiido  ea   lo»  espacios  que  estos  de- 
•oían   libres  «o  hay   tiempo  suficiente    para   ministrar   la*    quatro,  "é 
'cinco  tomas  de  cascarilla ,  se    empiezan   á  dar  entro  de  ia  raísnffi, 
^ebre.   En   las  malignas  no   hay    mas  preparación  que  alternar  xí« 
taras  de  fuerte  tintura,  acorapafiada   cada  una  con  do»  dracmas  de 
•«al,  y  una  onza    de  xatabe  solutivo,  con  caliios  tenues,  plantar  uca 
tpar  de  vexigatorios  en   las    pant&rritlas    si    son   soporosar ,    y    va- 
lerse de    ayuda»  ¿"e  tintura  de  la  referida    cascarilla,  aiíftnada  del 
í^ólvo,  si  están  irápedrdos  ios  órganos   de  la    deglución.    Las    dosis 
que  aquí  apuntamos   están    arregladas  con  respecto  á  los  adultos,^ 
■^vigorosos,    variando  según    la  edad,   temperaniento  &c.   Como    la» 
fiebres  r»alignáS   y    de  Otoño  se  originan    comunmente  entre  tjo*» 
■íáotros  de  hutnores    corrompidos  y  esfancarfos  en  las   primeras  via«, 
iruídan  iimcho  nuestro»  Clmtcos  de  que    fluya  el    vientre   al  misi- 
<ího  tiempo  que   administran    la  cascarilla.    En    esto    se    oponen  ,$ 
*fúfi  de   Europa  que  estio    persuadidos    á  que  entonce»   no   aprow 
•*Vecha.  Así   en  semejantes  circunstancia»  la  mezclan  con  calmante», 
3r   astrinrgetwes:  quizá  por  eí te  motivo  les  quedan    tantos  ictérico», 
:Ír  obstruidos,  fo  que  ya   aquí  es  raro.  En  las   quartana»    se    pre- 
veré al    purgante,  el    Vemitivo  dado  unas  horas  ante»  de  la  ac€«- 
lióti.  Extíngttrda   la  iebie  se   s%iye   el  régimen   qse  describen  ca- 
si ■to<áo»   los  Prácticos,  esto   e»   continuar  algunas    torras  &c.    He- 
•ihos  dilatado  esta    •Nota  cotí  el  Táesignio  de  que   la  Medictna    de 
>«stos  paises  dexe   de  ser   una  ciencia   puramente  tradicionarra.  Es- 
'fefaWíss,  q^ire  ^moirrdfes  ^el    ptf><pio  ^'fíi,  -«I  áttrer  á  la    humanidad  , 
y.  desempeño  de  su  mimisreriü,    nos   remitan   nuestros    Prácticos  ;ií» 
observaciones:  ^e  -hiciereii. 'Si   sus 'éeapactofties  íío  les    perasitterea 
©rdenaria*s,,fo  eiecutafá   fe  -Síí/céíif'aíí  íinusu par  ia  gloría  «i«e  fttC- 
se  debida  'á  -*Us  tálente»»    y  dedíeatíiím» 

^  (  9  )  j€>3eph  Emanfeeí  lie ;Bavál©ís-Pocíor?Mtwisp6lren».  'De^Mor- 
bis;  l-htiae  grassaMibus:  pag.  21,  El  Diario  Medico  de  París,  y  el 
Bspír.  de  los  mej.  Diar.  de  Eucopa  elogiaa  esta  apteciabk  obrua» 


lemda^i  fe''S  ^e'jíes  benignas,  permitíená©  algunos  jKirojtfsmos,  poí- 
^tte  ksos  de  que  estos  arruinen  ia  yiclá,  con  las  sacudidas  íjue  in?- 
áucea  prestaran  su  duración  (  lo  ).  La  alternación  del  frjo,  y  el 
caier  de  las  fiebres  periódicas,  executan  en  el  cuerpo  humano  la 
(<gMe  el  fuego,  y  el  agua  en  cieríos  sacriCcios  de  los  antiguo» 
¿omisos:  esto  es,  purificar  eníerameate  las  inmundicias,  y  quizá 
por  esta   razón   les  impusieron  el  propio  nombre:  ^  ,,.,-, 

F?brm    Rotnani     dixere  piamwa   Paires  .  . .   Ovíd. 
f€ro  en  las     njalignas   que    siguen    un    rumbo    contrario  ocurrep 
€Oia  prontitud  y  mano  liberal.  ^  .:í 

Siempre  que  teynan  epidemias  de  fiebres  pútridas,  deben  tCr 
«lerse  .  las  de  disenterias  ,  y  que   mutuamente   se   compliquen^  ó  que 
mientras  anas  personas  toleran  las  unas,  sufra  el   resto  las  otras,  según 
la.  dl.versidad   de  temperamentos  y  circujistancias.    Hay     una    gran 
se.^€|anza  entre    las  causas    predisponentes,  y  ocasionales  que    ea- 
gendxan    ambas  epidemias    (  1 1  >   ai     los  humores  pútridos  pueden 
íranrenerse   en  los  órganos  destinados   á    la  digestión,  sin  que  au. 
«nentándose  6u  corrupción  con  el    calor  y  la    humedad  produzcan 
«na   acrimonia,  que  punzando    los   intestinos  excite    coa    violencia 
«u   movimiento  peristáltico,  y    origine   una  desenteria   maligna.      . 
De  este   género  han   sido  las    que    han   reynado  en    las 
^oe  estaciones   precedentes.   Reconociendo    una    misma  causa    que 
Jas  fiebres  ,  con>v€AÍan   también  en  muchos  síntomas  con  ellas.^  Ta- 
les eran  el  hálito  hediondo,  la  lengua  puerca,  fatiga  de  estóma.- 
«G,  pulso  freqüente,  abatido,  ó  duro  con   indicios  de    inflamación, 
orinas  crudas,    ó   muy  encendidas,  biliosa*    las     primeras  evacua- 
xione*  y  pestíferas,  convulsiones  en  las   mugeres ,    y  determinados 
periodos  en  que  incrementándose   la  fiebre   por  ia   aoche  ,  se    au- 
-  mentaba  igualmente    la  violencia  de  las  evacuaciones.  Uníase  ses- 
eos síntomjas,   movimiento  á  vomito  ,  un  gran  ruido    y  mucho   ayre 
ea  ios  intestinos  (  i?  )»  relorújones  y  pujos:   molesto^.    A  ptopoj- 
^  cion    , 


.     (  10  )     Boerhav,  aph.   754,  ,  % 

.  ;   (  II  )    Príngk:  Míiladíjes  des;  Ajtmss  c.  6,  §  3...Tis.Qt;  Aviso  |i 

Pueblo   pag.    231,  :'    'i       *   '  i '^ 

■     (1%)     Aunque  muchos  Prácticos  no  hacen  mención  de  este  sin- 

íoma,  ^s  cierto  que  el  flato    en    los  intestinos  puede  considerarse  cq- 

tno.  uno    de    los    signos  patognomónicos  de  la  disenteria,  en  la  qvtff 

.  produce  d,os  efectos, Que  pueden  engañar  *    to«  ppco   exercjtaaos. 

■  ,idü  iidjsivVjjqíi  jBJsaniiiaois  r^qoíüSlí^L  .i«iU   ^^fa  íol  ©b  -liqíS 


,-■■■;■  •  117, 

""cíon  que  íba  durando  !a  "enfe^tnedad ,  se  aymentaban  vioienta- 
jnente  todos  estos  síntomas,  y  añsdian  otros.  Xas  fuerzas' se  aba- 
tían en  extremo,  la  kngua  ^se  secaba,  aparecía  un  dolor  tenaz  en 
el  hipocondrio  i2quicrdo  ,  t's  ai  rededor  del  ciribligo,  venia  por  ins- 
tantes  el  estímulo  i  ^depo/ier,  presentábanse  las  evacuaciones  cen 
Tanedad  de  colores ,  he^or  intolerable,  mezcladas  con  mccosida- 
des,  sangre  y  ramemos.  de  la  tnráca  felposa  de  los  inrestinos.  El 
lecto  se  irritaba,  -ulce-^al^a  y  afioxaba  el  músculo  espbínrer.  La 
jnisma  irriiacjon  cor  tunicada  al  de  la  vexiga  causaba  dificultad- 
y  aun  retención  de  orina.  En  el  último  grado  de  estas  calami- 
dades se  fixaban  ios  ojos,  cübrian  los  parpados  de  viu  círculo 
amoratado,  ^obr.evenia  el  hipo,  una  universal  atonía, y  la  muerte. 
•    Fu.eron   sensibles  y   multiplicados.  los  extragos   que   ella 

^  hizo  burla nuose  del  arte  y  sus  socorros.  Pero  deberemos  confe- 
«ar,  que  lo  propio  acontece  en  todas  la^  partes  del  Globo,  quan- 
do  aquella  dolencia  es  acompafíada  de  ese  carácter  pernicioso 
que  en  loe  países  calientes  emplea  todo  sit  furor.  Se  ha  esparcido  , 
<iue  entre   nosotros  se  conserva    un    específico  que    lo   reprime     y 

-  quebranta.  ;  Oxala  fuera  así,  y  que  tuvieran  nuestros  conciuda- 
«anos  este   nuevo  y    celestial  socorro  f 

Í.WI    •  Ent^  taatono  nos  cercioramos  de  sm  eficacia,    podrérao» 

"üecir  con  un  Sabio,  que  no  hay  otro  específico  ,  sino  el  remedio  que 
«e  aplica  en  el  debido  tiempo  (  13  ,  Lo  serían  en  nuestro  clima  ia^ 
sangría  ,  la  Ipecacoana  y  la  cascarilla ,  si  así  se  executase,  y 
no  se  {pusiesen  tantos  óbices  á  sus  saludables  efectos.  Consisten 
aqúelfe's  por  la  mayor  parte  en  la  f;oea  limpieza,  y  en  ciertas 
pir&oai paciones  deí  Pueblo  y  el  inmenso'  número  de  Agirlas  que 
le  infestan.  En    los  [hospitales    donde  puede     entablarse   un   meto- 

'  éo  científico,  sin  temor  de  que  sea  invertido  por  manos  idio- 
tas, se  dexan  los  servicios  llenos  de  inmundicia  á  la  cabecera 
ÚG  los  enfermos    con  «I    fin  de    que    sirvan    de   norte    al    Médi- 

*co;,  y   de    esta     suerte    se    forma    una   multitud  de    sentinas,  cu- 

"^asexhalacioaes  pestilentes  acaban  de  corromper  esa  atmósfera 
detenida,  y   ya    alterada  pox  el  hálito    y  copia    de  enfermos.  La 

pru- 

■  ,  _i ■- 

Tales  son  el  eructo  y  ei  hipo    ea  los  principios  del   mal;   pues  de- 
pendiend»  entonces  de  esa  graa  copia  de  ayre,  ni  el    primero    ej 
saludable,  ni  el  segundo  mortal, 

(  13  )    Boeihaav.  Praefat.  ad  Libell.  de  Mat,  Medie.  ' 


v.'M" 


T2! 


711111" 


^^^^ruáejBci.a ,  íiemandaba.  ^ue,  |g .  jTiu4así»n  , á  oifiAní* ,  .j^ra*  .precaver 

"__^r'^r¿ye'  daño    que  in¿iuc'én.  '  .. "      '     _  ...,,,    '  "        ,    ,       ! 
','.  "/'  '.,    '  í-'  Pueblo    y    los    Agí rt.ás    llecos  .'de  laj. ideas    del  r/- 
ci»o  cometen     fufiestos  errores  ,  y     resisten  á.  los   médicos   que   pp^ 
dian     remediarlos.    Equivocando   con  este  afecto  endémico  los    sín- 
tomas áé  la  disenieria  tjüe  explican  sii  vehemencia  sobre  ei    jatestioc» 
~.^jré'tí<>,  sjeadó  estg   ^5  mals  Veces  el  primero    que   se    afloxa ,  ulcera 
..""-y   ?£'-'i^grV'^a    <í'n    ¿lia  (14},   é  inventando    la  chi mera  del    vicho 
V  ?.l^.l^    ^waí^dp    la    enfermedad     resjde    en   los  tenues,  ó  en   la  par- 
'    te    dej '  colon    que   pasa  por  debaxo  del   estómago,  &c.  abominan 
'    ía   sángrín,    y  echan   rnano   antes    de    tiempo    de  astringentes,    é 
'  irritantes  fuertes    que     ministran,    íjq   solo  p,ot   ayudas,  sino   íara- 
.bieft'  en  feeSIdás.    ¿.Qual  será    el  ^eCecto    de'i  Güayasvo,    la  casca 
..^^?  4^  ^rsLiiáda,  el  arrayan,  el  vii.ri,QÍo,.'  ei  _  aíumbxe   ^c.  ob^^OC^o 
2^,^?^'^^  5a ñas  partes   'téxidj¿  ^4^  ^.netvlo.sl, T/^.    Jañam  .'.,~ 

,',■;'  ",^     "  "¡^Qiúen  pudiera  des.imp.resiqna't'  a^vulgo  de  sus  falsas  per- 
^suasíofies  i  Taflibien  "desearíanaos  ^ue    nuestra    práctica  f'iese     mas 
activa  en  está  énfergiedad,   y   ciq    prodigase   Jos    yarxbes ',    porgue 
,.?í^n.^.í';^'fs  .cierto^  queX^ei  azúcar  es    un  '.antisépíico .  íecQa^ndabi^ , 
uh'  precioso  don' dé' 'la   nátyraieza,^  cuyo',  i^iso'  puede  minorar, /la 
,,ffeqüencia  de  ks  epide;ii}ias;^é^  fiebres 'pü trillas',  y    malignas  (  i'i'f, 
I.*-^?'^'^"  ^^  ^^''fríP; '4ue   es  una  sal  estimulante,  que  cojamftvidps  I98 

""^•rl  ^4 1    ?f '".si?  1.  c.  :Ci»roo  los  c'hariataiies  franceses  acusan  al^gáJico 

<«'  todas   las  énfertuedades  difíciles  ,    asi  jos   nuestros'  solo    ven   en 

,^IIas  ál/F/c/;*.  Pe  aquí  resulta  jque  ^or  Jo  común  a,p[i>:a{?    su   cura- 

'í'°"  .fl^.^^^P  C"  realidad   no  existe  ,', como  lo   notó  Í¡lt.y^üs\eu,  Ul{qa 

.  .^•'v?*   ^    '"  ■^*i'^í<?^P-^  ^^'^^^í^^t'iPíAS  ^aquí  la  pluma,  con)batíehdó,si;s 

*,ci'roi'es,  y  alui^bráiido'el  ]oT}.^eii   ,4^  ^tl'^Sj 'Xmida^^^s'^n     p.uestc;a 

'  propia'  observacios  ,  y  en  jas   descripcífcnes   del   P.    Giimillá   Orí- 

,5.^^'    ll^^^.^'.*.*   ^'   P^g'    234-)  y  -Guillerjno  Pisón  Histor.  Natur.   l^,, 

/*!   ^"    ^^'  y  '4>- *i   U"*  ,mano  sabia   y    rnuy  acreduMa  no  se   bu- 

Afsé  dedicado ^^i  ■^T^?^^  -^^^'^^^'^'^rííiív^'^^^^^l^ft^Hk^ií'^ 

Carémos  iuégo  q[ué' se  cbnckya'a.     •"     ""   "-*' 


,ifiJTOr«  OCw«SJ¿  ;5  i.- 


(  »5  )     Wm  !^fí?«^*?  M45™^,P?S».;,Í^ 


?>,7fií/:;'.^^-     (J 


') 


I      MERCURIO  PERUANO . 


DEL    día  20.   DÉ  OCTUBRE   DE  179^ 


C50NCLUYE  EL  RESULTADO  DEL  PRONÓSTICO  Y  l?í^ 

cauciones    para  el  Otoño  Publicados  en  el  Mercurio  Peruana"  ^ 
^  .      Tom.  I.  Pag.  27,J.  l,^ 

^  Iguíendo  él  plárt  de  nuestro  Pronostico  para  confrootar  con  éf* 
sos    resulta db^  ,    no    tenemos     que  notar   sobre    los    hipocondría^ 
cbsf-,   é,  histéricas.     Fácilmente   se    comprehende ,    que     consistíendoC 
SUS    ddlencias  en    una  extrema    aridez    de'  nervios    habían    tenido' 
in-fT?iitO' que  'sufrir  ton'  la   sequedad    que  se  ha  experimetitado    en, 
e!  Otoño,   y   el   Invierno.    De    los  tísicos   no  «olo  han  perecido  los. 
que   venian  declarados  por  tales  desde  las  estaciones  antepiores,  sino' 
t&tobien'' algtínos'   de    aquellos  qué    teniendo    una   disposición  orgá- 
nfóajó    humoral  bada'    la    enunciada'  enTermedacl ,    se     hallaban 
eíi-  el    periodo   crítico    de   los     veinte   á    los    treinta  y     cinco  anos.' 
M^    Señor' Don    Antonio  Ulloa  creía '  que   la    propagación    de  ia.' 
tKis     eri     este     Pais      venturoso,     no    era  .  tanto    un'   efecto   del 
Cli'tna  ,quantodela  falta  de   cuidado   en  quemar   las   ropas  y  ajua- 
f ^  c^ontagiados' (  1 6  ).  Hoy   qué  vemos.zelárse  este   punto   interesanta' 
dé    Policía,   esperadnos   que   en  ló   futuro  sean  menores  los  extragos." 
J>- se   vaya- reBa:^andD   esté'  accidente    pernicioso.  La     misma  con- 
fianza  nos   asiste    en.    quanto     á    las     epidemias    que    hemos  re  fe-' 
IW»,     por    el    nuevo   plan    dé     limpieza   que    se    ha    proyectado* 
r' executa '  baxo  del    gobierno    de    nuestro  esclarecido   Xefe.  En- 
cabamos'a   los    que    dirigen    uii    asunto    tan    importante,    procu- 
r<^-sa<:ar    en  la    actual   Píímávéta   íoi*  grándfes  muladares   que  se' 
Jml'^sen    ert'  el    céritro    de  la ''Cíudaxl/,  sin"  reservar    ninguno   para 
eM^.Strd,'-pues    el    tiempo;  anuncia    será"' Viiy    caluroso:  y    si    se' 
rmieíveri   entonces   esos  depósiíos'-(fé''  materias    corrompidas  y   fer-' 
iwé^tadas,   se^  inundará   |a   atmósfera  ^  dé    exhalaciones,    que   nos 
fiauseo' grav^es^-daííosí  "        '•  '    'i"^   *'"», 

^>>.,,^,1L.....^.. .„_...„....  ,        S:^ _,.....  .._,^  .  Aun-  .,_^ 


tio* 


:>-h 


Aunque  quancTo'reyna  alguna  enfermedad  epidémica,  sue- 
le comunmente  cesar  el  resto  de  calamidades  que  invaden  al  cuer- 
po hunaano,  ó  si  aparece  alguna,  participa  del  mismo  carácter 
epidémico-,  acontece  no  obstante  ocurrir  en  medio  de  las  mas 
fuertes  y  universales  una,  u  otra  enfermedad ,  qiie  nace  y  corre 
sus  t€rmit\o5  sin  tener  la  menor  relación  con  la  constitución  ge-* 
neral  dei  tiempo,  por  cuya  razan  las  nombraba  el  docto  Syden- 
ham,  enfermedades  intercurrentet.  De  este  genero  fueron  alga-* 
«as  Pleuresía?  que  hubo  en  las  estaciones  anteriores.  La  Socie-- 
rfai,  pues,  empeñada  en  ser  mil  al  Público  por  quantos  medios  le 
e»  factible,  y  conociendo,  que  del  empirismo  se  han  sacado  los 
wvejores  remedios  que  posee  la  Medicina,  encargó  á  su  Profesor 
experimentase  ios  efectos  de  la  penca  de  la  tuna  (  17  ),  puesta,  cor- 
tada, y  soasada  sobre  el  lado  adolorido.  En  los  Valles,  y  en  espe- 
cial en  la  Sierra  se  recomendaban  sus  virtudes ,  y  numeraban  mil 
prodigios  ^  pero  no  correspondieron  baxo  de  los  ojos  de  una  atenta 
especulación.  Es  cierto,  que  el  dolor  calmaba  en  los  instantes  pró- 
áimos  á  la  aplicación;  pero  recurria  con  una  violencia,  que  obli- 
¿aba  á  suspender  la  tuna  ,  y  reponer  el  célebre  linimento  de  ho- 
«rhaave  (  i8  ).  Deberemos  con  todo  decir,  que  se  necesita  de  ma- 
^or  número  de  tentantivas  para  pronunciar  una  condenación 
absoluta. 

Tal  es  cl  diseño  de  las  enfermedades  que  han  ocurrido 
en  eJ  Otoño  y  el  Invierno,  en  que  aparece  una  exacta  conformidad 
entre  el  resultado ,  y  el  vaticinio.  No  deberemos  dilatar  la  plumaj 
en  ponderar  los  saludables  efedos  de  nuestras  precauciones.  Fa— i' 
cilmeBte  se  comprebende  ,  que  si  la  sequedad  de  los  nervios  en 
unos ,  la  corrü^ion  de  los  humores  en  otros  originaban  las 
dolencias  enunciadas,  seria  excelente,  y  proficuo  un  régimen  que 
humedecía  á  los  primeros,  disolvía  y  precipitaba  suavemente  4 
3os  segundo?.  AI  menos  así  lo  experimentaron  quantos  quisieron 
seguir  nuestros  consejos. 

Para  completar    y  perfeccionar    la    descripción    que    va- 
mos  haciendo,  era  indispensable   añadirle    una    serie    de    historias 
particulares ,  en    que   cxpoDÍendo  por   menor   el    curso     y    sínto-  . 
mas   de  la  epidemia  ,  notásemos  igualmente  el   método  de  su  cura-;-; 
cíon  ,  las    bütaá    oportunas ,  y   hasta  sui   mínimos  efeííios.  Menu—^ 
dencías  útilísimas  en  la  prádiica  Médica:  i^cro  aun  no  podemos  desrs 
cender  á  análisísí  tan  circunstanciada.  Los  Discursos  meramente  fa- 
cultativos no  siempre  pueden  presentarle  adornados  de  los  arreos  del 
(^ekyte    y  el  entusiasmo;    y    mucho    menos   U  doctrma    clínica « 

que 

(   17.  )    Cactus  opüntia  Linn.  Spcc.  ílant.  pag.  4681  sdit.  í7il« 
(18)    álaísr*  Rícdic,  Sea,  8$0.   jjów,  s» 


ni' 

^U«  síenáo  ía  historia  de  U  part»  tnai  grave  y  lastimosa  de  nu, 
^tras  miserias,  ofrece  un  fondo  melancólico  y  sombrío  incapai' 
de  ocultarse  por  mas  que  se  varíen  sabré  éi  los  hermosos  colori- 
dos de  la  luz.  El  mas  diestro  pincel  solo  podría  formar  un  re- 
trato que  imitase  á  los  túmulos  en  que  yacen  las  cenizas  de  Is 
feagala  amorosa.  Cada  pastor  se  llega,  esparce  sobre  él  su  pu- 
fiadito  de  flores,  quema  sus  aromas,  y  fixa  su  verde  ramo.  EÍ' 
peregrino  al  mirar  de  laxos  aquella  halagüeña  perspectiva,  se  acer» 
ca  atraído  del  candor  de  la  azucena,  de  la  fragancia  del  nar- 
do, del  verdor  amable  de  la  oliva  ^  pero  apañas  repara  que  bax» 
de  aqual  aparato  se  ocultan  los  fúnebres  despojos  de  la  muerte,' 
quando  se  horroriza,  vuelan  de  su  imiginicioa  las  gracias  y  el 
encanto,  y  huye  precipitado.  ,  ' 

CARTA    ESCRITA  A    LA  SOCIEDAD  SOBRE  NO  SER  11^- 
propit  la  Música  en  las  Represcntacioritfs  PramiiicaSíi 

SKÑORES    AMANTAS    DUh^AlS/ 

**EfB0S  visto  el  puntual  desempeño  con  que  se  lian  satisfech» 
los  asuntos  que  prometieron  Vms.  tratar  en  su  Periódico^  pero  al  mis- 
ttip  tiempo  es  de  extrañar,  qu£  hayan  olvidado  una  facultad  tai» 
interesante  y  recomendada  por  ios  mas  grandes  Filósofos,  que 
€nci<irra  en  sí  todos  los  primores,  todas  las  bellezas,  y  todos  los 
eh.caníos  qué  tienen  en  particular  las  otras  artes;  quiero  decir,' 
la  Música.  La  Música  qae  ha  merecido  la  atención  del  grande 
Alembert,  y  es  el  objeto  acia  el  que  desplegó  su  cloqü  encía  nues- 
tro famoso  Iriarte  á  quien  debe  su  mayor  encomio.  Esperábamos 
que  por  un  rasgo  al  parecer  indiferente  hubieran  hecho  ver,  que 
no  sin  fundanjento  los  Italianoj  tienen  sus  dramas  en  Música; 
que  esto  no  es  fuera  de  la  naturaleza  del  drama,  ni  ageno  de! 
rapto  y  del  entusiasmo.  Yo,  pues  ,  sin  las  luces,  ni  conocimientos 
qne  Vms.  poseen,  interno  verificarlo,  pasando  antes  por  su  censura. 
Porque  juzgar  de  las  costumbres  de  las  demás  nació* 
nes,  de  sus  usos,  de  sus  inclinaciones,  por  las  nuestras;  y  sentic 
mal  de  aquellas,  porque  no  se  conforman  con  estas,  es  un  modo 
de  pensar  muy  extraño.  Confieí^o  por  mi  parte  ,  que  me  es  mas 
ingrato  el  horríjono  son  del  llanto  lúgubre  español,  que  el  que 
en  una  sencilla  melodía  exprime  el  lamento  del  Indio  Peruanp. 
Así  nosotros  haremos  ver,  que  si  en  los  primeros  tiempos  de  Itt 
República  Romana  no  fué  apreciada  la  Miísica ,  ^nereció  tanto 
en  los  posteriores,  y  hasta  hoy,  connaturalizándose  de  sueiíe  coia' 
el  idioma  y  costumbres  de  los  Italiano?,  que  lejios  de  ¿er  ^jcíraña 
«n  ia  represe atacion  de    6us  dramas,  es   jmj?ort^otí$ima   para  a)^*' 

,        -.   .      .  ...  iTífen- 


/  i 


^íjitac  viveí* ,  esptíritu  y .  facilidráa  á  la  ;exprésion,  t^e    tcompá» 

fin  Ha     rr>n     la<;     mnHiílarinne<;    nrrnónica's    dé'   la    V'ÓZ- '  intródtice    maáf 


^f  jitac  viveí*  ,  e  _ 

pacía    con    las    modulaciones  armónicas  dé'  la  voz, '  introduce  'ma¿ 

íacilraente   ea  ¡el  alma  Ips  afectos  ,    y  cori  'iBáybr    vehemencia    los 

jiioduce.  >  \  '    .\     '    ' ..'' 

,.];,,'.      Goracílio   I^epote  que  nota   la    diferencia    dé    los    gustos 
4e' ías" Naciones,  dice   (,i),  qué  era  poco'  honroso  eh' -los  pHnci^' 
¿ips   de  la  República  Rp  man  a  este  Arte:  que,  entre  'los  ■  Griegos;  ^: 
hacía  honor  al  que ';  lo  poseía  ,  y  vilipendiad    í^l    que  •cat'eciá    át' 
4|.  ^alustio  (  2  )   reprehend'e  a   una  "Dama  '  que  era  excelente  en  la^ 
danza ,  y  la  hace  entender  ^ue  este,  exercicio  era   indigno  de  una 
S|jíora  de  honor.^  Ciqeron  decía,  qu^^ara'   actuar    él  ,bayle,    era  ' 
necesario  ser  locos,'  ó  ebrios  (  §).  Tero  todo  esto  n ó  venia  dé  ft' 
iíBpropie,dad,  m  fi^^lí  míeúoúázái^^  de   lá  rivá-' 

Ijdad    de  los  RotTiítnos  cqn    todas    las    demag     naciones.    La  Gre-^ 
cia  cent;ro  á¡s  Jas  cieacias  íiacia  de.  este  'Arte  sus'  delicias,^  su  ho- 
itior,  y    aun  el  vigor ,  y  el'  alma"  de*  su   filosofía.    Nadie  ignora, 
c«n  vergüenza   de  nuestro,  siglo,  que,  después   (^e  los,  mas    esplen- 
didos banquetes  era  la  Música  Vonesta  "la  qué  ocupaba    el    resj».. 
^,1   día.    Los  ,  qu,e    Iji  exercitaban  .eran  ios  grandes    Xefes  de,  la  i 
nacipn  5    los  nías. distinguidos   de  sus  sabioisV -La  Mási'ca,' aquella 
Música   varonil,  que  en  siis  modulaciones  víg¿)rósaá^,  incluía  los  he- ' 
^os  de  los  héroes  por  medio  del  rithmo  (  4  )  ,  era  el  modo  mas  prO- 
Ipo  de  infundir,  y  llevar  al  alma  los    sentimientos    heroycos  sobre^ 
que  j}e  fprmaba  la  roultitud  de  sabios    Guerreros ,   y    Magistrados  | 
de    que   abundaba    aquella'  na cíoni:"  al     mismo    tíértipo"    que  _  Íes  . 
s|ryia  de   consuelo,  en.  las  "aflikiohes,  'dJe,    álivíp  é,A   "Itís  ^ trabájiós  ,'^* 
3E..o,¿e  ,d^s.ahogo' '^ri  las    an.gustiásl  "    '''  '    ''  '' '    .    "     -    '-^ 

IV.!"  .  Este  Arte  sublj.me,  cuyo  mérito  subsiste,  y  subsistirá  siem- 
pife,  era  en  aquelíos  felices  tiempos'  más  que  nunca  estimado,  y 
Jbacia  el  hpnor  de  aquella  nación  que"  tuvo  la  gloria  de  perfec- 
cionarlo. Ignorar  ailí 'la  Música'  se  "tenia  como  falta  de  éduca- 
<*ipn  (  5  ).  Entre  iW  qualidades  que  hacían  un  hombre  cabal  sé 
cpntaba  la  de  saber  manejar  un  instrumento,  usar  de  las  inílexío nes 
d^  la  voz,  poseer  la  Música.  Quien  la  ignoraba  sufría  el  me;nos- 
preqip,  merecía  uiaa  pública  censura  de  que  np  quedaba  exento 
el  sugetp  de  la  clase  mas  encumbrada  (  6  ).  Epaminpndas,  y  Te- 
líj.ístpcles  son  ef   exemplo. 

lios  antiguos  estaban  persuadidos   á  que  la  Música  ^con- 
HgbuííiL    á  fprpar  en  los  cprazpnes  una  impresipn  que  ..hacia  prp- 


1 


nr. 


(  ».  )    De  Bello  Catilinar. 
ín  Órat:  pro  Muren,  n.  tj." '  ^  4.")  Plut.  de  Músíc.  pag.  1 140. 


(3.  )  |n  Ofátrpu  _      ,  .  , 

^  I  X.  )    Cic€í,  Tuse.  I,  c  4,    (  í.  )    Coto,  Nepot.  in  Praef, 


9Hm 


-túcíren  los  Jóvenes  sehtiitiíehtos  dé  ptoví^ad  f  7),  Vhtorí,  y  Ans-f 
tételes  en  sus*  tratados   de   Política,   recomiendan 'precisamente    lé' 
tnsenania  de  la   Música  á    todos  ícUos:  y  Plutarco  juzga,  que   na- 
íla    es    mas   prepio    para    excitar  á    la  práctica  de  las  acciones  vis* 

irosas,  que   este   Arte.  

■•'^   '  Describiendo  Polybio  la  fiereza"  de  '  los    habitantes  de    I^, 

Arcadia   hace  de   la    Música  el   mas  bello  elogio.   Muestra  estqfa- 
Jtnoso    historiador ,  que   la  barbaridad    de    los   Gitenienses   consistiat 
tn    no  .haber  adoptado  este  socorro,    que  en  toda   la   Arcadia  ha- 
cia el   fondo  de  sus    buenas    costumbres   y   de  su  instrucción  (  8  )^ 
"'  Quando    fos    Romanos   no  veian    mas    que   ^1    engrandecimiento. 
de   su    República:  quando  solo  estaban  empleados  en  las  ideas  de  sií" 
grandeza:    quando  sus   corazones,  quando   sus  sentidos   se  hallaban, 
encallecidos  con  el  estruendo  y  el  estrepuo  de  los  carros,  cort  e"!  ruidQ( 
«lelas  lanzas  y-la  espada:  quando   percibian   con  furor  el   halarido 
descompasado  del    moribundo  ,   y   la  algazara  del  triunfador  en  el 
orgullo  de    su    gloria,    entonces    no    merecía   la     Misica    entre  ^^ 
ellos  el    aprecio    debido.  ''■■"   -"^ -"■"    i  ;*■"'""'■.'"■'  *_^"~'  _^"".,  .«^ 

Conquistando  á  la'  Grecia,'" -los  gustas  de,  ésta  se  apode- .^ 
íaron  del  espíritu    de   los  Romanos,  y  el    genio    de    aquella   corf- 
Quistada  influyó   en  eWos   mas    que  el  de   Roma    conquistadora    ei»^ 
]as   demás    naciones.    Empezó  la  transformación  de  esie  Pueblo:  co- 
menzóíe   á    sentir    en   él    la    dulzura:    las    letras    emprendieron  et 
vuelo:   produxo  Roma   rivales   á    la  Grecia:   y   si  la    grandeza  de" 
aquel  vasto    Imperio  entró  en   decadencia,  el  Imperio  de  su  sabida-^ 
ria   se  extendió,  é   hizose    dominante   dé  sus  mismos  Conquistadbrev 
La  Música   entonces   se    afianzó  en  Roma   como   en    su  _ 
patrio  suelo.  Las  demás  artes  se  difundieron  en  la  Europa.  En  todaí* 
partes  se   hallan  Filósofos  que   analizan  la   naturaleza:   Teólogos,  que. 
parece  se  acercan  á  la  Deidad:  Matemáticos,  que  calculan  el  calcular 
mismo:    pero   la   Música  solo  en  Roma',   solo  en  Italia   se   pose_e    eW^ 
su  fondo,  y   ha   tenido    una    perfección   maravillosa,  ÍTeproduciendof" 
«h  cierto  modo  los  prodigiosos   efectos  que  de  , ella  se  refiereti  ea 

la  antigüedad.  (  9.  )  \  _        •.   ,      ,...    »-i  ..,¿,c 

En. ésta  la  Música  tenia  una  extensión  mayor  que  la  que 
$if  juzga  vulgarmente.  Comprehendia  fuera  de  los  cantos  musica- 
les, y^de  los  tonos  instrumentales,  el* Arte  Postico ,  la  /altacion\r^ 
el  gesto  y  los  accidentes  con  qus  debe  rer  acompañada  la  declamación  í;^^ 
d  arte  de  componer,  y  dé  escribir  en  notas  la  simple  declamacionr^ 
míe  replaba  el  son  de  la  voz',  la  medida  y  los  movimientos  del  gesto.  -^ 
Bastaría  esto  para  prueba  de  que  no  es  fuera  de  propo-. ; 

sito 


(  j/)     Plut.   1.-  c.  (8.)     Polyb.    4«   p. '^89.  ipri  ' 

Í9'  )    Qttií^^i^  ^'  9'  ^*  4'  Cicei.  de  Oíat,  1.  i  »  R,   124^ 


..     Z?»^  ios  rttlJanofi   tengan  ms  dramas  en    Mtísíca;  r    tnucho 
iM«as    quanda  Rq  Ijn ,   nos  hace    ver   que  la  Música  igualmente  que 
las  demás  artes  ha   sido  ua  presente    de  Dios ;  y  que  ella  añade 
jas^viveja,  mas   espíritu,   y  n^as   felicidad    para  introducir   ai    al- 
sna.os  afectos,  y    para    producirlos  con    jnas    vehemencia.  Porque 
"inundo  p]i3  esta,  penetrada  de  algún  objeto  que   h  ocupa,  no  le 
e.^  bastante   elJenguage  ordjoarío  para  expresarlo:   ella  se  abalanza 
íiíera  4^   «i   mis m,  se  entrega  á   los   movimientos  que  la  aí^itan. 
anima   y   redobh  ^l  sonido  de  su  voz,   repite  las  palabras;  y  poco 
contenta  de  estos   esfuerzos   Uama    á  su    socorro  los    instrumentos 
<}«e  parecen  aJiviarJa,  d*ndo  á   sus  voceg  una  variedad,  una  entea' 
^pn  y  wna  continuidad  que  )a  simpl«  voz  no  puede  tener. 
áiüíi:.;,  J^s.  unión  de  la  ?Vlúsjca  al  don  de  la  palabra,  ese  vigor  que 
gíS    dft  á    ias  vocea,  y   á   ios  íeniinj-jemos  del  alma   halló    en    loa 
ílomanqs  la  mejor  disposición.    S^a«e  por   su  cuma,    séase   por  st» 
carácter ,  ó  por  lo  que  sea ;  ellos  se  aplicaron,  y  dieron  á  la  Musí- 
sic^   íoda    h   extensio;^    de  que   es   capa^,   Tenjan    para   el   teatro 
una  declamación  compuesta,  y  que  se  escribía    eit  notas:  de  don- 
G#  sj_ít.er}vao  Ijs   palabras   latinas  Canere,  Camut ,  y  Carmen-,   ce-" 
ráo  dice  follín.  Esta   declamación   se  componía  con  los  acentos,  y 
^  escribía  con  piertas  ootas  que    los    demostraban?    de     aqui    ua* 
í^nto   figurado.   I^o  habia   mas  notas  que   las   correpondientes  á  lo| 
?fes   acentos,  grave,   ^gudo  y  cír-unSexá.  Sus  fíguras  y  sus    noia- 
ore«  se  hablan  en  los  Gramático?  antiguos, 

4-  mas  de  los  «centos  teniari  las  Miabas  en  el  idioma  grie- 
go y  el  latino  su  cantidad  reglada^  gsto  es,  largas  y  breves;, 
de  aqyi  los  tienjpos,  I^a  salaba  breve  yaiia  un  íiempo  de  la  mé» 
<*^aa,  y  Ij^  sjlaba  larga  ocupaba  dos. 

-^•..  ;  t^t«>   exactitud,  este    rithmo  se  connaturalizó    con   W 

Isomanos,  y  .ellos  sjgyiendo  no  solo  á  los  Músicos  Poetas,  sj<io 
aqn  á  los  ^^as  Carnosos  Oradores,  cuyas  íirengas  se  pronunciaban 
arregladas  al  son  de  una  flauta,  ó  de  un  baxo  continuo,  mantie- 
fien  b^st;j  el  presente  nn^i  costumbre^  un  uso  propio  de  su  ge- 
ni©, en  el  que  son  fnimitables  por  las  demás  paciones,  aun  por 
aqueli?:?  qu^  s?  tienen   por   mas  cult.as. 

y  si  h^s.ta  Los  Qradores  haciatj  servir  la  Música  en  sus 
arengas,  y  \^  juagaban  p^cesaria  para  darla  toda  la  enegía,  todo 
el  espíritu  de  que  eran  poseídos;  ¿que  razón  habrá  para  petsüa- 
d|rnos,  qus  sea  elja  extratigcfa  solo  en  los  crsmas,  solo  Min  las 
declatijíiciones  del  teatro?  Acaso  parecería  éíla'  extrangera -en  hu- 
esrjras  repre3cnt^ciot>es  CQi;i)icas  ,  trágicas,  ó  mixtas;  pero  no  debe- 
juzgarse  fuera  de  proposito  en  las  (peras,  cuya  necesaria  Construc- 
ci*í^i.  e3l4  fiindada  er'  el  rithm®.  Kn  vano  los  Franceses,  y  los 
Ingleses   han  pretendido     ceñir, eti  Música    ¡>\x&  versos:    están    bien 


Jexos  de  vigorizar  con  ella  la  languidez  de  sus  expresiones.  Aua^ 
los  Españoles  que  son  los  que  se  acercan  mas  al  primor  de  lá:^ 
ópera',  como  vemos  en  las  sarzueias  ,  y  en  otras  pequeñas  piezas^ 
íebemos  confesar  que  no  tienen  la  naturalidad  conque  sifíue  U- 
loqüela  Italiana  el  valor  de  las  notas,  y  éstas  Ja  quantidad  de 
las  sílabas.  Dedonde  resulta  que  el  entusiasmo  pueda  tomar  xo- 
da  so  extensión  sin  que  sea  embarazo  el  primor  del  Arte  ,  ni  la. 
dificultad  de  expresarlo,  siendo  natural  á  esa  especie  de  dra^ 
la  unión  á    la  Música. 

Porque  si  el  hallazgo  de  este  Arte    tan    sublime    y    deli- 
cioso:  si  su   primer  uso  asi  entre  los  hijos  de  los  hombres  (i  o),  co- 
mo entre  los  hijos  de  Dios,  fué  dirigido  por  estos    al   culto   de  la 
Divinidad,  y  por  los   otros    acia  los    objetos  qtje  reynaban  en  sus 
corazones^   y    unos    y   otros   se   servían  de    la    Música    para    hacer 
su   expresión   mas  viva,   como   lo   hemos  notado  j  no  hay  razón  pa- 
ra   persuadirnos    á    que    sea    impropiedad    manifestar    las    pasión*» 
con  las  diferentes     armonías ,    melodías  y  modulaciones  que  ioclu% 
ye.    La    Historia    sagrada    nos   presenta    un  coro  mnierosísimo    4a.' 
3WÚSÍCOS,   divididos  en   dos  partes,  que   guiaba  el   Profeta  Rey(ii) 
delante  del  Arca  del  Testamento ,  todo  fuera  de  si,  arrebatado  de. 
un    divino    entusiasmo ,  sin    que     este    rapto    fuese    bastante    para;: 
^ue   saliese  de   los   limites  de  aquel   caQto,en  que    en    una    acorde 
amifonia  seguía   el   coro  que  le   acorapañabs.   Su5  Salmos,  ese    sa- 
grado rithmo,    cuyo    entusiasmo     percibe    aun    ei    que    tartaipudea. 
al  leerlos,  eran  según  sus   respectivos    afectos    cefiidor,    al    num«- 
ro,  y  á  la  cadencia    que  se    habían    establecido   «n    Us   nota»   de 
9ue   hemos  hablado. 

Esos  "benditos  Cánticos  en  que  el   alma    »e    recrea  ,    eit 
qxie  llena   de   gozo  "al    meditarlos    fuerza    ia    expresión,   y   obliga 
á  levantar  el  eco  por \darle    mejor   tono  á  sus  acentos^    muestran 
en    cada    verso   haber  sido    construidos    sobre    las   cadencias    de    U 
melodía.  Los  maravilloso^  efectos  que  nos  propone  la  historia  pro- 
fana, causados  por  los  diversos  tonos  de    los  que  incluye  la  MtS- 
sica,  ¿  no  dan  á  entender , "^i^e   ella  se    apodera  del  alma,  y  que 
]a  fuerza  á  obrar    según   sus    nííídulaciones-?    £1    joven    de    Pitá-* 
goras  ,  la    muger   de    quien  refiere  Galeno  (    ia),qúe  al  son   de   hí 
fiauta  enfarecía  y   calmaba  á  los  hombres,  aun  quando  por    la  ena-» 
l«iaguez  tenian   menos  discernimiento    para   distinguir    las    difeterí- 
tes  modulaciones  de  los  tonos  ,   son  ia  prueba. 

La  meinoria  de  Ticrtoteo;  y  de  Antigónides  qna   tfyi 


lon- 


(  lo,  )    Genes.  4.  íu  {  ji.)    Paralip.   23.   zj, 

(  la.  }    Be  placít.  Hipp.  «t  Pial.  Jíb.  5.  c.  6, 


0E 


conserva  Plutarco  (  1 3  ),rJos  quales  -irritaban  y  calmaban  á  su,ar-a 
bitfio.  la  colera  de  Alexandro ,  precisamente  persuade  que  n©  es 
la  Música  agéna  del  entusiasn,io,  pero  que  aun  es  su  causa,  y  sii- 
ef^ctó  al  mismo  tiempo,  Contengamos  pues,  que  ella  es  propia  e.t* 
lái  ¿.peras  Ita-!iáhas,, /porque'  es  propiedad  de  lá  Nación  ser  Mú-, 
sfca :  J36'íque  desde  ériiallazgó  de  este  Arte,  ha  estado  un?da  ,»| 
Ja'Poesia  j  y  aun  ha  bechb'su  fondo  5  y  porque  siéndole  eonna^ 
ttirai  elentusiasmo,  puede  llevar  á  ia  ultima  perfeccioH  la  opera. 
Mas:  el  famoso  Yriarte  en  su  Poema  de  la  armonía  y' 
liace  ver  como  las  difereníes  modulaciones  hacen  en  el  cid®  tan 
diferentes  sensaciones ,  .qué  varia n  los  sentimientos  del  corazo»., 
Indica,  este  ihSígné  JPoeta  claramenre  los  tono? ,  Tos  tiempos,, 
ylo^'  traspcirtes  que  debe  usar  el  compositor  ,  pata  ío  que  per- 
tenece; a  la  ira,  á  la  desesperación  ,  a)  dolor,  al  gozo,  á  ía  risa. 
Se  añade  á  esto,  que  los  Italianos  conservan  aun  en  algún  mo- 
do el  arte  de  ía  saltación  ,  que  principalmente  consistía,  ea* 
Ja¿.gestic-ulacion  conque  se  ácompamaban  los  recitados  ,  y  toda  re-» 
|>resentacion  teatral  (  t4  );  Cicerón,  y  el  grande  Roscio  ,  dice  Ma.-» 
Ciróbjo ,  disputaban  ,  si  el  uno  explicaba  mejor  el  alma  dp-  suf' 
conceptos  por  ía  energía  de  sus  palabras,  é  el  otro -por  la,  ges^. 
ticulacíün  de  jsus  iniembros:  y  esto  que  á  primera  vista  parece  i 
ojos  inexpertos  chocante  y  ridiculo  encierra  un  primor  que  ha-. 
ce 'cl  aima   de  la  representación.  ',[ 

;^*  ;  Ceso  en  mis  reflexiones  poco  sat i.? fecho  del  acierto,  y  te- 
feliéñdO"  ftó  fastidien  al  Público  (  si  Vms  tienen  á  bien  presentar- 
las ).' Si  me  engañase  en  mi  temor,  supliré  en  otra  ocasión  la, 
«•tiperfícialicfad  con  qíie  he  tocado  lo  que  es  propiamente  el  Ar-j 
te.  Entre  tanto  suplico  á  Vms,  que  con  su  acostumbrada  impar- 
cialidad se  sirvan  corregir,  añadir,  ó  separar  lo  que  .  íjes.farezj:^^ 
<^  «aso jde  j)üblicar  esíe  i;asg9    que   les  consagra    :    .'^..¡■.V...j.:   ,i 

id   »b  .gÉi^inabí:»  úl   -sidoi  >:.       „     „^,„*^  „  •       .  * 

»  «,-r  r. •..«•. -M  iif«^^.-   >     -V  ©u.amante  y    apasionado,  ., 

M^'*l    áf  Ji  '^é\^¿  Í.Í.Á   ji  ¿.í^a./i. i .-.:«: :.ím    sai    nu3»í    ícxdn  h   tsi>v\   Sil 
^'¡íb^^fP^*I^A^)}M^l  .■r.n.in3iup    .f>    T.íU...-n    *í  ,  e.'i  ^-^ 

i   1$,  )     De   fortun.  Alex.- p.  ^35.  "     '    '    'y,    .'  .',.'    ,". 


.v'h'iCi^.  * 


^^    t* 


j:.:h:^H    itfec 


Fol.  ,f^ 

«•    -  ■  -     --^        >ay  -  II  iiiimL,iiJn.j..i^i/¡>»  ■— ■ 

,    g><|BIÍ—i*!Éi«ilMW— ■■■■         "^ 


f    mRcmiq  PERUAMO 


¡Tv,  ^ 


_^.  ¿jcemplac  Monasterio  de  Trinítíirias  pi^^^Izas!  de  esta  Cm-    ,;♦ 

dad  de  Lima. 


^'lendo  todo  el  objeto,  qufiív  en  , sus  trabajos  se,  ba,  propuesto   ía>. 
Seffi^dad,  ofrecer  ai  Publica  ideas,    j^tiles   y  agradables  que  contríí"!;. 
b]yyáii  á  rectifícar  el  espíritu,,  y;  enríguecerJo     de    noticias  p.toyej»^ 
cHosas  no   m<¿nos  en  orden,  á    historia,   principalmente    del    ^leyn^r 
y.  de  la  Patria ,,  que   spbre   crítica,  bellas  letras- y  todo  género  dí^ 
literatura^,  no  será  desyiaVnos  de  nuestro    instituto-  presentarla  enC- 
«5te  ensay^i  un   mohiiiTieqto  ilustre,  y   res.petabie  ,  que   al   paso  que¡^ 
engrandece    la  piedad,  de  nuestros  Padres,,  interesa' noblemente  nues/í. 
tros,  conocimieat^s.    J)e,  tan.  ^singular  yeromendacioij  es   sin    dudatí 
la; fundación  del    exejuplar  Monasterio;  de   Trinitarias    Pescalzas;^ 
que  con  tanta  edificación  y;  exemplo  decora.  ;á  esta:- nobilísima  C*"- 
pita!.  El  zelo  que  promovió ,su,establec¡miento  aun  conserva  bastaii?-. 
te.  actividad,  para,  transiBÍtifse.  á  nuestras,  plumas,  estampando  es-r* 
te  rasgo  en  crédito  de  «u   estimación,    para    inmortalizar    por  esté 
J^f^ío  ei,  fervor    santo  que.  le  dió_  origen,,  y.  la  generosidad  chris-^ 
tiana,  que   lo,.  condpiíQ,  bastí!,   su  perfecrion  f  pues    como   decia  un 
antigjio  (  i);  las  acciones  hecoycas,  apenas  son  conocidas,  por  los,, 
q^fi  existeriep.  la;épipca  forísnada  en  que  se,  practican  i  es    pre- 

DiC  ciso^    . 

■. "    ■  .  '    , '  ._  ^  •    V   .     ,    .  ^  •   ..•  ií 

(  I..).  Xen,;  ih,;vit;  Impe/.  iA^\thiuf  aemh' sum,  qtíae .  fortitej^ 


císo-que  el  espirito  socUI  ;1as  Sé  á%*^z  publica ,  para    Ilevaí 
liasta  la  posteridad  mas  fetitada  su  niemoria.    ,  ,,,^  „,„„., „.^,p<«| 
■      El  Monasterio  de.  Trinitarias  r€eofloiée-stt-iongcr|''5^^^!^ 
'Congregación  del  Oratorio  naciente    entonces  en  el  País ,  'y  quk, 
mediado    el   Siglo  XVF,  mereció    por    institutor    en  Roma    al    inr, 
comparable    San  Felipe  Nerj  (  2,).,  Semejante    á   esps    rios    qui^. 
^eritran  de.  unk  pura  .aunque  . pequeña   fuente ;  pero  qu«  pasando»! 
I^r  urt  nuevo  y  copioso  manantial ,  á  causa  del  mas    grande  ím«r^ 
^etu  que  allí  reciben,  y  la  diferente  dirección  que  les  lia  un  cau^^^ 
cé'  establecido,  se  separan  del  que  antes   llevaban  las  escasas  aguaé 
con  que  aparecieron^  asi  la  nueva   fundación  varió  muy  en  brev^ 
911    carrera,  convirtiéndose   en  el   de  Trinitarios  Descalzos  el  ins<f 
tituto  que  en  el  primer  designio  fue  del  Oratorio.  El  Padre  Fran- 
cisco Xavier  de    Ayllon,  uno  de    los  primeros  Fundadores  de  es- 
fií    laboriósáji  «xetnplar  y  útilísima  Congregación,  sostenía  y  cuí-" 
tívava  con  zelo  en  la  Iglesia  de  San  Pedro  (  3  )    los    Exercidos 
espirituales    que  con  el  titulo  de  Escuela    de    Christo,  había  in- 
troducido en  ella    el    Licenciado  Juan   Pedrero  de   Santiago.  Do- 
fia  Ana  de  Robles  viuda    del  Capitán  Don  Diego  de   Bedia  quip'^ 
habitaba    en  las    cercanías    de'  esté    Templo,    concurría  constan-, 
témente,    en  el    designio   de  perfeccionar    su    éspiritu,    á   aqueW 
las  fervorosas  asambleas,  siendo  siempre  la   primera    que   sé    veí4 
en  tan  devotas  prácticas  de  piedad.  Consagrada  sin  reserva  al  es-'' 
tudio  de  la  virtud  baxo  de  la  disciplina  y  dirección  del   cuerdo  y 
experimentado  Padre  Ayllon,  fabricó  por   consejo    de    este    zelosp 
Sacerdote  en  -su  propia  casa,  un  Hospicio    capaz  de    dar  aunque 
no  sin    incomodidad     habitación    á  doce   personas.  Concluido  coti^ 
la  mayor  presteza  este  edificio    subsidiario,  el  día  quince  de  Octu-t 
líre  del  año    de  iñil  seiscientos  setenta    y  tres    lo  ocupó  su    Ve- 
nerable   Fundadora  con  otras  ocho    virtuosas  mugeres    que    con 
selecto  se  había  asociado,  conducidas  todas  con  publicidad  y  ex- 
traordinario aprecie  ppr  el  lUmo.  Señor  Arzobispo  Don  Fr.  Juan 

(a)  El  Sunio   Pontífice  Gregorio  XIII.  confirmó  la  Coagrega- 
«ion  del  Oratorio  en  su  Bula  dada  en  Roma  en  1 5.  de  Julio  de  1 57^. 

(5)  Pertenecía  entonces  esta  Iglesia  de   San   Pedro  al  Hospital 
ide  Clérigos,  y  hoy  con   toda  la  fábrica  que  allí  hizo  la  Congre- 
gación, al  ¡Béaterio  y  casa  de    Amparadas,  vulgarmente    llamadas 
Recogidas,  habiendo  pasado  el  Hospital  con  el  Oratorio  á  ocupa«, 
j^  aplicación  qu«  le  bizo  el  REY  el  Colegio  de  San  Pablo. 


I«  AltBogHctt  ^e  oon  teliglo»  iel«>  satsMurít  y  pnjdcncim  g*- 
•bcfnjiba  en  aquel  tiempo  la  DióceÑs.  Este  diligente  Pastor  ,  que 
«o  omitiendo  trabajo  alguno  por  apacentar  á  5U  rebano,  hafeia  abier- 
to en  esta  Capital  con  sus  sagradas  Wnos  las  puertas  del  Orx» 
torio  (4  ,  colocadas  en  su  pequeño  Claustro  las  nuevas  Beatas, 
les  concedió  viviesen  unidas  formando  Comunidad  ,  permití éndolet 
también  Campana  interior  para  sus  distribuciones,  y  Capilla  don- 
de oyesen  Misa  y  fceqüentasen  los  Santos  Sacramentos.  La  for- 
ma de  su  vestido  fue  de  Nazarenas,  y  su  título  varios  uros  las 
llamaban  Hermanas  Nerias  con  el  Padre  Alons»  Riero ,  primer 
Prepósito  de  la  Congregación,  y  Autor  del  precioso  libríto  es- 
piritual que  intitula:  Hoy  ba  ¿«  íer :  otros  con  el  Padre  Ayllon 
Director  del  Beaterío,  Beatas  de  Nuestro  Señor  Jesu-Christo  Cru- 
ciñcado. 

Eí  nuevo  plan  de  vida  fue  un  estímulo  mas  eficax,  un 
•agrado  empefio  para  que  estas  siervas  del  Señor  se  aplicasen  eco 
l^tyof  mas  encendido  á  la  santificación  de  sus  almas,  en  las  di- 
vinas preces  y  alabanzas,  en  la  oración  continua  y  fervorosa,  en 
la  caridad  ardiente  y  activa,  en  la  unión  fraterna,  en  la  morti- 
ficación severa  de  sentidos  y  potencias.  Confunde  leer  la  auste- 
ridad y  exactitud  de  sus  prácticas.  Su  silendo  fue  profu  ndo  y  sin 
relaxacion,  su  humildad  rendida  y  sin  hipocresia,  su  clausura  es- 
trecha y  sin  la  menor  violación.  Espectáculo  admirable  y  de  Is 
va&ífos  edificación  en  que  se  representaban  como  persouificadas  laa 
virtudes,  en  tantos  simulacros  animados  de  la  santidad.  En  fin 
por  un  secreto,  pero  eficaz  impulso  de  la  gracia  que  animaba  y 
regia  á  estas  virtuosas  heroínas,  ellas  anhelaban  con  ardor,  y  sin 
cesar  clamaban  al  Cielo  porque,  el  Beaterío  se  elevase  á  Reli- 
gión:  fue^  para  evitar  los  peligros  de  la  inconstancia  humana 
y  sus  lamentables  vicisitudes  j  ¡fuese  para  dar  á  sus  obras  aquel- 
la estabilidad  y  firmeza  (  5) ,  aquella  perfección  y  excelencia 
que  abundantemente  reciben  de  la  espontanea  obligación  del  vo* 
to,  que  hac5  practicar  no  por  antojo  y  capricho,  sino  per  pro- 
fesión y  estado  la  perfección  de  los  consejos  Evangélicos.  Semc- 
^ „.       .  -    jant«s 

■»)l>;         \:     <       .  ■      "11,        1.1   :,  ,    •."    .'  ■"'■■  ■'   ^""'        ■     '  .  "  "       ■ —  '  -  '       i  ^  •  J 

-,(4).E,n  el  año  de  11674,  4ió   licencia  el  Señor  Almoguera  pa-. 

ra  la  fundación  de   la  Congregación  del  Oratorio  baxo  del   instituí. 

^o  y  Constituciones  de   San   Felipe   Ner».  Entraron  á    componerla 

diez  y  siete  Sacerdotes  seglares,  de  quienes  fue  superior  el  P.  Riero, 

{$)  Sio.  Tomas:  Prim.  jS.e<yjJi(J.  <iue$t.   i$$»  el  comrouniter  Dp. 


jaates    deseos  ^cupaba-s  >el  Ámmo  de  ío«  t^eso%  custfoSíés  ée  el. 
ta  dqlicaáa  y    flM^ecieate    viña:    pero    no   :*ran  solamente  ^íos  e*- 
pesados  fioes,  -aaoqiá*  «art    p&depoáos  y  <:Iaudafek9  ,    ios    -^^j^    ctwk 
w*e&jstíbl€  íiíepza:  los'  impiimn   á  pretender  tórrar   con  eí  ?mpene¿ 
;^abk   mtwo  de  k    ppefesipa-  solemne  aquel    delicioso     huerto    dei 
Jiviao  -Espos9 :  ot:¥3s -ratPas  }u;iciosas  y    prudentes   corte urrieroná 
|a€,erlos  eatrar  ^con  el  mayor  ardor  en  este  empeño.    La    historia 
Ecksiásíica    les  presentaba    en   abiindancia  lastimosos    sucesos   ét 
Beatas  congregaias  sm  -clausura  (  6  ),  que  lexos  de   regocijar  ct>!» 
eá  «x^mplo  de  sus  vírtude'&á. la  ígí»sía>  casi  en  todos    los    siglóá 
M   cubrieron   de  horror  y  dé  {*ísce2>a    per  el  escándalo  de  su   re- 
iaqcacian.    ílal  ?s  auestra  desgraciada  Instabilidad;  Los    EspartaÁof 
«9  hubieron   menester  iBuro»   eí«r©taato    q«e     mantuvieron    firmes 
&US  pechos  y  pero  enflaquecidos     posteriormente  por   la  delicadea  y 
el  luxo,  se  vieron  en  la    necesidad  de    levantar    murallas   que    les 
pusiesea  á    resguardo  de  isus  eiíémigos.  M«y  desde- los    prin^ijíté* 
4e  la  era  christiana  se  vieron ,  dice   San  Posidio  en  la   vida  qü« 
jscribtó  de  Sai?  Agustín  (7),  Congregaciones  dé .  rougcres  oitidas 
fcaxo  de  un   misino  techo,  eo  el  exercíeio  y  práctica  -dé  las'    vit- 
tudes  Religiosas.  No  pasó    mucho  tiempo  sin    q»e  el  delicado  se- 
ató  diese  á  conocer  que  su    debilidad   necesitaba  de   resguaídó,  y 
ya  en   el    Siglo  JV.    cobio    se    demuestra  en   el    erudito    tratada 
da  Glausiira  que  com{i»so  Jmn    Bautista  Thiers ,  se  supoDÍa©  en 
]p*lig¡osa  reclusión  las  que  poblaban   los  Ciauftros,  aunq-ue  rio  sé 
encuentra    ley   general  que    désd®  esa   remota   amigíiedad  las  pre- 
cisase á   formal  eiausara.    Los   soberaíios    Sucesores  dé    Sa»   Pe» 
4fo  €n<:argados    de  la  inspeceíoa  y  régimen   de  la  universal  Igle- 
sia,  no  pudiercaí     descuidar  su    atención  de    esa    porción    ilustre 
4el  rebano  de  J^su-Christo ,  eoi^o  te   intitula  San  Cypriano.  Bo» 
wifecío  WÍL    foe  ei  primero  que  cotn  toda  la   solemnidad  de   de* 
ifcho  mandó  (  8)  estrecbap  coa  la  Clausura  los  Conservatorios  de 
«ugece*.  San  Bí©  V.  estabiecióí  para  ellas  una  Hueva  disciplina.  Ba 
^~  MoMtíioQwn  diwa  F«stQr0li*  (f-s»-)- espedida  en  Romá^- á   a 8  dé 

- '  '     "'  -"  •  -__—____»_ _ 

{6)  Clericato  Ton*.  2.  Bem*.-  Sacra  mi  Íf>eei«s.4o¿  Mttlhrer  itm 
scttgregm^e  sme  Clmiuiea,  ñims-afiixermt  Eceksiam  ter  Qmmá- fe- 
re    témpora,  '       ;  :    -,      ■- '  >  :^t 

(  7  >  Possid.  í»  vít*  Sánete  Atfg.  Cap»  27,  et  3 1, 
^S)  In  Cap.  Pérfcíí/oja  de  Staít..  Reg.y  Seac» 


-J^tíió  láé  rj'í)!?  flieferiitiné  4\ie  1as'-^tf¿^ vivifeñ'  en  iCbíríTnídSd  füV 
"'Seh'  exhortadas-  ^  pfo'fésa'T    ios    tres  vot«5  'SDletffnes    aftááiénáó  l&l 
'%iíárto  ik  Cla«siMa-^  tiue  fué!^n-  expelidas  (Jé  lf>s   Gláusirés  fós  cft^ 
TresJstiendo  el   ói?d€n  íío   Cfuisi^sén  vivir  conftyrtne  á  su   áísfíosidorí^ 
■y  ^ue  -ningíina   «e   admitiese  de    nuevbcñ  eWas  .wo  baitCv  de  las  ^éxi- 
•píesaéas   comiicifH-ies.    Paí-emfon'k    nájd-a    ronferrries    álaílisci^íiría 
Elesiástica  ias   Ct>ngt€gacion«íí  de  un  ^x6  frágil,  sin   los  feguareftíi 
l¿e  unos   Hiüros   por  todos  íaáos  impenetrables;  y  estimé,  áieé  íá- 
»aha  (  lo),  como  inas  conducente  al  decoro  y  s^antidád  -dé    la  Iglc- 
«ia  su  tcítar  extinción,  que  su  €S:istencia.  No  obstante  t^án  ^stiré^ 
«ha   prohibición  por  todas  lo?  lugares  de  la  Christiatidad  sif   ve  én 
crecido  nú tnero  esta  especie  de   Convictorios  9    perd    ninguno    es 
Confirmado  por  1?  Santa   Sede.  El   temperamento   que   ha  tornado  | 
segon   ía  observación  de  Matheusio  {  1 1  ),  es  una  prudente  folerart- 
cía,  na  una  aprobación  expresa :  los  consiente,   no   los     instituya 
Aiín  permanece  en  todo  su   vigor   la  Gonstitucion  de   San   Pió:  j^ 
ew  su   virtud,  concluye  con  mucÍK»  ©tros  sabios  el    Cardenal  Peí 
tra  (12),  pudieran  hoy  obligarse  los  Beateríos   ala  precba  altee¿ 
«atíva  de  una  entera  abolición,  ó  de  una  reclusión   perpetua. 

Estas  consideraciones  fixaron  al  Pastor  de  aquella  tictñ% 
grey,y  á  loa  demás  coadjutores  de  la  empresa  en  el  serio  y  fi^i 
ijie  drctámen  de  que  debia  proéurarsele  con  la  mas  pronta  y  acti^'i 
■diíjgencia  la  profesión-  ReKgiosa.  Sin  embargo  aunque  cónfórn^es 
todos  en  ctete  consejo,  por  una  especie  de  vicio  corfto  conháfüfkl 
ál  hombre,  y  nacido  de  los  diverí^os  colores  (  1  _?  )  con  qu«  Wirk 
ÍDS  objetos,  y  que ^  hizo  decir  á  Cicerón  (  14  )j  que  e^ntretantb  qtíe 
ta  demostración,  ó  la  ley  no  sujetasen  á  una  noble  sei^tdiíitf- 
bre  la  libertad  de  Jos  juicios  humanos,  se  distinguirían  cortm  tós 
semblantes  y  tos  sonidos  de  las  voces  los  conceptos;  ellos  discoF- 
daroR  extremamente  acerca  d«f  instttiiro  que  bafcia  de  profesarse 
<en  el  Monasterio.  Cierramente  m>  poc»s  vece»  la  piedad-  iñlstHá  fe 
arma  contra  la  piedad-,  y  ios  mas  grandes  Santos' han' cóntendfdb 
ccn  vigor  sin  detrimento  de  la  caridad.  Sin  decir  aquí'  de"  otr(fs 
^iBwcbos  que  se  ofrecen  á-  caiíji  paso '  en  los '  Aiiáiés  =de  la  Iglesra', 


Hr-"ilVi 


■  t^iii'^^in-ifí'ir>¿. 


(  ü>}-  texan.  Tom;  2.;  Cap 

{  ti  y.Matheusf.  in  Ojfldal.  Cur.   Eííf/e/.  Cap.  52.  n.   6. 


I-4,  ni-  3:8;- 


^^i^-^, 


■;iiS9  nú  »^m 


(-i-3)Caré.  Petr;  in-Buíl,  A-postr  Tcfm:  4;  ad  Const.  Msrt.-V.uri^» 
(13  )    Persms  .  . .    Mil^e.hominuiw-^speieriet'rerú^-diícolhr'úfur 
rms  ^uum  cui^m  m^  ne^v9t^^i^»mi^  m9L  {i^-y^CÁietH.  Úífic, 


:1  l'i 


-ían  Pedro  y  San  Pablo  disputaron  sobre  et  uso  de  los  legales  t 
San  Pablo  y  San  Bernabé  discordaron  sobre  la  asociación  de  JuaA 
Marco  á  la  predicación:  San  Esteban  y  San  Ciptiaiío  disconvinie* 
ron  en  el  punto  déla  rebautizaeion:  San  Agustín  y  San  Geróni- 
mo disintieron  sobre  el  tiempo  en  que  cesaron  les  preceptos  Lega-^ 
Jes:  San  Chrisóstomo  y  San  Epifanio  no  fueron  de  un  zcnesdoi 
íu:erca  ^e  las  obras  de  Orígenes:  San  Bernardo  y  Sai»  Pedjo  el 
-Venerable  tuvieron  diferentes  dictámenes  en  la  interpretación  del»- 
Regla  de  San  Benito.  Controversia»  reñidas  sin  daño  de  la  paz  j 
pero  controversias  útiles  que  suscita  el  zelo  para  esclarecer  la  ver- 
dad, y  que  según  la  bella  expresión  (  15  )  del  Cardenal  Baroi- 
.nio,á  manera  de  unos  vientos  impetuosos,  á  proporción  del  impul- 
po con  que  agitan  los  arbole^,  los  solidan  fixando  mas  sus  raices» 
Tal  fue  la  naturaleza  y  el  fruto  de  la  controTersia  suscitada  sobre 
e!  it^stituto  i  que  debían  ligarse  en  su  profesión  las  Beatas.  El  zea- 
loso  Director  de  la  F,undadora  que  pudo  con  derecho  decir  ,  que 
babia  arrojado  iá  setnilla,  Apolo  regado,  y -Dios  dado  el  incre* 
Zí^ento  á:  aquel  precioso  plantío,  deseaba  eficazmente  que  fructt- 
6case  conforme  á  la  naturaleza  del  grano  que  le  dio  la  existi^ncia» 
¿i  Apostólico  Prepósiío  de  la  Coogcegacion  que  habia  visto  nacet 
en,  su  proprio  suelo  y  hesedad  aquel  delicado  almacigo,  que  tras- 
plantado i  ptri  tierra  pingue  comenzaba  á  crecer  con  rapidez  x 
|M!íinosura,  procuraba  que  aquellas  plantas  tan  cuidadosamente  cul- 
tivadas, floreciesen  y  diesen  frutos  de  la  especie  misma  de^su  orí- 
£en.  Este  era  el  especioso  designio  de  los.  Padres  Rieco  y  Ayllon. 
^llos  intentaban  introducir  en  I4  Iglesia  un  nuevo  Orden  Regu- 
lar que  profesase  lel  mjsmo  género  de  vida  que  tan  laudablemente 
;praeticaban,  Debijeñdó  á  su  fervoroía  observancia  ei  aprovecharaient» 
jdff  su  fispirÍHi,  se,  consideraron  obligados  por  reconocimiento  á 
,soUcitarl*e  m  m  mayojr  pj-opagacion  su  mayor  gloria,  y  por  zelo  á 
«xteudfit  en  beneficio  de  las  almas  és.e  divino  íuego.  Siendo,  poí 
ia,  perfecjon  á  qae  can  la  observaricia  /del  reciente  instituto  babiajci 
urrjbado,  sm  conquistas-,  quisieron  ser  también  saa  Apóstoles:. y 
jgmulos  áe  j$}X  insjgce  patri¿irc,a  {  i^  )  deseaban  embellecer,  au- 
íBeíitando  este  nuevo  y  diferente  orden  Religioso  ,  el  orbe  de  la 
_;sia,  al  modo  qufi  fil  mundo  se  hermosea  con  la  variedad  creci- 
^í  los  entes,  As»  pre{en4lan  que  el  Beaterío  fuese-  elevado  á  Re- 
-  -  .  -  -Jigion,. 


I 


^  i^  y    Barón,  Anoot.  |i25,  et  1131,  <    -    »   t  ■  ^ 

(;í  ).  ínítlt..  Copgrgg*  Owt>  4e  Urbe  cíip.  4»    ^  «wu*  ViV»"i 


Mi 


ligíon  Baxo  áe  nuevas  Constituciones  conforree  á  ías  del  OFíttorio. 
.  De  diferente  modo  pensaba  el  lUmo.  Sr.  Almoguera.  El  vín- 
culo de  los  votos  en  el  instituto  de  la  Congregación  es  ,  puede  de- 
cirse a«í,  un  Hirco-Ciervo  místico  que  no  presenta  al  espíritu  si- 
no las  ideas  repugnantes  de  voluntario  y  violento,  de  libertad  y 
obligación.  La  profesión  Religiosa  en  el  Oratorio  no  solo  es  extra-  . 
fia,  es  opuesta  (  17  )  al  espíritu  é  intenciones  de  su  Santo  Fun- 
dador. No  quiso  entre  sus  hijos  este  liéroe  de  santidad  extraor- 
dinario en  todo,  aun  en  el  órd.en  de  la  gracia,  víctimas  que  pot 
la  flaqueza  y  vicisitudes  insuperables  de  la  condición  de  los  mí- 
seros mortales,  pudiesen  ser  en  algún  tiempo  forzadas  ;  sino  hos- 
tias pacificas  y  voluntarias ,  Sacerdotes  seglares ,  siempre  y  ente— 
támente  libres.  Este  es  el  carácter  y  distintivo  de  esta  Sociedad 
Apostólica ,.  establecida  por  ese  modelo  cumplido  de  Sacerdotes  : 
una  sujeción  voluntaria:  de  arbitrio  no  de  necesidad:  una  espon- 
tanea dependencia  al  Superior  (18  ):  y  las  Constituciones  sin 
voto,  sin  obligación,  sin  reato.  Tan  firmemente  persuadido  estab» 
San  Felipe  á  la  utilidad  y  ventajas  de  este  método  de  vida,  que 
tratando  su  hijo  espiritual  el  caritativo  Patriarca  Sxn  Camilo  de 
elevar  á  Religión  con  la  autoridad  de  la  Santa  sede  ,  la  Congrega- 
ción que  con  aprobación  de  esta  (  19  )  habia  instituido  en  Ro- 
zna de  Clérigos  Ministros  de  los  enfermos,  fue  de  sentir  contra- 
lip  ;  y  con  todo  el  ardor  y  vehemencia  que  el  fuego  en  que  se 
abrasaba  su  corazón  dio  siempre  ¿  sus  exhortaciones  :  con  todo  el 
influxo  y  ascendente  que  sobre  las  deliberaciones  del  Santo  Lelli» 
lograba  su  paternidad  espiritual  ,  le  aconsejo  (  20  )  desistiese  de 
sii  pretensión  ,  considerando  mas  conveniente  á  la  gloria  de  Dioa 
y  al  servicio  de  los  enfermos,  se  mantuviesen  él  y  los  suyos  en  li- 
bertad y  sin  votos.  Sin  la  menor  Hesitación  hubiera  obedecido  San 
Camilo  á  este  consejo  ,  olvidando  su  pretensión  ;  pero  él  ha- 
bla recibido  un  orden  demasiado  expreso  del  Cielo  para  conti-. 
Iiuár  en   su  propósito ,  y  se    hallaba    de   antemano    vigorosamente 

ani 


(  17)  Urrutigoyti:   En  la  vida  que  escribió   de  San  Felipe   Neri. 
Xib«    !•  cap.    31. 

(18)     Instit.   Congreg.  Orat.  de  Urbe:   cod,  cap.   4. 
\  19  )  El  Papa  Sixto   V.    aprobó  la  Qoegregacion  de    [Ministros 
«le  los  enfermos  en  su  Erébe  expedido  en   18.  de  Marzo  de   1586, 

(20)     El  Padre  Sancio  Chicáteli  compalero  de  San  Camilo^  ea 
lai  vida,  que  escribió  de  este  Patriarca.  Lib.    i.  cap.  sz. 


144- 
amrmádoá. permanecer  en  su   emp^fío ,  pop,  boca  del  misma  Dio»., 
(    si'  •  );  '^-ae   desclavando    los;  brazos"  de  la  Cruz  ,  con .  inefable   bei**^ 
nrgnjdad  íe   cíIko  :    Ed  pmihnims  ;   ¿  ^«e  ex .  lo  que  temes  ?  ^rosigué 
iSjvbra  que  has  comen%a¡h',  pues   ns  es  tuya   sim  mía.'  '•''' 

-      ;      Tor  otra   parte  la  dificultad    de   la  empresa  le  parecía    aí 
S*éñor  Alnioguera  insuperable.  I>os  prolixos  exámenes  y  las  severn. 
censuras  que  -por  irazofij   por  derechíij   y   por  costumbre  deben  pre-'f 
ceder  para  "caracterizar  de  necesario  ó  provechoso  en   la  Iglesia  üil" 
nyévo  instituto  Regular  5  las  dilatadas   demoras  que  lo$   demás    hatí'/ 
•snfrjdo  antes  "de.  ¿et  aprobados;  la  multitud  de  ios  ya  establecidos;  ' 
tSí  distancia   en  fin  de  Roma  que   pudiera  enfl'aquecer  el  clamor   poc 
la- dificultad  de  esclarecer    las  dudas  y  desvanecer  las    difícultadet. 
que    pudieran  suscitarse  ;  todos    estos   eran    unos    obstáculos  ,    qutf 
juzgaba  si  no  del  todo  invencibles,  de  muy  costoso  y  difícil    allana^,' 
íTJientó,  y  quandó  muciro  de  una  consecución  tardí'á  y  distante,   cort'*^ 
que  no  acertaban  á'  conformarse  sus  ansias  de  ver  Monjas  4  sus  Bea-"'^ 
tás_,   ni  sus  temores  por  íos  peligros  de    la    tardanza:  ó  porque  lat ' 
diemora    podía   entibiar  el  empeño  de  la  pretensión;    ó    porque  ett  ' 
la   di  i  ación   pudieran  fallecer  los   pretensores.   De  todo  concluía  ser 
necesario  y  convetiiente  elegir  entre  los  institutos  ya  aprobados  por.' 
el-  Yaticanójel  que.  se  trataba  impetrar,  para  que  en  su  profesión  lo*.' 
gtasén  aquellas   aímas  fervorosas   realzar  su  mérito,  y   dar  mas  rá«  ' 
píííó  vuelo  á  su  espíritu.   En  esta   situación,  este   Pontífice  ilustré, 
nó  menos  por  su   religiosidad  que  por  su   l^itra   hubiera  visto  como. 
una  indigna  apoetasía  su  tolerancia  ,  y  se  hubjera  juzgado  vil  pre-  : 
váricadop  de  sus,  voto? ,  si  en   la   elección  de  que;  se  trataba  no  hu- 
bf^se  conspirado   con  todo  el  fuego   de  j^a  mas   justa   pasión   á   la  ' 
preferencia  del   instituto,  que  ¿   presencia   de   los   altares    Santos  él" 
xnísmo  habla  solemnemente  profesado:   mucho   mas    quando  hallan-  ■' 
dose  decorada  y   fortalecida  con   muchos  Conventos  de    Agustinas, x 
Bernardas,  Dominicas,  Franciscas,  y    Teresas  esta   Capital  del  nue- 
vo mundo -^  dei  «agrado  órdpív  Tripitario,  de  ningún  sexo  se  veít 
eii' e^ar  pi  una  ftola  faiiiilía,  ''• 


!3:i  ^ru.ii 


Se.  continuativa» 


(21    )   El  inismo:  Lib.  1.   cap.  p.  El  Señor  Benedicto  XIV,  en    la 
Biila.  de  h  Canonización  del  Santo:  y  ¡(a  Iglesia   en    la  V.;  ¿íCcioii. 
del'  Ofic,  ójie  iea  ¿ti'ííesu  ie  dedica,   '  '     *  '  Í    "    .  '^ 


Fo!.  ^^ 


*      MERCURIO  PERUANO      % 


Í¿     V' 


DEL    día  27.   DE  OCTUBRE   DE  1791. 


^ii'i'::Zi    '^< 


CONfiisíÚA   ÍÉt  DISCURSO  HISTÓRICO   SOBRE  LA  FÜPÍ- 
dacion  del   exemplar  Monasterio   de   Triniuiias  Descalzas 
de  esta  Ciudad  de  Lima. 


■+^  A  solidez  y  firmexíi  de  estos  discursos  hicieron   el   mas    pleno 
convencimiento  en  el   espíritu    del   Señor  Alinoguera.  Por  tanto  fué 
de  parecer,  y  lo  promovió  con  toda  la  actividad  y  eficacia  que  á  la 
razón     añade  la  autoridad  ,   que   el   Beaterío  se  elevase   á   Religión 
baxo  de   la  regla   é   instituto  del   orden    de  la    Santísima  Trinidad, 
.jíprobsdo  (33)  ya   desde  el    .siglo   16    por    Inocencio   III.   y  confír- 
..mado  (  23   )   pojr   Urbano   VIII.  en  el   siguiente.  Las  contiendas  de 
Ja   razón  en  nada  son  semejantes  al  inútil   choque  de  débiles  lefios  , 
que  en  su  colisión  se  acaloran,  se  infiaitian   y  consumen:  son   como  el 
jgQÍpe  recí^jjrocfl  de  s.ólidos  metales,  que  aunque  caminen  sendas  opues- 
tas y  giren  círculos  contrarios,  entr^*  si  mismos  se   unen  y  estrechan, 
^  jara    exprimir    de   la   tnateria   que  cemprehenden    un   suco  dulce  y 
delicioso.  Tal  fué   el  resultado  de   la    enunciada  contraversia  ;  y  al 
.mpdo  q-ue  diferenti?5  jnstrumentps  templados  por  r4a no  diestra  segu ti 
las   reglas  del  arte    para  un  concierto  ,  lexos  de  causar    confusión  , 
hacen   arrnonia  :  ó  cpíBO  Í<?S  diversos  elementps  en  el  mundo,  y  dis- 
^,|int!(3^    bikfíiores  en  el   cuerpo,   conservan  al  uno  y  otro,  lo  pejrfeccio- 
,.nafi  y  jeíí\b«lle,(;en,.  si  je  equilibran^   así   aquellos  diferentes  modos 

Es  .  ,  .  ■■  de 


(2a)     En    JO  de   Febrero   de    1575. 
4,33,)     iti   12  4e  A^ta  4e   1^24? 


.(V^u.. 


de  pensar,  que  cierta  miente  no  tuvieron  á  alguna  negra  pasión, 
«itio  al  verdadero  zeio  pof  origen  ,  reunidos  por  Ja  triunfante  fu» 
erxa  y  soberano  atractivo  de  la  razón  ,  formaron  un  solo  dictamen; 
y  de  común  acuerdo  del  Siñor  Almogüera ,  el  Padre  Ayllon,  la 
Madre  Ana  ,  y  todas  las  que  debían  profesar  el  instituto  sobre 
que  se  deliberaba,  quedó  unánimemsríte  elegido,  yor  el  deseo  de  ma- 
yor estrechez  y  observancia,  el  de  los  Trinitarios  Descalzos. 

Desde  el  momento  de  esta  resolución  no  se  perdió  ins- 
«ante,  ni  se  omitió  diligencia.  El  Señor  Arzobispo  miró  como  un 
doble  deber  de  su  profesión  y  de  su  solicitud  pastoral ,  praiticac 
todos  los  oficios  que  pudiesen  concurrir  al  logro  de  tan  piadoso 
designio.  Lleno  de  ios  conocimientos  necesarios  sobre  un  negocio 
de  tanta  gravedad  é  importancia,  lo  dirigió  con  acierto  y  lo  ma'» 
xiejó  con  destreza.  Sabia  que  después  de  la  última  Sínodo  gene- 
ral (  34  )  nadie  puede  sin  licencia  fundar  Monasterios,  ni  Convert- 
tos  :  que  la  suya  aunque  necesaria  como  Prelado  Diocesano  ,  se- 
gún lo  dispuesto  (  25  )  en  los  Concilios  de  Trente  y  Cilrcdonia, 
no  era  bastante :  que  á  mas  de  esta,  iadispensablemeatt  se  ¡aecc» 
sitaba  el  permiso  y  aprobación  del  Papa  (  3Ó  ),  sin  la  qual  toda 
fundación  seria  ilícita  y  nula,  quedando  ligado  con  el  vínculo  de 
excomunión  (  27  )  el  temerario  Fundador.  Sabia  finalmente  que 
aun  obtenido  favorable  el  rescripto  Pontificio,  la  fundación  sería 
insubsistente  si  careciese  de  la  permisión  del  Monarca  j  quien  pof 
2a  soberanía  de  su  potestad  y  dominación  (  «8  )  sobre  todas  las 
Iglesias  y  Conventos  ,  tiene  derecho  (29  )  á  admitir  6  rechaTae 
sus  fundaciones  según  lo  juzgue  mas  conveniente  á  la  Iglesia  y 
al  Estado.  En  exercicio  de  estas  supremas  facultades,  nuestros  So- 
beranos fielmente  pesadas  las  circunstancias,  han  negado  no  pocas 
veces  sus  licencias  para  fundar  Monasterios,  y    también  ba  n  maa- 

dacfo 


(24)    Concií.  Trid.  Ses.   25   de  Regul.  et  Monial.  cap.  3.  ' 

(  cf  1     Id.  ibid.   et  refert.   m  cíp.  Qtiidem  i o.  causa  1 1 .  Quest*  84 

(26)     Cap.   I.  de  excesib.  Praelat.  in  d.   , 

(  27  )     Ciemíent.  de  Paenit.  Cap.  Cusientes  ;• 

(  28  )  Así  está  mandado  en  varias  Leyes  de  la  RecopilaciíMi 
de  Indias,  principalmente:  en  la  Ley  i.  áei  titulo  3.  y  en  la  a, 
del  titulo  6.  del  Libro  i.  y  en  Real  Cédula  del  Patronato  de  u 
de  Junio  de  1654.  Lo  que  con  copia  de  Doctrina  ilustra  el  Se» 
fior  Solórzano.    Libro   3.  de  Jur.   Inüar.   Cap.  23.   á  núm.  íj. 

[  ay  )  Fiaso  de  Reg,  Patnoii.  Indiar.  Tom*  i*  Cap.  Sj«  n,  4^^ 


5s^^^^^t^?Pv!^^Tl 


'47-. 

do   continuase   la  obra,  p.ro    q«e    tampoco    ^^J^-^^^^^  ^^^^ 

!e  habia  fabricado:    para    ^^^  ^^^^^""^  ^"^^.7^4^,1      le   mi^^^^ 
I  luí  los    fuesen  un   monumento  de    la  autoridad    Real      que  muda, 

ii^yii   j   j  Í.WV  ^aji^a    í^p   alraníar  la  susmrada  clausura 

ejercicio  estos  legítimos  in?dios    de   ^"^f  í^.  VeY  v  ai  Papa, 
¿I  Beaterío.   Aun   mismo  ^'^^P^  «^"'"\^  MJ  ^*/;  V^^ 
Hizo    á   la   Silla  de   San  Pedro   las  mas  humdde.s  y   verdaderas  p re 
ce      V    al  trono  de   Esoaña  ia  representación  mas  reverente  ;  f.com, 
pifiando  lsr:eeur.o. 'de   lo,   inforn.es  .ue  ^^¿^^l:^^^^,/:^ 
L  míivor  eficacia   sobre    este   objeto  el   Venerable   Cabildo  de  es- 
:    M^poLna    Iglesia,  el  Ilultre  Regimiento  ^^    -ta  muy  n^^^^^^^ 
•  Ciudad     V   los   Reverendos   Prelados  de    las     Sagradas     Religiones. 
E  t  e-«  todos  los   oficios  que  d^-andaba  para   s„     --c^.o» 
.  el  asunto  ;    ninguno  omitió   ni  aun    retardó   el    »^^^:^,  ^^^^^^J^^^ 
e^tí    imoortante   obra,   que    por   tanto   se  debe  toda    a  su  i'astorai 
TLZ^a  twatud/EmpleLo   en  esta  piad.sa  oc^ac.o^<l- 5 
las  demás  de   su    cargo    afiadió   su   religioso  ^.f  '  ,  ^«J'^/^^f/^^' 
para   darle,    como   puede  creerse,   en   premio  f*  ^^'    ^^  ¡¡''¡^^ 
descanso.   La   mayor  p€na  que   smtio   su   coraron     P^^r^^^J^  «" 
los   últ.mo*    suspiros,   fué    no   haber  ^«"^l"''^^  «  ^f  ^,"- j'"^,,^"* ' 
imponderables  ansias,   y    trabajó  sin   perdonar  ^;>;'^'^^^'^'/^J^^^'^^í 
ror    arraig^ir   en  ef  espacioso   huerto  de  su   «^"1^'^^,," ^^,  f^^/f""* 
Lnta:    no   tuvo  el  consuelo  de   ver   prosperados   su 3     desc  s^,   pe^ 
?o  acabó  d,   negociarlo  allá  ^n  el  Ciclo,  ^^-^.o   P^  «  e  lUmo   e« 
U  Silla  de   esta  Sama     Iglesia  el  Excmo    Señor  I>«;  °'  J^^^Jf^^^ 
^W  d^    Uñan  y   Cisneros   i    quien    estaba    re.servado    «1   rel.gmso 
placer   de  ponerla  obra   tan    piadosa    la   «'^^"^\  ^^"%  ^\^f '"* 
de    la    íglesííi   y  la    del  Imperio  oyeron    con  benignidad    y   agr^- 


¡"TT" 


(  30  )     Iderr;   eodem   Cap.   niim.  45. 

(  31  )     Hízose  e&ic  recuíso  en  7  de  Juaia  ¿c  ^^TS» 


t  pr^te^íT^'v  f '^^1f  ^'^  áí^nto1>reIaao,  celebraron  su ' z^* 
sa   preterís  on  ,   y  despacharon     sus   órdenes  conforme  á  s...!   J,^T 
sos  y    reg  ado.    deseos.  El   Sun,o     Pontífice    ínocendo    XI    Zt" 
bó   (32)  Ja   fundación  del   Monasterio  :   ele^ó  el    BeaLio   á   Ue^í 
gion,  y  concedió  se  profesasen   en  éi  los    votos  solemne     ba.oili 
^stKuto  Trinitario      según    las    Constitución^  yR^Tj^^  ti 
Descalzos   de  esta   Sagrada  Orden,  con    la   *dvocacTon   y  dtul  d¿^' 
Ss  Ti  ^;-^  J;-:Cf-„Crucificado.   Ei  gran     iClon JrcL   C AR? : 

b^i?  asÍn;i  i    ^A^     /^'''"™'^^^^^^"^^^    ^'  ^^"    recomendal' 
resnetah^t  T  I       "''í  -^^  ^"'""^   ^^    ^''^     ^^^^  'Audiei^ia.    Este 
respetable  Tribunal,  distinguido  siempre   por    la   intearidad  v  ..hi 
dtHia  d^  sus  juicios,  después  del  mas  serio  escrutinlt  del  Jas  rna'' 

ar^srnTeWTr'   ^"     ^rr^.   ^^^)    P-^     ^^    esfabledmielto^ 
cL  !%rr  ^^T-'  y  i^"^^   ^^  ^«^°í«   actuado   puntual  noti- 

:^<^clí^rfel£:Í^.L^Í3..).  solidó   con^u    supren. 

ee^ioní^"^  finalmente  la  plausible  noticia  de  estas  soberanas  cónJ 
íeaTpúb-i"  ?'"'?'  PT^  de  Campanas  la  anunció  solemnemeni 
te  al  Pubaco:  y  la  Cmdad  toda  se  inundó  muy  en  breve  del 
Tue  rr"^T  r^"  ^in  número  de  gentes  de  todos  los  órdenel 
t\r  rnnT"'^^  Gerarquia  del  Estado  concurrió  en  tropel  á  feHd- 
tar  con  Ja  mas  smcéra  alegria  á  las  fortunadas  Beatas:  y  estas  íi 
timamente  penetradas  del  mas  vivo  reconocimiento  por  L  mpon- 
dera^ie  beneficio  al   Dador  soberano  de   todo  bien    perfecto     y   al 

Dbs   la^l^f  '"'"''  '  ^"^."^^^-   «u  dicha;  después   de  rend^ir  i 
JJios   Ja     mas   fervorosa  acción  de  gracias,  cantando   en  su   Capilla 
^on  la  mayor  solemnidad  el  Te  Deum  hudamus-,  y   agradecer  á  tí 
-    '  do 

npí  ^^^    "Fué ^aprobado  el   Monasterio  con  las    reférira7corícesio- 
bre  dT.óL^'""'  Innecencio  XI.  en  su  Bula  de   ío  de   Septiéi^ 

ü;5^^     ^¿'  lo  mandó  el   Señor  CARLOS  II.  e^n  W^édulaex^ 

pedida  en  San  Lorenzo  del  Escorial  el  día  30.  deSétiemb.  de  1675. 
^it^fV       1  ^^i*^^  I<^   prevenido  por    la    anterior     Cédula/él 

K^f/  ^cuerdo   dio   facultad   para  que   se   verificase   la  elevación  d^l 

ZTójj^         ^^'^"'   P^'  su  Auto   próf'eido    en    15  de  Noviélnbre 

(35  )     Aprobó  el  REY  lo   proveído  por  esta    Real  Audiencia . 

ílarzo  dTilso^'*''"*'''  "^^^    Monasterio  en    su  Cédula  de  p  -de 


<ícv'^|ln^ro'¥e' pefslS^s-^'cók'tó^^  más  i'fa%les  expresiones,  el  honóir 
y  voluntad  con  que  las  favorecían ,  creyeron  no  poder  dar  prue- 
ba 'tn  as  decísiya  dé  su  reconocimiento  al  Cielo  y  á  la  tierra,  que 
apresurar  su  sacrificio.  "Á  este  fin  ocurieron  prontamente  con  los 
mas  eficaces,  y  humildes  ruegos  al.  Señor  Arzobispo,  quien  condes- 
cVtiHiendo  edificado  y  gustoso  cort  sus  fervorosas  ansias  de  consa- 
grarse quanto' antes  en  las  Aras  de  la  Religión  como  un  holo- 
causto puro  al  Señor,  eldia  Teintey  dos  de  Mayo  de  mil  seiscien- 
tos ochenta  y  dos  vistió  por  manos  del  Padre  Ayllon  el  hábito  Tri- 
nitario, y  admitió 'á  la  heroyca  Madre  Ana  ,  y  el  siguiente  dia  á 
siis  once  compañers^s  al  Noviciado.  Poco  tuvo  que  añadir  á  lo  que 
por  espacio  de  nueve. años  se  había  practicado  en  el  Beaterío,  et 
nuevo  Estado.  Asiduas,  fervientes,  extáticas  en  el  exercicio  déla 
oración  aquellas  almas  escogidas.,  hasta  el  extremo  de  no  haber 
sentido  ni  una  sola  el  ingreso  del  Señor  Almoguera  hasta  el  Co- 
ro donde  todas  oraban:  censtarltes  en  la  divina  Salmodia  y  rezo 
de  las  Horas  Canónicas:  pobres  ,  humil'des,  penitentes,  y  exer- 
citadas  en  la  práctica  de  las  chriítianas  virtudes,  apenas  tuvieron 
que -aumentar  en  su  Noviciado  la  observancia  de  ciertas  formali* 
dades  y  ritos,  que  aunque  no  entran  en  ia  substancia  de  la  vi- 
da Monástica  ,  lapromueven  y  resguardan,  siendo  como  el  antemu- 
ral quci 'defiende  y  asegura  la  fortaleza  de  la  Santa  Jerusalen.  De 
ápices' se  compone  la  perfecion  ,  y  se  conservan  sin  trasgresioti 
los-  grandes  preceptos,  A  medida  del  cuidado  que  se  da  á  las  co- 
sas mas  pequeñas:  así  exactas  y  atildadas  aun  en  las  mas  mírti- 
mas  acciones  y  ceremonias  de  Ley  y  de  Regla  las  Novicias  Tri- 
nitarias ,  muy  desde  los  principios  de  su  encierro  hicieron  apar-e- 
cer  en  sus  Claustros  todo  el  orden  y  concierto,  toda  la  regulari— 
(3ad  y  perfección  dé  los   mas  antiguos   y  observantes  Monasterios. 

Avanzado  ya  el  año  del  Noviciado,  en  cumplimiento  dc 
lo  ordenado  por  la  Sínodo  de  Trenco  (  36  ),  dentro  del  bimestip 
anterior  á  la  Profesión  la  Fundadora  hizo  su  renuncia,  ratificando 
Ja  donación  que  de  sus  grandes  riquezas  había  hecho  á  favor  de 
su  fundación.  Sus  compañeras,  aunque  pobres  de  ios  bienes  de 
la  ,  t-jerra,  observaron  esta  formalidad  .de  derecho,  haciendo  su  des- 
apropio de  todas  las  acciones  que  por  quaiquiera  título  pudieran 
pertenecerles.  j,  Ninguna  exhibió  dote :  franca  y  graciosamente  fifé*: 
•i  t'^.A '     I  i.'- ,.■■*■'   t,5      .       í.    ,  ,  ron 


i  ¡6)    Conc.  Tríd.  Sess.   ^5.  de  Regtil.-et^Mcraái.tCap.  i=y,. 


ron  admi£Í<ías  "tGiJas  %l  nuevo  TEfstatfo,  Como  por  ^n  itcano  ínes^ 
crutab|(?  de  su  Providencia ,  Pios  ha  abaldonado  al  mundo  á  in- 
tjejcminables  disputas,  ca,íi  no  hay  accioa,  cosa,  ó  suceso  sobre  qus 
jpo  sean  varios  y  discrepantes  los  juicios  de  los  hombres.  JLo  mas 
^dmirabl?  en  esta  oposición  de  sentimientos,,  ^s  lo  que  con  delica- 
d€:za  observa  (  37  )  ,el  célebre  Padre  Buífier?  á  saber,  ^ue  pue- 
den contestar  4.os  ó  mas  personas  un  rnistno  asunto,  y  todas  te- 
i}f  r  razón :  sirviéndose  feliztiíente  para  explicar  este  pensamiento 
del  exemplo  de  las  perspectivas,  que  registradas  por  distintos  lados,  sft 
diría  con  igual  verd.ad  que  se  vea  objetos  diversos  :  so<iteniend» 
uno  con  justicia  que  mira  un  León  fucioso  que  io  espanita;  y  otro, 
que  descubre  ijna  Dain?,  encant.ácíora  que  lo  hechiza.  Este  es  el 
prestigio  que  se  descubra  en  la  disputa  sobre  la  dote  religiosa^ 
En  esíe  asunjo  han  formado  con  fundamentos  mmy  sólidos,  dictá- 
pienes  inuy  opuestos  los  Sabios,  Unos  piensari  que  es  un  crimen 
horrible  i  otrps  juzgan  que  es  lícita  y  conveniente:  y  los  unos  y 
los  otros  animan  la  verdad  según  Jas  ¡contrarias  ideas  que  en  su 
imaginación  representan  Jos  diferentes  puntos  de  vista  de  donde  la 
Contemplan,.  |^«  e§  solo  una  doctrina  segura  (  38  )  y  generalmente 
recibida;  es  nji  punto  decidido  (  39  )  pOf  ^l  sumo  Pontífice  Cíe- 
píente  VIL  fue  en  la  exhibición  y  recepción  de  la  dote  monas* 
tica  no  hay  ni  }a  menor  sombra  de  simonía,  siendo  congrua,  no 
precio.  Conforme  á  .esta  sabj.a  y  doctrinal  decisión  ,  el  Papa  Inocen- 
cio VIJí,  conceiió  i\  los  ^|onasteriQS  (  40  )  recibiesen  dotes  de 
Jas  que  efi  ellos  profesasen^  peso  prohíbiéoiioles  al  mismo  tiempo 
todo  pjcto  de  yecibir  paga  alguna  p.or  eL  ingreso  ,i  la  Religión,  y 
admitir  al  Estado  .persona^  inhábiles  para  é!,  con  la  esperanza  del 
.logro.  Esía  doctrina  c.oí?cilia  aquellas  dos  extremas  sentencias,  y 
«eñala  los  límites  de  lo  íí:cito  y  lo  probibidp  en  esta  materia,  ün^^ 
jí,05t.umbre  sí  <!".«  m  se  encuentra  origen,  ha  ertablecido  (  41  )  que 
las  mugeres  para  su  st^stentg  y  vestido  lleven  dote  no  solo  er> 
el  sifílo ,  sina  también  en  la  Iglesia  s  quando  se  desposan  cotí 
"^  ChriS'- 


(37)  Bufñer:    Prejudic,   vulgar,    exám.    i.  .       ^j  • 

(38)  D.  Tboro.  Secund,  S«eumi.  Quaestí.  100,  art,  3,  *d  4.»  VaiCt. 
ibid.  e£   cnsímun,  Theo!. 

(39^     Comp.   Privi),  Mendic.  verb.  Monial.  §     ult. 

(  40  )  I>.  Francisco  B-if*  Vallunibrosan9  Trace,    de  Sinaowa,  pa^.  U 

trt.   3.  «.57- 

(  ^1  )    Miracid,  de  Sato.  Jlonial.  Q  8,  a.  f. 


Chrísto,  >oBitj''<}liaf1<ro  cotí  álgan  íiotrV.re  ccntrnen  matrimonio  :  y 
]os  Monarcas  Kan  formado  leyes  (  42  )  para  otiigar  á  Jos  Padres  á 
que  doten  a  sus  hijas,  rió  wlo  qviando  se  casan,  sino  también 
quando  profesan  €iJ  'Religión.  Pero  esta  regla  de  las  dotaí.iórts  no 
ts  tan  estrecha,  ni  de  necesidad  tan  absoluta  que  no  admira  íus 
disperisas.  Siguiendo  la  anaíogLi  entre  ambos  rcatiimonios  ,  como  en 
el  carnal  el  mérito  solo  hace  en  ocasiones  veces  de  dote,  admi- 
tiendo el  varón  á  su  esposa  en  su  sociedad  individua,  y  recargán- 
dose solo  de  todos  loa  gravámenes  de!  Estado  ,  por  la  estimación 
de  las  prendas  personales  que  la  adornan,  y  la  esperanza  que  ellas 
le  fundan  de  la  prosperidad  y  ventajas  de  su  familia:  la  virtud 
y  ciertas  qualidades  que  hacen  titiles  á  las  personas  en  los  claus- 
tros, llenando  algunos  oficios  indispensables  para  que  escasean  ó 
faltan  los  ministros,  hace  no  pocas  veces  se  admitan  al  hábito  sin 
llevar  otro  dote  a!  matrimonio  espiritual  que  solemnemente  celebran 
con  Christo.  Así  fueron  admitidas  las  primeras  Novicias  Trinitarias: 
«ea  porque  se  consideraron  necesarias  -para  ensenar  á  las  que  las 
habían  de  seguir,  con  la  doctrina  y  el  exemplo  la  observancia  re- 
gular 5  sea  porque  no  pareció  conforme  á  equidad  privar  del  be- 
neficio de  la  Profesión  ,  á  las  que  con  tanto  zelo  y  fervor  habían 
concurrido  á  fundar  en  lo  formal  el  Monasterio,  negándoles  el  in- 
greio  á  la  Tierra  de  promisión  que  ya  veian  con  sus  ojos,  después 
de  los  trabajos  del  Desierto  que  sufrieron  sin  reprehensión;  ó  poc 
que  el  crecido  raudal  qtie  erogó  la  Madre  Ana,  cubrié  superabun- 
dantemente  los  dotes  de  todas  sus  Compañeras.  Últimamente  ex- 
pedidas todas  las  diligencias  previas ,  y  sobradamente  abáuelto  el 
año  de  probación  que  para  el  reciproco  examen  y  aceptación  exi- 
ge como  esencial  el  derecho,  (  45  )  el  dia  7.  de  Junio  del  año  del 
Señor  1683.  la  esclarecida  Madre  Ana  de  la  Santísima  Trinidad,  y 
en  los  dias  consecutivos  el  resto  de  las  once  Kovicias  inundadas  eit 
lágrimas  de  un  júbilo  santo,  y  de  un  fervor  inñamado  que  hací- 
an el  'expéc'táculo  mas  edificsnté  y  delicioso  á  los  Angeles  y  á  io« 
hombres  ,  pública  y  solemnemente  pronunciaron  en  manos  dei  Se- 
fior  Liñan   los  votos  de  Religión. 

Elevado  á  este  superior  orden  aquel  cuerpo  místico ,  ne- 
cesitaba una  cabeza  proporcionada  á  la  nueva  naturaleza  de  que 
estaba  constituido.  JNecesitaba  una  Prelada  que  con  una  autoridad 

no 


4»  )     Baid*   Leg.  fin.  Cap.  de  Dot.   promi«< 


43)    Coacil*  Xiid.  ses«  «5  de  Keg*  cap.  x5* 


cr~ 


m 


I" 


no  precaria  (  44  ),  sino  proprra  de  s>i  oficio,-  cen-.ujai  pot95tíd;y» 
que  no  espiritual  ,  realmente  dominatjva  (  45  )  superioi;  á  la  q.ue 
gozan  y  exercitín  los  Padres  sobre  sus  hijOS :  con  una.  jurisdic- 
ción económica  (  46  )  fobre  los  bienes  y  temporalidades  del  Mo- 
nasterio, sin  comparación  mas  amplia  que  la  que  practican  en  sus 
casas  las  madres  de  familia  ;  pudiese  según  las  diferentes  ocurren- 
cias ya  amonestar,  reprehender  y  corregir  á  sus  subdita.  ;  ya  itritax 
i  47  )  ó  dar  valor  á  sus  privados  votos  ;  ya  custodiar  ó  e.xpendej 
las  rentas  con  arreglo  á  las  necesidades  del  Convento.  Aunque^ea 
la  Bula  de  aprobación  y  erección  en  Religión  prevenía  el  Señor 
Innocencio  que  del  mas  cercano  Monasterio  pa5asen  Religiosas  que 
presidiesen  á  este  ,  enseñasen  en  él  la  dÍ5ciplina  moná.stica  ,  y  re-p 
gla?en  la  observancia  regular ;  ignorada  esta,  farro3lid,ad  del  Bte" 
ve  por  su  retardación  en  el  camino,  y  teniendo  el  Excmo.  Pre- 
lado experimentado  en  la  Madre  Aua  madurez,  juicio,,  vigor  pa- 
ja sostener  la  ley,  dulzura  para  insinuarla  en  los  corazones,  zelo 
para  velar  sobre  su  observancia,  prudencia  para  tomar  los  tem.- 
peramentos  ;  le  habia  continuado  durante  el  tiempo  del  Noviciar 
do  el  cargo  de  Supriora  que  exercitó  desde  el  principio  á  satis- 
Í4Ccion  de  todas  sus  Subditas  en  el  Beaterío. 

Se  concluirá  tn  el  Mere.   sig. 


(  44  )     JLedesm.  Tom.   2.  Sum.  trat.   10. 

(4J)  gn^an,  Rodetio.  Q^^€sf¡on,  Regul.  Tora,   i,   quaeít.  «J. 

(46)     Id,   R«?defic,   ibid.  n- 

(47)    Swwea  de  Rílift.  Tract.  4q,!^9^r,J«*'V;í*  í^9ri5X'':rnB 

tí  JL  lili 

.    .    ..    í-:£3Ít-« 
.  -   .ul>(U)iiéü<>J  edfiís» 


.4-^;*  uh    it  i.^  .!üj,' 


(fsus  Hosp 

'^■"TT ~ 

^    UisiauciJ 
&.b!osí  los 


D;  Guay- 
as  hjy 


HOSPICIO':  CABECERAS- 
Pueblos 


Hi^ípi-ii)  de  Lima  dista  de  üco- 

pl     50.    Icn.ni 

Hospicio  it  Huayüllas  dista   de  Oca 
pa    130  leguas 


cío  i 
02a  á 
091*  a 

o3(  a 

-De   Hnan 
%¡y     ¡¡i 


0371 
Pucará 

OUÓ  i 


íT.ReHuanta 


Namero 

RELiGOSos  Exi.os  nos- 

¿c  In.lios 

pici.ii,  y  Cüiutiiiuncs 

vNcoítus 

P.  Fr.  Jo«fph   Llcf3  P.'orundor 

Tr.  Fuscbi  1  Ssnz    comp.HKTo 

P.  Fr.   Antimlo    LaleoM.    Presidente. 

l'"i-   fjla?  Lafuento  cw.npañeri) 

!  Hermanos  D'mailos  terceros. 

1^  Fr.  Krarici-eo  A-andi 

a+í 

P.  Ki.  Bartolunlí  OiKoas.     ,      .    .    . 

Icri 

.''.  Tr.  Antonio    Di.ií       

s«! 

P.  Fr.  Francisco  Cumbreras    .      .    . 

372 

P.  Kr.  Cr;itonal  Gonzalei 

3S8 

P.  Fr.    Joscph  Coriéz..     .    .    •   .    . 

ní8 

P.  fr.    Manuel    Ccl.oa 

io;8 

Pampa  !iertnosa 

I  Sien      ....      •   ,    .     .     . 

Valie 

P.-.xatem 

JucuibimSi 

TaraiM-to,  Indias,  y  Mestizos  . 
CuT.''a?3,  y  A^iel^to  de  Mt-raUs.         1 

Pichiií 

HOSPICIO  DK  HÜANUCO  DISTA  ! 
ii  Ocripa  ;u  leguas 

P()ZU7.U 

Muña  ,    , 

Cha^La    ,       ,,,,,,       •    >    > 
S.n    A.-.toniíi  de  Playa  gt.-nile  ,     .     . 
S  ¡•ra,i,is-,,>..ic  Mi>n7.on,  o  Chici'viaya 
VALLli    DK  VITCC,   DISTA    Dli 
Ocnpa     30  leguas. 

Pucará ... 

S.ri  Teodoro  de  Collac   .     -    .    .     .  • 
San  Francisco  de  Mjnubamb»  .    .    . 

HOSPICIO  DE  HUANTA,    DISTA     P.   Fr.  Asustin  Sobreviela  Presidente. 

Üeopa   50  leguas i  Fr'  Diego  Sanche!,  cojnpañi 

Hermano  Ji 


RELÍGÍ0505  PARA  LA    SE- 

qiiela  de  los  Exercicios  de  Comu- 
nidad  en  el  Colegio. 

P.  Fr  MmueiSolirevieia  Prelado  delCüleg.y  lie  iod»s  lasMisions. 


?.  Ft.  Vicente  Günicz  .... 

i'.  Fr.  Lili'  Colomer  Presidente 
Fr.  .|uin  del  To.-o  cumpañcti 
P.  Fr."  Ramón  Avno^a  .  .  . 
P.  Fr.  Jt.seplí  Conde  .  .  .  . 
P.  Fr.  Ta.lc-M  Caballero.  .  . 
P.  Fr.  M.at.o  Bengoechéa  . 
P,  Fr.   Juan  Sugrañes  .   .     . 


P.  Fr.  Gaspar  Marced  . 
P.  Fr.  Gabriel  González 
P.   Fr.  Jostpb   Cañáis    . 


P.   Fr.  Francisco  .'Mvarea  de 

\'il¡anut-vaCorni>ar.er.¡';sDafia 
P.  Fr.  Manuv-i  P.rez  Vicario 
P.   Ft    liiüan  Hurtado 
P.   Fr  lu:ian  Real 
P.  Fr  Vicente  Serna. 
P.Fr  Miguel   Arias 
P.  Fr  Joseph   López 
P.  Fr  Antonio   lloecero 
P.  Fr  Kn::enn»  Moros 
P.  !■  r  Manuel  Grircíi 
P.  Kr    |.)vtph    Jurado 
P.Fr  Francisco  Caballero 


Fr  Verisimo  de  la  Asiincion 

Fr  ^í^•Jel  d-I   Carmen 

F-  Pedro  de  San   J^jseph 

Fr   Peiro  Ramos 

~r   Pedro   Jurado 

Fr   Francisco  Solaiai 

Fr   K  Juel   Bur_^uet8 

Fr   Joseph   P.njils 

Ft  Bartolomé  MuSoz 

Ft  M.iNUel  Gallardo 

Fr    Sebastian  Rodríguez 

Fr  Vicente  Gamio 

Ocho  Uerinan.  Dona:!,  tercero» 


Iloínicio 
vbícer; 


op  .1  .■  CliCjO 

03  a     Ter,.,   . 

DrCírr      ,  ^ 

Di  Puqurl  I  Í'UQUKLDON  CABECERA 


hay 


opordS.S.E.hjy  ^  Itruut   i 
(^AkT. 


Asunción  de  Slmariba,  ilútate..  . 
San  Luis  de  Maniroato  .  .  . 
I  San  Buenaventura  de  Quiempiric. 


MAKOA  ,  Y  UCAYALl 

Ch'íhe... 


(¿Pe  Ca«to 

H  COI    í 

^        001  i 

^Dí  Achao 
Y  ''ay  01  á 
fe  0U3  á 
3  oaj  á 
^  00a  i 
%  Ua 

í  001  a 

&.         ouíá 


HOSPICiO  DE    CASTRO  ,  DISTA 

de  Ocopa   740    legn,as. 
está  situailo  en  los  43  grados  di  lati- 
tud meridional. 


CASTRO  CABECERA    PRIiVIERA. 

Gnercon 

L'sullru 

~  Jtecmun 

Tev 

0'>H<,mco    . , 

«.et.,\an 


Doaado 

Tadeo    Giles 

I  Fr.   Agustín  Anas 

[  Hermano  Antonio  Rodríguez  .... 

P.  Fr.  Narciso  Girbal  y  Barceló 
P.  Fr.   Buenaventura  Marques 
Fr.Juan  Dueñas  y  un  heriiiaao  Donado 

P.ARA  EXPEDICIONES  DE  MON- 

taña. 
P.  Fr.  Francisco   Menendez 
P.   Fr.   Diego    del   Valle    compafíero 
P.  Fr.  Juan  .alcalde Misionero  circular 
P.    Fr.  Agustín    Pinedo    compañera 

?.  Fr.  Francisco  Conejo  Presidente 
P.  Fr.  Mateo  Mendei  curapañero  y 
.^ueve  Fiscales 


kDeChoncli 

Jhay      i  á 


oui  a  ¡ 


Vuu» . 

De  Cjstro  por  el  E.  hay    5  lepuas    á 
'\CHAO    CABFCERA     SEGUNDA 

Vuta  yuiochao  Ysla 

Matao 

Curacu 

Il.tyar 

f'isui  .    . 

Lialin  Ma 

'-inua  Mi 

Chauliiicr  Ula 

De  Cxstro  poe  el   S.  5  leguas,   i 

OlONCHI  CABECERA  TERCERA 

Vilupulli 

Rjuco 

Nutuco 


P.   Fr.  Manuel  Rui»  y  dos    Fiscales 


Pucará,  CtilUc,y  Momiamha  se  restauraron  en788  y  8» 
Los  ali'tados  en   estos  Pueblos   son  muíhos  ,  ydeben 
ser  obligados  i  residir,  6   á  que  deíen   la»  tierras 
CA/top/jya  ^e  reduso  ávida  civil  y   chtijtlana  afio  de  83. 
Tjrjpoio  y  Cwnl'oiaie  nos  encargaron  afio  de  89. 
Jucutliambt  se  fundó  con  algunos  Vallejinos  afio  de  O9. 
i'ichi\3  se  estableció    con  Paiatinos  afio    de  qo 
ilamruato   conversión  de  Infieles  establecida  afio  de   89. 
tiuicDipiVic  Reducción  de  Gentiles  f'inilada  año     de    90. 
En^ircrr/ía  se  fabricó  de  nuevo  rasiycapilla  afio   de    90, 
Vckizaie  ha  principiado  ron  Pampa'ti>linosinoien  91. 
A  Manoa  y  Uciyali  han  ido  4  Convtríorcs  año  de  91. 
Se  han  franqueado  mas  de  JO  leguas  de  camino  á    bestia: 
Se  han  surtido  los  Pueblos  nuevos  do  lo  necesario:  y  todo 
se   ha  executado  con  la  ü.-no^na  del  Co!e:Mo. 

Fray  Manuel  Sobrevida. 

lJm<t  ■■  Fu  la  /imiirmn  Ri-af  Caí  de  í\i>io-  Expautos^ 


P.  Fr.  Antonio  Olmedo  y  dos  Píscale 


Dado  á  luz  pot  U  Sociedad  Académica  de  Lima 


iií-niiv!iá  evtí  l'lan  á  sab=r...iReUgiososPuebi( 

Colegio  de  Ocopa   ¡  ..35     | 

Hospicio  de  Lima   ■  ■. 
Hí>siiciodj  llnaylillasysus  9  Pueblo 
ilupiíiü   de  Huanuc<i  y  sus  f   Puebto 
Valle  de    Vitoc    y    Monobamba   ,    .. 
Hospicio  de   Huanía  y  sus    3  Capilla 

Manoa    y   Ucayalí   — ■ ■ 

Cabecera    de  Castro .    .  06 

Cabecera  de  Ach.io  ■ 

Cabecera  deChonchi 

Cabecera  de  Puqueldon   

CabeceradeQiicylen 

Cabecera  de     Quenac    

Cabecera  de  Tenaum 

Puerto  de  San   Carlos 

Cabecera  deChacao — 

Cabecera   de  Quereliiapu     ■ 

Cabecera  de  Calbuco . 


03  i 


•'I 


Suma  total  de  Religiosos  y  Puebloi 


Achao  y  sus  anexos  hay   Espafáoles 

Chonchi  y  sus  anexos  hay  Españoles 

Puqueldoii  y  sus  anexos  liayEspafioles .- 

Qiicnac  y  sus  anexos  hay  Españoles  ■■■  ■ 

Tenaum  y  su*  anexos  hay  EspafioleJ- 

NOTA    Que  los  otros  Curas  no  han    enciado  el 
num.  lie  Españoles ,  pero   según  las  listas  del  afii>  90 

Suman 


13a 

1985 
11 04 
'499 

1207 
1309 


"335 

057 

1Ü81 


35»' 
1041 

5  5á 
=  54 


5336 


Di  Quey- 
Itnhiy   1 1 


hay"  01 


De  TeiiJ  ■ 
uinhayoaá 


04¡í 


oda 
04  á 


Be  Ch.icao 
hay  01  al 


03a 
05  .'i 
oS  i 


Vcbuac 

A'3-hddu 

Uellf 

Quthui  Ysli 

Cn;linY>iU 

De  Cislra  par  el  S.  hjy  14  Irgujc  ¿ 
OUEILEN  CABECERA  QOIKTA 

Paylad 

C.mnni • 

Cliadmu 

Hyylad 

TaiKini 

A-(.r;i 

Caylín 

D.-  Cur/ro  h,<;  1 2  \,^u,t  a'.  N.  D.    á 
OtIENAC  YSLAYCABhCiiRA  éta 

Míulin    Ysla 

Caluyachi  Ysla 

Apiau   Ysla 

AIau  Ysla 

Oí   Cjiíro  a¡  N.  N.  D.  huí  8  ¡(ru<is  i 

TENAU.M  CABECERA   SEl'TÍiVlA 

Ouetalco 

Ca'en ,    . 

(.)nicavi ,      .      ■ 

Cnaurague  ■ 

Chogun 

Anihue    .     Ysla 

Bnrachauqne    Ysla 

Chegñiau  Ysla 


Puerto  de  San  Carlos:  Españoles 

Chac.w  está  zn  ¡  run  al  N.  d:  Tenaum 
CUACAO  CABECERA  OCTAVA 

Estero  de  Chacao 

Caulin 

Manao 

Linau 


P.  Fr.  Juan  Caso  y  once  Fi'ca'.ea 


P.  Fr.   Pedro   Garcia  y  ocho    Fiscales. 


yNeofiíu»  "i 

'>S  ifc 

aué  ^ 

i"3  ^ 

'•.99  í^ 

"^  lÁ 

478  f' 

"^  7 

2'3S_  4. 
"5 


P.  Fr  Miguel  Arnau  y  cinco  Fiscal»» 


P.  Ft  Felipe  Linares  y  diez  Pízcales 


P.  Fr  Gerónimo  Zurita    Cura    interino 
P.  Fr   Juan  Periano 

P.  Fr.Ant'jr!ÍoGadea  y  catorce  Fiscales 


Total  de  Almas 


NOTA  sobre   los    Pueblos,   y    CapiUas  que 
aumentado  desde  elafio  de  787  hasta  91 


DtCMui 
hay    «I  : 


04  a 


Luicn  . 
Huiti  . 
Cju.acüe 
CaypuiU  . 


Pndeio    .       . 
yuetalmague 


_PÍ7 
3164 


QUERELMAPU  CABECERA  9-  EspaSs 

Maulin 

De  Citira   al  N.  -V.  O.  hjy  a  a  á 
CALBfJCO  CABECERA  io  Esps.  Ysla 

Mem--n 

Caycaeta     Y'-la 

Guar  Españoles  Ysla  -      -  .    -      -     - 
Poluqu 


Olí     Maichíl 


o»  i 
03  á 

03  á 

04  i 
o:Já 


Chope  . 
San  Joaquín.     . 
Chiduapí      Ysla 
Tabón     Ysla  . 


P.  Fr  Antonio  Antunes 


P.  Fr  I.ínacio  Vargas  Cura  inierirto 
P.  Fr  Diego  Lozano       .       ,   •  • 


•    : 


o,f 
03  á 


Aptao    Ysla 
Challagíie  .     - 
San   Rifael    Ysla 
Caylacn ,  .      .     . 


119 


3;  ! 
i<í  + 
l:á 

'522. 
305 

378 

t6i 

sia 
090 

130 

309 
964 

±71. 
»oi6 


071 
115 
14a 
14a 

I  JO 

105 

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Fol.   if3.. 


1^    Nnm.   B6.       -  _^^  ^ , 


MERCURIO  PERUANO 


•ji-tivii; 


DEL  "JMA  30.  PE  OCTUBRE   DE  1791. 


CONCLUYE    EL   DISCURSO  HISTÓRICO   SOBRE  LA  FUN- 

dacíon  del   £xenipUr  Monasterio   de  Trinitarias  Descíilzas 

4e 'Pí^  Ciudad  de  .jLiínav 

"  Eeíia'^ya  !a'Í*rof«íon  soíemtie,  eran  precisas  otras  formalidades-^ 
para  la  jnsíicucíon  de  Prelada.  No  bastaba  una  simple  roniir^cions 
era  necesaria  una  elección  Canónica  (48):  en  la  qual  observándole 
la  forma  establecida  por  derecho,  especialtnente  por  el  Trideti'?' 
tino  (49  ), »  congregadas  en  capítulo  todas  las  Profesas,  por  sus  sufra--, 
¿ios  sec  retos  quedase  ritamcnte  electa  laque  sóbrela  mitad  prevale- 
ciese tn  tnayor  núrc^ero  de  votos.  Para  proceder  legítinnamente  se 
tizo  la  convocatoria  de  la  comunidad,  y  Ja  indicción  del  dia  en 
que  había  de  practicarse  la  primera  vecz  este  serio  acto.  Bien  temi» 
la  Ma4re  /Ina  por.  la  estimación  con  <]"«  Ja  djstinguia  el  Prelado,  y 
oo£')^l  amor,  respeto  y  costumbre  de  obedercerla  en  sijs  hijas,  que 
podría  caer  spbre  sus  hombros  el  peso  gravísimo  de  la  Prelatupéi, 
Üh^.dolor  excesivo  se  airoderó  de  su  alma.  Horrorizada  del  empleo  tan- 
to^ por  lo  que  descubre  de  brillo,  como  por  lo  que  incluye  de  car^ 
gb,  se  postró  á  los  pies  de  su  benigno  Pastor,  y  del  ccngjrcsó  to- 
d*  d¿  exemplares  Religiosas:  el  ayre  tocante  con  que  habUba,  sus 
llgriiTias I, ,  ia  expresión  de  su,dol,or  deramada  en  su  semblante  con".» 
térnado,  excita  ocio  1^  .oompasicn  en  ;lps  ápimos  hubiera  triunfado 
de  los  díct^Hienes,  si  la  razón  ,  y  una  luz  superior  que  las  gobcr- 
;      ',  ■ . F  í-..-  .-  -.,.-..... Paba 

'(48)    NicolausV.  in  Bull.  dat. f^oxna^e  Nx)n.  JVIartij  Ann^  J4(f7. 
^Kl^'W^.  ^!^Í  Pontifícat^-  ^jj   ,j^  ny-^J\   írdúA^rL  ór^yM^  (  v{ \ 
149)  Ctnc.  Ind.  fies.  15.  de   Re|.uJHifa^^  6?^,  Uíís^tít»; i^av 


naba,  no  hubiese  prevaIcGta«  de' fa  sérfirí'csa.  Expúsole»   c<m  sen- 
cillez y   candor,  pero  al   mismo  tiempo  coa  aquella  eloqüencia  viv*'; 
y    animada  que    interesa    pop    el  sentimietito,- su  entera    ineptitud 
para   la  hueva   clase  de  gob'ierno:  representóles  su   edad  crecida,  su? 
«al.ud   aruinada,  y  sobre  todo  la  debilidad  extrema    de  las    fuerzas, 
de  Su  e-ípiífhíT:  pidióles  coa  -los   ruegos  ¡mas  bumikies  y  yfárvorosos 
la  dexasen  acabar  sus   últimos  días,  confinada  en  el  estrecho  recin- 
to de  su   GiCkia,  y  únicamente  ocupada  en  la  observancia  apetecida  de 
su   nuevo  Estado,  del  que  por  su  ancianidad  avaniada   poco   tiem-. 
pe»  podria  ya  gozar,  y   pudíendo   acaso  ser  mas  útil   á  la  Religioti- 
por  sus  oraciones,   que   por  su  gobierno.   También    tiene    ía   virtud 
&US  sofistnas ,  que  sin  dificultad  .cottoce,  desata  y  desvanece  un  es-» 
pirita    despreocupado.   Así  ítxos  de   persuadir  á   las   Electoras  para 
que  variasen  de  dictamen  esas  ingeniosas  y  sutiles  excusas  que  tanv- 
"bien   supo  aumentar  el   temar  samo    y  la    humildad  ,  las  confirma-, 
ron  mas  en  su  propósito:  que  se  hace  mas  digno  del  honor  y  !a  Pre« 
latura,   quien  con    ge'tteroso  despeg»    la' rechaza  y    la  huye  (50), 
Esas  repulsas  del  Báculo  pissieran   en   nueva  luz  su    probada   vijc-r,. 
tud  ;  y  de  común   concierto  con  el  Señor  Arzobispo,  todas  las  Rg* 
lígiosas  la  eligieron  y   acktnaron    á   pesar    de  su    humilde    repug- 
nancia, por    Ministra  perpetua   durante  todo  el   tiempo   de  su  vida:; 
para  que   se  admirase  en  ella  una   maestra  consumada  sin  haber  si-. 
do  jamas  discSpuIa ,  sino  del  Espíritu  divino  j  y  una  Pféíada    per-' 
fecta,   sin  qiae  alguna   vez  hubiese  sido  subdita  sino  de  la  fe.  Di'si- 
tincion    búnrosa  ,  pero  justa    y  debida    menos    al    carácter    de    su' 
persona   y   mérito  de  Fundadora;  que  á  ía  excelencia  dé  su  vir-' 
tud ,   y  á  la  superioridad  de  sus  talentos.  Resignada  en  los  decre- 
tos eternos ,  consignó  sus  lágrimas  en  el  seno  de  la   obediencia ,  y, 
cargó  sobre  sus  hombros  todo  mn  Cielo,  De  nttevo  tomó,  ríias  para,' 
no  soltarlas  jamas,  las  riendas  del  gobierno,  y  las  manejó  con  tas 
exquisito   prirnor  y  destreza,  que   por  un   prodigio  raira  ves   acón-»' 
tecido,  constantemente  hubo  una  recíproca  satisfacción  entre  ella  y, 
sus  subditas.  Kstas,  sin  exct'peion  de  alguna,  admiraron  siempre  ea 
íodas  las  determinaciones  de  su   Madre  el  acier;to  y  la  sublimidadl' 
de   los  dotes  de  su  espíritu  y  corazón:  acuella  logró  acabar  tran-', 
qailamente  sus,  días  (  51  ),  con  el  consuelo- de  que  ninguna  de  sus* 
tijas  habia  remitido  ni  un  solo  grado  de  su  prííner  fervor.    Con- 


(,50)  I>.  Bern,  Epist.  126.  Quís^ui&  dominare  non  ap^etit,  is 
jrr^  ctff  fruc-títaré  pTcesrf   caterif. 

(fi  )  Murió  k  Madre  Ana  ^n  30  d^  Sepúentbfe  del  aáo  de 
707,  de  edad  «íer  ^^  años* 


9Vt)o  sf^lifío  ,  y  tarahitn  pertcancnte,  jorque  no  terminó  con  fJt 
\"jda:  pues  desde  el  lugar  que  ociipa(  ?e.í?ua  !o  con.'icicra  la  pie- 
dad )  en  la  mansión  dichosa  de  los  Rieniíventur^idoí:,  santamente  se 
complace  de  ver  jterpetuadas  Iss  virtuces  religiosas  en  sus  Chus- 
tros,  y  ardiendo  indeficientes  en  manos  de  esas  prudentes  Virgo- 
res  las  ]ámp¿ras  del  divino  amor,  Kn  las  memorias  inéd;tas  que 
aunque  05117  di^ninutas  reliíiiosamente  se  conservan  en  los  Ar- 
chivos de  este  insigne  Monasterio,  se  lee  con  asombro  el  compen- 
dio de  las  cxemplarísiraas  vidas  de  las  primeras  Fundadoras,  cícri-' 
to  por  sus  hermanas  que  obiervaban  de  cerca  ?us  acciones,  ó  poc 
aus  mismos  Con¡c?cres  que  íabian  á  fondo  Jas  interioridades  de  su» 
espíritus.  Es  muv  laoientable  la  pérdida  de  un  shu  dante  tesoro 
de  semejante?;  manuscritos  ,  que  contcnian  las  vidas  de  muchas 
otras  Religiosas  de  extraoraimario  espíritu  y  santidad.  Eso;  precio- 
sos Papeles ,  que  para  extender  la  Historia  del  Arzobispado  que 
estaba  trabajando,  se  confiaron  al  Doctor  Don  Tv'Ianuel  Clerquo 
Cura  de  la  Doctrina  de  Huaras,  perecieron  con  su  m.uerte  en  la  in- 
cultura y  desamparo  de  la  Sierra.  Nosotros  vemos  con  cdiíicaciotí 
que  el  Monasterio  conserva  lozano  todo  el  verdor  de  su  primiti- 
va observsncia  ,  y  un  fervor  siempre  nuevo.  Las  Religiosas  de 
íiuestros  días  en  nada  se  desmienten  de  la  estreche?,  y  exactitud 
en  que  se  distinguieron  sus  institutora^.  Pudiera  decirse,  que  como 
i  Elíseo,  ha  trasmigrado  á  ellas  el  espíritu  de  Elía«,  ó  de  fus  pri- 
meras Mac':?^.^.  Si  aqui  tuviese  lugar  el  entusiasmo,  ó  fuese  per* 
inítido  celebrar  las  virtudes  de  los  vivos,  nos  detendríamos  guíto- 
sos  en  fürL-iarles  íu  digno  elogia;  servirá  de  bastaníe  prueba  de  U 
virtud  heroyca  que  aun  se  practica  en  este  edificante  Monasterio, 
Ja  esclarecida  y  prodigiosa  vida  de  .ia  Madre  Maria  Antonia  de  Saa 
Jcseph,  Publicada  el  &f.u  de  83.  para  honor  de  la  virtud  y  edi- 
ficación de  las  almas,  en  la  Oración  Fúnebre  pronunciada  en  sus 
Exéquiss. 

Con  tanta  sc-Iideí  y  hermosura  se  fixaron  los  cimientos  ^ 
T  se  elevaron  los  muros  de  esre  edilicio  espiritual,  ene  dííjpuej 
de  un  sig¡r,  de  duración  conserva  todo  el  lustre  y  firmeza  de  una 
fábrica  leciente.  P^ro  el  fervor  «ante ,  y  la  txácta  práctica  d^ 
las  ir^as  acrisoladas  virtudes,  r.o  hubieran  pedido  por  si  solos  dar'- 
_Je  existencia  y  eiabnidad.  Kunca  hubiera  visto  Lima  nacót  trta 
^uerpo  ReJigirso  en  su  suelo,  si  dando  ttóda  la  atención  á  miuis- 
frarle  en  abundancia  ei  alimento  que  ruíre  á  bsai.mas,  no  se  buj- 
biese  cuidado  de  pioveerlo  ('.ti  su^ento  que  mantiene  los  ci^erpí'% 
El  deftrctü  de  rindo  bast.Tr.ie  p^ra  una  congrua  -íusfentaciou  hu- 
bjtra  hecho  sia  duda  que  se  le  deucgasen  para  la  erección  loc'as  laf 

I  icen- 


* 


.^"?f<^'  ■»^     ,  -•  -      ^  .-    ■  -  -       .  ,  ,     . 

licencias.  Estuáíóíamente  se  ha  omtrido  tocar  hasta  aqút  este  pun- 
to,   por  pertenecer   á   las  temporalidades  del  Convento  de  (jére  va-^ 
iHos  á  hablar  í  parecié'rtdonQS    mas  oportuno  método  seguir    ett  esta-^ 
norkia  el  órdeu  de  las   materias,  que  la  cronologia  de  Io'9  tre^tpos. . 
El    voto  de  probeza   es-  esencial   á  las  ReügíoiTes;  mas  no'_ 
toáas  lo  profesan  en  igual   estrechen  y  extetísron.  Aiguftas  solemne-^ 
jaertte  la  ofrecen  á  Dí.os   no  mercas  enf  común  que  en  particalarí-y' 
entre  estas,    anas  esperan   Ifertas  de  1»  mas   viva  fe,  que  la  Provi-^ 
dencia  por  sí  misma  les  envié  todo  el   socorro  necesario,  como  W, 
Teatirtos  de  S.   Cayetano f  otras,  puesta  su  confianza  en  el  consef-. 
rador  de  la  Naturaleza,  salen  á  procurarlo,  por  la  humilde    men- 
dicidad de  la  piedad  de  ios  fíeles,  como  los  hijos  del  Seráffco  Pa- 
triarca San  Fraricisco.'-  Estás  rto  tienen  atro  patrrnronia  que  la  mise-, 
líCordia  pública,    ni  otra   renta  que  la*  límonías.   Las-  demás   aun-. 
ijue  por  voto  obligan  á  una  absoluta    renuncia    de   íosbiene*   de 
la  tierra  á  todos  sus  individuos;  pero  la  Comunidad   no  solamen- 
te puede,   debe  tener  rentas  que  á  los  particüiareá  ministren  lo;  ne« 
cesario-  para  el  uso  de  la  vida»  La.  falta  y  aun  la    escasea  de  fon- 
dos las    haría    demasiadamente     onerosas    al     Público.    No  siendo^ 
¿ste  obligado  á  sostenerlas  de   stis    propíos  bienes  5    la   denegacíóá 
de  sus  socoriros  haría    ía    extinción  de  Kiuchas  Conventos,' mrnoráa- 
díwe    de    necesidad   por    carecer  de  auxilios,  can  notable  p?r]uí- 
cía  de    l3    Iglesia  y    del    Estado ,   eí    mí  mero   de   las    Religiones, 
Qitanáa  así  permanteciesen ,  aunque  nunca  inútiles,  no  serian   tají 
provechosas,  debilitada  la  observancia    por  la  inevitable  distraecioíi 
de  .los  Religiosos  á  temporales  solicitudes  para  consultar  á  su  sub- 
«ístencia»  Estas  poderosas  consideraciones  fueroii  sin  duda  las  que 
Ríovíeron  el  ánimo  deE  Señor  Gregorio  XV,  ($2  )  para  revocar  to- 
das  ks  licencias  que  para  erigir  nuevos  Conventos  había  concedi- 
ólo sin  tropezar  en  su  falta  de    fundos   el  Señor   Paulo  V.  y  man- 
dar qrte  en  lo  sucesivo  no  se  edifícase  Convento  ni  Monasterio  sia 
rentas  proporcionadas,  segttn  la  áiversidad  de  los  lugares,  á  man- 
fener  doce  sugetos.   El   mismo  orden    se  ve    decretado  (  ?J  )    pof 
diferentes  Sagradas  Congregaciones  en  Roma.   El  Señor  Solórzana 
í  54  \  trae  uní  Real  Cédula,  en  que  después  de  hacerse  mención  de 
*       '  .  un 


(  j»  }     Eí   Señor  D.  Pedro  Fraso  de  Reg.  Patrón.  Indiar.  Tom.  s. 
Cap.  8j.  ttum.   í2. 

'     (53)'  La  Sagrada  Congregación  de  Rota  en  Decreto  de  17.de 
TAgc^sfode  1 62 1,  y  la  Congreg.  de  ceíeb.  Mis.  en  21.  dejuni©  de  16*5. 
'■'  (54)     El  Señor    Solorzana  de  Jure   Indiar.   Lib.    3.  Cap.    35, 
num.  2^.  trae  la  referida  Cédula  de  14  de  Jumo  de  i6i6. 


Utl^B^líy 'pontificio  ¿(írigido  ai  Reverendo  Arzobispo  de  esta  Dió- 
cesis se  mandan  extinguir  los  Manfasterio?,  que  no  puedan  mantener 
al  menos  ocho  persona..  Igual  arden  han  repetido  muchas  veces- 
nuestros  Católicos  Moriafcas  ^  y  novísimamente  ei  benoc  JJ.  t,AK- 
LOS  Wi  que  con  tama  sabiduría  y  amor  i  sus  Vasallos  Jíige  la 
Ñacíon/acabaí  denegar  por  falta  de  fundo  la  clausura,  á  un. 
Beaterío  de  esta   Cítídadl,  por  crtra  parte   muy   recomendable.  i  , 

"     No  hubiera  sido  otra   la   suerte  del  de  Trinitarias  Ueseal-. 
i^s'    si  como  aquel,  hubiese   tenido  la   desgracia  de  carecer  de  con-, 
¿rúa  suñciente  á  la    honesta   sustentación   de   una   Comunidad  Reli- 
giosa   Este  fué  el  primer  cuidado  del    REY  guando  se    solicito    su, 
gracia  y   ¿oberano  permiso' para  la  ftindacion.  Su  providencia  Pater- 
flal   extendida  á  todos  los  lugares  y  personas  de  su   vasto  Imperio, 
no  podia  negar  su  atención  á  los  alimentos  de  una    porción  de   la. 
mas  delicada    áá  rebatió   de  Jesu-Christo  en  las  tierras  de  su  do- 
minación.  En  su  Cédula  expedida  á  eite  efecto  ert  el  Escorial,  ha- 
Ge  especialísimo  encargo  á  esta  Real  Audiencia  del  cauto  y  escru- 
puloso •  examen  ^ue    debia  hacer  de   las  rentas  destinadas  a  sostenec 
V  conservar   la  fundación  ,  para   que   ni  su    merced    se    mtitihíase, 
rnra  falca   de  este  apoyo;    ni  «rígido  el    Monasterio,  sus  individuos.' 
perccíeseai  por  carecer  de  lo  preciso.  En  ^obedecimiento  de  este  Real- 
orden,  ese   íntegérrimo  tribunal  aunque  bien   cierto   de  que  se  pro- 
cedía de  buena  fe,  y   muy  lexos    de  toda  suerta    de  fraude  y  cb- 
repcton ,    con   una   sagacidad    y  cordura    propias    de   su   sabiduría. 
y  prudencia,  apuró  el  examen  del  fundo  hasta  dexarlo  perfectamen^ 
te  ¿crisolado,  y   no  procedió   á   dar  la  menor  providencia,  ni  infor-»,, 
inar  favorablemente  á  Su  Magestad  para  impetrar  su  soberana  con-j 
¿rmaeictí, entre  tanto  que  no  estuvo   satisfecho  á   toda  ciencia,  de 
flue  el  Motias£erio   lograba    la  dotación   necesaria  para  su   eonser- 
íaeiort.    Formóse    esta    de    p'    í«ií   pesos    que    la    gtiierosa  Madre. 
^tta,   fundadora  igualmente  déla  fábrica  material  y    del   espiritual 
edificio  deí  Monasterio   exhibió  m.ágnánima,  para  que  fincados    con 
seguridad,  sus  réditos  mínistrasert  á  una  decente  y   frugal  susten- 
tación de  personas  Reli'giosasv 

Asegurados  los  alímenroá  de  la  Comunidad  ,  era  preciso 
dar  nueva  forma  y  mayor  extensión  á  la  fábrica  del  .Convento. 
La  Capilla  interior  y  el  pequeño  patío  que  pudieron  ser  bastantes 
á  formar  el  Beaterío,  y  hospedar  en  sa  estrecho  recmto  a  solas 
<3oce  personas;  ni  correspondia  á  la  magestad  de  los  sagrados  ofi- 
cios que  por  su  constitución  y  Regla  lleva  un  Monasterio,  ni  a 
la  amplitud  de  habitaciones  y  oficinas,  que  para  diferentes  destinos  de 
labor.  mÍÉistcrio  y  distribuciones  regulare»  demanda  una  Comunidad 
'  :cre- 


a?cefídi4n  a  tr,^mta  de  Velo  n^^ró,  y  seis  cié  blanco.  El  homenaff¿'^ 
4  Dios  mas  pu^hco  y  soiemne  ,  y  el  mas  abunJantc  «amero  le  ' 
religiosos    votQá    con  gi^e    este  se   dedica   y   eneran lece     nedian  1^ 

pontr  la  decoración  del  cuito,   y   la  cusíodia,  de  U  Casa   del   Sen- 
sor.  Veinte  años   habian   corriáo   después   de  la    Clausura  del  Mov^ 
nasterto,  sin  que  est--   hubiese  varia-io  .su  antigua   fábrica,  nj   ds- 
sahogauo  su   primsti^a  estrechen.   No   se  complace   Dio.  ea  ios  su* ' 
í  imientos  de    los   justos   por  cruddad,  sino   por  clemíaGia;   no  por 
el   seqtiíTiieato    que  causm^  sino    por  #í  frkío    que    producen:   por 
4a  expiación  y  el  raérimv  f!o  por   el   dolor  y  la    tortura.  Su    terna-' 
M    paternal  desea   enriarles   ei    consuelo   pa    abundancia:    pero    su' 
ptovidencia-  eiema  espera  i  que   ío  merezcan   con   su   re^gnacion  . 
r_io  alcancen  cQn  ei    ruego.   Los  anhelos  devotos  de  las  ReiigioJ. 
«as^y    los   humildes    surrin^ientos   de   su  incomodidad,   tocaron    el 
^^ír^^Tr^^  ^■''P®^"*   ^  apresuraron  ei   n^omento  de  sus  deseos  y  sus 
votos.^ljlagó  ei   tiempo   predefíaido  es  ios  coas-jos   eternr><5 :   y  por 
Tino  de  aquellos   raovimieníos  íntimos  y  egcaces   de  la  diestra    del- 
Altísimo  á  que    la  creátura    no    resiste,  tocó    Dios  el    coraxon  def 
Maestre   de    Campo   Don  Hernando  Oururnendi  Caballero   del  Ór- 
tíen  de  Santiago,    para   que   en  la  fábrica  de  aquella   Igesia  y  Con- 
vento emplease  el  copioso  caudal  con  que  lo  había   enriquecido.  S* 
corazón    piadoso  y   magnánimo   de    que    dio   tan    ilustres    pruebas, 
princj pálmente  en  la  institución   de  crecidos  dotes     que  hasta    koy 
están   proporcionando  honrosas  alianzas   á   las  ilustres  familias  á  ^ue 
ios  destinó,   en   nada  se  detuvo,    Ofrecido   el   pensamiento,  al    pun- 
to conoció   venía   del  Cieío  5  y  no  s&    detuvo  en    deliberar,  enfla- 
queciendo su   fe   por    demoras    afectadas,   6  pof  abultados  peligros. 
Casi   a  nn  tiempp  le  ccurrió  la  |dea,  resolvías  su  execucion,  y  prini 
apio   la  fabrica.   El   día  yltimo   de  Enero  de  mil  setecientos  y  ocho 
se  abrieron   lorcimíénto<!  del  Templo  con  toda  la  golenv^idád  y  for- 
iíjahdadcs  prevenidas   para  este  act©   religioso.    £1   Señor  Arzobisp(> 
en   cympüniienío  de  su  áehsr  (  ?5  )  hizo  u.^o  de  los   ritos  y  cere;. 
snonias   rctíblecidas  por  la  Igiecia  jara    semejante    función,   ^efiald 
ei  lugar  del  Edifícioí  y  puesta  la  primera  piedra,  concurrió  á  fivar  alljL 
con    su.s   sagradas  jnanns^Tna    Cm-z,  qm  es  el  signo  (  56)  de  ereq- 
Cíon   déMünasteíio,  Qonfiniió  $ín  interrupción,  y  á  grandes  expensas, 

'     '      ■      '        ,  '  la     ' 


.  >')■■    )       '.11^  V 


~  (  ?5  )     Azor  ínst.  Moral,   parr.  2.   Lib.  9.  Cap.  3,   Quaest.  4,^   • 
{S^j     Gioss.  in  Cap.    Nenw  ver.  verif.  -  .        v 


I^  principiada  obra,  hasta  concluirse,  coa  toía  U  solidez,  propor- 
ción   y  belleza   que    hasta  hoy   se  admira.   Al  ntismo   tiempo  qoe  la 
Iglesia,  se   trabajaban   \m  Claastros  eon  las    habitaciones  y   oñcinas 
que   se   Gonsíderaron   mas  necesapas;  y    concluida    la    mayor    parte-- 
de  ía   fábrica,  se    resolvió   hacer  el  dia    treinta   de   Mayo  de    sete- 
cientos veinte  y  dos^  la  Dedicación  y  estrena  de  esta  .nueva  Casa  del 
Señor.    Para  autorizar    mas   ía  salenvnidad    de  esta  sagrada   función  ■ 
eí   Excmo.   é  Ilusírisimo  Señor  Doctor  Don  Diego  Morcillo  de  Au- 
iíon  conduso  la  larde   arvteríor  áesáe    la  Iglesia   Catedral  el    Au-- 
gustoSacraraento,  acompañándolo  la  Real  Aadíeneia  y  demás  Tribu- 
nales, eí   Cabildo     Eclesiástico   y    Secular,  ei   Clero,  Religiones  y 
Colegios,,  la  Ofkralidad  Militar,  y   ía  Nobleza  toda  de  la^Ciudad.i 
Llevaba    en  la  Procesión  el   Guión  Don   Bernardo  Gururnendi.  Es- 
ta distineioTí' en  medio  de  tan  respetable  y  autorizado  concurso,  le 
era   propria    y  debida  al  carácter  de  Patrón ,.  de   que    gozaba    por; 
renureeia   que    de   este    honor    le   hi^o  la  Reverenda   Fnndadorx,   yv 
por  eí    derecho  que    de  nuevo   se  había    adquirido    (  57  )  edificarte 
do  á  sus  exp'en&as  la   Iglesia   y  Monasterio,    Bendixo  el  Templo    y 
celebró  en  él    la    primera   Misa  el  Señor  iVIoTcillo:   y  sobre    el   Ve- 
nerable nombre  del  mas  grande  de  ios  miscerios ,  que   por  especial 
Constitución,  debe/i   llevar   todas  las   Iglesias  y   Gonventos  del  Or- 
den ^   á  causa  de  wn^  singular  devoción  que  el    Patrón    profesaba 
al  primero*  de  los  Arcángeles-,  se   tituló    todo  el    sagrado   y    Reli- 
gioso ediScioi  de  Trinitarias  Descalzas  de   Saa  Miguel.  No  se  ciñ6 
á,^ sola   esta  fiesta  lai  celebración  de  la  esfrena:  el  magnánimo  Gu- 
rurnendi  lüi  contintuó    por  tres  dia^  con  la   mayor   pompa  y  raag-  • 
ixíficencia.  .,       ^ 

^y.^   ,        Á.v:nque  pzrSÉr  celebrar  la  dedicación'  del  Templo  se  pro-:; 
em'o  que  el  Convento  ttíviese  yá    figura,  y   muy  avanzada  su  fá-. 
b^ica,  toda^via  la    obra   interior   rK>    estaba    enteramente    concluida. 
Cad-a^,  Religiosa  tenia  en    particular  su    habitación,   y    una  ú   otra 
oficina  pública  el   común;  pero    faltaban    algunas  piei^s    indij^pen^. 
*%%e*,c»  ifeft  MoTiasterip,  y  a  iodo  el  edificio  esoS  .últítnos  ;  rema--, 

:  C  57  )  El  Patronato,  que  es  el  dereclío  que  tiene  alguno  de  pre- 
sentar ál  Obispo  Ministros  idóneos  para  lat  iglesia  que  edificó,  do- 
té,.  6-  auraerKó  considerablemente,  se  describe;  ]us  hfínorifícwii^  me" 
rosmiy  et'  utíie  alicui  carspetens  iñ  Eodcshi  ^uam  de  Ordm^rij  em-. 
sensu    emsintüit  f  fund&v'it  f.vsl  í?e^i^>..  Sitts  ;_  efectos   le  contieftea 

tií '^í  versos^         ,,_  ^__--_;¿^;;^.  ^j,:^r-j^,-^^.-^^  ^^^^  .^ 

Fatrono  deheftir  henos',  ánüf,  ¿móíufffeni'uWf» 


\ 


1 6o. 
tes, .'-y  delicados   filamentos  qu€   lo  embellecen  ,  y    para  su  labor, 
j  tiltima    rerfeccion    necesitaíi    de    tiempo      y    de    dinero.   Faltóle 
aquel  á   Pon  Bernard®  Giirumendj,   Varjon  de  misericordias,  cuyas 
piedades  aun     subsisten  ;  -dexando  abismadas    en    el    dolor   á    sus  ' 
amadas  hijas  Trinitarias,  que   no   pudieren   encontrar   otro    consue-'' 
lo    e«  su   pérdida,  que  la  esperanza  de  su  reposo  en    uno  de  esos 
Tabernáculos  eternos,   que   para    el    misericordioso    fabrican   ert    la 
casa  de   Jacob  las  manos   de  los    pobres.  A   los  tres  meses  de  es- 
t-renada  la  Iglesia,  lo    llamó   Pies   para  darle  morada  en   el  Cielo, 
en   recompensa  de    la  que  lé  había   fabricado    en    la   tierra.    Tuvo  ' 
el    go2o   de    vey     concluido  el  Templo   que   erigió   i    la    Peidad  y- 
pero    catnbien  el   desconjueio,  de  no  dexar  finalizada    la    obra    dft 
todo  el   Conyento.    Para   que  no  quedase  incompleta,  ordenó   eníu' 
testamento    que    con    los    réditos   de    una  casa,   y  una    hacienda 
que    del  mismo  modo   que  el   Patronato    finalmente   cedió    al   Mo- 
nasterio, se  continuase    hasía  su  última  perfección  la   fábrica.  No 
se   vieron  las    Religiosas  eir    el  conflicto   de  detenerse  á    «oiicítar' 
130    Dispensador  iíel ,   desinteresadí?  ,  conocedor     y    vigilante ,  qual'. 
convenía   k  su   Fieeesidad  :    todo  lo    encontraron  en  el   Señor  Poc-' 
tor    Pon    Joseph    de    Santiago  Concha ,   Marques    de    Casa  Con- 
clia,  y  Oj'dor  Pecano  áe  esta  íteal  Audiencia.  Su   benignidad  nativa - 
lo   llevaba  con  dwlce  peso  Ápía  la  condescjendencia,  quando  no  ío 
resistía  la  justicia,  mucho  mas  qaartdo  se  interesaba  el   beneficio  pá-'' 
blico  ,  ó  la  piedad    christiana.    A   ia  menor  súplica  de  Ja   Madre'' 
Cy.priana  Maiía  -de  las  í^lagas  entonces  Ministra,  se  encargó  del   restó- 
de   ía   fábrica  que   fakába   al  Convento;  y_á_¿u  zeló,    actividad  y" 
pericia,  pudiera  también   decírsela   su    g#nio  arcMtectóníco ,  se  de»  ' 
bió  en     breve    la  com.ius'on  perHecta  de    la  obra,  con  toda  la    sa-' 
lidez,  commodidad ,'  desahogo  y    hermosura-  qtfé-'^cdrresponde  4  Ii» 
edificí(í).4e  esta  especie  y  destina. '  '  ;'.'..■:.  •■•     -  > -| 

.:,;  ..j'í     Tal    ha  sido   la  fundación  del  Mdnasteríp ^  de  ' Trinitarias,' ' 
Beicabas  de  San  Miguel  de  está  Ilustre '  Gáfiitál ,  ségun  la  relá-^' 
cion   que    después  éel    mas   prolixo  examen   de    los    papeles    qtié 
en-  él  cjiíídadüsamente  se   archivan,  formó   un    gepio  exacto  y    lá^' 
borioso,   de  quien    5obre    Jas  mas    puntuales   noticias,  hemos    tam- 
bién tornado   alguna   vez  la   expresión.   ■Fündacióheñ    Ib^  material 
firme  y   hermosa  ,  y  en  lo  eí^piriíüal  sólida  y  elevada.  Obra,-  cuyos 
cimientos  abrió   lá    gracia,  cuyos   pírog tesos   a se'gtiró  él    zeió  ^  y   i', 
la    que  coronó   la   santidad  de    las  altrias  privilegiadas  que  hasta  hoy 
-    han   profesado  su  fervoroso  instituto.   Así   vemos  con  admiración  y 
«íomplacenci^á    perfectamente    cumplido  el     vaticinio    que    sobreco- 
gidos del  espíritu  dej.  Señor  muchas  veces  hicieron  de    esté  Re- 
tí-: 


j6t. 
ííaioso  Convento  San ',  Francisco  Solano,  y  elV.  P.  Francisco  det 
Castillo  Se  sabe  por  una  tradición  cotjstaate  que  quantas  veces 
«^■.=,han'  Dor  lascasas  de  que  se  formó  este  Santuario  aquel  Apos- 
tf  de^"  Pero,  y  este  (  58  )  héroe  de  santidad  bañados  en  una 
IleWía  santa  sus  rostros  por  er  gozo  que  rebozaba  de  su  corazón, 
Srumpian  en  un  rapto  profédco  semejantes  expres.o^nes.  Esta 
S«%a  tierra  privilegiada,  tierra  santa  en  cuya  posesión  prpto 
habTde  entrar  un  Pueblo  singu,íarmer,te  escogido  ae!  benor, 
EÍelia  se  dexará  ver  el  Templo  del  Dios  vivo,  y  la  Uudad  d. 
■^-    ^  Tierra    pingüe  :    sus    colmas    jinanaran    la  leche 


?1I  miel-  y  sus  llanuras,  presentarán  á  los  ojos  una  perpetua 
Lmavera' Aquí  estará  el  ponte  de  la  mirras  allí  el  tnagestuoso 
Sbano,  cuyo?  robustos'  y  .^levados  cedros  penetraran^  e^n  as  nu- 
bífde  Cielo  sus  cabezas,:  á  este  lado  estara  planeada  la  Val 
frondosa  cargada  del  inmenso  racimo  que  destiara  e  vino  pre- 
nso que  e^^^^^^  Vírgenes  ;á  aquella  parte  el  pensil  a tue no,  el 
So  Suerto  -hermoseado  con  los  lirios  evadidos  y  fragrantés  qui. 
Wnd  xecreoy  complacencias  del  D.v^o  E.poso  W  suceso 
h*  correspondido  fielmente  al  anuncio.  Nosotros  añadimos  que 
;te  Wn^  Monasterio  no  bace  solamente  ia  ediHcaaon  y  _el  exem- 
So  S  que  también  es  «I  escudo  y  pre.idio  de  la  Patria:  auto- 
?zaXe^«  sentimiento  con  el  gran  San  Gregorio  (59)  4ue 
Sríbw  i  las  oraciones  de  tres  mi  Monjas  que  había  en  sü 
So^^Roma,  la  defensa  de  aquella^  capital  del  Orbe  christia. 
«rStiada  en  sus  días  por  los  Longobardos ;  y  con  el  sabio  Pon^ 
SLeS^  Señor  líenedicto  XIV,  ( ^o )  quien  no  dudo  afirmar. 
oue  las  oraciones  de  las  Monjas  sostenían  en  el  tienipo  de  su 
pTnt  ficado  áTgi-a«  <:iu,dad  vacilante  por  mil  calamidades  que 
ií  W^nV'í  W^  fat^nur,  han,  Urh.n  mulns  ah  han. 
l^m  calmitJbJ  jmatam,  star,  non  ptats^e,  mst  jraeces 
l^uae   msmrm  monimum  mens0m  mi  tracundmm  mm^assent. 

,';.  :-  • .'  NOTA* .  ^ '  "■'•"■■  ■■"-■"■■í" 

C  ¿^  ,^«>«  sf  kmentati  freqiientementp   los  Autores  del    Bsj^ka 

■'^rrsTTa'^ríi^^^'i^"^^^^  .^\  i^'^^^u'  ^^  ^^^ 

.  V'    ^         .^V.  Kprnvro   del  V.  P.  Francisco  del  Castillo, 
tudes  en    grado  neroyco   aei    v .   1 .  ^^ 

(col     D.   Greg.  Lib.   6.  Epist,   23.        _ 

^  \lli    Benedic.  XlV.Insnt.Eccles.Instir.  tSV     ;, 


'      r(Í2. 

Üe  ioí   mejore F    Drarior    de   las  yerros  que    ínevitabíemsntr  suefe»- 
sacar  de  la  prensa  sas  Escritos   por  la  íncaria  cíe  los  amanuenses, 
ó  par  la  ceteridítd  con  que   este  genera  de  piezas  se  da  á  la   es-  • 
tatnpa.  Dos    errores   de  basraiTté  bulto  grabados'  en  el   ETer curto  zn^'  ' 
térior   nos   precisaii  á  formar   la    misma    queja.  SI    uuo  es    de  ero*  • 
nologlú  ,   ei    otro  sobre  jurlsdiecion.   Aquel   se  lee  en  la  llana  pri-: 
mera   á  la   linea    <f.  Aüí  .se  dice  que  en  el  siglo  XVI.  aprobó- Ino- 
cencio   IIÍ.   la   Religión   Trinitaria  :   y   al   pi.   de  la  plana  se  pone 
la   data  de  esta  aprobación  á    lo   de  Febrera  de    1575:.  Este  es- un 
xnonstruoso    anacronismo  nacida  sia  du'da  de-  la  maia  foriT^cion-  de 
los    números,   ó    de    la    demasiada    precipitaeion  con   que  se  impri- 
mieron, J^orharío   Contr  nacido  en  Anagní  de  la  ilustre   casa  de  los 
Condes  de  Segní,  á  ios  treinta  y  siete   años  de   su   aáaá  fué  ele^  . 
vado    á   la  Silla  de  San   Pedro _ea   8    de  Enera  de    upa.,    y  en  sii 
Coronación   tomó  el  nombre  de  Inocencio  llU  l^sté  Papa,  aunque - 
por  dictamen   era   contrario  al  establecímienta  de- nuevas  RehViones- 
y   por  ta?n£a    en  el    Canon  3    del  Concilla  IV.    Latera nense    que 
convoca,    se  prohibió   la  institucian  de  naevas   órdenes  Regulares  - 
no  obstante   baxadesu  Pontificada  vio  nacer   la  Iglesia  á  los   hijos 
de  Santa  Domingo,   San  Francisco,.  San  Juan   de  Mata,  y  alga- 
lias otro^.   IVIas   para  su  establecimiento  fue   necesario  que  los  mas 
patentes  milagros    diesen  á  conocer   el  benepüciía  de    Dios  en  la 
erección  de  aquellos  Reirgíosos  Cuerpos.  No  concediá  licencia  pa- 
ja   la    fu;ndacion  de  los   Predicadores   y   Menores,  hasta  que  repe- 
tidas veces  se  representaron  á  su  vista  Santo  Dominga  y  San  Fran- 
cisco sasteniendo   en  sus  hombros  la  Iglesia   de  S.Juan  de  Letratt 
vacilanre  y    desplomada  r   ni    permitió  el    instituto  de  los  Trinita- 
f ios ,  sino  quándo  ya  se   le  apareció,  al   tiempo  que  celebraba  1% 
santa  Misa  en  aquella    misma  Iglesia,  un  Ángel  vestida  de  Wanc* 
con   Ja  cruz  roxa  y  azul  ,  que   era   el  misma  vestido  y  distintivo 
que  para  sue    orden  le  hablan  mostrado  S.  Juan  de  Mata,  y  S.  Fe^ 
íiz  de  Valois»  Diá  esta  aprobación  el   Señor    Inocencia   eí   dia  10 
de  Febrera  de  119^^,  y  murió  en  Perosa  á    2a  de  Julio  de  iti6l 
Así  fué  essa   aprobación  en  el  siglo  ic.    Urbano  VIII.  confirma  la 
Religian  en  el  siglo  XVII.    que   mal    puesta  con  letras  en  los  óri- 
ginales,  se  e;stamp6  por  XVII.  siguiente, 

Al  reverío  de  está  primera  hoja  en  fa  lines  «5  se  tro- 
pieza con  el  otro  yerro.  Tratando  de  la  necesidad  que  hay  de 
las  licencias  del  Monarc»  para  fundar  nuevos  Conventos  en  sus 
jDoíttimos,  Gontinást   así  el  Mercurio;  ciuien  £ar  h  sobsrjníj  de  su 

Í9^ 


15j. 


f»tesfad¡ y  nominación  solre  to^a^r  hs  Tgleshí  y  Convsntat  ^.  La  claiS- 
sula  en  los  originales  está  concebida  en  estos  términos  ;  ^¡cn  por  la 
soberanía  ds   su  patzftui  y  áomin-Mion  sohre  io^as-  las  tierras    suietas  d 


su  imperio^  y  por  la  Regalia  y  fueros  d^  su  Real  Paíronaía  sobre  to- 
das las  Iglesias  y  Conventos  Se.  No  es  mucho,  pues  ,  que  sustraídos 
dos  reglones  quedase  trunca  la  clausula   feaciendo  íin  sentido  falso, 

OTRA. 

•"-^  A  muerte  intempestiva  del  Director  de  nuestra  premsa ,  ae^^ 
cida  quando  se  tiraban  los  últimos  Mercurios  relativas  á  las  Mi- 
siones de  los  Andes,  impidió  se  publicase  con  ellas  el  Estado  que 
hoy  damos  á  lu%.  Las  Señores  Subscriptores  h  eoioearán  e»  stt  t»- 
gar  respectivo. 


i 


^. 


Fol.  1^4. 


H    Núm.   87.         


MERCURIO  PERUANO 


DEL    día  3.    DE  NOVIEMBRE   DE    1791. 


# 


0: 


TPROGRESOS    DEL    PAPEL    PERIÓDICO    QUE    SE  PUBLI- 

ca  en  Santa-Fe    de  Bogotá ,    anunciado  en  el    Mercurio    Peruanf» 
Tomo  u  pag.  306. 

•*-*  L  sagrado  y  recomendable  nombre  de  Filósofo,  que  nuestro  si- 
glo ha  profanado  atribuyéndolo  por  un  cierto  delirio  ,  á  libertinos 
y  fanáticos,  declarados  enemigos  de  la  verdad  y  de  la  razón,  solo 
conviene  propiamente  á  los  que  emplean  sus  luces  en  la  felicidad 
común.  Es  una  especie  de  crueldad  contra  el  linage  humano  la 
indiferencia  de  aquellos  que  se  reconcentran  dentro  de  si  mismo* 
jpor  gozar  el  estéril  fruto  de  sus  meditaciones  ,  y  entre  tanto  lo 
miran  gemit  entre  las  necesidades  é  infortunios  que  lo  cercan, 
•ín  esclarecerle  sobre  los  medios  de  aliviárselo*;.  El  que  ama  ver- 
daderamente la  sabiduría  y  la  virtud  (  carácter  propio  del  Filó- 
aofo  ) ,  no  puede  prescindir  de  sus  ideas  la  de  la  Jíumanidad  (  1  )  : 
mírala  con  preferencia,  y  á  su  impulso  dirige  todas  sus  atencio- 
nes á  las  ventajas  de  los  míseros  humanos.  La  Patria  le  merece 
"sus  principales  desvelos,  siendo,  quanto  mas  ilustrado  ,  mas  zeloso 
de  los  deberes  de  Ciudadano.  Pero  ¿  que  hará  él  ,  quando  la  So- 
ciedad misma  á  quien  pretende  esclarecer  y  mejorar,  recibe  como 
,     ..  ,  ■  ,^.  .  H  5  agrá-    . 

'  (1)  Sobre  la  verdadera  y  propia  inteligencia  de  esta  palabrs, 
^^la  necesidad  de  no  separar  á  la  Filosofía  de  las  sagradas  má- 
■  sienas  de  la  Religión,  véa^e  el  Mercurio  Peruano,  tom.  i.  pag.  13. 
y  14:  tom.  u.  pag.  ií2.,"en  donde  expresamos  nuestros  sentimientos 
en  está  materia,  y  ahora  los  reproducimos  deseando  se  tenga  siem- 
pre á  la  vista  lo  que  allí  debamos  asentad*  de*de  el   principio. 


agravios  sus  loable?  fatigas,  íjuatidry  hay  quienes  tomen  el  víf  em- 
peño de  deprimirias  y  desacreditarlas  ea  el  conc?pra  del  Páblíco, 
por  un  principio  de  úmot  propio,  de  envidia,  ó  de  ¡áreres  ?  Ea- 
tónces  necesita  toJí  la  constartcia  de  su  filesofia  para  hacer  bien 
á  ios  que  rehusan  recibirlo,  debiéndolos  considerar  por  su  r^ 
nueacia  tanto  mas  dignas  de  compasión.  Como  no  trabaja  para 
mendigar  aplausos ,  espera  con  rosifo  sereno  los  tiros  de  la  mor- 
dacidad :  re6átelo3  $in  inquietarse ,  ó  los  desprecia ;  pero  no  pue- 
de observar  sin  dolor  que  los  que  debriaa  estar  animados  de  esos 
propios  sentimientos  de  beneficencia,  ó  que  por  ventura  los  afec- 
tan, estos  mismas  se  interesen  en  favorecer  la  ciega  obstinación  de 
un  vulgo  tniserablemente  {?reíx:upado.  Pluguiese  á  Üíos  que  qirao- 
t03  aman  el  saber  pensar  estuviesen  de  acuerdo  en  sus  tareas. 
i  Que  feliz  serid  entonces  el  resta  de  los  hombres!  Conbinada» 
entre  sí  ,  y  mutuamente  vigorizadas  las  luces  del  espíritu,  cada 
qual  fomentarla  como  propias  las  producciones  útiles  de  los  otros  s 
quedaríais  descerradas  las  preocupaciones :  reynaria  tranquila  ea 
todas  partes  la  verdad  y  la  virmi  :  el  Filósofo  gozaría  el  dulce 
placer  de  servir  á  sus  semejantes,  sin  que  la  enaaiacion  desarmase 
íus  designios  ;  y  jamas  hallarían  un  apoyo  «eductor  el  engaña, 
2a  ignorancia   y    las    pasiones. 

Nosotros:  no  prete/:demos  atribuirnos  el  tít'ulo'^de  Filósofos, 
sino  es  en  lo  que  respecta  9!  amor  de  la  Patria.  El  común  in- 
tererés  de  esta  nos  haría  desear  la  realidad  de  esa  agradable  hi- 
pótesi ;  pero  ya  que  la  infeliz  condición  del  hombre  ho  permite 
verificarla,  aliéntanos  no  obstante  en  los  laboriosos  afanes  que  con- 
tinuamos, por  una  parte  el  favor  de  aquellos  buenos  patriotas  que 
cooperan  á  nuestro  intento,  sea  coadyuvando  á  él  con  sus  luces, 
sea  franqueándonos  los  monumentos  necesarios  :  per  otra  la  ra- 
pidez con  que  se  va  propagando  en  diversas  partes  de  nuestro 
continente  ese  espíritu  patriótico  que  dirige  nuestras  operaciones, 
como  observamos  en  los  25  Números  del  Periódico  de  Santa- Fe 
que  hemos  recibido.  Debemos  confesar  que  nuestras  fuerzas  se 
reaniman,  viend-o  que  por  medio  de  él  se  promueven  ai  mismo 
tiempo  en  aquel  Reyno  los  intereses  de  la  humanidad,  y  la  ilus- 
tración pública.  Conoceráse  mejor  por  la  idea  que  demos  de  sii 
mérito  y   progresos. 

Él  sabio  patriota  Autor  dé  esta  empresa,  bien  que  sigu* 
¿iverso  rumbo  y  método,  camina'  al  mismo  fin  que  nosotros.  Sin 
eatrac  en  uda  la  variedad  y  extensiva  de  materias  que  abraza  «1 

Mer- 


■  ■*■■ ' 


íi.j  , 


.M,:.\Ui\  *v.uj 


ÉítrcarU,  limítase  á  4a  parte  moral,  política  y  económica,  que 
se  propuso  en  su  plan  número  i.  á  que  sigue  agregando  ademas 
de  las  noticias  particulares,  uno  á  otro  rasgo,  ó  pequeño  discur- 
so, coa  que  ameniza  y  hace  mas  agradables  sus  Papeles.  Trabaja 
"solo,  y  sin  mas  aiuilio  que  algunos  pocos,  que  hasw  aquí  ie  han 
remitido;  ea  ios  demás  da  bien  á  conocer  I.a  extensión  de  ^as 
luces.,  y  Ja  profunda  penetración  de  su  talento,  capaz  de  unas, 
tareas  para  las  que  parecía  no  ser  suficiente  un  solo  hombre,  ^o 
Qtteal  presente  hace  el.  fondo  principal  de  M  obra  son  cinco  ó 
ícis  Discursos  divididos  en  varios  números,  dignos  por  su  forma  , 
estilo  y  amplitud,  d£  tener  lugar  distinguido  entre  los  que  se  pre- 
asentan  á  las  Sociedades  .Académicas  en  sus  juntas  publicas,'  La- 
irejdadera  generosidad  del  hombre  qu^.  consic,ie_  e,n  tra^^ajar  a  .a- 
yor  del  género  humano  por  am.or  ai  pairiotismo  (2),:  el  mal 
gusto  de  los  Eí^tudios  públicos,  y  la  necesidad  de  su  reforma, 
desterrando  de  bs  Oílegios  las  ideas  abstractas  y  las  preocupa- 
ciones de  la  Escuela,  para  cultivar  las  Ciencias  útiles  {  3  );  las 
ventaias  de  sacudir  la  inacción  y  descuido  con  que  se  inutilizan 
,ín  aqiLel  Reyno  las ,  px.op.orcjones  qufí  tiene  para  mejorarse  (  4): 
el  proyecto  de  erigir  un  Hospicio  púb!jcx>,  y  ^«ab lecer  una  So- 
piedad  patriótica  (O^  lo^  •vetdíLdefX)s  derechos  de  .la  libertad  del 
íiombre,  ennoblecidos,  y  conservados  b.axo  el  suave  yugo  de  un* 
Jegítima  subordinación  y  dependencia  (6);  tales^^  son  los  objeto? 
cue  Gcuran  su  pluma,  y  todos  se  observan  desempei.ado?  con  acierto. 
F.l  estilo,  bien  que  variado  conforme  á  las  materias  que 
írMa,  es  siempre  enérgico,  persuasivo,  y  por  lo  mas  an.imado  de 
un  emusiasmo  oratorio.  Sus  ideas  tan  sublimes  como  interesantes 
sus  dfiMgnios.  De  todas  maneras  promuev?  el  buen  gusto,  i^  ci- 
yilizaciou,  la  Industria,  la  Agricultura,  U,s  Artes,  el  r^omercio,  co. 
PÍO  que  son  l^s  verdaderas  fueotei  de  la  felicidad  pubhca  ,  y 
particular  en  todo  Pais,  Estimula  á  sus  compatriotas  con  el  fu^ 
«esto  retrato  de  los  males  y  miserias.  4?  1^  Patria.  He  aquí  dos 
de  aquellos  rar,?os  animados  de  viveza  y  de  energía  ,  en  qpe  les 
presenta  sus  defectos  CQU  esa  géneros*  intrepidez  propia  d?  un 
buen  Ciudadano,  q«?  no   teme   irritar   los  espíritu^,    con    ta      qu? 


(  fi  )  Nun?,   3.   y  4* 

X  I  )  Num,  8.  y  9- 

í  4. 1  íMiím.  i®.  J  tf  y  12*  .    •    1 

(jy  Num.  13.  hasta  ei  20.     ( dV  Num,  21.  7  ^F!'"*"'' 


|Ós  ínflame  con  el  amor  patn^Stico/éá^er designio  de  que  se'fnlfe- 
resejí  en  su  felicidad.  »>  Pero  ¿para  que  adelanto  estas  propo- 
.«  siciones  (acaba  de  imaginarse  á  la  juventud  poseida  del  buen 
ft  gusto  en  la  Literatura )  si  aun  veo  en  vuestras  manos  el  có- 
7>  digo  de  la  ignorancia,  si  aua  florece  la  manía  de  argüir ,  si 
w  todas  las  señales  que  ofrecéis  son  de  unos  furiosos  rematados, 
9>  sin  juicio,  ni  discernimiento?  Este  Reyno  que  veis  sumergido 
.  w  en  la  última  barbarie,  y  á  pesar  de  su  vasta  extensión  ,  habi- 
t>  tado  solamente  de  mülon  y  medio  de  hombres  miserables,  sin 
99  Ciencias  ni  Artes,  Agricultura  ni  Comercio  ,  en  medio  de  su 
9t   miseria  es  el  favorito  de  la  Naturaleza  (  7  ). 

ff  I  Ahí  Yo  no  puedo  decirlo  sin  ei  mas  amargo  dolor  de  mi 
ñ  corazón.  Embriagados  de  la  maldita  pereza,  poseídos  del  torpe 
9*  sueño  de  la  ociosidad  ,  permanecemos  constantes  en  la  mas 
»  reprobada  inacción,  nos  contentamos  con  una  vida  puramente 
9>  animal,  y  despreciamos  tanta  muchedumbre  de  proporciones,  de 
m  las  que  una  sola  bastada  á  enriquecer  muchos  Rey  nos  ( 8  ).  « 

De 


(7)  Num.  9.  pag.   67. 

(8)  Num.  Ji.  pag.  81.  JIJ  Esta  idea  que  aquí  se  da  del  Nue- 
vo Reyno  de  Granada,  es  sin  duda  la  que  trasportó  al  A«tot 
hasta  figurarse  á  la  América  christiana  sumergida  hasta  ahora  po- 
co en  aquella  incultura  y  barbarie  de  la  América  gentil ,  que  con 
colores  menos  propios  pintó  el  Señor  Ulloa  en  sus  Noticias  Ame* 
ricanas.  El  retrato  formado  por  este  sabio  Escritor,  é  inserto  en 
el  núra.  24.  pag.  ro8.  del  Periódico ,  tan  lejos  de  convenir  á  la 
América  en  los  tiempos  inmediatos  al  nuestro  ,  aun  no  es  muy 
ajustado  al  verdadero  carácter  de  los  Indios  baxo  la  dominación 
de  sus  Incas.  Ni  estos  fueron  tan  bárbaros,  generalmente  hablando, 
ni  aquella  ha  estado  no  hace  mucho  tiempo  obscurecida  entre  lasfunes-^ 
tas  sombras  de  la  ignorancia.  Si  no  habia  llegado  á  florecer  en  ella 
toda  lá  ilustración  pública  de  que  es  capaz :  si  es  verdad  que  ne- 
cesitaba esta  para  propagarse  el  vehículo  de  los  Periódicos;  no  lo 
es  menos  que  hasta  ahora  poco ,  no  ha  carecido  de  nociones  lumi" 
nosas  de  Humanidad  y  Política,  Vid.  Calancha  en  su  Crónica,  al 
Ilustrísimo  Eguiara  en  su  Biblioteca  Mexicana  ,  Peralta  Lima  fun- 
dada &c.  &c.  Por  lo  respectivo  al  Perú  ,  el  Mercurio  ha  dado  á 
luz,  y  seguirá  publicando  una  infinidad  de  hechos  y  monumentos, 
que  patentizan  la  iIustu<;ion  y  cultura,  Uato  de  su  estado  actual, 
c«SK>  del  antecUr* 


ti 


De  esta  misma  muerte  hablaban  en  tiempo  de  las  anti- 
guas Repúblicas  los  Demóstene^!,  y  Tulios  para  promover  los  in- 
tereses de  la  Patria  :  lenguage  que  los  constituía  arbitros  de  las  de- 
cisiones de  unos  Pueblos,  de  quienes  eran  oidos  con  respeto  :  len- 
guage necesario  quando  se  trata  de  que  comience  á  salir  del  ver- 
gonzoso estado  de  la  ignorancia  y  de  la  inacción  un  pais,  que  se 
supone  no  haber  jamas  percibido  los  saludables  influxos  de  la  ilus- 
tcacion,  y  del  buen  gusto;  pero  lenguage  que  desagrada  en  el 
dia  á  los  oidos  inénos  acostumbrados  al  sincero  clamor  de  la  rer- 
flad.  Así  no  es  de  extrañar  que  el  Periódico  haya  sufrido  ¡a. 
oposición  de  algunos  críticos  importunos,  ó  mal  humorados,  ó  mal 
avenidos  con  las  útiles  ideas  que  promueve.  Las  preocupaciones 
de  un  vulgo  caprichudo,  la  ciega  ignorancia  de  sus  sólidas  ven- 
tajas, el  interés,  sobre  todo  la  envidia  ,  ese  enemigo  irreconcilia- 
ble de  lo  bueno,  pasión  propia  solamente  de  las  almas  abatidas  (  9  ), 
8on  sin  duda  quienes  han  suscitado  contra  la  obra  unas  censuras, 
que  sin  atreverse  á  combatirla  en  lo  substancial,  se  apoyan  por  la 
mas  en  ciertas  palabras  ó  mal  entendidas  ,  ó  maliciosamente  acri- 
minadas (10).  El  Autor  ocupa  especialmente  los  números  5.  6.  y  7, 
en  rebatirlas ,  y  lo  hace  con  aquella  solidez  y  moderacioa 
tan  propias  de  un  filósofo.  En  todas  partes  se  encuentran  falsos  sa- 
bios,, espíritus  superficiales,  y  Archíloquios,  insectos  insufribles  de 
que  habUtnjs  en  otro  lugar  (  1 1  ) .  En  todas  partes  la  verdad 
«era  mal  recibida  de  aquellos  á  quienes  descubre  sus  vicios  y 
.errores;  y  siempre  tendrá  que  resistir  obstáculos  y  combates, 
en  espeeial  quando  se  dirige  contra  un  vulgo  preocupado.  Este 
no  tiene  para  juzgar  otro  criterio,  que  sus  errados  caprichos:  de- 
«agrádale  lo  sólido  y  lo  recto,  y  se  complace  en   lo  que  reprueba 

la 

m  •  11  .1        .         I  lili»  II  I » 

(  9  )     El  tnostruf  de  la  Envidia  nunca  es   mat   fiero   que  quanÍ9 
se  introduce  en  el  suelo  de   Minerva :   entonces  se  conoce  todo  el  fu' 
rer   de  su  tiranía  .  .  -  Alié  veréis  que  qu  rindo  alguno  se  ve  en   la  pre- 
.  fisión   de  alabar   las  producciones  de  otro ,  lo  hace    con  tal    artificie , 
-fue  las  mas  veces  se   traslucen  ciertos  rasgos  denigrativos  de  la  mis» 
,ma  obra  que   se  aplaude.  (  Tucidid.   lib.    6. ).   Este  pasage   con  que 
concluye   la  última   Nota  del   num.    24.   del    Periódico,  no    se   ha 
podido  hallar  en   la   obra  de  este  antiguo  Historiador,  de  las  Guer- 
ras del  Peloponeso  :  quizá  se  ha   padecido  equívoco  en  la  cita. 
{10)     Véase  la  advertencia  del  Autor   núm.   12.  pap.  ^3. 
(  1  i  j    Mercurio  Peruano  Tom.  2.  pag.  a. 


la  ia2on;  no  escucha  á  los  que  le  enseiían  los  principios  áe  sn  fe- 
licidad ,   y   je  paga  de   un  ayre   ridículo  de   agudeza,  aun  quando 
e5te  se  atreve  cfijitra   lo   mas  sagrado.  Quien  conoce  el  carácter  de  ' 
Ja    multitud,   mira  con  desprecio  8^s  injustos  sufragio.'::  T»  m?  per-_ 
Sitado  y   dgcia    por  tanto   un  Orador,  qug  mi  obra   es    buena,  quand0  ■ 
S9h  pacos   los  que   la  aplauden  '^  y  0I  contrario    d?TConfio  de  su  (jcier-r 
to  f  s!  sale   al  gusto  de  todos.    En  efecto  para  contentar  á  la  mul- 
titud seria    las   mas  veces  preciso  adoptar  ideas  contrarias  á  Ja  rec-» 
tí|   razón  ,  y   por    ventura  haccAse  digno    de   la    misma   suerte    que  • 
l'or  esta   causa   han    sufrido   algunos   Periódicos  de   Europa    (  18  )  , 
Jiláe  SgntaFe   puede  no  agradar  á  muchos,  por.que   no    pierde   el 
tiempo  en   frioleras;  y  por  lo  mismo  esperamos  lo  continuará  su  "Aui- 
tor,   lisonjeándose  con  justicia,  de   la   utilidad  y  acierto  de  la  obra, 
Tiene  á  sy  favpr  á    todos    Jos   buenos    y  sensatos ,    y  los    que    lo 
impugnen  serán  solamente   aquellos  que  en  el  sincero    retrato    de 
los  mai.es  de  la  Patria  se  recono7cafi  comprehendidps  en  los  defeca 
.  to9     y   preocupaciones,  que  procura  desterrar:  pudiendp  decir  icq^ 
.«n  téleby^  Po^ta  ^spanol;  (13) 

Á  iodos  j  y  á  ninguno 

mis  advertencias    tocan: 

qi^ien    I^s   siente,   se  culpa ^ 

el  que  no,  que  las  oyga. 
Lo,"?  límites  que  nos   prescribimos,    no  permiten   dar  Xiv\% 
tá^x  mas  extensa  dgl  F^riódipo^  cotiiP  deseáramos ,  papa  que  el  Pú^ 

blico     "  . 


~"  y/y,'i< 'j'' 


(  la)     Repetidas  veces  ha  suprimido  el  Santo  Oficio  en  el  todo , 

ó  en  ^  parte  diferentes    Periódicos^,  así    ejítrsngeros    como     naciona- 

Je?,  por  contener  errores  perjudiciales,   y  sacrilegas   invectivas.  De 

este     nnm.ero  son     mochos     Pi^cursos    del    Cm^er  ,  como   también 

,íu   Corresponsal  ,  Ql-VHisude    de   Madrid  ,  e\   Observador,  prohibido» 

.del    tüíln  en   ei   úliimo  Auto  q'^.e^   se   publicó    er;    27.   de    Agosto. 

ptima mente  sabemos   qy.s  s,e   ha   mandado  suspender    en    la   Corte 

la    publicación  de  estos    cinco  ,  y  demás    Papeles  de    esta  .clase.  h,l 

'Gobierno,-  y   ei  Tribunal  d^    la  F.e    jamas   olvidan   la  scUcuiid   de 

reprimir   ¡as  producciones  relativíimenie   nocivas  á   la  Religión,  y  al 

Estado.  Eaxo  de    la    proíeccion  M  primero,  y  en    U  esperanza  de 

no    merecer  la  censura    dg!   segando,  ss  han   d.ado  á    luz  ,   cpriren, 

y   correrán   nuf.'^tros   Periódicos   sin   desviarse  del     principal    objeto 

para  q\í&  fueron   e.stablecidos,  ,    r  •    .  -i   OrA 

(  13  )     Nuestro   inco^nparabls  Dpi>  Toms»  íJe  ínartíj  pn  el  ¥j[tJ- 
jiogo  de  la*  Fábulas  literarias 


,,vv;\  ■<*^.--., 


17». 

Mico  se  hiciese  Cáfgo  de  su  mérito,  y  de  las   sabias  mi- as  que   m 
propone    su    Autor  j    pero    parece    indispensable     contracrsios     ma« 
especialmente  al  numero  z.-j..   A  ia  frente  de    él    se    íee    este    epí- 
grafe:  Discurso    sobre   el  Mercurio  Peruano  dado   á  luz   en    Li   Ciu- 
dad  de    Lima  ,  por  una   Sacie  Jad  d¿     huenos   Patriotas  ,     estahlecHíV 
laxo  el  titulo  de  los   Amantes   del    Pilis.    Comienza    comparando   Ia 
íitüacion   de   ia  América   en   el    riempo  de    su    descubrimiento,  coa 
Ja  de   la   misnría  en   el   presente,  para  lo  qual  aduce  la  pintura  que 
de  ella    hace   Don  Antonio  üiloa  ,  y  es  de   la  que  anteriormente  ha- 
blamos. Suponiéndoia  sumergida   hasta  ahora  poco   en    la    incultura 
y  barbarie,  expone  la  utiüdad  de  los  Periódicos,  como  de  ua  medio  el 
mas  á  propósito  para   facilitar   la   públJca    ilustración^    después  aña- 
de í  »    Estaba   reservado   para  el  año  da  Í791.  romper  este  silencio 
»  indigno  de   los  espíritus   peruanos,  üfectivameote  quando  nosotros 
w   dábamos  á  luz  el  nwm.    1.  de  nuestro  Paj^elj  también  daba  el  suy« 
V  Ja  Corte  de   Lima   1  *  ) ;    pero  con  esta  ventsjosa  diferencia. 

»>  Allí  se  han  unido  catorce  Literatos  laboriosos,  que  in« 
w>  teíesados  en  servir  á  la  Patria  con  sus  talentos,  baxo  el  titulo 
»  de  Amantes  del  Pa/V ,  acaban  de  publicar  una  obra  apreciable  . 
9>  con  cuya  noticia  honraremos  nuestro  Papel.  Estos  son  los  rarac- 
»>  teres  que  la.  enuncian:  Pros/>ícíí)  del  Papel  periódico  intitulado 
m  Mercurio  Peruano ^  de  Hisioris,  Literatura,  y  noticias  publica f^ 
»  que  á  nomhrt  de  una  Sociedad  de  Amantes  del  Pais ,  y  como  itm 
9)  de  eller  promete  dar  á  lux  Don  Jacinto  Calero  y  Moreyra,  Este 
♦í  Sugcto  es  el  línico  que  ha  publicado  su  nombre;  los  otros  aua 
w  siguen  disfrazados  ba:íro  los  de  Hermágoras,  Homótimo,  Mindi- 
w  rido,  Agelasto ,  Arlstio,  Chrisipo  ,  Teagnes ,  Hypparco,  Thi- 
»»  meo,  Basilídes,  Paladio,  Archídamo  ,  Cefalio ,  y  Hesperiófiio , 
9t  que  es  el  que  corresponde   en   Ig  referida    Academia  al  sobredí- 

^9}  cho   Don  Jacinto   Calero  ,  según    acabamos   d«   rer    «n    ios  3Ó. 

#»  Numeres  que   han  venido   á   esta    Capital. 

«  Las  materias  que  se  han  tratado  hasta  el  presente  acre- 
9t  ditan  muy  bien  la  capacidad,  erudición  y  buen  gusto  de  aque- 
9>  lia  Sociedad   de   Literatos.   En    todas   sus  partes  van  desempeñan- 

.9)  do  ios  varios  objetos  que  ofrece  el   título  de  la   obra,    y   sohí» 
íí  que  se  han  propuesto  tratar  en  beneficio  del  Páblico,   Este   ha 

da-    : 


(*)  »  El  num.  I.  de  aquel  salió  el  a.  de  Enero  de  este 
9>  afío,  y  el  nuestro  el  9.  de  Febrero  del  misino  ;  e«ii  <iue  ai>i« 
i»  iiubo  de  áiféreaeia  tieiuta  y  ock«  diss.  a 


f>  dado  á  conocer  su  fina  ilustración,  correspondiéadole'»  con  haber* 

»i   se  subscrito  un  número   casi   incieible  de   personas   autorizadas, 

9*  cuyo   hecho   no   dexa  duda   de  que  allí  no  solo  reyna  el  amor  á 

«    la  literatura,   sino  también    aquella    generosidad  patriótica,  qua 

9»  se  congratula  en   contribuir  á  todo  lo  que  hace  honor  á  su  País. 

ff  No   ha   sido  el  intento  dar    un  extracto  circustanciado 

>»»  de  toda   la  obra,   sino   una   idea  de   su  mérito  en  quanto  lo  per- 

»>   mite    la   concisez  á  que  estamos  ligados,  y  al  mismo  tiempo  com-» 

•»>   placer  á   ios  Americanos   instruidos,  quienes   no  creo  miren  con 

9f   indiferencia  esta    especie  de   noticias,  como  el  vulgo   ignorante; 

f#  artes    por  el  contrario,  les  serán   plausible* ,  conociendo  que  ya 

9»  la  América   vá  sacudiendo    la  pereza   en  que  yacia ,  y  que  en 

ff  breve  tiempo    podrá  hacer  un  papel  mas   decoroso  en  el  Tea- 

H&  tro  de  Minerva, 

ff   APÉNDICE,  a 


i 


»>  Después  jde  haber  explanado  esta  noticia,  nos  pí- 
f>  recio  conveniente  circunstanciarla  un  poco  mas ,  insertando  uA 
'■f9  hermoso  rasgo  de  aquella  eloquencia  raronil,  enérgica,  y  filo- 
9>  sóñcsL ,  que  conocen  pocos  de  los  muchas  que  se  consideran  maes- 
'»>  tros  en  esta  difícil  Arte.  No  la  incluimos  por  el  honor  que  nos 
9f  hace  ,  sino  solamente  para  que  el  Público  forme  un  concepto  mas 
n  gxacto  de  lo  que  hemos  dicho  acerca  de  la  instrucción  de  los  Auto- 
»>  í,es  del  Mercurio  Peruano.  Estos  Señores  nos  han  hecho  la  honra 
^  de  subscribirse  á  nuestro  Papel  (*)  después  de  haber  publi» 
'pr  cadp  en  9I   número    34.  del   suyo  el   siguiente  Discurso.  í< 

Aquí  transcribe  la  noticia  que  en  él  dím.os  de  su  Obra, 
son   1.a   que    concluye ;   y  en  consequencia    del   pronóstico   que  allí 
■mismo    hicimos  en  ótden    á    adoptarse    este   género   de    escritos  en 
Jas  ciudades  mas    principales  de   la   América  ,  añade  el  aviso  de  ht»  ^ 
jberse    publicado   un  nuevo  Periódico  en  Ja  fíavana,  '    f 

Se  concluirá  en  el  Mere,  srg. 


^'  í  *  )  "  f^^  ipedio  de  una  apreciable  carta  dirigida  al  Excmo. 
^  ^eñoy  yírreyj  firmada  del  Secretario  dp  la  Sociedad,  i  nombre 
0   fl9  podgs  s^s  Individuos.  << 


rf'«^..'-.^ 


J-j^. 


íi^i'tam't  cTí-o^t  z^'^-iin  m  <•    0?' 


~\,- 


5S!S¡ 


I      MERCURIO  PEEUANO 


**  üttque  ipl  |ulcidso  y  apreciable   rasgo    que  acabamos  4e  cppí|ir|^ 

««  «n  .elogio  muy  superior  á  nuestro  mérito,  y  por  cjonsjg¡yiepte^no| 
confesamos  reconocidos  aj  horijor  que  n^os  díspensaij  sin  embargo  I^ 
jmparcial  ingenuidad  de  loa  /ímantes  de  Lima  no  periTiite  .q^uc-  íi| 
I*í33l'-Co  forflié  de  ellos  un  concepío  equivocadp,  quaí  ej  ní  q.ye  ?i¡|:ff 
diice  este  Di's.cwrso.  En  la  lüsíori^  de  la  So(:iedad  (tomo  1..  nntn.  7  ) 
te  expresan  otros  tantos  Individuos  ^uaitito?  ¡nuítiera  el  P,erJód,ico $ 
deberáse  eaipero  recordar  lo  que  al  prjncipi,o  de  cUf  iu3v;er;ímos - 
por  estas  palabras;  lo  qu*  t^idavía  quedaré  ^risjüéUg  en  un  fnist.eri^sjf 
grefisfrio  f  ef  la  ^ofitiva  enutneraciojj  de  los  ^Scpips ,  y  sus  rtm¡hr<¡t 
^erdadsrot.  Allí  dixííi\os  que  4e  Ips  qiie  coínro^añ  \^  Sacíed^^^ 
úíit^s  d^  dispersarse,  en  su  reunión  soJam^rite  sjs  pnipirpn  Hornóíjmp^ 
fíesjjeriófU^  Hermágor^Sf  y  /iristio .,  á  .I08  ave  -se  ¡agrega  4^sj?VJj> 
Chrisipo.  "Teagves  y  Hy^parco  ¡,  y  7  hmeo  se  .p^en-cion^n  .solo  tornj? 
Socios  de  mérito:  Archidamo  y  Cephjflh ^  ciyno  dos  gfiwos  suj)^ 
fiores,  í^^Je  nos  jaiüxliian  eco  stis  luces,  jy;  recomiendan  ^par^,  con  ]f j 
I>tí.blíco  nuestra  Obra:  BaíUides  y  P<í/<?¿(oj^n  .flu,gíid¿d  de  ,SocJQf 
ProtéctoEes.  Tfidaví a  pues  gued^  sin  poder  Jíiarse  ,(;on  ce^ri^idumbrf! 
«r  Qt^ajero  de  ios  que  componen  I^l  Sojcieiú^  tr?iba jando  en  eli^^ 
Igualmente  debemos  advertir  qu^  el  .nqnntbre  asi^nsado  ^ 
Pon  Jacinto  Calero,  np  es  Hcrparíóflo  {.14):%  j)yijtS:g.unque^^,ste  §Qcip 
descubre  su  verdadero  notnbre  i  la  üenié  á^  la  qW,  .y  en  ,1^ 
ProípeCío  í  es  ánicatriénte  ptxr.qup  po  podía  quedar  ocultó  ,  quan- 
^f„.^5f^,5*    ^V-.Jüíf  ^^K^^^f^or    (corno    se  .expte^A    eji  ,Ia    misma 

-;      ^"^'•>    '/,'■    ',■     '   •.''^:  ■  iX  ''  ,       '         ■     '     Hit-         - 

'(  Í4J      Este  'ihíátrado    y    laHotiojO    Socio    se  Wla    a.uiílMé'  é^- 
picada  en   una  comisioa  honotífica  del  Real  Sejcvicio. 


^w 


^M 


Historia  para  que  adelántate  nuestra  suficiencia, y  en  cierto  moio  reuniese 

ep  sus  funcicnes  la  representación  de  toda  la  Sociedad  entera  :1o  que  nb'. 

fw.é  sino  estando  ya  rejueha  y  determinada  la  publicación  del  Mercurio.' 

i"  .  Pt^r  lo    demás,"  ños   lisonjeanios  de   que   en    el    Periódica 

S^^,  incluya,   para  que  el    Público    forme    un  concepto    exacto    dej? 
Mercurio  y.  sus  ■  Autores,,    un   rasgo  ^dictado  por    aqu«l    espíritu  de! 
imparcialidad  y  de  candor,  tan  necesario  en  quien   desea-   utilizai;! 
con    sus  producciones,    y    cuyas   leyes   son   pbr   consiguiente  el  alñ! 
ma    de  \a,  Sociedad.    Cumpliendo  con    ellas,'    produximos   el    juicio 
^ue  hacíamos  d^l  Periódico    y   de  su  mérito,  según  se   podia  cole- 
gir por  los  dos   primeros  números.   Pero  á  pesar     de    esto    parece 
ha  desagradado  al  sabio    patriota  que  lo  publica,  ei  que    hablan- 
do del  suefío   simbólico  de    su   número   2.    en    que    introduce  el 
elogio  de.  Ja  paz,;  hayamos  álcho:. pero   no  es  mas    que    un    sueño» 
Estos  son    los    términos  en  que  se  explica  en  una  Nota :  2Vo  cree- 
mos  que   los    Señores    Autores    del  Mercurio     Peruano    miren    como 
tosa  de    sueño   los    innumerables  bienes    que    describimos    acerca   de 
la  paz:   ni  que   la  establecida  entre   nuestra  Corte  y  la    de    Breia- 
ma  tien^    visos  de  peco  duradera,   ó    de    nada   ventajosa   á  los    Es" 
pañoles.  Quisiéramos  saber  el  verdadero   sentido  de  la  expresión  so- 
hré    que  hacemos  el  reparo. 

Repetimos  que   la  imparcialidad  y  la  moderación   hacen 
él  carácter  de  nuestras  producciones  :   y   con  este  no    es  compa- 
tible   ese    espíritu  audaz    que   osa  citar    á    un    temerario  examen 
Jas    determinaciones  de  los  Gabinetes.  La    expresión   en  su  sentí-"' 
¡do  obvio  y   natur^al   recae  sobre  el  mismo  sueño,  y    no    sobre    el 
objeto  que  en  él  se  elogia.  De  aquel,,  y  no  de  este  diximps  que  no! 
era  mas  que  un  sueño,  queriendo  signiñcar  que  el  bosque^  la  Deidad 
representante  de   la  paz ,  los    Personages  que  la  acompañan,  el  ve- 
nerable Anciano,  el  Discurso  que   se    pone    en  boca    de  este  ,  &c» 
todo  no  excede  los  límites '  de  una   ficción  poética,    desempeñada. 
«egun  las    leyes    de    uña.  rigorosa   y  exacta    prosopopeya.  Si    aun- 
esto    no  es  bastante,  decimos    que  los  bienes  de  la  paz  bien  pue-, 
den  llamarse  sueños,   en    qiiánto  el  resto  de  los  humanos  los  con-* 
cibe  tales,  posponiéndolos  al  brillo   falaz  de   las  victorias,  mientras 
su  legítimo  valor  solamente  es    conocido  del  Filósofo,  quien  lo  con- 
templa   en   sus    abstracciones  según    su    verdadero  aspecto:   con  lo 
c[üe  concebimos  quedará  suficientemente  satisfecho  el  reparo. 

'  ADICIÓN, 

^^'""l, ,    Quando  se   iba  á   publicar   el  rasgo  anterior  ,    recibimos' 
los   riutñeros    26   y   27   del    mismo    Papel   Periódico    de    Santa-Fe. 
En  la  parte  principal  de  entrambos    continua  el  Discurso    sobre 
pi?iyi3¿i  Isi-iSi  lab  nyñhúnoA  noj«jrai»-  **       -i 


ii 


^ 


i 


T'  ,*'  ''.rruFla    otra    poeía  junto  con  la  Carta  ,  cuyo  t*, 

Cartigena  3.  de  Jumo  áe   1791.  .,  ,:.^«í-í  .í_^í» 

S'Ífi;>,;iAu¿.  S-' PetiéáJco  de  Santa-Fe.S  Muy  Sefiot  tnío:  V» 
;o.S^t:íTuar.^,ue:..  dirigido  á^ü»^^  y 

fs,rp:nfaJc::,.x:"r4u¿rYoi^^^ 

So  .i  a^as^pe^yoa  ,u^  co»,pr»  ^^¿-^e  cada  d,a,  he^fraa^ 

TTm   tn^    ívvnteste     V  de  que   mis. reflexiones  corran  por  todas  par- 
Sresun^paí      de  let.a  desmolde,,  cuya  complacencia  me    parece 
S  la  mTL  que  puede  tener  sobre    la   tierra  ua  tujo  de    Adán, 
^írnassí^   precia    de  crítico,  como    verbi  graUc^  fe,    que   es  ¡o 
^ue  ^as  aíunda  e.  estos  xiem^s.  ^.  pues,  ---^,y-  -"¿f /- 
X  este  fíustp/que   le .  supücp,  con  la  mayor  humil  ación..  Ko  se,a 
rSm    tan'Sío   con  un  corresponsal  que  se.  le.  quiete  mtíoducir. 
sin 'mas  ir^fres  que.  el  andar  en  las.  manos   de  los  entendidos,  y» 
:^üe  ^t^^ti^po  que  anda  entre  Ips^pies  de    algunos   xdiota^. 
Así  lo  espero  de  su  bondad,  y   vamos  adelante.  ,j,;       u!   r.^^^ 
Se  acordará  Um.  que  en   la  segunda    m.a  le  d.xe  como 
landaba  su   Eeríódico    siendo  el    favorito  de    las ,  tertuh^as  .,  no   solo 
^le^i^^res'  sino   religiosas ,  sin    excluir  las  Monjas,  í^orquen^^cons- 
,ta  que   hasta  las  Legas  se  olvidar,   de   que  .lo  son,    teniendo    sus 
•  buenos    rato,  de  penodicantes,   v^to    el  dolor  es  que  un  solo  ex e ri- 
piar le  suele  servir   á  mas  de  cien   personas  ,  si  acaso  no  esa  una 
'  tercera   parte  de  la  Ciudad.  Cuidado  no  me   haga  Um.  la  injusticia 
de  Golocarm-é  en  el  númerg.  de  estos  .subscritores  o  arlequines   pe- 
riodistas; porque  aunque  soy   algo  Eclesiástico ,  no  he    exer^ido  to- 
davía las   funciones  de  Preste.  Pero  pasemos  a  lo  mas  importante. 
^       ^  •  En   una  de,  las  referidas  tertulias  (  y  es  la  mas  erydi- 

U  de  nuestra  indiana  Cartago  )  acaba  de  leerse  el  N.  4-  del  Msf^ 
"^m-i*  ~¥fru0no ,  que  también  nos  diviene  ai  mismo  tienipo   qjie  el 


'■-jftrjgr'.raKaí: 


»*  íKíií^iüs  ,Wb  lu  ec«a.Wím  ^up  fl  ¿a  «    (*/ 


to  r.í  cí^fectos ,  esiin  mgo  muy  fino  y  delicado;  en  <,ua^ 

^^f'íj"¿^5«  .aplaudiendo  en  la  Tm^       dicha  composición ,  entró  na 

íríf     ¿  *^Í  habiefTdoln  visto,  'sin  éfc^argode   los  elogios  que líilo-^t 

^an£^'^*'Í'°'^'7'"  íuese  á  vulgamarse,y  ée  tmte^U 
Ute  andarse    leyendo  pot  los  corrilíos,  o  cantando   por    las^  eallt» 

S.«Í4''''  PTuí'??"^  *^  ^  ^^^  chnstíana.^sto-n^s:íop! 
^hendró  ,  y  -fiabiferídofe  ^e^áido  Ja   razón  «n  qiíe  sé  forídaba,   «^ 

m  m^ciras;  pero  emre  todas  eka  fué  la  que  ñas  hizo  ínas  íuefza. 
..í  tí^    'V^    .^'^"^  d€  tittestra  Ley  y  de  nuestra  Moíat  «s  saa- 
J>  tiírtno.  Lejos  de  permitirnos  tidicuHiár  los  obktosde  la  Religión 
^>  nos  píecepróa  que   /«í  ma/    /^«fáí   :>?  del^en   tratar  san^Ln-' 
^íe.  En  nada  se    ha  de  abusar  del   decoro  y    dignidad,  con  ^mt 
-»  rros  mittda  el  Ev&fígeiío  -que  tratetíios  todo    Jo  «agrado.   Ab^ía 
;**  t^^s,  iTTorqtié  en   el  centro  del  Cferistianismo  se  íian  de  hac^ 
t*^  ^^^^^2^J  ^^^1^$^^^  i^nñ^msis   personas  de    fereaiías. 
•*^-4«3ps'^^deiZebedeo,  Elias,  Susana  &c.?.¿  Acaso  igWmos  <m 
»  son  unos  Santos  colocados  en  el  catálogo  de  la  Iglesia,  y  teñí- 
»  dos  en  mudhisiirta  Yetieractoft  sobre  las  Aras  del  Santuario  ?  Es- 
?<*^-*  *^^"^*^'^  "°^^"°'  y  por -tatito   indigno  de  dwcuiM  q4ie 
y  '^e;dtéft  serhe^átités  noiAbres  stíío  Jjaira   jubete,  y  no  para  eli»- 
I|'  ?fV^^?7^"  ^l  "^^^*^  bebido.  ¿Qué  dixeran  los  Hereges,  al  vfec 
.^.*^^    ^stbTS  ttán  ios  hitnttbs    con  ^e  hon^raba  nuestra  Poesía  \% 
^**   mémorta  de  los  Sant^?  En  fin,  ningnn  christiano  puede  ígnotóc 
"»  lo  mucho  que    hay  escrito  en  ia  Biblia   y  Santos  Padres  acer-. 
ir  ck  dé  éáre/pttfito.  Yo  dexo  de   Citatío  porque  hablo   con-  pét- 
»>  ióbás  insfiruidas.  W 

A  ¿i  -  •  ^*^*  >  *^*^^"^  ^®  dídho,  fué  la  parte  itias  notable  -áel  tvta^ 
mínientó  qtje  soé)re  la  ^lo^' hizo  rínestío- Eclesiástico.  La  Tertu. 

.^Ita  imediatáfhérite  íe  dítidró  én  dos  bandos  :  én  tino  se  sostenía 
'Ití^'^ícho,  y  eb'-étótío  wdu  lo  cóntratio.    Ha^a  las  Bsmas  emta- 

ron 

II  _ 

( * }    M  £5  ia  gue  ioseitamos  en  el  N.  ant^xior.  « 


As-.-^>-Z 


^\ 


ff4. 
focí  }«ii  «partido : -y  .potabr«vÍ3f  )a  qüéjtibrí;  íe -reduifo  á  una  apues-. 
tá  de  cincuenta  pesos^  pero  ba;íp  de  ««íta -condicjofi  :  ¡que  se    e^eri"! 
biese   á  los  Aca.iémicQS ,   Antotes  -dsl   Bíercurh  Peruano  ^  y  ral    d^ 
Periódico  .d«  Santa-Fe,  suplicándoles  «e  sirviesen  formar,  un:  Pijt 
carao,  sobre  dicha  materia,   por  considerar   ijíijiy  digno   de  Ja   ilus.-* 
tfacion  pública,  que  sa  írare  coa  tr».ÍA  la  critica  que  corresponde  «9 
aiunto  tan   intetesante.    A  aquellos  Señores  se   les   ha  e?cfitQ   cofl 
ki  'misnja  fecha  que  á  Uxn:  y   como  á   mi  se  me  f»a   nambradíO  ;{XQf 
ke  Tertulia   pata  esta  solicitud ,  repito  mi    suplica  ,  PTOtneti^.átdpjne 
de  su  atención  y  urbanidad  no  quedar  desagrado  en  una  cosa  ;.^MÍ<^ 
é'üm.  ie  es  tan. fácil,  y  tan  útil  .xm  solo  ú  notsetros,  ü^-áytodd 
¿1  Publico,  cuyo  objeto  es  el  de  «u  Papeí.  rv-ir    .'rs   cir-rn 

También  me  ba  parecido  conveniente  aeíjmpsñaffsa  otja  ¿^ 
«I,  que  sobre  la  misma  Déciioa  hiz<)  el  referido  íEclesiást ico,  csjt 
«I  fin  lie  iiesagraTÍar  en  ¡parte  los  respetables  «pjnbires^  ide  angusllfti» 
santos'  personases.  . Aquí,  aungae  ¡carece»©^  ¡de  Pí«tw,  7Abu«áiis*í^ 
dé  Críticos,  y  han  salido  mas  de  diez  docenas  poniéndoles  mil  fal- 
tas á  la  expresada  glosa.  Qüiáéramas  -íabér,  qué  sentía  Um.  acer- 
ca de  su  mérito,  porque  quizá  seria  este  el  único  medio  de  po*\ 
«Hiéraos  'en  paz,   .  '  -  '  *•>- .^ .- ^-.^^  ■ 

En  fin  Señor  Editor,  üm.  perdone  estas  molestias:  y 
ya  que  en  ninguna  de  las  txcs  anteriores  he  tenido  la  fortuna  de 
ver  contestación  de  üm.  áírvaae;  honEacme  conja  deviestíivl'iuier» 
por  la  d%nidad  del  arigumenco  que  la  motiya.  Dios  guarderá  Ura* 
muchos  felices  aóos  que  le  desea  su  mas  atento  jipaisionadlp  ístrrl^or.'^ 
Licenciado    Cawih  Cantu&so»  /..{9.iC  W---.  .,  ;;  (  -..-¡y       *^ 

S.'  .",;,'<■''  '  '"  /■'  :;• 
Entirémos  que  el  Autor  del  Periódico,  según  promete  al  pi« 
de  esta  ^  Carta,  se  haya  toma'do  el  tcabajo  de  responderla.  Poc 
lo  que  á  nosotros  hace ,  suplicamos  al  Señor  tertuliano  Licen- 
tiadi)  Canauexo  ^no  aumenie  &hs  hamhes  ioon  la  gener»s;id*4  4e  la 
francatura  del  porte,  con  motivo  de  escribirnos.  Hasta  ahora  jpp-  lo 
lia  «xecmado  faltando  á  su  palabra^  é  -sa-tisfecho  con  la  |im«¿-. 
dente  que  remitió  á  Sania^Fe  ,-  ó  arrepentido  úe  meterfie^  >cor¿#x- 
ponsal  om  hs  eruditos  ,  áao  .ser  que  tema  -quedar  .d«í^ayrad<> , 
siendo  su, correspondencia  con  Ja ^oaViai  tan  infeliz  contó  con. ííJros. 
No  obstante  nos  damos  pea  suficientemente  nQÚfícJtdos  .en  ,toda 
forma,  para  responder  .ai  traslado  idel  Ecksíáítico  en  .el  tjifewipal 
severo  ide  su  teriuJia.  Ikerario-crítica.  Lo  ..haremos, con  Jo  ojiftiDoi 
conteste  «i  Aitt©r.:íde.ia:  ©ácima  glosada,  á  .quien^fion .*ste  4^^- 


*77' 
críbimos,  como  reo  prircípal  del    sacrilego  atentado-   que    se    no»: 

imputa.    Emre  tanto  recusarnos   al  Actor,  por   incurso  en  el  mismo,- 

deíHto^  tafíto  ;  mas  Guipabiemence,  quanto  el   carácter   de   su   Estado: 

ló  übliga  ,   tr.as'qiire    á    ninguno  otto,  á  fratar    santamente. las  £9^\ 

s as    santas :  ú    no    seí  que  lo  indemnice    el   haber  compuesto    su. 

glosa    entre   sueños  V   ó  el   proüxo'  cuidado,  de -advertir  en  las   no^'' 

tas  la  alusión' que   sus  Décimas   tienen    con   ias  fábulas    déla  Mi-. 

tología    y  juntamerice    con  las  Historias  sagradas;  d  sea  la  escra'» 

|)Uít>sídad^  deíens€ñatn<5s    que  cantando   jeremías    se   entiende  proH 

fétlzáñdoies'  á  /ot   j^tíi/sf ,   para  i-que  ningún  .  niña    de    escuela   al, 

lóii'ieeí-'for.  los  -conillos,^ 6  cantar  por  las  calles  sus  v:zrsos  yi*  coi^ 

meta  el    gravísimo  error   de  figurarse. á.este  Profeta  entonando;  al 

mñ   de  la  iifa    de    Otfeo  ,    algunas  tiranas    ó  yoleras.   Incluicémos 

también,  su  px^esía,  para  que  el  PibÚco  itnparcial  pueda  reconocer  por 

'ífíí^inismo'-'si'en  ella  desempeña  el  fin    que.   se  propuso,  de  desor 

.hbtii'pi9rÍ&s  ,nspet{ihhs  -^mbrn  d?  a^usihs¿.  ftmtes  ^eumages»     .t 

ilst  ítm  ■í;5{ohn^.fin;-  í'>ít:-x)¡.  :  :  -•:;    ->:f¡£3   nsri  x  t  í^^^ií"^  *^ 

-i30£  .ñiü  ¡zi^noí   -^.-y,^  ^fWEÑO  POÉTICO' !;•    ^■■l!^'^^ny■>  .si  i.?*í 

.  "oq  ib  oíbj-xr.   ooir.u    i-    ;.         -  •     ■  ■^-      ,,'■'''■  i*' 

ÍÍÍSERTO  m  Et  INÚMERO   57,  J)^h  PAPBL  PERIÓDICO. 

^h    &niiin¡i   ^     <)■;;'--■   ■••.  DÉCIMA;     -í   :-'^    r.>f;-'--     ^>   >.^p   f^ 

¿r'M/píTecíthdo  !a  iíra  Orféó  ,        |  Llamó  i  la  cista  Susatiav    "^^^ 


,jíí"U  ¿Y»  cantando' jeremías,  ¿í 
•Jl^i^  'í  ''itíaylabárt  -unas  folias  *  ^-  ■-»- 
[         JLos  hijos  del  Zebedeoj 
ín  esto  el  Píos  Ji^nieiseo 


Que  asomada  á  ■  l-a  veijcanatí  lotí 


10*1 


:  :Se  rascaba •  la '  'tru.)llera.',' 

Y  la  dixo:   ¡quien  te  viera  ,  a 

Gran  Duquesa  de  Toscana.!  ;> 

,íjaybnoq¿&í    í*->  o[í-.r' iSL  0  SA.,-         ■                           --  •  > 


-nv);.!  o^-'ít'u7''.oí    iníi^i 


%.  nocfcé  al  sueño  entregado,    {  en  donde  ostentaba  el  arte 


'Atmindo,  me   pasrecia 
queen  medio  de  un  Prado  vi» 
H'n  Alcázar  elevado  í 
de   pinturas  adornado 
estaba  con  rico  aseo 
pero  lo  que  mas  recreo 
me  causó,  fué  un  lienzo  hermoso, 
en  que  aparecía  gracioso 
tacando  la  lira^  Orf^o.  ; 

Varias  cosas  ejccelente* 


i  mil   caprichos   diferentes  : 
Job   sus  dolores  vehementes 
lamentaba  en  elegías;         ..     .. 
pero   por  opuestas   viafi    *fc-ín9\ 
se  dexaban  ver  Edén,  - "! 

Egypto,  Jerusalen  ,  í 

y  cantando   Jeremías  (O* 
Atentos  oían   sus  trenos 
diez  Israelitas  ancianos,  .# 

I  sobre   el  pecho  las  dos  manos. 


I  y  los  rostros  muy  serenos 


No 


/ 


y'uño 'lá'C'á9a*de"ÜHses    *' 
en  su  centro  contenia  : 
Penélope  se  veía 
formando  de  lino  y  lana 
una  tela,   y  nada  vana 
bordaba  en  ella  á  jni   ver; 
tnas  gana  asi  una  Mugef    ■ 
q^tte  asomada  á  la  ventana  {6), 

A  Marsias,  el  que  á  Cibeles 
fue  acompañando  en  sus  viages, 
estaban  otros  salvages 
coronando  de  laureles  : 
Entre  rosas  y   claveles 
lo  vi ;  pero  mas  afuera   ' 
el  mismo  su  suerte  fiera 
maldecía,  y    muy  corrido 
al   pie  de  Apolo  rendido 
se   rascaba  la   mollera  (  7  ). 

A  este  quadro  otro  tambiea 
se  seguía  no  inferior, 
donde   ostentaba  el  Amor    \ 
todo  su   ardid   y  su  tren  :    ' 
El  Dios  Júpiter  muy  bien 
acreditaba  quien  era, 
convertido   en  lisonjera 
lluvia  de  oro:  en  fin   baxaticlo 
á  Dánae  venia  nombrando." 
y   la   dixo  :  ]  quien  te   viera  í  ^ 

La  Torre  de   bronce  fuerte 
á  esta  voz  quedó   rendida, 
y  comenzó   á  tener  vida 
el  que  dio  á  su  Abuelo  muerte.  .^ 
Pero  ¡  ay  Armindo  !  mi  suerte 
aquí  se  mostró   tirana: 
llegó  en  esto  la  mañana, 
cesó   mi   sueño  estupendo, 
y  yo  desperté  diciendo : 
¡Gran  Duquesa  de  Tose  ana  I 


■J4 


1^6  a'sí'Iós 'demás  /   ^Ué   ^^eirbs 

dé  apreciar  lais  Profecías, 

á   mundanas  alegrías 

sacrificaban   su   esmero , 

y  según   á  Jo  que  infiera,  '■'-',' 

iáylaban  unas  folias. 

.'Oh   espíritus  corrompidos! 
los   primeros  exclamaban 5  í  '■  .'^ 
w^s  no  por  eso  dexaban  '  *^" 
de  baylar  los  aturdidas   (  2  ). 
Entre   unos  bosques  floridos  , 
perspectiva  de  un  paseo 
muy   hermoso ,  vi   ua  trofeo 
de  dos  enlazadas   Sillas  , 
y  ante  él  puestos  de  rodillas 
hs  hijos  del  Zebedeo. 

Un  Cáliz  en   medio  de  ellas 
estaba  bien  figurado, 
y  entre  los  dos  rotulado  , 
Podemos  y  con    letras  bellas  (3). 
Acia  otra  parte  centellas 
csparcia  el  gran  Timbreo 
sobre   Aretusa  y   Alfeo 
ya  unidos  en  dicha  estable , 
porque   anduvo   favorable  ' 
«H  esto   el   Dios  Hymemo  (  4  ) . 

Un  quadro  grande  y   hermoso 
se  dexaba  ver   enfrente, 
de   pincel  muy   excelente 
y  de   asunto  misterioso. 
Allí  un  Pueblo  numeroso 
aplaudía   con   voz  ufana 
á   una  ?<luger  soberana  : 
y  est«   pasage  era  aquel 
en   que   inocente,  Daniel 
¡lamo  á  la  casta   Susana    (5). 

Mas  adelante   lucia 
©tra  porción  de  Países, 
í 

'(1  )     Cantando   Jeremías,  se  entiende  profetizándoles  á  los  Judfoi' 
ya' en  Egypto ,  y   ya  en   Jerusalen    las   grandes  miserias  que  habían 
dé  venir  sobre  ellos.  Represéntase  Edén  como  acordándoles  el  lugac 
de  stt  erigen,  perdido  también  por  el   pecado,  Aufi- 


dEil 


(  2  y  Auií^tif .  tlgutwj  huttm  f sraelitM  oían  res^ttcmament*  tt' 
Profeta,  los  mas  io  4éspre<:ia>*ni  fc^ciendo  poco  g»S0;  de  sus  :íQwtÍQf^ 
y  lamentaciones,  ,,    ,     ,  ...,  :....   j  ^  ;..,:■>-. .\-.f,       V' 

(  3  )     Alude  al  ^as»ge  de  t  Midre  de  los  ZebedéOs  (  esto  es  Sa|i^ 
Jüar»  y  Santiago)  quando  pidiéndola  Jesu-Christo  que  se  sirviese  co« 
locar  4 /US  hijos  junto  4  <^i  en  su  Reyno,  uno  á  la  diestra  y  otr« 
i  la  siíiíestra}  preguntándoles  el  Salivador  si  podrían  beber  las  amar- 
guras de  su  CaJiz,  respondieron  4[ue  si  podían;  Possumus. 

C4 ).  envidio  en  ei  lib.  4,  de  m&  Metamórfoseos  dice  que  Alfe» 
cazador  de  profesión,  habiendo  perseguido  por,  mucho  tiempo  á  Are- 
tusa'  Ninfa  de  Diana,  fué  convertido  por  esta  Diosa  en  rio  ,  y  Are-; 
tusa  en  fuente  ;  y  qne  rvo  pudiendo  olvidar  el  amor  que  la  tenia  , 
mezcló  sus  aguas  con  las  de  la  fuente  de  aquella  Ninfít,  la»  qua- 
les  corren  apaciblemente,,  por  Sicilia.  Por  esta  unión  se  dice  que 
liy  me  neo  (Dios  de  las  bodas  )  lea  fué  favorable, 

(  5  )     Se  sabe  que  condenada  Susana  por  el  Tribunal  á  ser  ape* 
dreada,  a  causa  del  adulterio  que  Je   imputaban  los  dos  ancianos, 
llevándola  ya  al   lugar  delsuplicio,  salió  Daniel  inspirado  de  Dio?^,, 
quieri  4  presencia  de  todos  probó  su   inocencia,   y  h   malicia  di  .• 
los  falsos  testigos  que   la  acasaban, 

(6)  E o  esta  Décima  se  instruye  á  todas  las   inuggres,  prin'- 
cipalmeníe  las  casadas,  qual  es   la  ocupación   mas  digna  y  deco-  , 
rosa  dé^  su  estado.   Propóneseles  el  esemplo  de  la  castísima   Reyne 
Pen^lope  ,  quien  en  la  dilatada  ausencia  de  su  marido  supo  triun* 
far  de  las  iiícitas  é  importunas  pretensiones  de  los  muchos  que  pro»: 
cufaron.  spduclíla ,   yaljéíídose  ,  del  ingenioso  ardid  de  entretenerlos" 
hasta'co^OcUiir   cififta^;teU  ,  en  la  qu al  deshacía  de    noche    lo   que 
trabájala  áe  di».,  En  esto  regresó  Ulises  del  Sitio  de  Troya  al  ca-;- 
bo  d§   inu<:hísimos  a^os  de  ausencia. 

(7)  En  Marsias  Sátiro  famoso  (  que  segur»  la  fábula  fué  aman- 
te de  la  I)íosa  .Cibeles,  y  la  acompañó  en  sus  peregrinaciones  );, 
*e^í?gi^í^.  un  ignora  rite,  que  preciado  de  sabio,  solo  (js  apJa«-aido  dft  :. 
Jos  idjoxas,  coíno,.;^l  Esíe  tuvo.  J^  ^$dac¡a  de  desafiar  a  Apo,b  i.  ver  :» 
de  ios  dó$  quieií  ;era  mejor  l^wc-05  pero  le;  eoáíóí«iUí  ,caí<^  í©s»  y 
vanidad,  ^porque  quedó   ve,ncido  afrentosamente. 

(  8  )  Figúrase  hasta  d-upde  llegan  los  ardides  del  amor;  y  que  en  tne» 
diando  el  ínteres  del  oro  queda  rendida  la  mayor  fortaleza.  Por  lo  qtiie 
mira  áia  fábula,  se  sabe  que  Actiso  Rey  de  Argos  sabiendo  pr.rel  Ora-  ; 
culo  qiie  tnorírla  3  manos  de  un  nieto  sujo,  ma.ndó  encerrar  á  Dánae  su 
lípjta  bija  en  una  torre  de  broncej  pero  Jupití'ir  que  estaba  enamorada 
df,  la  Princesa,  se  burló  de  todo,  basando  trasformado  en  lluvia  d^  otOé  ■■ 
Eréctiv.ameAte  engendró  á  Pqíágo,  q«iea  desj?^es.cumpii4  la '^Eedie*'. 
cüdá  déí   Oráctilo.  ,,  ^      ,     .    .. 


f^^¿?^v^=)-. 


*^  'i-^ 


p    Núm.    89.    3  .;.„.. 


Tól.    lJÍ9* 


K-  ! !  I 


MERCURIO  PERUANO 


PEJ.    día  IX).  PE  3M0VÍEMBRE  DE    X79»*         0 


CARTA  REMITIDA  PEL  VALLE  DE  CAÑETE    SOBRE  tA 

propagacian  ,  sieipbta  y  plantío    de    ios  Cedros.- 

SEÑOmS    ACADÉMICOS,  '';'^ 

Al  yer  en  el  Mercurio  del  r«  de  Septiembre  ,  .<í«e  U  genew 
sidad  de  Vras.  esúmulada  del  zelo  por  ía  felicidad  del  Perú  se 
-avanzas  ministrar  el  mayor  •  alie  Léate  en  el  premio  á  sy$womo- 
lores,  singu lame nte  en  el  gran  asunto  d^  los  caminos  i  barí; «n- 
Uba  yo  qu§  sji  espíritu  es  mas  glgafMe  que '  lo  qué  apaíece;  pu|5 
siendo  tan  respetable  cocno  sabád«>  ^1  adagio  r  In  agendts  a  Jad* 
lioribus  est  incipjendum  ,  ^m^,  quieren  extremarse  con  la  cosa  4 
m  ertieuder  mas  ardua,  que  á  -los  grandes  talentos  ofrece  la  eoíis» 
títucion  natural  ,  política  y  civil  del  Reyao.  Parecíame,  pues,  de, 
bian  Ci0.níraeíse  á  algunos  &sijoios  d.e  mas  £á£Ji  h^cknn  ,  sunqu« 
00  füjesp  de  ítan  yniversal   imeTes;, 

El  hallarme  de  presente  disponiendo  el  terreno  para  uií 
plantel  de  Cedrcg  en  la  hacienda  de  m  r^idejicja ,  me  trae  un 
exempU)  A  h  m^^w  ,  c^ue  pjudier^  ser  x.bjeto  de  la  propuesta.  Xó 
^e  íengo  e.xp.^rim€r.ta.io  ce  este  .precioso  árbol,  que  ya  no  es  pa-^ 
ra'i^osotros  exótico  (  «  ) ,  me  ha  feecho  desear  muchas  veces  qiio 
ce  propagjue  por  todas  partes.  Que  Vms,  entraran  prome£ie«do  si»- 
^  ^.  ;    ,    -      K  -5   -■  ^     ,  Pre-      ^ 

,  (  I  )  Ah0.f?i  30  gñp?  se  reputaba  por  tü  ,el  Cedro;  no  habiendn 
en  Lima  sino  el  que  está  en.  el  Santuario  de  Cochatcas,  áp  quiea 
«e  ignoraba  su  especie,  y  utubiea  $u  edad. 


mt 


\Bi,    '  '  "~    "■""■"; ^ j ■^v;. ~~ ,.,, .    .  — 

..premio  á  los  que  criasen  en  sus  terrenos  mas  námero  de  Cedr^ 
3ena  una  cosa  muy  análoga  á  lo  que  todas  las  Soledades  de  ¿T'- 
ropa   han    propuesto  de.de  su  origen  ,  deseosas  de  ^ Ira^^^^^^^ 

^cultura   coa  los  árboles   mas   útiles  ,  ó  provincianoró  ex  ran.tr^J 
i  Quien    ,gnora   que  la  Agricultura  es  un   ramo  el  mas     prS¡ 

tque  debj  promoverse  en  todos  los .  países  ?    ¿  Quien    que  los  3 

ies  y  arbustos  son    casi   de   primera  necesidad  róol   vemos    qí^^ 

"t.n2  n       v''-'^  ^'""*  '^  "^^^"'   y  lo  ^'^^^   para  que   nos  S! 
Ten?  De  ahí  viene,  que  en  todas    partes  se  incube  en  el  cu  i 
:^o  y  cna  de  ellos.  Aunque  la  Naturaleza   no  nos  ha  negado   c^ 
nio  en  otras  partes  lo  que  llenan  estos  últimos    destinos  fuero  Tí 
Jos  que  respectan  al  primero.  No  tenemos  maderas  en  estos^"alles 

^Í  rebr"hrr"'"'''V'"i'    "^  -nstruir  nuestros  bSümenos 

«irn    S  rífJ^         '  '"^^  ^'  ^^"""'  y  ^í  ^«bido  precio  que 
exigen   ios  costos  de  su  trasporte. 

Por  todo  pues  debíamos  anhelar,  y  no  negarle  á  núes. 

tro  suelo  unas  producciones  que  nos  brindLfa    benéSo  en    X 

tiempos,   y  sería  un   venturoso  recurso,  principalmente  en  las  «- 

dkas   en'^^rr  '  '"'  ''  ^^^^^  ^"^  ^^^"^^-^  '«  ^-»  observado  pefS^ 

cía    del    Reyno    ba  podido  reparar  tantas  veces  á  costa  de    cflu¿ 

dales   inmensos    que  antes  tenían  sus  habitantes;  ya    en  lo  vent 

dero  no    podra  verisímilmente  ejecutarlas   por    la   gran  decaden* 

c,a  a  que  ríos  han  reducido  los    tiempos.    No  tenemos  pues  ex^ 

penencia  del    Roble,  del  Alerce,  del   Caobo,   deT  Pellín     Raulí 

y   otros  ^ue  ordinariamente    remedian  nuestras    urUíias     v    oor 

t^  Me  be  contraído  al  Cedro,  del  que  ya  se  Tn  hecho  vaSS 

y  favorables  tentativas,  j  OxaU  s,  hicieran  de  los  demás  que  ac^ 

^odan!  como  se  hace  en  todas  partes,  y  vemos  se    ha  verificas; 

con   tan  buen  suceso  en  México  con  nuestro  Molle  que  fué  del 

Perú,  en  Madrid  y    Aranjuez  con   este    mismo,  con   los  Chopoi 

^ntrarío  clima  el  nuestra  l^ll7rí^ 

muestro  ^garrobo  ;^  que  es  regular  se  logre  allí  mejor  que  eí 
Vizcaya,donde  las  Actas  de  su  Sociedad  dicen  que  va  cTedendo  (.  )T 
ira,  r..U»t!^  '^  contenido  á  Vms.  la  natural  inacción  de  nuei- 
tros  pacanos,  ^«e  4  vista  de  la  benignidad    de  su  suelo ,    pronto 

"  siem- 

i   {z)    ÉKtact.  áel  año  de  1787.  " 


^mpre  ^Jií^pedar  y  nutrit  Us  phmtó  tiñr  ftftgttnu' y  extra* ^ 
fi^s,  quiere  neciamente  carecer  de  sus  provechos ,  ó  sacrificar  et: 
dinero  quando  las  necesita,  mas  bien  que  verter  una  gota  de  su-' 
dor  por  hacerlas  doméstica?,  y  el  desahogo  en  sus  mayores  trabajosa 
Dóyles  á  Vms.  la  razón  en  esto;  porque  quien  tanto  pospone  ¿ 
no  tomarse  fatiga  tan  gustosa,  no  le  moverán  los  premios  de  in*" 
teres  y  honor  de  una  Sociedad  :  pues  aquel  siempre  es  corto  á 
la]  ícomun  codicia,  y  este  es  una  especie  dé  honor  que  en  nues- 
tros paises  no  ha  jurado  aun  domicilio.  Desisto  pues  por  ahora 
de  exigir  de  Vms.  una  propuesta  como  esta ,  por  lo  dicho  y  por 
otras  razones  ^ue  me  ocurren  >  y  no  se  esconderán  á  su  sabia  pe- 
netración. 

Pero  no  puedo  menos  que  decir  algo  sobre  la  entidad 
del  Cedro ,  terreno  que  puede  ocupar,  y  utilidades  que  puede 
producir:  concluyendo  con  el  modo  de  sembrarlo,  plantarlo,  y  aun 
trasponerlo  á  partes  distantes;  para  que  excitada  Ja  curiosidad, 
y  con  esta  la  emulación,  tal  vez  se  logre  que  algún  dia  se  pro- 
ponga  oportunamente  el   premio  sobre   la  multiplicación. 

Han  dudado  algunos  si  el  Cedro  Americano  es  un  mis- 
ino con  el  del  Líbano,  Fenicio,  ó  Asiático;  y  á  mi  entender  no 
simbolizan  en  otra  cosa  que  en  la  elevación  y  frondosidad,  y  aU 
giin  tanto  en  sus  semillas  ;  diferenciándose  en  todo  lo  demás.  El 
Cedro  Asiático  indígena  de  la  Arabia,  es  una  de  las  especies  del 
Pino,  y  por  tal  colocado  por  los  Botánicos  con  el  nombre  de 
■  Finus  CedruT  en  la  clase  de  las  Tplant&s  Momecias  Monadelfias  {  i)t 
es  su  fruto  Coniforme  como  los  demás  de  su  género,  y  resinoso 
hasta  en  su  semilla  :  qualidad  que  impide  el  propagarse  á  largas 
distancias,  como  se  ha  visto  por  Jas  repetidas  veces  que  ha  veni- 
do ai  Perú,  sin  que  se  haya  logrado  su  germinación;  como  ni 
tampoco  dt  otras  así  mismo  resinosas  ó  balsámicas.  Nuestro  Ce- 
dro tiene  carácter  diverso :  pertenece  á  la  clase  de  las  Pentandriar 
^ouogimas  (4):  su  fruto  ^i  homhidforme  Whte  de  escamas,  y  su 
lemilla  alada,  ó  á  manera  de  una  ala  de  escarabajo  ,  en  cuya  ex- 
tremidad inferior  contiene  su  pequeña  almendra  aplanada.  Por  es» 
ta  circunstancia  corre  la  misma  suerte  que  la  otra;  pues  todas 
las  semillas  aladas  por  demasiado  endebles  ,  y  oleosas  fermentan  y 
se  enrancian  prontamente;  y  mas  quando  se  extraen  de  su»  cap- 
sulas, 

'  '  — * -  -  i-iii-ni-  p    ::    :  -1.     ':'  ■    ¡,  ííui 

( 3 )     Lin.  Spec.  Plant.  Cías.    si.  pag.  14»* 
<4 1    Id.  Qias.  s..  Píig.  ai^a» 


■I 


sulasj  ó  estas-se  retiene» -aMeí-ta 3.;  L««  jogos  cíe!  CeSrú  non  fétícfó»^ 
y  acres,  nada  guiñólos  ,nr  resinosos,  y  con  todo  cortada  su  ma- 
cera en  tiempo,  y  entrarído  en  sequedad  adquiere  ona  fragancia 
prodigiesa,  qu-e  como  si  otro,  le  da  el  rango  de  símbolo  cíe  la 
incorfuptibükiad.  I>8  la  qaalidad  de  su?  sales  procede  también  sti 
,  Sotkíez  ,  su  loíania  j  su  corpulencia  y  su^  duraciotr  ,  que  se  man- 
ean é  interrutfípen  en  los  demás  arbole?  y  plantas  por  los  insectos, 
enemigas  de  todo  lo  fétido  y  aromático.  El  Cedro  descuella  se- 
ñoreándose de  todo-:  su  pompa  y  su  elevación  encaman  :  crece, 
y  se  engruesa  á  medida  del  tiempo  que  ss  le  permite  vegetar : 
y  si  al  Roble  le  dan  de  vida  io^  observadores  3^50  años,  al  Ce- 
dro no  hay  quien  se  la  haya  averiguado;  y  por  mas  que  aquel 
ensancha  su  volómen  ,  nunfca  puede  igualarse  con  este,  del  que 
ordinariamente  se  hacere.  bunques  {  S  )  y  canoas  muy  grandes 
de  una  sola  pieía.  El  que  refiere  el  Padre  Acosca  de  Tlecocha-^ 
iaya  tres  leguas  de  Oaxaca,  tenia  t6  brabas  de  circunferencia  de 
SU  va'^e,  y  12  en  el  tronco;  y  no  es  medida  disforme  para  la  de 
otros  que  nos  cuentan  los^  taladores  y  viageros, 
,. ¡'  Su  elevacií^n  es  según   el  sitio  en    que  se  le  coloca,   6 

Jos  árboles  de  quienes  está  acorapanadoi  Estando  solo  en  descampa- 
do  crece  á  un  tamaño  regular,  y  á  veces  escaso   y  no    ageno  de 
brotones  ,  buruletes  y  corvaturas  ,   tanto  que  en   su    mesquindad  y 
desgreño  parece  que  llora  su    soledad.    No  es  así    quando    se  vé 
acompañado    aunque  sea   de   los    árboles    mas    gigantes  :    entonces 
parece  que  se  reviste  de  «na  sensible  emulación :  crece,  se  engro- " 
«a,  y  con  rectitud  y    magestad  se  eleva  sobre    la  cima   de    todos, 
como  sí   pretendiera   el  Imperto   universal  de  los  vegetales.    Así  se 
ve  en  qualquiera  de  las  montañas  que  habita  ,  sobresalir  á  todos; 
y  en  nuestros  valles  no  falta  una  que  otra   experiencia.   La  cau- 
sa física  es  ;  el   Cedro  consta  de  solo  raíces  laterales,  lomeras,   y 
muy   amantes  dé  la   humedad :  esta^,   como  su  tallo,  son  poco  elás- 
ticas ó   vidriosas ;  y  estando  en  soledad  ó  descampado  ,  el   sol  le 
toba   los   jugos,  apretando  á  un   tiempo  sus   tobos   capilares  (  6  )  ; 
y  el  ayte  lo  combate .  de  modo,  que  no  dexa  sosiego  á  la   propa* 

gation 


ñÉttAAHáfiOS 


,mUi0SSti^'-mtmímm»*ma^  mm. 


(  5  )  Bn  lá  Chacatjtlá  de  lá  Buerta-muerteque  está  en  la  Ma?- 
ialena,  hajr  una  pieía  de  estos  que  tiene  de  largo  s  y  f  varas, 
4e   ancho    1    y  f ,  y  de  alto   i  .y  sesma. 

(6)     Un  árbol  q^ue  se  halla  cesguacdaio  del  sol |  y  que  tras* 


ím 


j^á^cton  áe  fas  Táícesj  ¿fesqulcíártáoTas  áe  Tos  centros  a  q«e  caminaií 
y  de  donde  han  de  percibir  su  nutrimento  ,  y  tronchando  no  pty- 
Cas  veces  el  vastago  que  descuella  debilitado  por  la  niistna  causa  (  7  ). 
Así  es  necesario  que  vuelva  á  rebrotar,  y  lo  que  le  fuera  favo- 
rable, sí  se  hallara  cercado,  para  empujar  con  mas  vigor  por  el  qué 
han  aumentado  sus  raice?,  es  causa  aun  de  su  aniquilación  en  el 
desamparo;  por  sucederle  otra  f  muchas  veces  ío^  que  se  dixo 
antes,  hasta  que  perece,  I>iré  pues  lo  con:lucenie  á  este  reparo. 
Ko  sucede  así  quando  acompañado  í  entonces  impidiendo  los  in- 
inediatos  el  violento  choque  deí  ayre  y  ia  vehemencia  del  caloE 
del  sol  ,  de  este  recibe  lo  que  necesita  sobre  el  calor  subterra- 
reo  que  hace  de  agente  en  todas  lás  plantas  ;  y  del  moderado 
ayre  ambiente  absorbe  blandam-^mc  h-?  partículas  substanciosas  quo 
ayudan  á  su  nutrición,  y  que  anhelándolas  en  raion  de  lo  que 
«e  aumenten  sus  hojas  y  sus  taUo-;,  trepa  por  percibirlas  de  lle- 
no sobre  la  cima  de  los  dem'as  árboles  que  desde  luego  no  tie- 
nen la  textura  y  mejor  proporcian  de  poros  que  se  advierten  en 
el  Cedro.  .         , 

La  Madera  y  fruto  de  lo-?  árboles  son  él  estipendio  de 
las  fatigas  del  agricultor:  y  aunque  del  de  nuestro  Cedro  no  se 
'hace  ninguno  de  los  varios  y  muy  útiles  usos  que  de  los  otrosj- 
pero  no  carece  de  utilidad  ,  y  en  algunos  casos  puede  Valer  aura 
la  vida  de  su  dueño.  La  semilla  del  Cedro  tiene  virtud  emética, 
y  de  seis  ú  ocho  de  sus  pepitas  machacadas  y  desleídas  en  agua, 
se  forma  un  vomitivo  eficaz  ,  suave  y  seguro,  como  se  puede  vec 
en  el  Florilegio  Medicinal  dispuesto  para  las  gentes  del  Cainpo, 
El  jugo  de  sus  tallos  recientes  hace  el  mismo  efecto :  enseñando 
'Ja  experiencia ,  que  sin  mas  diligencia  que  masticarlos,  se  remue- 
ve el  estómago  y  provoca  la  náusea.  Pero  la  madera  es  á  tocias 
luces  la   mas  estimada    por  la   variedad  de  aplicaciones   que  adrni* 

te. 


pira  poco,  conserva  por  largo  tiempo  la  humedad  que  contiene^ 
y  tarda  mucho  tíias  en  endurecerse  que  otro  que  esté  muy  ex- 
puesto al  sol ;  y  se  observa  constantemente,  que  los  árboles  de- 
fendidos del  sol  brotan  con  mucho  mas  vigor  que  los  que  están 
expuestos  á  sus  rayos.  Duham.  Física  de  los  Arboles  Tom.  2. 
'%,.  4.  pag.   51.  de  la    trad.  Española. 

(  7  )  Véanse   con   Duham.   los  Elementos  naturales  y   chí  micos  de 
Agticultura  del  Conde  de  GuUlenberg,  Trad.  ds  Oitega  eap.  4,  j 


I 


te.  Ella  es  la  primera  qye  se  dedica  al  xuxk  y  ornato  ác  los  Tein« 
pío  ,  emulando  al  antiguo  Setin  de  los  Orientales  ,  que  tanto  pa^ 
l>el  hizo  por  elección  de  Dios  dictada  á  Moyses  en  la  construc- 
ción del  Arca,  del  Testamento ,  del  Tabernáculo  ,  de  Jas  Mesa? 
de  la  Proposición  y  Candelero  ,  en  todas  sus  vectes  ,  en  el  Al- 
tar de  los  Timiamas ,  y  el  de  Jos  Holocaustos  ,  en  las  Colunas  , 
y  Oirás  piezas  que  se  refieren  en  el  Éxodo  (  g  )  .  Los  Rabinos 
«atendían  por  el  Setin  el  Cedro  de  que  hablé  antes ;  pero  Ala?, 
pide  citando  á  San  Gerónimo ,  y  los  70  dice  ,  que  era  una  mafc- 
dera  incorria Rtible  ,  y  que  siendo  ligera  excedia  á  todas  las  de^ 
toas  ,  no  solo  en  la  fortaleza  y  solidez  ;  sino  en  el  lustre  y  her- 
piosura  que  Je  dada  el  pulimento.  Dice  también  ser  de  un  árbol 
altísimo  que  se  cria  espontaneo  en  los  bosques,  de  que  se  corta- 
fean  tablones  muy  largos  {  9 )  ,  No  es  fácil  se  encuentren  carac- 
teres mas  propios  en  otro  que  en  nuestro  Cedro;  que  si  no  po? 
elección  de  Dios  como  pudiera  probarse  de  esta  y  otras  circuns- 
tancias ,  á  lo  ratínos  por  la  conformidad  de  accidentes  que  le  haa 
encontrado  los  hombres  ,  el  es  el  destinado  á  servir  á  la  construc- 
ción de  los  Tabernáculos,  estatuas,  retablos,!  col  u  ras ,  mesas, 
y  demás  utencilios  de  las  Iglesias  y  Oratorios.  No  están  limitadas 
$  solo  este  servicio  sus  nobles  qualidades  :  se  hacen  valer  con 
preferencia  en  la  Marina  ,  j  es  notoria  la  excelencia  de  nuestros 
IB^xeles  sobre  todos  los  ¡que  surcan  los  mares  por  solo  este  moti- 
vo,  Él  sjrve  á  nuestros  muebles  mas  exquisitos  ;  y  sabemos  la 
predilección  con  que  lo  yen  los  Artistas  para  el  ensamblage,  tallas 
y  relieves,  Sólo  el  valer  tanto  le  niega  entre  nosotros  otras  m^- 
ehisím^J  dedícacipn;ps  5  pues  si  abundase  como  pudiera ,  servirla  á 
la  construcción  y  reparo  de  nuestros  bastimentos,  á  las  fábricas 
fir  nuestras  casas  y  de  nuestras  oficinas  ,  y  aun  para  los  caxo- 
nes  de  trasporte,  como  sucpde  en  Cuba,  Panamá,  Huánuco  y 
Otjros  lugares, 

]S¡p  es  posible  qye  como  en  estos,  prospere  en  nuestros 
valles  y  .encañadas ,  donde  no  pueden  salir  espontáneos  i  falta  de 
las  lluvias  5  peto  habiendo  ríos ,  manantiales  y  acequias  con  que 
fertilizar  h  íí.erra  ,  con  mwy  poco  trabajo  pudieran  mas  que  me- 
«Jianapsent?  criarse.  No  halla  donde  el  perezoso  :  pero  tantos  r i n- 
fpnp9  que   ocupa  el    ícho  y   ei  carrizo:    tantas   hondonadas  llenas 

de 


(8)     ^.xod,  Cap,  35.  et  seqq, 

{9)    Ym^  QQXn^k  Alapide  sobre  est?  l^u^ar. 


■.>M 


,áe  paxiro-bobo,  y  otros  inátiles  matorrales  que  hacen  la  comm 
guarida  de  ladrones  ,  facinerosos  y  cimarrones ;  las  tierras  reve- 
nidas ó  muy  húmedas  de  que  se  apodera  el  gramalote  í  las  mar- 
genes  de  nos  y  acequias  que  se  pueblan  de  sauces,  chucas  ^ 
otros  arbustos,  ¿no  pudieran  estar  llenos  de  Cedros  ?  5  Guanta  utí^ 
Jjdad  reportarían  de  esto  los  dueños  de  las  Chacras,  qul  aumen* 
tase  la  de  los  frutos  ordinarios  de  que  siempre  viven  quejo* 
«o&  ó  por  su  escasez,  ó  su  mala  salida?  ¿Los  dueños  de  la  gran^ 
quebrada  de  Caballero,  la  de  Sisicaya ,  los  de  Pachacamac,^Lu^ 
tía  y  otros  sitios  semejantes  tienen  poca  proporción  ,  para  sim 
perjuicio  de  Jas  tierras  labrantías,  hacer  planteles  de  Cedros  que 
con  el  tiempo  les  diesen  un    crecido  caudal?  Aun  no  ha  faltad© 

.1^^!  A^"n  ."^  ^^  í^"?'^  ^^  ^°  'l"^  P"^'^^  ^^"^'^  «'n  monte  ar- 
tihcial  de  Cedros  ,  le  hallaba  al  producto  muchas  ventajas  res- 
pecto de  las  que  daría  un  terreno  plantado  de  caña-dulce,  ó  de 
«ro  qualquier  ramo  de  nuestra  Agricultura  (lo).  Per.  no  ha* 
blemos  de  esto^  siendo  tan  arduo  ver  un  exemplo  práctico  que 
al  paso  que  desengañase  ,  pudiera  excitar  la  codicia  ,  ó  la  faísi- 
B»  coo  que  aqm  se  hacen  todas  las  cosas. 

Se  concluirá   en  el  Mere,  sig,  • 


(  lo)  El  Excmo.  Sr.  Virrey  Don  Manuel  de  Amat,  calculando  las 
Taras  cubicas  de   terreno   que  contenían   las  Haciendas  de  S.  Tuan 
y  Villa     que   fueron  de   los  Jesuítas,   y   los   pies    de    Cedro    quí 
podían  plantarse  :  la  entresaca  que  podia  hacerse  desde  ij  años;  1»  . 

I?vn  f ,  «  T^f'^  *^   P''^'°    "°"^""  ^^^  '«l'íe  forastero,  y    poj 
aiayor  la  leña  de  los   esquilmos  desde  el  quarto  año  con   la  del  tier^ 

^Lí      """"T'  I  '"  P''^'''  ordinario,  ahorrando  al  dueño   las    do. 

raen  lafHt-  %"'rV^-'"^'^  ^''   ^^''^^'   ^   contingencias    qul 
traen  las  Haciendas  de    Cañaveral,  sacaba  á    favor  del    dueño    ul 


m 


CONTINUACIÓN    Á    LA   LISTA    DE    SEÑORES    SUBSCRI 

tores   al   Mercurio,     Peruano. 


:-T 


^.-^   -f     •  !•>  , 


La   Señora  Doña  María  Luisa   Ezterripa  ,•  Camarista  de    la  Reyni 

Nuestra   Señora  ,  y   Presidenta   de   Quitói"  " 
El  Excmo.  Señor   Don    Luis  de  las    Casas  ,  Teniente  General    d 
los  Reales  Exércitos,  Gobernador  y  Capitán  General  de  la  Ciuda 
de  la  Habana  ,  é   Isla  de   Cuba. 
El  IMmo.  Señor  Dofl.  Don  .Francisco   Maran  ,  del  Consejo  de  S 

Magestad  ,  Obispo  de    la   Concepción  de  Chile. 
Señor  Don  Juan  Bautista  de  Aeta ,  Oficial  Mayor  Intendente    ( 
la  Real  Renta  de  Correos  de  la  Ciudad  de  Santiago  de  Cbil< 
Ceñor  Don  Francisco  Arroyo. 

Señor  Don  Juan  Fermín  de  Errea,  Capitán  de  Caballería  de  los  Re 
les  Exércitos ,  y  Teniente  Coronel  de  las  Milicias   del  Re^ 
miento  de  Arequipa. 
Señor  Don  Francisco  de  la  Fuente   y   Loaysa,  Caballero   de 

Orden  de  Santiago ,  y  Coronel  de  Milicias. 
Señor  Don  Gregorio  Josepii  de  Barrañao ,  Juez  Real  del    Partí 

de  Carangas. 
Señor  Don  Manuel  Joseph  de  Veleí,  Ministro  Tesorero  de  la  Re 
Caxa  de    Carangas.  j| 

Señor  Doa.  Don  Joaquín  de  Barragan ,  Cura  y  Vicario  del  1 
UQficio  de  Totoxj^^ 


i     Nóm.    9 o.    _^ 


Fol.  .iyE^« 


MERCURIO  PERUANO 


DEL    día   15.    DE  NOVIEMBRE  DE    1791 


CONCLUYE  LA  CAÍITA   RF  MlTlDA  ÍOEL  VALL15    DE  CA- 

"    nete  sobre  ia  propagación,  siembra  y  plantío    de  ios  Cedros, 

^  L  máyór  fncónv^eriíente  que  esto  tíéné  i  »ei  ét  tíeiTipo  y  'cff-» 
cunstancias  que  se  juzgan  necesarias  páfa  que  Ifeguen  los  Ce- 
dros ei  estado  de  ser  útiles,  y  las  preoCupacioneí?  que  se  pa- 
decen en  lo  general  acerca  de  éstos  plantías.  El  Cedro ,  dicen, 
fía  menester  muchos  años  para  crecer  ,  y  entre  tanto  ,  j  <?ue  daü? 
¿Quien  vive  tanto'? ^j  Quién  coínpratá  una  madeía  que  na'da.  va- 
le ,  pues  ño  es  el  Cedro  cfíello  como  el  del  comercio  de  la  otra 
Costa?  Todas  estas  ■  ^roposicionjÉs  ,  y  otras  de  su  calaña  que  o¡- 
«ros,  son  hijas  de  la  pereda  ,  de  la  tReiquíridad,  y  de  la  afectada 
ignorancia  que  ordinariamertte  ánima  á  nuestros  connaturales,'Es- 
^á'^jiien ;  ¿Con  que  ei  espítim  del  hombre  que  siempre  vive  de 
la'espeTariza ,  no  alca'n'zará  á  tnanteneria  mientras  que  crece  urt 
árbol'?  ¿El  hombre,  pOp  la  tíiayor  parte  símbolo  Segur©  de  ía 
evangéiica  higuera  íiifructíféra  ,  no  ha  de  sufrir  tronco  que  desde 
^e  lo  planta^' tto'íü^ adule  con  sus  próveehos  ?  Ni  el  íústica 
más  zafio  llega  á  pensar  así,  *Y  si  tan  limitados  contempla  los 
pl^^^s  ^á  Su  vivir  ,  para  que  tanto  engolfarse  er¿  las  ádquisícioneí 
perecedera!»  ?  ¿  Para  que  es  fincarse  ,  comprar  terrenos  ,  y  fundar 
Jíáyorazgos' ?  "Ño  "nos  engañemos  "El  primer  objeto  del  liombre  na- 
tltital- es  stj '  conservacitim  áuvidá  no  es  mas  que  una  ansia  de  per-» 
pfetüarse  en  "  siu  fama  ,  en  Su  descendencia ,  y  en  las  obras  de  s-ix 
talento  y  de  "sus  manos  ;  lo  que  hace  el  mayor  argumentóle 
la'-ijjmbrtalidad  de' su  alrtia.  Pues  si 'es  conforme  también  -  á  la 
iMímíkléza  ^píepéndéí  ^á  los  -Tiládi&s  -^ue  nes  GOndmcen   i  aquellcxí 


fines ,  ¿  para  que  es  excluir  áe  ellos  el  pTtntío  de  árboles  que 
ha  prosperado  á  tantos?  ¿Pata  qué- descartar  á  los  Cedros  quan- 
do  por  tardíos  no  quedan  incapaces  de  ser  pábulo  á  la  vida , 
substentáculo  á  la  vejez,  herencia  de  los  hijos  ,  y  placer  de  los 
sucesores  ?  Quando  esto  no  fueran  por  su  larguísima  duración-, 
quedaria  en  ellos  un  padrón  de  inmortalidad  para  sus  primeros 
dueños ,  haciendo  vivos  los  ©ficios  que  á  los  héroes  hacen  después 
de  cortados  en  sus  mausoleos  y  en   sus    estatuas. 

.  Pero  esto  no  llena  :  responderé  de  otro  modo.  Los  Ce- 
dros han  menester  muchos  años  para  crecer ,  si  han  de  ser  ro- 
tustísimas ;  y  siglos,  si  se  imaginan  como  el  de  TIecochabaya  s 
pero  no  si  han  de  crecer  como  los  demás  árboles,  excepto  los 
sauces.  Aun  digo  mas,  que  descontando  á  estos  y  al  mora!,  no 
encuentro  de  los  conocidos  otro  que  tanto  se  aventaje.  Yo  mismo 
que  vi  plantar  los  primeros  al  Padre  Fray  Joaquín  Gómez  en  esa 
Recolección  de  San  Francisco ,  los  he  visto  cortados  ,  y  labrados 
de  ellos  un  retablo  para  su  Iglesia ,  una  caxoaería  para  su  Sa- 
cristía ,  y  otras  piezas  de  escultura  (  n  )  .  En  la  Hacienda  de 
Casa-blanca  de  Padres  Agonizantes  de  este  valle ,  el  Hermán© 
Francisco  Pérez  tiene  labrados  varios  muebles  de  u  o  que  él  mis- 
mo ayudó  á  plantar  entre  otros  que  viven  muy  frondosos  j  y  en 
el  intermedio  han  dado  muchos  esquilnaos  para  leña.  Este  exem- 
plo  (  y  permítaseme  esta  digresioncilla  )  debia  estirauíar  á  todos  los 
hacendados  á  quienes  una  vara  de  madera  cuesta  ai  doble  que 
en  el  Callao  ,  por  la  dificultad  del  acarreo  y  conducción  ,  con- 
viniéndoles además  para  qualquier  reparo ,  tenerla  á  mano  ,  y 
Bo  sufrir  las  duras  fonseqíiencias  de  la  tardanza ,  del  tramonte 
de  ellas  en  las  playas  ,  y  á  veces  su  pérdida  por  la  mala  cons- 
titución de  les  puertos.  Se  contentan  con  tener  sauces,  como  si 
estos  fuesen  las  de  Arequipa  ,  que  hacen  á  todos  usos  por  su  ex- 
celente calidad.  El  sauce  nuestro  no  es  así ,  ni  puede  desempe— 
fiar  á  un  hacendado  mas  que  para  el  ramo  de  pura  labranza,  • 
cosa  semejante:  para  lo  demás  necesita  maderas  sólidas,  de  bue- 
na 

fc      II       >  ■     ■  ■  »■ ■  -  '    '      ■ 

(  ii)  Se  extraña  mucho  que  ya  que  por  el  poco  tino  de  los 
Amistas  sufrieron  estos  RR.  PP.  una  tala  tan  desmedida  de  estos 
árboles  preciosos,  tengan  abandonados  á  !a  inclemencia  de  su  huer- 
ta í^s  residuos  de  las  obras  que  se  mencionan,  que  son  de  valor; 
pu4iendo  venderlos ,  ó  poner  á  cubietto  de  soles  y  lluvias  para 
i^K^ndo  se  necesiten*  .  ^    - 


■¿l'^. 


3  90. 

«a  iiel>ra,'  y  n»  afecta»  á  la  carcoma  y  corrupción.  Aunque  íoa 
dichos  de  Arequipa  sean  tan  buenos  como  ponderan  sus  habitan- 
tes ,  ¿  quien  les  quitará  lo  estoposo  y  suelto  de  su  fibra  ?  Esta  por 
resistirse  á  la  guvia  ,  á  la  lixa ,  y  otrés  instrumentos ,  jatnas  po- 
éxÁ  formarse  de  ellos  un  mueble  decente,  y  menos  las  famosas 
tallas  en  que  suelen  emplearlo.  ¿  No  fuera  mejor  que  en  vez  de 
sauces  criaran  Cedros  ,  y  que  el  gran  Valle  de  Tambo  ,  ativa- 
do  del  inútilísimo  paxáro-bobo,  se  sembrase  de  nuestro  nobilísi- 
mo vegetal  ? 

Llamólo  así,  y  vuelvo  á  mi  asunto,  porque  no  es 
niáestrd  Cedro  como  se  imagina.  Es  tan  sólido  ,  tan  aromático,  taa  • 
roxo  y  fino  como  el  mejor  de  la  costa  de  Nicaragua.  Las  di- 
chas obras ,  y  otras  muchas  lo  tienen  ya  acreditado  ;  y  si  algu- 
no ha  notado  menos  solidez  ó  desmayo  en  el  color  ,  es  por  ha- 
berlo cortado  sin  tiempo,  y  labrado  sm  la  suficiente  seca.  Pero 
se  apura  por  que  diga  ¿que  dá  mientras  llega  á  su  sazón  ? 
Respondo :  mas  de  lo  que  se  piensa :  porque  da  mucha  leña  para 
el  bogar  en  los  esquilmos  de  cada  año :  para  la  salud  un  ayre 
purísimo  y  balsámico  que  la  conserva  ,  absorbiendo  el  nocivo  y 
pestilente  (12):  para  refrigerio  y  recreo  una  sombra  fresca ,  so- 
nora y  plácida  en  la  continua  oscilación  de  sus  hojas  :  y  para 
cjevacion    del  espíritu ,  la  rectitud   y  rapidez    con  que  enseñando 

su- 


(  1.3  )  No  hay  Filósofo  en  el  dia  que  no  reconozca  la  salu- 
bridad 4^  las  arboledas  artificiales  para  los  Pueblos  sus  vecinos. 
Los  árboles  en  quienes  so  reconoce  infinidad  de  poros  anhelante» 
y  €x hal a-ates ,  recogen  por  aquellos  como  por  unas  verdaderas  es- 
ponjas, lo  pútrido  de  las  exhalaciones  ya  animales,  ya  palustres,  de 
q^je  hacen  no  la  menor  parte  de  su  alimento  ;  y  por  estos  nos 
vuelven  en  su  traspiración  un  ayre  puro  ,  y  tanto  mas  balsámi- 
co y  saludable,  quanto  en  sí  son  mas  aromáticos.  Riveyro  dice  que 
la  Providencia  atendiendo  á  lo  que  abundan  entre  los  Trópicos  la* 
materias  corrompidas,  emanadas  de  los  muchos  lagos,  pejes  y  ant-* 
males  muertos  Ácc.  colocó  entre  ellos  casi  todas  las  especies  aro- 
máticas que  bonificasen  el  ayre  para  hacerlos  habitables.  Sin  em- 
bargo, esías  emanaciones  salutíferas  no  parece  deben  ser  á  toda 
hora-;  pues  por  los  experimentos  hechos  en  nuestro  Pueblo  de  la 
Magdalena  por  el  físico  Don  Antonio  Pineda,  Naturalista  délas 
Corbetas  del  Rey,  se  halló  ser  nocivo  de  parte  de   noche  el  ayre 

tras- 


iv^Q  en  busca-  dé^  dtíd,  Si»  ítiaíograt  G»nii©  ©í-  hombr*  I^HMÁt^r 
d»- sui  iiiítueneias. 

j  Gk ,  y   guando  la  pereza  dexará  de    buscar  apoyaos  tattV 
fn\rola&?  Si    en  nuestros   hacendados  hubiera  actividad  ,  y   un  poco 
de   bien    entendida  economía  ,  no  solo    plantaran   el  Cedro  ;  pusie- 
ran, también  el  Ciprés,  el    Algawoba,  el  Olivo  (13),    el   Moral  j4 
Otros,  cuyas  maderos  y    productos  cada  día  se   hacen  mas  necesa* 
tíos.    Con   destinar  el  re&ídúo  de  las   tierras  útiles  ,   los  contorno»-' 
de  las   viviendas  ,  y    hacer  quatro  faginas  á   los  principios  con  su*' 
esclavos  ,  estaba  conquistada  esta  tierra  sama  de  dificultades ,  sia 
^e  después  teagan  jama*  que  molestarse, 

MéTOPQDIi/ SEMBRAR,  Y   TRASPLANTAR   LOS 

Cedros. 

*i  AftA  la  siembra  de  Cedros  es  necesario  coger  la  íemilía  e»^ 
SftptietBbre  á  Octubre.  Este  es  un  árbol  que  no  sigue  igualdad- 
ca  su  empuje  :  en  na  mismo  terreno ,  y  á  diferencia  de  seis  á- 
©<jhov  pasos  unos  brotan  temprano,  otros  tarde,  y  otros  quando' 
deshojan  los  primeros  5  sin  que  pueda  averiguarse  la  causa.  Lfti 
ftwcíjficacioa  va  censiguieme  al  empuje  ,  y  en  esto  me  fundó  para' 
pc¡e£erir  !»>=  semilla    de  nuestra  primavera  j  porque  no    viene  otra.- 

bien 


I 


tíaspirado  de  ios  árboiles  ;  cuya  qualidad  se  cambia  con  la  luz  , 
cwt  el  calo*  del  &0I,  y  el  nwevo  aoibiente  de  que  estuvieron  pri- 
vtdoa  y  cxckan  quand»  mene  ei  día  ,  el  debido  tono  eri  la  cir-^ 
c«*iacttm  fetiiaaral  de  eatos  vegetables.  P'éare  á  Orteg.  Curs.  Teorie^ 
á»   Boían^  Capu  4.  zxt.  1.  á  Rivyer  salud  de  los  Pueb.  Cap.  it, 

^  13  )  Al  meíitar  estos  árboAes  quisiera  hacer  otra  dise^taciofl^• 
cea  ¡cafActejseSi  de  fuego.  Vemos  todos  los  días  que  sin  mas  qua^í 
eáaecer  na  arrendamiento  algo  ventajoso,  se  entregan  los  OKvaretíi 
á  tunos  viles  ««re siáxt  arios,  que  «n  el  momento,  con  pretexto  úñ~. 
pfiéa,  tod©  lo  reducen  i  iefia  á  viíta  de  sus  d-ueños.  Lo  mismo  sitv 
cede  con  las  Huertas ,  con  las  Chacras,  que  no  tienen  ya  ni  me-»- 
di*  vara  de  tietica  po4r  lo  regular ;  convirtiéndose  en  leña,  Jaárillos^. 
y  adobes  estoa  pceciosos  fondos  de  la  manutención  pública,  por  el • 
díesgseñQí)  de  k)S  unos,  y  .ciega  ambición  de  los  otros.  No  faltará» 
«asion  eniqiíc.  yo  eaclt«  sobre  es>te  punto  el  zelo  de  la  Soeiadaé 
ytüxka  del  iGoi>ie»EnQ,  que  á  m.i  .parece-r  es  4  qmm  toca  poner  fr»?-» 
m  i^itsm  locura  civil  digna  de  multarse  coa  €x4ccionea  enocmesw 


.■■'r•'>í;^' 


fcféff'  eit'  \á>  siembra' cfitt-e  los  calores  deí  Estío.  Gógefl^c  stis  va^ass. 
6'  sean  bellotas,  quando  dexan  dé  parecer  verdes  /  6  eftíptexánÉ 
abrirse  por  sí  mismas  j  y  si  han  de  llevarse  á'  parage  remoto-^ 
es  necesario  no  dar  lugar  á  que  se  abrán  ,  y  rémitirlaí  entré  rott$^ 
g©,  ó-  alguna  cosa  fresca  para  que  lleguen   enteras.  • 

"'-'  En    tierra  negra    de   huerta    sufícienténiénte  btimedá,  snélS 

ta?j  y  si  estuviere  apelnnaza Ja  6   fría,  abonada  con' lín  poÉo  dé  es- 
tiércol viejo   de   vacas  ,  y  en  parage  reservada   del  Sol  se  for'rñaíí 
íjna  era  ó  cocha  á  proporción   de  la  cantidad  que  quiera  s'etñbrarsíf. 
Igualada  bien   la   tierra  con    una  rastra/se  saca   la  semilla  de  sus 
vacas,  de  las  que   se  eligen    las    rnaydres  ;  y    separando   las-    qtfé 
tavieren  la  almendra   ma^   gruesa  que    se  conoce  por  el  tacto,   Stf 
van  tendiendo  con  alguna   Separación   y    orden  ¡sobré    la   superficie 
¿e  la  era.  Hecha  "esta   operación  ,  con- otra  pane  dé    tierra   igualJ 
mente    preparaJa  ,  «lue    debe   haberse    apartado,  se    irS     cubriendo 
«uavemente  quañto  quede  tapada   la  semilla  ^  evitando  cargarla   miii- 
cho,  en  que  tendría  dificultad  el  nacer,  y  en   que  lo  mas  re^tilafiE^ 
jíerderse.   Si  esta   cubierta   pudiera  hacerse  de    mantillo   dt    estiefcdl 
¡muerto,  ó  de  hojas   podridas  de  árboles,  serla  mas  segura-  y  abuli»»' 
4ante  la  germinación. 

Por  que  las  cochas  del  suelo  tienen  suí  riesgos  é  incomo*i' 
óidades  ,    y  mas  en  tierra  infestada  de  malas   yervas,  he  acó-itunfW 
brado  yo    hacer  el    almacigo    en    maceta^  ;    que  ofrecen  la   propoiíi 
don   de     mudarlas  de  una  á  otra    parte,  si   el  sol  tí  otro  enetni-í 
go  se   desmandan;  y    escardarlas  y    regarlas    con     facilidad.    ESt0 
éltimo    se  hace    suavemente  ,  desde  que   se    ye   que    la    titírra  •  há 
perdido  la    necesaria   humedad  ,  con  una   regadera  muy  fina  dé  lá-i 
*a-,  ó  de  otra   vasija   en   qué   como  ella  pueda  imitarse  una  blar»- 
da    lluvia  ,  que  nó"desentier're   la  semilla  :  y  esta    circunstancia- eá 
iBuy    oportuna   para  tod©  almacigo.   De  este    modo    me    han   iSaii'tM> 
tan   bien,   que   en   sola  una  maceta    he   conseguido  ver   logrados'  i^ 
.   fin  del   año,    y   crecidos   á   la  altura  de   media   vara    cerca  de  cié» 
arbolitos.   No  es  lo   mejor  amontonarlos  así  :  rnuUiplicandó  los  ties- 
tos, y    poniendo  mas  holgado  la  semilla    saldrán  mas  lozanos  néc^ 
sa-riamente  ;   no  perdiendo    el    cuidado  de  que  aquellos  espacio^  hb 
Jos    ocupe  la   maleza.  Desde  que   tienen    pulgada  y    media  de  alítjí- 
la  ,  es   necesario  que   el  agua  abunde  ;   pites     son    como    hijos   de 
tí^^^   y    mantenerlos   al  calor,  y  no  al  rayó  del  sol.'  ■   '      '■ 

"  ■     '  Al   año  ya   han  crecido    los   Cedros^ lo  que  apetecen  Ia« 

jfia?íx>list«s  . ¡jai*'- pasasios  'át'' ¡os  <  Viveros.  Miibif''  soit  tíñóí-' '  segunéá» 

alma-  • 


\9}' 
almacigos,  en  que  el  árbol  se  vigoriza ,  y  toma  el  cuerpo  ncGe^, 
sario  para  pasarlo  al  lugar  de  su  destino,  que  suele  ser  á  ios 
tres  ó  quatro  anos.  Para  los  nuestros  el  vivero  se  dispondrá  en 
lugar  seguro  y  pingüe,  del  largo  que  se  quiera,  y  en  sulcos  tirados 
á  cordel  que  disten  entre  sí  tres  pies.  Á  distancia  de  los  mismos  se 
van  colocando  los  pequeños  Cedros  cubriéndolos  de  tierra  lo  sur 
ficiente  para  que  no  se  blandeen,  ni  tuerzan,  pero  sin  enterrarlos 
mucho.  Acabado  el  plantel  ,  que  será  en  el  dia,  se  riegan  pun- 
tualmente: y  quando  den  muestras  de  estar  bien  prendidos,  se 
abre  el  sulco  por  en  medio  de  ellos,  para  darles  después  el  rie- 
go ,  teniendo  cuidado  de  dos  cosas :  de  escardarles  á  menudo  las 
yerbas  que  depauperan  la  tierra ,  y  revolverles  estiércol  de  va- 
cas viejo  ;  que  por  mas  benigno  y  libre  de  simientes  no  rumia- 
das, aparenta  mas  bien  el  inocente  abono  que  en  los  bosques  les 
éa.a   tanta    prosperidad. 

Con  este  beneficio  y  el  agua  abundante,  antes  de  los 
tres  años  se  hallará  el  Cedro  en  estado  de  trasplantarse  de  fir- 
me. Qualquiera  sabe  como  se  hace  esta  operación  :  que  los  hoyos 
deben  estar  anticipadamente  abiertos  en  distancia  de  tres  varas  uno 
de  otro  á  lo  menos,  y  pasar  las  plantas  con  su  tierra  ó  césped  j 
abrigadas  las  raices  para  que  na  se  venteen.  El  mayor  cuidado 
que  esto  requiere  ,  es  colocarlos  donde  no  pueda  atrepellarlos  ó 
morderlos  el  ganad».  Es  menester  confesar  que  este  es  el  enemi- 
go común  de  todas  las  plantas,  y  el  azote  de  los  cultivadores. 
Para  evadirlo  se  usan  dos  medios:  ó  rodear  cada  planta  de  una» 
faroats  de  Espino  por  todo  lo  que  puede  alcanzar  el  animal ,  6 
cercar  todo  el  plantel,  mientras  los  árboles  por  sí  se  ponen  á  cu- 
bierto de  los  insultos.  Esto  puede  hacerse  clavando  a  vara  de 
distancia  estacas  de  sauce  macho  que  tenga  una  y  media  ó  dos 
de  alto;  y  coa  carrizos  ó  medias  cañas,  que  abundan  en  todas 
jíartes  ,  hacer  un  texido  como  de  canasta,  todo  el  largo  de  la  ar- 
Iboleda.  Esta  cerca,  aunque  parece  molesta,  es  muy  segura  y  útil: 
ío  primero,  porque  el  sauce  arraiga  y  crece  aventajándose  á  las 
plantas :  las  libra  dg  la  vista  del  ganado  y  y  resguarda  del 
choque  del  viento  que  pudiera  combatirlas  y  arruinarlas  como  se 
dixo. .  JLo  segundo,  porque  íe  logra  una  alameda  de  mucho  pre- 
cio aun  quande  el  terreno  Sía  pedregoso,  haciéndola  el  sauce 
antepuesto  un  muro  que  la  defiende,  cada  dia  mas  la  hace  pros- 
perar, y  se  dexa  cortar  con  utilidad,  quando  el  Ced.o  se  halla 
ya  cprjJUientQ   y   jcesistente.  Si  s$  plantasen    contra  algún     cerro 

que 


ímih^ 


194' 
que  esté  frente  al.  viento,  dominante ,  no  necesitan  los  árboí«s 
de  parapeto  por  esta  parte,  pero  sí  para  el  ganado.  Si  fuese  pre- 
ciso ponerlos  solos  ,  sea  ó  al  resguardo  de  los  edificios  ,  ó  en- 
filados contra  el  viento  Sur  :  entonces  el  primero  defiende  á  los 
demás,  como  lo  ha  experimentado  Don  Jayme  Palmei  en  su  gran 
huerta  ,  que  con  esta  advertencia  en  lo  mas  infeliz  de  su  ter- 
reno tiene  ya  una  alameda  bien  aventajada  de  quien  tampoco 
pueden  quejarse  los  frutales  ,  por  la  gran  elevación  de  los  Cedros» 
Si  el  Conde  de  San  Carlos  y  Vizconde  de  Azcona  ,  en  lugac 
de  haber  plantado  sus  Cedros  en  la  laguneta  que  hace  frente  á  su 
Chacra,  los  hubiera  puesto  con  los  que  perdió  entre  los  gran- 
des sauces  déla  meros  de  su  acequión,  serían  la  embidia  y  el  re- 
creo de   quantos  transitan  por  aquella  singular   alameda. 

He  dicho  lo  que  me  ocurre  sobre  la  siembra  y  plantío 
de  los  Cedros,  por  el  deseo  que  tiempos  ha  me  asiste,  de  que  ten- 
gamos en  nuestra  casa  una  madera  por  la  que  todos  los  dias  es- 
tá saliendo  para  otro  Reyno  nuestro  dinero,  y  que  pudiese _sin 
€Ste  expendio  servirnos  para  otras  muchas  cosas,  y  mas  en  tiem- 
po de  calamidad.  Quiera  mi  suerte  que  despierten  mis  compatrio- 
tas ,  y  se  hagan  dignos  de  que  algún  dia  esa  Sociedad  ofrezcífc 
premios  para  ei  que  mas  presentase  de  Cedros  criados    &c. 

Dios  guarde  á  Vms.  muchos  años  para  ilustración  de  la  Pattltt^ 

S.  Rafael  de  Gual«ará  y    Septiembre  30  de   17SH.  s 

I 
De  Vms.  su  afecto  servidor  y  Capellán. 


"P  NOTA 

-■-'  L  siguiente  Estado  se  publica    con  el  mismo    designio  que    se 
han   insertado  otras   noticias  venidas   de   fuera     del   Reyno  :  esto   es 
cumplir  lo  que   prometimos  en   el  Prospecto  ^   por   lo    que   respecta 
á-ios  asuntos   no  comprehendidos  en   el  recinto  del  Perú,  de  extrac- 
tar los    pasages  y.  casos  ^ue  mas  puedan    interesar   nuestra  curiosi- 
dad y  nuestras  mismas  ocupaciones.  Para  una  y  otras  sirve  ^l   actual 
Estado  de  la   Havana:  á   la   primera,   para  los   cálculos  del   Comer- 
cio  general   de  la   Monarquía ;  á   las  segundas    para    ofrecerles    uti 
exemplar   de   la    industria ,   que   introduciendo  la    noble    emulación 
debe  darles  el   tono    de  que   carecen  ,    quando   dueños   de   la   por- 
ción -mas  rica  del  Globo  nos    vemos   posíergades  en  los  adelanta-*- 
BÚenios .  á,  Us  íuéaQS   feraces^ 


KCTÍCIA  DRtOS  CAUDALES  Y  ÍTRUTOS  PE  LA  ISLA  DEÍ 

"'^íibá,  que  ic  han  exporudo  de  la  Havaria  en  todo  él  año  de  i7'S8. 

N.  de  Caudalesr, 
^íatk  íicünaclá  , ',  ,  ,,,,,,,,,.,,  ,í>esos  ,  ,  n  ¿.251:098  tr 
Td.  .  .  .labrada  ,,,  1  »,,,,,»,  ,  Onzas  ,  ,  ,  >>  10.^7»  >* 
"pro  acuñado  ^  >»»>»>»»>»  1  »  »  >  P^^o^  ,  ,  >»  301.404  >j» 
|M.  .  .  .  rabratio  ,  .,,,,»>>>»>»>  Onza  ,  ,  ,  »  24.326  >/ 
Impclríe  de  OíO  y  Pkta  ,,,,,,,,  1  ,,  ,  ,  ,  w  3.487.1  óo  » 
-'  ,  N^  de  ■  Frutos» 

Libras 


»>»»»»>»>> 


,,,,»»   2.S9«    }# 


Concha?  de  Catey  ,.,.,,.,,,, 

í^f é  ,  ,  »  »  »  »  »tt>xi>i,yyi  Arrobas,  ,  ,  »  x.649  h 
Azúcar  blanco  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  Id.,,  ,  »  577-664  t* 
fd.  .  .  .  q.uebrado  ,  ,  ,  ,  .,  ,  ,  ,  ,  ,  Id.  ,  ,  »>  483.260  m 
v^K  DEL  REY. 

Tahaqo  í^lyo  exq.  ,,,,,,,,,,,,  Id.  ,,,  m  81.703  j§ 
Id.  .  .  .  ?.aiF*a.  ,  ,  ,  ,  í  ,,,,,,,  Id.  ,,,  »  202.448  á» 
.^^■:..     .  De   Particulares. 

^c^IvQ  exquisito  ,,,,,,,,,,,,  Id.  ,,,,»»  254  « 
Cigarros  ,>,>,,,,,,,,,,  Id.  ,,,,  »J  1.492  « 
Cotorras.  ,  ,  ^  ,,,  ,,>,,,,,,,,,,,,,,,»  053  »* 
Tozas  de  Caoba  ,,,,,,,,,,,,,,,,,»»  ai6  v 
Mt  •  •  •  *^^  Cedro.  ,  ,  ,  ,  ,  »  ,  ,  ,  ,  ,i*fj  í  ,  ,  ,  »  Oí  6  >* 
ISvano  ,,,,,,,,,,,,,,,,',,,»»  012  »> 
Palo  brasilete  ,  ,  ,  ,  »r>^  .^.,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  »»  741  » 
Id.  .  .  .  Mora  ,,,,,,,,,,,,,,,,"  248  »* 
I^«  •  .».  •  j^^ayacaa  „  ,,,,,,,,,,,,,,»>  i  fo  » 
Barril  de  '  miel  d«, Gaña  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,,,,,>"  799  »» 
l^XÍjas.»  ,^  Id.  .  Ás  Abejas  ,,,,,,,  ,,,»>  6.451  >• 
Barr.  Aguard.  de  Cana  ,  ,,,,',  >  »  »  »  >  j  '>  11.160  '>» 
Cueros^  ^l  pelo  ,,,,,,,,',,,,,,,,»»  14.291  >f 
id,  .  .  .  Curtidos  ,  ,  ,,  ,  •,  ;  ,  ,  ,  ,  »  ,  ,  ,  >  "  2.364  » 
Pujc«  ,  ,.  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  Arrobas,  ,  ,  ,  »»  826  »# 
Alg^onjimpio  ,,,,,,,,,,,  Id.  ,,,,,»>  68i  »» 
ld._,.  ,  ,  con  pepita  ,,,,,,,,,,  Id.  ,,,,  »>  x.075  »» 
tjppo?  5'  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  ,  Docenas  ,  ,  ,  »>  387  »* 
CfiíT;^  .flanea  }»>»>»,  »  ,  ,  ,  ,  Arrobas,  ,  ,  »»  16.153  *• 
14>  .  ,  .  amarilla  ,,,,,,,,,,  Id.  ,,,,,»  1 59  »» 
Almidón  •,,,,,»,,,,,,,,  Id.  ,,,,  »»  3.787  » 
Arroz   pilado   ,    ,    ,    ,    ,    ,    ,  ^    ,    ,   ,    ,    Id.    ,  ,  ,  ,   ,    »    8o(^  » 

>    068    »» 


Cacao 


»  » 

,   Fanegais  ,, 


liquido  importe  de  lo«  Frutos  ,  ,  ,  #  >  >  >  ,  »  »»•  ^^jpi.djo  -*► 


i 


1" 


JFoI.  i.p^. 


^    Ndra.   9 1 . 


MERCURIO  PERUANO      | 

DEL    PÍA  17.  X>K  ?íQyj?:M3RS  PE    1791,         J 


JPROYÍICTOS   tlTERARJOS^ 


ÜN  I^s  fortunas  de  los  Sabios  están    sujeta*  á  e«a  funesta  law 

constancia  que  forima  el  cjxricxes:  4e  la  vida  humana.  Arisíótelef 
4espu,es  de  haber  .de^friatado  los  apiausos  de  todo  el  Orbe,  pene- 
%rmdo  su  nombre,  ,su  ^veneración  y  escritos  hasta  Jas  Regioneí 
incógnitas,  x:\ifo  retrato  cubría  de  dolor  y  lágrima?  -al  Héroe  su 
discípulo  pof  po  pode^r  doáninailas  su  espada  conquistadora  (  i  )s 
Aristóteles,  ha  iAo  ixisensibLemeAte  .dec^y^ndo  eo  un  abatimiento 
^xc^sivo,, 

.  _  Pomba^rido  y  desíeorra.do  de  la  Europa ,  se  juzgaba  im« 
t)eraria  tr.ai\quii.Q  en  el  JS¡ii_£.vo  M-yndo  .qixe  lo  adoraba  como  á  um 
-Oráculo  ílel  Cielo.  P^ro  los  implacables  Sectarios  de  Descartes,  y 
Newton  tíansjti:.n  ¿I  Océano,  é  introducen  la  discordia  y  la  guer- 
ra en  los  remotos  Países  quje  k  sirven  di2  último  asilo.  Los  pri-^ 
pjeros  desde  iyego  han  conseguido  muy  poco  en  sus  tentativas, 
po  habiendo  levantadlo  -aquella  polvareda  q«e  se  esperaba  de  su» 
purhilimes  ;  pero  los  segundos  han  avan7ado  con  ventaja  ,  en  es- 
pecial, después  qy^  uno  de  íijs  ínas  iiüsfcf&&  corifeos  traté  ai  Fi- 
lósofo de  la  Grecia  con  aquej  alto  menosprecio,  coa  que  é\  mism» 
pabia    tratado  4   sijs   Predecesiores  eu  gi   Liceo,   y    pcoclamó  ía    li^ 

M  5  ber- 


{  í  )    ^iut,  ^4e  t/f  n$.  anifn, 


itll 


bertad  en  la    Escuela  (2).  Casi  todo  ha  cedido  á   esta    enérgi- 
ca voz.  Los  Newtonianos  ^se   multiplican   con   rapidez:   destiérrasCi 
el' idioma  de  las    q[ualidades,  y   se    sostituye  el  de  Ia&   atraccio- 
nes.   Los    lugares   que   poseían   los   Comentarios    sobre  el    ente  de. 
ra-zon  ,  apetitos  de    la    materia  &c.  son    ocupados   por    los  Mus- 
ehémbroek  ,  Jacquier,.  y  P^rás  ,  y  condenados  aquellos   libros  á  los  . 
líumildes  destinos   que  siguen   á  quantós  no  indemnízala  Religión  y^ 
jus  elevados  Misterios ,  después  que    se  les  acaba    el  séquito  y  fu- 
gaz  aplauso    de  lo'»  mortales.  \0  témpora  I  ]0  mores  I  En  \os  Actos, 
y  Conferencias  escolisticas  rio  se  oye  el  nombre  del  Estagyrita,  sino 
paTa  ser  impugnado. 

''''  En  medio  de  estas  desgracias   y  desolación,  aun  le  que- 

daba una  sombra  de  gloria.  Los  estatutos  de  la  Universidad  se- 
ñalan su  obra  de  los  Físicos  para  que  sirva  de  texto  á  las  Lec- 
ciones que  se  dicen  en  las  Oposiciones,  y  Grados  de  esta  Facul- 
tad. En  fuerza  de  la  referida  ley' ,  Cartesianos  ,  Newtonianos  y 
Eclécticos,  después  de  haber  blasfemado  contra  Aristóteles  desde 
el  banco,  suben  á  elogiarlo  y  exponerlo  en  la  Cátedra.  Á  la  ver-' 
dad,  este  hecho  que  podría  reputarse  una  representación  paíatómímica, 
no, corresponde  al  decoro  y  magestad  de  nuestra  Escuela:  mucho  me- 
nos el  que  se  delegue  la  facultad  de  interpretar  á  Aristóteles  á  los  que 
no ,  han  militado  baxo  de  sus  vanderas.  No  es  posible  que  en  él 
corto  espacio  en  que  se  preparan  ias  Lecciones  pueda  entender- 
se un  Autor  sumamente  obscuro.  Sábese  que  uno  dé  sus  intérpre- 
tes decia,  que  páraselo  comprehender  la  voz  Entelechia  fué  ne- 
cesario se  la  expusiese  un  Espíritu.  Averroes  después  de  haber 
Jeido  quarenta  veces  la  Metafísica  de  Aristóteles,  aún  no  pene- 
traba svL  sentido.  Ni   esta  obscuridad  es  ua   efecto   de  las  versio- 

^y  ,  nes. 


i 

IWIfTi! 


(  3  )     Libertas  ablata  ScholiSf   oblata  Magistris 
Eventu  felice  redit :  jatn  caique  licebit 
Jngenium  exercere  suum ,  partosque  labores 

Promere . 

Non  quid  Aristóteles  dixit,  vel  dicere  quondam 
Discipuli  caeca^  et  captiva  mente  putar  unt , 
VestigarCf  sequi ,  ceriumque  docere  tenemur»»,» 
¡  O  felix  etas  !   ,  Felicia  témpora  !   \  Félix 
Qui  daré  jucundis  studiorum  témpora  luiij 

Intendis    Physicae ! 

€/•  P.  Isidtf*  ¿9  Cdis  Pflus,  ai  certam»  Physic,  «m.  i^ti* 


'^és,  ¿s  «n  vicio  inherente  al    ©figínaT.  El  intsmo  Filosofo  se  íoa- 
"'ba  de  haber  cubierto  sus  escritos  con   un   veío  misterioso,    que  él 
■jjolo  podia   levantar.  •  i 

Semejantes  consideraciones  inspiraron  al  Doctor  Don  To- 
*ribio  Rodríguez,   Rector  del  Real   Colegio  de  San  Carlos,   proyec- 
tar un  nuevo  método    que    indemnizara  á  sus  Alumnos  de  execu- 
tar    esas  contrarias  representaciones.   Él  se   reduce  á  elegir   un  ín- 
dice de  aserciones  deducidas  de   los    Filósofos    Modernos,    las  que 
deben  sortearse  entre  los  Opositores.  Pero  protegidos  todaría  los  Ma- 
'iies  de   Aristóteles   por  ¡Personas  caracterizadas  ,  y  las  Leyes  de  la 
[^Academia,  io  hubiera  seguramente  abandonado,  á  no  ser  sostenido  por 
'%   Señor   Ministro  Protector  del  enunciado  Colegio ,  Don   Ambro^ 
'sio  Cérdan  y  Pontero     Oydor  de  esta    Real    Audiencia  y  y  los    Vice^ 
rectores   y  Mae/tros,  quienes    en    la  presente    «posición    han  implo^ 
rado  ¡a  autoridad  del  Superior  Gobierno. 

La  exposición  del  referido  método  está  exactamente  des- 
lindada, y  fundada  su  utilidad  en  los  Informes  del  Rector,  y  Se- 
fior  IVJioistro  Protector,  acreditando  el  Decreto  que  los  ccompaña 
la  prudencia  con  que  nuestro  esclarecido  Xefe  pulsa  los  asuntos 
de  su  feliz  Gobierno.  Nosotros  creemos  satisfacer  plenamente  nues- 
tros deberes  con  publicar  las  tres  relevantes  Piezas  ,  sin  necesidad 
de  insertar  las  dirigidas  por  los  Vicerecioies ,  ni  el  índice  qües- 
tional  que   por  ahora  se  fea  formado. 

Juzgan    algunos   se    acerca  un  terrible  momento,  en  que 

líbn movido  el   mismo  solio  de  Aristóteles,  se  le  va  á  arrancar  con 

■  violencia  el  cetro  de  las   manos  ,  ó  á   asegurarlo  con  pertinacia.  No 

'  es  así:  el   Claustro  de  la  Real  Universidad  de  San  Marcos  es  muy 

éátió    y  respetable.    Si  la   mayor    parte  de  él  se  compone  de    An- 

"   tianos  ,   esas     canas    son    su    gloria     y    ornamento  ,    pues    no  son 

de  aquellos  que  retrata  la  incomparable  pluma  de  Aurelio  (  3  )  . 

,.•    ->/      ■  -.>.  t-  Son 


c  í -' 


('3  }  Ah\  pudét    ad  nugas  istas  injlore  juventae, 

Majorum   stimulis,   inculuisse   diu» 
jih  1  doUt    ingenium  studiis  melioribus  aptum, 

Ridiculas    damno  res  didicisse   suo, 
fíoc   viiiutn   est  senilusy  qui,  quae  calcata  per   ipfáf 

Est   via,  ca¡cari  á  posteritate  jubent. 
Recta  sit,  an  falláis  Jsthaef  .via,  quaerere  ,Holant '^  ^ 

Facta  á  se,  nóh  quae  sifit  fa^ienda^  vidcnt. 


üi 


T99. 

Soa  hombres  íntegros  y  prudentes  <?ue  no  adoptan  por  t?i«canfsm^ , 
ni  iresisteni  por  capricho,  y  que  en"  sus  contiendan  miran  corno  una' 
luaxiiiu-  mviola-ble-  Ta  qu«  prescribe  Cicerón»:  Nof  et  refelleye  sint 
pertinacia,  ef  refelli  sin?  iracundia:  pósmmuí  (  4  j.  La  anuencia  del  Se- 
|ior  Rector  ,  Doctor  Don  Tornas  de  Orranria  ,  que  se  refiere  erí 
el  Decreto  del  Superior  Gobierno,  para  la^  tentativa  qu€  se  solicita"'  e» 
Vn  testimonio  irrefragable. de  que  la  Üniversi'dad  de  3.  Má'ícos  está  li- 
bra de  aqu'ella.'í  yulga;re9  preocupaciones  que  han  desacreditado  á  otra» 
muy  célebre^..  Después  de  esto  ,  ¿porqué  se'  ha  du^dar^  que  el 
esclarecido-  Congreso-  de  Dbctores  y  Maestíos  medite  con  impar- 
cialidad' las^  ra-iones  que  se  le  expusieren*,  considere  el  gusto  ¿et 
siglo,  los  deseos  de  nuestro-  amable  Soberano  por  el  mayor  lus- 
tre de  las  letras  en  todos  sus  venturosos  Dominios,- y  elija  el  mé^ 
todo  que-  mas  conduzca  a^l  espiendoc  de  las  Aulas  ? 

ÍNFORME   DEL   DOCTOR;    DON     TORmrO^    RODRJÍÍÜfíí 

Rector  dt!;  R-eai  ConvicsJorío-    de  San  Carlos^  ^ 

EXGMJ.  Señor:. 


L  examen  qw  sufren,  ó'  la*  piuebaí  qtiie'  dan'  de"  su'  ídortéfu 
dad  los  Opositores  á  las-  Cátedras  de  Filosofía,  se  reducen  á  ex-- 
poner  por  el  espacio  de  una  hora-  un  capítulo  db  los  sorteado» 
«1  día  antecediente  sobre  los  libros  dv  ^hysico  AuditUy  ák  Coeío,  de  Oe- 
«erflfíOMgdeAristóteies,-y  defender  su'docfriná- contra  las  impuepa- 
Clones  que  le  hacen  dos-  coopositores  eií  igual  e.<pacio  de  Un* 
hora.  Este  método,  contra:  el  que  se  ha  escrito'  mucho  lio  sol<y 
íuera  de  España'  sino  también-  dentrb  de  eiir,.  eí  sin-'embafgo 
muy  plausible  baxo  deí  verdadero  punte  de  vista-  en  que  debe 
considerarse. 

En'  un  tiempo  en  que  ocupaba-  tbdks  las  Escuelas  def 
mundo  el-;  sistema  Aristotélico,  y  en  que  los  Estudiantes  decorabar* 
te  letra  del  Fiiósüfb,  y  la'  Únic*    que  expUcabáfl  y    comentábate 

»-«— ^__^^...__.__=__  los 

íiis  frustra  tente r  fshos  evdhts   reñsUs,- 
Cum   sit  pfopositi  dura  fene^tct  tenaX.- 
Verjl'cra,  et  eíatae  vocssy-  vuliusqae  mi'nscer'^- 

Ne  mutífe  quidem  cuín  rai'iohe   siñunt,- 
An^d.  I^nuar,  Re.spub;  I  G,  pag.   i8^;,' 
{4)    Tuse.  Qua^st»  1.  2; 


■20O* 

ios  Maesífos  ,•  ^  qiíé  cosa,  fíi'íf  Wéti  pén'*ácíá  podría    ofréceYse    que 

este  género  de   pruebas,  para  cor.ocec   ei  aproverhimienco  y   capa- 

cicJád   de     los  earídídátos  ?    Para    calcular     el     verdadero       y    le- 

,    g'íútfío    Valofy    e«o!  es,    las    utilidades    de    qualesqüiera    estable- 

címienfos,    uso5     y     costumíbres  ,  se    debe'     ateadef   á    los     tiera- 

¿,  pos  d«  s«  orígan' ,    á    las   máiim'as  generales  que  reynarftn  ,  á'  las 

..{^jpfeocu  pac  iones    que    domin-aron,   y   á    los   grados  de  ilustración  pe» 

*,j^Culiaf  á  cada  siglo'  y   edad.  Un  sistema    literario',  ó'  político    que 

^píioy    es  perjodieial,  pudo  ser    út'ñ,-  y    aun'  necesario  en    riempos'an* 

^    terioresy  y  el  que  fué    áníes  odioso  y    defesfable",    ptíede    hacerse 

^,  íríuy   Ventajoso  deipne.^.  Todo  lo  que   no  es  bueno  ó   fnaío  en  sí^ 

6  por  sif  naíi*ral'e¿3,'  sufre  está    alteínáítVa      áégün  la  Vicisitud'  <Í€ 

,    los  t-ieiírpo?^  y  variación   de  circunstancias'. 

No  ño9  hallamos  en   la  desgraciada  é'pócá   dé   íedro    'de2 
Ramo  pafa    teineí  deci'r  con  desembarazo,-  que    esíe    método    de 
,.    Oposiciones,    útH    en  otro    tiempo    (peca    siempre    respetable)    lo 
.   dexa  de  $et  hoy  ,-  y    con  respecto  á  los  Colegíales    de  este   Real 
Convictorio'  de   San   Garlos.    Esta  verdad,  cuya     evidencia    confío 
demostrar,  ya    puede'  pu-blitarse  sobte  los  tejados,    al  favor  de  loi 
[   copiosos  rayos-  de   luz  que  despide    e'l  sabio    Gobleíno  de  V.  E., 
^   Jr  á    visfa  del  crecido  número'    de  hombres    doctos    y    despreocu- 
fíadoS,  de  qtie  abundan  esta;  Capital' y  Keál   Éscirela  ,  dónde    se    oyen 
€om:batlr  con  libertad    y  freqüenci'a  errores  respetados  lio  ha  mucho. 
Sin  eiribargo  de  este  fono' de  seguridad    y    eoníiánza  coa 
^iie   pensaba,  y   hi   hablado  hasta    aquí  ,  el   proyecto  qtie  contie- 
.  tíe    tsU  con-sulta    hiíbiera  quedado'  sepultado'  en  el  silencio   y    el 
olvido,,  á   qu'e   me  habiaa  cowíentido  el    feo    a;specto',    y    mala  re- 
comendación   de    toda  novedad    aunque  importante  ^    y     el   aeáfa-» 
i^iento'  y  deferencia,    qú'e  debo'   fributat    á    muchas    canas'    respe-» 
fablesj  si-  ei  Senbt  Ministro  Prcfectór    del  Convictotio  ño  me  hú- 
biera   íeani'mado  y  esforzado  á  que   lo    pTomoviese  ,  y   tuviese    el 
¡honor  dfe   exponerlo  ante  la  superior,-    é    ilustrada:    autoridad    de 
T.    E.  Una   aprobación   tan  recomendablej   únaá    prueb^as    tan  d'e- 
.  cisivas-  de  su^    amor ,-  vigiMn'cia    y   telo    á     farof   de    esta    ilustré 
.  juventud,,  estímalos  son  tan  poderosos,  que  río^  pódian  menos  que  tenes 
efecto   erí  m'i-  obedi^rncia    y   respeto.   Y  considerando  el   pertsatnienta 
ínas-  cOfflb    su-yo'    que  como-   mió  ,-  ya    trato    expxjnerlo    can   vivos 
deseos  de  su'  feliz  éxito,  y    protestando    que    nú    me  anima    otea 
«spírku  que  el  de  mirar  por  la  mayor  gloíia  y   decoro  del  Coiegio. 

Su'S  Alújanos  cuitivani  s»gtto  siís  particuljires  y  ai;ít'oi-iz*' 
.....  Ú9i 


-20 1. 

4o5  estatotas  «na  Fil-osoffa  libre,  y  se  hallan  -clisfíéhíados  ^é  la 
obligacron  de  adoptar  sistema  alguno,  y  el  que  hasta  hoy  haa 
preferido,  es  opuesto  al  Peripatético.  Esta  libertad  en  que  los  p6so 
lia  reforma  de  Estudios,  que  hizo  la  Junta  Superior  de  Aplicacio- 
ties,  los  alejó  no  solo  de  la  profesión  jurada,  y  conocimiento  ín- 
■^mode  la  filosofía  de  Aristóteles,  sino  también  de  sus  libros 
íilosófícos  que  para  esta  clase  de  exercicios  adoptaron  en  la  an- 
tigüedad jas  Universidades.  Con  todo,  desde  la  primera  vez  «Jue 
se  formó  concurso  á  la  Cátedra  de  Artes  propia  del  Convicto- 
rio, esto  es,  de  diez  años  á  esta  parte,  se  observó  el  mismo  rtié- 
todo  que  antes  de  dicha  reforma  :  quiero  decir,  exponer  un  capi- 
tulo de  los  referidos  libros  de  Aristóteles,  y  defender  su  doctHrta. 

Esta  relación  sola  me  parece  bastante  para  dar  á  értt^n- 
.der,  que  no  s?  consultó ,  ni  oyó  á  la  razón  que  desaprueba  un 
proceder  tan  encontrado,  y  que  en  esta  inconseqüencia.  influyeron 
desde  luego  la  veneración  á  la  antigüedad  de  nuestros  establecimien- 
tos escolásticos,  y  el  fastidio  con  que  miraron  los  profesores  an- 
tiguos el  nuevo  plan  de  Estudios. 

J.OS  libros  adoptados  en  la  erección  de  Universidades, 
^ue  sop  los  mencionados  antes,  son  los  mas  obscuros  de  todas  las 
obras  de  Aristóteles,  cuyo  mérito  por  otra  parte  es  casi  incomparable, 
Ko  hay  lectura  mas  ingrata,  ni  mas  penosa:  y  su  inteligencia, 
aquella  que  sea  capaz  de  satisfacer,  es  desesperada  en  sentir  de 
ios  ma?^  cabios  antiguos  y  modernos,  cuyos  irrecusables  testimo- 
nios «ería  fácil  aglomerar,  si  formara  una  Disertación,  y  sí  no  ha- 
blara con  y.  E,  que  sabe  muy  fejen  y  por  sí  mismo ,  la  unifor- 
inidad  4el  consentimieíjto  4e  los  sabios  sobre  ia  espesísima  obscU- 
tidad  de  dichos   libros, 

Y  después  de  §sto,  ¿será  racional,  será  justo  obligar  á  estos  jóvenes 
en  edad  y  literatura,  á  que  expongan  unos  libros  que  no  han  leido: 
linos  libros  digo,  que  aun  meditados  con  la  mas  escrupulosa  y  detenida 
atención  y  con  los  comentarios  á  la  vista,  han  sido,  y  serán  siempre 
M  íortiira  ele  ios  nriejores  mgenios  :  á  que  defiendan  opiniones  y 
sistemas  flue  han  reprobado:  á  conciliar  en  fin  verdaderas  ó  apa- 
fentes  antiiogias,  y  entrar  en  el  por  menor  de  sistemas  que  á^ie- 
ms  conocen  ?  Pues  e-sto  es  puntualmente  lo  que  la  fuerza  de  la  crfs- 
ÍMmbre  ha  exigido,  y  exige  de  los  Carolinos.  ¿  Pero  con  xjué  fru- 
t»  ?  con  qué  suceso  ?  Con  el  de  exponerlos  á  la  irrisión  de  los  iii- 
teligeníes,  A  expensas  de  mi  dolor  debo  protestar  y  decir  ,  <ráe 
$K^  Q^Qiima^^  »Qí>,  wa»  ^uta  befa,  por  los  desprói)os»ias  y  con- 
tra- 


i^Ái'n 


20ÍV 

traelicciones  que  se.  profferett :  y  todo  esto*  es  conseqüencia  de 
educar  á.  la  juventud  ea  una  especie  de  Filosofía,  y  exigir  de 
ella  el  Magisterio  en  otra.  ¿Como  podrá  explicarse,  no  digo  ma- 
gistralmente,  pero  ni  aun  mediocremente ,  un  joven  que  no  es 
dueño  de  un  cuerpo  sistemático  de  doctrinas,  y  de  un  libro  que 
no'  ha  tomado  en  sus  manos,  sino  es  para  escoger  puntos,  y  que 
solamente  lee  mientras  le  dispone  un  Maestro  la  lección  que  ba 
de  recitar  ?  El  Caroüno  que  mas  sabe  de  la  doctrina  peripaté- 
tica, es  el  que  con  el  designio  de  oponerse  dos  ó  tres  meses  ano- 
tes, pasa  ligeramente]  sus  ojos  por  un  compendio  ó  curso  de  di- 
cha Filosofía.  Esto  es  ,  Excmo.  Sr.  lo  que  en  realidad  iucede,  y  na- 
die .  ignora. 

Por  todo  esto,  y  considerando  muy  propio  de  mi  car- 
go promover  el  mejor  ayre  de  los  Colegíales,  y  consultar  su  ma- 
yor decoro,  no  debo  mirar  con  indiferencia  un  hecho  que  los 
desdora  y  rebaxa  de  aquel  alto  grado  de  estimación,  en  que  se 
colocarían,  si  variado  este  método,  se  sostituyese  otro  mas  análo- 
go á  su  educación  literaria,  y  que  entrando  en  países  conocidos 
desplegasen   sus   ingenios  ,  y  las   semilk^s  que  recibieron  y  cultivan. 

Meditando  un  medio  seguro  que  concille  y  reúna  todas 
las  utilidades  apetecibles,  estoes,  un  modo  de  examen  suficiente 
para  descubrir  la  sólida  exquisita  instrucción  filosófica  de  los 
Opositores,  y  con  atención  á  que  ellos  son  jóvenes,  he  preferid* 
entre  otros ,  el  que  se  forme  un  índice  de  qüestiones  útiles,  agra- 
dables, graves  y  fecundas,  comprehensivo  de  todas  las  partes  de 
]a  Filosofía,  como  son  Lógica,  Metafistca  ,  Física^  y  Filosofía  Mo~ 
ral,  qual  es  el  que  presento,  mas  como  ensayo  que  como  obra 
perfecta,   pero  fácil   de    perfeccionarse. 

Las  qüestiones  van  numeradas,  y  deben  según  el  platt 
de  mis  ideas  ,  numerarse  otras  tantas  pequeñas  cédulas  de  perga- 
mino ,  de  las  que  puestas  y  revueltas  en  un  cántaro,  ó  globo 
hueco,  se  saquen  seis  números  en  otras  tantas  veces,  uno  en  cada 
vez,  ya  sea  por  mano  de  un  niño,  ó  de  uno  de  los  rivales,  y 
que  cotejados  después  con  las  qüestiones  á  que  corresponden  en 
el  índice,  el  Opositor  de  turno  escoja  sin  apartarse  del  sitio  ,  y 
sin  pedir  dictamen  á  otro,  la  qüesíion  que  mejor  le  pareciese  de 
las  sorteadas,  y  que  allí  mismo  diga  por  sí  la  opinión  que  ha  de 
defender,  y  la  proposición,  ó  proposiciones  que  ha  de  establecer  en 
su  disertación  ,  dando,  de  este  modo  una  prueba  preliminar  de  su 
instmccion  y  suficiencia:  de^  todo  lo . que  tomará  razón    el  Secre- 

utie 


i 


503. 

río  ,  y  jíará  á  Tos  replicantes  «nts  céduías,  en  que  esfeén  el  fítMÍo' 
de  ja  qüesriün ,  la  opinión  escogida,  y  la  proposición  ó  proposLcio» 
nes  que  haya  ofrecido  establecer  ei  disertante,  Este  á  las  veinte 
y  quatro  horas  disertar^,  y  defenderá  su  opinión  contra  los  ÓQt 
argiiyentes. 

Sobre  el  espacio  clel  tiempo  que  baya  de  durar  la  di&erta» 
cioi^  ,  el  Que  deben  ocupar  los  replic.antes,  y  el  método  de  argüir, 
putde  observarse  io  que  se  pra-ctica  ha^ta  hoy:  quierQ  decir,  que 
el  diseitarite,  ó  legepte  llene  isaa  hora  por  aiapollefa  .,  y  ios  ar** 
guaie^ií antes  raedja  hora  pada   uno. 

A  rnychos  ha  parecido  ípuy  gravosa  wna  bora  entera  pa-s- 
ra  sola  la  Lección,  y  que  el  ocuparla  es  obra  de  la  memoria,  7 
no  de  la  instrucción  y  capacidad.  Leer  por  el  espacio  de  una  ho» 
ra,  así  como  ¡el  í:o.r,ea|-,  son  dos  co'^tumbres  que  reputan  como  bár^ 
fear^s,  no  solo  los  extrangeros,  sin.o  también  ios  J^íacionales  :  poE 
tanto  juagan  algunos  que  el  tiempo  de  media  hora  es  bascante 
para  exponer  y  probar  quaíquier  apunto  ^  por  grave  que  sea.  Yo 
no  insisto  sobre  .este  particular;  pero  ^esearia  que  Ips  replicante? 
usasen   igüaimente  de  l.os  dos  métodos   íücgistico,  y  socrático,. 

}il  usQ  del  silogismo  es  muy  importante  ,  y  debe  con- 
servarse :  pero  seria  íambiíín  muy  importaate  que  despue§  del  ac?? 
gumento  que  llaman  en  forma,  se  usase  del  ¿liálPgi^  ^f^  í^^'"  ^ 
castelhnp  ,  al  arbiírio  d«l  examinador.  En  las  Oposiciones  á  Cá- 
tedras, el  primer  lobjeio  de  s»s  disputas  no  es  la  indagación  ds 
la  yerJad  de  los  puntos  controverfid.os  ,  sino  de  la  idoneidad  de 
los  contendores  j  para  este  fin  no  hay  medio  mas  seguro,  que  el 
diálogo  ,  y  preguntas  sueltas  y  concisas,  con  las  que  se  puede 
estrechar  al  disertante  á  xjue  de  razón  de  toda  la  materia,  y  ei? 
toda  su  pxtetjsj.on.  JSl  silogismiQ  §.e  cifie  á  un  solo  medio,  y  aun- 
que el  que  ^irguye  suele  tocar  otr«s  arguroeníos  en  materia  '•,  ppro 
el  que  sufre  el  examen  no  se  pone  pn  la  urgíante  necesidad  de 
«na  co;itestacipii  breve  y  á  continuación  ,  de  preguntas  y  repre- 
guntas. Adoptadp  .este  método,  que  hace  muy  prolixo  el  exárjieri 
en.  el  espacio  de  una  hora  que  deben  durar  las  réplicas  desde 
luego  bgst^  BP^h  hopa  para  quíí  el  disertante  e:;ponga  su  ^unto, 
y   lo   pi-uebe;\,    .:.; 

Ma?  «e»  Jo  que  fuere  de  esto  ,  lo  que  c/)nyiene  es  bacet 
«n  .cotejo  del  método  de  leer  sobre  Afi-^tf>teles  cotí  el  que  se  ha 
expijiesto,  La  primera  ventaja  que  resalta  en  la  comparación  de  ain? 
boa  á   ^vor  del  nueyo  método,  es  Ja  m^yo»"  eijütision  dv    A^t«"? 

ria* 


tías  testó  es,  la  prueba  y  examen  se  hacen  sobre  f  oda  !a  Fiíosd- 
fía,  y  en  el  antiguo  se  limitan  á  Jas  teorías  metafísicas  de  la 
Física.  La  segunda  es,  que  aqtii  camina  la  razón  libre,  y  con  el 
uso  y  goce  de  sus  derechos  y  prerrogativas,  quando  en  aquef 
se  esclaviza  y  sujeta  al  dictamen  de  otro.  Tercera  ,  en  el  mtto-» 
do  que  propongo  ,  se  exige  con  justicia  den  á  conocer  tos  Colegia*» 
]«s  su  aprovechamiento  en  las  opiniones,  sistemas  y  materias  que 
han  estudiado  en  cumplimiento  de  sus  Constituciones  ,  quando  eti 
el  antiguo  se  Jes  obliga  ,  á  que  den  á  conocer  un  Magisterio 
que  no  han  podida  adquirir :  á  que  defiendan  sistemas  que  han  im- 
pugnado; y  á  que  expongan  libros  que  no  han  Icido,  ni  es  fácil 
Jos  entiendan:  que  es  lo  mismo  que  decir,  que  son  precisados  í 
caminar  sobre  una  linea  recta  con  los  ojos  vendados.  La  quarta, 
y  efecto  de  las  antecedentes  utilidades  y  ventajas ,  es  que  en  es- 
te método  se  expedirán  con  facilidad  ,  fluidez  y  acierto :  porque  las 
materias  son  de  aquellas  ,  en  que  han  adquirido  un  caudal  sufici- 
ente de  ideas  y  voces,  y  en  que  están  exercitados,  quando  cní 
el  otro  se  exponen  á   un    manifiesto   y    preciso  deslucimiento. 

Además  de  ser  poderosas  y  bastantes  las  razones  indica- 
das para  variar  el  plan  antiguo,  no  hay  por  otra  parte  el  menor 
inconveniente  ,  sino  es  que  el  proyecto  presente  es  nuevo ;  que 
nuestros  mayores  no  conocieron,  ni  observaron  otro  método  dé 
Oposiciones:  y  que  las  Constituciones  de  ia  Escuela,  practicadas  poc 
tantos  anos  y  por  tantos  sabios,  son  contrarias  á  este  nuevo  esta- 
blecimiento. 

Pero  estas  no  son  dificultades  que  deben  preponderar 
á  las  razones  expue'tas.  Lo  nuevo  no  está  retudo  ni  con  lo  bue- 
no ,  ni  con  lo  mejor  :  ninguna  cosa  es  mala  en  materias  de  estíL 
clase,  por  solo   str   nuera. 

Si  nuestros  mayores  establecieron  y  practicaron  lo  que 
iiasta  hoy  se  observa  ,  tuvieron  otras  razones  que  ya  hoy  ^no  sub- 
sisten, principalmente    respecto  de    los  Colegiales  Cirolinos. 

En  las  anteriores  edades  reynaba  despótica  la  filosofía 
Aristotélica:  ella  sola  ocupaba ,  y  manejaba  el  Trono  y  el  cetrd 
de  la  r»zon  :  ¡  que  murho ,  se  aplaudiese,  y  siguiese  como  una 
ley  reíigiosa  la  máxima  de  jurar  en  las  palabras  del  Estagirita  ! 
"Ko?ot ros  mismos  pensaríamos  como  nuestros  antepasados,  ó  á  lo  me- 
aos guardaríamos  silencio, si  no  se  hubieran  variado  las  circunstan- 
ciaSf  ó  hubiéramos  vivido  en  sus  tiempos^  Peto  hoy,  que  el  raun» 
--    .-.        ^^   -^^^..^.^.,.-      -  .,.    ..       •       id^ 


«05. 

dp  literacio  piensa  de  otro  modo :  hof  que  aun  en  España  na 
solo  los  Colegios  seculares,  sino  también  los  regulares  ,  y  algu-^ 
ñas  de  sus  Univeisjdades  han  mudado  de  faz  á  sus  estudios  :  y 
sobre  todo,  hoy  que  en  esta  misma  Capital  no  solo  el  Real  Con- 
victorio, sino  lo  que  es  mas,  los  Reverend«s  Padres  Agustinos  ,  y 
los  de  la  Buena-Muerte  siguen  otros  sistemas  opuestos  al  anti- 
guo, sin  escándalo  de  los  demás  cuerpos  regulares  ,  y  acaso  con 
aplauso  de  sus  individuos  particulares,  ¿  ^ue  cosa  hay  que  nos  em- 
barace ?   que   mas   debemos   esperar  ? 

Nuestra  misma  Universidad  ¿  no  es  cierto ,  que  por  es- 
pacio de  veinte  años  examina  á  los  Carolinos  en  la  Filosofía  que 
estudian  ,  los  aprueba  y  da  por  suficientes  é  idóneos,  para  que 
pasen,  á  estudiar  la  Teología  ,  ó  la  Jurisprudencia ,  asentando  en 
sus  libros  las  partidas  de  los  exámenes,  y  Conclusiones  generales 
de  esta  misma  Filosofía  ?  ¿  No  es  igualmente  cierto  ,  que  para  los 
(jrrados  mayores  y  menores  ,  y  que  en  las  mismas  Conferencias  del 
^urso  anual  se  defienden  libremente  opiniones  y  sistemas  enteramen- 
te opuestos  al  de  Aristóteles,  presidiendo  y  replicando  en  estas  mis*- 
mas  actuaciones  los  Catedráticos  de  la  Escuela  ?  ¿  No  es  también 
constante,  que  Í05  Carolinos  Catedráticos  de  Artes  concurren  con 
3US  discípuioa  en  los  dias  de  curso,  y  les  explican  en  las  Aulas 
de  la,  üniversida^d  la  misma  Filosofía  que  estudian  en  el  Convicto- 
rio ?  ¿Y  que  hechos  mas  reiterados,  mas  públicos  y  auténticos 
|e  podrían  des;ear  para  ultimo  convencimiento  de  que  la  mis- 
ma Real  Escuela  no  solo  tolera  y  permite ,  sino  que  también  en 
cierto  modo  adopta  y  abraza^  el  cultivo  y  estudio  de  una  Fi- 
ípsofia  libre,  y  que  comunmente  es  conocida  baxo  del  nombre  de 
Moderna  ?  En  Ip  que  ciertamente  es  digna  de  nuestros  reconoci- 
mientos y  aplausos,  pues  no  ha  sido  obstáculo  para  que  la  ra- 
zón recupere  sus  ,  prerrogativas,  y  falsifica  con  su  sabia  condescen- 
dencia la  aserción  de  Condillac,  de  ser  las  Universidades  impedi- 
juentos   para  el   progreso  de  las  Ciencias- 

2  Y  por  ventura  no  es  palpable,  que  todo  esto  nos  con- 
duce como  por  la  mano,  á  adoptar  este  ú  otro  nuevo  método  dp 
Oposiciones,  mas  acomodado  á  las  ideas  y  estudios  del  dia  ,  y  á 
la  educación  literaria  de  los  jóvenes  de  San  Carlos  ?  ¿Que  inmen- 
5©  trecho  hay  que  caminar  para  tocar  y  pasar  á  este  extremo  ? 
¿Que  trastornos  y  airasos  pueden  sufrir  los  Estudios,  ó  qne  in- 
iíOíiveAiemes  hay  qujeteiner?      ^  ,  , '^- 

£1  yiaor  de  las  Constituciones  de  la  Escuela  en  orden  i^ 

¿«eguÍK 


20^. 

seguir  y  enseñarla  filosofía  Aristotélica  se  ha  reducido  á  una  jie- 
queña  cosa,  y  es  á  exponer  un  capítulo  de  Aristóteles  al  tecibic 
ios  grados  de  Bachilleres  (  ¿  y  como  ?  en  el  acto  mismo  de  habec 
ames  defendido  una  conclusión  opuesta  á  su  sistema  )  ,  y  quando 
se  lee  de  Oposición  á  las  Cátedras  de  Artes  ^  mas  sin  que  todo  es- 
to tenga  influxo  para  la  enseñanza  de  le  Filosofía  Escolástica.  Ya 
se  ha  dicho,  que  el  Carolino  Catedrático  de  Artes  no  explica  otra 
Filosofía  en  las  Aulas  de  la  Universidad  ,  que  la  que  se  estudia 
en  su  Colegio.  No  lo  sé  de  positivo,  pero  es  una  conjetura  poco 
aventurada,  asegurar  que  ei  R.  P-  M.  Fr.  Bernardo  Rueda  ,  ya 
como  Regente  ,  ya  como  Catedrático  no  ha  explicado  en  los  dias 
de  curso^otra  Filosofía,  que  la  Cartesiana,  que  es  la  que  ha  adop- 
tado su  Colegio  y  Universidad  Pontifítia.  De  suerte  que  los  Ca- 
tedráticos enseñan  la  Filosofía  que  ellos  mismos  adoptan ,  ó^  la 
que  han  abi.:'.2ado  los  Colegios  .  ó  Comunidades  de  que  son  in* 
dividuos. 

Luego  ya  no  hay  mas  ra7on  que  contradiga,  ni  otra  bar- 
rera que  vencer  ,  ó  salvar  ,  que  este  natural  apego  á  los  uso5 
inveterados  ;  pero  esta  afección  tiene  objetos  que  la  conserven.  No 
se  pretende  ,  que  todas  las  Cátedras  de  Artes  se  provean  de  este 
.  modo ,  sino  la  que  es  concedida  por  ei  Soberano  al  Real  Convic- 
torio ;  después  de  esta  aun  quedan  dos  que  se  pueden  mantenec 
en  el  pie  antiguo.  Para  con  los  Maestros  y  Doctores  no  hay  las 
mismas  razones  que  para  con  los  Colegiales  de  San  Carlos.  Estos 
son  jóvenes  que  no  estudian  filosofía  Peiipatética ,  y  que  resi- 
diendo poco  tiempo  en,  el  Colegio  ,  no  pueden  extender  sus  cono- 
timientos  hasta  hacerse  consumados  sabios  ,  y  conocedores  de  las 
diferentes  Sectas  ,  y  correr  libremente  por  todas  ellas.  Al  contrario 
las  otras  dos  restantes  son  para  hombres  ya  formados  ,  y  que  ha- 
yan tenido  tiem^:o  para  entregarse  al  estudio  y  obras  de  Aristóteles. 
Pero  se  dirá  acaso,  que  abierta  esta  puerta  con  respecto 
á  la  Cátedra  del  Colegio,  tendrán  la  misma  suerte  las  que  que- 
dan. Este  efugio  indica  ,  que  ya  no  hay  adonde  acogerse.  La  cen- 
se ¡üencia  no  es  forzosa  :  porque  no  hay  un  cuerpo  interesado  que 
pida  esta  reforma  ,  como  lo  es^.^  Convictorio.  Los  particulares  s© 
conformarán  con  la  costumbre  establecida  ;  y  si  esta  se  varia , 
ya  será  por  un  común  consentimiento  ,  lo  que  al  fin  se  verificará 
tarde  ó  temprano ,  y  qualquiera  que  sea  el  éxito  de  esta  solici- 
tud :  pero  no  serenaos  nosotros  los  que  tengamos  el  dolor,  ó  el 
eozo  de  verla. 

ülti- 


Últimamente  el  pre<;ente  proyecto  no  excluye  aun  por  lo 
que  toca  á  las  Cátedras  restantes  la  defensa  de  la  Escuela  Peripa- 
tética. El  índice  no  es  de  propo"iciones  afirmativas,  ó  negativas, 
sino  de  títulos  de  qüestionesj  y  dtxa  libre  al  Opositor  á  que  e  ija 
la  opinión  que  le  agiaJe  siempre ,  que  esta  no  sea  contraria  á 
Iti  Fe  ,  buenas  costumbres ,  y   á   las  leyes  de  nuestro  gobierno. 

Al  concluir  mis  reflexiones  vuelvo  á  protestar  ante  V.  E« 
que  no  me  impele  otro  principio,  que  el  amor  al  Convictorio,  la 
ípropension  á  sus  glorias  y  al  es^pleador  de  sus  Alumnos,  Las  es- 
timables qualidades  de  haber  sido  yo  el  primer  Colegial  Maestro, 
después  Vicerector  ,  y  en  la  actualidad  Rector  de  él ,  son  tí- 
tulos muy  justos  de  mi  gratitud  y  reconocimiento  para  empeñar- 
me etí  la  presente  solicitud,  como  Lo  he  hecho  ,  y  haré  en  otras 
nuevas  que  tengan  el  mismo  objeto  ;  y  haciéndolo  ante  la  legí- 
tima y  superior  autoridad  de  V.  E.  me  pongo  á  cubierto  de  la 
fea ,  é  injusta  censura  con  que  se  me  pudiera  notar ,  de  queret 
imponer  leyes  ^  pues  yo  no  las  dicto,  sino  las  procuto  obtener 
exponiendo  las  causas  que  en  mi  concepto  son  de  mucho  peso. 

V.  E.  por  cuya  autoridad  tienen  vigor  y  fuerza  las  Cons- 
tituciones que  dirigen  la  enseñanza  de  esta  noble  juventud  ,  co- 
noce muy  bien  que  la  naturaleza  de  tos  estudios  del  Convictorio 
pide  esta  innovación,  que  complemente  su  perfección  debida.  Es- 
tá vacante  la  Cátedra  que  ie  es  propia^,  y  se  está  tratando  de 
proveerla.  Esta  oportunidad  aviva  mis  deseos  de  interesar  todo 
el  amor  de  V.  E.  al  bien  pébUco,  y  á  esta  principal  Casa  de 
educación;  para  que  si  mis  meditaciones  tienen  la  buena  suerte 
de  merecer  la  aprobación  y  agrado  de  V.  fí.  se  sirva  mandar,  se 
pongan  en  ejecución  en  la  presente  coyuntura  con  asistencia  del 
Señor  Juez  Prot,eetof  del  Colegio  ,  y  que  en  su  eonseqüencia  se 
de  cuenta  á  S.  JVJ.  para  que  se  digne  confirmar  este  nuevo  mér 
todo  de  Oposiciones,  ó  mandar  lo  que  fuere  de  su  soberano  at- 
ÍJítrip,    X-ima  y  Ocíubc^  2^    de    1791. 

JOoct,  Toriiío  B-odrigez  de  Mendoza* 

Se  concluirá  en  el  Mere,  sjg, 

) 

NOTA.      El  num.  del   Mercurio   anterior  está  errado  :  dehe 
^fgr  pQ>  Suplicamos  g,  los  Señores    Suhscritorffs  enmienden  este  yerro. 


Fol.     200. 


^i^   Núm.   92. 


MEKCURIO  PERUANO 

DEL    día   20.   DE  NOVIEMBRE  DE    1791. 


CONCLUYE  EL   PROYECTO   ANTECEDENTE. 

INFORME  DEL  SEÑOR  DON  AMBROSIO  CERDAN  Y  PON- 

tero  üydor  de  esta  Real    Audiencia,   y  Juez    PiotectoE 

del  Real  Convictorio  de    San    Carlos, 

EXCMO.    SEÑOR. 

\^  UANDO  yo  elevo  á  la  ilustrada  inspección  de  V.  E.  el  ad- 
junto pequeño,  pero  interesante  Expediente,  creo  proporcionará  di- 
<:hosamente  un  apreciabíe  servicio  á  las  Letras  :  un  sano  princi- 
.pio  de  lucimiento  loable  á  los  Colegiales  Carolmos:  un  digno 
elogio  al  imparcial  discernimiento  de  la  Escuela  j  y  una  manifes- 
tación del  justo  aprecio  que  se  merecen  las  laboriosas  tareas  del 
Rector  actual  del  Colegio,  cuya  dirección  de  estudios  me  ba  si- 
do  encargada    por   V.    E. 

En  la  representación  que  él  di-rige  por  mi  mano  á  su 
superior  eximen,  vierte  un  incontrastable  cúmulo  de  fundamentos 
sólidos  que  conspiran  á  caracterizar  de  oportuno  y  admirable  , 
^jgi ;  método  .que  propone  para  exercicics  literarios  en  la  Oposición 
i'  la  Citecira  vacante,  que  como  propia  y  peculiar  del  Convic- 
torio, exige  no  se  preíenten  sus  irdividuos  Opositores  ,á  la  lid 
literaria  con  otras  armas  de  sistema,  que  las  manejadas  dentro  del 
seno  de  la  Universidad  miíma  durante  el  tiempo  de  sus  estudios  ; 
de  donde  han  adquirido  derecho  para  ostentar  en  juicio  compara- 
.tivo  sus  progxtsos  científicos,,  i  que  eííá  vinculado  el  vencimiento 
según  los  saifragios  siempre  jusijlicados  del  respetable  Claustro,  ó  Coü- 

O  5  greso 


209.  '  ,  . 

greso  de  los   legítimos  estimadores  del    preferente   manto,  revesti- 
dos  en  el    mas    alto  grado    de    los  mismos  conocimientos    filosóficos. 
Las  reflexiones  que  reúne  con  diestra  finura   el  Rector  acerca  de 
la  Filosofía  del   xefe    y  antoslgnano   del  Peripato,  llevan  en  sí    mis- 
mas  una  muy  visible    recomendación,  sin  que  haya   hombre   alguno 
de    media.no     alcance,   que    no  venere   en    Aristóteles,    las  riquezas 
de  entendimiento  que  la  Naturaleza  le   produxo,   ni    admire   como 
prodigio   haberse   reunido  tal    colmo  de    luces    en    un  solo  sugeto. 
Sin    embargo      nadie     hay    que    ignore    la    adúltera    pcosntucioa 
que  han   sufrido  los  Escritos  del   Sabio  Estagírista,  así  en  sus  tra- 
ducciones, como  en  los  varios  Comentos  después  de  la  dilatada  sene  de 
mas  de  dos  mil   años  de   su   formación,    bastando  para  el   mas  cer- 
tero ju-icio  consultar   al   docto  Doctor  Parisiense    Juan    de  Launoy 
de  varia   Aristotelis  fortuna :   al  célebre     maestro  en  Ferrara    y  Ro- 
ma Francisco  Patricio,  en    sus    discusiones ^  paripatéticas:  al    biea 
conocido  Renato  Rapin    en   su   comparación  entre   Platón  y   Aris- 
tóteles:  al  Conde    de   la  Mirándula   en  su    tratado    acerca     de    h 
vanidad    de    la  doctrina  de  los    Gentiles;  y   al  nunca  bastantemen- 
te alabado   Luis  Vives  en  sus  causas  de  la  corrupción  di  las  Ciencras. 
Si  los  debidos  límites  de  una  carta   Oficio,  ó  Consulta   lo 
«ermitiesen,  no  me  seria  difícil  producir  un  exacto  texido  histórico 
ton   que    renovase   á  la  tenaz  memoria    de  V.    E.    así  las    suertes 
Tarias  habidas    en    el  trascurso  de  tantos  siglos,   de    las  obras  de 
Aristóteles,  como  las   revoluciones  ingeniosas  suscitadas  sucesivamen- 
te   contra  ellas:   la    elevación   y    la   decadencia    respectiva    de   sa 
aprecio  y  reputación  :  el   realce    de  su  estudio,  su   abandono  y  pro- 
hibiciones:  los  errores  de    que  ha    sido    convencido   especialmente 
á  esfuerzo  de  las   posteriores  observaciones   y  expenmentos  ;  y    la 
multitud  de  falsas  suposiciones  con  que    ha  logrado  en  vanas  épocas 
empañar  muchos  de  sus  innegables  aciertos   un  crecido  numero  de 
snalignos   é    ignorantes  impostores,  á  quienes  pudo   encaminarse    la 
expresión  de   San  Ambrosio  en  el  L.    1.  de  Officiis  sobre  que  era 
mas  de  temer  el   Liceo,  que  l,os  jardines  de   Epicuro. 

V  E.  sabe  bien,  y  es  preciso  confesarlo  en  obsequio  de 
la  verdad,  que  la  ancianidad  misma  de  la  filosofía  Anstotéhca 
cuya  trasmisión  hasta  nuestros  dias  con  favorables  ó  adversas  no- 
tas es  ciertamente  prodigiosa,  ha  atraído  unos  fautores  o  sectarios, 
tan  ciegamente  adictos  ó  apegados  á  la  enseñanza  derivada  de  los 
mayores,  que  puede  asegurarse  sin  riesgo  ^^/^"^^"'l"^  ""/'°'': 
se  enseñado,  ni  propagado  en  muchos  anos    dentro  de    las  Aulas 


jsüs^pssi^^cíf'yí:! 


210. 

y  Academia?,  sino  una  vana  y  loquaz  Filosofía,,  tanto,  mas  terri- 
bJe  y  arraygada,  quaato  se  ha  presentado  con  el  apoyo  nada 
Biénos  que  del  respetable  nombre  del  llamado  Divmo  Estagirita, 
De  aquí  han  dimanado  en  todos  tiempos  ias  esforzadas  quejas 
de  los  Sabios,  y  aun  de  sus  mas  nerviosos  defensores  ;  entre  quie- 
nes el  misma  jurisconsulto  Portugués  y  diestro  Poeta  Antonio 
Gobea,  Apologista  el  mas  empeñoso  de  Aristóteles  contra  el  in- 
pugnador  Pedro  Ramos,  persigue  acremente  á  los  glosadores  y 
maestros  que  revistiéndose  de  Aristotélicos  han  inventado  nue- 
vos y  horrorosos  monstruos  de  voces  ,  para  charlatanear  y  alter- 
car dias  enteros    de  las  mas   fútiles  y   ridiculas  naderías. 

En  medio  de  todo  lo  hasta  aquí  expuesto,  es  notorio  e! 
común  sentimiento  de  ios  Sabios,  sobre  que  nunca  debería  defrau- 
darse á  Aristóteles  de  una  muy  encumbrada  alabanza  por  su 
Política,  Arte  Poética,  Retórica,  fragmentos  sobre  la  historia  de 
los  Filósofos,  y  otros  tratados.  Si  su  Lógica  es  exacta  ,  y  medio- 
cre su  Etica  í  tiene  según  la  expresión  del  célebre  Heinesio  en 
su  Historia  Filosófica,  algo  de  ridiculez  su  Física,?  en  que  por  otra 
pa-te  no  abrazó  ó  comprehendió  la  coordinación  general  de  las 
partes  dei  Universo  :  siendo  su  Metafísica  llena  de  tal  obscuridad 
que  muy  poco  ó  nada  se  puede  aprender  con  su  lectura  á  no 
iriLiarse  con  perfectas  nociones  anticipadas;  por  lo  qual  es  compara- 
do Aristóteles  á  aquel  pescado  Lagivia  ,  que  arroja  de  sí  un  hu- 
mor  o  tinta  negra  para  ocultarse  quando  es  perseguido  Aóq 
inas,  qualquiera  sabe  que  en  la  Metafísica  misma  representa  á  Dios 
Aristóteles,  como  sujeto  á  las  leyes  de  la  Naturaleza,  y  sin  pre- 
visión de  las  cosas  de  acá  abaxo,  añadiendo  que  la  Providencia 
VKirn  no  se  eítiende  á  las  sublunares,  ó  á  todo  el  mundo  ha- 
bitado, y  á  esta  parte  del  Universo  que  se  comprehende  entre 
€1  centro  de  la  f.ena  y  la  región  déla  luna.  La  mortalidad  de 
la^alma  resulta,  ó  se  d.duce  de  los  principios  que  él  mismo  es- 
tablece, aunque  en  los  libros  de  Arñma  la  declara  inmortal-  v 
sostiene  la  imposibilidad  de  la  creación  del  mundo,  baxo  del  axioí 
ma  que  no  ,se  puede  hacer  algo  de  la  nada  :  de  donde  con- 
cluye que  es  eterno  el  mundo.  No  menos  es  motejado  Aristó- 
teles de  haber  fixado  el  principio  de  los  nervios  en  el  corazón  ' 
y  negado  la  existencia  de  arteria  en  el  hígado:  no  menos  que  Tot 
varias  inconstancias   suya.,  como   la   de  expresar  en   el   2,    Libro  d« 

S  d  Lib'  :•  Ifi:!  mÍ  ^'''^''    ''    -perior,  siendo  as/qf: 
€»  el  Lid.   2.  dé- Iqs  meieores  Cap.   1.     cree  ser    ias  tierras  sep, 

ten- 


tentrionales  las  mas  elevadas.  Su  Física  c!e  que  he  halilado  antes, 
está  llena  de  expresiones  vacias  enteramente  de  sentido,  y  de  un 
lenguage  que  nada  significa,  como  quando  dice  que  la  materia 
tiene  un  deseo  y  una  agitación  natural  de  perfectionarse  ,  y  que  las 
formas  son  substancias  que  subsisten  por  sí  mismas  -,  ó  quando 
pretende  explicar  las  operaciones  de  la  Naturaleza  por  medio  de 
ijualidades  ocultas,   y    virtudes   específicas. 

El  reconocimiento   de  tales   defectos  de  Aristóteles,  ó  pro- 
pios é  sobrepuestos,   y    la    constante    duración   de    las    demás   sec- 
tas  posteriormente  suscitadas  en  quanto  á  la  Filosofía,  han  sido   en 
los   siglos   mas  amantes    de   la  verdad,  ó    mas  imparciales,  el   prin- 
cipal   móvil   para   su  estudio  y  enseñan7a,  por  un  método  conciliativo 
que  diese    la  debida    predilección   á  las    mas     sensatas    verosimilís 
opiniones  de  la  multitud  ,  diversa    de   los  maestros  y  escritores   de. 
mayor   nombre,   y    mas    recomendable    antigüedad.     Consiyuteiite- 
tnente  acabada   la   adhesión  servil   al    sistema   Peripatético,   ó  al   de 
otro  alguno   pariidario,  ni  en    las    Universidades,  ni   dentro  de    las 
Aulas   de   los    Colegios  se   ha  jurado   en    la  palabra  6  dictamen  de 
alguno  de  aquellos  antiguos   xefes   de   la  Filosofía  ;   sino  que  úni- 
.  camente  ss   ha    aspirado  al  mas  seguro  conocimiento  de  la   bondad 
y  verdad,    adoptándose   los  tratados  dispuestos  por   los  Autores  im- 
parciales  que    han     entresacado  de    las   mas    sensatas    produccione» 
de  la   antigüedad,  los   mas  seguros  y   probados  principios  de  ense- 
ñanza en   las  materias  filosóficas. 

Como  la  Filosofía  en  su  vasta  extenclon  de  nobles  ob- 
jetos y  elevados  designios ,  requiere  para  su  posesión  entera  una 
casi  universal  sabiduria;  este  es  el  veneno  y  origen  de  la  difi- 
cultad y  aun  imposibilidad  de  encontrar  un  ingenio  tan  admira- 
blemente feliz,  que  sea  capaz  de  enriquecer  al  Orbe  literario  con 
una  obra  completa  filosófica,  trabajada  con  el  apetecible  método,  y 
desnuda  absulutamente  de  toda  preocupación  ó  débil  plagio  5  pot 
quanto  es  indispensable  una  muy  vasta  extencion  de  conocimien- 
tos, y  muy  exacto  discernimiento  para  elegir  de  cada  secta  lo  me- 
jor, y  poner  en  práctica  con  acierto  aquel  consejo  inestimabltt 
de  Cicerón,  con  que  asegura  San  Agustiji  en  el  Lib.  3.  de  su» 
Confesiones  haber  sido  muy  movido  sobre  no  deberse  seguir  par- 
tido alguno,,  sino  abrazarse  la  sabiduría  y  la  verdad  en  quatquiec 
lugar  donde  se  encuentre.  El  atendible  cúmulo  de  las  reflexionet 
basta  aquí  indicadas  me  conduce  ya  á  tratar  acerca  del  Plan  de 
qiiestioaes  propuestas  por  el    Rector  pata  ios  puntos  ea  la  Opo- 


i 


Z12* 
«don  próxima  i  la  Cátedra  de  A.^tes,  propia  ó    peculiarmente   des^ 
tinada  á  los   Colegiales    Carolinos. 

Repito    nuevamente,  contemplo    miiy    oportuno   que  el  en- 
sayo  del  Qüestionario  presentado,  lo  sea  por  esta  vez  en  los  exerc  icios 
venideros  ya    que   en   los   docientos  veinte  y  quatro  dubios ,  o  pre- 
ííuntas   filosóficas    se     comprehenden     pumos    mus    interesantes  a  la 
íntima  Filosofía,  que  en  los  tres   solos  Tratados   destinados  por  cos- 
tumbre para   picar;  y   que  además  de  esto  los  Opositores,  todos  Co- 
íegiales,  rtutridos    dentro  de   la  Universidad  misma     con    los    cono- 
cimientos é   instrucción  que   debín  ostentar   en   el  juicio    contradic- 
torio  de   la  Oposición,   están   únicamente  deseosos   de  que   sus  actos 
literarios   se    verifiquen    por  el  m-iio  propuesto,  sin  que  se   les  obli- 
gue á  defender   á  Aristóteles,  de  cuyas     sentencias    propias    o   su- 
puestas se  ven    freqüentemente    en    necesidad  de    separarse     según 
las   regias    de   filosofía   moderna,  donde   hay    mucha     fiuyor   exten- 
cion  de  ideas  y    materias,  que   en   las    obras    llegadas    á    nuestras 
manos  baxo   del   nombre  del    Estagirita,  cuya   igual    suerte    corren 
los   resultados  de  la   filosofia   Tradicionaria  y    Grecánica  ,   sin     de- 
berse  perder   de    vista  que    la    Junta  Superior    de    Aplicaciones  al 
prescribir  el  método  de  estudios  para   el   Convictorio  ,  se    acomodo 
oportunamente   á   la    preferencia  de  la  misma   filosofía  moderna.  Kn 
efecto  los    8.  Libros  de  los    Fhicos    de   Aristóteles,  los  4.  áeCoelo, 
y    los    2.    de  Generatione,  et  inieritu,  en  que    se   ha    acostumbrado 
picar  puntos  por  los  Opositores,  les    presentan    muy    ceñidos    límites, 
á   SÍ3:  prueba    y     lucimiento,    poniéndoseles    en    la    mas    violenta   y 
sensible    necesidad    de   circunscribirse  á  ser  examinados  por  un   Au- 
tor   que   no  han  saludado  en  el  Colegio,   ni  en  la  Universidad  mis. 
ma;  y   en  la   de  sostener  unos  dogmas,  contra  cuyos    principios  han 
«ido   imbuidos  en  la   duración   progresiva  de  los  Cursos.   En   medio 
de   tal   angustia ,    nadie  extrañará   que   los  Opositores  todos    se    ha- 
yan  unido   para  solicitar   de  V.    E.  se   les  exima   de  sufrir   la   pre- 
sura consiguiente   al  aiitiguo   método  ,  y   que    sus   actos    de  Oposi- 
ción se   verifiquen   por   medio  del   Qüestionario  propuesto,   donde  es 
visible  se  contienen  además  de  las   materias  tocadas  por  il  Filósofo  en 
sus    14.  Libros   mencionados  ,  otras   las    mas    delicadas    é  interesan- 
tes á  la  verdadera,    y  no  inútil   y   afectada  Filosofía. 

El  memorial  que  traslado  á  las  superiores  inanos  de 
V.  E.  subscrito  por  los  Vicerectores,  Maestros  y  Colegiales  qu? 
salen  á  la  Oposición,  es  el  mayor  y  mas  auténtico  comprobante  de 
sus  uniformes  deseos ,  á  que    me  prometo    se    dignará   desde   luego 

d«fc- 


3f  jy- 

deferir  V.   E:  así  en    beneficio  -f  para    consuelo   de    éstos  jóvenes 
aplicados  ;  como  para  que  ^irva  la  observancia  de  este  método  de  en- 
sayo  que  puede    acaso  arraer   su  entable  en  lo   venidero,  respecto  de 
otras  Cátedras   de  Filosofía   destinadas   no  peculiarmente   al  Colegio 
como  la   que   va   á    ventilarse  ,   sino     al    común     de    Profesores   en 
Ja   Universidad,   donde  estoy   bien   informado,   que  ni  5e  estudia,  ni 
se  enseña  por   Aristóteles,  á  quien  solo  suele  saludarse  quando  con- 
curren semejantes  Oposiciones.  El  término  de  la  del  Colegio  va  á  cer- 
rarse   en  el  día    ;    del    mes  que   inicia:   y  según  esta  estrechez  de 
tiempo,  falta    el  necesario  para  dar  á  la  propuesta  presente  la  subs- 
tanciación y  Claustro,  donde  (  aun  quando  según  su  ilustración  y  na- 
da preocupados   sentimientos,  no  recelo  contradicción   á  un   pensamj- 
tnio    que  á  nadie    perjudica  una  vez    qué    están  convenidos   todos 
ios  interesados  )  seria  indrs^pensable  alguna  mayor  demora  por  los  trá- 
flüites  consiguientes  á   un   Informe   y    sus    previas    discusiones.   Se- 
gun  el  éxito  que    se   reconozca,  favorable  ó   importuno  del    nuevo 
método,   pensaba   yo  conveniente   se  sirviese  V.  E.   al   t/empo  de  de- 
cretarlo desde  luego  por   esta   sola  vez    con-  respecto  á  la  CáteJra 
^el   Colegio ,   prevenir  al   mismo   Rector  y   Claustro   reflexione   se- 
riantente ,  sí  podrá  convenir  se  entable  después  respecto  de  las  dema* 
Cátedras  de  Filosofía  ;  y  que  en  tal  caso  proceda  según  la   notoria  sa- 
biduría de  la  Escuela  á    disponer    que    por    algunos    de   sus    mas 
Ilustrados  Doctores,  se  amplié   el   Plan   de  qiiestiones    filosóficas    ba- 
xo  de   la   base  de  las  obras  de  Aristóteles,  en  los  puntos  por  él  tra- 
tados,  ó   que  corren   baxo  de  su.  nombre  ^   añadiéndose  en  las  omi- 
tidas   los    dubíos   ó  preguntas    que    merecen    ventilarse    según    los 
dictámenes   de   ia  filosofía   moderna,  sin   olvidarse  al  Filósofo  así  en 
su   obra   Parva  naturalta,  donde   trata    admirablemente  en  la  mayor 
J)arte   de   nueve    materias   muy   interesantes  ,  según    las    he  leído  en 
la  edición    que    conservo  del  año   de    1530,    traducida     ai    jatin    y 
comentada    por  Nicolás  Leónico  Torco  ;  como  en  sus  qüestw'rer  m», 
€á¡iicar  ,  sobre   que    hizo   igual   obra  el    mismo  ilustrador,  de  arjíen 
son  no   menos  apreciables  sus   ^üestioms  amatorias,  y  lat  naturalcr 

Dexo  expuesto  á  la  Superioridad  de  V.  E.  ""' i  parecer  í(.b;e  él 
adjunto  Expediente,  cuya  resolución  pende  de  sus  mas  acendradas 
luces.  Lima  10  de  Noviembre  de  1791.  ^  Exmo.  Señor  '-'  Am- 
brosio Gerdan  y  Pontero  ^  Excmo  Señor  Virrey  de  estos  Tlevnos 
prey  Don  Francisco  Gii  y  l<emos. 


I^,f^^ 


f 


SUPERIOR  DECRETO.;-  6k>í 


2I4« 


lima  3    de  Noviembre  de   1791. 

V    ISTO  este  Expediente  con  presencia  de  lo  que  sobre  los  tnemo- 
tiales  producidos    por   ei    Rector   y   Opositores    del    Colegio  de   San 
Carlos  expone  en   su   Consulta  el  Señor  Juez  Protector  de  él  :  y    en 
.atención  á  haberme  expresado  este  Señor  Ministro  que  habiendo  tra- 
tado con  el  Señor  Rector   de  la  Real  Universidad   sobre  su    conte- 
:-nido    leba   manisfestado  e¿te  no  hallar   por   su    parte  inconveniente 
en  que   se   haga  por  esta  vez   la  tentativa  de  que  se   piquen   pun- 
tos  por  los  Individuos  del  mismo  Colegio,  en   la     conformidad    que 
-se   propone  por    el  Pian    de    qüestiones   presentado ;  y    mas   estando 
todos  ellos,  que   son  los  únicos  interesados,  unánimemente  convenidos: 
Pásese   el   Expediente   al  mismo  Señor  Rector  de   la  Real  Universi- 
dad ,  á  fin  de   que    procediendo    desde  luego  á  poner  en  práctica  poE 
esta  'vez   el  método   insinuado  de    picar    puntos  para  la   Oposición 
próxima  de   la  Cátedra   vacante  de   Arisóceles  perteneciente  al  Co- 
legio, disponga  después  á  vista  del   efecto  que    produxere  este  ensa- 
yo, se  axámine   detenidamente   por  el  Claustro  pleno,  $1   será  con- 
veiiiente  el   entable  de  igual  método   en  las   deraas  Cátedras  de  Fi- 
losofía ,  ó   en  algunas   de  ellas;  en   cuyo  caso  encargará  á  los  Ca- 
tedráticos de  la  Facultad  ia   extencion  de  un  Qüestionario  mas  di- 
fuso, en  que  se  comprehendan  las  materias  todas   filoüófi  cas,  si  algunas 
se  hubiesen  omitido  en  el  formado    por  el  Rector  del  Coiegio  :  infor- 
mándome con    todo   lo   actuado  p^ra   que   pueda  por  esta  Superio- 
ridad dictarse  la    deliberación   que  corresponda,  en  cuyo  igual  ob- 
jeto podrá    presenciar  los   actos  literarios   de  ios  Colegiales   el   mis- 
mo  Señor  Juez   Protector,  como  Director  de    estudios   del  Colegio. 
Una  rúbrica  de  Su    Exc.  ¡j;;^    Franco. 

BENEFICENCIA.    PÚBLICA. 

•L¿  A  Beneficencia  es  sin   duda   la    mas   grata  y  estimable  entre   laf 
virtudes  del  hombre.  Por  ella  mereció  Tito  Vespaslano  ser  nombrado 
el  amor  y   las  delicias  del  género  humano;  1  ),  y  que  en  su  muer- 
te 


(  I  )    Eutrop.  JLib.  7. 


te  lo  llorase  todo  elOíbe  considerándose  íiuérfano  (2).  Epítetos 
y  demostravínnes  mas  dignas  de  decorar  el  templo  de  la  Fama, 
que  los  soberbios  de  Conquistador  y  Filosofo  con  que  el  terror  y 
estupidez  de  los  mortales  fomentan  la  colera  y  los  delirios  de  los 
devas^tadores  de  la  tierra,  y  subversores  del  orden  y  derechos  sa- 
grados de  la  Soberanía.  ¡  Quanta  diferencia  de  una  pura  y  ge- 
nerosa mano  que  se  extiende  solo  para  proteger  ai  desvalido,  á  U 
otra  teñida  en  una  sangre  inocente  que  pide  venganza  al  cielo, 
-ó   en   la;  negra   tinta  que  esparce  el   fanatismo  y   la  prostitución  ! 

Hemos  dicho  que  la  compasión  y  la  caridad  acia  los 
infelices,  ha  sido  siempre  el  carácter  distintivo  de  los  venturosos 
■paises  que  habitamos  (3)  ,  y  acreditádolo  con  testimonios  irrefra- 
gables por  lo  que  respecta  á  la  Capital  (4).  Un  hecho  reciente 
va  á  manifestar  la  difusión  de  este  espíritu  de  Beneficencia  en  otra 
Ciudad  del  Rey  no,  siendo  su  primer  dechado  aquellos  en  quienes  el 
'*.lto   honor  de  la  toga  h^ce  eficaz  el  €;íemplo. 

Ko  habiendo  en  la  Ciudad  de  la  Plata  casa  de  Niños 
•expósitos,  el  22.  del  mes  ¿e  Sjeptiembre  del  presente  año  á  las 
ocho  de  la  noche  expusieron  dos  gemelos  á  las  puertas  de  dos 
Señores  Ministros  d,e  aqueiia  Real  Audiencia.  1.a  enérgica  compa- 
ración que  hace  Lacrecio  (  ?  )  entre  ,el  niño  recien  nacido  y  el 
naufrago,  que  arrojado  por  las  ondas  sobre  la  inclemente  arena 
lucha  con  sus  miserias,  desnudo,  íiecesitado  de  todo  auxilio,  sin 
descubrir  el  horizonte  de  sus  males,  y  llpnando  con  sus  tristes  ecos 
el  ayre  ,  debe  peculiarmeníe  aplicajrse  á  los  desgraciados  párvu- 
los que  buscan  su  refugio  arrastrados  por  los  atrios  de  los  Pode- 
rosos. ILIojran  eij  su  desamparo  ,  no  eacontrando  por  Jo  común 
-otro  socofro  que  la  desapiadada  tropelía  con  que  se  les  r#pele.  No 
-sucedió  así   con   los  qug  vamos  refiriendo.  Apenas  aqu,ell<;s  compa- 


sivos 


{  2  )     Aurei.  Vict.   de   Caesarib,  ,et   in  Epitom  .. 

(2)     Mercnrio..Peru.ano.  ^T-  %•  pag.   398. 

(  4  )     Sde^-curio.   núm.    2.    66.    61. 

(  5  )     Tum  porro  puer   (   ut   saev'rs  projcctus  ah  tmdit 

Navita  )  nudus  hum  iacet   infans  indignuT  omné 
;  Vitali   auxilio,  cum  primum   in  lumims   oras 

Nixrbus  ex   alvo  tnatris  natura  prcfundit^ 
Vagi tuque   locum  iugu'bri   completa  ut   aequu»i  estp 
Cum  tantum  in  vita  restet  txansire  malorum' 


Je   sus  Espora.  Y   P^^^^^f  ^  ^aád,   que    loé   de  sus   éantos 
6',.  hijos   que    ^^^^ ;\!::'^J\1   é^plendot   á   la   Sagrada  fuente,  y 

Juntos  en  la  casa  ^^ :'''^^^^^%¿  ¿cféditá  ser   los    Magistrados 
[e  en  señal  ^' JT"Z/^<^J    sus  c.sas  los  .silos  de  la  mo- 
los ..fdader<.  ^^^^^i¿..,y   -1  Vez  Pend- ^  -| 
cencía:    pueS    *» J^'   'f ^^ertós^    es    únicamente     por    prüteger    a 
columnas   las   ",^«^^"^f  ¿'¿'^  ^üe   lá   insulta  y   la  combate.       ^ 
aquella,  y, reprimir   al  ^^f^^,  **^,.  ¿^^„„icó  esta   noticia  ,  no   m- 
Senttmo.    que  e    1^^-/^^  Benefactores,    para   que  es- 
ákase  los  nombres  de  los  ^^^f^'^\    ^^^^^^¡,  ¿,   monumento.  Pe- 

culpidos   €ñ  este    ^^^l  ^'^^'¡/'J  ^l,á^¿.    Por     mas   ^ue    los 
,a  ellos  tieriéri   otro    mas   sohdo  en    su   P   ^^^^^^^^^^^  ^^   ,,^,  ¿..ve- 

Escritores   se  faúgú.i    en  ^^/j^^'^^J'    ^^a  que    sU  Vida  ',  6  por- 

los,  están  -P"--'/,/¿,ta-^  P""'^  ^  P-'^"^   ^^  ^^'^^^    'I 
4ue   las  consume     a  osa^da  >  ^^¡^J^^  ^^^    ^.j,      del    océano  ,  se 

resto  de  V^iumenes  r"^'"^  ^^^^  Solo  el  berleficio  no   mueie  (  ó  ), 

suceden  y  extmg^en  mu  u^-";-"-  demostraciones  mientra.  Vive 
ni  las  alm?iS  que  o  /^'^\7"-  .  ^i^,,  ^^n  que  riegan  sü  sepul- 
él  Benefactor  .  lo.  ^^^J^^J^^;^"  Seros,  que  ius  e.cómius  tbr- 
Cfov  ron   eiogios  m«^   eluquentes  y    .u         ^          ^^^^       ,1  viento,  y 

„,.dos   por   la_  ^^\-^f  .^^'°:^^J¿at     1  e    cedro  y  en  el  bronce, 
aun   que  las  inscripciones   grabada. 


(6)     Bo^m^od  hinefit,  haud  ¿erif  PhuL  in 


Rud, 


i 


I 


Fol.  sry* 


-%    Núm.   93.       - 


di 


MERCURIO  PERUANO 


DEL    día  34.  DE  NOVIEMBRE  DE    1791.  ^ 


CARTA  DE  DON  JUAN  DANIEL  TTEBER  MINERALOGIS- 

ta    pensionado  por    S.   M.    en  respuesta  á  las  del    Pseudo-  serrant; 

publicadas  en  el  Diario  Erudito  corma   las  utilidades  del  Barril 

A  K^íilgamator  lo. 

SEÑORES  DE  LA  SOCIEDAD  ACADÉMICA  DE  AMANTES 

DEL   PAIS, 


ÜY  Señores  míos :  leí  atentamente  el  Diario  de  Carttf 
escritas  por  el  Buen-serrano,  dirigidas  á  impugnar^  ó  mejor  dí- 
icia  i  destruir  el  nufvo  método  de  Beneficio  por  trituración  en 
Barriks.  Confieso  á  Vms.  i/ig€nuajíiente  que  sus  reflexiones  no 
xjie  captaron  la  atención ,  y  por  lo  tanto  hice  ánimo  firme  de 
eo  formar  .contestación  ajlg^una,  de  modo  que  pens^  cansar  1% 
imaginativa  en  rebatir  unos  pensamientos,  que  queriendo  fundac 
«.US  opiniones  en  lo?  principios  íjue  nos  ministran  las  Ciencias  na-* 
turaies,  cae  ai  mismo  tiempo  en  errores  bastante  groseros.  Este 
desAÜtnío  se  aumentó  en  mi  ,  quando  se  me  aseguró  íjue  este 
Diario  se  dirigió  por  un  sugeto  de  esta  Villa  ^  sugeto  que  lia 
fjmpeñado  todo  el  golpe  de  sus  esfuerzos  en  destruir  toda  la 
«nerte  de  eíte  Beneficio ,  y  qwe  mas  de  una  vez  he  sufrido  los 
resortes  de  su  mala  .voluntad:  y  no  era  mucho  tuviesen  esta  suer- 
te los  ríis|;os  de  ¡uíia  pluma  dirigidos  por  el  encono.  Pero  como 
estos  Papeles  deberán  pasar  por  mano  de  la  gente  juénos  culta, 
en  la  que  tendría  sin  duda  mucho  peso  un  sistema  qna  gene- 
taimente  se  adapta  ron  el  suyo  ,  yarié  de  ánimo  y  to«íé  la  re-» 
soiucjpij  4e  contestarlos-,  para  que    j^esando    ambas   ©pinione»"?  e« 

P  J  i* 


I 


ti^:  ■  '  "i  ..... 

la  balanza  de  uri  verdadiérb  discernimiento,  no  dexáí^n  de  exectj- 
ta-r  sus  observaciones  sobre  un  método  generaimente  recibido -€0^* 
mo  ticii  por  los  Sabios  de  .la  Europaj  y  estimado  como  uno  de 
Ips  mejores  descubrimientos  de  este  Siglo  en  materia  de  Benefi* 
cío,  y  que  en  ninguna  parte  del  Universo  podrá  hacer  tan  rápi-. 
dos  progresos  como  en  esta  parte  de  la  América  meridional,  adoiv,. 
4e  la  Naturaleza  ha  m.anifeítado  la  abundancia  de  s*ís--  mas  ti;-^ 
¿as  producciones.  Este  es  el  objeto  de  esta  carta,  y  -este  m!sraq^ 
él  fin  con  que  la  dirijo  á  Vms.  Lo  único  dp  q^ue  podré  lisoa- 
jfárme ,  es  que  los  borrones  de  mi  pluma  son  dij-igidos  pqit 
lih  espíritu  de  verdadero  amor  á  la  Nación,  y  que  este  misma 
hará,  sacrifique  mjs  desvelos  en  .adelantamiento  de  sus  Minerales 
cón^ei  esfuerzo  de  mis  cortas  luces.  Pero  antes  de  entrar  en  un 
prolixo  discernimiento  de  sus  partes ,  permítaseme  dar  alguna  mas 
idea  de.  su  A.u.to.r,  y  del  carácter  de  los  Diarios ;  pues,  creo  con-, 
tribuirá  mucho,  para  formar  el  concepto  debido  sobre  el  mérito^ 
¿fe  la  Obra.    "'    '  '  •*"' 

Si  sus  pensamientos  fuesen  fundados  en    una  sólida  teó- 
rica y    práctica  ,  sus   conseqüencias  serían  de    acierto  ;  pero  todos 
I9S  que  conocen   á   su   Autor,   sainen  que     sias     estudios   y    desünQ 
Kan  sido  distintos  de   los  que  debe   tener  un    Mineralogista,  y  que 
jamas   ha   tenido  la    práctica  de  solo   un  dia  en   esta  Ciencia:  pues 
quando  ma.s,  reflexiona   inspirado  de  algunas    noticias   que  toma  de, 
dos   ó  tres   BenefíciadoTes,  que    los  niira  como   Oráculos  en    pun- 
tó'de   Beneficio.   En    el  Reyho  Mineral   no   obra   el .  hombre"  sino 
pbi-  comparación   práctica,   ó  especulativa.    Es    un    hiinistro    de    ia 
Jííáturaleza,  y   por    mas  que  se  halle  dotado    de    entendimiento  y 
de  industria,   si  no  examina    las  varias    producciones  Minerales  en 
que   ha  de  exercitar  el  discurso,  ó  la   mano,  serán   pocos  los  acier- 
tos   que   pueda    tener    por  sola    refiexion.    Un    Mineralogista     que, 
pretende    desterrar    una  obra   que    tiene    sólidas    esperanzas ,  debe 
haber  baxado  á  las    profundidades  abiertas,  y  examinado  en  su   se- 
no sus  bastantes  producciones :  y   quitando  con  precaución   el  velo 
que   las  cubre,    deberá   saberlas   sujetar  al   arte  de  la   Química  pa- 
la disolver,  romper    y   separar  sus    partículas    mas   tenues,    y   des- 
ciibrir   sus   principios  primordiales   que   la  Naturaleza   ha    cubierto. || 
con   varias  combinaciones  en  su    vasto   laboratorio.  Sin  estos   cono-  ■ 
cimientos,   creo  deberá  tomarse    como    parto    de    ligereza   y    arro- 
gancia conceptuar    como   inúti'es  y   llenos   de  demérito   los   priaie- 
lós    pasos    dfe  este    nuevo   método. 

Si  paso  mas   adelante,   examino  que  todo  el  carácter  de 
U  Obra  es    puramente    sistemático}  y  que  por    mas    que   se  c»- 
'    ;/•    "■■'  "■  '  íuérxc 


^3k£Áí*4s:di 


quieté  hacer'  ver  los  precipicios   a  que  se       v  q^^     ^^.  - 

r,-,  todos    los  ««ratos  í°»«"  ^„"?, J'i,  "  en  ;i  se  ^nda    rf^; 

jktsuadit  cot^o  i!'""^ "'''^^;'°\,''S'pUm¿  ádeliniar:  preo.; 

Betieficio  del  Perú,  y  '°  P°¿°^,°ndo    SLrios    los    errores,  Hí! 

capación  P"n'™'^v^"^„!Ji'Sos  á  la    humanidad,    sin  qué  pot 
cíüsado  los   ■n",.8'^"í'"  P"í"'™  en    as  Artes    humanas    en    los 
e^  se  haya  H'"."  ¿"^  ^  ir^°Í3rca   Hcifse   progresos,  y   llegase^ 
siglos  /nleriores.  Para  que  la  í  ,ba„<,onar  el  espíritu  sis- 

al estado  en  que  hoy  se  halla,  luep,  ftn6„enos    á  uní-í 

temático -que    se  «Mpefiá  '?.'f ""',"'  y  la    expetienci» 

bip6te.i  general,  y  que  8»«f '.    P°' JjJXza ,  no  á  comprobái- 
¡Tindu.esen  por  los  caminos  de  la  ^»\«'^^;^ '¡5,„,,fi^,. 

'»»  ''^'^"^;:r  e^tr'^t^v^^^^cS^s,  P-¿e.^it.r  e,  DÍ^- 

^  del  Viernes.»  de  Julio;  y  :*LP"""  íeXh  de    allí  en' eí. 
*>dar  si  en  las  'o  hbr^s  de  a  qu     se  fix.^^^^         a^_^^^_^^^ 

hr^:  ta  iSt::si.ix^S\f  b '¿^::^- 

cara  por  «na  ilación    segura  .   .uego    sum»  5    .  .r^ri^r  ñnp   al   serra- 
V  1,      T3  v,^fi^;^o   V  «3  no   oue<io  comprenender  que   ai   bcrr* 

t-r'rcL"1¿':cLrr.„''toda.a  la  e«rana  paradoja  ae  i„. 

Saar,    t/irt,«  si- estas'  50  libras    »*"    '^"'f  ■■^"«  .  t,,  P"    ha '.e- 

-^^'drSa:ri''T»dt'a''L::^so!y.s^n%o'^y^i 

parado  del     amalgama     y    ^^y^^  ,'.:^^,^¿^    Si  aun  todavía    fal- 
cara  «''Complemento  dé    U«   47  f  quini^ies.    ^»  ^  „„^w' 
íTrT  mas  3ue  .  bkn  podría  ocurrir  semejante  duda  ;  pero  quan- 
Xm    eíSSer^ci^^bon^^P^^^    de    unos    taleutos   tan  ^onocid^ 
f^'Ss^del^^  M^.ero.  m  P.TÚ.  Ma.    no  -tranet^  S^e^  que 
tí:!.knse:.fluiea:solQ  ..c*   lo  que  oyó  ^enr     pues    esta  es    la 
«leX  Kfirterai:  de  los.  Plagiarios  ,  y    rasemos  adelante. 
'              ^  En  lo  restante  de  est.   Ftrirdico  se     pretentende    demos- 
%rar  4a  inconseqüencia  de"  las    posteriar.s    operaoones  •  cotr^paradas 
X^^^4^  los..-5a,(ton..,  ^.p^.iIo:s.  hace  ea^-de 


los   Beneficio?  íiechos    desde    5  rÍA  w^i, 

y  mn^ndo  el    nú.Tiero   de     cLoL       u         ^''^*    '^^  ^^    Mafjfli^ 

cíel  amalgama   a, ,8  libras:  Tapara  Ve  J^    ''^'  ^    '^   P'^ducta 
c=e  que     habla  el    Mercurio    Sero  '  ''.^    ^^^^"«      ^^Vi 

unstno  modo  del  total  del  amál;^^^         ^'    ^^edando  solos   72:  dVl 
-mente  para   U  s.,::^'^^^!^^^^^^^^ 

«"a   regla  de   proporción  y   dice      sí  o  T'''   '".  ^'^'^^«^'  f-^"»* 
72   deberán    producir    1798;  y    como  'oio  ^^"'0^'"    » ^74  libra., 
Proporcoa  ,.4  libras,   Jo    iv^osdeo     ^  f  ^rj^^*  ^^J^-  ^    U 
~yp  ^  -^   ve  aíji ,    exclama    coa 

gran  despotismo,  el  demérito   d^   lo»   , 

E^clamacior.  ialuSa    «»1     ^  ^^""^''    operaciones, 
"le^a  de  cada   B..;efíc  oH^ca^u'  s'' V""'"'   '   '"^^'^^  ^^   »««- 
«o  bgero,  fomentado  de^a   prSio  deT   '"^^-^   ^*^  "«  ^«í- 
Si   todos   ios   i«etales  fueran  de    una    ^1^'"'''''^""^"  ^    ^"^«"«^ 
Siendo  diferer^tes,  con   una   diferen"a   rT  *^^^''^' '    ^^^"  '  P^^ 

emente  narración,  parece  que  sen^Ltes  'n  ^'^  '''^  '"*  ^^  ^- 
focarse  en  ía  clase  de  sofismas  ^^  /'T'"'^"^^  ^^^^^^n  ca- 
iace  .n  Us  de^ostraclo^esTica.  ""'"  '^'^  "^"  ^«^  ^y  •* 
ir.rc...a  n^lr?''ri^j:;;,,^^^,^f?,^«  ^«e  hace  me,.o„a  el 
desde  ,4  de  Febrero  basta  eí  o  di  J  u"""'  ^'*  ^^  l>eneficbdoÍ 
pero  de  inferior  orden,  según  e^snJ"' '""  ''"^^^^"  ^^  ^^^or, 
íey  de  6  «.arco,  que'  selai6  I  ~e  Re^l  ";"'^^^^^^->  ^  ^^ 
las  pruebas  de  b  diveria  stiert/  H.  f^  ^*  ^^-'^^  «*  ""a  de 
veces  vienen  combinados  4^*1  L^.  "'''  ?^^"^'^^>  ^«^  «"« 
gentes  especies  de  gretas  cu!l,h^'  '*'"  '^  ^«^^'*^>  «««  di- 
to ó  cobre.  Estas  diversa,   rnih         ^^'  ^''^   ^^  ^^  ^'"^  áe  hier^ 

abundan,  y  por  consiguiente  de  mr.or  é'met  '"""'^  ''*  *i«* 
conocirniento  ei   «no  de  los  BrincS  J  '    "^"'"-  ^   «to 

«eralogía  para  la  e.traccfon  T  Ses  '"e'l  ™-  '""''  ''  ^"- 
funda  la  Qulnvíca  Metaló rcícaLrriiJ-'  ^  ""'"^  *"  «I"*  «o 
^alvo  qae  el  Buen>serran?^uiefa  ene  .tr""  ^'"  ^^^  Beneficio.  5 
t«les  .ean   de  la  naturaleza  ^dérprime.o'        ''''''"'' '^-^  i«»  me-' 

ios  ^3,  restantes  ai  cumpUmi^Ü  ^^.^  *  '^"''^*^^  ^"^*^í  T 
iniciaron  en  38  de  dicho  y  eonchí..^  I  '  ^V^'  «>per3ciones  sí 
f  ela-ves  que  expde  la  Ribera  di  IT  *  ''  ^*  ^^'"^^'  ^^"  ^^ 
iavas.    Preganto%.hora  :^  admite  íur^"''"'  *"  "'  *^"^P«  ^^  ^ut 


*»»>^: 


«ciBpartcfón  con  vftos  Relava»?  *.h^/v«.»-.  ,  22 r. 

»«  ventaja,  es  de  yTrmárcor  o^n^  ^'"'^"í'" '"  ^'^^  ^"S^"'-^«  ^ 
den  en  la     Ribera  le  4  áT Taun  "f '?'   ^' -^^"'^'^  ^^^^'^   "'- 
caozan     de    18    á    ao    onzJ?     ,  í^      -ay     Ingemos    que    solo  al* 
contribuir    estos  re.tos  SZllJ^^n  ■.^"^'^''^    "^"^=^^^^^    P^^'-'^^^ 

trara  que  aun  t)e  estos  se  p^ecfe  e" /raer L  '' '  ^  "^'  ^^"^^^'• 
plata  que  se  extraxo  en  sn  primer  b^n%  í"^'^^  ^'"'"^'^"''^  ^« 
mfalJbk  su  cálculo,  y  coVsaí  L  k  1  ""•  ^-"'^onces  daré  poc 
«íx^icios  á    la   humanidad  '  ^^'^°     """^  ^'    ^^'    ^^^JoS^ 

«o,  al  juicio  de  «n  verda'dero  cr"  cí  S  'MT"'  ,P^^^.^-^"-  ^ 
«ínor    Patriótico  el    dar  á  lu7  nn.'l      «     ^  acreedor  á  llamarse 

«on  y  experiencia  rSe'ternofodfr''""  '""''''''^  ^  ^"  ^^•■ 
f  émdo  pna  alcanzar  ía  verdTd  sí  Icr  '^'"  ''•*  "^  verdadera 
infalible  proporción  en^el^t¿r'o^'ls':^r''  ''  ^^^^^"  '^ 
gradúa  eí   Buen-serrano  •  v  \]  7nJ  ^'"^''^j^g'^tas,   co!«o    los 

^^n  Jug.r  para  unas  Irivect  af  íl""'  '  f ''"'J'"^''^'  observacioaes 
trañas  délas  re/^las  de  m.?  ^^^'^'  ^^  ""  ^^^'^  ^^^o ,  y  ex- 
t^uc.trosig!o:,íe';ol^:ta!:r.H'"'  ^.'^^^""^^  ^^*    críticos  de 

*«  verdad.  ^^^''^  ^^  ^^S^^»  epiteto   de    amor  4 

Ca.one.  produjeron  LZ'J''"  ^"'"'i  ^  ^^^^•'  ^««  ^^i 
424  reáreos  resultado  dt  L  o  cI/  ''"'''•  ^'  "^^'^^  '^^P^^»  í<« 
P^ra  los  7a  docientos  n«  ^e  barcos  ^'t  T'""""'  ^"'^'-^^^^  ^«^<» 
^-/nrre  e.tcs  corresponden  áTm.rcof  Tl^V  ^'^^  ^^^^^"'- 
aqtii   saca  una  Nota     reduríHí,   t  í      f  ^   ^  «     ^"^«s-    ^  de 

segundas  operación  's'  comp  Idas  con  k  '''  ''  'j"''""^^°"  ^^  ^-' 
Clon  el  Mercuno  número  %  P"«»«a  ¿^  gue  hace  men. 

cíal  Ja  natrt  Jrde"c"r  B^Tnir  °^^"^^'°  ^««^  -^^'"'^  í'-Par- 
í^elaves,  de  oue   h.  .  ?        Beneficio,  ejpccialihentií  el    punto    i 

Don  F;a^.^^í^  r^  ::;:;?  ^:-^"  ^el  AdnSíLf? 
gmente  aquella  dirainucion  ni  r^^n!:.^  /  °  ""^.  '^'^^'^^  ^^"^i- 
laciones.   Porque  f  como    deJ     T?        '''*  ^^^  ^""¡^^^^    í**   «pe- 

la  vista  eidecirr/ccnío   de  irfRlf'''"r'  '' ^'  P^"^^"'*  ^  P^í^^e- 
«e  podrá  sacar   ia'    n-^rna ley  con   clm  dif'*"  "^^^""  meta!  P.., 
«  "^.  í  V  tñ  el  Beosícjo  s©  gxttsxo  roda  ia  t^Iafa 


'    ?1o'rarte  de  ella?  Si    rindió  toda  íii    ley,    e»    un   tUmt&emm 
Cu^;^q"    brar  a^^^^^^  -  produxo  toda  la  P -a  que. 

?  •,  fn¿  de^-cto  dei  arte,  y  entonces  no  es  del  caso.  Pero  con:>, 
od^  Juos  benficfadores  de'esta  Ribera  saben  este  -c  reto  ¿coca., 
es  Qu^  no  lo  practican  en  sus  respectivos  Ingenios,  siendo  la  utw. 
I  dad  enXces  triplicada  ,  que  bastaría  á  enriquecer  os  sin  mar.. 
hdad  ^'^'"""'  '  .^._:o„  2  Yo  tengo  las  razones  individuales  de.- 
E'':„i:re;be"Soren    iodo  .!  afio  d.  po,  y  ao  rep«o  un., 

^"^  ''^'V„%f¡:[rcomraerme  í  otros  pu«o,  de  poca  couseqüea- 
,         ,h,an  ratso  díi  uitimo   intento  del  Diario;  y  es  de- 

"S^l^é.  Z  ^?duíS  df  di^intas  semanas  se. debía  sac..  un.^ 
W  ^edk  V  Lunciar  esta  al  Público,  y  no  corno  lo  que  se  hi^ 
ley    ^^^^f  '  y  !f  ;^^^^^^  23.   Siendo   esto    así ,  g  como    se   dan*, 

zo  por  el  ^^^'^^^''*^""'"f'?.  •?  „i  de  la  lev  de  los  metales  neo» 
ni   Público   una   noción    individual  ae   la   a-y  wc 

"*"trn  tlsS-'^^orTu  Pre«andt1:s  me.lles  ricos  4  los  pobre» 
^fm?o"  poduc,;,  y  defiLundo  estos  i  acueltos  sena  conn- 
iniemé  ¡1  decir  que  los  PW.><^«  vecinos  habían  rendido  a  razo» 
ir4  ^/r'cof  síenl  -'^  ■  ^e  3,  V  >os/e  labor^  Sir^l'pdti'li^re; 
4o  'f«¿"--¿:^;;;%'''En.'¿n^«d::.inTuTrá  con  seguridad  U  cW 
:r'd:'tti;i.r-'píod'ctos    «ando  p„r  el  contrario  sena   una 

ir-i  ^tc;s.%e  a,ui  ^^^-X^^S/r.ititicr-soTe'n': 
te  que  _fn  las  eP"',"^'™"  l^'f^  ^  „-"„to  q"e  decir,  que  todos  lo. 
te?5:sTnrre^nifu;a-^isp     le.^ 

^^Z^;t£X  S'XiVXn:f  el    Diario   del   .0. 

^  ^"'%„  esto  pretende  el.  Autor  dar  "-  W-  ^Xt^caí 
)(,,  «rdaderos  intereses  "e    la  Maquina    Para   e.o  -    hace, -a^ 

BP  délos  lío  Pf-s  '7?f ,,''!  d:\  t  "4s!  asciende  á  la  can- 
"onde  6  por  .00,  agregando  '\f%f^'"^^„¿,¿„ii^  ,23  ca^o- 
llidad  de.  doce,  mil   pesos  anuales.   Por  los  Bcneiic  i       ^^_ 

WS   hechos   en    los    meses   de   Febrero    ?    Ma?"  '  ^■%  ^     , 


^:^,<:^^í\ 


iimiii 


pesos  <   reales  ascknde  á   i'^^-i  ■p«s'os  3  reales:  cTe  lo  qwe  infiere   qíie 
importando   los  réditos  y    refacción   en   los   citados  meses  sooo.  peso?, 
tuvieron   que  suplir  los  Dueños  de   la   Maquina   605   pesos  7   reales* 
Sin  contraerme   al   aumento   de    un   marco    2    f.  onzas  que 
adlamente   pone    por  Caxon  ^   que    podria    confutar    con   claridad  se- 
giía   io   que   tengo  expuesto    en    nús   respuestas  anteriores  5   paso    á-. 
reflexionar  en  lo  correspondiente   al  ó  por  100.  Y  desde    kego   parece 
esta  utilidad  regular  en  toda   suerte    de    negociaciones;  pero   esto  es 
consiguiente    quando  la    negociación  se  halla  bien  establecida:  quan- 
db  su  giro  se   halla   bien  reparado  de    todos   los    inconvenientes   que 
el   tiempo   pueda  ofrecerle    por   diversos  accidentes  :  de  lo  contrario 
e*  querer  suma  facilidad   en   los    pasos  que  ofrece    la  Naturaleza;  y 
que   esta   por   sí  se  muestre   franca    aun  en   medio   de  sus   mas  ar- 
duos   caminos.    Si  de  este    nuevo   descubrimiento  en  la   Europa  se 
Ifubiese   querido   hacer  igual  observación    en     sus    primeros    pasos  , 
adonde   se   empeño  ingente  cantidad   de   dinero,   seria  .necesario  que 
abandonando  su    método,  jamas    llegasen  á  conocer  aquellos  Sabios 
lás  utilidades   que    hoy    experimentan.  ¿Que   seria    del    comercio    de 
la    Francia  en   las   Indias   orientales,  si    á  los   primeros   pasos  de  sv 
establecimiento  hubiesen  querido  fíxar  los  Planes  de  utilidades?  ¿Que 
seria,  si  á  la   pérdida  de  quince    millones  en  la  Isla  de  los  Madacasos, 
y   á    los    fatales  trasportes  acaecidos   en  el  Surate,  en  Ceylan,  San- 
to Tomas,   Siam,    hubiesen   abandonado  la  empresa  ?  Jamas  Hegariati 
ala   feliz  época  que    hoy  cuentan,  adonde  su  negociación   les  fran- 
quea una   utilidad    de    mas  de  ciento  noventa  y  dos  millones  de  la 
compra  á   la   venta,   según  las  demostraciones    mas   modernas. 

Se  continuará. 


NOTA    SOBRE   LOS    ESTADOS    ADJUNTOS, 

^'Olocada  la  virtud  entre  los  extremos,  no  pocas  veces  declJrva 
acia  alguno  de  ellos,  y  se  hace  un  vicio.  Todas  están  expuestas  á 
este  desorden,  y  mil  tristes  sucesos  nos  lo  hacen  conocer  todos  los' 
dias.  Así  el  amor  á  la  Patria  llevado  hasta  el  entusiasmo  y  el  de- 
licio ,  es  un  crimen;  y  guiado  por  la  razón  es  un  noble  senti- 
miento de  las  almas  generosas.  Esta  pasión  inflama  á  la  Socie- 
dad,  y  nada  la  inunda  mas  de  placer,  que  la  proporción  de  de»- 
cu-brir  al  Orbe  entero  los  tesoros  ocultos  que  la  enriquecen  y 
decoran  en  qualqnier  ramo  que  pueda  contribuir  á  su  gloria.  La 
juiciosa  critica,  la  encantadora  filosofía,  la  sana  moral  ofrecen  des- 
á¿  Nuego  un  S'n  número  de  rasgos  amenos  y  brillantes,  que  al 
jpfc4«i  que  deleytan,  instruyen  con  facilidad  al  espíritu.  Gustosos  lo$ 

ais- 


álstr¡bu5mos,  amentzanáocoa   ellos   es.te  Pjrí¿^h9  siempre  ané  íá 

tj^onumdzá   los  presenta. 

^      La  Historia  que  recrea  ?1  Hombra  poniéndole  delante  de 
los  Ojos  todos  los  tiempos,  todos  los    lugares,    todos    los    sucesos. 
m  menos  informa  al  corazón  con  los  exempios  de  las  acciones  h^rov- 
cas  que  enardecen  el  ánimo,  y  lo  excitan  por  «na   noble  emulación'» 
im!  arlas  ó  excederlas ,   siendo   para   nosotros   el   mas  poderoso  estí- 
mulo  la   relación  de  aquellas  que  e.xecatsron    nuestros  héroes  ;  puet 
Siempre  hacen  mayor  impresión  los  exemplos  domé.^ticos  qae  los  extra- 
nos.  Con  este  objeto   hemos   pedido  repetidas  veces   noticias    regní- ~ 
colas,  que  estampadas  como   pequeños   ensayos    puedan    servir   en 
algún  tiempo  á  ejftender  una  historia  continuada  y  completa  del  Perú, 
Todos  estos  movimientos    de   nuestro   deseo   no    conocen* 
Otro  principio  que  el   dulce  amor  á  la  Patria.   Este    nos    hace    de- 
testar aquel    vicio    de   apreciar  mas    los  efectos  extraños    que    lot 
propios,  y  nos  facilita  seguir  el  ótden  que  dicta  la  razón  natural  prefí- 
tiendo  el  propio  bien  al  ageno.  Por  esto  en  concurso  de  piezas  de  otr* 
especie,  elegimos    siempre  aquellas    que  son  análogas  con  aquel  de- 
signio, estampando  con  anticipación   ías  anédoctas  concernientes  al 
Reyno.  Entre  las  Ciudades  que   por  su   situación  y  hermosura,  por 
eí  claro  origen  de  sus  habitadores,  por  las  riquezas  de  que  gozan 
y  por    los     aventajados  ingenios    y   literatura   que    los   distinguen* 
mas  lo   decoran   y  engrandecen ,  se  numera   como    muy     principal 
J»  de   Arequipa,  Su  descripción  es  un  objeta  que  ocupa  nuestras  ta* 
reas   é   incubaciones  ;   pero  siendo    aun  muy    diminutas   y  confusa! 
las  tioticjas   aue   sobre    tan   importante   asunto   hemos    podido    ad- 
quirir,   reservamos    su    publicación  hasta  que  con  investigación  ma» 
Jabonosa  podamos   lograr    mayores   conocimientos,   y    satisfacer    ea 
esta  parte  los   anhelos  del  Publico  y  de  la  Sociedad.    Entre    tanto 
para   temp;ar  nuestros  deseos  damos   á    luz   los  dos  Planes  que  poe 
Jo  respectivo  al    Estado    Eclesiástico  se    ha    dignado  remitirnos  el 
eiempl.ir  y  escUrecido  Prelado  de    aquella  Piócesi.    ^\\q%  son  un 
inonumenio  de  la   infatigable  aplicación  y    exactitud  con  que  trabaja 
en  quanto  conduce   al   arreglo  d«  su   iglesia   y   buen  orden  déla 
Disciplina,  robre  que  vela    con  un  zelo   comparable   al  de    los    Borro- 
i?)eos    en    Milán  y    iax)ibertin¡s  en   Bolonia.   Esperamos  que    la   fi- 
delidad   en   pubUcarloa   estimule  á    nuestros   conciudadanos  á     que 
«ps   franqueen  otros  de  este  genero,   y    los  demás    preciosos  escrito» 
y  memorias   que  conserven,   relativos   á   verificar     nuestros  intentos. 


í/z  el  Mete,  antecedente  pag.  213,  Iw,  36  dondj  dke  ;  10  de  Nov, 
debe  leerse  1»  de  Nov.  No  podemos  diferir  h  advertencjg,  de  estft 
yerro  de  Imprenta  pe  la  m. mi  fiesta  ccntradiccion  que  envudve  coif 
ia  fecha  del  Superior  Decreto  qus  sigue.  Los  demás  se  reservan 
^«r*  ia-  Fi?  de  Er-f^tas  ^ener^  r^us  se  publicaré  á  Sií  fiem^a. 


II 
II 
i\ 


L^Lg^MLlg.^í^j^^^^^^^^^'^  • 


<  »j^  j;^j^  y^i'  wr  Uí  14-  ^T  Trf^ii  iiM  '■"  .ü±lJ!í^  t¿*  trf<  j«!»»  jw  J»ML  ^*'  ^^'  -'»>»•, 


r-  ^TAnOGFNERAL  OUE  DEMUESTRA  EL  RESULTADO  DE  LOS  CINCO  PLANES,  A  QUE  5ERE. 
H  H,!c«  tos  Ramos  de  contribución  de  seis  por  ciento  a  favor  del  Real  Erario,  de  las  Rentas  Eclesiásticas  de  esta 
r^^In  V  n.ó<-esi  d-  Arequipa,  de  que  son  causantes  mas  de  ochenta  Expedientes  substanciados  con  audiencia  del 
Fta  en  vkludde  Breves  Pontificios,  y  Reales  Cédulas  deS.  M.  la  última  de  6  de  Marzo  de  ,  790  a  cuya  opera- 
d^  ;  ^P  ncipio  el  ,  de  Diciembre  del  mismo  año  ;  y  son  el  1  P  Rentas  Decimales  de  la  D.gmdad  Episcopal, 
Cabildo  y  tos  participes.  20  de  los  67  Curatos  de  la  Capital  y  Diócesi  3  P  de  Religiones  y  Monastertos 
V  =  Minltros  de  Iglesia  Catedral,  y  Capellanes  de  Religiosas.  5  .c  Obras  pias  y  íibricas  de  la  Diócesi,  y  asimismo  del 
?o°al  ¿e  bsd  s  tercias  partes  que  resulta  de  540  Capellanías  de  la  Capital  y  Diócesi,  rebaxada  la  tercia  parte  que 
e  consitea  incobrable,  puestas  por  el  Altabeto  por  los  nombres  de  los  Capellanes.  Fecho  en   8  de  Jumo  de  179.. 


Renta  De- 
cimal. 


Quanas 


Aniv.  de  Ci-  I    Aniv.de  Ca      Líquido  total 
bildo  in  sacris       bildo  pleno..       de  entradas. 


Pensiones. 


Líquido  so- 
brante. 


Subsidio. 


ILUSTRISIMO.  SEñOK   OBISPO 

Señores  partícipes  de  renta  decimal,  y  Pensionados  .  .  . 

Curatos    de  la  Diócesi 

Religiones  y  Monasterios 

Ministros  de  Iglesia  Caeedral.y  Capellanes  de  Monasterios. 
Obras  pias ,  y  fábricas  de  la  Diócesi ...  •  •  • 
Dos  tercios  de  Capital  de  Capellanes  i.444.40«-  «  i  ■  •  • 


.21.644-li 
.57.864-2.. 


j... 


,80.50» -4» 


.8.955-6. 


.8.955    6. 


.1.046  -6  , 


.2.046  -6. 


....2.5ÓS 


..31.600 i     ....14  446-  if 

..70.365-7..     ....10.564 -.li 


.568.- 


.I28.9Ó5  -4. 

....41.7: !  -6í. 

.149.877-  7- 

....31.813 -I  i. 

6-953  ■  3- 

17Í 

...i7. 336-1. 

....15-876  -í* 

..72.220   -7Í 

2.166-4Í. 

487.319-^" 

.116.864  -í. 

...17.153 -yi 
,..60.1 15  -3. 
...87.243 -li 

.118.162—4 
....6.678  -3.. 

..11.460  -"¡i 
...70.053  -6  . 
.370.867  -5. 


1.029-2} 

3.606-41 

5'^33-S' 

7.089-3} 

400  -7" 

.......687-3} 

.,..4.203  -  jf 
..21.750  -3Í 


■m^»w'^^if«rTwrT¡yw'"ü^»-'     W!  9rí^*^''^'>ñ'm  tt,*       nnW 'n^-t^l 


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¿;wc.       L^OS        fftWJJ-        Jt-  '^í(,f  »,,e„ 


J?«w  7;»  Fíf  íí^  En'-ütas  general  ^us  te  ^ublicafá  á  su  tiem^Q, 


yESTADob^LOS  SESENTA  Y  sfe^     CURATOS   DE  LA  CIUDAD  Y  OBISPADO  DE  AREQUIPA,  CON  EXPRESIÓN^ 

%  de  sus  Títulos  de  Pueblo,  y  distinción  de  Clases,  Nombres  de  Curas  Propios,  é  Interinos;  y  asimismo  de  los  Sínodos  que  les  corresponden,^ 
li  y  de  las  pensiones  de  Seminario  ,  y  otras  con  que  están  gravadas,  y  délos  valores  de  Primicias,  Obvenciones,  y  Capellanías  perpetuas,  regu lado i- 
5  por  Quinquenio  lo  eventual:  mandado  formar  por  el  Illmo.  Sr.  Don  Pedro  Joseph  Chaves  de  la  Rosa  Calvan  y  Amado,  del  Consejo  de  S.  M.^ 
^  para  instruccionde  su  Secretaría  de  Cámara  enlas  ocasiones  de  Concurso  de  Oposición,  y  otros  fines.  Fecho  ea  Arequipa  á  18  de  Julio  de  1791.. 

'^  ^^^^-^^===^  '} 

NOMBRES  DE  CURAS.  ^ 


D.  D.   loseph    Antonio   Gonjalex.  D.  Joseph  Amonio  PeieiiJ 

Di,a.   I)„n  Tadeo   de  la  Lloia.  T| 

Doft.  Don    Pedro   Otaiu.  J 

Diin  Juan   Domingo  ZamacoU.  ? 

Pv.a.    Don    Manuel    Menaut.  ^ 

Don   Joseph  Martinei  Villa,  w 

Don  Santiago   üivila.  ^ 

Doft.  Pon    Felipe   A'censio  Delgade.  J 

Doíl.  Djn  Juan   Felipe    Portu.  £ 

Don    Pablo  Gómez  Talavera.  ^ 

DuA.  Don  Francisco  Pantaleon   Ustirit»  4p 

D,>n    Pedro  Nolaico  Hertera.  ^ 

D.    Juan  Laso.  T 

Doil.  Don   Mariano  Lorenzo  Vedoy»,  ^ 

Doíl.  Don  Lorenzo  Viicarra,  Vicat.  Don  Ildefonso  Veltide.    ^ 

Doíí.    Oqt  Joseph    Escobar.  í^ 

Don    Mariano   Bello,  ^ 

Don  Cayetano  Tapia.  C.  Don  Círlat  Ponce.  ? 

Don   Juan   Baltasar  Pacheco.  (^ 

Don  Andrés  Joseph    Delgado  S(, 

Don    Juan   Joseph  Rondón.  ^ 

Don  Pedro  Joseph   Salas.  «^ 

Pon  Joseph    Felipe     López   Orteg».  fe 

Don  Melchor  Rodric-uez.  ^ 

Doi5l.  Don    Feliz  Ramón  de  Osoiio,  ¡i) 

Doa.  Don  Jacinto   Aranibar.  Zt 

Don   Mariano   Pacheco,  Penaloza»  £ 

Don  Estanislao  Oviedo.  fe> 

Don  Martin  Noiberto  Zel>yet«»  ^ 

Doft.  Don  An^el   Carvajal.  ^ 

Doft.  Don,  Francisco  Burja  Tcraiu»^  * 

Doít.   Don   T.jmaJ   Ritiz    Abad.  ¡T, 

Don   Joseph  Marelino    Paz.  J^ 

Dan    Rimon   Cjceres  V, 

Doá>.   Don    Doningo  Pacheco.  ^ 

Don    Nicolás   Caballero..  ai 

Don  Tomas    Zabala.  W 

Don  Antonio  Velasque2>  ^ 
Doa  D-iaiingu  Diis   Barrera.  C.  Don  Frsnciico  Gorraalez.  jí 

Don  ^ 

Don    Joseph    Narciso  Dongo.  ^ 

Doíí  Don  Luis   Prieto.  C.   Don  Joseph  Antonia  Cueto.  TÍ 

Doa.  Don  J'iin    Jrwei.h   Manrique..  2 

Do;t.  Don  .Mariano    Abril.  <^ 

Don  \mbrosio  L>iai.    C.    Don    Santiaga  Rireri.  fi! 

Doít.    Don    AUk.i     .■ViMoi»i.>    l>»:edss.  ^ 

Don    Jiuin  Joseph    Villanueva.  * 

Do;V.    Don  "Bruno  Duran.  ^ 
Doíl.    D.)i>    Al.-xanJro  Birriga.   C.   D.  Cayetano.  Ce rirantes.  «^ 

Don   Marcelo  Rivera    Abad.  'T 

Do-1   Leaniro    Valdivia,    C.    Don    Betiubé  AdtusoU.            % 

Don  Isidro    Gudiño.  j 

Djh.  Fernando  Castelo.  ^ 

Fray     K;idio   Daza    Roldan^  de  San   Ftanciíco  ^ 

Don    Ii;oacii>   B.trriga.  ^ 

Doo   Miguel  Cano  Pacheco.  ^ 


Don    Ale'o  Rodriituez  Olmedo. 

Jo.iquin  Pulido,    Provincia  de  San  Fnnciic*. 

Lorenzo   Velasco. 

Juin   Antonio  Corrales. 

l*cdr,>  Antonio   Vedoya. 

Joseph    Zegarra. 

Miguel   Adrián   de  la  Vega.     C.  Don  Ramón  Málaga. 

Toma»  de  Veri  Portocatieto. 

Tonvas  Oriiz   de   Castro. 

n  de    Utizar. 


'•  '^^'^'■^/<^">fe.X..^  %  ■''%pjf'"%jí>'  •'-%jk-%^}e''%,.^''kJ'' 


;NTA^REQUíPA,  coi 

distinc^^  ^os  Sínodos  que 
trio ,  y^s?  y  Capellanías  p 
:  maní'van  y  Amado,  del 
aria  de*  e°  Arequipa  á  i8 


¡ase 


Cía 

2, 


NOMBRES 


'I 

I  \ 


'7 


D.  D.  Joseph    Antonio   Gon 
Dod.  Don  Tadeo   de  la  Lk 
Doa.  Don   Pedro   Otazu. 
Don  Juan   Doíningo  Zamacc 
Doa.   Don   Manuel   Menaut 
r>on   Jaseph  Martínez  VilU 
Pon  Santiago   Divila. 
Doél.  Don   Felipe  Ajcensio 
Doól.  Don  Juan.  Felipe    Po 
Pon    Pablo  Gome?;  Talaven 
Docl.  Don  Francisco  Pantal 
Pon   Pedro  Nolas,co  Herjet 
P.    Juan  Laso. 

Puft.  Dojí  Mariarta  Loren? 

(I 
Po6l.  Pon  Lorenzo  Vizcarra/ 

Pos5}.    DoT  JosepK   Escoba,.! 
Pon    Mariano   Bello,  í 

Pon  Cayetano  Tapia.  C.  Dfl 
Pon  Juaa  Baltasar  Pachecd 
Pon  Andrés  Joseph  Delgaci 
Pon  Juan  Juseph  Rondoa 
Pon  Pedro-  Joseph  Salas.  L 
Pon  Joseph  Felipe  Lcpez!' 
Pon  Melchor  Rodríguez. 


^^^>^*"^^.^%,..^.^.t#e^/  % . 


'ib   04 


T    Núm.   94. 


'■n'!'"ü:2=  V 


MERCURIO  PERUANO      |S 


DEL    DlA   í7  DÉ  tíOVÍEMBRE  DÉ    1791. 


E 


CONTINUA  XA  CARTA  ANTECEDENTE. 


S  necesario,  dice  un  Sabio  Político,  que  ios  garantes  de  ci- 
tas empresas  sean  la  pacrencia,  la  prudencia,  la  apticaeion  y  la 
perseverancia.  Sin  estos  poder<5sos  medios,  nunca  hubiese  llegado 
Pedro  Primero  el  Grande ^  i  teaet  tn  la  Rusia  ios  establecí mieni'» ir 
tos  de  las  Ciencias  flsÍGas  y  mecánicas.  Nunca  llegaría  la  Fran^íe' 
ciá  á  ser  «I  teatro  de  la  Literatura  física,  sí  los ^  impedimentos,  » 
costos  y  desgracias  que  acaecieron  por  tantos  años  en  sus  pri- 
meros ensayos,  hubiesen  alterado  el  grande  ánimo  de  Luís  XIV*--» 
Si  el  no  ver  logradas  en  el  espacio  de  5  tneses  todas  las  ventajas  de  -t 
est«  Beneficio,. fuera  argumreuto  de  su  inutilidad,  no  vería  el  diari» 
^  hoy  nuestí!©  siglo  uno  de  sus  descubrimientos  mas  útiles  i  la"? 
Immanidad  e,n  ía  construcción  de  los  Para-ra^os.  ¡  Qné  años ,  qué  is 
gastos^  y  qmé  oíbservaciones  no  costó  á  Mr*  Pristley  su  inventor  i 
para  verla  en  toda  sn  hermosura!  En  la  Aercstaciorii  ó  navegas-u?!-! 
ci<Mi  por  el  ayre  tenemos  otra  prueba  eficaz  paia  nuestro  rnténto-sb 
Amores  de  este  asombroso  invento  fueron  los  hermanos  'Mongokríf» 
fieres.  Mr- Bianchard  fué  ei  primero <jue  le  di6  alguna  dirección, y  t 
ha  atravesado  el  mar  desdi  Inglaterra  á  Francia:  y  los  Señotef.fjj 
Mr.  Pilatre^  y  Romain  han  sido  la  víctima  de  este  nuevo  estímu*  •'^ 
lo  de  ía  ambición  humana.  Gon  todo  ni  la  dilación  del  tiempo,  .. 
ni  lacemulación,  ni  otros  iguales  obstáculos  implen  que  en  el  dia  dfe  i 
hoy   se  trabaje    para  ponerla  en  su  éltj^ma  períéccfon,  -'5 

Á  -estos  poderasos  arbitrios  logra  hoy  la  Europa  ver '^*»^^ 
blado  su  suelo  de  sabios  Naturaiisüás.  Ve  la  Francia  en  los- BuWnís 
fones,  Beüdcres,  Morbeaux,  Láfeoicieres  ,  Macqueres  ,  á  tttontoneffi'íj^ 
los  monumentos  de  su  aplicación:  la  Inglaterra,  en  los  Kirbaneá ,  »'^ 
Sa  veris,  Pristleis:  la  Alemania  en'  los  Esc  tu  te  res ,  Cram'.Tieres,-í 
Homberges,  Bornes  í  la  Sue<sia  eá-.  los^  Bergiñáñ^,.  Bíanáés  ,-y  ^oA^^-- 

Q  5  no 


■  if 


nTriT 


225.  M 

Bo  dilatarme  Verá  toíc  el  miinío  en   Ta   sucesión    de  sus  épocaf 
que    la    aphcaaon ,   la  prudencia  ,     la    consuncia    y  la  p^S^ 
rancia  ^on   los.  únicos    medios    que    harán    florecer    las  ArtVs  coa" 
«US ^hue^as  descubrimientos;   y   que   por  el   contrario,   el  de"a  ¡ento^ 
€n  superar   los  pnm.ros  obstáculos,  y   la  falta  de  ap  icacioa  á  "^^1* 
Ciencias,  es, y  será   la  causa  de  los  atrasos  del  Perú  >íí 

En  conseqüencia   de  lo  que   va    expuesto,  quiero   insinuar 
los  motivos    que    han    impedido    hasta   el    dia    de   hoy    el    peSo 
curso  de  la   Máquina.  Los  impedimentos  que  ofrece  para  s^SZ^ 
•o^^estabiecirruento  la  fábrica  de  una   Máquina,  son  constantes  rpe-* 
lo  en    ninguna   parte  son    de  tanta  entidad  como  en  estos   lukres  ^? 
adonde  el    arte  de  la    Mecánica   es  absolutamente  ignorado.  ?Oue 
oficial     sabe    con  perfección  colocar,  unir,  combinar    y    di^ndir  las 
diversas   proporciones  que  exige  la  Maquinaria?  La  absoluta  i-no^ 
xa«cia  de  que  se  hallan  poseídos,  causa  triplicados  gastos,  sin  "que 
aun  por  esto  logremos  la  satisfacción  de  verla  con   fortaleza.  Yo  se 
que    $1  algunos  operarios   no  hubiesen  venido  de  afuera ,  jamas  ¿ 
vemmosen  la  situación  en    que   hoy   se   halla.     Dexo  al    silenio    • 
otros  puntos  por  no  dilatar  mas  mis  periodos,  aunque  darian  bas. 
tante  luz    para  conocer    lo  que  á  habido  que    vencer;  y    paso  á 
lo  mas  esencial.  Como  todo  el  objeto  se  puso  en  concluir  la  ex- 
presada Maquina,  se  dexó  el  reparo  de  los  ingenios,  de  modo  que 
nos.  hallamos  sin  que  pudiesen  dar  una  molienda  regular;  al  mis- 
mo tiempo  los  dueños  quedaron  sin  bastante  dinero   para  el  labo- 
reo:   de  Minas,  y  llegó  el  caso  de  no  beneficiar   la  Máquina,  sino  ^ 
«na  corta  porción   de  Caxones.  Pruebas  de  esta  verdad  son  los  Dia- 
rios dirigidos  a  Vms.    adonde   observarán    que   se    han  beneficiado 
únicamente  los  8,  los   i o,  6  los   la  Caxones   semanales.  La  Máquina 
de..6  Barriles  despacha  de  las  6  de  la  mañana  á  las  7  de  la  no.  fc* 
quatro   Beneficios,  que  á  ratón  de   Caxon  y  medio,  son  seis  Diario^  ^^ 
y  en  toda  la  semana  36.  Abastecida  con  unos  metales  de  7  á  8  marcol  ^• 
producirá  una  utilidad  dupücada  de  la  que  se  observa  en  el  método  do 
Buytrones  ya  por  el  ahorro  de  pepnes,  ya  por  el  de  azogue,  qHe  según 
nue^ttds  Beneficios  asciende  des  á  4  onzas  por  marco,  quandoeil 
Ja  Ribera  se  nota  según  ej  cómputo  formado  por  el    Real   Banco 
de   12    a    13  onzas.  La  razón    dada  por  Don     Asencio    Arizmendi 
Cenefiriador  de  esta  ribera  á  conseqüencia  de  los  experimentos  hechos 
en.Ja  Maquina  de  Don  Nicolás  Ürsainqui,  es  una  prueba  incontesta- 
bJc^üste  manifiesta  un  adelantamiento   de  30  por   100   en  materia 
oe.iey,  y  en  el  azogue  el  ahorro  de   lo  qye  llaman   perdida;  y 
en  materia  de  gastos,  dice  que   los  diez  y  ocho  Caxones  beneficia- 
90i  €a  «i  üu^tída  lieaea  ia  cantidad  de  66  pesos,  y  en  bs  Bat-» 


fffes"  soTos  ^5.  E^os  mistftós' Récíiós  toHfíriíiafl 'fós  eyp€  timen  tos;  jui> 
rficia  e>  qué  se  hicieron  en  la  Máquina  de  Azo^üeros  el  año- if  oj- 
iado de  1790,  cuyo  por  menor  no  refiero,  porque  se,  estd^eri 
manos  de  Vms.  sus  resultas ,  á  cuyos  superiores  talentos  áo^o 
su  exacto  reconocimiento.  f 

Por  lo  que  toca  al  4  por  100  de  refacciones ,  cuya  su** 
tna  es  de  4800  pesos  anuales^  no  puedo  menos  qué  admirar  esfjt 
funesta  preocti pación  ,  y  conocer  quan  lé~5íds  va  del  espíritu  xíríti* 
co     que    pretende    simular  5  pues   quando    mas ,   consigue    qufe   kH» 
Ujas  sensatos  conozcan  lo  defectuoso  del    método    que  ha  emplea-^ 
do  en  refutar  esta  obra :  porque  sin  mas   exáttien  qué    su    antojo!, 
y  el   decir  que  cuestan  las  maderas  caras  en  este  pais  ,    saca*  unfc 
•■liuma  tan  considerable  para  refacciones.  Era  necesario  que  entendie- 
'Se  las  varias  combinaciones  de  la  Máquina,  y  reconociese   la  qtfe 
nadmitia  semanalménte  composición,  pora  lograr  el  catáctef  de  ve^ 
ladero  Censor  ;   lo  contrario  es  regar  de   inútiles  borrones  el  pa- 
pel, y  causar  un  perjuicio  graVe- al  Público  alucinándolo  con  s^ 
dejantes  relaciones. 

'•^-  La  Máquina  se  "compone  de  tres  Ruedas  principales^  s^ 

'€xe,  en  esta  forma:  Uiia  Rueda  dé  agua ,  y  dos  de  dientes ,  por 
medió  de  las   quáles  se  da   el  movimiento  general  á  los  Barriles»  Lo 
"óhico   que  admite    composición   semanal   son   algunos    dientes    que 
se  quiebiran  con  el  exerciclo,  cuyo  gasto  asciende  de   3  á  4,  pesos 
guando  mas:'  lo  restante  de  ella   se  mantiene   hasta  el  dia  sin  no- 
Vedad  ;   y  teniendo   la  correspondiente  fortaleza,  no   hay    recelo  de 
-teiteradas  composiciones  sino  después  de    algunos   años.   Con   todo 
'doy   para    gastos    de  Chumaseros    y  Bolillos ,  y  alguna  rueda    de 
^dientes  íque  se  rompa,  lóoó  péáos  anuales  ;  pues  costando  400  pesos 
'cada   üná  de  estas ,  parece  seir  regular    para  los  restantes  reparos 
€00  pesos  Y    ve  ahí    que    juntada   esta   suma   con  la  de  4  pesüs 
•'tnanales,  tenemos  de  gastos    i  ?oo  pesos.  Ahora  bien  5  ¿  en  que  no^ 
't  cias,  en  cjue  práctica   va  íixado  el  calculó   dé  4800   pesos  ?  ¿.  Así  'se 
Consultan   los  verdaderos  intereses  de  la  Nación  ?  ¿  Así  piensan  los 
«-Amantes  dé   la  Patria  ?  ¡Que  delirio  !      '•      "  '  ¿  --    J- 

*'"^  En  el   Diario  del  dia   14  quiere  nuestro  Buen-scírano^e 

"le  disuelvan  Jas  figuientes   preguntas,  para  tomar  sus    números'^ y 
repetir  sus  cálculos.  Y  aunque  pensaba  omitir    su   resolución    ptor 
ahora  }  porque  constasen  con  mas  fundamento  sius  resultas  en  los  ex- 
'  pertmentos  judinales^' queJ  se  harán  á  presencia   del  Señor  1-hten- 
.' cíente  ds  está  Villa  í  con  todo  por  sacarlo  de  su  curiosidad ,  y  \fec 
''quanto  antes    tirados  sus    cocejbs,  he    querido  contestarle    sucinta- 
ineate  ,  COSÍO  1©.  hago,' Dice  la  prinaera  |- Sí  la  Má§mna    corre  dr* 


«oche.  Segaíiáai  ^U9!|>#Aíi?<^  f  mííndan#«ocupaf  '^rcer^:  quanto  sf* 

latió  se  les  5«is.faí:e.  Rg§p9i>4o  4  1^.  pñ^t^i  la  Mt^gipa  no  car 
Biin»  d«  oeche,  si  soIq;  4^  4ia;  y  d^sde  las  ó  d^'  1  a  mañana  hiji- 
Cai  l¿s  6  Q  7  de  la  ta.t4«  beneíícia  6  caxones.  Respondo  á  Ja  ser 
gunda:  los  peones  que  ocupa,  son  diez,  y  dpS'  mayordomos.  Á  1^ 
^rc?W  satisfaga),  que  á  los  peonzas  se  les^  paga:,  en  esta  forma:  á  Io$ 
é9S  JL^v^d^res  m^stros  i  8  reales  por  áh,.  y  á  los  otros. dos  á  6 
ff.ale5  íf  y  á  los  seií  restantes  que  sirven  en  e}.  manejo  de  la  Máf 
llJ3Ína,i  quatro  reales;,  los  mayorcíomos,  el  uno  tira,  de  sueldo  i^ 
pesias,  y  ^  otro;  6,  Creo  ser  bastante  este  contesto  al  interrogatorio, 
„JWí4  ^ue.  «!l  Ai«jg9  salga  de  sus  duda^  ,  que  yo  paso  á  ver  1^  di* 
.-«eiFtaeiiífi  proli|f.a  sobre  el  punto  de   relaves  del  Diario  17. 

I^ra  entrar  %  averiguar  el  origen  de  la,  mayor  pérdida  dfi 
jWOgUe  que  se  pbservó  en  el  Beneficio  de  Relaves,  filosofa  antes 
4el?r§,  1*  causa  general  de  estas  pérdidas,,  sujetando  sus  discur-. 
«Pi  a.1  encamen  de,  los  inteligentes  ^  que  es  lo'  misnao  qije  decir,  quie 
«iéndolas  en  las  luces  que  nos  ministra  la  Química,  conozcamos 
los  aciertos  de  sus  investigaciones.  Yo,  aunque  en  su  sentir  no  n^ 
ifiuenig  %mm  lo?  inteligentes^  quiero  vet  si  el  modo  de  sus  inda- 
gaciones es?  cQnf9.rme  á  los  principios,  que  nos  ministra  esta  ci^^» 
cja,  y  al^Sitjlo  cpn  que  tratare  los  facultativos  estas,  materias.. 

Dice  puesj»^  que  la5  pérdidas  del  mercurio  provienen  de  que  iq- 

t.n  corporado  con'  los    metales  se  desliza,  se  precipita,  ó  disuelve,  u 

Aquí  pone   la  precipltacipn   ppr  lo  mismo  que  la  disolución.  Cosa 

fxtraiííi   de  un  facultativo  Químico  5  porque   la.  precipitación  es  la 

separación  de  una,  substancia,  que    hallándose  combinada   con  otra 

:  se  le  pre^íita  un  tetcer  cuerpo ,. que    por   tentr    mayoy   afinidad 

i  con  una  de  estas  dos  substancia*  principios  ^  las  separa  y  se  une 

con  íiquella  con  quien  tietie  mas  afinidad:  y  formando  una    nue* 

va  combinación    desprenda  á   la  otta ,   la  qual  queda  entonces  1|* 

i>re    en  su  estado  natural  ,  y  tal  como  se  hallaba  antes.  Al  coqi* 

■  trario,  I9.  disolución  es   la  separación   de   un  cuerpo   por    la  accioit 

4e  ©tro  e»;  infinidad  de  partículas  minutísimas,  por   lo  que  pierde 

su  estado  natural  ,  y   no  se   baila   tal  como  estaba  antes.   Prueba» 

é^  esía  verda,d  tenemos   en  la  historia  Química»  Si  al  espíritu    de 

uitro  se   le  presenta  cierta  porción  de    plata  según    el    grado    de 

epneentrftCio-n  que  prescribe  el  arte,  la  disuelve  en  multitud  de  pa|-- 

tcs  tenul^itnas ,  pierde  su  natural  textura,,  y  fojrma   una  combio.a- 

,C¿on  dfi  dos  substancias  ;  pero  si  se  le  presenta  un  álcali  fíxo ,  c<^ri 

^!  qug  tiene  inayor  afinida,(á  el  espkitu  de  nttrp  ,   se    precipita  ja 

plata:  e^tQ  es,  coatr^.e  su  natural  te.*t;ura  por  la,  reunión  íntima  de 

«tts  í»ítíq«iftí,  y  4aw4í>  «A  .í*ía4p  íte  cal.  <te.pi*t»,  vuelve  4  41* 


I 


amíguo' sw.  Si  al  Turbíth  míncfaí,  esto  es,  ai  árido  vitriólico  que 
disolvió'  el*  mercirríov ?e  ie  presenta  una  tierra  absórbeme,  el  á.l- 
kali  marmojú  otfo  diferente  ,  pierden  estos  su  forma  f)riracídiai  » 
y  prodücíer^do  una-  sat  alumbre  ,  un  tártam  vifriolado,  ó  la  saí 
deGlaubtry  precipitan  el  aniegue,  cuyos  átomos-  reunidos  forman 
el  mercurio-  vivo.  Ésfos  mismos.  fenipnienQS  nrríS  presentan  las  com- 
binaciones del  sublinrado'  corrosivo  ,  del  hígado  de  adufre  ,  y  ottos 
varias,  cuyos  precipitados  poü  las  sübsfañGias  interoíeáias ,  sen 
©tras  tantas  pruebas  de  esta  verdad;  De  aqiií  resulta  que  la  p«e- 
«ipitaeion  y  disolución'  son  cosas-  «jntíárias,  y  qu€  hablar  de  este 
modo,,  es  ignorar  la  teoíka  déla  Química  v  y  esto  llamo  yo  y>  cau- 
Jar  que  lo»  Mineros  de£  Fetii  se  precipiten  en  medio  de   ia  obscji- 

*   .  Sigue  adelante  , y  díee  í  que  ésta  división  causan   los  se- 

teí-metaíes,  xugos,  óantinionios  de  que   naturalmente  se  hallan  im- 
pregnados. Supongo  que  aquí   habla  de  ios    metales  Pacos-,  porque 
contraerse  á  los  Negriíloí,  u  otra    especie  de    metales,  sería  fué- 
fa  del  intento,    espeeiaimente    quando    su  disertación  se   dirige    a 
4)uscar  el  origen  de  la  pérdida  de   azogue    de  sus   respectivos   r*- 
Javesr  En  esta  atención,  quisiera ,  que  este  buen-  Amigo  me   dise- 
SU     qu€'  análisiá  le  ha   hecho  ver   que  los^  mfetaks  Pacos  están  com' 
l>inados  coa  los  semí^metales.  Yo   no  veo   ert    mis  procedimientos  , 
que  el  Bísmut  ,  el  Cobalto,  el  ZinK ,  el  Antimonio,    el   Arséni- 
co ,  la  Magnecia ,  el  Blend  entren  en  su?  formación;  ni   menos  veo 
que  la  Uocimástica  haga  mas   anumeracíon  de   medios-metales:  lo 
énico   que     comprueban-   mis   experimentos,    son    los    conocimientos 
que  referí  en  el  contesto    al  Diario  de  3   de  Julio.  Yo  le  suplico 
©or  amor  al    Público   de  quien  e^  apasionado,  me  dé  una  instruc- 
cion  en  que  manifíe.ste,  de  que  simples  se  valió  para  su  análisis:  qjie 
alteraciones  obseívó:    que  fermentaciones ,  que    disolucipnes:   quales 
fueron  sus^  resultados  y  finalmente  v  como  los  supo   distinguir.  En- 
tonces me  daré  por  convencido  en  esta  parte  ,  y  lograré  e«e  nu^« 
vo  conocimiento.   De  otro  modo  tendré   que    notar  su    poca  sincexl- 
dad,  y  ei.  Público  sabrá  lo  poco  que  le  interesan  su»  relación*», 

Sg  continuara 


M 


SEÑORES  AMANTES  DEL  PMS. 


-,  .  UY  Señores  míos;  sacudiendo  el  polvo  i  «no»  oíauuscritos 
encontré  la  adjunta  carta,  que  me  ha  parecido  digfia  de  la  ip 
ptiblica.  Si  V«tó.  hicieíca  el  mismo  Jijicio,  gm^^fé  amy  m^^mm 


B.  L,   M,  i  Vms.    su  afectísimo  servidor 
CARTA  SOBRE  LOS    MARICÓN Es!^"''"' 

A 

-^nn^'^''  Leandro:  no  puedo  menos  que  admirar  la  prontitud 
17  <l«e  exiges  de  tr,í  noticias  5obre  la.  costumbres  de  los  mo- 
radores de  esta  Capital,  quando  calculando  los  dias  empleadoren 
in.  v,age  desde  tn,  partida,  apena,,  me  podrás  considerar  residen^ 
ío    Tu'oue'hT    '•^^'  ^'^"P\-"V   limkado  para  poder  execut^r- 

4s<   rZJ^  residido  aqui   bastantes  arios,  bien  la.    conoces:  y 

ind.;,?  ''"^  '"  -P'''*''°"  "*  ^'  *'"«  ""^  "'^'•^  tentatativa  para 
indagar  como  practico  tw  teiones.  Sea  del  modo  que  -fu^f»! 
procurare*  complacerte.  T     *"^*'» 

,^nM„    '    ^j^'^  ^^^  '^'""^  y    agradables  objetos' que    aquí  se  pre^ 

de  un  iTl  '''  '"'  P''^'"  ^'*  ""'''  '^  dignidad'de  su  sexd;  ^uÍ 
turale.a  O, '^"/''"^°'*'  ^  "'^^'"'^  procuran  desmentir  á  ■  la  naú 
d^JS;/^  '  ^'"^"  """'^'^^^  conciudadanos,  si  viesen  un  ente 
■  del  ^uerir.r'  f ''/^  *"'""'  '"  ^"^^  ^  '^^  '"«^S^^^^  ?  KI  ayté 
íRov,m,entos    todo  respira   en  ellos  una  afeminación  ridicula   y  ex- 

•excefr   W        '™^'"'  '''  contrahacer  ios  accidentes  ir.ugetiles.  esr 
-  «^«-í^o.   No  se,  SI  te  movería   mas  la   indignación,   ó    la   risa    el 

^raura"ie.f '^^'T  -í 'T  ^^^  ^"  ^"^"  ^^  ¿bello  W  concede  i 
Tel^In    .  '■'    f"'^-  >''*    ^^  «^''*^    ^"     meaudísimas   trensas,  la 
Tnclslí"  ^^  ^^^«,  áe  modo  que  .n  la    extremidad    forma    ina 
fr?.??       ^'í^'  f^^""""'  P<^^^e^^<^   risos  artificialmente  dispuestos 
les  c^uelgan  a   lo.  dos    lado,  d^  la  frente,  sin  faltarles  Icís  parches' 
deT¿   nA       fu^""    las  cienes.  Ei   descote,  la.  manguitas  altas  quj 
t^Z  if  ei   i>^«^«.deseubíérto:  ía  chaqui,  i  i  la,  el    fomento  que 
róulta  del   modo   posible  la   ropa  por    detras,  todas    «tas    y  mií 
xL  ■  dJ.""? '"'f '  le»  sirven,  ya  que  en  público   no  pu.de n  renun- 
*  ar  dei  íoá^   al  v^siidp  viril,  para  modificarlo   de    tal   suerte    que 
el  m^nos   pers^,ca7  ve  un   feombre  adornado  con  la  ro^a    de   añi- 
cos sexos.    An  se  presentan  en   tan    extravagante  ttzge:  la    mano 
en   la    cintijra,  embozados   en  la   capa   con    ayre  mugeril  ,   la    C4- 
^e2a  eígwicfa,'  y  a  manera  de  un   aiolinete  en   continuo    movimieit- 
to,  ya  reclinada  sobre  el  un  hombro,    y   ya  sobre    el  otro:    n«¡- 
nm    m   pasos  i  «wn^asi   h$cen  mil   rídieuloi  contoneos  con    §1 

cuer- 


cueirpo:  dirigen  acia  todas  partes  sus  miradas  eon  un  desmsyo 
afectado,  y  con  tales  ademanes  que  pueden  excitar  la  risa  al  ir.as 
consumado  melancólico:  hablan  como  un  tiple,  y  remilgándose:  se 
nombran,  y  se  tratan  como  si  fuér*.n  unas  ninfas,  siendo  así, 
que  sus  costumbres  por  ventura  son  mas  bien  de  sátiros^  y  . . .  ,  pe- 
ro mi  pluma  no  acostrumbrada  á  semejantes  retratos,  por  mas  que 
H  esfuerce,  sin  duda  dexaría  el  quadro  imperfecto  :  la  célebre 
aventura  que  he  presenciado  en  estos  dias  hará  que  la  copia  sq 
aproxime  al  original. 

Ocupada  mi  imaginación   de   semejantes   visiones ,  no  pu- 
de menos  quando  vi    á  mi   huésped    que    manifestarle    el    asombro 
que   me   habia  causado  tan   raro   fenómeno.   Él   ya  hecho  á    miraje 
las  gentes  de   esta  especie,  me   respondió  fríamente    que    depusiese 
mi    admiración,    pues    estos  defectos  no   llegaban   aun    al  exceso 5 
y   que   si  quería  divertirme,  y  formar  una   idea  cabal  del  modo  de 
pensar  de  estos   hombres  singulares  ,   me    llevaría    esa   noche  á  un 
sarao  que  se  hacia  por   el  cumple  años  de  uno  de  ellos.  Acepté  gus- 
toso la  promesa ,  y   llegado  el   instante  que  esperaba  ,    partimos    á 
la  casa  del  festín.   Esta    presentaba    una    entrada   destruida   por    el 
tiempo:  pasado  el  patio,  llegamos   á  una   sala  que   no  tenia  por  te- 
cho sino  el  mismo  cielo,  ni  mas  aliño  que   las    paredes    carcomi- 
das: luego  se  seguía  la  quadra,   la  que  estaba  regularmente  adornada, 
é  iluminada  con  algunas  luces  5  y  á  un  lado  se  dexaba  ver  un  aparador 
cubierto  de  muchas  vasijas  de  plata  :  pero  lo  que  arrebató  toda  mi  aten- 
ción, fué  un  largo  estrado  donde  estaban  sentadas  muchas  negras  y  mu« 
Ja  tas|  adornadas   de   las   mas   ricas   galas.   No  me   dexó    de    admirar 
este  trastorno  de  las  condiciones,    pues   veia  como  Señoras  las  que 
en   nuestra  Patria  son   esclavas;   pero    mas    creció     mi     admiracioa 
quando  unas  tapadas  que  se   hallaban   próxírras  á   nosotros,   se  de- 
cían mutuamente:   ve  allí  á  la   Oydora,  á  la  Condecita   de  ....  á 
Ja  Marquefita  de  ...  .  á   Doña    Fulanita    de  ....    &c.    de   suerte 
que  iban  nombrando   qusntos  Títulos  y  Señoras    principales     habia 
en  la  Ciudad.   Yo  estgba  fuera  de  mí,   y  no   podía  decidir  si  era 
ilusión,  ó   verdad    lo  que   pasaba.  Mi   huésped,  que   por  un  gran- 
de  rato  se   habia  divertido  con   mi  embelezo,  por    cierto.    Amigo, 
me  dixo,   que   Vm,  jamas    ha    visto    cosa  igual.    ¿  Quando   pensó 
Vm.  ver   tanta  Condesa,   tanta    Marquesa,    tanta    Señora    con    mas 
btrbas  que  el  animal  crcciÍ9  en  puitas,  lasciva  esposo  de  cabras,  sQ" 
gun  la  fina    y   primorosa   expresión    de    un    Proto-culto  ?   Pensan- 
do que  era  burla  lo  que  me  decía,  saco  mi  anteojo,  lo   aplico    á 
lOiS  tostados  rostros  de  esas   señoritas  5    y  al    punto  j  que    admira- 
ción! las  veo  cubiertas  de  mas  espesas  barbas  que  la  infeliz  Con* 

de- 


^^W^' 


úma  Trifalái :  I  íesfre  tienrpo  llegamn  de  ftiera  un'is  mailámítas  ác 
esté  -ja^x.y:  ítí\'a litándose  del  .estrado  á  recibirlas  ,  en^efiamn  unos 
p*.<?  tari  grandes  como  serían  los  de  Poli  fiemo  ,  pero  bien  hechos,. 
íQae  es  «sto !  la  digo  á  mi  hn«sped.  Que  ¿  en  esta  tierra  jaay 
tai  clase  de  mugsres  ?  Él  viendo  mi  sencillez  é  itíadvertencia,  ape- 
nas -podi'a  coaterter  la  risa  mordiéndose  los  labios  ^  finalmente  re- 
c&fei-aEidG  su  a3Te  serio,  me  dice:  estos  son  del  número  de  aquellos, 
cfiyas  gracias  y  donayrss  orve  .refirió  V,  esta  mañana^  aquí  na 
temen  á  nadie:  y  por  eso  fiM:án  adornados  coa  todos  los  vesridc» 
y- galas  del  bello  sexo;  pero  las  tapadas  que  V.  ve,  como  vie- 
nen ,ds  Icxos  se  contentan  con  traer  la  cabeza  matizada  de  jazmi- 
nes y  una  iríáñfilla  ,  no  despojándose  del  trage  de  hombre  en  lo 
testante.  Apianas  habia  acabado  estas  razones,  quando  llegó  el  AI- 
ca'id'e  con  sus  ministros ,  los  que  .con  bastante  diligencia  tomaron 
toí^ss  las  salidas^  y  forijjajído  «na  sarta  de  Cpndecitas,  Marquesitas, 
y^  Sefioritas  ^  biieíeroa  un  botín  del  refresco  que  estaba  prepara- 
do, y  Iks  conduxeron  á  l^  cafcel,  ea  donde  á  sus  Señorías  por  aliviar- 
liáS  la  cabeza,  cao  gf^Q  prolixjdad  les  quitaron  su  precioso  pelo,  apli- 
cSttdólgí  al    mismo  tiempo    el   confortativo  de   una  buena  tostada. 

Tal  pena  es  digna  de  locura  tan  monstruosa,  ¿  Mas  po- 
dretnos  bailar  rabones  que  di«>Gu1peii  (gsta  falta?  Pl.aton  pensó  qu« 
al  principió  dpi  rnpndp  to¿os  ios  hpaa'bxes  babian  úáo  Andrógi* 
liosf  petó  q:ue  liabiéndpse  insolentado,  Júpiter  ios  dividió  en  las 
do?  n-íiíadies,  ho.qibrg  y  ;:?ug,er ,:  por  lo  que  era  tan  natural  la  pro- 
pensión dg]  ún  sexo  para  el  otro,  |  Ño  podría  también  decirse' 
qué  en  muchos  hombres  quedaton  algunas  reliquias  del  otro  sexd, 
^^ue  natupjilmente  se  hacen  luanif estas  ?  Ambas  conseqüehcias  tie- 
líen  la  misína  solidez  y  fuerza  que  e|  sjstetna  arbitrario  de  Pla- 
ton  t  Jo  cierto  es  ,  que  sojp  unas  cabezas  desentornilladas  y  íle— 
oás  de  vieotG  pcdian  dar  ea  la  manii  ^^  parecer  lo  que  no  sonj 
ihanía  tan  ñntig.ua;  que  en  ios  tietnpós  de  Augusto  se  encontraban 
en  1,3  culta  Ronia  estos  Andróginos  contrahechos.  Horacio  nos  re- 
presenta al  joven  NearcQ  cob  el  cabello  (  í  )  graciosamente  es- 
parcido en  l^s  espaldas-i  y  perfumado  de  olores  exquisitos^  y  á 
lyguifinG  (2),  s:pberbio   dg  la  hermosura  de    su   rostro. 

Bien  veo,  querido  jLeaiidro,  que  estos  rasgos  excitarán  en 
tí  I9  risa  y  la  indignácjon  al  miSnio  tiempo;  pero  creo,  que  mi 
pronta  cor.descendeücia  á  tus  insinuaciones  dará  mas  incremento 
é'  la  fina  correspondencia   del  afecto  con  que  te  ama 

Androginópoljs  y   Agosto    10  de   1773.  Fiialetes.' 

En  el  Mere,,  ant',(h  la  pag,.  222  Un.  i^áicei  120  pesos  léase  i20&. 


(  i)     Od.  20.  Lib.  3. 


(  2  )    Od>  10.  Lib.  4. 


r    Núm.  95. 


MERCURIO  PERUANO      i 


DEL    día   i^   DE    DICIEMBRE    DE    1791.         ^ 

t 


>E 


CONTINUA  LA  CARTA  ANTECEDENTE. 


^jrr—  N  la  seqüela  de  este  discurso  hallo  iguales  disparos,  puet 
,^ice  así  :  w  se  jprecipita  aquel  (hablando  del  piercürío)  q^e 
^t  tocado  con  los  a7.ufres  y  antimonios  queda  convertido  en 
^9f  Otra  tercera  especie  que  igualmente  nada  por  él  agua,  qu^l  ^- 
,.j^  cede  con  el  Etiope  mineral  ;  cuya  composición  no  es  otra  qiie 
W  azufre  y  azogue  íntimamente  penetrados,  y  en  este  caso  corre 
,  v-  con  jos  relaves  desde  la  Tina  «  Dexo  en  silencio  el  analizar  'el 
^precipitado  de  azogue  con  los  azufres  y  antimonios,  poy  no ,  ca(¡>- 
^ar  el  discurso;  pues  será  punto  célebre  el  patentizar  al  Público 
*4as  resultas  de  infinidad  de  ridiculeces  bastantes  para  Henar  fíe 
.  4pudor  aun  á  sus  mas  partidarios,  y  me  contraygo  al  Etiope  minetal 
.jque  se  origina  en  los  Beneficios. 

Yo  le  permito  al  Serrano  el  que  en  los  Pacof  haya  31I- 
^^una  pequeña   porción   de  azufre;  pues  aun  de  esta  podría  dis]^- 
piarle,  si  se   atiende  á  que   calcinando  este     metal,   ni  el   olor,  ni 
^^jOiénos  el   color  dan  indicio  de  que  entre  en  su   unión,  omitiendo 
^'qtras   observaciones,  por   no    parecer  prolixo.  Para  la  formación  .tíel 
,.:Etiope  mineral  en  el  Beneficio  de  Barriles  (  y  en    quaiquiera  otro) 
,.es  necesario    haya  bastante   porción  de  azufre:  dé  lo  contrario   nunca 
^llegaría     á     conseguirse  esta  combinación  ,     capaz    de  causar     una 
excesiva  pérdida,  como  la   que  Se  tuvo  en  los  Relaves.  En  cada  Bar- 
.,til  se  ponen    12  f  quintales   de   metal  ,.y,  el  azufre  que  pueda  cbn- 
V^^fier   sera   i    libri«,   y   aun  me  alargo;  el   azogue   que   se   le   intro- 
j  ..iáüce   son   250   libras.   Pregunto:   ¿  y   de   esta  mezcla  podrá  originar- 
le  el  Etiope   mineral?  ¡Que  error  !    Xa  scfíai  que    nos  da  la  Quí- 
■Aíca  pata,  conocer  esta  combinación,  es   ««ue'  el  {nercurío   se  noa 


KS 


pié-' 


«34.  *■*■ 
ftesent*  disüeit©  en  forma  "de  polvo  negro.  ^  En  que  Beneficio   de 
^atriles  tiene  reconociólo  que    aquel  se  halla   en    este    estado  ?    Ka 
la   Miaa  de  cobre   Pardo,,  que  nominan  en   estos    países,  Negrillos^ 
S\  se  benefician  par   crudo,   es   verdad   se  observa    ests    gran    tras- 
torno: y  la  causa  es  ia  mucha  cantidad  de  azufre,   pues  ha    ha-.. 
pido    metal   que  reconocí  tener  un     4   por    100 ;  y     pot^  esto    ní»- 
ghn   inteligente   los  tritura  antes  de  descomponerlo  por  la  combus- 
tión. Quanta    sea   la   porción  de   azufre  que    necesita    \i    preparjk— 
cion   del    Etiope,  manifiéstanlo  los  experimentos  del    Señor  Maloviri, 
^u$  observaciones  sorí  la    píueba    mas    completa    de    lo    que    lere- 
go    dicho. 

Pero  quiero  concederle,  que  esta  docis  de  abogue  sea  bas- 
tante á  formar  su  pretendido  Etiope  mineral.  ¿  Ño  es  cierto  que 
los  álkalis  y  otras  substancias  con  que  tiene  mas  afinidad  ,  lo 
descomponen  ,  separan  y  precipitan  el  merciírio  ?  Conque  teniendo 
muchas  sales  de  esta  especie  las  partículas  terreas  del  metal  Pac$ 
(y  aun  mas  li  sal  marirta  de  que  se  usa  en  su  Beneficio,  que 
siendo  una  sal  neutra  jamas  está  exenta  de  su  base  alkalina )  bas- 
tarán á  hacer  igual  desunión.  Siendo,  pues,  esto  indubitable  ¿  adon- 
de está  el  Etíope  ¿aüsa  de  la  pérdida  de  azogue  ?  Creo  se  habrá 
ocultado  entre  los  antimonios :  toquemos  este  otro  punto  para  aVe- 
.  jiguar  ríias  el  acierto  de  sus  íílofofías.  '• 

Concibo  qUe  como  científico   en  la  facultad,  quando  trs- 
'  ta   del  anfimonior  habla  del  que  es  propiamíue   tal,  esto    e-,    de 
'  aquel    compuesto    de    azufre  ;   y   regulo    que  tiene  brillo    metálico, 
peto  muy  obscuro,   cuyas   parres   se  nos  presentan  como    un    con- 
'  junto   de  agujas  langas  aplicadas    latefalmente  unas  á  otras.    Pues 
este,  no  obstante  no   hallarse  en    el     metal   de    la    disputa,  jamas 
puede  formar  el  Etiope  mineral   en  la  trituración,  porque  esta    no 
basta   á    separjf  la  parte  de  azufre  que  contiene:  es  necesario  que 
las  sublimaciones,  calcinaciones,  ó    destilaciones    lo  descompongan^ 
y  quando   mas  por  via  húmeda   haciéndolo  hervir  en  un    licor  al- 
kalino  para  extraer  el    Kefmes   mineral.   Estos  son    los  únicos  me- 
dios que  nos   préstala  Química   para  destruir  este  medio- metal.  Si 
echamos  la   vista   á  su    parte    regulina,  menos  puede  contraer  unión 
■    perfecta;  pues  quando  mas  es  superficial,  que    á  poco  instante    se 
destruye. 

Si  por  "'antimonios  entiende  los  destructores  del  azogue, 
esto  es ,  los  medios-minerales;  yo  no  se  de  uno  que  haciend»  jun* 
ta  con  el  mercurio  nos  presenten  aquel  fenómeno.  Las  diversas 
clases  de  piritas,  tampoco;  pues  las  amarillas,  que  se  componen 
de  azufre^  hierro ,  y  wa  íf^iueacia  de  cobrej  y  una  tierra  no  tne* 
'*'i  ti- 


tilica,  no  pueden  precipitar  el  tr.erctj rio  aporque  la  afinidad  del 
azufre  es  mayor  con  estos  que  con  aquel.  Quedemos  en  que  J% 
expresada  combinación  en  el  Beneficio,  es  supositicia  y  ageñ^  <3q 
epatarse  entre  los  conocimientos  mineralógicos.  ..,    *  -í 

Pesfíijes  de  esto  sigue  asi ;  v  Pisuélvese  el  azogue  quan»:. 
»>  do  halJa  en  los  metales  la  colpa,  ó  caparrosa  que  con  la  sal 
»  que  se  f)repara  para  el  Beneficio  ,  y  las  partes  nitrosas  deque 
»f  apenas  hay  tierra  que  carerca  ,  se  forma  el  sublimado  corrosi*^ 
V  vo,  ó  solimán  crudo,  (t  ¡  Extrañas  paradojas  se  me  proponen!  , 
¿Co,iaque  de  estas  tres  diferentes  sales  se  fortra  el  corrosivo  ?  Ya, 
Oie  persuado  que  el  Bu-en-serrano  no  ha'  visto  ni  los  primeros,, 
rasgos    de     la   teórica  :    quiero  hacerle    patentes  sus  errores,  ,„ 

De  la  caparrosa  que  rrntieruí  ácido  vitriólico ,  y  deí 
mercurio  se  forma  el  Turbith  mineral  ;  del  ácid.o  nitroso  se  form4, 
una  sal  nitrosa  mercurial  -^  y  del  ácido  marino  únicamente  el  .su- 
blimado corrosivo.  Pero  hallándose  estos  áridos  con  sus  álkalis  en 
Vna  misma  masa,  como  sjupone,  se  obseryan  diversas  combinacior», 
i?es  según  Jos  diversos  grados  de  atracción,  ó  afinidad  ,  en  c<itx 
forma  :  el  viitriyolo  por  tener  mas  relación  con  las  bases  de  los,, 
íptros  ácidos  se  unirá  con  ellos,  y  formará  una  sal  n^utra^  y  deí. 
nitro  y  sgil  marina  la  agua- regia  ^  é  interpuesto  ¿1  azogue  ten- 
dremos una  sal  nitrosa  mercurial  por  ger  el  nitro  su  verdadero; 
disolvente.  En  sst^  su pujgsto  .quisiera  demostrarle  los  diversos  fe-, 
ixórnenos,  que  presentan  estos  simples  en  1^  suerte.,  del  Beneficio  s, 
pero  1,0  dexo  para  el  contesto  djel  Diari.G  20,  pues  por  ahora, 
importa  seguir   ios   últimos   pasos  ¿&  la  qüestion,  -. 

Asegura  t)  ser  probado  por  esto,  que  el  a7ogue  per-», 
»>  dido,,  ó  que  se  halla  de  menos  al  exprimirse  la  pella,  está  coa 
w  los  Relaves  á  quienes  acoippafió  desde  Ja  .Tina.  «  Proposición 
^Isa:  pues  el  a^gue  disueko  ppr  Jas  causas  significadas,  tiene  un 
carácter  salin*),  y  siendo  las  sales  disülubleí  en  el  agua  por  su 
primordial  oríge^)^  es  clafo  contrae  esta  tnisma  propiedad  el  mer^ 
oirio;  de  fnodo  que  al  tiempo  del  tinarse  cor r^  junto  con  el  agua, 
4in  que  por  mas  precauciones  se  pueda  retener,  y  no  está  con 
ios  Relaves,  como  se  pretende,  Pos  disoluciones  distinguimos  en. 
este  Beneücio;  un;i  Quíniíica,  provenida  de  Ja  conglutinación  con 
los  ácidos,  por  la  qual  pierden  su  natural  brillantez  y  toman  di-y- 
versos  colores  y  formas;  otra  mecánica  causada  de  Ja  circulacioK 
del  Barril:  esta  no  ocasiona  pérdida,  pues  disolviendo  la  masa 
en  porción  de  agua,  tienen  los  ramemós  mercuriales  Jugar  de  po* 
sarse,  y  precipitados  vuelven  á  reunirse  ;  la  otra  es  casi  ¡mposi-?^ 
H9.  PÍ3v,larla;.,y  |).Qf  Ip,  taato  .gi  ar.t,e.ílg>  ij.o..Peí)gfi<íi;i4!0g,  coAsi,^tt¿^ 


*3^« 
en  poner  coíi  fal  ^rópércíóh  Tó«  síÁpIef,  qué  íio  foriñéh  íémejafttif 
alteración  en  el  azogue.  De  aquí  resulta  que  de  la  primera  di* 
lolucion  nada  retienen  los  Relaves;  pero  de  la  segunda,  cosa  cor- 
ta: de  modo  que  es  falso  decir  que  todo  el  azogue  perdido  re- 
fiehen  dichos  Relaves,  según  indica  el  sentido  natural  y  obvio  de 
íüi  palabras.  * 

Finalmente  omitiendo  la   crisis  de  iguales  proposicione* 
de  que  se  halla  regado  lo  restante  del  Periódico,  quiero   ver  co- 
mo funda  el  origen   de  la  pérdida  de  azogue  en  los  Relaves.  »  Es- 
*j>  lo  cierto  (expone  )  que  los  Relaves  Beneficiados  por   Don  Fran* 
>>  cisco  Rufia  en  los  Barriles  tuvieron  una  exceciva  fricación    coi¥ 
»    el  azogue,  y  que    de  ello    provino  deslizarse    este.....   y    qué 
»»  saliese  en  espuma  con  el  agua.  «  Pues  ve  aquí  convencida  por  fal- 
tó  su  reflexión.    Si  fa  circulación  de  los  Barriles  causara  la  expre- 
«áda  pérdida ,  quando  se  benefician   metales  Pacos  sucedería  lo  mis- 
if^o  ;  pues  él   movimiento  circulatorio,  causa  de  la  frotación,  es  igual 
eh  ambos  casos  ;    y  aun  en  este ,  sería  mayor  la  pérdida    por  los 
adufres    y  antimonios  que  supone  entran    en  su   combinación:  esto 
es   falso,  como    lo  probaré  ;  luego  igualmente   es  supositicio  y  fal- 
so  su  principio.  Las  razones  dadas  por  Don    Francisco  Rufia    son 
liís  pruebas  evidenteis  de  rñi  proposición  :  para  ello  quiero  poner  á 
3á  vista   de  Vms.  aíg«na«  ;  y  sea  la  primera  dala  en    13   de  Fe- 
iJiíeto,  aSónde  ' aparecen  beneficiados    51   caxones  ,  cuyos    productos 
«íonceptuados  ala  sexta  parte    fiacen  424   marcos  con  pérdida  ge- 
neral  de  50  libras  (  no  expreso  los  nombres  provinciales  de  consu- 
mo y  pérdida;  porque  qualquiera   de  estas  es  una  verdadera  pérdi- 
da,  y  esta  distinción  es  mera  suposición  ),  que  repartidas  entre  es- 
tos, correspon4e  al   marco  á  I  onza  6   oct.    5  toms.  Sea  la  segunda,  la' 
«fe  20  de  Jianio  «n  que  se  labaron  8  cáxohes,  y  produxeron  59  mar*' 
eos   3    onzas  con   pérdida  de   15    libs.  7   onzas  que   le  pertenece  at 
marco  á  4  oTíz,  y  media.  Sea   lia  ^,  la   de    14  de  Mayo  adonde  apa^ 
recen  79  iharcos   a  onzas  ceh  pérdida  de   21   lib.  8|  onz.  y  le  cor- 
responde al   marco  4 onz. y  41^.   Sea  la  quarta...  Pero  no  nos  Canse- 
uios:  estos  documentos  los  tiene  el  Público,   y   ellos  son  fieles  tes- 
tigos  de  mi  verdad. 

Tenemos  ahora  por  legítima  conseqüencia,  que  la  frotación  de 
Barriles  qo  ¿auso  aquella  pérdida:  busquemos  ,  pues,  su  verdadero 
©dgen  ;  pero  antes  quiero  se  me  diga,  si  aquéllos  Relaves  se  han  dé 
beneficiar  por  crudo,  ó  por  calcinación.  Lo  primero  no  puede  ser; 
pues  quando  ün  metal  -se  beneficia  por  crudo  con  perfección  ,  de- 
be dar  toda  la  plata  que  contenia,  y  así  sería  inútil  reiterar  el  Be- 
Aitficio:  f  ef0  -éi  -ao  i!$  ite  ««tcaiK>  téd»  la  pofcioa,  üié  defecté  del* 
•     '••■  fa- 


^ 


-fceiittátívo  t  toh  que  es  preeíáo  recurrir  á  la  calcinación  para  es» 
traer  el  corto  resto  que  tenia  ;  pues  el  método  crudo  no  basta  pa- 
ra desminéralixar  la  combinación  contraída  con  algún  metal  imper** 
feéto,  que  ha  perdido  su  flogisto  en  su  formación.  Así  lo  practi- 
qué yo,  y  creo  harán  lo  mismo  los  Beneficiadores  de  este  gremio*' 
Éii  esté  supuesto  vuelvo  á  preguntar,  ¿sí  después  de  esta  opera- 
clon  sacan  el  aumento  del  azogue  ,  que  se  expresa  en  el  Diario? 
Creo,  que  como  facultativo  me  responderá  que  no  :  pues  el  mer»; 
ctirioí  siendo  por  su  esencia  volátil,  la  menor  acción  de  fuego  bas»» 
ta  á  disipaiflo  (  salvo  que  nuestro  amigo  haya  hallado  el  secreto 
áe  fixarlo  con  alguna  combinación  igual  al  Etiope  mineral  ,  ó  su- 
blimado corrosivo  ):  pues  si  esto  es  indubitable,  ¿  corno"  se  pretende 
cl  aumento  del  azogue  ?  Una  calcinación,  lexos  dé  tener  favorable 
efecto  para  el  mercurio,  causa  su  destrucción;  pues  aunque  va« 
ya  el  metal  sin  partes  heterogéneas,  allí  se  engendran,  allí  se  pro— 
oticen  :  de  modo  que  puestos  al  Beneficio  causan  las  diversas  com- 
binaciones que  tengo  insinuadas  con  el  mercurio  ;  y  vé  aquí  el- 
lAotivo  de  la  pérdida  excesiva  que  se  notó  en  los  Relaves,  y  ñola 
que  se  manifiesta.  En  esto  convienen  todos  los  facultativos  :  y  por 
nó  referir  otros,  el  ilustre  Barba  en  todo  su  Arte  de  Beneficio,  es- 
pecialmente en  los  capítulos  7,  8  y  9  lo  demuestra  con  prolixos  expe- 
rimentos. Es  verdad  que  todo  esto  tiene  sus  remedios,  y  yo  me 
hubiera  valido  de  ellos,  siempre  que  sus  frutos  nos  hubiesen  sido- 
de  ventaja  :  pero  la  corta  ley  que  produxeron,  no  daba  mérito  pa-^ 
raque  haciendo  mis  observaciones  pusiese  el  punto  de  azogue  ín 
d  mismo    pie  que   los  otros. 

Contemplo  que  estos  principios  debian  ser  los  fundamentaleü 
de  su  crítica  :  tntónces  podrían  disimulársele  las  imposturas  que 
rierte  j  quando  por  el  contrario  se  hace  únicamente  acreedor  á  quá 
el  Público  sensato  conozca  su  preocupación,  y  le  imponga  la  iaíar!« 
me  nota  de  fanático    partidario.  o  Ttfcn-i'i 

En   el    Diario   del   día   20   pretende  probar    jj  que    los  áumeft-^ 
Utos  de    nuestro  Beneficio  se  deben  á  la  casualidad,   y  no  al   Artej 
j»  quando  por  Buytron  deben   á  este   los  Mineros  la    acostumbrada 
99  ley  por  este  beneficio,  y  en    ningun  evento  á  la   casualidad  <«  Pa- 
ra probar  sus   asertos    trae   la   diferencia  de   íey    que  se   notan    en? 
los  tres    Mercurios  y   y   la.  correspondencia  firme  que  se  observa  d«fe 
ensaye  menor  al    mayor  en  ¡los  Beneficios   que   se   hacen    en     est*:> 
VS'lla  ,  cuya   uniformidad  ,  dice,  acredita    la  verdad    de  sus    princi* 
píos ,    y  la  falsedad   de   los  nuestros.  Pues   ahora  quiero   probar  Ja- 
«^u-ridad  de  aquei  método    y   la  falibilidad  de  este  ,   respondjeBdoíj 
ás  'la»  dos  pruebas   de  qtie  se  vale.  Poc  lo  qix^  toca  á  las  difereos; 

"-'  ^  cía» 


cí-as   acaecidas  en  los  Beneficios  que  manifiestan  los  tres   Mereurhr^ 
tórigo  demostradas   suñcientemente   sus  causas  en   el   lugar    que   le 
corresponde:    y  estas  dan    una    prueba     patética   de    no    originarsí 
del  BeneGcio  ,  sí  de  las  distintas    clases  de   metal??,  ,  SqJo.: resta., e(t 
prcbar   ja  ninguna  seguridad^   del   Buytron. 

-■     En    pEÍmer  lugar    quiero  hacerle  ver  la   falsedad  de  su  cmX'i' 
ye  menor    por  abogue,  que  es  el  que   se  usa  generalmente  en  c&tj^ 
pais  y   la  seguridad    de!  nuestro:  esto   es,  el   de  fudicion,  Gonocid« 
I»or  el  nombre    de   Ensaye    real  ;  y    haré    ver   con   esto  ,  ser    falsa 
k    uniformidad    que'  pretende.    Para    elLo    me    valgo     únicamente 
^áel     Doctor   Barba  ,  autor    de    conocido     mérito,    y     el    mas    fa-j» 
raoso  profesor   del    Buytron  ,  maestro    y    guia  del    Perú.    Pues    es-.-{ 
t?,  tratando    de    las  calidades  del    Beneficiador,  dice  lo    siguienta.> 
en   el   capítulo    segundo  a  Y'   en  todo   caso  no  se  admita   por  Be- . 
99  nefíci:idor  á    ninguno   que  no  sepa   hacer  bien,   por  lo  menos,  urj 
>i^  ensaye   rnenor   por   fuego  de  toda    harina,  antes   de  incorporar  e| 
>>  caxon.,   para  enterarse-  de  la  plata  que  tiene  ,  y  saber  con   certi- 
>*  dambre  Jo  que  debe   sacarle»    Y   para  dar  a  conocer  las   fatalej- 
resultas  del    en-^aye  menor   por   a2ogue  ,  sigue  asi:  h    Mucha  sutn^; 
V  de -ducados   ha  costado  en   este  Reyno   la  ignorancia  de  este  avi« 
»  so,  y  aun  hoy    se   le  están    experimentando  sus  dueños  ^    referí-»- 
»>  re    dps  casos    que   han    pasado  por   mis   manos  ,  para  que  se  ha-»-: 
»>  ga      i^ayor     estimación    de    fiu     importancia,     Pepos    años    ante?: 
wque  yo  fuese  á   la   Provincia  díí    J^ipes  ,  había   trabajado  en    ua 
^  para  ge  llamado  Xaqpegua    un  pinera    en. una  yeta   die    que     sacó 
«cantidad    de  metal  riquisimü:  ensayólo    por  azogue  á  4- ó    s  pesoj 
«por  quinial ...   Hallé  dei   metal   en  ios   desmontes,  ensayólo    pof 
»  fuego  ,.  y    tenia  á.  900  pesos  por  quintal;  y   asegura  que  el  mo-?* 
do;'  ordinario  del    abogue    no  ascendía   d  mas  de  4,  6    ?.  V.n   el  se-^ 
guíidio  '  pasage .  dice  ,  hablando  ,dg   unos  metaies   5oroche<;  «  Por  e|... 
j>ensaye  ordinario  de  azogue   njosíraban   ninguna  p   poca  ley  ^  echá?r",{ 
jfbanlos   por  ^hí  los   m'ineros^.,..ensayél.QS,  y   hallé  que  tenían  á.  6<í 
jí  y   mas  pesos    por  quintal  ip    lluego   el  ensaye    menor    por   azogue 
es    falso:     luego  aquel  que  seguía    por  el  de    íundiciDn    estará  ma$ 
seguro,    y   sabrá  con  ceiridumbre   lo  que   debe  sacarle,  Yo  me  guio» 
pwír   este,   y    ios  de  esta   ribera   por   aquel,,  es   consiguiente    que    mi 
Báneficlo    es  mas   seguro,    para   sabe?  |a    hy   del    metal,  y   fi>ar  su. 
icorrespondencta.  H  debemos   suponer,  .que   ují   hombre  de   íaniia  ta-p 
lento   se  cercioró   por    repetidas  ejcperiencias     para  dar     al    Públicp 
todas  esta.s   luces.    Así   lo  da  A  gutender   pn    otra   parte  encar;¿aii* 
do  á  los  Beneficiadores  ,    que   de    ninguna  suerte   se   valgan  de  est« 
Cttsaye    poj:    S£c  absoIiíjame;>i9  fi^UÍ?ie.¿  «í.íuíq    4eLde    fundición,.. 


wm 


iguaü   al  qtre  nesosotros  ttsámds,* aunque  mas  metodizado ,  y  con 
inas  precatíciones  que  se  saben    en  la  Docimástica. 

Pasemos  adelante  ,  y  examinemos  el  último  estado  del  Ben€>- 
ício  (  omitiendo  ios  gfaves  inconvenientes  que  s«  ofrecen  en  el 
espacio  de  17  dias  de  su  duración^  qtíe  obligaron  á  este  hombre 
á  usar  del  cocimiento  y  que  contribuiría  á  cerciorarnos  de  su  ixin- 
guna  probabilidad  )í  esto  €3,  el  tiempo  de  la  lava;  y  veamos  líts 
jeglas  de  que  usan  para  asegurarse  si  el  metal  rindió  toda  la  pla- 
ta ,  quando  ven  que  el  ntetal  no  demanda  mas  azogue  habiendo 
jdo  y  estado  el  Beneficio  bien  dispuesta  quattdo  se  acabó  la  li$ 
de  plata  ,  y  comenzó  la  de  azogue,  quando  er  cuerpo  de  este  y 
«I  de  plata  están  limpios,  y  de  color  que  tira  tanto  quanto  á 
dorado'i  entonces  tienert  pof  derto  suspende'r  ía  operación.  Pue» 
de  estas^  dice  el  misma  Barba  en  el  cap.  20  las  siguientes  pala- 
bras f<  Sujetas  á  muy  gfandes  yeíros  lían  sido  laS  reglas  que 
»  hasta  ahora  se  han  guardada  para  conocer  si  está,  6  no  el  ca- 
w  xon  para  lavarse.  Y  después  de  anumérat  las  señales  que  ex*. 
?f#puse,  concluye  .-porque  estas  y  otfas  no-  se  escusan  de  falencias, 
»  pues  pueden  causarla  otros  accidentes.  La  regla  infalible  y  cierta, 
w  es  mirar  si  tierte  el  azogue  recagida  la  plata  toda  que  por  el 
»  ensaye  nvenof  de  fiíego  que  se  hizo  al  principio,  se  supo  té- 
■f*  niá  el  caxon  í  y  sí  no  hubiere  llegado  á  ésta,  aunque  mas  mues- 
«» tras   de  las   sobredichas  teníga,    no  se    lave. 

Sg  Concluirá  en  el  Mefc,  sig,      ; 

METEOROLOGÍA.  ,  ,  ,\ 

OBSERVACIÓN    DE    UN  TEMBLOR   EN   LA    VILLA    DM 
Pateo  comunicada  á  h  Sociedad  en    Carta  dirigida  por 
su  L  S.  H. 

t»  L  día  \¿i  de  Octubre  á  las  9  y  17  itiín.  de  la  noche  se  sintió 
■■-^  en  esta  Villa  un  fuerte  temblor  que  duró  5  seg.  Su  dirección 
fue  N  E.  SO.  su  movimiento  undulatorio  s  el  cielo  se  hallaba 
nublado ,  y  muy  obscuro  por  el  N.  y  N  E:  el  ruido  que  \o 
acompañaba  fue  bien  fuerte,  y  figuraba  las  descargas  regladas  de 
tin  regimiento,  ó  ^  las  que  nos  describen  las  memorias  literarias 
de   la  Gran  Bretaña  (i)  de  aquel  meteoro  que    apareció    allí    Ja 


CO  *•  «•  í?»  «4»« 


íllsl 


f4»- 
«oche  del   i^  de  Marso  de-f'718*  -Sienád  raros  eo    esta-  Vijllát-  í^ 
temblores,  se    ha  extrañado  en  especial   este  por  su  singularidad  e# 
el  estrépito    y   movimiento. 

El  orden  con  que  uno   y    otro  se    sucedían  ,  provenia   segura 
mente  de  que   habiendo   en  todos  estos~  lugares    inmensos  depósitojf 
de    piritas,    estarían   colocadas  á  trechos  algunas     m¡a?-s    de    fllfts 
^ue  se  comunicaban  por  conductos    pequeños  :  y   habiéndose   pega— 
•  do  fuego   la  primera,  atacada    por   alguna  porción   de   agua  &c.  s$ 
(Comunicó    sucesivamente    el  incendio  alas  siguientes,  que    con  syf 
(explosiones    y-  derrumbes   representaban   los  tir«s    de   artillería,     t 
En  ningún   pais  de  la,  tierra   debian  Jos   Físicos  dedicarse  C09 
.ftaas  esmero  á  «bservar  ios   temblores,  que  en  el    nuestro.     Su  his>- 
Aotm   .ofrece  por  la  mayor  parte  escenas  trágicas  en  que  las   vio?' 
lentas  convulsiones  de  la  tierra  no  solo   han    destruido    las  bellas 
obras    de   las     manos    de!  honabre  ,  si  aun   desordenado    muchas  4c 
•la  naturaleza  ,    que  las    servían  de  apoyo.    Como  ninguna  revolji- 
cioa   física  acontezca  en  ei  globo,  sin   que  lo  precedan  ciertos  anuti^ 
^Cíos  emanados  de  las  mismas    disposiciones   que  van  á  originarlos*; 
si  en   fuerza  de   una  continuada  aplicación    llegáramos  á     carácter 
^ifizarlos  >    aca«o  podriamos  evitar  muchos  de  aquellos  destrozos.  L^s 
-Fastos  de  la  Física  refieren,  que  Anaximandro    y  Pherícides  poseían 
^l  *rte  de   pronosticar   los  temblores :  y  Don  Juan  de  Barrenech^a 
Sostituto  de     la  Cátedra  de  Matemáticas  en  la  Universidad  4^  S^ 
SVIar,cós,  quiso  Éeducir   á   cómputo    en  su    Relox  Astronómico    esta 
viftud   celestial.  Pero  no    hablo  aquí    de  esos   vaticinios,    ó  sueños 
H»strotógíc©s-,    indicios  del  poco   adelantamiento.de  los  Reyncis -tiwi 
)^s  ¡ciencias    verdaderas    .(  2  )  que   miran   los  tiempos  remotos ,  sin© 
del    conocimiento  de    las  mutaciones     de  la  atmósfera  ,  y  superficie 
iiri^   14  tiefra  que    preceden  á  sus   temblores.    La    dirección    dé  est0s 
que  es  gepeca,Imentje  lá  que  siguen  las   cadenas  .de  los  térros  de- 
te  también   examinarse   por  las  utilidades   que    ofrece.   Las   profun- 
das excavaciones  que  los  Persas  han   practicado   del  Tauro  al  Caii- 
<-t:tsa  y '  iV-Cáf 4t:    .par^    facilitar  ■  la  traspiración    de  las  materias  ít^ 
flamables,  ha  libertado  aquellas  regiones    de  los  terremotos  que   $e 
víjacian  sentir  freqU^nl^eíHe   siguiendo  la  dirección  de    las  enutw 
, ciadas  montañas,        ::  v 


I 


t.ifm 


tfm^^^ffim^im^ 


^^•^^'•'mmm^^ 


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-0^9  )  Bougu^r:  figure  de  U  terre  pagi  LXXIL 


oíf  i 


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I^oí    Hh 


W   Núm.    96, 


MERCURIO  PERUANO      | 

DEL    PÍA  4   DE    DICIEMBRE    DE    1^9'.  f^ 


.s 


COmZLUYE  tA  CMtk  'AlSITfíCEDEOTE. 


5  ^  ERA  pues  conforme  al  arte,  y  <:on  infalibles  princjpíoé- tin 
'niétodo,  cuyo,  princípáos,  fned.os  y  fines,  .están  ^^^"^  ,f^^¿".|t; 
fios2  íCottio  se  >odrá  fuociar  una  .<:ohstant€  correspondencu  del 
¿nsaye  menor  al  mayor,  quando  el  fundamento  de  ^s  á^mostra^ 
Lne.  Ao  es  sino  un  conjunto  de  íi;.kbks1  Yo^^  en^uentr» 
iiñ  solo  Beneficiador,  <iue  me  fynde  «fl  principios  teoric<.s  s««  «pe- 
Taríon€S.;pues  entonces  ¿  como  es  razonable,  ni  ju^^to  el  pretender 
que  los  apoyos  de  este  sistema  sean  los  mismos  ^n  que  se  lun^ 
dat,  hs  Concias  físicas?  Ello  és  necesario  W  f«  *2"^^!^^ 
gínen  erroies  ii^evitables ,  y  parece  que  la  ^^^^  ^^  ^'"^J^ 
Isí  nos  lo  íla  á  entender  :  recorramos  algunas  de  suj  *íf<^**J*: 
ra  convencerlo.  Ef  Doctor  Barba  haciendo  rclaaon  de  ios  pode» 
"¿osos  productos  de  este  rico  Cerro  díce:»>  asciende  a  quatro«en- 
wtos  cincuenta  mil'.ones  ,. «  y  sigue  en  ei  capí,  ulo  i  .  »♦  lí^sta  ^ro- 
^V«edad  ka  sido  causa  de  no  haberse  hecho  caudai,como^  se  d^ 
„  hiera,  ¿e  los  desperdicios  que  ha  habido  en  el  befteficíp_  <te 
•,:,  los  metálesele  pUta  ^  pues  sin  que  Ja  .¡xageracjotí  aumente  el 
*»,  número,  han  sido  mucho*  milioncs  íós  que  se  han  perxitcío,  aw 
„  en  ia  ley  que  no  han  dado  por  no  ser  entendidas  sus  dife^en- 
;,  cia«  y  ngituralezas,  procediendo  acaso,  y  sin  fundamento  ni  nd- 
„  íicia  cie«a  de  la  plata  que  tenían,  y  debían  sacar  los  que^s« 
»,  ocupan  "fin  este  ejercicio  i  como  en  las  descompasadas  jérdi- 
«das  de  azogue,,  pues  son  hasta  hoy  mas  de  334.  7^  quintales 
f,  W  que  en  e«a  ViUa  &e  han  consumido.   «  ^sto  f^T^^.^^ 


S4iii 


ir-. '4 


y  seis?  Pues  ea  esta  atenciort  mandó  este  gremio  de  AzXueroTí^ 
%ncho  Valenzuefa,  para  buscar  en  la  cleJncia  de  FeS  1  el 
ahvio  de  sus  atrasos,  alegando  aquellos  motivos,  y  la  Senrí 
ée  la.  Minas.  Replrió  estd  tnismo  por  los.  años  de  Idiív  ,6  t 
ror  5US  Procuradores  el  Licenciada  Don  Juan  de  Ibarra  v  Do» 
Sebasma  de  Saadoval.  Ni  se  me  puede  objetar  que  en  e  tos*  ^i^m! 
^s^^^^^^^^^  adel.n.anñentcs,   U  yo  veo   q^ria^S: 

mas  ^eglas  y  mt-iodo  que  se  observan  por  los  antiguos  se  rracti' 
can  hoy;  y  oxalá  se  tuvieran  sien^pre  á'la  vista  lof  DicumJntos 
del  grande  Barba,  que  la  situación  del  Perú  sería  de  meíor  suer  e 
,  As.  nos  lo  da  á  entender  un  Xefe- de  esta  Villa  en  el  dí-* 
^«rso  pronunaado  a  la  Azoguería  sobre  consultar  los  remedios  de- 
tstos  inales  en  el  ano  de  1779.  -Sin  embargo  (  dice  )  de  esU 
,^  miserable  constitiicion,  no  leemos  ni  .sabemos  que  para  su  ret 
9*  mediQ  se  haya  intentado  algún  reparo  ;  antes  bien  mirándola 
•  con  frialdad  ha  continuado  la  desdicha,  y' coa  ella  la  ina«  on  a5 
V  lo  acredita  la  práctica  de  este  método  en  tantos  año^,  sin  que 
«  se  haya,  intentado  reformarla  ,  ó  perfeccionarla  por  el  discur! 
ZJ^~"  T  *'^*^^  ,  ''^  .^^^^"'^  ^^'  ningunos  conocimientos  que 
poseen^enda  mineralogía  los  prácticos  Beneficiadores,  prosigue  „  Pré! 
»  guntad  los  motivos  de  cada  operación  á  los.  que  las  dirigen  i 
n  pedidles  ios  fundatnentos  de  su  opinión:  y  veréis  que  toda 
•»  ella  rueda  sob^e  unas  razones   frivolas,  que  sin  mas  apoyo  quí 

ZtáLn'''''^r'Tr '''''''''''  ^P^^^^  ^"  aquella  simple 
n  definición  que  nada  adelanta  al  definido  ,  ó  se  co.ivierte  en  In 
f,  djculo  vicioso  que  dexa  siempre  inquieta  la  curiosidad  y  maí 
«  adelante.  Ello  es  innegable:, vosotros  lo  publicáis,  y  atribuís  el 
p,  mal  beneficio  a- la  pobreza  de  los  metale».  Así  lo  oimos  todos. 
»>  y  en  medro  de  esta  confesión  ingenua  á  que  os  obliga  la  ex- 
„  periejicia,  rehusáis  los  medios,  y  despreciáis  las  proporciones,  u 
ffixtrana  paradoxa!  Conocer  el  mal  y  rehusar  el  remedio. 
¿'  ¿.  '^í^^^.'^/fí.a^'  Buen-serrano,  si  con  otros  testimonios  irre- 
fragables le  bicie  ra  veer  la  suma  ignorancia  de  sus  facultativos  2 
jQue  dina,  SI  igualmente  le  pusiera  de  manifiesto,  que  hay  homí 
bxes,  ^ue  ao  «abieudo  leer  ni  cscrjbit   carecen  de  toda  instruci 

cion, 


«» 


thñ,  y  solo  tienen  . . . ,  Peyó  so  q^iem  mmUt  los  rasgos  de  m¡ 
pmma  con  hechos  tan  vergooia^  dignos  mas  bien  del  silencio 
«ue  de  sa-carse  al  Páblico?. 

No  me  pusiera  á  referir  semejantes -hechos,  si  no  .tuviera  pof 
garanten  a  unos  sugetos   fidedignos  que  habitando  entre  estos  Se- 
ñores tocaron  hasta  la  evidencia  el    resorte   de   tantos  ,  males.    Ni 
menos  me  persuadiré  que  un  ligero  esámen  hubiese  sido  el    norte  dft 
sus  avenguacioaes  en   asunto    adonde  se  halla  vinculado   el   biert 
de   la  Corona   y  del   Estado  ;  antes    por  el  .  contrario  debo .  creer. 
,fl«e    las  .sucesivas  experiencias    les  dieron,  á  conocer    tantas  fata- 
Jidades.   Se  confirma    esto  con  los    Planes,  de  Ingenios  del    próxi- 
.*iO  pasado   ano   de   lypo.  Por  ellos  se  convence  la  excesiva  pér^ 
Ir    f/^^^^  ^r^P^^'^'  ^"^  semanalmente  se  experimenta  en  es- 
.íe  Real  de  Minas.  Conserv-o  en  mi  poder  algunos,  y  por  estar  ma* 
prontos    los  del    Sefior    Marques    de  Santa  Mari¡  ^deO^^ 
•valgo   de  ellos,  -v^'i-- (I n  ..«*(«,««. 

i  En  la  semana  21  de  Enero  (dice  )  se  beneficiaron  30  C*. 

.íofles,  que  produxeron  103  marcos  7  onzas  ,  con  pérdida  ^é- 
„neral  de  124  libras  de  azogue.  En  la  de  a8  se  lavaron  30  Ca- 
.iones  que  rindieron  j,i  marcos,  y  se  perdieron  103  libras.EnJa 
,.de  7  de  Febrero  de  la  misma  porción  se  sacaron  06  marcos  v 
.se  perdieron  paJibras.  En   la  de,  i 8  de  dicho  invLonc,T¿J^ 

ítl  ir"*'  '  ^'""'  ^^  ^'^^«»-  En  la  de, 2 j,  de  Ídem  sacaba 
,122  marcos,  y  perdieron  71  libras  j.  y  así  las  siguientes.  ¿QuieJ 
m  se  admira  al^  reconocer  unos  desfalcos  tan  ccnliderables '  pue? 
formando  el  cotejo  d*  como  le  corresponde  al  marco,  vemos  ascierS 
4e  a  13  onzas   ,,y,  quart.   adarmes?  Pe  aqui  es  necesario,  que 

i'r  r"T  "^n  ''"^"'  ^^^^^  ^<^"^igo  abundancia,  de  plata  ;  pu^ 
Íf/M     "^  f"*"^Sf"'^    J»^^«^   ,^°^«  en  media  saturación,  es  indlt 

.purable,  evadirse  de  este  inconveniente.  Ello  ha  de  ser  así,  ;aunque 
Buestro  Anqr.mo  no  lo  quiera:  y  si  no¿  paraque  son  aqudlos  In! 
dios  que  con  el  nombre  de  Caguachiri.  toman  en  arriendo  lo* 
parages  de  los  Ingenios,  por  donde  corre  el  relave  que  se  e^ 
EeM  al   tiea.Ro  d^  ia    lava?   Todas;  las  ge  otes  ea  ho^ot .  de  la  v^ 

i;^  I^^^f^:^.  ^^.^^- ,^..prov.,,,,,,,,^  1oM.sp4íc4 

''i?  ''"    V-^  '^^**^  ^^  ^'t°  -es  preciso  "confesar  .ia'-pineuni    véntak 

,ju^,se   hace   con   ei  pr^^nte  niétodo,  j  concluir:  ser  SslaiSS 

feg.s  de   qu?  se  vaie    el  Diario   para   demostrar  su   proposición^  pT. 

,#^^3^  firí>i>^,giej^^^^  4  l^«#cio.PQf  Smim  .mas  con^r<^ 


^44^ 

CÓTíicítffvente   te  <|U)í 'líe  <t)b^ííí/a/«tt  «u  giro  5.  pforqtíe  para  contraerse 
cot>   irtdívidualidad  á  todos  k)s  puntos  que  ábrí«;a,'SerÍA  ;ne€csaTÍIt 

•  •'•  '.El  fen^ye  íttertár  es  e4  futráamí'mtK  de  todo>  Ssnefício:  evel  dei. 
Ite  que  ix)i  -seMli 'la  Camrdad  de  pkta  que  debemos  extraer  de 
los  merales  ;  y  por  'li^  tanto  debxf  ser  el  nws^  exacto  y  seguro v 
^m  »;>  pTotetíet  e'ótt  en-gafia  en  asiíFíter  tati  importante.  El  eti« 
i$afé  ^Real  de  qü^  usamos,  és  el  único  que-  se  -conoce  por  verda-»- 
**írí>  éti  la  facultad  r  su*  principios  y  protjederes  están  fundades 
•«»  ■^ímcipíos  ciertos  demoítrsfdos  por  la  expertencia.  Todos  lo;^  Au*~ 
*mces  'que  tratan  He  él,  tnanifrestanf  sus  verdades ,  especiatfiftónte  la 
*EKjciíiiástic3  de  Crammer  ,  y  la  prácríca  de  Mr.  Macquer,  Y»  me  re- 
filriita  á  'dlí»  para  el  *iue  quiera  tomar  una  individuat  noticia  tte 
Ws  'íestí'tas^-  .     '  .  .. 

Supuesto  este  conocimiento    y  la  naturaleza    del  *  metalar  ^sf- 
>gXie   *t  segundo  páso^   esto  es,  el  ensaye  poí  Barril  pe^i^í^tna.^  De 
ífüda 'él  íffetal  tñolido  toma  de   diferentes   partes  un  quintal,  e  iñ- 
^troduico  en  el  Barril  con  'la   sal   y  vitriolo    que     le    corresp<md!e^ 
ííonfortwe    el  reconocimknta    hecho  -de  las    diversas   combinacíone» 
«(ftue  tenga,  l:é  agua  que  deba   ponerse,  la  gradúa  -  la  expeñeñcia> 
imés  hay  ciertos    inetóks  que   exigen'  mas  porcicrfqufe  otaros  ;■  pe- 
ífo  1«  r^la  firme    es,  que  este  la  ma'sái  tnas  fímirá  qtfé -Cfásá', pu^ 
íi3e  otra  modo  jamas   resultaría  una  general  míxtian  de  los  siníjí^, 
^ae  es  eS  dbjeco  á   que  $e  dirige.  Antes    dé 'poner  el  mercurio •« 
•le    da  Uina  circulscion   de  media  hora  por  éste   inconveniente:  -si 
*1  azogut^  entra    desde  su   principia,    los  «ácvio*  en    su    combina- 
'«Ébft  tienen   lugar  de  destruir  alguna  porción  :  por  estoes  neces*- 
Tío  que  preceda  álgiiná  tríturaeton  tnediana,    para  que  el  árido  vi- 
«Iríólico  «e  una  €on  la  vase  de  la  sai  marina,    y    forme    una    sal 
Tfeutra  ,  que  por  ¿I   nombre  de  su  inventor  se  dice    sal    de  GlaW- 
^Vcr.    En  estos  pas<5s   sucede    indispensablemente    la     fermentación, 
■Ttiue  consiste  «n    te    rarefacción  de  las  partk alas  metálicas  por  me- 
"Úio  de  los  ácidros,  que  ímfoducidos  por  sus   intersticios    las  sep»- 
íliSiW y  -dividen    y  disuelven ,   «dquiriendo    mayor   volumen     que  él- 
que  teníart  antes;  y  de    aguí  resulta  la  desmiueralizacion  ,  "ó  d«*»- 
*«i«íón    de  litó  partes  bererogeneas,  ^en  que  venía  envuelta  la  pla- 
ta, E^n   este  estado 'se  le  echa  éltnercurio,  sin  que  pueda  ya  te- 
ner  íriterackín   seaisiWe ,  y  los  ácidos  están  en  mediana  descom- 
yOitáúñ,  y  tíei*  i\ig*í  de  íiomar  -el  annáiígartKu  Deíjmes  de  3  A  h 


%3fa*  ^e  iTfíftttto^  ei  Barttl ,    se   obsetm   «i  -híy   ó   «o    dMos- 
>«k>n  seftsfb>íe.    Si  la    hay  s=^   U3a  de  algqnas  «ubvtarfcias  alkaltri^, 
^  -planchas' de  tóetra  j  ^y  si  ^ft  hay,,  'áe'  le  echa  otta  tanta'  pbtcicíti 
■ia«  'agua  qvís  ánfte^  ,  y  segu/i   la  práctica  es  de    20  á  soífíot'^'cii- 
-^^ento,  par»  que  láf  nia?a  .esté  sTvas  ficiiíida  ,    y   teiígan  lugarídepí©- 
■^«Írselos   gl-óbulos    mercuriales.    Finalmente,  se  lava  é»»'  tocias  laiS 
^tecauciones   necesarias,  y  se   ve  et    prodvícto:  si  corESSpoiide  con 
~Ml  ensaye   Realj  será  el  Beneficio    cumplido     pero  -sino,  es  nece- 
sario seguir   los    experítiíentos  hasta  verifTcarfo.:  Con    este    r^giraett 
"ic  hacen  por  mayor  ios*  Bepieíícios^  y  si  se  guarda rorí  inviolable - 
%iertte  las  reglas,    corres^ponderá  fodo^  el  resultado-    á  las   observa- 
ciones  beehas  ,  con  la    diíer«iKÍa  de   rríedia    ochava    por    quintal, 
=7que  es   lo  que  se    permite   á  un  BeneBciador    erf  Alemania. 

Ls»  pérdida  de  a-zogue  en  esle  níetodo  no  será  excesiva;  p«^ 
•guarido  mas  ascenderá  á  4  onzas  por  ma roo  ^  supongo  ,  teniendo 
■la  Máciuina  todas  aquellas  disposiciones  previas,  para  que  los  re- 
laves no- arrastren  tras  si  las  paríícúlas  de  aaoguer  L*  cantidad 
gue  se  deba  poner  de  este,  hade  ser  de  tnoda  que  sus  paríícii4«s 
tengan  un  contacto  universal  cott  la  masa;  ptíes  de  lo  contrario, 
jamas  llegaría  et  mercurio  á  recoger  toda  la  plata»  La  práctica  nos 
enseña  la  décis  de  urí  20  á  25  por  iooí  estas  rsisma  nos  rige  pa- 
"ra*l  tíenifpo  que  debe  seguir  €l  Beneficio ,  que  es  el  de  3  á.4 
"^ras^  puef  por  repetidas  «xperienx;ia8  saberra» ,  «jue  lo  mismo  da 
tn   3  ó   4  horas,    que  en  6  ó   ti, 

•  *  Esto  és  lo  súbstarícíaí  <íiié  he  podido  rffsnífestar  por  ahora, 
*J)«es  ^I  asunto  no  da  margen  para  dilatarme  mas;  y  dexo  hasta 
Wejor  ocasión  la  observación  de  otros  puntos  esenciales,  pues  par- 
'  ra  que  Vms.  hagan  ort  exacto  paráíelo  de  estos  des  métodos,  y  sus 
^formales  ventajas,  cr«o  me  he  extendido  mas  de  lo  que  debía.  Por 
■^sto  paso  á  contestar  el  áliimo  pu-nta  del  Diario.  Este  se  reduceá 
■^éigniác^r ,  qoe  ¿  eomo  siendo  tan  claras  las  uülidades  de  la  Má- 
■i^uina,  no  se  ha  dado  una  cartilla,  <rt  que  se  ilustre  al  Público 
iBobre  ei  modo  de  proceder  en  los  Beneficios  para  evitar  el  de- 
«embolzo  de  mas  de  2  r  2^)  pesos  gastados  en  la  fábrica  de -seis  Má- 
t%»rnas?  que  esta  inacción  es  poco  zelo  del  bien  público:  y  qie 
?Íóío  Rufía  es  el  que  da  avistas  de  las  T«ma jas,  qtiando  los  otros  SS, 
nÉon  slí  silencio  dan  una  prueba  nada  equivoca  de  su  inatilidad. 

Si  él  giro  del  nuevo  método    estuviera    bien   establecido,     de 
..ÜBodo  que  nada  impidiera  sra   curso,   pudiera  con  justicia  notárseme 
-^   |i^«o  iselastf   «i    bi«n  -PóÍ9ii<so;  •peR?  tú  tan  "tiene  les   incoi^*. 
tíuk  ve- 


vcíiientev  que  expt^se  ,  5  como  podré  pHaif?  4'.  instruirla  ?■  -Mas-  4ar 
caso  que  así  se  halle  5  ¿  que  fruto  podré  aacac,  quando  estos  S3. 
.xmr«a  este.  íiegocio  con  una  formidable  oposicjon  ?  Todo  su  mr 
íento  es  ec^ar  por  tierra  esíe  proy^qto  ,  de  moda  que  á  ao  se* 
Ja  Ilustre  mano  dei  Xefe  que  lo  sostiene,  lr>  veríaraos  hoy  desaia- 
paraao.  Nadie  ignora  los  arbitrios  que  se  fraguan  por  los  del  paf- 
tído,^  para  desacreditado  5  pues  ha  llegado  el  estado  de  prapeu- 
^er  a  la.  ar.iquilaaon  de  I03. dueños  de  ia  ]W4qu¡na  para  que  yiéa- 
..-gose  sin  fuerzas  desamparen  la  empresa.  '      ,.  ..,  '"-.J. 

Yo,  para  ellos  soy    un  objeto  de  horror  y  de  ígtiotniaiav¿pu¿ 
conque  esperanza  trabajaré  en  cctBíj  oicarles  mis  corraa  luces?  ¿Qu^é 
fruto     pcdícé  íacar   de   un    PÓ;b)ico  que  mira  con  desprecio  el  m^ 
menudo    paso  de  este  establecimiento  ?  Vms.  saben  las  consequen- 
.  Cías  de  una  preocupación  9  pues  ellas  justifican  mis  silencios.  Mucho 
.tendría    que  esponer,  si  diera  1  luz  lo  que   reservo  ea,  el  pech9: 
pero,  omita tnps   este  ^upto,  pues,  el  impulso  de  la  tazón  me  arre- 
bata;   y  referiría  ver4ades,  que   mas  ,4e  .quaEcaJftiíáÁqqs  impwt». 
>,*■««  tendrían  que  sentir ,aus  resultas.  ,;•,  ^5,^..^   ,,.    ,,,^¡,-,,    ,,',,jj  ^,  '\^,J^ 
.:^  ^  Que  Ruña   publique   las  ventajas  y  "y"  no  los  oWoíVs.^o  di- 
re  la  causa.  .Ellos  tienen  Bairiies,  es  verdad  i  ¿  pero  qué   usL  ha- 
cen de   ellos  ?   Poseen  una    ignorancia  absoluta  de  los  mas  cortot 
rasgos  de  la  Mecánica;  ignoran  Jas  diversas  combinación^  de    la 
.JVIáq,ui,na:.xiO;entJend«a  sus  proporcipn^s  t   y  de  aqui  e%  ,qu^   cg^ 
Jno  no   saben  remediar  qualquiera  descomposi-cion  que  :5ucede  ,-$ii 
Plenos,  el   forao  darle   firmeza  ,  abochornados    claman    que    no  sir- 
ve, que  no  tiene  efecto.  ¡  Que  locura !  La  prueba  tenemos  en  Don 
Agustín    Flores;  este  ha  puesto    cinco  Barriles  de  á    25  qqs.    sift 
mas    regl^    que  su    capricho  ;  pretendie^ndo  manejarips,  á  brazo  (¡|e 
hombre, ,¿  Que  movimiento  uniforme?  ¿qué  meacla  perfecta  habrá  efi 
.:  3,3  trituración  ?   ¿  qué  subsistencia  2  Un  pesp  tan  disforme,  sin  que  1^$, 
.proporciones  de  ia  ciencia  Maquin.5)ria  lo   alivien,  ¿qué  efecto^  ía- 
vorablec  tendrá?    ¿Pero  quales    han  de  «er,  sino  los  que  son  con^ 
*igu:eníes  á  ^seipejanifis  errores   y    locuras?  ¿  Y  qué  será,  llegando  al 
Beneficio,  especialmente  de  Negrillos  I  Hacen  algunas  tentativas  ;  no 
«uvo  bwen  efecto;  pues  I4    Máquina  no  sirve;  aquí  se  suspenden, 
y  sin  pías  diligencia  pasan  á. declarar  el   fúlmen  de  anatema   con- 
tra los    ^arrileí.  ¡  Que   ignorancia  !  ¿  Un  asunto   tan    crítica   con^o 
pl  desenírafí«r   los  fenómenos  xle  la  naturaleza,  y  reconocer  sus  in- 
pnítos   resortes,  que    solo  el  estudio    continuo     y   una    observaciat» 
cogitante  puecíe  ^^yjpearlqs,,  se  pretepíie  ab^aagnaj:  ^ .  iin  í^^^   9^- 

tito 


.a's  '^ruí'íüi'iííM&íi  xilS^; 


«rto  que  fallarse  venados  tert  sii.  prímerrts  pasds^?  rRaro  emuciásw 
iro!  Los  Barnes  serán  de  provecho ,  fe?  la  rnano  que  los  ¿bi^r-^ 
na  t,ene  buen  ,rnpulso.  ¿Que  diríamos,  si  se  pusiese  en  r^af,o.  d¡ 
«n  Tártaro  de  Cr.mea  el  órgano  de  la  Basílica  de  San  Pedro2 
Ko.  causarían  horror  sus  disparos-:  ella  tendría  mil  desconcie  .* 
^?  dS^^S"  ^;;:/srr  '^  sido,  y  será    uno    de  los^i;:! 

En  este  echa   todo    el  golpe  dé    suS  átrtoP'nhch*   I?»   *»  -" 
«.  di«  d.bia„  lo.  Mineros  de    LL    publ1  ar   s„?ge„  'rofraa  S 
ft^a'^efr"  8'""^'  V'^-flfiencia  de    la   gra.    suma    <|ue    ha" 
franqueado  para  el  costeo  de  sbs  Máquwas.  Tengo  mmifestado  las 
causales  que  han    impedido  ™,  buenos  efectos,  y  así   no  ™  de! 
tengo  en   contestarlo:  vamos  i  lo  substancial,  esto  es,á   1^0'» 
.con  de  lasouce  preguntas  que  contiene.     Es  la    primera-      sí  loi 

Zt:  ío',r'^"  '"•   ™"   ■"^'  «nura,ue  antes  rTespo'ndl'qt 
aot^que  los  Ingenios  están  construidos  al  método  Alem,n-  como   1^ 
ffioheoda  es  por  seco,  no  hay  diferencia  substancial  en     a  Tu.ile 
-dt  '"üJZr'''  '•'  '"  '"'''"  »™-^-''<'=  los  cedazo.   ¿™  „' , 

ti¿rr^,:™:  — :  ts^e-:^--^- 
rcti^t:;e^rSc,4^'.':,^T:;",-Tace^  ¿s« 

?."adoñlLf"^  en  la  operación?  Como  el    mecanlsmo^d' Z'en'^, 

liSt-otrSu-nrL-ar^^ 

mediatamente  á  la    Máquina.  cedazo  int 

Tocante  á   las  ocho  restantes   Dre^unta»!   nsAts    a: 

sitdf  la-ií^e  '^i^^.:::-^\éS¿zr-  ^ 

m  individual  en  el  contesto  al  01^7 anterior  Tn""^  "^'' 

£^V^^:^":ntx-r£~S¿ri 

^r:*atlVus^t^""  *  ^    "'-■"''   O'    cosL^^r;  P¡r 

,.an.!""¿'aTo'nVct.':  r,a"i„?e«l':„ ci"  ^'"t'''"'^"''^  ^ 
«^uo    pa»  ^  .rese«e\¿«-:;:t?raTU:  t  ^p^S   ^rTi 


trabajo,  no^  dan-  lugftr  paw,  q«e  yA  me  ,SPm«yga'ía'  ^rmax  ,u«^, 
ohra   de  verdadera   utilidad.    Era   necesario  í,ecorrer  tod<?s  los  pun-^^ 
tos  de  la   Mineíalogíay   de  la  Química  .metaUic^ca:  hacer  un    pro-, 
lixo  análisis  de   todas   ias   substancias  metálicas   de   este  Cerro:  esta, 
c^     separarlas  diferentes   compaginaciones   que  entran  en    su  com- 
T^o^icion,  examinar  cada   una    en    particular,    xecwíocer    sus     pro- 
piedades   y  analogías  ,. compararlas  con    lo  xiue  ensefi^  ja    teori- 
«Entonces    serviría    .con     utilidad    ,al     Público :     lo    contraria, 
sería  darle  una  noción   tan    confusa,  que  servirla  únicamente  para 
Hefiarlos  de  íiniefelas.  Una  regla  general    menos  le    ser^^a   veí-itajo-, 
sa  '   pues  la  diversidad   de   metales    les  causaría  infiaidad    .de  ira»., 
portea  al  ;paso  que  quisiesen  .aplicarla,: y, ^io.  mW^  V^.  m^:. 
jRiemir'iínis  observaciones.  -i   :-'■■  «.hf^ --vf-i    ri^d    ;.m  ^^i»'*^-' 

.  Si  hubiese  mejor  oportunidad  íendre  la  satisfacción  de* 
vetiíicaíio,  pues -mi  «bjgto  es  sacrificar  ^mi  descanso  por  sus  in-, 
teresei.  EÍw  tanto  «s  necesario  41^6  el  estudio  y  la  apUcac.oa. 
*üplan  este  defecto  V  pues  sí  no  será  inútil  ^1  llenarlo  de  obras., 
^uandoyiyen.íin  la  menor  luz  de  \^^.  principios.  Esto  es  lo  que 
L  ha  ^^^^^0  conveniente  exponer  .^^n  contesto  de  los  s^^te  Día- 
.ios  y  cieo  tengo  demostrado  fion  .esridencia  el  míente  xie  n>i, 
exordio,  y  \fué  decir  ;  que  al  pa^o  que  pretende  apoyar  5U  sis-, 
Í^TeLbs  principios  que  nos  miniaran  las  ^^enc^s  na^u^^, 
cae  al  mis^no^  tiempo  en  errores  bastante  grp^ ros.  Que  ^\  ,esp - 
í^  críticfcpn  m^^xmv^  .imm  A  P^bUco,  lo  ^^str^la, 
s^tie  de  sus  fteom^n^^  9  ppr  «It.imo  que  su  amor  pa^ri^-, 
í^esmuy  opae^ni  carácter  de  un  buen  n^conista,  y  ^  J^ 
^^MÍbeLoo    y4.^US    Reales  Mimsnos,,^^,, protege,.  M 

pr.s«nr,  -^^f  ^^^^^^,^  ^,  ,,,j,  ¿^.  ¡^^  &  'lisonia'ion;  ^ 
Diarion  imaginando  ha  he^ho  -uno  .de  los  mejores  sery;,c?os  a  la 
nS  nSo  ^  Ie>seg«ro  qup  apenas.  p< 4 r^  .e.y.r^,cje  m  bre^ 
^'XUaque f^lLfdl  íbrtir  uno.  üo^br^  deyo^s,  pe«,,  «^ 

«inetaiPgms.    ^^^^^^  5^,,,  ^,,3^,,,  ^,  >,i,d  de  Vms.  par  mu- 

chos  año^  {)ata  ,qup    manden 

Á  su  mas  3íento  y  afectísimo  servidor 

Q.   S.  M.    B. 

^utfn   Daniel  Weher. 


^ 


Fol.  249« 


I      MERCURIO  PERUANO      t 


^ 


DEL    día  8    DE    DICIEMBRE    DE    1791. 


REFLEXIONES    DE    LA  SOCIEDAD    SOBRE     LA    CARTA 

antecedente. 

LAS  preocupaciones,  esos  respetados  íáolos  del  coraion  del  hom- 
bre ,  avasallan  su  razón  hasta  el  vergonzoso  extremo  de  obli- 
garlo á  venerar  pOr  regla  invariable  del  acierto,  los  absurdos  de 
la   costumbre ,  y    los    errores   de  la  tradición. 

Si  genios  superiores  no  hubiesen  sacudido  las  pesadas  cade- 
nas del  exemplo,  el  Mundo  se  hallaría  sujeto  á  las  extravagancias 
de  la  fábula  ,  y  las  ilusiones  de  la  impostura.  El  Astrólogo  in- 
isensato  contemplaría  á  la  Luna ,  como  catísa  de  un  gran  núme- 
ro de  fenómenos  que  no  ha  podido  producir  ^  y  el  Físico  igno- 
rante temería  la  aparición  de  los  cometas,  la  presencia  de  la  ca- 
nícula ,  y  el  influxo  de  los  astros.  Los  mismos  Sabios  apoyando 
Jas  cualidades  ocultas  para  explicar  lo  que  no  podían  comprehen- 
der  5  y  sosteniendo  con  esfuerzo  el  horror  que  fingían  en  la  na- 
turaleza al  vacío,  han  afianzado  la  antigua  expresión  de  Séneca : 
que  á  manera  de  un  numeroso  rebaño ,  siguen  los  mortales  Iz 
senda    trillada    por  sus  mayores   ( i  ). 

En  todos  tiempos,  pues,  el  vigoroso  clamor  de  Persio-  »  m#es- 
9>  fuerzo  á  desegañaros,  y  haceros  olvidar  vuestras  envejecidas  y  ri- 
9>  dículas  ideas  (  2  )  í<  no  obtendrá  mas  respuesta  que   la  que  el  or- 

T5  güilo 


'^*^''Xi  )   Nihil  magis  praestandum  est,  quam  ne  pecorum   ritu  sequa* 
*'iñár    antecedentiiim  gregetn.  Lib.  de  vita   beata  cap.  i. 

(2)  Veteres  avias  tibi  de  puimone  repello.   Satir.  $.  v.  92 


güilo  pone  en  boca  de  otro  Poeti : »  nosotros  doblegados  de  Tos 
«  afios,  y  encanecidos  en  la  experiencia  ,  no  sufriremos  la  humilla- 
w^cíon,  de  aprender  y  ser  enseñados  por  ia  menor  edad  (  3  )  «.  Refle- 
iion  despreciable ,  pero  que  vemos  extendida  generalmente  para 
impugnar   el  nuevo  Beneficio  de  Barriles. 

El  Mercurio  ,  observando  la  exacta  imparcialidad  que  se  ha 
propuesto  desde  los  principios,  ha  publicado  la  Carta  antecedente» 
deíando  al  tiempo,  juez  supremo  de  las  demostraciones  ,  el  dere- 
cho  de  decidir  esta  reñida  controversia.  Peroj  sin  faltar  á  la  rigo- 
fosa  neutralidad  bien  podrá  decir,  que  conocimientos  ilustrados  di- 
tigen  las  operaciones  entregadas  antes  á  una  práctica  ciega  ▼ 
tradicional.  ' 

Sin  aquellos  nunca  serán  considerables  los  progresos  de  la  Mi- 
nería. Esta  Ciencia  dividida  en  los  importantes  ramos  de  la  Mi- 
lalogía ,  Metalurgia  ,  Docimástica  ,  Arquitectura  y  Geometría  sub- 
terránea ,  exige  la  incubación  y  estudio ,  para  evitar  los  yerroi 
que  hacen  perder  el  tiempo,  el  caudal  y  la  constancia  á  los  que 
00    logran  otra  guia  que    el   capricho    y  la  obstinación. 

Por  su  maligno  influxo  la  Alemania  se  priva  de  las  ventaja» 
que  le  ofrecía  el  nuevo  método  practicado  por  el  célebre  Orschall* 
Este  hábil  profesor,  cuyos  conocimientos  en  la  fundición  de  metaleí 
llegaron  en  sentir  de  los  sabios  Heliot ,  Stahl ,  y  Henckel  á  un 
grado  de  perfipccíon  del  que  no  ha  podido  adelantarse ;  se  ve  per- 
•eguido  por  la  cabala,  desacreditado  por  la  emulación ,  y  sus  lu- 
ces despreciadas  coibo  innovaciones  peligrosas.  No  puede  leerse  sirj 
disgusto  la  relación  que  forma  de  los  injustos  resortes  manejados 
por  sus  enemigos ,  hasta  lograr  por  ellos  abandone  la  ¡nspeccioa 
de   las  Minas  en  cuyo   trabajo  se  empleaba  (  4 ) . 

La  misma  acalorada  resistencia  sufrieron  en  la  Corte  Im* 
perial  en  1588  los  primeros  ensayos  de  la  extracción  por  azo-« 
gua,  que  con  acierto  executa  el  hábil  Minero  del  Perú  Juan  da 
Córdova  en  los  diferentes  metales  que  le  entrega  el  Barón  Luif 
de  Hoyos,  Las  ventajas  de  sus  tentativas  movieron  á  que  le  en- 
viase  á  la  Bohemia  á  repetir  el  Beneficio  en  las  Minas  de  Kutten- 

berg» 

■■  • 

(  3  )  Nos  vero  aetatis  tantae  ¿  num  sapere  docebimur  á  viro 
tantulae    aetatis  ?  Antigon.  v.  737. 

(  4 )  Obras  Metalúrgicas  de  Mr.  Juan  Christiano  Orschall  Ins- 
pector  de  Minas  de  «u  AUeza  Sereoísima  el  Laadgnave  de  Hese* 
€aidU«  1760. 


tergí  pero  no  correspendíencto  el  éxito  á  hs  esperaniaa ,  el  Di- 
rector de  ellas  Lázaro  Erker  persuade  no  se  hagan  niievos  gas- 
tos ;  pues  con  los  demás  Consejeros  los  reputaba  inútiles :  no 
atendiendo  á  las  reflexiones  que  hacia  ese  hábil  Español,  de  sec 
corto  lo  expendido,  pues  solo  llegaba  á  34  florín,  esto  es  á  17  pesos: 
de  habérsele  solo  franqueado  desmontes  para  las  experiencias  ;  de 
ser  muy  frió  el  tiempo  en  que  se  practicaron :  y  que  aun 
quando  esas  últimas  pruebas  no  hubiesen  logrado  toda  ventaja  ^ 
eran  constantes  las  que  habia  demostrado  en  las  primeras,  acre- 
ditando ellas  ,  seguia  un   método  fundado  y  rerdadero  (  5  )• 

El  orgullo  nacional  concurrió  en  mucha  parte  á  la  in- 
feliz suerte  de  esos  descubrimientos.  Ser  enseñados,  por  maestro» 
Extrangeros ,  cree  el  necio  entusiasta,  es  descrédito  del  esplen- 
dor y  gloria  de  la  Patria.  Como  si  las  Ciencias  hubiesen  íixado 
eft  alguna  su  domicilio ,  ó  no  fuese  mas  perjudicial  á  su  estima- 
ción y  brillo,  la  ceguedad  é  ignorancia,  y  el  desprecio  y  menos- 
cabo de  sus  mas  ricas  y  apreciables  producciones.  La  Francia  ja- 
iras hubiera  llegado  al  alto  grado  en  que  la  colocan  los  insig- 
nes Geómetras  y  Matemáticos  que  han  ilustrado  el  presente  y 
pasado  siglo  ,  si  por  ese  altivo  desden  hubiese  rechazado  la  doc- 
trina que  le  ministra  el  sabio  Español  Martin  Población,  riom- 
brado  por  Francisco  1°.  en  1599,  primer  Profesor  de  las  Cienciat 
exactas  en  el  Colegio  Real  que  funda  en   Paris  en  aquel  año  (  6  ). 

El  amable  CARLOS  IV.  deseando  como  aquel  escla- 
recido Monarca  la  felicidad  de  sus  Vasallos ,  sostiene  en  el  Perú 
baxo  de  la  direcion  del  Señor  Barón  de  Nordenflicht  los  hábiles  Mi- 
neralogistas que  remitió  su  Augusto  Padre,  siendo  la  Villa  y  Mi- 
neral de  Potosí  el  primer  teatro  de  las  operaciones.  En  ella  ha  su- 
frido diversidad  de  dictámenes  la  utilidad  de  la  Máquina  de  lot 
Barriles:  no  siendo  otra  la  oficina  donde  se  han  formado  las  cri- 
ticas impugnaciones  del  Buen-serrano,  según  lo  asegura  el  Direc- 
tor Don    Daniel  en  la  anterior  Carta. 

Repetimos  nuevamente,  que  al  Público  sensato  dexamoa 
en  libertad  de  decidir  si  las  demostraciones  de  Don  Daniel  sas- 
tifacen  los   reparos  del  Serrano :  no  pretendemos  prevenir  su  dic- 

tá- 


(  5  )  Método  de  extraer  los  metties  perfectos  y  otras  substan- 
cias metálicas  por  el  mercurio   por  Mr.  Ignacio  Born.  1788.  pag   14, 

(6)  Reflexiones  imparciales  sobre  la  humanidad  de  loa  Espa- 
6ole$  en  las  Indias  por  el  Abate  Nuix.  pag.  18a. 


2  5.2. 

táraen  ,  anteponiendo  nuestro  juicio  ;  pero  dos  poderosos  funda-- 
mantos  de  razón  y  autoridad  ,  apoyan  la  utilidad  y  ventajas  de 
los  Barriles,  j       «a's 

Ud  expediente  legalizado  que  se  nos  ha  remitido  en  el 
ultimo  Correo  del  Cuzco  asegura  los  progresos  de  la  Máquina 
en  los  Minerales  de  Ampara,  Partido  de  Paucartambo.  Abandona. 
dos  y  desiertos  por  muchos  anos,  ha  establecido  su  dueño  Don 
Andrés  Graz  el  nuevo  BeneBcio  ,  logrando  correspondan  á  quince 
marcos  Caxon  los  que  antes  no  poJian  costearse  por  su  escasa 
ley :  conseguida  la  misma  feliz  suerte  en  los  que  posee  en  Cura-* 
buasi,  Partido  de  Abancay  ;  corriendo  (  y  es  lo  mas  admirable  ) 
con  su  dirección  y,. manejo  un  joven  de  trece  años  nombrado. 
Antonio  Morales. 

Auténticas  noticias  alanzan  su  establecimiento  en  los  Minerales 
de  D.  Francisco  Lanz,  Provincia  de  Huarochiri  ;  en  los  de  D.  Juaa 
Bautista  Arrieta  ,  Partido  de  Caxatambo  ;  y  en  los  de  D.  Joseph 
Coquet  nombrados  Cachi;  cuyos  dueños  se  hallan  satisfechos  cotí' 
e  nuevo  Beneficio,  por  ser  miyor  la  extracción  del  metal,  menor' 
el  desperdicio  de  azogue,  y  considerable  el  ahorro  de  costos  en  el 
trabajo:  según  rodóse  demuestra  en  un  circunstanciado  Plan  diri- 
gido de  Potosí  ,  que  tenemos  á  la  vista,  y  á  su  ti.mpo  daremos 
a   la  pública   luz  como    un    convencimiento   inexpugnable. 

Pero  lo  que  mas  rinde  nuestro  dictamen,   y  persuade    las  ventajas 
de  la  Máquina  y    utilidad  de  los  experimentos,  es  la  Real  Orden  que 
con  fecha  de   3    de  Junio   del     presente    año    de     -791  ,   dirige    el. 
Excmo.  Señor  Conde   de  Lerena  al    Excmo.  Señor  Virrey  de  Éue- 
nos-Ayres.  Aprueba   S.  M.    las  providencias  para  lor    ensayos  y   cO" 
tejos,  expedidas  por   el   Señor   Intendente    de    Potosí:   se     digna   ex- 
presarle proponga  la  gracia,    ó  merced   que   le   sea    mar    ada.otable  i' 
declara    importantes   los   servicios   practicados  en   aquella    Villa    por 
ti  Señor  Varen   de   Nordenflicht ,    no     dudando    execute    los    mismor 
en   los    Minerales  del  Perú,  los   que    ofrece  S,   M.    recompensar   ge 
nerosamínte  :    se   avisa  el  recibo    del    modelo    de     ¡a    Máquina     con 
30  Pinas   de   plata,  y   la  pella  de   este   metal  amáígamjdo     con     el 
0zogue :  se  ordena   aumentar  el  fondo  del  banco    del     rescate    hasta 
trecientos   mil   pesos,  con  el    objeto    de   socorrer  á    lot    Mineros    que 
no  tengan  con  que  construir  las  Máquinas ;  pues  po*-  el  cotejo  y   ren-  ^ 
diciones  verificadas  con   ella  respecto   á    las  que  resultaban  por  el  an-^ ' 
tigua  método,  son  considerables  los  aumentos  con   el  Beneficio    de  me" 
tales  i  muffho  menor  el  consumo  de  azogues-,  grande  el   ahorro   dei 


I 


't.^íifi^fi  --Ñi'yhg.  ¿'^¡"x. 


25:5. 
t/etnp9   y  de  jornale f  ,  y  ventajo f o  de  todos   modos    á   la    Real    Ha- 
cienda y  Gremio   de   Mineros, 

Un  testimonio  tan  suverior  y  respetable  hace  el  mas 
firme  apoyo  de  la  utilidad  de  los  Barriies:  si  desatendiéndose  sus 
expresiones  ,  las  experiencias  que  hemos  publicado  ,  y  la  respues- 
ta dtl  Director  Don  Daniel  á  la  inpugnacion  del  Buen-serrano  , 
se  obstinan  nuestros  Mineros  del  Perú  en  rechazar  el  nuevo  Bene- 
ficio,  debemos  temer  se  les  aplique  la  misma  invectiva,  conque  sq 
censuraba  en  un  célebre  Matemático  de  París  la  tenaz  adhesión 
á  sus  antiguos  principios  :  El  rehusaría  ir  al  Cielo  por  un  camino 
que   no  fuese   triano-ular. 


CARTA    ESCRITA  Á  LA  SOCIEDAD  SOBRE  EL  ORÍGJÍN, 
tí  inteigencia  de  la   palabra  Subscripción. 

M 

■'•^•*  CJY  Señores  mios  :  como  el  Mercurio  de  Vms.  ha  internado 
no  solo  á  las  Ciudades  cultas  del  Reyno  ,  sino  también  hasta  los 
pequeños  y  remotos  Pueblos  de  la  Sierra,  donde  es  tan  ignorada 
la  voz  Subscripción,  como  la  de  Filosofía :  un  amigo  que  habita 
en  ellos ,  y  de  quien  soy  consultor  ad  graviora  ,  habiendo  visto 
el  Prospecto  del  Mercurio  Peruano  ha  querido  le  comente  la  pri- 
mera voz  por  ver  si  le  tiene  cuenta  entrar  en  el  número  de  loi 
que  Vms.  convidaron.  Mi  respuesta  parece  ser  digna  de  alguna 
atención.  Con  este  motivo  la  remito  á  Vms.  por  si  gustaren 
darla    al  Público.  Dice  a^í  ^ 

Sulscripcion  en  el  comercio  de  libros  significa  la  obli- 
gación de  tomar  un  cierto  número  de  exemplares  de  un  libro 
que  se  va  á  imprimir  ,  y  una  obligación  ret  íprora  de  parte  del 
Librero,  ó  Editor  de  entregar  los  exemplares  tn  tiempo  deter- 
minado. Las  condiciones  ordinarias  de  \^  Subscripción  se  reducen: 
por  parte  del  Librero  á  franquear  los  libros  á  los  Subscritores  por 
una  tercia,  ó  quarta  parte  menos  del  precio  en  que  se  vend«^n  á 
los  demás ;  y  por  la  de  aquellos  á  pagar  anticipadamente  la  mi- 
tad del  precio  ,  y  el  resto  al  tiempo  de  recibir  los  exempla-'e?. 
Este  es  un  contrato  de  ventaja  igual  para  unos  y  otros;  porque 
por  ese  medio  logra  el  Librero  hacerse  de  los  fondos  necesario» 
para  executar  la  empresa  que  de  otro  modo  sería  superior  á  sus  fuer- 
zas ;  y  el  Subscritor  recibe  el  interés  de  su  dinero  en  la  reba- 
sa del  precio  con  que  se  le  darí  los  libros. 

Las 


Lis  Sühscrtpcíoms  traen  su  origen  de  Inglaterra,  y  no 
ha  mucho  tiempo  que  ellas  se  pusiecon  en  uso  en  otros  países; 
l.as  primeras  Subscripciones  fueron  propuestas  á  mirad  del  último 
sijlo  ,  para  la  impresión  de  la  Bliblla  polyglota  de  /"í^alton  que  es 
el  primer  libro  que  ha  sido  impreso  por  Sabxcripchn.  Ellas  pa- 
saron de  Inglaterra  á  Holanda  ,  y  comenzaron  después  á  introdu- 
cirse en  Francia.  La  colección  de  antigüedades  del  Padre  Montfau- 
con  fué  en  este  Reyno  la  obra  primera  que  se  publicó  por  Subs» 
cripcJones,y  atcndó  tanto  el  número  de  Subscritorer,  que  se  re- 
pelieron muchos.  El  mismo  método  se  propuso  después  para  la  edi- 
ción de  San  Juan  Chrisóstomo  por  los  Padres  Benedictinos ;  pero 
no   corrió  con  igual  suerte. 

Posteriormente  se  han  impreso  en  Francia  muchos  otros 
libros  por  Subscripciones  como  son  la  traducción  de  la  vida  de 
Plutarco  por  Mr.  Dacier^  la  descripción  de  Versalles  ,  y  la  his- 
•f)ria  de  la  Milicia  francesa  por  el  P.  Daniel  &c.  En  Inglaterra 
aoa  muy  freqüentes  las  Subscripciones ,  y  la  abundancia  de  ellai 
lia  ocasionado  no  pocos  abusos  que   empezaron  á   desacreditarlas. 

En  Madrid  se  han  propagado  igualmente ;  y  casi  no  hay 
libro  que  no  se  imprim.a  ,  ó  reimprima  ,  que  no  sea  á  costa  de 
Subscripción.  De  Madrid  ha  pasado  á  las  Indias  este  precioso  inven- 
to, como  pasan  los  géneros  y  las  costumbres:  y  siendo  una  de 
las  favoritas  del  siglo  el  dar  Papeles  volantes  ,  que  saliendo  en 
ciertos  dias  instruyan  al  mismo  tiempo  que  entretengan,  se  ha  pro- 
yectado en  esta  Corte  el  que  anuncia  el  Prospecto  que  se  ha  re- 
mitido. Es  consiguiente,  que  entablada  la  Subscripción  en  el  Rey- 
no,  pueda  esta  servir  no  solo  para  el  fomento  de  los  Periódico» 
5iue  actualmente  tenemos,  si  también  para  que  puedan  darse  á  luz, 
¿  algtjnos  de  los  Manuscritos  que  atesoramos ,  6  la  traducción  de 
alguna  obra  extrangera  interesante,  según  se  está  ya  ejecutando 
«n  Santa  Fe  ;  ó  que  viendo  nuestros  ingenios  abierto  el  camino 
para  los  costos  de  la  impresión,  se  esfuercen  á  producir  algunos 
rasgos  dignos  de  sus  talentos. 

Hacer  colocar  su  nombre  en  la  Li'ta  de  los  Subscritorei 
^e  un  Papel  ;  no  spIq  es  proporcionarse  un  conducto  para  hacer- 
pe  conocido  ,  sjno  que  esto  (  lo  que  es  mas  a  preciable  )  arguye 
Rusto  y  patriotismo :  motivos  suficientes  para  que  Vm»  se  subscrib» 
ti  Papel,  cuyo  Prospecto  ha   leído...». 

Aquí  concluía  la  respuesta ,  y  concluye  también  esta  que  á 
Vmí.  dijrige  Su  afectísimo  Nicandro,   ■- 

FA- 


FÁBULA, 
EL  GALLO  y  EL  CUERVO. 

Üíi  Gallo'  que  blasonaba 

De  tener  gran  lozanía  , 
De  este  modo  en  cierto  día 
A  un  pobre  Cuervo  insultaba : 
Sal,  Avechucho,  de  ahí: 

Quita   allá,  que  si  otro  fuera» 
Avergonzarte  debieras 
De  ponerte  junto  á    mí. 
£  Y  qué  ?  . .  .  ¿  vuelves  á   mirarme  ? 
Mil  veces  lo  he  de  decir  : 
Pues  . .  .  ¿  habías  de  servir 
Tú ,  ni   para  descalzarme  ? 
Asi  mira ,    no  me  espanto 

De  que    mejor   me   presuma. 
Por    lo  hermoso  de    mi  plmna^ 
Por  lo  alegre  de    mi  canto. 
Al  contrario,   nada  veo 

En    tí ,  que  puede  agradar; 
Porque  ni  sabes   cantar , 

Y  eres   muy  puerco  y   muy  feo« 
Díxole  el   Cuervo  :  querido, 

Después   que  me  has  apocado , 
Ninguna  gracia  he   notado 
Que  hayas  de    nuevo  adquirido» 
Viéndote  he  estado  entre  tanto , 

Y  el  mismo  eres  en  rigor  j 
Pues  ni  es  tu  pluma  mejor , 
Ni  mas    alegre  tu  canto. 

Asi  adviertan   los  que   fueren  , 
Como  tú,  vanos  y  necios , 
Que   nunca  ágenos  despreciot 
Propia  estimación  adqui«rea. 


0$^ 


XA* 


I 


TABLA   ASTRONÓMICA  FN  QUE  SE    MANIFIESTAN  LOS 

dias  de  Luna,   hora   de   salir    y    ponerse  ,  y    la    hora    de    su    paso 

por  el  meridiano,   y  el    tiempo  medio  al    mediodía   verdadero 

para  el    mes     de    Diciembre,  calculada  en    tiempo   civil. 


Dias  Dias    Hor.  de  sa-Paso  por 

elj   Hora  de 

ITiempo  medio   al  me- 

del :  de     ür  la  Lun.  meridiano 

.  1   Ponerse. 

dio  dia  verdadero. 

mes.Lun.  Hs.    Ms.     Hs.     Ms 

í  Hs.     Ms. 

Hs.       Ms.       Ss.    Ds. 

Mañana.       Tarde. 

Tarde. 

oí'.    6 

.    ir  .   3J     .  5  .    .41 

.  .  rt   .  4J  . 

.  1 1  .  .  49  .  .  32    ,    6 

02  .       7 

.  tarde  22'   .  6  .    .28 

.  mañana  .   , 

.  II  .   .  49  .  .  5 5  .  08 

03 

.     8 

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.    00   .    29. 

.   1 1  .  .  50  .  .   19  .  09 

04 

.     9 

.     2    .03    .  8  .   .    00 

01    .     13  , 

.  II   .  .  so  .    .  34.      3 

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.     2  .   5í|  •  B  .  .  44 

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08.   13 

•     5.14 

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26 

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,  00  .   .    01  .  .13   .  .1 

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,8.12.      2  ,    .  25 

.  8   ,    09  . 

. 00    .   .  01  .  .  42    .     6 

2e 

.    04 

.  9   .09   .  03  .   .  19 

.  9  ,      06  . 

,  00    .    . 02    .    13   .     3 

29 

.  ojl.  10  ,  01  .    0^  ,  .09 

.10.    00 . 

zoo   .  .  02     .   42  .    7 

3^ 

•   oljio  .    ^3    .   04..  57  7 

.10    ,    50  . 

, 00  ,  .    03  ,  .  1 1    .    8 

3' 

»    7  •  1 1  .   42.  .  0;    .  43  /' 

II     »    40 . 

.00  , .   03  .    .  40   .     7 

-0OTINÜ\C10N  DS  LA   LISTA    BE    SEÑORES-  SUBSCRI- 
tore^    al    Mercurio-    Peruano. 


La   Sociedad  Patriótica  di  la    Ciudad   de    Quito, 

Señor  Doctor  Doíi  Francisco  Martínez ,  Dían  da  la  Santa     íglesía 

Catedral  de   Sama- Fe  de   Bogotá. 
Señor  Doctor  Don  Joseph    Celestino  Mutis,    Director  de   la    Real 

Expedición  Botánica  del  Nuávo  Keyno  da  Granadav 
íeñor  Doctor  Don  Jacinto:  Maiiano  Alcayde    Monge   Escalante   y 
Mendoza,  Comisario  del   Santo  O&io  de    la  Jnquisicion , 
Cura   propio  y  Vicario  de  la  Doctrina  de  Cabanilia  ,    ea 


ti  Obispada  del  Cuzco» 
^efíor  Don  Juan  Daniel  ^eber,   Director  de  la  Minería  y  Real 

Socabon  de   la  Intendencia  de  la  Villa  de  Potosí.     . 
Stíioi  Don    Juan  Ignacio  Blaque ,    Capitán  de  Bffilicias    del     le- 


2r8 


OBSERVACIONES    METEOROLÓGICAS  DF 

vembre   hechas    á    las    ,.     del    d, 


^SL   MES    DE  K 


r>ias    del 


las    del  I    Termómetro  de  I    t      "^  " — 

mes.  ^íí^-rro  de       Termómetro    de 

•       j        Reaumur.  Farenheit. 


1  ,j  ^  o^    -  -é6^  Q 

4 14,    S._.  _^^^  5-.»^ 

5  - 1  $   ,  o  -  -  .    g<5^  ^ 

8  --  -  -.^4,  8 6s,^6 ^ 

^ 'S,  8 ^57,  6 J^ 


lí,  6--.  6f    rf\,W 


<8 . 

'Ti  f  -  -  -57,  a.... 


«i 


Fol.  z6o» 


f*    Núin.  j)B.     X 


I      MERCURIO  PERUANO       | 

#  DEL    día  n   DE    DICIEMBRE    DE    17 9^'         T 


Uca\?íí»    *I    V    ^ 


3)ISCÜRSO    SOBRE  LA    FALSA    RELIGIÓN ,  X  CQSWU^ 
bres  supersticiosas  de  los  Indios  áe   Perú. 

3r  ARA  conocer  el    hombre  el  Ser  Supremo  no  necesita  de  ínáes^ 
ítro  que  lo    instruya;     hay    en   él    utia     lux  emanada  de  la  mia^ 
tna  Divinidad,  que   sin  falencia  le    muestra  á  «,u  c : hacedor.  Por  esp 
-t«da«   ia«    naciones    han    convenido  sieínpre^en.  que  ha^y     nuroeo 
artífice    del    Mwndo  que    lo  rige    y    lo   conserva.    La    naturaleza 
mísm^  da   las    pruebas  mas  enérgicas  de  su    existencia    y   su    po- 
ider:  la    bóveda  celeste  adornada  de   astros    luminosos   qwe   usur^ 
^an  €l  imperio  de   ía   noche,  «1  <sol    Soberano  de    los  años  y    1<^ 
días,  los  campos  cubiertos  de  jftoces  y.^oradaa  mieses,  los  quadru- 
pedos  que    hollan   la    tierra  ,  las  aves   que    giran   por  Ja  diafana  re- 
'gion  del  ayre,  y  los  ^jeces   -qiíe -HAbit«-n-el  Jíquido-clfimento  dej^ 
aguas,  ensalzan   la    gloria    del   Eterno  postrando  la  raagnificcncia 
y  destrez.'a  de  su   mam.   Solo  el   boinbre   v^teidoK*  apartándose  de 
Ates  caminos  de   k  luz  8ig«ió  Üas  tinieblas  Ae  sus   desvarios  subs- 
tituyendo la   impiedad   á  la   Religión,  f  .tributó  *  las  xnaturas  lo^ 
,cultos  que  exigia   su  Señor   (  i  ).  -'•'■-    nr"^    ,      ^  '.  i  ^ 

Bl' ítesóleiíté  CMm  ^r^do  jde  laíSínfiMiÉ^í>oflves'-v«  «"^  ^*"' 


it)     Innatíim '  est  Qumiris  .<gtnTt.mtm   d^gnoscer^ -verumi 

Amisit ,  muitis  frihums  quoA   ¿Lehuit  unUxOi    .[], 
.S.  Piosp.    L.  daíi^via»'     ■  -^;í;.í  Li.   loi al  .a  ,^^ » 


K  • 


2ÍI. 


Vfíu     «ff. 


are,  y  no  habiendo  sido  instruido  por  éste  del  cuTto  que  debía 
á  su  Criador,  atraxo  la  ignorancia  á  su  posteridad,  y  estableció  la 
idolatría  (  2  ).  Principios  tan  siniestros  dieron  origen  á  tradicio- 
nes quiméricas,  y  conduxeron  al  hombre  á  los  mayores  absurdos. 
En  tan  lastimosa  situación  todo  es  Dios :  hasta  lo  mas  vil  re- 
cibe las  adoraciones  que  á  él  son  debidas.  Unos  queman  sus  in- 
ciensos al  Cocodrilo  (  3  ) ;  otros  ocupados  de  un  religioso  pavor 
se  postran  ante  la  voraz  Ibis  que  se  alimenta  de  serpientes :  e^*» 
tos  erigen  estatuas  de  oro  á  un  mico;  aquellos  veneran  al  per- 
ro (  4  ) ,  á  los  peces  marinos  y  fluviales  ,  y  temen  profanar  el 
fuerro  y  la  cebolla  que  nacen  en  sus  huertos  ,  si  alguna  vez  los 
introducen    en  sus  viandas. 

A  tal  extravagancia  eran  semejantes  los  delirios  de  las  gen- 
tes del  Perú,  quando  Manco-Capac(  5")  lleno  de  astucias  y  ambicioíi 
«e  supone  el  hijo  y  el  enviado  del  Sol  para  establecer  su  cul- 
to »  y  gobernar  á  todas  las  naciones  en  su  nombre.  La  brillan- 
tez de  este  luminar.  Ja  estupidez  de  que  se  hallaban  ofuscados  los 
Peruanos,  y  las  fabulosas  relaciones  de  aquel  dieron  principio  á 
«na  nueva  Religión  ,  y  á  la  iVIonarquía  de  los  Incas.  Como  es- 
tas se  gloriaban  de  traer  su  origen  de  este  planeta  ,  propendie- 
ron coa  el  mayor  empeño  á  dar  muestras  del  zelo  y  veneracicwi  coa 
que  cumplían  las  voluntades  de  su  Progenitor.  Le  erigen  en  la 
Capital  de  su  Imperio  un  suntuoso  templo,  en  donde  prodjgaa 
el  oro  y  la  plata  ,  adorn|ndolo  con  ma¡jnlfi:as  e>tatuas  de  to- 
da especie  de   animales.    JEI  Sol  no  resplandece  en  su    altar  so** 


I 


la- 


(  2  )  Haec  futt  prima  genr  qttte  Deum  ignoravit ,  quoniam  prin» 
<epí  ejus  f  et  conditor  cultum  Dei  d  paire  non  accepit  makiictus 
ab  eo.  Lact.  L,   2.  Instit-  c.  14.' 

,.(  3  )     Cocodrilon    adorat 

Pars   haec:  illa  pavet  saturam    serpentihus  Jbim 
Effígies  sacri   nitet  áurea  céreo   pithect. 
*"  Juven.    Sat.  15. 

(4)     Illic  coeruleos,  hic  piscem  fuminit  ,  illic 

Oppjda  tota  canem  venerantur  ,   nemo  Dianam  ;  '    ' 

Porrum  ét   Cepa  nefas  violare :  ac  frangwe   mortal^ 
Id.   ibi*--'   ''-■■•Vil,    .íioc^   vtva\\';ii   -t.\xU.  ít  ^  .' ;\.,iK 
{$)    Fundador  del  Imperio  del  Peni»  l  .d  .q>oi4  .<: 


2^2. 

lamente  baxo  áe  la  figura  con  que  lo  representan  de  ordinario  ;  sína 
también  en  los  ído'os  Apuinn  (ó),  Churi  Inti  (7),  Imic  Vau- 
qui  (8)  y  Tarigatanga  {9)j  recibiendo  los  mas  rendidos  home- 
nages    y  adoraciones. 

Se  dedicaban  Vírgenes  á  su  servicio  ( á  Jas  que  dieron 
€l  nombre  de  Acllacunas  )  que  viviesen  perpetuamente  en  Jos 
clau'^tros  de  ?u  Templo  (  10  )  y  cuidasen  sus  altares  ;  prerogatí- 
va  que  las  hacia  sumamente  venerables,  y  al  que  intentaba  ofen- 
derlas acarreaba  la  nota  de  sacrilego.  Solo  el  Inca  y  los  Cuci^ 
patas  (  rr  )  podian  acercarse  á  las  aras  de  este  numen,  pero  dan- ' 
do  señales  del  mayor  respeto  con  sus' genuflexiones  y  silencio.' 
Así  se  presentaban  en  el  Raymi,  una.  de  ¡sus  mas  solemnes  fies- 
tas ,  que  con  danzas  y  cantares  celebrabari  en  el  mes  de  Diciembre.    ' 

Los  Monarcas  de  este  Imperio  zelosos  del  culto  de  su 
Padre,  seguian  en  sus  Conquistas  máximas  muy  distantes  de  las 
de  la  antigua  Roma.  Esta  en  el  mayor  colmo  de  su  gozo  quan- 
do  recibía  á  sus  Generales  coronados  de  laurel  ,  colocaba  en  el 
Capitolio  los  Dioses  de  los  países  vencidos  para  hacerlos  (12) 
partícipes  de  las  víctimas  que  ofrecía  á  sus  Deidades  ^  pero  aquellos 
al, mismo  tiempo  que  extendían  sus  dominios,  aumentaban  los  ado- 
radores del  Sol  ;  y  si  depositaban  en  su  Templo  los  ídolos  de  laj 
Provincias  subyugadas,    no  era    para  darles  ia    adoración  de  que 

,    i     .  los      '  ' 


{6)     El  Padre  y   Señor  So!. 
(  7  )     El  hijo  del    Sol. 

(8)  El    hermano    del   Sol. 

(9)  Uno  en  tres,  y  tres  en  uno.  Algunos  AA.  que  asegu- 
ran la  venida  del  Apóstol  Santo  Tomas  á  estas  regiones  ,  dicen 
que  habiendo  estado  en  el  Cuzco,  predicó  el  Evangelio  y  en- 
seno el  Augusto  é  incomprehensible  misterio  de  la  Trinidad:  mas 
que  con  el  trascurso  del  tiempo,  y  por  la  crasa  ignorancia  de 
Jos  Indios  se  alteró  esta  tradición  ,  y  los  Incas  supersticiosamen- 
te  la  acomodaron   al   Sol. 

(  10  )     A)li    permanecían  hasta  que  se  casaban. 
(11)     Sacerdotes  del  Sol. 

4  12)     Roma  triumphavit  quoties  Ducis  inclyta  cufrum 
Plausihus   excepit  ^  toties   altaría  Divum 
Addidit  ,    et   spoliis   sihimet  nova  numina  fecií, 
o,  Prud.  in  Syramacb'.    L.  2, 


los   habiari    privad^,   siao  gic^   tgaerto.i   cotTif>  un«5   rellenes,    é  ga?» 
ratr^CiS.  (áe   la   fidelidad    d?  sus    nuevos  Vasallos   (  13). 

"  No  oijstante  el"  interés  que  teniaa  los  Incas  en  fotmeti- 
ta|E.ií.r?r  culto  <^ue  las  ega  tan  úúl  y  pravechosQ  ;  pues  con  los- 
vfncujos  sagrados  de  la  Religión'  les  ^seguraha  la  diadema  (14) 
y  ^,1  escrupuloso  cuidado  con  que  procuraban  mantenerlo ;  uno^ 
d^e  ellps' observando  eí  giro  perpetuo  del  astro  del  dia  ,  se  vióí 
obligado,  á  decir,,  qu^  esta  contiaua  agitación  era  propia  d€  una 
criatura,  y  qiie  indicaba  bien  ser  aquel  dependiente  de  una  cau- 
sa' sHpiretnaW  todo,  lo  regia.  Lleno  de  tan  sublimesv  ideas  ,que^ 
s|  hicie^ro.n  m¿ifies.taa  á  su  razoa  despejada,  confesó  su  omnipo* 
tinsia,   dlmiol©  el    atributo   de    Pachacamac   (  1 5  )• 

'  En  medio    de   las   espesas   tinieblas  del    Paganismo  no  po-- 

¿ia-  brillar  coiv  mas  claridad  aquella  luz  celestial  que  ilumina  ea 
su  o^í'i^'^íiíQ  á  los  mortales  (16).  Pero  como,  aunque  de  quan- 
¿o/exi  (guando,  entce  l.as  naciones  entregadas  al  error  y  esclava* 
J*  si^s  c.agcichos  aparez\:a,  un  Sócrates,  se  cierran  los  oídos  á  li 
^§cd?d,  y^se  cubren  los  ojos  por  no  ver  su  hermoso  brillo,  per* 
m^ngcip.  en.  su  auge  primitivo  el,  culto  supersticioso  que  tributa» 
ban  4   una  criatura. 

lyi^a  si  atendemos  á  la  hermosura  y  benéficas  influencias 
^e-'-eetej  planeta  Varemos  hallar  algunas  razones  que  hagan  su 
v£rr¿  en^  cierta  manera  disculpable^  pues  derramando  sus  luces 
sobre 'la  tierra  alegra  los  espíritus,  alienta  los  cuerpos  y  los  vi- 
vifica;  produce  las  tiernas  flores,  ^ubre  los  prados  de  yerbas  sa- 
ludables, madura  las    crecientes    espigas    de    Cetes,  y  sazona    los 

fru- 


'  (  13)  A  pesaí  dé  esta  costumbre  general,  el  Inca  Huayntt  coñ^ 
s^lió  al  ídolo.  Wmac  ó  habladpr  ,  de  cuya  voz  corrupta  se  de* 
ÚKÓ    el  nombre  de  Lima.  ^^^ 

(14')  Los  Indios  persuadidos  á.  que  los  Incas  eran  hijos  del 
Sol, "ios  miraban  como  Dioses,  de  tal  modo  que  la  menor  ofen- 
sa que  se  pensase   Ijacerles,  era  gara  ellbs    el    atentado   mas     $z* 

crilego.  ,.,»•••-. 

(15)     El   Omnií)Q,tente  ,>l  que  en  el  valle    dé    Lurin   engte- 

fon  un  Templo  ,      .  .    .  ^ 

(í6)    JBr^f  /.«i?,  vf/a  quai  illumiMt  (^mnem    hommem  vtmtntm. 


fcmoí  ék  Famcma  f  ^ero  au«Rsa  gozarán  de  tal  in-^ulto  aquellos  (  1 7-  > 
que   colocan   su   esperan7a  eiT   inanimados    simulacros,,    que,    mirm 
eomo  Deidades  las   ar^ciosaa    obcas    de  I03  hoa.bres,  que   veneran 
las  estatuas;  de  oro   y    plata.,  que  adoran  la  efigies    de  a^pimale?;  ^ 
y  la  iíiutil   piedra  labiada   por  uaa    tosca   tjiano  ,  porque  sa  ^a£\> 
güedad  Jíolameme    se  hace    recomendable    y    misíenosa.       _ 

Tal  era  el  objeto  del  culto  del  común  de  ia  Nación  :  íi% 
Cí)ntenta.  con'  adorar  al  Dios  de  sus  Conquistadores,  y.  tenaz  con. 
«r-vadora  de  las  deliraate^  tradiciones  de  sus  antepasados,  preten^ 
dia  hallar  una  Deidad  en  todo  sitio  ,  en  toda  necesidad  y  en  toda 
fBinistetio.  Por  todas  partes  se  dexabaa  ver-  las  Hua.casy  [  '»  )  en 
donde  sacrificaban  á  sus  ídolos,  les  hacian  libaciones  de  chicha, 
©frecian  cuyes  y  coca ,  insuflando,  6  consumiendo  por  medio  de^ 
fueeo  las  especies  que  les  presentaban.  Concibiendo  que  de  la  vo, 
luntad  de  ellos  dependían  su  vida  ,  su  salud  y  buena  fortuna  , 
como  la  fertilidad  de  los  campos,  se  encomendaban  en  sus  pre^ 
ees  á  si  mismos,   y  todos  sus   haberes. 

No  contentos  aun  con  semejantes  Protectores,  inventara^ 
Izares  ó  Penates  que  cuidasen  particularmente  de  suá  familias  y 
fuesen' los  dueños  de  sus  habitaciones,  cuyo  ministerio^  significa. 
ban  dándoles  los  nombres  de  Conopas  ó  Guancamayoc  [  19  ).  bu^ 
chacras  que  mirab?.n  como  una  parte  considerable  de  sus  bienes, 
no  eran  destruidas  de  un  numen  que.  propeodiese.  a  la  fertili- 
dad y  abundancias  de  sus  cosechas.  Las  Compás  (  20  )  estaban 
«ricargadas  de  contribuir  toda  el  agua  necesaria  para  regar  su J 
sembrador:  á  las  Mamateras  (21)  correspondía  multiplicar  el 
©aiz,  y   preparar    mieses    copiosísimas:  las  Huancas  (22)   teoRa 


*w 


fe  17)  Infelices  eiutem  sunt ,  et  Ínter  mortuos  spes  Hlorum  «jí, 
eui  appellaverunt  déos  opera  manuum  Uminum ,  aumm  et  Mfgen^ 
tum,  artis  inventicnem ,  et  similitudines  animaltum  y  aut  ía£iam 
inutilem  opuf  manus   antiqjUOA*^        Sap.    C»   4-3?  V»   IQ» 

(18)     Adoratorios. 

(  19  )     Señores  de  Casa. 

(  20  )     Piedras,  á  las  que   pedían  agya* 

(  21  )    Mazorcas  de   piedra,  á,  la?  qwe  ped^n.  grandcu  cosecha» 

áe  matz. 

(22,)     Piedras   lar^as^,  empinadas  etv.  s«a   G|»a,cras,,  ^m  ^^^^  '^ 

Tutel^re&  «uidaban  d^<  ^  aumeme*. 


iifmMii-UJiíiiiyW 


.      26?. 

Ja  ¡n.ciimbencia   de   procurar   eí  adelantamiento  de  sus  labores    eo-" 
ino    señores   peculiares    de    saueí   terreno.  . 

Sü.!ici:ando  para  todo  eí  auxíiio  de  la  Divinidad,  la  par- 
ítiri,  siendo  indivisible,  y  la  comuiíicaban  á  criauíra*  viles  pi- 
va 'as  de  toda  secación,  é  incapaces  por  sí  de  producir  los  efec- 
to; menoj  prodigiosos.  Este  error  ios  preparaba  para  otros  mayo- 
reí  ,  conduciéndolos  á  inquietar  los  Manes  de  sus  Padres.  El  sa- 
gíTiJo  del  sepulcro  era  profanado  por  principios  de  reüiion  y 
los  miquis  (33)  erigidos  en  Dioses  recibian  en  los  campos  I03 
«acrifíciüs  de    los   vivos. 

Tan  extraña  demencia  no  les  hacia  palpables,  antes  cu-- 
fcriendo  todos  sus  errores  con  el  velo  de  la  piedad,  les  persua- 
día la  asistencia  de  un  Dios  particular  en  las  rocas,  en  las  sier- 
ras encumbradas,  en  los  valles,  en  las  quebradas,  en  los  rios 
y  manantiales,  y  en  todos  los  lugares  que  habitaban  los  hom- 
tores  y  las  fieras  (  24 ) ;  de  modo  que  no  daban  paso  sin  que 
invocasen  los  nombres  de  estas  Deidades  que  habia  criado  su 
imaginación  ,  y    les  hiciesen    una  ofrenda. 

Supersticiones  tan  ridiculas  y  degradantes  fascinaban  á 
estas  gentes  j  y  como  la  religión  tiene  un  influxo  superior  en  las 
costumbres  ,  su  espíritu  ocupado  de  tan  quiméricas  ideas  sia 
Becesidad   inventaba  los   ritos  y  muhipHcaba  lo^  pre?agios.      ' 

Quando  la  primera  vez  cortaban  el  pelo  á  sus  hijos, 
íiacian  ios  mayores  esfuerzos  para  celebrar  esta  acción.  Creyen- 
do que  ella  era  ei  principio  de  su  dicha  ,  convidaban  los  parien- 
tes y  vecinos;  y  llenos  de  un  grande  regosijo  solemnizaban  es- 
ta fiesta  ofreciendo  á  sus  hijos  trasquilados  oro  y  plata  y  las 
especies    qus^  juzgaban   apreciables.  ' 

Lo  mismo  practicaban  las  madres  con  sus  hijas  quando 
estas  plegaban  á  la  pubertad  j  deseosas  de  su  buena  suerte,  pro- 
Curaban  vaticinarles  en  cierto  modo  con  sus  hechos  Jas  felicida- 
des venideras, 

Los 


(  23  )     Cadáveres. 
[■:    ^  ^'^  )      ^?"  portif,  iomihuí,  thsrmís,   iahulis  solaatis 

Assfgnare  suos  genios,  perqus   omnia  membra 
i,  Vrbis  perqué   locos,  gcnierum    ihiilis  multa 

Fingere,  nec  p'epria   vacet   angulus  ullus  ah  urr.hro. 
S.  Piud,  in  Symmach.  ¿.«3. .., 


266. 
''-  tos  enfermos  corrían   á  bañarse   á  las   fuentes    y    á    'im 

tíos^  practicando  infinidad  de  extravagantes  ceremonias,  y  escu- 
pían «n  el  Tchu  ( 2 ;  ')  ,  persuadidos  á  que  con  tales  acciones 
finalizaban    «us  dolencias. 

Si  se  eclipsaba  el  Sol  ó  la  Luna  ,  creían  que  estos  lu- 
aliñares  perseguidos  por  poderosos  enemigos  se  hallaban  fatigado» 
y  necesitados  de  socorro.  En  tales  lances  movidos  de  la  compa- 
íion  empezaban  á  llorar  y  dar  grandes  halaridos  ,  discurriendo 
simplemente  que  sus  ecos  llegarían  á  la  esfera  ,  y  desconserta" 
lian    al    enemigo  obligándolo  á  desistir  de  la  empresa  comenzada. 

Miraban  las  centellas  que  suele  arrojar  el  fuego,  como 
Señales  evidentes  de  su  enojo ;  y  temerosos  de  experimentar  su4 
tigores  ,  ofreciéndole  maiz  y  chicha  procuraban  aplacarlo.  El 
canto  de  la  tórtola  y  otros  animales  fiinebres  era  para  ellos  el 
mas  aciago  pronóstico.  Ya  creian  su  muerte  próxima  ,  la  de  su* 
vecinos ,  ó  la  de  aquellos  en  cuya  casa  se  paraban  estas  aves 
eminosas.  Deseosos  de  apartar  de  si  este  mal  que  les  amenazaba, 
les  hacían  ofrendas  ,  rogándoles  que  dexándolos  á  ,elIos  libres  des- 
cargasen   en   sus  enem»igos  todo  su  furor. 

Ocupados  de  una  vana  curiosidad  ,  y  deseosos  de  sa- 
ber lo  venidero,  ó  de  penetrar  lo  mas  oculto,  recurrían  á  las  im- 
postaras y  prestigios  de  la  magia.  Los  Camascas  y  Achicamayo» 
eran  sus  oráculos.  Estos  pretendían  venir  en  conocimiento  de  1« 
mas  obscuro  arrojando  el  zumo  de  la  coca  mezclado  con  saliva 
en  lá  palma  de  la  mano,  y  dexándolo  deslizar  por  los  dedos 
'mayores.  Toda  su  ciencia  consistía  en  observar  el  modo  con  que 
corría  este  líquido,  en  cuya  vista  decidían  del  suceso.  Aquellos 
se  juzgaban  arbitros  de  la  naturaleza  ,  y  presumían  poder  distri- 
buir los  bienes  y  los  males  ,  las  dolencias  y  desastres ,  la  salud 
y    la   fortuna. 

A  tan  absurdas  extravagancia?  conduce  la  idea  de  ía 
Divinidad  desfigurada  y  corrompida.  El  hombre  soberbio  de  sus 
propias  luces  busca  la  verdad,  y  no  la  encuentra  (26):  corre 
tras  las  quimeras  de  su  fantasía,  abraza  las  sombras  y  adora  sUS 
s  obras 


í)í'j  ''^ 


(  25  )     Especie   de  e<!parto. 

(26)  i  O  quam  difficilis  eft  ignorantihuT  ventas  \ ....  ,_J.,J;p  soj^ 
tpera  sua  nota  sunt  j  homo  aútem  non  cogitando,  aut-  disputando  a^.^'-e 
^ui  eum  potest,  sed  discendo,  et  auiiendo  ab  eo  qui  fcire  solus.po¿:st 
stdscere,  Lactam.  L<  2.  de  falsa  sag.  C.  14, 


BS 


msomamBB 


m 


sta 


©tras,  é  se  bwrlá  áe  l<ys  TatXJS,  esFirer5:«s  -de  Iws  lioinbres ,  y 
cksde  la  erriinenciá  de  su  Trono  Augusto  contempla  sus  delirios^ 
él  conoce  ^as  falsas  ideas  que  forman  los  mortales  de  .su  Cria- 
dor ,  y  las  fúiiles  cj)iiiiones  que  erigen  en  dogmas  que  siempre 
se  disputan.  Él  solo  puede  encender  aquella  luz  qua^i.  apagada, 
©oñ  tuy^  auxilio  pr^siime  el  honnbre  poder  adquirir  la  genuina 
y  verdadera  ^noción  del  Ente  Soberano.  Él  solo  puede  niostrarse , 
y  ésx  á  Kifs  criaturas  la  inteligencia  de  que  carecían  jumergida^ 
*n   fas    tinieblas   del  error.  jj   :>.í  ,    ' 

■izaría  este  efecto  prepara  su  inmensa  sabiduría  los  medios  ma« 
©p^T^tunos.  'Ella  descubre  i  la  Europa  esta  preciosa  parte  del  Globo, 
y  ^or  el  derecho  de  conquista  trasfiere  á  la  España  su  dominio. 
Al  punto  resuena  por  todas  partes  la  sonora  voz  de  los  Ministros 
Apostólico?,  y  se  promui-ga  la  Ley  del  Evangelio.  El  estruendo  de 
Jss  armas,  no  dexó  sentir  bien  sus  primeras  impresiones.  El  Perua- 
no aun  duda  de  ía  santidad  de  una  ley  ;  pues  que  la  ve  á  vece* 
profanada  por  aquellos  mismos  que  se  gloriaban  de  profesarla  ,  y 
se  creían  inspirados  de  su  divino  espíritu  en  todas  sus  empresas. 
El  Peruano  da  al  Pios  de  clemencia  el  culto  á  que  lo  übli- 
gabán  las  cadenas ,  y  conserva  el  amor  á  sus  antiguos  simula». 
crüs.  Los  tículta  baxo  de  las  representaciones  mas  sagradas  de 
nuesfra  adorable  Religión  para  dirigir  á  ellos  las  preces  en  ^  el 
tiempo  mismo  en  que  el  Español  juzgaba  las  encathinaba  .al  Cie- 
lo. Por  fortuna  cesaron  los  dias  de  sangre  y  calamidad,  y  res- 
tituida la  paz  á  este  dichoso  suelo  se  dexaron  ver  los  respe- 
tables Preladas  ,  Padres  de  la  Iglesia  Peruana  (27  ).  Discurricn. 
éo  por  todas  partes,  no  como  el  rayo  que  lleva  el  terror  poc 
delante,  sí  como  la  amable  luz  de  la  mañana,  disipan  las  ulti- 
mas sombras  ,  introducen  la  confianza  en  los  corazones ,  y  pre- 
sentando el  espíritu  augusto  de  la  Religión  baxo  del  ayre  <Je  ca- 
ridad que  constituye  su  esencia ,  obró  entonces  con  toda  aquela 
eficacia  con  (jue  posttó  al  pie  de  si^s  altanes  al  Imperio  Romano^ 

,J,  M.  M.  de  A, 

ICOTA  í    -'Se -rererva  para- efra-^éafion  hacer  el  examen  critico 4* 

■tttgunos  asuntos  que  comprehende  el  presmte    Discurso.  _ 

^,     -  -■„  >.^^^ "-'^— " —  "'  ■■" •— " — • — ■'   ■     '      '    7~       "    -— — • 

(•^r)     lios   Hjistíísimos -Señores   Don  Fray   Gerónimo  de  l.oay- 

ssa,  poí  los  a:ñ«s^e  i0i.  Santo  Tcribio  año  de  1580,  Don  Bar- 
tolomé de  Cerrero  ano  de  jdm,  emplearon  su  Telo,  autoridad  :y 
luces  en  extinguir  la  idolatria.  Santo  Toribio  en  especial  en  loí 
Concilio»  Piüvincialea  a"   y  i""   publicó  medios  amy  saludable*. 


Fol.  2<í8» 


DEL    día   j5    de    DICIEMBRE    DE    1791.  ^ 


física. 
carta  escrita  á  la  sociedad  por  el  doct.  don 

Pedro  Nolasco  Crespo ,  proponiendo   algunas  conjeturas    sobre    el 
origen    de   los    Vientos, 


M 


UY  Señores  míos  de  mi  mayor  respeto  t  luego  que  corrió 
mi  Carta  de  22  de  Marzo  inserta  por  la  dignación  de  Vms,  en 
los  3fercurios  de  9  y  1 2  de  Junio,  tuve  que  satisfacer  la  cu- 
tiosidad  laudable  de  cierta  señorita  ,  y  explicarle  quales  fuesert 
los  Vientos  direétos  del  Astro  que  alli  cito,  por  serle  ofrecible 
la  idea  de  que  la  Luna  fuese  como  un  fuelle  que  gifaba  des** 
pidiendo  Vientos  para  todas  partes.  Con  este  motivo  jne  he  pro- 
puesto tratar  en    esta  ocasión  de    los   Vientos. 

Como  toda  la  Astronomía  de  los  Antiguos  estuvo  fundamen- 
tada en  las  supersticiones  mitológicas,  tuvieron  £  Jos  Vientos  pot 
hijos  de  la  Aurora ,  vasallos  de  Éolo  hijo  de  Júpiter  y  Seges- 
ta.  También  se  apoyaba  en   alguna   naturalidad     por  aquel  Viento 

,  fresco  que  subsigue  á  la  Aurora  ,  y  en  las  observaciones  de  áí- 
gunos  Vientos  subterráneos  que  salen  por  las  hendiduras  y  bo- 
querones ᧠ los  montes:  bien-  sea  por  el  rechazo  que  estos  ha- 
gan gciá  algunas  profundidades  que  corresponden  á  otras  aber- 
tura¿  de  la  superficie ;  bien  por  la  expansión  que  el  ayre  subtet- 
yaneo  recibe  con  los   volcanes  y  otras    intestinas    inflamaciones   de 

^'•'-  X  5  mate- 


nlll 


«I 


I 

«ni 


2Í9. 

materias  betummosas.  Por  eso  dixo  Virgilio:  {Eneid.  1.  9'  cí/f 
Hic   vasto  Res  AEolus   antro  »>•  r 

iBctantes  ventos,  tetnpestatesque  sonoras 
imperio  premit ,  ac  vinclis  ,  et  carcere  fraenat. 
^  Los  Filósofoí  no  han  podido  generalmente  hacer  otra  expli- 
cación de  lo5  Vientos,  que  ocurriendo  á  esa  expansión  del  ayre 
con  su  rarefacción:  como  que  oprimiéndose  con  ella  al  ayre  veci- 
no, este  empuja  al  mai  distante  5  y  aquel  ,  al  que  se  le  sigue;  for- 
mándose asi  los  Vientos.  Fué  muy  obvia  esta  idea  en  la  contigüi- 
dad concebida  de  unas  y  otras  partes  del  ayre  que  no  se  conside- 
raba^ elástico  ;  ó  quando  no  se  tuvo  de  esta  voz  toda  la  mayoc 
inteligencia  de  su  perfecto  significado :  puesto  que  en  el  concepto 
de  muchos  se  creyó  que  al  ala  de  una  mosca  bastase  a  poner  en 
movimiento  toda  la.  esfera  ,  dado  que  moviese  el  ayre  vecino  que 
la  circunda,.  Séneca  distinguió  al-  Viento  del  ayre  ,  como  al  rio 
d«l  estanco.  Y  quando  todos  los  Filósofos  ,  desde  Demócrito  ade- 
lante, han  conocido  que  el  Viento  es  un  ayre  impelido  por  una 
fuerza  tí^íraña ',  la  verdad  es  que  hasta  nuestros  dias  no  hubo 
alguno  que  diese  con  ella.  Descartes  dixo  en  substancia  lo  que 
siglos  antes  habia  dicho  Aristóteles  ,  involucrado  sí  en  la  idea  de 
ms  turbillones.  No  fué  mas  feliz  Gasendo  con  el  recur?o  á  laí 
exhalaciones  acuosas  :  ni  lo  han  sido  los  famosos  restauradores  de 
la  atracción  ;  una  qualidad  oculta,  que  en  boca  del  Peripatético  se 
iiabia  hecho  tan  ridicula.  En  fin,  todos  con  diferentes  algarabías  ha- 
cen al  Sol  causa  principal  de  los  Vientos  ^  puesto  que  con  su  ca- 
lor es  el  que  ixus  poderosamente  enrarece  eí  ayre,  levanta  la» 
exhalaciones,  las  adelgaza,  las  atrae  &.   &. 

Yo  protesto ,  que  áasde  las  Escuelas  hallé  poca  solidez  en  es- 
te modo  de  pensar:  porqud  aunque  es  innegable,  que  de  una  in- 
testina inflamación  viene  uaa  ¿ran  rarefacción  del  ayre,  y  con  su 
«xpansion  ,  la  fuerza  y  embion  que  llamamos  Viento^  no  es  posi- 
ble con  sol»  esto  dar  idea  de  todos  los  Vientos,  ni  explicar  sus 
admirables  fenómenos.  Después  con  los  años,  aun  desprecié  ta- 
jes pensamiento»   por  ridiculos. 

¿Posible  es,  que  al  calor  del  Sol  hayan  hecho  los  Filósofos  cau- 
to principal  de  lo»  Vientos  ?  ¿  Y  porqué  será,  que  estos  sean  mas 
constantes,  mas  fuertes  y  pujantes ,  d&ñde  esti  mas  remota  esa 
mayor  rarefacción?  2  No  era  natural,  que  el  impulso  fuese  mayoc 
e»  la  mayor  cercanía  del  agente  que  la  da  ?  Pero  ello  es ,  que 
sieíjüo  U  wayoE  rarefacción  del  ayre  e»  k  xona-tórrida ,  son  mas 


fbettes  y  constantes  ios  Vientos  fuera  ¿fe  eíla ;  mucTio  mayores  en 
las  7onas  frias  ,  especialmente  en  los  hibiernos,  y  en  los  nnayoresi 
retiros  del  SoL  Luego  lejos  de  provenir  los  Vientos  de  un  ayre  ra- 
refacto por  el  Sol  ,  parece  que  el  ayre  mas  grave  ,  mas  grueso  y 
condensado  es  el  <}ue  los  forma.  Ivi  me  es  conciliable  ,  <lue  una 
expansión  del  ayre  rarefacto  en  la  ^ora- tórrida  sea  capaz  de 
obrar  con  mayor  fuerza  en  los  fines  ,  que  en  los  medios  y  en  eí 
erigen  de  ella.  Los  terremotos  y  los  efectos  de  la  pólvora  que 
les  son  semejantes,  quando  se  mina  una  plaza  nos  demuestran 
todo  lo  contrario.  Notorio  y  constante  es  ,  que  por  grados  desde 
la  mina  y  centro  del  impulso  ,  se  va  minorando  Ja  fuerza  hasta 
extinguirse.  Por  esto  no  será  de  temer  una  bala  en  los  confine» 
de  su  alcance  ,  y  era  preciso  que  esto  fuese  así.  La  misma  resis- 
tencia del  ayre  elástico  aunque  cede  á  la  fuerza  mayor,  la  reba- 
Ka  sucesivamente  hasta  equilibrarse  y  hasta  rendirla.  Véase,  pues^ 
que  por  ios  caminos  arbitrados  de  la  rarefacción  ,  lejos  de  babee 
Vientos  mas  fuertes  en  las  zonas  frías,  debería  no  haber  alguno, 
y  tener  allí  el  ayre  un  reposo  inalterable.  Por  una  tal  analogía 
combatiríamos   tambie-n  otros   varios  modos   de  pensar. 

Todos  han  concebido  muy  bien  sobre  el  efecto  de  los  Vien- 
tos ,  quando  dicen  que  es  un  ayre  impelido  por  una  fuerza  extra- 
fía  ,  y  todos  claudicaron  en  sefialar  esa  fuerza  ;  mucho  mas  en  ha- 
cer al  calor  del  Sol  el  agente  principal  de  tan  poderoso  impulso, 
que  conmueve  los  m.ares  ,  arroja  á  su  dirección  las  tempestades, 
quebranta  los  muros,  desploma  los  edificios,- y  se  arrebata  atin 
las  piedras  á  lo  mas  alto  de  la  esfera.  Los  mas  sabios  y  los  mas 
prudentes  se  abstuvieron  de  tomar  en  este  grave  negocio  alg\in 
,  |)artjdo,  cediendo  á  la   di-ficultad  y  á  lo  insupsrable  de  la  empresa» 

Pero  en   medio  de   tanta  obscurideiá,  Bernardo  Barenio    en   su 
Geografía  general   procuró  abrazar    quanto  pudo    encontrar    y    se 
había  dicho  por  los   Filósofos  acerca   de   ia   causa    de    los  Vientos, 
en  las  siete    opiniones,  ó  sentencias  que  señaló,   conciliativas    á  *» 
ver  de  todos  los  fenómenos;  y    por  ia  quinta  causa    tatnbien    pro* 
puso  el    nacimiento  y  varia  situación  de   los   Astros?   pero    sin  mai 
,    explicación,  ni  descubrir  todo  el   fondo  de  esta  idea.  V case  ai  Cons- 
tantino Cart,   crit,   í,   0,  Sin    embargo  á    mi   me   parece  que    por  ¡el 
\  Zíioáo  de    ejiplicarse.  hablando  á&l  Sol  (en    la   i.  causa)  su  pen- 
«amiento  fué  atribuir  á  todos  los  Astros  respectivamente  ,    alguno 
¡de  aquellos    infiujfos  reynantyes  en  la  Filosofía  d^e  ¿u  edadj  par?  le- 
fmXSit  las  ejíhalacibnes,  adelgazar,  o  engrosar  las  wubes,  e;irareceí 


pe^SSESBSEl 


Bllij 
ninl 


271. 
el  ayre  ,  atraerlo,    llevarlo,  impelerlo    seguti  la  varía  situación  de 
los  cuerpos   celestes,    y  respectiva  calidad   de   sus  influxos.  -     • 

Yo,  pues,  en  tal  discrimen  he  pensado  rectificar  la  proposición 
de  Bernardo  Barenio  ,  haciendo  ver  que  los  Astros,  especialmen- 
te la  tuna,- con  su  diurno  movimiento  son  la  causa  poderosa 
natural  y  necesaria  de  los  Vientos:  y  manifestaré  mis  conjeturas 
como  una  explanación  y  un  consiguiente  de  lo  que  tengo  yá  di- 
cho   sobre   la  causa    del  fluxo  y  reííuxo   de   los   mares. 

Si  queremos  dar  con  esa  fuerza  extraña  que  tan  poderosa- 
mente agita  el  medio  diáfano  del  ayre ,  desprendámosnos  de  buena 
fe  de  toda  prevención,  y  despojémosnos  de  toda  preocupación  por 
los  sistemas  del  movimiento  de  la  tierra;  y  aunque  sea  por  el 
breve  rato  en  que  se  haya  de  leer  esta  Carta,  supongamos  y  con- 
sideremos, que  ella  está  inmoble  en  medio  de  los  dos  Orbes. 

Quando  yo  siento  la  agitación  en  que  se  pone  el  ayre  de 
iin  cerrado  y  abrigado  gabinete  ,  con  el  paseo  continuado  de  un 
solo  hombre  que  va  y  vuelve  de  uno  para  el  otro  extremo  de  la 
pieza:  quando  oygo  que  una  bala  de  canon  de  ocho  ó  diez  pul- 
gadas de  diámetro  es  capaz  de  arrebatar  con  tal  violencia  el  ay- 
re, que  dexe  sufocados  en  un  exército  muchos  hombres  al  paso 
según  su  cei-canía  y  positura,  aunque  no  les  toque  al  pelo  déla 
topa;  recibo  una  idea  la  mas  clara  y  natural,  de  la  .  espantosa 
'violencia  con  que  el  movimiento  diurno  de  ios  Astros  a¿-ita  ese 
medio  diáfano  del  ayre.  Mas  sin  ir  á  las  estrellas  del  Firmamento, 
que  por  muy  remontadas  solo  pueden  enviar  acia  nosotros  los 
»as  tenuos  impulsos ,  consideremos  únicamente  el  fluido  del  Cie- 
lo Planetario. 

El  mas  alto  de  los  planetas.  Saturno,  contiene  cosa  de  dkz 
veces  el  diámetro  de  la  tierra :  pero  esta,  sabido  es,  lo  tiene  de 
dos  mil  y  quatro  leguas  poco  mas,  ó  poco  tnénoi.  i  Pues  que  bate- 
ría no  debe  hacer  ese  solo  planeta  con  la  caterva  de  sus  satéli- 
tes ,  para  romper  el  Éter  ,  y  dar  una  vuelta  en  solas  veinte  y 
quatro  horas  por  aquel  elevado  punto  de  su  órbita  ,  que  dista 
de  la  tierra  cincuenta  y  ocho  mil  semidiámetros  de  ella  misma,  se- 
gún Ricciolo  ?  ¿  Y  que  diremos  del  Sol,  cuyo  diámetro  contiene 
al  de  Saturno  mas  de  quarenta  veces  ?  Pero  este  Astro  se  apW 
xima  tanto  á  la  tierra,  respecto  de'  Saturno,  que  en  su  perig'eo, 
ó  mayor  vecindad  solo  dista  de  ella  siete  mil  y  sesenta  y  quatro  se- 
midiámetros. No  hablemos  ya  de  Júpiter  y  sus  archeros ,  ni 'de 
Ips  demás  planetas ,  todos  grandes,  todos  enormes,  todos  monstruo- 
sos. 


i 


los.  'Consiáeremos  solamente  á  k  Luñá,  que'  aunque  muy  infe- 
rior en  magnitud,  todaviá'  'par  "su  mayor  ¡cercanía  (  pues  so!o  dis- 
ta de  nosótroá  sesenta  y*  qiíatro  semiciiátrtetíüsi  terrfestes)  nos  es  el 
jílaneta  mas  sensible  ,  y  él  más  remarcable  en  sus  movimientos,  en 
..     «US   períodos  y   en  su    impulso. 

Si  un  Globo,  pues,  como  la  Luna  ,  cuyo  diámetro  según  Ca- 
siní  no  baxa  de  la  quarta  parte  del  de  la  tierra,  rodara  sobre 
ella  basta  completar  una  vuelta  ert  sohs  veinte  y  quatro  horas  y  a> 
gó  ménoá  ¿  qué  destrozos  no  hiciera  ?  En  que-  agitación  no  se 
'pondría  el  ayre  ?  ¿  Qué  Üracánes ,  qué  etfibionés  no  sé  Sentirían 
contra  las  rocas,  y  contra  los  mismos  montes?  Aun  no  aparecería 
•por  el  horizonte  con  aquella  espantosa  fuerza  y  velocidad  que  tra- 
sera ,  quando  veríamos,  pero  con  ei  major  pavor  y  espanto,  arre- 
batarse los  árboles    de   cuajo,  .y     desplomarse    los     montes.    ¿Pues 

*  quanto  mayor  no  debe  ser  la  idea  que  nos  "hayamos  de  formar 
cJe  la  rapidez  y  violencia  conque  gira  la  tuna  en  aquella  des- 
medida altura  de  su  órbita,  para  completar  en  el  mismo  tiempo 
sií  carrera,  cerrando  un  círculo  de  cerca  de  quatrocientas  mil 
leguas  ?  ¿  Y  quanto  mayor  será  la  agitación  ,  la  conmoción  y  el 
Combate  en  que  se  ponga  ese  inmenso  fluido  de  la  Esfera  con 
el  movimiento  diurno  de  todos  loa  planetas  juntos,  que  á  la  re- 
serva de  Mercurio  exceden  enormemente  en  magnitud  á  la  Luna? 
Por  la   verdad   faltan  voces   para    ponderarlo ',  quando  ni    me    son 

""francas  las   ideas   para  concebirlo.      ' 

■'  El   embiort  que   cada    planeta  hace  así   al  medio  fronte- 

rizo de   su   dirección,  como  para   uno  y   otro  costado,  es  á    medí- 

.da  de  su  velocidad  y  de  su  grandeza:  y  sie'ttdo  esta  tan  agigan- 
tada'en  todos  y  cada  uno  de  los.  planetas;  ¿como  podre- 
ínos  eiplícar,  ni  ^concebir  el  valor  de  la  Fuerza  y  del  impulso 
con  que  el  medio  diáfano  se  arroja  para  todas ,  partes,  mayor- 
mente quando  se  ofrece  una  conjunción  magna ,  ó  máxima  de 
los  planetas  ?  Uno  le  lleva  arrebatado  por  la  linea  de  sü  direc-'* 
Clon,  quando  el  ofrecimiento  dé  otro  mayor  que  corre  mas  alto, 
ó  en  diferente  latitud,  pero  próxima  ,  ya  á  la  diestra  ,  ya  á  ía 
siniestra,  je  corta  el  impulso  en  medio  de  su 'carrera,  y  le  obli- 
ga á  declinar  por  nuevos  rumbos.  Habent  iuus  sidera  lites.  Tal 
le  impele  á  lo  mas  alto,  tal  le  precipita  y  abate.  La  concur- 
.";'  íetícia  dé  unas  y  otras  ráfagas,  todas  descaminadas,  todas  violen- 
tas ,  todas  variamente  impelidas  por  los  ■  recíprocos  combates  á 
que  las  reducen  irnos  y  otros  Globos ,  Hace  ^ue  ese  medio  fugaz 
"    -  .  del 


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^     67  2t 

ael   ayra  se  arroje  como  tin   rayo  ác!a  la    tierra  (  qiie    son    faf 

antiguast  Eonephias )  capaz  de  desplomar  un  edrficio  ,  ó  de  su- 
wergiif  una  nave  que  no  esté  bien  aferrada.  Otras  ráfagas  tací- 
bien  íuchando  consigo  mismas  por  Ja  contrariedad  de  impulsos  cot> 
que  fueron  despedidas,  se  obligan  á  dar  vueltas  sobre  sí  con  ua 
inovímiento  espiral,  formando  un  vórtice  que  desciende  á  io  mas 
bajío  ;  y  chocando  en  ei  sólido  de  la  tierra,  vuelve  por  otra 
Enea  igual  á  la  de  su  incidencia  á  Jo  mas  alto  d«  ios  Cielos,  arre- 
bantándose  tras  sí  las;^naterlas  que  encuentra,  y  basta  las  mis- 
mas piedras  para  ocasionar  después  con  ¡su  natural  descenso  y 
precipitación  la  admiración  de  las  gentes ,  coa  las  mas  extrañas 
lluvias  que  se  han  vistp ,  y  recuerdan  los  siglos;  ó  dando  ese 
rnismo  vórtice  en  el  fluido  del  mar,  forma  Jas  espantosas  mangas 
Cque  los  antiguos  llaman  Tifón  ^  temidas  coa  razón  de  todos 
ios  r-avcgantes  5  pues  algunas  podrán  ser  tan  amplias  y  dilatadas, 
que  sem  capaces  de  sorber  y  disipar  les  mares,  quanto  mas  de 
mcer  zozobrar  yn  navio,  sin  que  basten  á  rompe-las  las  palan- 
quetas encadenadas,  Ac^ui,  pues,  está  la  mas  clara,  y  Ja  mas  ge- 
ruina  idea  dé   la   formación   de   ios  Vientos. 

Pero  estas  son  todavía  unas  noíicjas  generales.  Para  con- 
traemos mas  en  jtan  importasíe  materia ,  ss  ha  de  considerar 
HMs  la  íyuna,  íambíen  Venus  y  Mercurio  (  quando  están  ioférip- 
res  al  Sol  ),  $00  los  principales  agentes  de  los  Vientos ,  dado 
que  ■  todos  ios  planetas  al  orientarse  hagan  su  tal  qual  impre- 
sión €obr^  ía  tierra  ,  no  habiendo  fuerza  mayor  que  la  trasior- 
Re.  Por  eso,  quant¿)  se  diga  de  la  J-una  ,  proporcipnalmente  ,se 
habrá  de  encender  de   todos,  y  de  cada   uno  de  lo«  planetas, 

Quando  la  JLuna  está  en  ej  hori?.onte  racional  de  I^ 
tierra  (  aqu#l  pwnío  qu^  corta  de  Ja  linea  horÍ7ontal  que  pasa 
por  el  cenirp  d#  elJa )  empieza  para  los  orientados  ei  Viento 
que  causa  cea  su  giro-;  y  i  medida  que  ma?  se  levanta,  va 
por  grados  disminuyendo  el  impulso,  y  esforzándolo  para  ios  que 
«ubsiguen  al  Poniente  de  aquellos  ;  sí  no  e¡Si  que  niídieo  grandes 
serranías  flp^  hagan  su  rjppercusion  jj  conservando  el  Vienco,  aun- 
que con  variedad  de  rumbos ,  sobre  unos  planos  que  estando 
^  las  lineas  primordiales  dei  jínpulso  ,  d^bier.a  po,r  eJ  tiempo  pe- 
Wr  jpara  «■stofi ,   y  trasladarse  á   lo«  otros. 

Se  CAíwpcehenderá  mejor  el  concepto,  s|  nos  forínamos  la 
idea  de  un  quadrante  sobre  esai  linea  horizontal,  qiie  pasa  por  el 
Centro  do    la  tierra    hasta  el  centro^  de   la  I-una ,   con  otra  per-* 

pen^ 


«74' 

|>endlicular  que  del  centro  de  esta  se  tire  fissta  ua  punto  de  su 
Cénit  ,  distante  sesenta  y  cuatro  semidiámetros  terrestres  de  ella 
misma*  Una  y  otra  linea  se  divida  por  grados  hasta  completar 
los  noventa  en  el  centro  de  la  Luna.  Puesto  ei  pie  del  compás 
en  el  centro  de  esta,  tírese  la  curva  desde  el  centro  de  la  tier- 
ra hasta  aquel  elevado  panto  del  Cénit  de  la  Luna  ,  y  divída- 
se también  por  grados,  empezando  desde  el   centro  de  la  tierra. 

Visto  está ,  que  la  positura  de  este  quadrante  es  ver- 
tical, y  conviene  nos  form;mos  también  la  idea  de  otro  quadrante 
horizontal  5  ó  que  el  tni'íniose  incline  y  dobk  ya  para  la  parte  dei 
norte  ,  ya  para  la  del  sur ,  de  modo  que  descanse  sobre  el  eie 
de  la  Luna  aquel  que  se  considera  tiene  N  S. ,  sobre  que 
rueda ,  ó  sobre  que  tiene  al  menos  cierto  movimiento  de  libra- 
ción. Pero  en  este  quadrante  horizontal  invertiremos  los  grados  de  ia 
curva  5  de   modo  que  el  grado  noventa  sea  en  ei  centro  de  la  tierra. 

Por  la  explicación  de  uno  y  otro  quadrante  ,  cuyas  fi- 
guras me  pareció  seria  mas  oportuno  excusar  ,  se  comprehende- 
lán  los  siguientes  teoremas.  í."  El  impulso  de  la  Luna  íe  in- 
crementa por  grados  en  la  mayor  distancia  de  la  tierra,  y  poc 
^1  opuesto  se  disriiinuye  en  la  mayor  distancia  de  la  Luna.  2.®  El 
impulso  de  la  Luna  se  incrementa  por  grados  en  la  mayor  cer- 
canía de  la^  linea  de  su  órbita ,  y  al  opuesto  se  disminuye  en 
Ja  mayor  distancia.  3.^  Según  el  quadrante  horizontal  ,  la  mayoc 
ftjerza  y  actividad  de  los  Vientos  debe  ser  poc  la  línea  qun 
va  del  centro  de  la  Luna  al  centro  de  la  tierra.  4.*  Los  Vien- 
tos deben  rebaxar  su  fuerza  por  uno  y  otro  costado ,  desdé  di- 
cha linea  hasta  el  exe  de  la  Luna.  <.**  Desde  esta  linea  del 
exe  ,  se  ha  de  considerad  como  una  cauda  de  Vientos  de  menot 
fuerza  ,  ó  por  todo  eí  semicírculo  posterior  ,  que  también  se  dis- 
minuyen por  grados  basta   rematar ,  en  la  dicha  línea   horizontal, 

í>e  estos  teoremas  se  harán  manifiestos  los  consectarios 
Siguientes,  i.®  En  la  cumbre  de  ios  rfíonte»  deben  ser  mas  fuer- 
tes y  pujantes  leí  Vientos,  que  exi  los  valles  j.  sí  no  es  que  p^c 
su  repercusión- y  reffexion  se  reúnan  y  corran  enícajíonados,  2.'»  A 
quaíquiera  distancia  de  la  Luna  sefá  inferroT  el  Vieríto  por  la  lí- 
nea que  va  dé  su  centro  al  centro  de  la  tierra ,  que  á  otra  ípxiüí 
distancia  pbr  la  linea  qíáe  va  del  centro  de  la  Luna  á  sn  Ceak^ 
Así  s;e  puede  combinar  que  una  ráfaga  dé  ayré  remitida  por  otrj 
planeta  mayor  y  superior  venza  ;■  ó  por  el  opuesto  sea  vencida 
^t  las  ráfagas  aue  desj^ide  lá  Lwa^  se^m  sea  d  vario  sitio  d« 


wm 


Mi 

iimi| 


SU  choque,.  3.%  ^Aunque  Jos  Vientos,  que  mas  ,se  acercan  á  •  la  fi- 
nca horizontal  por  la  frente  del  Astro  deban  ser  rnas  fuertes  j  soril 
también  ménos^  durables,  4.°  hos  que  están  por  la  frente  en  Is 
innisma  linea  horizontal,  sienten  perfectamente  el  Viento  Leste.  Loa' 
demás  por  uno  y  otro  costado  hasta  el  exe  de  Ja  Luna  ,  y  por 
toda  la  cauda  hasta  llegar  al  punto  posterior  de-  la  linea  hori- 
Kontal,  sienten  los  otros  Vientos,  que  rumbea  la  brúxula.  ^°  y 
sea  como  el  consectario  general;  que  quando  la  Luna  está  efi 
nuestro  Jiprizonte  y  tenemos  Jos  Vientos  flechados  de  su  frente,  y 
los  mas  fuertes  ;  quando  llega  al  Cénit,  los  inferiores  de  su  cau- 
da ;^  y  á  este  respecto  por   todo  el    intermedio-,  del  quadrante. 

Se  comprehenderá  mejor  el  pensamiento  con  el  exem- 
plo  de  un  cauce  de  agua  que  de  lo  alto  cayga  perpendicularmente 
^obre  un  piano.  No  es  dudable,  que  el  agua,  dado  el  golpe, 
corre  y  se  desliza  para  todos  los  rumbos  del  contorno.  Semejan- 
temente el  embion  y  el  golpe  que  da  el  ayre  impelido  del  As- 
tro contra  el  sólido  de  la  tierra  ,  hace  y  debe  hacer,  que  si  eí 
Vna  llanura,,  como  la  de  jas  Pampas  de  Buenos- Ayres ,  salgan 
para  todas  partes  ,  según  su,s  rumbos,  quantos  Vientos  demuestra 
la  brúxula.  Si  las  llanuras  están  hondeadas  ,  como  aquellas,  coni 
lomas  sucesivas  ,  sucederá  .  lo  que  ■  allí  se  experimenta  ,  de  sentir-- 
se  el  Viento  á  soplos,  £on  freqüentes  intervalos  de  su  mayor  pu- 
janza ,  y  su  prodigiosa  variedad.  Si  se  ofrece  al  paso  alguna  mon-' 
taña,  ó  promontorio  ,  hará  las  repercusiones  y  rechazos  que  cor-' 
respondan  á  sus  quiebras  ,  á  sus  perfiles ,  y  á  los  diferentes  cor- 
tes de  su  vasta  superficie,  Pero  en  alta  mar,  distante  de  las  Cos- 
tas y  de  las  Islas,  no  puede  haber  estos  Vientos  de  repercusión 5 
porque  todas  las  lineas '  del  ayre  impelido  se  sumergen  en  el 
acto  mismo  de  opnfnir  $1  fluido^  y  todos  son  Vientos  directos 
generalmente. 

Se  concluirá  ^n  el  Merp.   sig, 

NOTA,  En  el  Merí.«r7  o  anterior  pag.  266  linea  última,  y  pag. 
267  linea  primera  dice:  fllrftza  l(zs  sofnhrfls  ,  y  adora  sus  obras  ^ 
é  se  h^rlft  de  los  .vanos  esfuerzos  B-  D^he  decir:  aíraza  las  sombras, 
y  adera  sus  caprichos.  Dios  solo  conoce  sus  obras :  él  se  hurla  d^ 
l«s  vanos  esfuerzos  &c,. 


g      Núm.   loo.      T 


Fol.   275. 


V^J^'*^^ 


0 
DEL    día    18    DE    DICIEMBRE    DE    1791,  ^ 


CONCLUYE  LA  CARTA   ANTECEDENTE. 


Opuesto   pties   todo   lo   dicho  ,  nos    será    ya    fácil    explicar  lof 
particulares  fenómenos  del  Viento. 

En  primer  Jugar  se  comprehenJe ,  porqué  generalmente 
vienen  los  Vientos  con  interrupción  á  paulas,  y  como  dixe  an- 
te.?, á  soplos  ó  bocanadas:  á  íaber,  en  tierra  por  lo  ya  dicho  de 
Ja  vana  superficie  que  va  descubriendo  el  Astro  con  su  elevación: 
en  alta  i:iar  á  las  veces  poi  los  recíprocos  combates  de  las  rá- 
fagas que  quedan  ponderadas.  De  esto  es  consiguiente,  que  si  Ja 
Luna  orienta  sola  y  sin  consorcio  de  otro  planeta,  sean  los  Vien- 
tos ,  especialmente  del  Leste  ,  pasageros :  pero  si  le  subsiguen  al 
íiiio  los  demás  ,  con  diferencia  por  txemplo  de  treinta  ó  quaren- 
ta  grados  de  longitud  ,  se  experimentará  aquel  Viento  continua- 
«ü  y   de    tesón  ,   que  ios   Náuticos   llaman   Viento    largo. 

En  segundo  lugar  .$e  comprehende ,  porqué  hacia  Ia« 
Costas  del  Perú  en  el  mar  pacífico,  sean  tan  freqüentes  y  genera- 
les  Jas  calmas  :  á  saber  ,  porque  continuándose  desde  el  Chile  una 
muy  elevada  cordillera  de  sur  á  norte,  embaraza  que  el  impul- 
so del  Astro  .en  su  horizonte  toque  ej  fluido  de  aquellos  mares, 
iiasia  que  remontado  salva  la  linea  de  su  impulso  toda  aquella  emi- 
nencia ;  lo  que  no  puede  por  tanto  ser  sino  á  larga  distancia  de 
Jas  Costas.  Pero  las  calmas  en  .alta  mar  hacia  la  Itnca  ,  provienea 
de    que  recostándose  ei  Astro   hacia    alguno   de    Jos  Trópicos ,    el 

^  S  arco 


y  ..inaaiiLM <it,imi.-aw,s>»»c-»aBP' ■mmK"»»'^ '>>>««a*iee>aw*ii^wtewf#j»ttli«.  ^e^f«mtl^r«íS»mimimmnrM^mp6f<i^i-  -'Tsssrt-. 


arco  rnismo  del  globo  terráqueo  tnotfva  el  que  los  "Vientos  se  pa- 
sen por  alto  hacia  la  parte  del  Trópico  opuesto,  y  eti  la  misma 
linea,  si  no  e?  que  ios  siiplaa  al  orientarse  otros  planetas.  Aqui 
está  desenttañadt)  el  misterio  freqüeoremente  noraJo ,  de  que  ua 
navio  á  las  veces    solo   percibe  el    Viento  ea    los  juanetes. 

Ea  tercer  lugar  se  coaiptehende  ,  porqué  en  algunos  tieoí^- 
pos  del  año  reyí^ian  en  varias  parres  de  i'a  tierra,  tales  y  tales 
Yiemos,  coma  son  los  que  llama rt  Paraca^y  en  las  Costas  del  Pe- 
rú :  los  Nordestes,  que  Ikfnaii  Brisas  ea  el  seno  Mexicano  y 
Tierra-firine :'  los  Vendavales  at  opuesto-:  á  saber,  porque  según 
sea  la  positura  del  Astro,  y  puntos  que  corte  el  zodíaco  y  ya  há* 
cia  la  vanda  de  Cáncer  ,  ya  á  la  de  Capricornio^  dzc,  son  res- 
pectiracTiente  varios  los-  periodos,,  y  varia  la  fuerza  que  en  onas 
y  otras  partes  debe  sentirse  de  su  •impulso.  Yo  protesto,  que  n ». 
irie  merecen. un,  ciego  asenso  todas  ¡as  relaciones  que  traen  ios 
Náuticos  en  quanto  á  su  generalidad  r  porque  aunque  sea  ast  , 
que  las  observaciones  fuesen  ciertas  ,  no  sabemos  si  fueron  cons- 
tantes por  todos  los  tiempos  del  año  ,  y  de  unos  y  otros  años. 
Pos  exemplo  :  se  dice  que-  entre  et  Cabo'  de  Buena- Esperanza  y 
la  nueva  Oianda  de  los  38  á  35-  grados-  de  latitud  austral  reynn 
el'  O  E.  yo-  creo  que  así  sea  ,  quando  la  Luna  corra  por  aquet 
Trópico  ,  ó  se  sostituyan  otros  planetas,  pot  iá  repercusión  y  re«- 
chazo   que   haga  dicha   nueva    Oianda. 

Es  menester  después-  de  todo'  contraerse"  á  un  crecido' 
nnmerp'  de  circunstancias  :f.  ya  poje  el  corte  y  figura  de  la  tierra, 
ya  por  el  lugar  de  la  Luna-,  ya  por  sit  varia  combinación  con 
Jos  dema^  planetas.  Supongamos  que  Venus  en  su  perigeo-,  vaya 
en  nuestro  hemisferio  por  las  vecindades  de^  la  equinoccial,  quan- 
do la  Luna  corra  por  alguno  de  los  Trópicos  5  pero  con  una  ma- 
yor io.igitud,  v.g".  como  de  veinte  grados.  Venus  que  corre  mas 
alto ,  pero  picando  la-  retarguadia  de  aquel  exérciro  de  masas 
aereas  que  la  Luna  arrebata  ,  hará  con  su  mayor  fuerza  y  cor- 
pulencia (■  cerno  que  contiene  á  la  Luna  ochenta  y  dos-  veces )  , 
que  esas  masas  agitadas:  declinen  de  la  natural  dirección  que  la 
lyuna  les  diera ,  echándolas  mas  al  norte  si-  estubies-e  ella  er» 
Cáncer,,  ó  mas  al  sur,  si'  estubiese  en  Capricornio).  Así  también 
podría  ser  notable,  que  los  planetas  superiores  siendo  boreales, 
íio  hagan  aquella  impresión  ,  ni'  hagan  tan  sensibles  Vientos ,  co- 
mo quando  e--itan  australes  r  por  tener  ellos  su  apogeo  á  la  pac- 
te» dci  Sepwnttion-j  y  ■  su-  perigeo  en  el  Austror 

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En  quarto  lugar  se  cotnpreíiende  el  gran  míneria  de  ías 
cornentss  de  los  Tnares,  y  la  razón  de  que  entre  Jos  Trópicos  va- 
yan regulavcnence  hacia  el  poniente:  porque  siendo  por  aÜí  Ii  co- 
mún carrera  de  ios  Astros  son  ordinarios  los  Vientos  de  oriente 
■que  las  llevan  :  viniéndose  á  esclarecer  lo  que  dixo  e!  Señor  Uiloa 
en  sus  Entretenimientos  ,  sobre  que  para  poblar  las  Air-éricas  no 
fué  menester  expedición  prerrieditada  ,  sino  el  alejamiento  de  las 
Costas,  con  que  una  nave  engolfada  y  descaminada  seria  necesa- 
riamente conducida  á  eíte  continente.  Pero  dichas  corrientes  to- 
xnan  también  sus  direcciones  ya  por  el  norte ,  ya  por  el  sur  , 
•especia ¡mente  fuera  de  los  Trópicos  ,  según  sea  la  situación  del 
sAstro  impelente  por  una  y  otra  parte  de  la  equinoccial,  y  según 
sean   los  Vientos   que  dirige. 

Kn  quinto  lu^ar  se  comprehende,  de  donde  viene  aquel 
Vierto  fresco  oiie  subsigue  n  la  Aurora :  es  decir  ,  por  el  ad- 
venimiento del  Sol  que  le  impele  :  ia  causa  de  que  ios  Vientos 
sean  híímedos  ó  seros  ,  cálidos  ó  frios  ,  según  los  medias  de  don- 
de fué  arrebatado  el  ayre^  y  según  los  cuerpos  que  involucra  en 
su   misma    m3.<s.. 

En  sexto  lugar  se  comprehende,  porqué  el  impulso  di- 
recto por  la  frente  del  Astro  sea  menos  duradero  en  unos  mis- 
inos pianos  ,  que  io  es  respectivamente  ei  lateral  :  á  saber  ,  por- 
que el  impulso  directo  de  la  linea  horizontal  se  mide  al  cuerpo 
"del  Astro ,  que  con  su  elevación  mome  atañes  mente  se  traslada  á 
nuevos  puntos  de  cielos  ,  descubriendo  nuevas  regiones  de  la  su- 
perficie terrestre:  pero  el  impulso  lateral  se  dilata  por  todo  un 
semidfculo  ,  asi  de  la  vanda  del  norte  ,  como  del  sur.  Y  sien- 
do tantos  los  planetas  que  giran  con  iguales  propiedades  se  com- 
binan los  impulsos  para  hacer,  como  hacen  fuera  de  ios  Trópi- 
cos, la  mayor  constancia  y  permanencia  de  los  Vientos  ,  que  aua 
llegan  á  subsistir  por  tres  y    mas   días. 

En  séptimo  lugar  se  comprehende  ,  porqué  en  iguaídad 
de  circunstancias  sean  los  Vientos  mas  gruesos  y  pesados  acia 
las  zonss  frías  ;  porque  á  medida  que  el  ayre  sea  mas  grave  y 
condensado ,  deben  ser  mas  sensibles  y  estrepitosas  sus  irrup- 
ciones :  no  de  otra  suerte  que  vemos  ser  la  corriente  de  un  rió 
en  igual  cantidad  de  agua  menos  vadeable  ,  según  mas  espeso 
sea    por    la   tierra   y    bazofia    que    arrastra. 

Úítimamente  se  comprehende  la  naturalidad  de  la  opre- 
siva de  los    mares  ,  y  de  -su  entumecencia    paia     el   flux-o     y  re- 

balcs 


m 


279. 

balee,  que  de  seis  en  seis  horas  hace  sobre.  las  costas.  Lo  i  »  por- 
que es  natural  ,  que  dado  el  golpe  del  ayre  impelido  sobre  él 
fluido  de  los  mares  los  oprima  acia  el  centro.  Lo  2.°  porque  con 
esto  mi<-,mo,  y  el  ayre  que  sesumergre,  también  es  natur^l  se  levanten 
las  aguas  á  borbotones  y  en  borrascas  desechas,  elevándose  hasta 
dominar  Jas  riberas.  Uno  y  otro  ¿e  comprueba  con  los  mas  triviale.» 
cxemplos.  Al  lavarnos  las  manes,  comprimimos  el  agua,  y  jun- 
tamente la  elevamos  acia  los  bordes  de  la  vasija  :  también  vemos  su 
hinchazón  con    la   bombilla  de  nuestra   común  bebida  del   mate. 

Por  lo  demás:  Los  pronósticos  de  los  meteorologistas  que 
puedan  oponerse  ,  son  en  mi  concepto  falibles  á  la  reserva  de 
uno  ú  otro.  Por  exemplo  :  se  dice  que  el  Viento  que  corre 
en  el  novilunio  ,  persevera  regularmente  hasta  el  tercero  dia 
y  esta  será  señal  de  que  perseverará  hasta  el  doceno.  Yo  entien- 
do ser  la  causa  de  lo  primero  ,  el  que  en  solos  tres  dias  no  pue- 
de ser  tanta  la  declinación  y  amplitud  ortiva  del  Astro,  que  no 
cause  con  leve  diferencia  los  mismos  Vientos  que  causó  en  el 
primero:  pero  aL  doceno  dia  ya  debe  haber  notable  diferencia 
si  no  se  varían  las  circunstancias.  También  se  dice  ,  que  si  laí 
exhalaciones,  que  parecen  estrellas  volantes  ,  corren  para  muchas 
partes  ,  y  partes  encontradas  en  noche  serena ,  son  esperables 
Vientos  inconstantes  y  varios;  lo  que  es  muy  cierto:  pero  añado 
que  esto  mismo  debe  argiiirse  de  dia  por  el  semejante  movimien« 
to  de  las  nubes ;  y  que  uno  y  otro  es  signo  evidente  ,  de  que 
hay  en  el  hemisferio,  combates  aéreos,  ráfagas  encontradas,  y  qu« 
son  esperables  las  Eonephias   y  Tifones. 

Pero  resta  satisfacer  un  reparo,  que  en  el  supuesto  de 
él  conspira  á  destruir  mi  sistema.  Diüóse  por  toda  la  antigüe- 
dad:  que  en  la  cumbre  del  Olympo  era  tanta  la  quietud  y  se- 
renidad del  ayre ,  que  algunas  escrituras  que  sus  exploradores 
hicieron  sobre  la  arena  de  su  cima  ,  se  mantuvieron  intactas  por 
]ar¿,os  siglos.  También  se  dixo  del  Pico  de  Tenerife  ,  el  mas  alto 
de  los  montes  de  la  tierra  en  concepto  de  los  náuticos:  que  no 
presentía  Vientos  algunos  en  su  cumbre.  Los  Armenios  á  mas  de 
esto  ,  con  el  apoyo  ee  la  Sagrada  Escritura  que  dice:  »>  descansé 
«  «1  Arca  de  Noé  sobre  el  Ararat  (  uno  de  sus  montes  )  u  fragua- 
ron varias  historietas  para  el  mejor  expendio  de  algunas  Cru- 
ces, que  suponen  fabricadas  de  aquella  antediluviana  incorrupti- 
ble materia ;  y  ponderan  la  constitución  inalterable  del  ayre  ea 
aaueiia  aue  %ura«  muy  benigna,  aunque  elevadúima  región.  Pe- 
co 


2oe. 
jro  todo  es  supositicio  ,  vano  y  despreciable.  Y  sin  detenerme  en 
los  cuentos  Armenios,  ridiculizados  con  ra2on  por  los  mas  gra- 
ves Críticos,  diré  :  que  yo  he  transitado  por  la  Cordillera  de  'Chi- 
le ,  cuya  elevación  es  sin  disputa  como  la  mayor  del  mundo: 
y  lejos  de  experimentar  allí  esa  concebida  sereniviad  ,  el  dia  dé 
trastornarla ,  me  preparé  como  todos  ios  viajantes  con  doble  ro- 
pa y  alimentos  corroborantes.  En  efecto,  fué  lo  mas  crudo  dé 
nuestro  viage  ,  tanto  por  el  frió  excesivo  ,  como  por  los  Vientos 
insoportables  ;  donde  hago  memoria  ,  que  una  ráfaga  me  arreba- 
tó de  las  manos  el  plumer®  ,  una  especie  de  quitasol  el  mas  con- 
modo  que  acostumbran  llevar  los  viajantes  de  toda  aquella  carre- 
ra, formado  de  plumas  de  Avestruz  :  y  tuve  allí  la  diversioa 
de  ver  volar  este  mueble,  que  no  se  pudo  recobrar  por  todas 
aquellas   eminencias. 

Creo  desde  luego  que  el  Pico  de  Tenerife,  como  qual- 
quiera  otro  de  los  volcanes,  que  tengan  freqíientes  eruptaciones  , 
«ean  los  mas  elevados  montes  de  la  tierra  :  porque  si  algunos 
crecen,  sin  duda  alguna  son  estos,  con  las  piedras,  arenas  y  be- 
tunes que  vomitan  ,  elevando  sucesivamente  su  cima  ,  y  hacien- 
do con  los  años  mas  abultado  erguimiento.  Pero  negaré  constan- 
temente el  supuesto  de  que  en  aquellas  elevadas  cumbres  no  ha- 
ya Vientos  ,  y  no  sé  que  diga  de  esa  arena  suelta  sobre  que  se 
escribieron  los  caracteres  en  la  cima  del  Oiympo  :  pues  el  hecho 
mismo  de  encontrarla,  me  parece  que  da  sobrada  idea  de  la  mucha 
que  allí  se  deposita  con  las  freqüentes  turbonadas  que  la  ievantaa 
hasta  el  extremo  de  trasladar  ios  montes  de  la  Arabia  en  el  Asia 
y  los  de  los  desiertos  de  Barca  en  el  África  ,  de  unos  en  otros 
lugares.  La  verdades,  que  hasta  formar  la  cumbre  de  estos  mon- 
tes portátiles  (  que  los  hay  elevadísimos  )  se  ha  de  extender  ne- 
cesariamente la   jurisdicción   de   los   Vientos. 

En  quanto  al  Pico  de  Tenerife  estamos  ya  desengaña^ 
dos,  después  que  Mr.  Edems,  uno  de  los  mas  ilustres  curiosos 
que  subieron  á  explorar  su  cima  (  171?  ),  aseguró  que  antes  de 
salir  el  Sol  tuvo  tanto  Viento,  y  tan  frió  como  el  mayor  de  los 
Inviernos  de  Londres.  Siendo  de  notar ,  que  esta  subida  se  hi- 
zo á  mediados  de  Agosto  que  corresponde  en  aquel  hemisferio 
al  verano,  y  que  la  situación  de  Tenerife  es  entre  los  28  y  2^ 
grados  de  latitud  boreal.  Cosa  de  un  siglo  antes  se  habiá  hecho 
otro  viage  por  una  Compañía  de  Comerciantes  Ingleses,  y  se 
aseguia    ^ue    habiendo    pretendido    celebrar   ia   empresa,  bebiendo 

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28  í* 

por  !a  salui  ¿e  sií  Rey ,  y  fiacien^ío  una  oescarga  de  los  Fu- 
siles ,  fué  rícJo  el  Viento ,  y  ua  violento ,  que  no  se  pudie- 
roB   insnt.ener. 

No  negaré  que  en  alg-unas  hora';  del  dia  haya  esta  pon- 
derada serenílad,  y  taiTíbieo  uü  calor  excesivo;  que  uno  y  otro 
se  habrá  notado  por  los  via^ero^  seguasean  ios  vapores  que  des- 
pida aqael  ñbi<;mG  de  su  horrible  caldero  ,  y  según  sea  el  tiem- 
po de  la  Uegida  á  la  ciina  :  porque  corno  alh.  no  hicieroi  lar- 
ga rn.-niston,  pues  solo  se  detiu^ieron  ura  breve  rato,  quanto  bas- 
tó á  satisfacer  la  curiosidad,  ha  podido  conciliar&e  la  verdad  de 
«na-s  y  otrss  relaciones.  Pero  no  es  de  dndar,  el  que  al  odea- 
tarse  los  Astros  especiaímente  sobre  aquel  meridiano  de  Teoeri- 
ie  5  como  de  qua'quiera  ou'o  d«  los  mas  agigantados  montes,  se 
experimentea  los  Vientos  mas  fuertes  y  espantosos ,  á  'menos  que 
por  pa-rticülar  disposición  de  la  tierra,  tío  se  hallen  los  planos'de 
.sus  conos  murados  con  altas  -vallas  que  los  vuelvan  impenetra-»- 
bles  d?  los  Vientos:  y  .coa  iodo.  Vientos  se  sentirán  sobre 'ios  va- 
lladares. 

Asentado  pues  .este  sicterna,  m  considero  dfíci!,  el  qué 
an  hábil  y  diestro  Piloto  tenga  formado  e¡  derrotero  de  los  Vien- 
tos que  deba  esperar  cr.  toda  su  navegación  ,  desde  el  instante 
mismo  eo  que  se  larga  del  Puerro,  cora  otra  fixeza  ,  y  otra  cer- 
tidumbre que  .no  puedea  añan-zar  los  supersticiosos  Lapones  en 
Jos  Vientos  que  ve&deíí.  Porque  debiendo  saber,  quando  se  ha- 
yan de  presentar  los  Astros  sobre  «1  horizonte  del  primer  Meri- 
jdianp  que  lleva,  por  X3ualquie.ia  d.e  los  días  áel  año  en  que  ha- 
ce su  viage,  será  compu-tabie  la  hora  en  que  se  hayan  de  orien- 
tar sobre  el  meridiano  que  tenga  diariamente  en  su  navegación  , 
para  estar  bien  aferrado  y  dispuesto  por  una  conjunción  magna, 
ó  máx)ma_  que  espere,  ó  solamente  de  la  Luna,  y  el  Sol,  pero 
en  su  perigeo  y  por  la  paite  del  Trópico  en  que  riavega.  No 
podrán  s-ujetarse  á  prevención  las  ráfagas  desmandadas  y  comba- 
tientes que  hacer  puedan  las  Eoneñas  ,  Tifones  y  Présteres  (  que 
son  en  una  palabra  las  Auras  boreales  y  australes),  pero  al 
xréans  las  podrá  temer  quando  tenga  en  su  bemisfeno  muchos 
planetas   sobre  é!. 

lie  dado  aunque  con  fdgnna  difusión,  por  lo  importan^ 
te  de  ia  materia,  la  mayor  idea  que  me  fué  posible  del  sistema 
ele  los  Vientos  ,  en  que  á  nrd  ver  se  explican  todos  los  Fenó*- 
menos,    y   se  .coaciiian  los  efectos  coa    sus  causas ;  eomprobánJd» 

se 


«I 


282, 

se  -qtianto  se  propuso  ánfes  g-obré  el  ñur.o  y  reficriio  c!e  los  ma- 
res, y,  de  cuyo  principio  todavía  se  iráa  maniítíLando  ,  Dios  ase- 
diante,- otras  importantes  conseqüenci'as:  pero  no-  hice  ritas  que  dac 
una  idea  de  la  verdad,  quanto  cofresponde  á  la  teoría  de  un 
Filósofo,  dexando  á  las  Ciencias  prácticas  el  metedizar  las  reglas 
y  puntuaiizir  laí  ob.=ervacion-ss.  Si  mis  conjeturas  fuesen  eiec- 
tas  s-e .  hará  á  la  oavegaciou  ei  mas  interesante  servicio  :  mas  ya 
soio'  habré  sido  un  remoto  principio,  y  un  débil  instrurüenro.  Qüié- 
ial9  Dios,  y  QLiieran  sus  bondades  que  en  nuestros  dtas  se  de- 
sej:itrañ¿n  perfectamente  estos  arcano's  ,  y  guarde  á  Vms.  muchos 
año3,  como  deíeo ,  para  beneMcio  de  la  Sociedad  y  biea  del  Pú- 
biise.  Faz  y  Septiembre   i®  de   1791. 

B.  1.  M.  de  Vüís. 
Sii  mas   atento   servidoc 
JBíjft  Vedro    Nola-sco   Crespo. 


ig  O  T   A, 

ILa  obligación  qué  nue-ítra  Sociedad  ha  Cóntraícfo  con  el 
Publico ,.  la  hace  pracdcaí  las  mas  eficaces  diligencias  para  el 
decoro  y  aseo  del  Mcrcurh.  Nuestros  desvelos  en  esta  parte  sort 
itnpondeTables  ,.  é  igual  rfuenro  dolor  al  ver'  que  no  se  les-  pro- 
porciona la  felicidad  en  el  suceso.-  La  impericia  de  los  Impre?o-- 
íes,  si  aun  en  las'  naciones  mas  cultas  ha  sido  el  objeto  de  la  pe- 
iia  y  censura  de  !©s  Sabios  ,  lo  es  singularmente  en-  nuestra  Ga* 
pitalí,  donde  casi  es  preciso  que  el  Autor  dicte  de  nusvo  sus 
©bras  en  la  prensa..  Si  á  esta  dificultsd  se  añsde  la  confusión, 
ob; curidad  y  desaliño  de  los  Manuscritos  que  se  nos  remiten  ,■ 
casi  no-  queda  tiempo  para  su  corrección.  Esto  nos  iitipele  á  su- 
plicar á'  los  Autores  que  nos  favorecen  'eoo  sus  producciones,  y 
en  especial  á  los  de  afuera  ,  alivie-n  en  esta  parte  nuestras  fa- 
tigas ,.  cuidando  de  que  vengan  en  adelanta  los  lasgos  ,  escíitos 
con  mas    claridad  y    mejor    puntiucionv 


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Fol.  S84. 


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MERCURIO  PERUANO      t 

DEL    día  aa    DE    DICIEMBRE    DE    1791.  ♦ 

0 


^ 


RASGO    REMITIDO    POR    LA    SOCIEDAD  POÉTICA    SO- 

bie  la  Música  en    general  ,   y  particularmente   de 
los    Yaravíes, 


^  Onvidados  de  la  apacible  serenidad  del  tiempo,  y  dispuestos 
á  divertirse  salieron  al  campo  Sicramio ,  Leucipo  y  Eicrífild  ,  to- 
dos jóvenes  y  aficionados  á  las  bellas  Artes.  Cada  uno  se  pro- 
puso seguir  el  dictamen  de  todos  ,  y  no  el  suyo  ;  para  que  de 
este  modo  el  dia  fuese  cumplido  sin  dar  entrada  á  las  contra- 
dicciones odiosas  que  degeneran  en  disgustos.  Prevenidos  de  esta 
suerte  se  prometieron  lograr  perfectamente  la  satisfacción  de  su  ob- 
jeto ,  aspirando  solo  á  sacar  útiles  efectos  de  las  meditaciones  de 
su  Sociedad. 

Llegaron  á  «n, sitio  el  mas  adequado  para  el  intento, 
pues  parecía  que  la  naturaleza  de  propositólo  habia  prevenido  pa-' 
ra  aquel  fin ;  tocjos  ,  se  encantaron  de  su  hermosura  ,  y  arreba- 
tados de  las  bellas  producciones  de  árboles  y  plantas,  lo  eligie- 
ron para  su  descanso  ;  pero  quedaron  mas  suspendidos  al  oir  los 
tristes  melódicos  acentos  con  que  el  7agal  Crisanto  se  explicaba 
al  son  de  Mn  vioHn  que  herido  de  su  propia  mano  formaba  dúo  á 
sUj.  cjelicada  ivo.:^ :  na^je.  en  quel  acto  osó  interrumpirlo,  y  todos 
cpñ  gran  cotnplacencia-  lo  escucharon  hssta  que  puso  fin  á  su 
canto.  Maravillados  de  la  gracia  con  que  se  habia  explicado,  se' 
«idearon  ¿e    él,  ínstándoie  á   que:    no   les  defraudase  el  gusto  de 

Z  %  que 

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que  lo  volviesen  á  oir  ;  y  sin  detenerse ,  tocó  y  entonó  dlferen. 
tes  canciot^es  ,  con  las  que  acabaron  de  conocer  la  fuerza  y 
atractivo  de  la  Música  ;  pues  cada  uno  sintió  ios  efectos  de  modo 
m^s  tocante  que  al  principio.  De  aqtii  resultó,  que  siendo  todos  1 05 
congregados  aíicicnados  á  aquel  Arre  ,  se  produxesen  varios  pa- 
receres sobre  su  poderío  y  fuerza  para  dominar  en  los  afectos 
del  ánimo  :  y  unánimes  cedieron  ía  question  á  Sicramio,  á  quien 
consideraban  instruido  en  las  nociones  músicas,  á  fin  de  que  de- 
cidiese y  explicase  sus  propiedades.  Sicramw  agradecido  al  ho- 
nor que  se  le  hacia  ,  propuso  hablar  por  mayor  de  la  Música  en 
general ,  contrayéndose  especialmente  á  la  de  los  Yaravíes  (  i  \ 
que  es  originaria  de  nuesíra  Patria.  Todos  accedieron  gustos  á  es- 
cucharlo ,  y  ocupando  cada  uno  eí  asiento  florido  del  matizado 
suelo,  estaban  pendientes  del  Discurso  que  empezó  de  esta  ma- 
nera : :  : 

Es  k  Música  tln  idioma  divino  que  se  insinúa  directamente 
al  espíritu,  y  aumenta  ó  disminuyelos  afectos  del  ánimo  sepun  el 
grado  de  mas,  ó  menos  eficacia  que  percibe  el  alma  de  su  in- 
fluencia: ella  sirve  de  lenitivo  en  las  penas  y  amarguras  del  co- 
razón ,  y  á  las  veces  las  agranda  según  los  tonos  que  adaptan 
á  la  complexión  de  cada  individuo.  Un  ayre  patécico  y  grave 
acrecenca  la  sensación  de  un  pecho  herido  ^  y  en  el  indiferente 
causa  una  emoción  sería  y  melancólica:  un  tono  brillante  y  ma- 
gestuoso  imprime  unos  sentimientos  nobles  y  sublimes  :  un  ayre 
marcial  excita  alientos  guerreros,  é  infunde  valor  :  el  alegre  pro- 
jKueve  la  festividad  y  regosijo  ;  pero  donde  la  Música  imprime 
íus  efectos  con  mas  viveza,  es  en  aquellos  tonos  tristes  con  que  siti 
poder  resistirse  el  corazón  humano,  se  conmueve:  tales  el  influ- 
xo  que  tiene  en  I0&  Yaravíes.  ¿Quien  no  se  sentirá  conmovido 
al  oír  esta  canción  entonada  en  su  ayre  natural  y  patético  ?  Pre- 
cisamente el  Yaraví  influye  tristeza  :  su  origen  es  el  mas  tétrico, 
y  su  memoria  la  mas  dolorosa  :  los  versos  que  se  acomodan  á 
estas  canciones  son  tan  análogos  á  la  composición  música,  que  di- 
fícilmente se  encontrarí  unjon  mas  bien  guardada,  y  esta  es  Ja 
ejfceleneia  mas  noble  de  los   Yaravíes. 

Sus  tonos  son  por  lo  regular  menot'es ,  y  las  transicío-' 
nes  llaman  á  mayor,  siendo  el  grave  bemol,  el  dulce  sustenido, y 

el 


,    (  I  )  Voz  que  sale  ds  Arábicas:  nombre  que  se  daba  á  los  Poeta» 
Índicos,  y  ahora  significa  Canc.  de  lo* Indios.  Mere,  Per.  T.  i.°  p.  207^ 


2  85. 

e!  agradable  BequaSra  los  que  entran  en  su  compo'?5cíon ,  fjue  ,ad- 
tnite  las  admirable»  apoyaturas  ,  los  ojiortunos  ligados  y  primo-, 
lOEos  trinos,  con  los  demás  accidentes  de  aspiraciones  y  pausas 
que  son  el  alma  de  las  composiciones :  su  compás  es  unas  veces 
medido  en  el  tiempo  de  tres  por  ocho  ,  otras  de  tres  por  qua- 
tro  ,  y  algunas  de  seis  por  ocho  ,  ocupando  su  lugar  el  ayre 
andante,  andantino  ,  largo  y  moderado:  de  suerte  que  todo  lo 
serio-  entra  á  la  parte  de  los  inimitables  Yaravíes  que  se  entonaa 
á  una  voz  ,  á  dúo ,  a  trio ,  ó  según  acomodan  las  voces  que  los 
cantan. 

Por  lo  que  á  mi  toca,  confieso  con  ingenuidad  que  quan- 
do  oigo  estas  canciones  «e  abate  mi  espíritu,  se  acongoja  el  áni- 
mo ,  el  corazón  se  entristece  ,  ios  sentidos  se  encalman  ,  y  el 
llanto  humedece  mis  ojos  ^  bien  sea  por  el  gusto  que  desfruto 
de  oírlos,  ó  que  mi  disposición  orgánica  se  inclina  á  lo  patéti- 
co. Lo  cierto  es,  que  por  lo  general  en  todos  parece  que  surte 
el  mismo  efecto  esta  entonación :  he  conocido  persona  que  ha 
quedado  acongojada  por  muchos  diaí  ,  y  que  se  privaba  quanto 
podia  de  cirios  por  no  seníir  tan  vivamente  las  sensaciones  de 
9u  composición,  de  cuyas  resulta*  enfeimaba:  tal  es  su  poderío 
y  su   natural   gravedad. 

Supongo  que  como  senté  al  principio,  contribuye  mucho 
la  poesía  que  je  les  acomoda ',,  porque  los  versos  ya  se  refiereo 
á  alguna  crueldad,  ya  á  la  funesta  memoria  de  un  objeto  am.a- 
do ,  ya  al  olvido  injusto  de  un  amante  ,  ya  á  la  desesperacioa 
de  una  imaginación  zelosa ,  y  ya  á  las  tiranías  del  amor  :  de 
suerte  que  según  es  el  dolor  que  aflige,  así  se  le  acomídanlos 
versos.  De  estos  unos  son  endechas  de  cinco  sílabas ,  otras  de 
seis  y  siete;  y  también  se  componen  redcndiüas  ,  quintillas, 
quartetas  ,  décimas  y  glosas :  pero  lo  mas  maravilloso  es ,  que 
el  metro  lo  adornan  de  símiles  muy  oportunos  ,  comparaciones 
propias ,  y  figuras  adequadas  ;  se  vitrten  varios  y  hermosos  tro- 
zos de  mitología  ,  y  amenizan  el  pensam.iento  con  exemplos  de 
aves  ,  selvas,    rios  ,   montes  y  otros  símejantes.  , 

De  este  modo,  unida  la  arniouia  y  patético  tono  de  Ja 
Música  á  Ja  poesía  triste  y  tocante  ,  resulta  una  composición  tan 
roble  ,  persua.siva  y  melancóÜ^'a ,  que  el  corazón  mas  empeder- 
nido se  hace  sensible  á  sus  iníinuaciones.  ¿Que  oidos  no  quedan 
arrebatados  de  su  influencia?  ¿Que  ojt's,  que  no  se  inunden  en 
Uanto  i  ¿  Que   ¡rersona;,  que   no    &e   conmueva,  solo  ccn   cir   tocar 

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fü  ayre  en  ürt  hiero  instíríifhen'tc)  t  El  YafáVÍ  de  qüalesquiera  suer- 
te que  se  Olga,  suspende  ,  eleva  y  arrebata  la  atención  mas  dis- 
traída ,  sm  que  nadie  se  pueda  retraer  de  su  poderoso  atracti- 
vo. ¿  A  quien  no  se  le  exasperan  Jas  heridas  del  amor,  quando  oye- 
una  glosa  cantada  ai  proposito  del  mal  de  que  adolece  2  iOue 
amante  injusto  no,  se  siente  reprehendido,  quando  la  incauta  á 
quien  ha  burlado,  entona  sus  tristes  endechas  y  expresa  sus  sen- 
timientos? ¿Que  esposo  disipado  no  vuelve  en  sí,  quando  sA 
amante  tortolilla  esparce  tristes  y  justas  quejas  ?  ¿  Y  qual  será' 
el  esfuerzo  que  se  haga  por  parte  de  quien  intenta  conseguir  se- 
mejantes triunfos?  Entonces  se  oyen  sollozos,  suspiros  y  ayes  s 
se  ven  lágrimas,  desmayos  y  deliquios;  que  aunque  son  circunál 
rancias  características  y  propias  del  Yaraví,  suelen  expresarse  con 
mayor  fuego  y  entusiasmo,  quando  interviene  el  poderoso  motivo 
de  conseguir  algún  vencimiento  por  parte  de  quien  los  canta  9 
tompone. 

^  Cada  reyno,  cada  nación  ,  y   cada   provincia  tiene    sü 

carácter  diferente  en  punto  á  Música.  El  Español  es  alegre  y  sa- 
leroso :  el  Francés  y  Alemán  son  serios  y  graves  :  el"  Italiano 
dulce  y  amoroso  :  el  Ingles  expresivo  y  armónico :  el  Pottugiie* 
felevado  y  marcial ;  y  en  fin  ,  en  las  demás  regiones  se  hallan 
Iguales  influxos  y  caracteres  musicales  :  sin  embargo ,  aunque  en 
cada  nación  se  observa  diferente  estilo  músico,  suelen  imitarse 
Unas  naciones  á  otras.  Por  exemplo :  el  Español  remeda  á  veces 
á\  Italiano  y  al  Francés:  estos  al  Español  y  al  Ingles,  y  aque^ 
IJos  al  Portugués  y  Alemán  :  de  manera ,  que  se  forma  una 
Aiiscelanea  agradable,  aunque  sea  con  la  imitación  de  difertntti 
estilos  :  solo  el  carácter  del  Indio  es  inimitable  ;  y  sus  Yaravits, 
con  regla  de  excepción  en  esta  parte  :  su  natural ,  su  condición  , 
8u  genio  y  su  humor,  todo  es  propenso  á  lo  pánico  y  triste:  sus 
habitadones  son  obscuras ,  de  baxas  techumbres  y  de  fábrica  me- 
iánv-ólica  :  su  comida  parca  y  la  mas  frugal  :  su  lecho  humilde 
y  en  el  suelo:  hasta  su  vestuario  es  de  unos  colores  extraños  f 
tristes  ;  pojr  ló  qual  todo  quanto  el  Indio  hace,  dice  y  piensa, 
es  acompañado  de  una  natural  seriedad  que  les  influye  su  tem- 
peramento. Gustan  solo  de  oír  el  lúgubre  canto  de  las  Cuculíes  (2') 
y  de  otras  aves  agoreras  y  funestas  ,  porque  solo  aquello  tene- 
broso   Its   acomoda.  Es- 


(2)     Unas  palomas  menores  que    ias   torcaces  :  su  canto  es  pare* 
cido  ai  del  Cuquilío, 


^mmi'mmmm'rmtm 


Estes  poderosos  motivos  son  los  principales  para  que  la 
Musirá  de  sus  Yaravíes  se  revista  de  quanio  ayre  tétrico  y  me- 
lancólico es  imaginable  ;  y  que  Xa  poesía  en  su  i4ioma  siga  el 
mismo  orden  de  gravedad  y  grandeza.  De  lo  que  se  deduce  ^ 
que  los  Yaravíes,  Cachuas  y  otras  canciones  índicas  son  las  mas 
«iccelentes  que  se  conocen  ;  pues  hermanando  la  Música  y  la  poe- 
sía en  el  lleno  de  sus  composiciones  ;  resulta  una  orden  y  natu-» 
raíidad  la  mas  necesaria  y  recomendable.  Acuerdóme  de  la  ver- 
sada de  un  Yaraví  que  por  venir  ai  intento  la  he  de  referir,  y 
con  elia  pretendo  poner  fin  á  esta  inimitable  clase  de  Música* 
Dice   asi : 


Quando  á  su  consorte   pierde 
triste  tortülilla   amante, 
en  sus   ansias  tropezando 
corre,  vuela  ,  torna  y  parte. 

Sin  sosiego  discursiva 
examina   todo  el   Parque, 
DO   reservando   á    su     vista 
tronco  ,  pianta,   rama  ó  cauce. 

Perdida  ja  la  esperanza, 
y   el   corazón  palpitante, 
ilora  sin  intermisión 
fuentes,   rios,  golfos,  mares. 

Así    vivo   yo  (  ¡  ay    de    mi  !  ) 
desde    aquel  funesto  instante, 
^ue   te   perdí  por  desgracia, 
dulce    hechizo,  encanto  amable. 

Lloro  ,  pero  sin  consuelo  ; 
porque  es  mi  pena  tan  grande, 
que  soiO  respiro  triste 
penas  sustos,  ansias,  ayes. 

La    memoria  me    maltrata  , 
quan,  o  á   tu  adorada    imagen 
«iem^re   me  la  representa 
muerta   flor,  helado  jaspe. 


Si  salgo  á  llorar  al  campo 
se  aumentan  mas   mis  pesaresj 
porque  me    acuerdan  de   ti 
bosques,  montes,  prados,   valleí. 

Si  acaso  me   veo  sola 
te  miro  en  mis  soledades, 
procurando  mi  consuelo 
grato,   dulce,  tierno,   afable, 

Entre  sueños   mi  reposó- 
me   perturbas  y    combates; 
pues   que  creyéndote   vivo 
siento   zelos  ,  furias,   males. 

Si   acordándome  de  tí 
mi   espíritu  se  complace; 
no  importa    que  el   corazón 
sienta,  sufra,  llore   y  calle. 

A   lástima    m.uevo   al  mund%- 
siendo  la   mas  fina  amante; 
porque  lloren  en   mi  pena 
hombres,  brutos,  peces  y    aves. 

Mientras   me   dure    la  vida 
seguiré  tu   sombra  errante, 
aunque  á  mi   amor  se  le  opongan 
agua  ,  fuego  ,  tierra  y  ayre  (  3  ), 


_  z^ne  corazón  por  einpedernido,  que  se  considere  se  ha- 
Tá  insensible  á  ia  poderosa  fuerza  de  esta  canción  ?  Ella  solo  res- 
^  pifa    '• 

ÍSO     Quando   se  trate    de    la  lengua  Quechua,  se   comceti  que 
e*  peculiar  a  ella  ministrar    composiciones  á  los  Yaravíes. 


mmm. 


■ppfWPiipPigiiiiWWWPfffwjw*i!-iii'ii"«j<jii.ni!iiijijyjiii)j¡....iu^^^^ 


iiij 


289. 
pira  dolor  y  pena  :  los  finales  áe  los  versos  repeticJos  por  et  re* 
tórnelo  di  la  Mésica  excitan  á  iásthna  y  mueven  á  dolor :  su 
objeto  es  manifestar  el  sentimiento  concebido  en»  la  muerte  de 
xm  idolatrado  amante  ,  y  se  desempeña  coa  la  mayor  elegancia  y 
hermosura  :  toma  por  asunto  la  viudedad  de  una  tóitola  que  ha 
perdido  au  consorte  ,  en  cuya  ausen.cia  no  halla  alivio  para  mi- 
tigar su  tristeza:  comparación  muy  adecuada,  y  símil  excelente 
que  manifiesta  el  natural  delicado  gusto  de  estas  sin  i|fuales  com- 
posiciones. 

Ya  me  contraigo  á  ias  demás  que  forman  el  encanto  d« 
la  Sociedad  ;  no  necesitaré  de  explayarme  mucho  para  hacer  pre-» 
senté  á  cada  uno  los  motivos  que  tiene  para  ser  amante  á  este 
Arte  divino.  Porque  |  Quien  no  se  deieyta  coa  la  hermosa  va- 
tiedad  de  tonos  de  que  se  compone  una  obertura?  ¿Quien  no 
admira  en  la  orquestra  la  diferencia  de  instrumentos  que  la  com- 
IjjDnen,  y  que  sonando  iodos  á  un  misroo  tiempo  heridos  en  signa 
diferente  formen  tan  grata  armonía  ?  Rompe  regularmente  por  ua 
alegro  que  suspende  la  atención  ;  y  quando  mas  engolfada  £S  ha- 
lla la  imaginación,  gastando  de  las  dulces  consoiíaacias,  admirando 
las  finas  apoyaturas,  y  elevándose  en  las  naturales  repentinas  tran-» 
sjciones  ,  siente  una  calma  la  mas  placejitera  ;  porque  comen2ando 
ei  Piano,  quedan  los  acentos  que  apenas  s?  perciben,  como  si  so-» 
naran  muy  retirados ;  pero  tomando  el  forie  su  progresivo  i  m  pul  «¡o, 
y  volviendo  á  .crecer  las  voces  heridas  con  mas  fuerza,  se  aviva 
Ja  imaginacioa  admirando  ía  mijtacjon  ícxtreinosa  que  ha  sentido 
de  un  instante  4  otro. 

Al  alegro  se  sigue  el  andante :  este  consta  de  tiempo 
mas  pausado,  y  su  ayre  es  serio  y  raagestuoso:  icnprime  ideas  vi- 
Vas  de  una  conversación  entre  cuatro,  é  cinco  personas  que  re- 
presentan los  loítrumentos  que  se  toíran  ;  guarda  orden  de  claú-^ 
sula5  ,  de  respuestas  y  otras  figuras  de  muda  retórica  ;  el  violin 
primero  es  qui^n  pre?i4e  (corno  en  toda  composición),  el  baxQ 
gobierna,  la  viola  intermedia,  y  los  segundos  vjolines  acompa- 
fian.  ¿  Pera  qué  cosa  habrá  para  un  aficionado,  ó  profesor,  que  lo 
Jlene  tanto,  ni  que  mas  lo  enagene,  como  el  penetrar  y  compre- 
hender  aquel  armonioso  drama  que  se  le  representa  per  medi© 
de  los  Instrumentos?  Figúrese  el  entretenimiento  mas  alahüeño  y 
íiechicero  ,  ninguno  es  cotejable  con  este.  La  afición  vehemente 
distingue  ,  penetra  y  alcanza  lo  mas  hermoso  de  la  armonía:  ya 
adii^iía  ios  delicados  trinos,    ya  las  oportunas  transiciones,   ya  los 

a- 


■i^.miinii 


ligados,  y  ya  en  fin  otra  multitud  de  bellezas  rntísícas  que  entrzti 
en  la  composición,  y  que  no  es  fácil  penetrarlas  Sino  e.  por  me- 
d.o  de  una  añaon  eficaz.  ¿Mas  por  ventura  lev  encanto/ de  es^ 
te  Arte  d.vino  están  reservados  s.Ao  á  sus  profesores  y  aficiona- 
t  J  .  menos:  todos  desfrutan  de  su  dulzura,  aunque  de  mo- 
do diferente  i  porque  á  estos  les  gusta  lo  triste,  á  aquellos  ^o 
alegre:  a  los  otros  lo  serio,  y  á  los  demás  lo  rna¿esruoso:  y  co- 
mo generalmente  la  Música  abraza  por  sn  armonía  todos  lol  sen- 
timiemos  humano,;  de  aquí  es  que  todas  las  criaturas  encuen trTa 
llnka!  ''"'^  '''''^'  ^  '"   temperamento    y    disposición    or! 

¿Y  acaso  necesitaré  detenerme  en  explicar  con  mayor  di- 
fusión esta  rriateria,  quando  os  considero  (amados  compañeros) 
con  sufcentes  luces  para  entenderla  ?  Vosotras  almas  felice  ,qui 
penetra,,  a  for.do  este  Arte  maravilloso,  podréis  disculpar  la  gn"^ 
rancia  con  que  me  he  producido.  Bien  sabéis  que  L  imponible 
f  ducir   a  la    consideración   de  los   humanos   sus    efecto,    div  no  ,  Y 

IrcihT  .r    '  "'"'^''\  ''    '^"S^"   ^^"^^^^^  excelencias    q«e    sola 
percibe   ei   espíritu   rápidamente,  y  que    son   accidentes    tanto    mas 
peregrinos   quanto  dificultosa  su   explicación.    ¿  Qué    otra   co.a    nos 
muestran   aquellas  admirables    trasformacione/ que  sentTa  TRey 
fcaui    qunndo  para    aquietarse    apetccia  oír    los    tonos    que    David 
tocaba    en    su    arpa?    ¿A    quien    se    deben    atribuir   tan   benéficos 
ltT%  ''"''■   ''  '  ''^"'^    "^  ''"^^  ^'  ^'^^^"O'  ^^^blimado  y   ñoco! 
^Lí  /rr^^*^"'    ^'"'""^^^^    interiormente    la    armonía  ?^  Idioma 
grato  a    todas  las   naciones  ,    á   todas    las     edades    y    á  todos     os 
sexos.    ¿Pero  que  mucho    .,  ^un    ks    mi.mo.   irracionales   se    ps! 
^an,  se    adormecen,  y  se   amansan  con   sü  imperio?  Y   así  no  pa- 
secera    agena   m   extraña   la  atnbucron   de  Arion  y  Orfeo,   quando 
^os   lo  representa   ia   Mitología  atrayendo  y  animando  coneTdu- 
€€  sonido  de   sus   liras  aun  á   las  cosas   insensibles. 
*;«r.«,,         "^'^  finalizara   mi  Discurso  ;  pues   ya  queda  explicado  el 

í  ular  la  d  "lo'sT'  "'''''  '%'"  '^""^^  en  general,  y'  en  par- 
In?i    r  Yaravíes,    qu^  ba  sido  todo   el  objeto  de  la  pre- 

sante discusión:   pero  parece    que  oygo   al    genio  Español  que   me 

tod.s  1^  naciones  ba  sido  inimitable  por  su  composición  ale- 
grey  festiva,  .u  son  tocado  aun  en  una  mala  guiurrüla  e.cí- 
tay  promueve  ia  alegría,  ahuyenta  ia  tristeza,  i,ní¡ta  .t  bayíar  V 
«»ca  d€tmo  a  m  apasionados. -¿  Pues  q«é  diré  de  nuestro  exce- 

itnte 


I    \j\u\  mm^^m^.Mmmmmmm'mmm 


I  iirtn-iM.riiri^if -  -'ifiíiffiííi  ■iiinSiaÍÍÍhi¿aaBaai«tti^ 


flBLi 


I 


Jente  Don  Maieo  (  4  ),  el  Tunto  (  5  )  y  ^^^^^  composiciones  y  to- 
nadas alegres  de  que  abunda  nuestra  Patria?  Estas  aunque  no 
llegan  á  ía  grandeza  del  Fandango ,  lo  x&vaQád^n  en  alguna  co-^a  de 
lo  alegre  de  sus  músicas  :  aquel  es  carácter  español  verdadero, 
que  así  como  los  Yaravíes  (  aunque  por  opuesto  estilo)  son  sin- 
gulares i  del  mismo  modo  el  Fan.lango  00  tiene  igual  :  bien  que 
en  nuestros  estrados  y  concurrencias  no  se  echan  de  menos  ni 
Voleras,  ni  Tiranas,  ni  otras  cantinelas  gracioía^;  pues  las  hábiles 
paisanas  se  han  hecho  capaces  de  toda  esta  Música  ;  pero  tie- 
nen en  sus  tonadas  patricias  otro  ayre  y  salero  mas  realzado,  cu- 
^a  gracia  po-íeen  con  mayor  naturalidad  y  perfección.  Esta  cla- 
se de  composiciones  vivas  y  de  poderoso  atractivo,  son  los  apo- 
yos mas  fuertes  para  manifestar  el  dominio  que  adquiere  la  Mu- 
sica  en  el  corazón  humano:  porque  á  la  verdad  j  quien  se  ha- 
rá insensible  al  Fandango,  al  Punto  ,  ó  at  Don  Mateo  ^  Yo  creo 
^ue  ninguno  que  tenga  sensación:  y  solamente  los  sordos  y  cie- 
gos que   no  oyen,  ni   ven,  estarán  libres  de  su  imperioso  atractivo. 

Sí  ,  Arte  divino,  remedo  de  la  Gloria,  noviciado  del  Cielo, 
fembele^o  de  tus  profesores  y  aficionados,  hechizo  de  la  vida,  en- 
canto de  la  Sociedad,  consuelo  en  los  trabajos,  lenitivo  en  las  pe- 
nas y  amarguras  del  corazón,  entretenimiento  angélico,  alegría 
del  pobre  y  del  rico,  regocijo  dei  joven  y  anciano  ,  verdade- 
ro exemplo  de  la  efiroera  existencia  humana  en  lo  dulce  y  bre- 
ve, y  complemento  de  los  deleytes  de  la  tierra:  tu  haces  al  ca- 
minante ligera  su  jornada  :  lu  disipas  las  zozobras  al  mil  mari-' 
nero:  tu  minoras  las  fatigas  al  industrioso  labrador:  tu  alientas 
y  diviertes  al  encarcelado  :  tu  haces  dulces  las  caaenas  del  cau- 
tivo j  tu  sirves  de  remedio  en  las  enfermedades;  y  tu  en  hrt 
por  tu  alto  origen  y  elevado  empleo  haces  la  complacencia  de 
Jos  Reres  y  de  los  vasallos.  Felices  los  genios  que  se  inclinan 
á  tu  meditación,  y  sacan  de  tan  honesto  entretenimiento  los  ut,^- 
les    conocimientos  de   comprehender  tu?  excelencias. 

Aquí  puso  fío  Skrawh  á  su  ra7X)n3miento;  y  un  general 
^plauso  de  sus  compañeros  que  inmobles  lo  habían  escuchado,  ma- 
nifestó la  complacencia  que  hablan  recibido  Alentados  todos,  y 
prontos  á  $er  6eles  aficionadios  á  tan  recomendado  Arte  ,  se  levan- 
la  ron  ;  y  tomando  el  zagal  Crisanto  el  violin  empezó  á  prevenid 
Jas  atenciones  ,  y  en  acordes  melódicos  acentos  entonaron  digno, 
íiítnnos  en   honor  de  la   sagrada   Música. ^ ^. 

'  (4')  T^iíáda  del"pais  que  consta  de  un  serio  y  alegro:  se  cati- 
tj^  y  se  bayla,  ^       j 

I    5  )    Eayle  muy  alegre,  pero  no  para  Estrados  senos. 


Foí.    A^tj^ 


I      MERCURIO  PERUANO      I 

DEL    día  »s    de    diciembre    DE    17?  í.  íl 

Í 


HIGIENE. 

CÁRtA  SECUNDA  DE   ERASISTRATO    SUADEL  RÉLATI^ 

va   á   las   precauciones   que  deben    observarse  en    lo«  Partos 
en  continuación  de  las   publicadas  en  el  Mere.  Núm.    4c. 

A 

**•  UNQUE  fa  Higrene,  aqaefía  parte  eaencíalísíma  de  k  Medi- 
cina que     trata   de   la  conservación   de  los  vivientes,  y  de   los  me- 
dios  para  precaver  las  dolencias  que  asaltan  ai  hombre  durante  su 
carrera  ,  haya  siáo   eí  objeto    que  he  notado  mas  propio   para  mi 
desempeño  :  como   en   ella  se  comprehenda  muy  bien  la  parte  pro- 
^iiyláctica,  y   no  solo  considere  al  cuerpo  sano  ,  sino  también    laj 
causas  que  pueden  alterarte',  la  separación  de  ellas,  justo  es,  pres- 
te materia  á    siis    refiedones,    Y   porque    anticipando    las    máxi- 
mas  de    conservación  desde  el    principio    de   nuestro    ser    (como 
convenía  \  era   indispensable    una    instrucción  á   las    preñadas   sO" 
hse   su    conducía  ,  por  depender  únicamente  de  estas  la   subsisten- 
Cía  de  aquellos  que  hacen  sean   conocidas  como  tales  ,  fué  esta  l^ 
inaterja  de   mi  primera  Disertación.  No  será  extraño,  pues,  que  en 
la   presente,  atendiendo   i  no  ser  minos  considerable  el  peligro  qué 
«teñen  de  perecer   los    que  por  sí   aun  no  han  empezado  "á  vivir,'  y 
*e   aproximan   ya  al     feliz     tiempo ,   en    que    la    ama    vivifique'  y 
ponga  expeditos  sm  órganos   vitales    para   el   mejor  desempeño  'de 
«as  íunciones  ;  me  dedique  á    manifestar  el     peligro  de  las   pai-tu- 
«entes  ,   las   precauciones  que    deben  observar   las    comadres    par*, 
SSLaacer  sus    deberes,  y    alguna  instrucción  relativa  á  la  corr^c- 

^  ^  '•  cioa 


"■""■""•■pippapnPill! 


393. 
cion  de  los    abusos  en  la  extracción   de  las  secundinas,  de  lo  que 
depende   tanto   el    restablecimiento  de  las   puérperas. 

Por  los  dolores  y   molestias  ,   que   en   pena  de  la    rebe- 
lión de   Eva  al  maniato  del    Omnipotente,  sufren  necesariamente 
$us  pósteras  en  el  tiempo   de   parir  (  i  )  ;  necesitan    estas   siempre 
quien  en  su   trabajo  las  socorra.   Y  aunque    las  Indias  y    mucha» 
de  las  Cortes  en  sus   partos  secretos,  é  intempestivos ,  logren   dac 
á  luz  su    fruto,  careciendo  de  ayudante  ;    no     puede   negarse    que 
aun  en  estos  casos-es  muy  útil  la  presencia  de  las  comadres,  así 
para  la  mayor  comodidad,  como  para   remediar  los  males  que  nin- 
guna  puede  estar  segura   no   le   han    de  acompañar ,   ni   molestar. 
Por  estas  razones,  el  Arte   de  partear  es    casi   tan   antiguo    como 
el  mundo.    La   Escritura   Santa  con    motivo  de  los    partos   de   Ra^ 
chel   y  de  Thamar  ,  y  de  la    resistencia    justa    de    dos    comadres 
Egipcias  al  precepto  del  ímpio  Pharaon  (  2  )  :  los  escritos  de  Pla- 
tón, explicando  sus   deberes  y  privilegios  en  Atenas,  de   proponer, 
é  igualar   los  matrimonios  (  3  )  :   los    de    Hipócrates  (  4 )  ,   Gale- 
no í,  f  )  >   Aecio  (  6  )  y   otros  :     la  Historia  natural  de   Plinio  (  7  ); 
Jas  Comedias  de   Planto  y   de    Terencio    &:c.    dan    v,n    testimonio 
auténtico  de  que   la  práctica  de  este  Arte   ha  sido  reservada  á  las 
jnugeres  entre    los  Hebreos ,   Griegos   y  Latinos,  para  satisfacer  los 
fueros  del  pudor.   Las    naciones    cultas  de  Europa  observaron  es- 
ta  máxima  tan  regular    y  justa,  hasta  que  por  los  años    de   1665 
habiéndose  llamado  á  Juliano  Clemente,  Cirujano  célebre  en   París, 
para  socorrer  un  parto  clandestino  ,  fruto  espurio  de  cierta  seño- 
ra y   de  su   Soberano,  se  hizo  común    la     asistencia    de    parteros 
en  Ja  Francia,  que  prontamente   fué    transcendental  á    los  demás 
Keynos.  Lima  ha  logrado  peritos  comadrones  ;  mas    al  otro    sexd 
se  ha  visto  siempre  privativa  la  asistencia  en   los  partos  naturales, 
llamándose  á  los  profesores  en  los  diñciles.  No  obstante,  debemos 

con- 


i 


(  I  )     Multiplicabo  aerumnas  iuaSy  et  conceptus  tuos  :  in  dolare  ^tf- 
fits  filios.  Genes.  C.  3.   v.    16. 

(2)     Id.   C.    35^   V.   26.  et  cap.   38.  v.   27.   Exod.  C  2.  V.  2;* 

In  teaeteto. 

De   morb.  muí.   I.    1.  part.   76.  et  93. 

In   aph.  comm.   5.  aphor.   $;i.et  62.  de  natur.  íacult.  !«• 


(3) 

(4) 

(5) 

.  c.   3. 

(6) 
(7) 


Tetrab.  4.  Serm.  4.   cap.  22. 
}J)s,  sS.  c,  7.  et  lib.  32.  c.  20. 


ésiiv^sa^g^ll^^l 


•"-'-'^^'-"■"""^ 


ÉP4. 
confesar,  que  esta  parte  tan  ótil  ¿e  la  Cirugía,  no  ha  logrado  au«i 
entre  nosotros  aquella  perfección  que  se  merece.  Las  parteras 
de  Lima  se  apropian  este  título,  sin  inas  principios  ni  reglas  que 
una  asistencia  ciega ,  y  sin  mas  conocimientos  que  los  que  ofre- 
ce la  experiencia  propia,  é  inspección  de  otras.  Así  la  presencia 
del  Cirujano  ha  sido  inevitable  aun  en  muchos  casos  en  que  una 
comadre  instruida  fuera  suficiente  :  pero  no  hallándose  una  de  es- 
te carácter  entre  tantas  que  tenemos,  y  sirviendo  solo  para  reci- 
bir el  feto,  y  ligar  la  vid  5  deberían  llamarse  con  mas  ra7on  que 
las  parteras  de  los  Griegos,  Omphalotomoi,  Urr.bilisecae,  o  cortado- 
raí  del  cordón  umhHkah  Es  digno  de  compasión  que  en  una  ciu» 
dad  populosa  no  se  encuentre  una  muger  capaz  de  instruir  en 
€Sta  materia  á  las  que  quisiesen  pisar  sus  huellas  ,  y  de  auxíliac 
cea  método  4  las  que  implorasen  su  socorro.  Un  Maestro  peri- 
to señalado  por  el  Superior  para  instrucción  de  las  que  exerceti 
el  oficio,  y  coit  facultad  de  privar  de  este,  á  las  que  no  recibie- 
sen su  doctrina,  sería  un  medio  seguro  de  evitar  los  freqüentes 
daños  que  ocasiona  la  ignorancia  de  nuestras  parteras.  ínterin 
£ste ,  ú  otros  recursos  semejantes  se  toman  por  las  personas  á 
quienes  compete^  la  facultad  de  las  comadres  será  muy  limita- 
da, y  la  ayuda  del  Cirujano  ?n  las  mas  ocasiones  necesaria.  Y 
como  aun  siendo  tan  estrechos  los  deberes  de  aquellas,  en  nues- 
tro pais  por  su  ignorancia  son  muchos  los  errores  que  come- 
ten en  su  ministerio ;  y  habiendo  profesores  que  tropiezan  aun  en 
aquellos  casos  en  que  el  parto  natural  necesita  los  socorros  de 
ia  Cirugía  ^  ya  que  la  inteligencia  de  los  convenientes  al  difícil 
y  trabajoso,  requiere  otras  nociones  que  supongo  distantes  de  las 
personas  á  quienes  este  rasgo  se  con<;agra,  cuya  limitación  tampo» 
co  puede  comprehenderlas ;  rne  ceñiré  á  la  exposición  clara  y  cotn- 
prehensible  del  parto  regular,  y  dar  algunos  preceptos  que  pue- 
dan desterrarlas  tinieblas  de  la  ignorancia  en  este  asunto,  aliviar 
las  madres,  y  conservar  los  hijos.  La  teoría  sobre  el  mecanismo 
del  parto,  ó  el  conocimiento  de  los  esfueszos  y  resortes  de  que 
se  vale  nuestra  máquina  para  la  exclusión  del  feto,  debe  prece- 
der al  de  los  medios  de  facilitarla:  pues  siendo  la  naturaleza 
quien  sola  comienza  y  perfecciona  esta  obra ,  no  podrá  el  arte 
prestarle  á  ciegas  su  auxilio,  y  sin  la  prenoción  de  los  medios 
de  que  se  sirve   para  concluirla, 

Quando  ya  el   feto  ha  adquirido  la  debida  extencion,  y 
sus  órganos  \^s  disposiciones  necesarias  para  el  exercicio  de  aque- 
llas 


■  /.,á^rT^a¿-.,-r».»ir7-.-i 


^él  cüérpb  le  jiíepara  isu  salida.  La  cábela  que  como  mas  lige» 
ira  respectivamente,  aunque  voluminosa,  ocupaba  la  parte  superior 
'hairándóíe  mas  pesada  por  él  aumento  en  el  celebro,  muda  de  si^ 
•tüacion  y  se  coloca  en  el  cuello,  siguiendo  las  leyes  invartabies  de 
ía  Hidrostátic'a:  contrrbuyendo  á  esta  que  ííaman  tolteta  el  «umen- 
'to  considerable  del  hígado  y  pulmones,  y  extencion  de  los  hue- 
«écirios  de  I6s  oidos  y  narices.  Luego  que  el  feto  ha  baxado,  las 
Übras  del  segmento  inferior  del  útero  se  alargan,  y  su  resistencia 
disminuye;  el  fondo  y  cuerpo,  como  sus  antagonista?,  adquieren  nsíu 
fuerza:  sus  fibras  musculares  se  contraen ;  fa  imj^resion  adoros» 
'láe  los  pies  del  feto  favorece  esta  acción,  que  se  comunica  úl 
diafragma -y  naúsculos  del  abdomen,  quienes  obran  con  mas  fuer* 
"*a  sobre  el  otero,  por  estar  este  colocado  en  la  dirección  del  e^ 
^e  Ja  pelvis,  que  se  puede  casi  mirar  como  la  dragona!  de  esta 
Jnisma  acción  compuesta.  En  virtud  de  este»  esfuerzos  los  dolore» 
;Í5e  aumentan:  el  feto  3e  precipita:  los  nervios  del  segmento  infe- 
''tior  del  útero  se  aíloxan:  los  humores  contenidos  en  sus  vasos  « 
cuelan:  el  licor  del  amnios  sale  con  el  feto:  el  fondo  se  vacia: 
idisminuyendo  la  resistencia  se  contrae  con  mas  fuerza;  y  hallán- 
dose franca  la  salida,  cae  el   feto  á  plomo  por  su  propio  peso. 

De  la  historia  del  parto  se  deducen  los  deberes  de  la» 
^tsonas  cuyo  cuidado  es  facilitarlo:  las  contracciones  del  fondo 
*;tíeja  matriz  despiden  el  feto,  quien  las  excita  como  cuerpo  ex- 
traño: luego  los  medios  que  favorecen  dichas  contracciones,  y  ca- 
Jpaces  de  apartar  lo  que  le  sirve  de  obstáculo,  deben  ser  em- 
'tileados  para  facilitar  el  parto.  Los  cordiales  ligeros,  corrsborando 
las  fibras,  son  útiles  en  las  débiles  enfermas,  y  convalecientes  in- 
'Capaces  de  esforzar  y  resistir  los  dolores:  mas  fuera  de  estas  citw 
tunstancias  son  nocivos,  y  deben  repudiarse.  Las  causas  mas  fre- 
cuentes que  se  oponen  á  la  libre  contracción  del  útero  y  múseií- 
Jos  del  baxo  vientre,  son  la  distencion  de  los  intestinos,  la  de-Ja 
"^vexiga,  la  plenitud  sanguínea  de  los  vasos  uterinos,  y  la  mala  si- 
^tuacion.  La  corrección   pues    de  estas  iremos   explicando. 

La  repleción  de    los  intestinos  causa    los    cólicos  y  áO'm 
^4ores  falsos  que     retardan  el    parto  y    lo  dificultan  r    la  frugalidad 
'^nlos  alimentos  la  precaven,   y  las  lavativas   producen   er  desaho- 
go que    se  requiere  en    este  tiempo,  sin  cuya  precaución  salen  iia 
lieces   con  el   parto  ,' manchan    el  'lecho,   y    molestan    á  la  coma- 
Üre.  Los  ¿iistéfes  tan  necesarios  guando  empiezan  los   dolores  pos 

es- 


1 


éstié  circtinsfaocíaí,  s&n  iniít'ííe$  aguando  ía  cabeza  S€  ÜaUa  empe- 
gada en   la  f>€lvis  comprimiertdo  el  intestmo  recto  :  pues    como  [o# 
doiores    verdaderos  son  ocasionados   por    ¡a   acGÍon    del    fondo  def 
j&tero,   las    ayudas    irritantes   no   los  excitan  (  como  vulgartnente  sft 
cree)   sino   fatigan  á  la  parturiente  sacudiendo,  é  irritan-Vola  mattiz. 
Las   pletÓTTcas  que  tienen  un    pulso     vivo    y    fuerte  ,   ila 
«afa  roxa   y    la  respiración  difícil  ,  deben   sangrarse   en  este   tiem- 
po ,   con   especialidad   si   durante   la   preñez    no    se  sangraron.    Los 
'Antiguos  fundados  en    la  doctrina  de   Hipócrates  (  8  ),  observaron 
constantemente    la  máxima    de  sangrar  del.  pie  en    el    tiempo   áel 
-trabajo:    de  ios   Modernos    muchos     sostienen    que    ía  sangría  4el 
trazo  lejos  de    retardar  el  parto,  antes   \o   facilita.    La   experiencia 
que  ¡era  el  norte  de   los   padres   de    la    Medicina  ,    les    enseñó  la 
utilidad   de    las    sangrías   inferiores.  Galeno   y  sus    sectarios    con- 
íilirmarün  la  doctrina  Hipocrática  ,  con    sti  teoría  de  la    revulsión: 
^sí    en   las   inflamaeiones   de  útero  generalmente,  díxo  Calente,  debía 
•angrarse  del  tobillo  (9);  por    lo   que  era  consiguiente  la  propusiese 
-en  el   parto   difícil.    Pero   los   Modernos  ilustrados    con  el    hallaz- 
go del  círculo  perenne  de   nuestra   sangre  ,  instruidos  con   las  ob- 
servaciones anatómicas ,  han  destruido  justamente   la    opinión   Ga* 
íénica  ,  conviniendo  en   que  la  sangría   del   brazo    es    preferible  ei» 
Jas  iriffamaciones    de  qualesquier   viscera    del   vientre  :  y   la    segu- 
oridad  de  esta    doctrina    está   firmemente  apoyada    por  sxa   admiya- 
(bies  efectos.    De  aqut    se  originó  sin   duda  sangrar  del    brazo  ^n 
f-el  parto  que  se    retarda    por  plenitud  de    sangre  en  los  vasos   ute- 
-rinos:  pero  si   la  sangría   del  pie    no  puede   disminuir    la   acumu- 
'•lacion  de  sangre  en  el   útero,  sino  antes   aumentarla;  ¿  porqué  los 
'jnas   de  estos  Autores   dicen  que  en  la  supresión  menstrual  se  san- 
^gre   del   tobillo  ?  ¿  Como   vemos  promoverse  el  flaxo  ,    quando    poc 
«ste  medio    según  su  doctrina  debia    recargarse    el    útero  ,    y  Jo» 
-menstruos  suprimirse  ?  Por  la   Fisiología  se    explica    muy     bien    Án, 
pUtilidad  de  las  sangrías  en  este  caso.  Las  principales    arterias  de  Ja 
•jnatriz  nacen  de  la    bipográstica ,  ó  ilíaca  interna :  sangrando  ¡áel 

pie 

yu  ,1    11,  I.,    ,,,—m  ,1  -..     .  I  iH       ,  .  I      ,m  m».^  '—  ■■■■  ■. '  _         J      ^ii...  i  ..i  .. ^^ 

(-8  )     Si  praegmns  ^multo  tempore  inmoretuf  ef  pürjure  non  pQSí^, 
-  xeddiehus  plufíbus  eos  partus  dolor jhut  lul-aret  í  sít   autem  jupeMS.Jff 
wgore,  ^ef  multo  sanguine  refería  tecare    opifríet    venas  in  maholjis, 
■Ét   sanguinem   -dstfahert   tiirium    respeetu   habitó,  L>     i.    4e    mQsK 
inulier. 
(9)    Lib.  de  curatid.  fta^ ^ec  j^en,  ^«4« 


iil 


207. 
píese  aciisra  el  curso  de  la  sangrs  por  !a  maca  externa;  á  la-  hipar 
grástica  se  dirige  poca,  y  mucha  mtínos  por  hallarse  lento  su 
ciirío  en  los  vasos  uterinos :  luego  se  hará  una  revulsión  apar- 
tando ,  ó  disminuyendo  el  impulso  de  la  sangre  que  debia  ne- 
cesariamente encaminarse  á  la  matriz.  Debe,  pue?,  prevalecer  la 
autoridad  de  Hipócrates  sobre  la  sangría  inferior  en  el  parto , 
quando  concurren  las  circunstancias  que  previene.  No  obstante, 
confieso  que  pueden  ocurrir  varios  casos,  en  que  la  sangría  del 
fcrazo  sea  preferible ,  como  inflamación  intensa  y  otros  :  pero  es- 
íos  han  de  ser  manejados  por  profesor  diestro,  que  sepa  conocerlos 
y  meditarlos:  y  aun  entonces  convengo  con  Escardona,  que  después 
de  la  del  brazo  se  repita,  si  hay  indicante,  otra    del  pie  (  10  ) . 

La  situación  es  uno  de  los  requisitos  para  la  comodi- 
dad de  parir  ;  y  aunque  en  qualquiera  se  puede  verificar  siem- 
pre que  ei  parto  sea  natural  {  1 1  ) ;  y  nó  obstante  que  ninguna 
puede  ser  permanente  por  evitar  las  molestias  á  la  parturiente  , 
que  debe  reposar  en  los  intervalos  de  los  dolores  sobre  la  silla, 
é  el  lecho :  según  los  conatos  que  la  naturaleza  mecánicamente 
Csciía  ,  y  el  conocimiento  sobre  el  modo  de  exercerse  sus  fun- 
ciones ,  puede  explicarse  la  postura  mas  propia ,  y  que  dexa  li- 
bertad para  hater  grandes  esfuerzos.  El  parro  se  coadyuva  pot 
la  contracción  de  los  músculos  del  baxo  vientre  y  diafragma: 
para  que  estos  ss  contraigan  con  mas  fuerza  ,  y  que  las  entrañas 
del  vientre  se  compriman  ,  es  necesario  que  los  huesos  á  quienes 
se  atan,  sean  fixos  é  iamobles.  Ksíos  son  los  da  la  pelvis  j  las 
vértebras  de  !os  lomos,  y  ei  pechos  la  pelvis  se  fíxa  estándolo 
Jas  extremidades  inferiores:  conviene,  pues,  quando  los  dolores  co- 
inienzan  ,  que  la  muger  se  halle  de  pies  >  haciendo  esfuerzos 
contra  la  tierra  :  as?,  la  contracción  de  los  músculos  de  pies  y 
muslos  es  mas  fuerte  ,  y  obra  sobre  las  rodillas  y  pelvis  ,  espe- 
cialmente si  la  comadre  comprime  aquellas  al  tiempo  de  los  do- 
Jores  ,  para  que  tengan  un  punto  de  apoyo.  Los  pies,  los  muslos, 
Jos  ríñones  y  la  pelvis  asi  fixos  ,  hacen  lo  estén  los  músculos  del 
baxo  vientre,  pues  en  ellos  toman  su  origen.  El  pecho  es  firme 
siéndolo  el  vientre  ,  y  las  extremidades  superiores  :  para  esto  co- 
gerá la  muger  con  sus  manos  algún  cuerpo  que  resi-,ta :  procu- 
rará poner  en  rigidez  sus  músculos  :  que  los  del  pecho ,  el  lar- 
'  guísi- 

(10)     De  morb.   muí.    c.    ro. 

(  í  I )    Levret  L'  art.  des  accouchem, 


'..WJII.'U.II**      w 


mmmmfmixmrm 


25)8. 

gilísimo  de  la  espalda  ,  ]o$  de  la  espaldilla  y  clavículas  se  con- 
traigan ;  y  la  parte  superior  del  pecho  quedará  inmoble.  El  pe- 
cho y  la  pelvis  así  fixas  ,  lo  son  también  las  vértebras  ,  y  mai»' 
si  apoya  sus  riñones  contra  la  pared,  ó  cosa  semejante.  Guarda- 
ráse  sí  mucho  la  comadre,  de  fatigar  á  la  madre  quando  Jos  do- 
lores son  falsos,  y  que  no  se  extienden  basta  el  pubis;  pues  er». 
su  distinción  de  los  verdaderos  debe  poner  la  major  aienciott 
y    cuidado. 

Las  unturas  oleosas  son  titiles  siendo  moderada?;  pues  con 
exceso  consumen  las  humedades  viscosas  mas  proficuas  que  todos; 
los  linimentos. 

Puestas  en  práctica  las  máximas  referidas,  si  no  hay  obstá- 
culo para  la  salida  de  parte  de  la  madre,  ni  del  feto,  el  parto  se 
verifica:  libre  la  cabeza  se  sirve  de  la  barba,  para  descubrir  la  es- 
palda agitándolo  suaveme.nte  de  un  lado  y  otro,  y  sin  tirarlo  en 
Jinea  recta.  U!tim-amente  ;  ya  fuera,  se  practica  la  ligadura  ,  como 
es  sabido,   y  se  entrega  á  una   asistente. 

Si  las  secundinas  no  siguen  al  feto,  su  expulsión  es 
un  segundo  parto  que  se  obra  por  la  mecánica  que  el  prime- 
ro: si  tardan  en  desprenderse  ,  exáminaráse  con  prolixidad,  si  el 
ilícro  se  halla  ocupado  de  otro  feto  :  su  existencia  puede  con- 
jeturarle 5  quedando  el  vientre  tum.efacto  y  extraordinariamente 
duro.  Los  esfuerzos  para  tirar  la  placenta  en  este  caso ,  produ- 
cirán una  hemorragia  igualmente  funesta  á  madre  é  hijo :  pero 
si  la  extencion  igual  en  el  abdomen  ,  con  una  tumorosidad  li- 
»iit?.da  ,  blanda  y  sin  resistencia ,  manifiestan  que  el  útero  solo 
se  halla  ocupado  de  las  pares  ,  el  Arte  debe  contribuir  con  sus 
socorros.  Las  lavativas ,  supositorios  ,  inyecciones  acres,  vomitivos, 
purgantes  ,  errhinos  ,  emenagogos ,  son  perniciosr s  y  freqüente- 
mentc  mortales,  como  advierte  el  insigne  partero  Rocderer  (  12  ). 
Si  la  matriz  con  sus  contracciones  no  basta  á  desprender  la  pla- 
centa ,  los  remedios  dichos  aumentan  el  curso  de  la  sangre  al 
■útero  ,  y  este  se  infiama  no  pudiendo  consumirse  aquella  por  la 
ausencia  del  feto.  Si  la  separación  es  parcial  ,  la  hemorragia  es 
inseparable  y  muchas  veces  funesta.  Diré  con  Levret ,  que  estos 
remedios  son  efecto  de  la  ignorancia  de  los  tiempos  pasados,  y 
de   un  empirismo  el    menos  instruido  (13).  Los    vahos   emolien-^ 

tes 


(  13  )     Elem.  de  I'  arí.  des  accouchem.  pag.   15)7. 
(13)    Ibid. 


yiiirtili^-  ii-i¡T¡-''i|ií¿;^ífeMl*iiiiaÍÍlii 


tes ,  y    fas  sac.üdjdaí  suaves  ¿leí  cordón  ,  ,son    tnuj    convenientes  •• 
iíi'ds   debe  tirarse   cen    cautela     por     no  romperio ,   con  especíalidatí 
si  es   frágil  ó   sangtiinco  ,    y    por  el    temor    de    la    hemorragia.    Si 
nftto   no   bastase,  ínediíará   sobre    la     extracción.    Si    la   placenta  no 
st  halla  separada   total,  ó  parcialmente ,  la  operación  debe  diferir- 
se ,  y    tanto    mas ,  quanto  el   parto  haya  sido   menos    próximo    a! 
noveno  mes  s.olar,   la  experiencia  ha    manifestado  que  después  de 
sesianas   y  meses    la  placenta  se    ha    desplegado    con    felicidad  ,  j 
aun  disuekocon  los  loquios  :  así    lo  asegura  el   inmortal  Ruyschio, 
después  de  mas  de  cincuenta  años    de  observación  {14).  Pero  el 
tüígo   imprudente  se   conturba,  si  Ids  secundinas  no  «e  arrojan  pron- 
tamente :    desprecia    los   consejos    de  aquellos  que   esperan  con  cor- 
dura los  esfuerzos  de   la  máquina;  y  estímala  animosidad  délos  que 
Si    Sáléñ  con   felicidad    de    su    atentado,   es  poniendo  en   grave   pe- 
ligro á    la   parturiente,  como  suele  verificarse.    La  placenta  se  ad- 
Iiíeíé  al    útero   por    unos     pesoncilj.03    carnosos    que  son    recibido* 
en   otras    tantas  cavidades   de    esta    entraña  ,    cuya  adherencia  ha 
continuado  nueve  meses.  ¿  Que  fuer<za,  pues,  será  necesaria  para  se* 
pararla  í  ¿  Y  quantas  veces  ha  sucedido  volcarse  el  útero  por  ella  , 
dilacerarse,  y   hacer    los   esfuerzos    sobre   esta   viscera   sensibilísi- 
ma,   espeaalmente    si    Calta    la     guia    del    cordón,    quando    ello* 
deben   limitarse  á   Ja    par  ?   La  separacíoA,   pues  ,    total  ó  parcial, 
^ue   se  advierte  por   una  ejcpuls-ion    de  sangre    en  el    parto,    an- 
tes 6  después  de  él,   es   únicamente  la  que  pued^   arrimarnos    á 
fe  operación     Entonces  no  es  muy  difícil    colocar  la  mano    entre 
«útero  y    h   placenta,  y  desprender  £sta :  pero  í  que  accidente* 
juelen  entonces   ocurrir?  Si  el  útero  se  halla  en    estadp  de  Lr^ 
<ia    coitu)   dic^  Levret   (i?).   sino  se  ha  contraído,  y   forma  ua 
Wmor  circunscripto,  piriforme   en  el    vientre  5  los   vasilios^   abier- 
fo^  no  íc  cierran      la    hemorragia  continua,  y    la  enferma  perece. 
rOxala    nt^estra   Corte   lograra  mayor  atención,  estudio  y  escrupul 
fostdad  en  esta  materia  I   La  conservación    del  viviente    y  repara- 
eon  de    sus  dolencias,   es  justo  merezcan  superior  atención    á   I4 
que  se    aphca  en  los  aiversos  apuntos  que  el    ínteres,  vanidad  y 
de  eyte  fomentan   ciegameme.  Conociendo  esto  los  sabios  y  pi^do- 
ir. j^rr^'  -']'  ^*  ^"'f^^'  establecen   y    conservan    Sociedade.^ 
4S*1^.  r    -'"*   I  chirurgicas,  animando  con   premios    al  tra^ 
ira^o   y  desempeño.  ¡  Feli^  el   Perú,  si  llegase  á   poseerlas» 


(14)     Tract;  Anatófti, 


(15)    Ibid- 


ESTADO  QUE  MANIFIESTA  EL  VALOR  QUE  EN  CAUDALES   Y  FRUTOS 

han  extraído   baxo  de  Rexistro,  de  el  Puerto  del  Callao  para  el  de   Cádiz  ,  los  Navios 
que  se   expresarán  en  los  meses  de  Abril,  Mayo,  Junio  y   Dicienfibre  de    1791- 


NAVIOS. 

De  cuenta 

de    la   Real   Hacienda. 

Caudales. 

Frutos. 

Totales. 

Diamante 

levante  .......   . 

San  Pedro 

Galg*  ......,,. 

Concordia  ,.  ,  .  ,   ... 
Sta.  Ma^:]^  Magdalena,, 
PÍ14Í  ..,.,..,, 

1 1 6.000  : 
n8.<5í5  : 
24f-í>i8  :  3 
I  j  5,000 : 

46.98»  :5| 

20.000  : 

>    .  ,.    .    . 

•    •,••• 

3.050  :  3 

1.316:  j 

1 1  6x00  : 
128.655..: 
245. pi 2  !  3 
15  5^)00  : 
49.013  :  0  }" 
,20jooo  : 
i.3«<5:5 

7i2,J50{of 

3-347  ••  0 

7' 5-897:  oi 

De   cuenta  de   Particulares. 


Caudales. 

103.370  :  i_í 

8 

1.029.309  :  4  I 

1.669.215  : 4 

889.427  :  3  7 

294,372  :  I  I 

i5>-«43«2|' 

112,610  :  5  3 


Frutos. 


,87.262 .:  I  I 
186.775:  3  I 
149.724:  I  i 

í>3,,542  f.  i  i 
116.283  {  6 

$0-395  :  2  i 
50.562  :  3 


Totales. 


8 
i,3í^.p8;  : 

1.8^8.939:  5 í 

^Si.pjxií.o  3 

8 
410,654:7  i 

^03^38  :  5 

163,173:  o  3. 


4.2  50,i48:6  ,  \  733-544:  7  í'  4-983-693  ;6_i^ 


Reun;on     de     Valores. 


Caudales. 


Frutos. 


219.370  :  I  _5 

8 

1.157,964:4! 

i.pj  5-^^7:7 

1,044,427  ;2j 
.8 
34» -3 54  :  7 

171.8,43  :  2Í 
U3.6i.o  :  5  3 


Totales. 


87.262  :  a  |í|    Z06.612  i  3J 
'  8 

^86.775:3  4.1  1.344-740: 

149. 72.4  :  I  i     2x164.852  :  o  i 


92.542^5  f 
128.313^1  [ 
50.395  -  2  t 
.51.8719  :  o 


4.962.698:6-7     7i6S9i  ■  7  I 


1. 1 36.970:  03 
8 
459.668  :o 

Í22.238 :  5 

!  64,489  :  5  5 
"8 


5.699.590  ;6_5 
8 


jv  O  r  ^  ^. 

i,^  No  se  incluyen  algunas  especies  de  nfiuy  corto  valor,  y  que  no  son  re- 
lativas á  Comercio ,  como  son  aquellas  de  los  tres  Reynos  destinadas  pa- 
ra el  Gabinete   de  Historia  Natural.  .  , 

2:  El  valor  de  los  Frutos  está  considerado  conforme  á  los  precios  dados 
por  los  Vistas  de  esta  Real  Aduana  com  conocimiento  de  las  mismas  par- 
tidas que  se  han  embarcado. 


*9^ 


EL 

el 
de 


fiñ'ds  del  i 
sí  es  fr0v 

sé  h:a.Ila>CS 
sé,   y    t 
ifóX'eno 

seínanas 

aun  dis\ 
diéspues  ._^ 
tlllg/)    i, 
tajnente.- 
cTürá  lo5 
Si    sáléñ 
lígro  á 
hkíé  al 
tn   otra 
continua 
|>ararla 
dilacen 
tíiá .,    es 
deben     J 
^iie  Sé 
tts  ó   ( 
H  ope« 
él   úter< 
«uelén 
éja,  cór~ 
flimot  ^  I 
fo<?  río 
t  Oxalá-i^ 
fósidad 
tion  di 
4ue  se 
deleyte 
Sos   Me 


?í>4. 


*5:í 


í;2 


4-2  jc 


iV 


I 


;•  ÍVT'ÍJPAJ.^^,.^ 


^"Íh*t^ 


"jBd  semsiui  s^i  9p  oji 
sop^p   sopaad  soi  b  ; 


(14)     Tract;  Ánatófñ. 


(ijj    íbíd- 


X«.^, 


mnmw"*^ 


1 


•^^•^ 


í     Nóm.   lo? 


Fol.  30d, 


;rcurio  peruano     t 

é  f 

é  DEL    día  39    DE    DICIEMBRE    DE    179 1.  f 


NOTICIA    DE  UNA    SOCIEDAD   PATRIÓTICA  ,  Y  DE   UN 

Papel   Periódi;.o   nuevamente    estabiecidüs    en    la   Capital 

de  Quito. 


•*'  lENE  ía  cnerte  ¿e  Tof  Pueblos  no  tréros  qne  1tv<;  cisrrpn?  ff- 
sií.os  su  indi«}:ensaMe  vstincit^n.  A  la  n~T<s  bril^sítc  pn  s  pe  viciad  su- 
cede la  épr<a  de  íu  dtcacitrcis  ,  y  l?  n  i'rr.a  2' i. ndóoi  ia  "-{.líí'a 
ocasionar  en  un  país  u  i;kimo  ext-rniiníc^,  aunque  no  sea  sino  porque 
se  dt'?t  aidan  los  jmtf^ií'í  de  con.'tTVPi;?.  a.'i  <  <  rro  el  labrador  im- 
prudente olvida  el  cvihivo  de  sus  tierras  quatido  fin  sf;-ne«  reco- 
ge lo":  opítros  fr('*f  5;  que  le  r'odu'cen'  voluniíiíiaft.  La  índu'tria  y 
las  Arte-s  ííh  n-'éíct'--  {^tendidas  en  ti  pvge.  de  ia<;  riqueyas  :  peto 
C^tñs  se  di'srrin, 'H  á  {.-rcprr. -on  cuc-  «-e  ábandtna  ese  mana  ntíal 
Sríuio  r'e  '■&  |F<v{tiií'sd  jitii-a  Ai  cortrario  la  decadencia,  ó 
eS' n'cz  de  nn  tuíbio  '^ireSe  ser  el  regirte  c^ne  agita  los  espíritu."?, 
(6  para  emuíar  ion  los  ísfuerzcs  del  g.rte  la  fortuna  de  los  otros j 
ó  para  rccuperfir  íu  ?niii,uo  tipiendor  cjuar.do  lo  perdieron  adcr- 
jneudos   en   la   abundancia. 

Quito  fvé  Ufa  de  las  íTías  florecientes  y  opulentas  Pro- 
vincias de  la  /rrérica  treridlonal  á  causa  de  las  riquezas  qué  le 
íendian  Io,9  di^-fctsus  ran'ios  de  su  rotrercio  at-tivo.  Desde  fines  del 
sif-'o  pasado  romt¡n7Ó  á  dtcger  fensibkniente  :  y  reducidas  á  una 
quinta  parte  de  ló  que  antes  eran  sus  haciendas,  obrages  ,  y  ma- 
ruíacturas,  hoy  ro  yrÉ'erta  ñas  cue  un  triíte  esqueleto  de  -su 
Siiteiitir  ^jpiiitncjaj  iüíiiendo  por  todas    j^aties  los    snás    dolorosos 

S  í  «fec» 


I 


efectos^  de  su  nitf?erabte  Gonstítucion  Ti  ).  No  es  de  nuestro  ins- 
tituto indagar  aquí  las  :cau.3as  ^ae  la  hayan  motivado;  bástenos 
decir  que  el  mal  no  proviene  de  alguna  cuíp.b'e  decidía  en -los 
nacionales,  quienes  siempre  activos  no  han  cesado  de  trabajar  ea 
combatir  lo5  principios  de  su  desgracia.  Úítraamente  han  redo- 
oblado  sus  esfuerzo?  para  reani;Tiar  ajjuei  R.-yno  agonizante  :  en  ro- 
ído él  ha  Comenzado  á  fermenta-r  el  patriotis,mo-,  y  desde  el  año 
'de    1789  Qaito    pudo  haber  experimentado  suí  ventajr-)sos  efectos. 

Uno  de  aquellos  genios  de  superior  orden,  á  quienes  ani- 
ma.  un  heroísmo  de.  que  apenas  cada  sit^ío  presenta  un  exeinplo, 
abandonó  las  delicias  d.-.  una.  vida  fíiosófica  solo  por  venir  á  em- 
plear sus  riquezas  y  sas  laces  en  la  prosperidad  de  su  Patria. 
tEl  Señor  Cond<e  de  C.asa-Gijnn  (nombre  ilustre  que  algún  dia 
deberá  ocupar  lugar  diítínguujo  en  la  hi.-;toria  literaria  de  la  América  ) 
durante  largos  años  «^  habia  hecho  célebre  e  1  la  Corte  de  España,  no 
"menos  que  entre  los  Sabios,  por  sus  talentos,  su  ümtracion  y  sgs 
servicios  (  2  ).  Gozaba  por  fruto  de  estos,  esos  tranquilos  placeres  del 
espíritu  que  ^desconoce  la  ambición  del  cortesano  tumultuoso,  y 
solo  se  manifiestan  á  la  penetración  del  verdadero  sabio:  mas'co- 
mo  este  antepone  el  bien  púbíico  á  su  particular  comodidad,  al 
Conde  tocaron  menos  los  atractivos  que  pudieran  fixario  en  Eu- 
ropa, que  la  situación  infeliz  de  sus  compatriotas.  Concibió  desde 
Juego  el  designio  de  prosperarlos,  trasladando  á  Quito  todas  las 
luces  y  establecimientos  útiles  que  vio  adaptables  á  ia  constitución 
del  Reyno.  Consistiendo  la  miseria  de  este  en  la  ruina,  ó  atra.o 
de  sus  fábricas  y  demis  ramos  industriales  que  en  otro  tiemp» 
lo  hicieron  florecer;  fué  su  principal  objeto  conducir,  impendien- 
do crecidas  sumas  de  dinero,  operarios  y  artesanos  hábiles  de  Eu- 
ropa ,  y  quanto  pudiese  influir  al  sólido  establecimiento  de  laí 
manufacturas,  como  también  á  la  perfección  y  aumento  de  las 
Artes.  Sus  medidas  fueron  las  mas  bien  meditadas ;  pero  el  hom- 
bre no  es  responsable  al  éxito  de  sus  empresas ;  ni  su  penetración 
puede  extenderse  á  precaver  obstáculos  que  no  están  comprehen- 
didos  en  la  serie  común  de  los  sucesos.  Varios  adversos  acciden- 
tes 


(  I  )  Vid.  Informe  del  Señor  Presidente  Pon  Juan  Antonia 
Mon  y  Velarde,  dirigido  al  Excmo,  Señor  Ministro  de  Indias  en 
j8  de  Junio  de    1790. 

.  i^i    Vid.  ^^^'^"a*  de  la  Sockdai  Económica  iüih.   i?. 


■> 


JOB. 

fes  retardaren  h  ex?<"ur*on  Se\  proyecto  fiasta  ¿envanecerlo  e»* 
tf  remonte,  Qu-tí  no  lie-vC  á  palparios  efectos  de  lo  que  medita- 
ba á  ^u  fa.í)r  eíte  sabio  ra  ri*  io ;  mas  no  por  eso  es  él  menos  acree- 
dor á  qu3  la  graíiiud  perpetúe  su  memoria  eri  los  monumentos  mas» 
e>tables  q.ue  *  cnservan  la  ce  io,s  padres  de  la  Patria  :  sus  designios  de- 
ben coní;iderar=;e  cí>mo  el  principio  de  ]a  feli(iJad  pública  aun  por  soJo 
haber  promovido  la  erección  de  una  Sociedad  patriótica  que  en 
adelante   habrá   de    realizarlos. 

En  efecto,  á  infíuxos  del  Sabio  Conde  desde  luego  pen- 
saron asociársele  los  patriotas  que  deseaban  dedicar  sus  luces  al 
bien  común.  Prontamente  se  vieron  reunidos  en  espíritu  de  pa- 
triotismo veinte  y  siete  Socios  de  número,  y  veinte  y  dos  ni- 
pernumerarios  ,  quienes  debían  comj'orer  una  Sociedad  Ecíjnómi- 
ca  baxo  el  título  de  Escuela  de  la  Ccncordia.  Fortna'iiíóse  el  pían  ; 
pero  no  obstante  todos  estos  preparativos ,  Ja  proyectada  Socie- 
dad sufrió  por  entonces  la  misma  suerte  que  los  derrias  d,esigf- 
nios  de  su  Autor:  y  quedaría  de  contado  sepultada  en  el  ol- 
vido:, si  un  influxo  mas  autorizado  no  se  hubiera  aplicado  á. 
realizarla.  He  aquí  como  se  expresa  el  Secretario  de  esa  nueva 
Sociedad  (  3  )■:  »>  Después  que  dos  de  nuestros  Socios  residentes  en 
»  la  Capital  del  Reyno  de  Granada  tuvieron  el  año  próximo  pa- 
»í  sado  de  1789  el  generoso  aliento  de  estimular  su  fundación  con 
w  un  Discurso  que   dieron   á  iuz    sobre  este    objeto   (4)5   pareció 

que 


(  3  )     En  Carta  de   4  de   Noviembre  de  este  ano  á  la  Sociedai 
de   Lima. 

(4)  Hemos  leido  el  Discurso  de  que  aquí  se  habla.  Es  una 
.pieza  delicada  ,  fina,  sublime,  que  por  sí  sola,  basta  para  dar  á  co- 
nocer el  buen  gusto  de  la  eloqüencia  acadépiíca  que  reyna  en  es- 
tos paises;  por  lo  que  no.  solo  hace  honor  á  Quito,  sino  también 
á  toda  la  América.  Si?  estilo  es  noble,  magestuoso,  lleno  de  en- 
tusiasmo ;  sus  pensamientos  sólidas:  su  objeto,  poner  ala  vista  eí 
estado  infeliz  de  la  Patria,  y  persuadir  las  ventajes  que  esta  debe 
esperar  dei  esrablecimiento  de  un  cutrpo  económico,  atendido  e.i 
genio  de  sus  habitantes,  su  natural  disposición  para  las  Artes  mas 
d'^ücadñs,  las  propoteiones  del  suel6  &r.  Bastará  para  conocer  la  ener- 
gía ,  primor  y  mérito  del  Discurso  el  siguiente  rasgo,  v  ¿Que  im- 
»  ¿Jüita  que  vosotros  seáis  superiores  en  racionalidad  á. una  mul- 
titud 


■m 


fr>in»-il 


iítihi  ■■V\'i\ 


muÉsm 


so?- 

»>  que-  desJe  luego  «na  nación  tan  e'p'rítuosa  y  activa  como  íat 
w  aae>rr3,  correría  á  pji  r  t-a  plaata  U'i  proyecto  de  sóii.la  ven-* 
»  taja  á  sus  iatereses,  y  de  nnajniBco  esplervlor  á  su  gloria:  pe* 
f>  ro  no  sucedió  asi;  porque  la  Providencia  p^Tmitió  en  aquel  año' 
ff  que  d'.jrn-iaase  nm  de  e^as  iañaencias  advería?  á  la  pública 
st  felicidad,  v  que  se  resintiese  del  tiempo  calamitoso  todo  el  año 
»  de  1790.  Ya  I05  patriotas  mas  zelosos  estaban  á  punto  de  de- 
»;  sespercír  de  que  allí  en  adelante  se  lograse  siquiera  la  feliz  co- 
tf  yuatura  de    hablar  sobre  una  empresa  que  se  vio  con  indolencia: 

mas 


t*  titud  innumerable  de  gentes  y  de  Pueblos,  sí  solo  podéis  re- 
»  presentar  en  el  grai  teatro  d.=  l  Universo  el  papel  del  idiotis- 
9}  mo  y  la  pobreza  ?  Tantos  siglos  que  pasan  desde  que  el  Dios 
>»  Eterno  fortnó  el  Planeta  que  habitamos,  han  ido  á  sumergirse 
»  en  nuevo  chaos  de  confusión  y  obscuridad.  Las  edades  de 
p*  los  Incas,  que  algunos  llaman  políticas,  cultas,  é  ilustradas 
w  se  absorbieron  en  un  mar  de  sangre,  y  se  han  vuelto  p  roble - 
w  máticas ;  pero  aunque  hubiesen  siempre  y  sucesivamente  man- 
9f  tenido  en  su  mano  la  balanza  de  la  felicidad,  ya  pasaron,  y 
9f  no  nos  tocan  de  alguna  suerte  sus  dichas.  Los  dias  de  la  Ra- 
pf  zon,  de  la  Monarquía,  y  del  Evangelio,  han  venido  á  rayar  en 
9>  este  horizonte  desde  que  un  atrevido  Gen  oves  extendió  su  cu- 
9>  riosidad,  su  ambición  y  sus  deseos  al  conocimiento  de  tierras 
9f  vírgenes  y  cerradas  á  la  profanación  de  otras  naciones;  pero 
9>  toda  su  luz  fué,  y  es  aun,  crepuscular:  bastante  para  vec 
9)  y  adorar  á  la  sola  Deidad  de  todos  las  tiempos ,  á  quien  se 
»  da  cultos  y  rendimiento*  en  el  Santuario :  bastante  para  ver, 
9f  venerar,  y  obedecer  al  Soberano  Augusto  á  quien  se  dobla  la 
99  rodilla  en  el  Trono  ;  pero  defectuosa,  tímida  y  muy  débil  para 
99  llegar  á  ver  y  gozar  del  suave  sudor  de  la  agricultura,  del 
a>  vivífico  esfuerzo  de  la  industria  ,  de  la  amable  fatiga  del  co- 
sí mercio,  de  la  interesante  labor  de  las  minas,  y  de  los  fruto»  de- 
99  líciosos  de  tantos  inexhaustos  tesoros  que  nos  cercan  ,  y  que 
9»  en  cierto  modo  nos  oprimen  con  su  abundancia,  y  con  los  que 
9f  la  tierra  misma  nos  exhorra  á  su  posesión  con  un  clamor 
99  perenne  como  elevado,  gritándonos  de  esta  manera:  Quiteños,  sed 
t9  ÍFelices :  Quiteños,  lograd  vuestra  suerte  á  vuestro  turno:  Qui- 
99  teños ,  sed  los  dispensadores  del  buen  gusto ,  de  las  Artes  y  do 
»  las  Cieacras.  « 


504' 
■j?  mas   en  esta  circunstancia  lia  sido,  que  el  muy  l!u;tre  Señotj.Doa 
j>  Luis   Muñoz  y    Guzaian    Xefe. dignísimo    de    esta    Provincia  ,    .d^^ 
9>  SU   propio  motivo  pensase   en   la   plantincacion    de    la   Sociedad  ,   é 
j>  hiciese  inmediata  mente  seguir  al   pensamiento  la  execucion. 

Asi  fué:    conocía    bien    la   profunda    penetración   de    este 
esclarecido  Presidente  que  el  único  medio  para   la  prosperidad  de  un 
pais,  es   tomar   conociteieató    de   las   causas  que  la  impiJen,  conferir 
su  estado  actual  comparándolo  con  el  anterior,  examinar  los  motivos  de 
su  variación,  y  los  recursos  que  puedan  influir  en  sus  progresos^  lo  que 
solo  puede  conseguirse  teuaié-idose  á  trabajar  de  acuerdo  los  patriotas 
ilustrados.     Con    esta     mira    apenas  llegó   á  Quito,  deseó  mudar  ei 
aspecto    de    su    infelicidad    y   darle     ua    nuevo    ser:     para    conser 
guirla    sólidamente    formalizó  el   establecimiento    de    la    Sociedad.: 
designó   veinte   y   quarro    sujetos   en   quienes  reconacia   amor   á   la 
Patria,   sran   conoñmiento  de   los    ramos     de    agricultura,    cometa 
cío   y    manufacturas  ,   como   también  del    estado  pasado  y   presente 
4e  todoj  estos    puacos-,    y    por  consiguiente    eran    los     mas    capaces 
para  discernir    los    partidos  conducentes   a   que  arribe  cada  uno  de 
eíios  á   su    p^rficcion  (  ?  )  •  Coasriidycse  Protector  él   mismo,  ofre- 
ciendo juntamente  m^ídiar    con   nuestro    Católico  Monarca  para  que 
acoja   la    Sociedad   baxo  de    su   Real    amparo.    Pone     la    dirección 
en    manos  del  Ilustrísimo    Señor   Obispo:   en   él  se  reúnen,  dice,  IdS 
deseos   del   mejor   Patriota,   !a    instrucción   de  un  Sabio  ,    un    esta- 
dio   incansable  ,   y    una  vocación  decidida    á    ensenar  ,    acompaña- 
da   de   una  innata    propensión   á    hacer   bien:   qualidades  que   cier- 
tamente lo  caracterizan   con    exactitud  ,  y  las    mas    ventajosas   para 
presidir  un   congreso    de   Amigos  del    Pais  qae    van    á    reame     sus 
afanes  en  el   designio  de    adeiautar    aquellos     mismos    objetos    que 
tanto    ha    promovido    este  sabio    Prelado  con   sus    Pastorales    per- 
suasiones. ,        -  , 

Plantificada  de  esta  manera  la  Sociedad  ,  su  becretariO 
Don  Francisco  Xavier  Eugenio  de  Santa  Cruz  y  Espejo  ,  acaba 
de  dar  á  luz  un  Papel,  anunciando  el  Periódico  que  á  nombra 
de  ella  se  publicará  desde  el  primer  Jueves  del  próximo  Enero. 
Tiene  por  Epi^raf.;  ,  Instrucción  previa  sobre  el  'Papel  Periódico 
intitulaio  Primicias  di  la  Cultura  de  Quito.  Con  tan  modesto  tí- 
tulo la  Sociedad  dará  cada  quince  dias  sus  producciones,  á   las  que 

esta 


(  5  )     Oficio  de  30  de   Septiembre  de    1791,  ai   Señor    Marque» 
¿e  Selva-alegce  comisioaaio  para  el  establecimiento  de  la  Sociedacl^ 


•;      .  ."       iy¿É¿iiÉfc1irtrtii<n^°^^i*''^*^^^^' 


• 


esta  In.,ctrurc?on  «uve  óe  Prospector  en  elía^  el  Au^or  .e  rec«. 
ínienda  p^.r  e!  ,.,rio  ,  tino  y  n,ad.re.  con  que  se  produce  Co- 
m..n^.  d)sr. priendo  sobre  Jos  pro,resos  de  la' ilustrador,  dí  enl 
tendur.ento  bm..ro:    des,  ues  de    se  uirlos     ¡i,eran.e.re    d.sde     el 

á   hablar  de    Quito  como   de   un   pais    bastante   ilu.str.do   ^sra  cono- 
cer que    necesita    aplicarse   á    los   medios    de.  una  mas    sólida   civi- 
Ji2a,cion  literaria  :  propone  el    Periódico   como    un    enrayo  de   loses- 
fuerzos  que   hacen    los   ingenios   de    Quito    para   caminar   al   templo 
de   la   Sabiduna-:    después    sigue  exponiendo  el     objeto    y    .método 
de    la   obra  ,   como   igualmente    algunas    advertencias    previas     para 
disculpar    modestamente    ios  defectos   que   p«eda  tener. 
*r.r.       1    ^""^  ^^"  ''''^"    preparados   principies    Quito   va  sin   duda  á 
tocar   e¡   punto  de  su  engrandecimiento.   A    una  Provincia  industrio- 
sa   por  genio  ,  abundante  de  talentos    distinguidos   capace»   de    los 
xnas   agigantados    progresos    en    todo    gérero  de    ciencias    y   artes, 
solo  le  faltaban    estos    apoyos    rara  prom.over   m  felicidad,  y  afian- 
zaría   sólidamente.    Tales   son    los    efectos    que    debe  esperar    de   U 
mcuoacion    con   que     ni    muy    ilustre    Presidente    trabaja    por   en- 
grandecerla   con    proyectos   tan    ventajosos,  semeiante  á    ese    Astro 
luminoso  que    no  se  presenta  á    la   faz  del    Orbe    sin    disipar     las 
tinieblas,   esparcir   luces   y   dar   aliento  á   Jos    mortales.     Tal    es   á 
Ja   frente  de    los  Pueblos    un   -xefe   ilustrado.    Bajeo   de     los   auspi- 
Cíos  del    suyo  Quito    ha    cx3mer7ado   á   tomar  un   nuevo  semblante 
ror   una    reforma  universal   de    Policía,  de   Econotnía  y    de   Lite- 
ratura j  de  manera  que  en  el  feli?,  gobierno  del    Señor  Muñoz  debe 
icon    razón  fixar  la   época   mas   brillante  de   su  ilustración  ,   de  sus 
prosperidades  y   de   sus  glorias,. 

Permítasenos  aquí  antes  de  concluir  ,  hacer  una  ligera  re- 
^,í!-x!on  .sobre  el  Il^srcur!o  Peruano,  y  formar  un  voto  por  la  Pa- 
.tria,  Quando  mil  obstácuios  a!  parecer  insuperables  presagiábanla 
jrsubsi^tencia  de  aquel  :  cuando  tós  que  no  estiman  las  cosas  por 
íu  verdadero  mérito,  miraban  con  desprecio  nuestra  empresa  solo 
^or  ser  de  nuevo  establecimiento;  quando  nosotros  mismos  fatiga- 
dos con  el  peso  de  pna  obra  tan  superior  á  nuestras  fuerzas  te- 
y»u.emos  sucumbir  á  las  tareas  incesantes  del  Periódico:  no  so- 
Jpm.nte  ha  í-ubsistido  logrando  la  aprobación  de  los  aiie  conocen 
cjuanto  cuesta  a  unos  espíritus  oprimidos  con  el  tumulto  de  sus 
r(-rertiv2s  oruraciones,  incubar  en  la  formación  de  i^nos  ráseos 
f^üL^s  4e  í-íí^gíitaise   ^1  Público  j  -pero.  Jo  que  es  mas,  en    solo 

un 


'^n* 


üaiMIIÉi 


^ 


UFi  ano  hemos  visto  confirmaílos  nue<?tros  desvelos  con  la  imita- 
ción. Santa- Fe  ,  la  Habana  ,  Quito  progresivaaience  han  adopta- 
do tiuestro  pensamiento.  Sea  en  horabuena  que  una  feliz  concur- 
rencia haya  estimulado  á  unos  y  otros  en  diversas  partes,  corno 
se  vio  en  Lima  y  Santa-Fe  ;  siempre  será  gÍoriü5o  á  los  Amantes 
.  de  Lima  haber  publicado   el    primer    PerióJico   de  literatura  que  vi6 

^-^^nuestra  America  ;  y  que  la  nueva  Sociedad  de  Quito  quiera  cooperar 
con  nosotros  al  designio  de  la  ilustración  universal,  arirmanáo  mas  y 
inas  el  mutuo  enlace  que  de  unión  patriótica  debe  reynar  en  los 
vivientes  de  una  misma  región;  y  desee  imitar  las  producciones  es- 
tampadas en  el  Mercurio  Peruano  (  6  ).  Confesamos'  que  estas  ho- 
noríficas expresiones,  bien  que  excedentes  á  nuestro  mérito,  nos  son 
muy  lisongeras ;  no  porque  fomenten  los  viles  intereses  del  amoc 
propio,  sino  por  quanto  redundan  en  favor  de  la  utilidad  públi- 
ca. Esta  se  fomentará  ventajosamente  ,  siempre  que  propendiendo 
á  la  común  ilustración  dirijamos  nuestras  incubaciones  á  un  mis- 
mo interés,  á  un  mismo  objeto.  ¡  Oxalá  la  benéaca  influencia  de 
la  literatura  que  se  ha  comenzado  á  experimentar,  extienda  sus 
.progresos  por  todas  las  dema>  ciudades  cultas  de  este  vasto  Con- 
tinente !  Nosotros  tendremos  el  glorioso  consuelo  de  haber  indi- 
cado el  camina,  estimulando  á  otros  á  que  sigan,  y  quizá  perfec- 
cionen la  empresa.  Este  es  el  premio  que  espera  nuestra  aplica- 
ción :  este  ei  que  nos  empeñará  en  continuar  con  redoblado  es. 
fuerzo  nuestras  penosas  incubaciones,  volviendo  á  principiarlas  con 
el  mismo  con  que  hemos  logrado  continuarlas  hasta  el  fin  del 
año  que  concluimos.  Y  si  en  el  siguiente  el  fruto  de  nuestn)s 
sudores  tiene  como  hasta  aquí  la  aceptación  del  Público  bené- 
voló  :  si  la  Socie.hd  consigue  mas  proporción  para  perfeccionar 
sus  producciones,  purificándoias  de  los  defectos  que  puedan  habe- 
las  hecho  menos  grúas  :  sobre  todo,  si  la  experiencia  va  din.^o 
.á  conocer   Id  utilidad   y   ventajas  que.  resultan   de    fomentar    Soc  e- 

.  ,dades   Patrióticas,  ¿no   podrecaos   felicitarnos   de    haber    s¿rvUo   ^4 
algo  á    nuestra  Patria  ? 


t%l 


( (5  )    Carta  de  la  Sociedad  de  Quito  á  la  de  Liiüj, 


■"■^    ^.--r^^^ii^^aag 


v-í^iifXíeíitfíems'íi'ffnmmsg^iaK^smia^i^fmcmmtm'i^ 


tci'7, 

gCICTO  DEL   ILLMO.  SEÑOR  OBISPO  BE    QUITO  RELA- 

tivo  á  Ja  abertura  de  un  nutvo  camino. 

XCOS  EL  DOCTOR  DON  JOSEPH  PSREZ  CAL  AMA  POH 
''la  Gracia  de  Dios  y  de  la  Santa  Sede  Apostólica  Obispo  de 
ja  Ciudad  y  Obispadp  ,d¡e  3aa  Fraivci^co  de  Quito ,  del  Coíwejo 
de  S.  M.  §cc. 


NA  de  las  obligaciones  qae  nos  impone  «t  ministerio  Pastora?, 
es  la  de  premiar  ,,  honras  y  distinguir  á  aqueüos  nuestros  ama- 
'dos  Curas  íjue  están  bien  penetrados  de  ciue  la  caridad  prefe- 
rente consiste  en  fomcnter  y  proteger  el  bien  público  (porque 
^  este  es  el  bien  de  todos).  Resalía  esta  carídsd  tan  digna  de 
elegió ,  quando  se  exetcita  ,  contribiiyendo  cantidad  de  dinero  pa- 
ja algún  íin  ^.úblico ,  que  va  á  ser  remedio  y  consuelo  yniver- 
'  sal   de   pobres  ;   y    Jos    que   lo  dan  ,  son  también  pobres. 

para  cumplir,  pues,  con    la  enunciada  obligación  ;  ya   que 
Jio  pódameos  cjjmpliila    con   premies    de    utilidad  ,    nos    considera- 
dnos muy    obligados  á  cjumpüría    con  premios  de    honor  y  benevó- 
lercia  ,    publicardo  quienes   han    «ido    ntiestros  muy  amados  pobres 
Curas    que  á  impulso  de  su    amor    patriótico  han    contribuido  con 
cantidad   de   dinero  para    el  muy    itriportante    proyecto  de   la  aber- 
tura   del  camino    de   Malbucho  ;  el   que    cieríameate     será    la    re- 
dención política  no     solo   ¿e   ías    Provincias   de   Ibarra  y  Otábalo, 
sino   de   toda   nuestra   amada  piócesjs  ,  cuya  extremada  pobreza  pe- 
cu  naria  nos  sflige    c^da  dia  mas  y    mas.   Para    príJceder   con   toda 
claridad    hablaremos    por    Provi^icias.     t,os    Curas    que    de    la  de 
Ibarra   han   cofitribirido  ,   son    los    siguientes::: 

iN^.uesíro    Vicario    Provircial    y     Cura    de    Ibarra    Doctor 
'pon  Luis    PeñaKeírera ,     dio    c'jncijt'nta    pesos  ,    y   que     en    lo    de 
©delante  contribuiría   con   aigo  jnís.   Niae'^rros  Curas   de     Sin   An- 
tonio ,   e!    de   Salinas  ^  y   ei   de  Caguasqui    dieron   á   Veinte   y   cin- 
to pe?os  cada   uno. 

En  la  Provjofi*  de  Orábalo ,  nuesti-os  Curas  de  A'^ont?- 
gyí  ,  el  d'p  Cotacsche  y  el  ds  ürququi  tambié:?  dieron  á  veinta 
y  cinco  pe.'^ofi  cada  uno,  K  ta?  «fu'a^lñbles  noticias  las  acabamos  de 
E-ecibii  por  infoíwe  muy  circun^tan^  ;ado.  Y  t?.mbíeii  ssbemos  qua 
Dijestro  cit3(to  Cura  de  San  Antonio  Dnri  Gregorio  Ribadcney- 
(3  .¿  desii^  Ylo-^j  juevps  caíprce  iba  persünaimente  cpa  cien  peo- 
nes 


i)ii|íi^ii^^rfit; 


mrnmfr^ 


wi^s  i.  continuat  en  ,tan  .iroportante -faena;  y  qvie  dexata  oírosr 
üien  peones  prevenidos  para  quan<io  terminasen  los  primeros, 
B  en  quisiéramos  tener  arbitrios  efectivos  de  tjíilidad  ^honrosa  pa- 
ta manifestar  luego  luego  nuestro  particular  agradecimiento  á 
los  expresados  nuestrOvS  muy  amados  Curas;  mas  ya  qiíe  dos  falta 
«1  insinuado  arbitrio  ,  sí  lo  miíiimp  puede  ser  índice  de  Jo  má- 
ximo ,  regalamos  á  cada  uiio  de  dichos  nuestros  Ciaras  un  to— 
tno  de  los  Santos  Evangelios  en  ktin  y  castellano  por  el  sabio 
Petite  ;  y  también  el  tomito  de  la  e^cquisita  obra  que  se  titula  : 
el  Repúblico  mas  sabio  ,  ó  historia  del  hombre  civil.  En  esta; 
©brita  verán  dichos  nuestros  -Guras,  quanto  honor  consigue  pa- 
ta con  Dios  y  para  con  los  hombres  sensatos  ,  el  que  contri-.; 
buye  y  coopera  á  la  felicidad  pública.  Ya  di.ximos  en  nuestro  Im* 
preso  de  once  de  Febrero  del  presente  año :  que  la  ley  supre- 
in,a  de  la  , caridad  christiana  y  civil  manda,  que  con  preferencia" 
sea  promovido  y  fotuentado  el  bien  público.  Saius  publica  i  ^uá 
^rema,  lex    esto-  ■:■!•:£ 

Queremos    que   los  enunciados   libros  se    remitan   á   nues*^ 
tro   citado   Vicario    y   Cuta   de   íbarra  ,     para    que     oportunamente' 
áísponga    que   con   seguridad    y    prontitud    lleguen  á  manos  de 'los' 
ya    dichos     nuestros  muy    amados    y    generosos    Cutas.  ,  Queremos' 
tapibien    <iue  este    nuestro:  breve  Edicto  se    remita   á     dicho  núes--' 
iro /Vicario    P9ctor  Peña   Herrera,   para  que  luego    luego  lo   ha-c? 
g^a  publicar  en    Íbarra,   y  disponga    que  por   copias  autorizadas  sea 
publique  en    todos  los  demás    Curatos    de  aquella  Provincia:  y  asi- f- 
mismo    remitirá   una    copia  á    nuestro    Vicario   y   Cura    de  Otábalo,  ? 
á   quien     mandarnos   que   Jo    haga   publicar  luego    luego    en  aque- 
lla nuestra   Parroquia  ;   y    que    por   medio   de  otras   copias   autori- 
zadas    se     publique  en    los    demás   Curatos   de    dicha   Provincia   de 
Otábalo  5   y   todos    los  enunciados   nuestros   Curas   nos  darán  razón 
ide<haberlo  así  executado. 

Reboza  de  júbilo  nuestro  corazón  con  haber  recibido  asi- 
jnismo  noticias  muy  individuales  y  nada  sospechosas  ,  de  que  en 
nuestro  Curato  de  Cayapas,  que  es  donde  ha  de  terminar  el  Ca- 
nuno ,  hay  minas  de  oro  de  regular  bonanza  :  que  la  que  tra- 
bajó el  difunto  Quinteros ,  y  está  junto  al  riachuelo  que  llaman  • 
Cachavi ,  ha  dado  y  es  de  notorias  utilidades:  que  Don:  Carlos 
Araujo  está  actualmente  trabajando  otra  en  el  parage  llamado  Bo- 
gotá j  y    que    la   visible    ganancia ,   ó    utilidad    ha   movido    ya    á    ' 

va- 


'liíi  l'"lili    TifiliWÜ" 


309. 

varios   sujetos  de  Popayan  para    abrir  y    trabajar  minas    en    M 
citados  sjttos. 

La  abertura  del  camino  en  principio  de  este  mes  esta 
ba  á  media  iegua  del  caudalosa  rio  Lita,  cuyo  transito,  ó  paso 
[  que  era  lo  mas  difícil  y  arduo  )  es  en  el  dia  nluy  fácil  de 
vencer;  porque  sa  ka  encontrado  un  parage,  en  euya  mitad  tie^ 
ne  el  no  un  peñón  que  solo  dista  de  las  orillas  catorce  varas 
y  en  aquellas  cercanias  hay  abundancia  de  vi^as  y  maderol 
de  veinte  varas  de  largo ;  c^xt  los  que  se  hará  un  firme  ,  anch* 
y    muy  hermoso  pttente. 

El    camino   ha  de  terminar  no  en    el  antiguo    embarca- 
dero   que   se  llama  Bogotá  ,    sino  en  el    parage  que   se   llama  Tu-. 
JuIvi;    en  donde   ya    se  juntan    dos    riachuelos ,  y    hasta    allí    su- 
ben   barcas    que   pueden  llevar  ochenta,  ó  cien  cargas.  Con  dos  ho^ 
ras  de  camino   van  á   salir    al    rio    de    Santiago ;  y  con    la    unió* 
de  este    se   forma   ya   tanta  agita  ,  qu^   ha5ta   aUí  ya  puede   subir 
frarco  de  cubierta   lavada,  según  llaman.    Desde    el   rio    de   Santia- 
go en   unión    de  los  do«   riachuelos   hasta  el   í7).ír  se  gastarán  qua- 
«o    horas  poco    mas    ó    menos;   con    lo    que    se    demuestra    que 
desde  el    nuevo    embarcadero  proyectado    hasta   mar    alto    se    gas-, 
taran    seis  horas.  Desde  íbarra   hasta  dicho    embarcadero    (  abierto 
el  camino)  resultan   tres,  ó  quatro  dias  quando  mas   de  jornada    Y 
pues  desde  esta  Capital  de  Qaito  ha?ta    la  Vilia  de   íbarra    se    em- 
plean  tres  dias:  ¿quien  no    deseará   y  dará   gracias  á  Dios,  porque 
quanto  antes  se  concluya  tan   importante  proyecto,  al  considerar  que 
en  siete  días  desde    Quito    se  hallará  qualquier    sugeto   v    careas 
en   €i    embarcadero  ?  o        j  e*» 

jt  A-  i.  ^^^^^^^^^  «"^te  motivo  de  gozo  universal ,  con  que  des* 
de  dicho  embarcadero  hasta  Panamá  dilatarán  solamente  los  bar- 
cos tres  ,  quatro,  ó  cinco  dias  lo  mas  ,  según  el  tiempo ;  y  des- 
de Panamá  pueden  continuar,  si  quieren,  á  Punta  de  Manta,  y 
de  alii  a    Guayaquil    cuya  navegación    es  muy  notoria. 

En  el  principio  del  mar  adonde  entra  el  citado  río  San- 
tiago, hay  dos  puertos  :  el  «no  llamado  San  Pedro,  y  el  otr» 
Limones.  Los  barcos  que  quieríín  ir  á  Turaaco  ,  gastarán  por  al- 
ta mar  siete  horas  5  y  costa  á  Usta  gastarán  tres  dias.  Los  que 
marchen  para  Isquande ,  ó  ei  Chocó  tienen  que  navegar  precisa- 
inenre  por  alta  ^mar  ,  y  se  dilatarán  veinte  y  quatro  horas  poca 
Rías   o   menos. 

Xos  barcos  qtae   lleguen  á    Tumaco,  y  quieran  los  Inte- 
Ksados  que  Ja  carga   continué  á  Balbacoas,  lo    coaseguirán  £4-, 


j 


dlmenfe  eri  barcas  grandes  ( que  llaman  Falcas),  con  seis  días 
por  ei  mar  :  y  sí  la  carga  ía  pusiesen  en  canoas  pequeñas,  pue- 
de esta  conducirse  hasta  Barbacoas  por  el  arrastradero  que  Ha- 
alian  ;  y  entonces  bastan  tres   dias  de    camino. 

'••'  ííadíe  ignora,  que   dé  Paaiamá   á  Poríobelo  son   tres  días 

fOT  tierra  5   y  que  de   Poríobelo  á   Cartagena    de    Indias    por    agua 
se    emplean   veinte    y    quatro    horas*   Con    estas     notorias    ventajas 
gi^uien   no  ve  la  fácil    extracción  ,    é     introducción  de   géneros    y 
frutos   que  vá  á   conseguir  este  nuestro  pobre   Obispado  de  Quito, 
cuya  fiebre   política    nos    tiene  muy  angustiados?  ¿fodo    pasagero, 
ó  comerciante  que  desde  Cartegeaa  quiera  venir    á  este  Re5.n0   de 
Quito,  no  preferirá    el   tránsito  de^de  Panamá  á  nuestro  inuevo  Ein- 
fcarcadero,  y  desde   allí   en  siete   días  se   halla  ya  en  esta   Capital 
|>ür  ei   nuevo    camino  ?    ¿  Quien   ignora    lo    dilatado    y    peligroso , 
que  es   el  tránsito,   ó  navegación  desde  Panamá   hasta   íluayaquil  ? 
Y  desde   Guayaquil    hasta   Guaranda    (  primer    Curato    Vicaría   de 
nuestra;  Diócesis)  ¿  quien  no  se   horrorixa  con  ios  tres  dias  de  ca- 
mino por  el  rio  ík  Guayaquil   arriba    hasta   las    bodegas    de    Ba- 
bahoyo,  si  reflexiona  en   los  puntantes   mosquitos   que   abundan    en 
áicho  rio  ?   X^abkmos   por  experiencia.  No  hay  defensa  contráta- 
les   vichos    que  taladran  la    líias    gruesa  ropa.    Si   ei    pasagero  se 
cubrcj   algo  se  defiende  ,   pero  no  del  todo  ^  mas  tiene  que  sufrir 
un  sumo  y  excesivo  calor,  Y  si  no  se  cubre  con   lo  que    llaman 
Toldo  sin    que   le   quedé  líesquicio   alguno;   son   tantas   y   tan  ar- 
dientes  las  picadas  de  ios   tkh&     mosijuitcis   que   sin   hipérbole   pue- 
de decirse  que  crucifican    al   caminante.   ¿  Y   qué  diremos  del  ca- 
mino por  tierra   desdo  las   bodegas  de   Babáboyo  hasta    Guaranda  ? 
La   montanuela,  los  ríos   y   1.a    escabrosa   cuesta  'dé    Sari   Antonio 
Tarigsgüa    ponen  miedo  al  mas  valefoso.  Lo  njísmó  sucede    si  se 
toma  el  camino  de  lá  Chima,  qae  ¡salé  al  Curato  de  Asancot©  co- 
tno  quatro,  ó  cinco  leguas  de  Guaranda.  Lo  jpeor  es^   qite  en  seis 
SReses   del  ano  quando  ínénos,  son  intransitables   ambos  caminos  á 
causa   de  las  aginas.   Son   muchísimas  las  bestias  de  'carga  que  pe- 
recen cada  año  en   tales  tránsitos;   las  cargas  por  necesidad  se  mi- 
íHoran  á  Ja  mitad  del  peso  regular  ;    y  el  flete  de  entrada  y  sali- 
da uo  se    rebaba. 

De  todas  estas  enisnckdTas  y  muy  notorias  dificnltadei, 
y  gistos  muy  crecidos  se  libertan  el  pasagero  ,  frutos  y  géneros 
^tte  puestos  en  Panamá  ccr.venga  eondacirlos  á  Jas  Provincias  de 
Ibaaa,  Otaiwlo  y  esta  de    Quito,  verificado,  como  confiamos  en 

Dios 


**i 


Si  'f^^'^-^-^'-^ 


pies  que  se  ver-i.Scará*.qnanto  4ntes,  el  tjnportante  camino  <!eMaf«. 
feúcho.  Para  c<5asue]o  univeríal  de  todos  nuestros  muy  amados;' 
Diocesanos,  queremos  que  también  se  publique  este  nuestro  Edici» 
tillo  en  las  Iglesias  de  esta  Capital;  y  que  por  Cordillera  se  re^' 
mita  á  todos  los  Curatos.  Dado  en  el  Palacio  Episcopal  de  Qui- 
to á'  catorce  dias  del  ines  de  Julio  ( día  del  Glorioso  San  .j^ufi-». 
raventura)  de   mil  setecientos  noventa  y    un   años.  .  ./    * 

Otro  sis  nuestro  Cura  de  Chamb,o  de  la  Provincia  de  Río»' 
bamba  acaba  de  enviarnos  veinte  y  cinco  pesos  para  ei  citado  ca-* 
á)ino.  Fecha  ut  supra^, 


^osej^b  Ohis^o  de  (¿uito* 


fot  mandado  de  S.  S.  I.  el  Obispo  mi  Señor. 


iicenciado  IsíicoJas  Alonso  Andrtd© 
y  San  Juan., 

Secietari»." 


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Lm, 

Bi'cf. 

Dele  decir. 

11, 

reconosieran 

reconocierau 

13. 

desem  bol  viendo 

•desenvoU'ieodo 

3f. 

€n    lasa 

enlaza 

33* 

cacerías 

caserías 

19. 

íazco 

casco 

12. 

ei  que 

del  que 

33. 

zelozos 

iZelosos 

3  2> 

regreso 

regi-esó 

:20.    y    24. 

para  ge 

pasa  ge 

11. 

entro 

dentro 

36. 

Sdccdad 

S ocíela  i 

8. 

halagüeña 

alha^ikña 

j©. 

apañas 

apenas 

6, 

Arte  :  que 

Arte  ,  que 

4. 

ocuriermí 

ocurrieron 

J?. 

deramada 

derramada 

y. 

aruinada 

arruinada 

»3,    . 

Igesia 

Iglesia 

«9. 

«¿  hanc. 

su  hinc^ 

SU 

iracunJium 

iracundiam 

s<í. 

Histoíiador,  1 

de  Jas 

Historiadür  de    Ia3 

or. 

Historia  para 

qut 

Historia )  pata  qi»* 

07. 

estremarse 

estrenarle 

I5^. 

un  misrno 

lino  mismo 

í. 

iales 

sabia 

i(í. 

de  su  vase 

en  su  base 

g8. 

Diré  pues 

Diré  despus* 

If» 

aumentea 

aumentaa 

12» 

dada 

daba 

úir. 

semejantes 

sus  mejore* 

00, 

Num.   91, 

Num.  90. 

07. 

el   estado 

fil  estada 

54. 

holgado 

holgada 

18. 

ccompAña 

acompaña 

09.  y  i«v 

«ponerse  dos , 

,6 

oponerse,    dos ,  ó 

00 

tres   meses  ánt^s , 

ties    meses    ántet 

00 

pasa 

&c. 

pasa  6;^ 

s8. 

de   razón 

dé  razón 

$s. 

anteriores 

anteriores 

a. 

proporcionará 

proporcionar          " 

tln 

^ámlsíbh 

admisible       ^    _J 

t\ 


líiMMriMJÉkÉiriUÉi 


F»L 

L?«. 

D.T^. 

IDehe   decir. 

eó9. 

07. 

prnv'uxo 

prodigó 

!bid. 

as- 

habidas 

cabidas 

Ihiú. 

Ib  id. 

de    ¡as  obras 

á   las   obras 

Ibid. 

%6. 

con  fa volubles 

coo   sus   favora- 

OO' 

bles,.  . 

a  I  o* 

ÓI. 

terrible 

temible 

Ibid. 

13. 

que    nunca 

deberla 

que  nunca  debe?4 

SI  r. 

3«. 

cxtencioa 

extensión 

Ibid. 

27. 

veneno 

venero 

312. 

ir. 

únicamente 

unánimemente 

Ibid. 

»?• 

extencjon 

extensioa 

a  1 3. 

07. 

concurren 

ocurren 

Ibid. 

I  r. 

la  substanciación   j 

la     substancia- 

00. 

Claustra 

ción    de  oír  al 

OQ, 

Rector  y   Cia-- 

' 

,00. 

ustro. 

Ibid, 

26. 

merecen 

merezcan 

eíj. 

t2. 

naufrago 

naufrago 

*34. 

IS. 

docis 

*  dosis. 

ibid 

S2. 

fílofofía 

filosofía 

¡bid 

«5. 

azufre;  y   regiílo 

a2.ufre    y  régulo. 

«40. 

*i. 

Pberícides 

Pheréf'idcs 

S42. 

Di. 

capitulo? 

capitulo  ? 

ibid 

.3r. 

)a  curiosidad 

y  mi$ 

la  curiosidad  «  Y 

00 

adelante 

mas  adelante:  » 

{«54. 

14. 

■déla  vida 

de   las  Vidas 

íí;<í. 

í8. 

puede 

pueda 

»6j. 

»3. 

destruidas 

destituidas 

ÍÓ5, 

«6, 

regosijo 

regocijo 

fÓp. 

07. 

«1  ayre 

el   ayre 

Í78. 

04. 

Astros  son 

Astros,  soa 

»79' 

i8. 

Dixóse 

Díxose 

«90, 

.27. 

sexos 

sexos 

«Í4. 

penult. 

cxtencion 

extensión 

t99. 

04. 

meditará 

msditaráse 

Ibid. 

08. 

desplegado 

despegado 

$«?• 

20. 
00. 

ventajosos  , 

semeja  rite 

ventajosos. 

Seemejantc 

im, 

?«, 

á  los  motuk^p  Tai  es 

<á  los   mortales  :  tal 

_ 

e*  óiC' 

OESKtlVACIONES    METEOROLÓGICAS  DEL    MES     DE    Di- 
ciembre  hecha"í    á    Iss    12     del    día. 

„.,..     .  . ^ r—- — .  J-i<fc" 

Dias    del  1    Termómetro  de  i     Termómetro    de 
mes.        I         Reaumur.       ¡         Farenheit. 


\ 


ip-fl. 


I    -  ^  „  — 15. ,   8  .    -  -70  ,  o  . 

5     18,  2    . 73  ,0 

,0  . -    19  ,  o 75    ,-0  --  - 

i(í_,-  -^-i8,o  -  -  -72  ,    5 

85 20,   3  -  -  -75  ,  5 

29 19,  0--  -75»  o 


El  día  26  bubo  un  temblor  el  mayor  que  fia  habido  e» 
todo  el  año.  Su  duración  fué  .de  ;  i  minuto  y  30  segund. 
poco   mas  ó    menos  :   su    dirección  S.  F,    N.  O. 


'I 


ERRATAS    MAS    IvjÜTABLhS    DE    LOS      MERCURIOS  QUS 
contiejít c,ei  ;ilA    Tomo. 


Fol. 


Lin. 


íbidé.:.^    .  20. 
Ibid.  33* 


I- 

Ibid. 

5- 
6. 

II. 


13. 

22. 

13- 

17. 


s. 


14.  7- 

2.1.  mIi. 


W 


Dice. 

Tischo  en  Dinamarci- 
quai    menos  .. 
fundo 
proprio 

hemos  citado   : 
osiosa 
gequtna? 


Dele  decir, 

Tichó  en  Dinamarca 
qual  mas  quai  ui«^j?f 
fondo  1  ;    t 

propio 

abaxo   citamos 

ociosa 

pequeñas 


Carlos  por  íus  Letrg?  ex-     Carlos  }pqr  sus   Letras 
pedid?s,   en   iguai.  foicpia  £x pedidas  ¿¿o 

aíiminitrgt, :  administrar 

i'iahiei)dü  habiendo 

íín   mal  confí^pj  Bórrase 

Fot 


í^íafV3!»:A'aí^^g:' 


Fci 


Tin. 


Dice» 


JDehe  dectr.. 


I 


Ibid. 

IT. 

Ibid, 

24. 

47. 

iik. 

4B. 

7- 

52. 

27. 

Ibid. 

3-7- 

ss. 

r. 

Ibid. 

4. 

^S6, 

26, 

57. 

ss. 

<íf. 

0^. 

67. 

"  i4' 

Ibid. 

54- 

68. 

ult. 

6g. 

3^. 

71. 

íS. 

Ibid. 

24. 

Ibid. 

28. 

72. 

8. 

73. 

5- 

Ibid.  ' 

S2r 

74. 

4^ 

Ibid. 

•í. 

ibid. 

c8. 

ibid. 

09. 

Ibid. 

21, 

75- 

»7- 

ibid. 

go. 

-76. 

M» 

Ibid. 

r8. 

Ibid, 

í3. 

Ibid. 

3S. 

ni- 

22» 

ibid. 

t^. 

ibid. 

3S. 

Ibid. 

S4. 

78. 

^ 

Ibid. 

9. 

ibid. 

25. 

79. 

19. 

«<>. 

M 

admirable 
poi vadera 
artisma 

■en  un  ángulo 
Apurimac 
de   la   paz 
inundan 
vista  el  audaz 
buqae 
fceciióles 
azucares 
calidad 

hace  mas  impresión 
iquid  (  oraticnis) 
Panamá 
pretesto 
salutaciones 
secciones 
en  aquellos 
prosélitos 
basto 
alagaba 
Elicio 
Montesuní* 
Pisarros 
bisnen  aparar 
Augusto  Hereo* 
Bohorques 
presidio 
Casiques 
algunos  coiii# 
cmbiae 
crusan 
presipitaa 
Gresia 
presisarloS 
ensima 
carcas 

con  tístos  nuestros 
casería 
grávidos 


admisible 
.  polvareda 
ari  ruina 
en    una  calle 
Apurímac 
de   la    Paz 
inunda 

vi?ta,  el  a^idaz 
buque 
héchole 
azúcares 
caridad 

no  hace  mas  impre«íoii 
aÜquid  (  orationís .) 
Pa  na  iná 
titulo 

contribuciones. 
accioji£s 
de  aquellos 
psosélitos 
vasto 
alhagab^ 
Elíseo  , 

Moatezuma       :, 
Pizarros  .  " 
vienen  á  p?.rar 
Augustos    HérosíS 
Bohoiquez 
presidio !  > 

Caciqíues 
algunos,  coina 
enviar! 
cruzan 
precipitan 
Grecia, 
precisar  lof 
encima 
carcax 

coa  estos ,  nuestr## 
cacería 
grabados 

W4 


yiili¿!.u^|j|-:a 


ÍNDICE  DE   LAS  MATERIAS  QUE    CONTIENE  EL  TOMO 

llí.  del   Mercurio  Peruano  ,  y  distinción  de  los  Académicos 

que  las  escribieron  (  i   )  . 

FoU 

lotroduccíon    al  Tomo  III.  Cephalio. 

Carta    sobre   los    Vientos   del    Invierno.   Chrysippo, 

Traducción  de  la  Oda  3.^  del  Libro  i.**  de  Horacio.  De 
la  Academia  Poética. 

Breve   de    nuestro   Santo    Padre    Pío    VI.    sobre  el    Vicariato 
General   de    los  Reales  Exércitos ,  y  una   Real   Cédula 
de   nuestro  Augusto   Monarca.  Publicados  por  orden  del 
Superior    Gobierno. 

Continúa   á   fox.   17. 

Tabla  Astronómica    para  el   mes  de  Septiembre.  Hypparco, 

Ideas   instructivas   sobre   la  Navegación.   Ídem. 

Epístola  de  Antíciro  criticando  la    intolerable  philaucia  deles 
Eruditos.  De  la  Academia   Poética. 
Continúa  á  fox.    33. 

Carta  sobre  la  vana  ambición  de  los  que  á  fuer2a  de  querer 
imitar   á  los   grandes  se  hacen  ridículos.   Remitida. 

Estado  general  del  Real  Erario  del  Perú  en  fin  del  año  de 
1788.    Adquirido. 

Propuesta  de  unos  Premios  por  la  Sociedad,  al  que  expusie- 
re con  mas  acierto  el  método  mas  seguro  y  econó- 
mico d^  mejorar  los  caminos  del  Reyno,    Hesperióphylo.    41, 

Caria  escrita  á  la  Sociedad  sobre  el  Puchero  de  Flores  de  las 
Limeña*.     Retaitida. 

Contestación  de  la    Sociedad.    Hesperidphyh, 

Peregrinación  por   el   rio    Ucayali.  Aristio. 
Continúa   á  fox.    57    y    65. 

Extracto  de  varias  obras  del  liustrísimo  Señor  Pérez  Cala- 
m.3.   Teagnes. 

Estado    del   Real    Erario  al  fin    del  año  de    1789.  Adquirido. 

ÍJoíicia  dj;  los  Trages  de  los  Indios  que  habitan  en  las  Mon- 
tañas del  Perú.    Aristio, 

Con- 


9. 
a  r  * 


3». 


40. 


4(íi 

47» 
4P« 

7> 


(  I  )  En  este  índice  de  materias  se  encontrará  á  Meligario  y 
Sophronio  ,  cuyos  nombres  no  se  hallan  en  la  Historia  de  Ja  ;5o- 
ciedffd.  fían  sido  sdmitidos  en  su  respectiva  rlsse  para  suplir  la 
falta  de  los  que  por  sus  ocupaciones ,  ó  destinos  no  han  podido 
dc^^mgfiñu  su  cargo» 


atfHÉMIaiÜk 


Coritiní^a  k  f^^.  S^*  '   . 

Catti    Escrita  á  la  Soeiedai  ,  con     vatiíc?    noticías^  relativas  á 
las  entradas    de    los    Panrés  Misioneros    de    San    Fran- 
cisco   á    los  Andes  del    Peni.   Remitida.  91. 
Continúa    á   fox.    107. 
Nata   de    la    Saciedad- sobrs  la'  Carta  enunciada.   Aristió.  pr. 
Observaciones  Meteorológieas  del  mes  á^'üt^ÚQmhvQ.  Hipparco.   loj. 
Tabla    Astronómica    para   el   mes  de  Octubre.   Ídem.                    jo(5. 
Nota  dé    la  SocíeJad  sobre   algunas    equivocaciones.  Aristio.        120. 
Mapa    dé    la    Paiiípa  del   Sacramento  publicado  por  la  Sociedad.  Ibi. 
Estajo   actual    de    todas   bs   Misiones  de   Ocopa.  Adquirido.         Ibi. 
Resultado   del   Pronóstico   hecho  para  el   Otoño,    Aristio,              I3i. 

Continúa  á  fox.    129. 
Cierta    sobré   la   uniori   dé   la  Música   y   el  Drama.  Rem;>/i¿i.       131.' 
Bíscurso  Histórico  de   la   Fundación  del   Monasterio    de    Tri- 
nitarias. Meligário.  137» 
Continúa    á   fox*    145    y    i?^. 
Nota   sobre   el   Discurs©  antecedente.   ídem.                                   161. 
Progresos    del    Periódico  de   Santa-Fe.   Teagner,                           164. 

Continúa   á    fox.     172 
Cirtá  sobre  el  sembrío   de   Cedros.   Timeo,  180, 

Continúa   á    fox.    188. 
Tabla   Astrohómlca     para   el   meis  de  Noviembre.  Hyppárc'o,       187, 
Observaciones   Meteorológicas  del  níes  d«   Octubre.  Ídem.  188. 

Noticia  de   los   Caudales   y  Frutos  éxpprtados  de    la   Habana 

por  el   año   de    1788.    Adquirido.  ^9i' 

Nota    de  la  Sociedad  á  la   enunciada  Noticia.  Aristio,  194, 

Píroyectos   Literarios.    Idini.  19(5, 

Informe  del  Doctor  Dori  Toribio  Rbdriguez,  proponiendo  ilh 
nuevo  método  de  Lecciones  á  la  Cátedra  de  Física  del 
Convictorio  Garolino.   Remitido.  15^ 

informe  del  Señor  Don  Ambrosio  Cerdan  sobre  el  propio  asun- 
to.   Remitido.  20&. 
Decreto   del  Superior  ^Gobierno   rfelativo  á  él.  5-14» 
Beneficencia  Pública.   Aristio.  Ibj, 
Caita'  de  Don   Diniel  Jí^eber  en  defensa  del   Barril  amalga- 

matorio.  Remitida.  iVI, 

Continúa  á    fox.  "225,  Í233,  y   241. 
Kota  sobre    los  Planas  de  Arequipa.   Chrysippo.  aa'j. 

Eítado  de  los    Curatos   y    Rentas    actuales  del  Óbis'pádb  a« 

Ateqiiipav   Remtido,  cj^. 

Esta- 


i 


mmÁii0m 


mmmitmm'kiti.}    imiuii-ii 


Estado  de  contribución   á   favor    del  Raal   Erarlo.  Ilsm. 
Carta   sobre    los    Maricones,    Snohranio. 


Tenibloi:   en   la   Villa   de   Pasco.  Uespe- 


Ibi. 
230. 


Observación     de    ur 

jlópW.o,  239. 

Reñextones  de  !a  Sockidi  sobre  la  Carta  de  D.  Daniel,  Cephalio  249» 
Carta  sobre   el  origen   de  la  voz   Siíbrcrjpcioii.  Chrisyppo.  253, 

Fábula   Literaria.   De   U    Avad-.m'ij,   Poética,  255. 

Tablas  Astronómicas  para  el  mes  de  Diciembre.  Hypparco.  257! 
Observaciones  Meteorológicas  del  mes  de  Noviembre.  Ídem.  258.* 
Discurso  sobre  la   falsa   Ileügioa   de  los  Indios  del   ?erá.  So- 

phronio.  ^^^^. 

Carta  sobre   el   origen  de    los   Vientos.  Remitida,  sós! 

Continua   á  fox,    27^. 
Prevención  de  la  Sociedad  á  ios  que  remiten  Papeles.  Chrysjppo.  aSíi. 
Estado  de  los   Caudales    y    Frutos  de  exportación  del   Navio 

Nuestra   Señora    del  Pilar.    Adquirido.  2g 

Rasgo  sobre  los    Yaravíes  Be   la  Academia  Poética.  agf* 

Carta  relativa  á  las   Pr.^caudones   ea   los   Parco?.    Remitida.       202 
Estado  general   de   exporiacipnes  por  el  Píjerto  del  Callao  en 

el    año    de    179Í.    Adquirido. 
Noticia  de   «na  Sociedad  Patriótica  establecida  en  la   CiucHid  ^^^* 

de   Quito.  Teagnes. 
Edicto  del  Illmo.   Señor  Pérez   Calama  sobre  el  nuevo    catni-  ^^^* 

no  de  Malbucho.    Remitido. 
Observaciones  Meteorológicas  del    mes  Diciembre.   Hypparco      ft^ 
Fe  de  Erratas  de  los    Mercurios  de  este  quadrimestre.  Ch'r'í 

sippo.  ^       . 

,  Secretario  de  la^  Sociedad.  Hermágorar, 


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